54 LATERCERA Lunes 21 de octubre de 2013 Deportes No están en museos ni en enciclopedias deportivas. Son documentos, implementos o premios guardados en un cajón o colgados en el muro de una casa, pero plenos de valor. Piezas de colección para la historia nacional. Por Carlos González, Christian González y José Contreras Los tesoros perdidos del deporte chileno El “certificado de nacimiento” de Elías Figueroa RR El documento es histórico. Se re- dactó el 25 de julio de 1963 y corresponde al registro de Elías Figueroa en Santiago Wanderers. Es decir, es el primer pase del mejor futbolista chileno de todos los tiempos. El zaguero central, quien después sería considerado en tres ocasiones consecutivas como el Mejor Jugador de América, desconoce cómo pudo recuperar esa ficha, que hace un tiempo reveló a través de su cuenta en Twitter (@FigueroaChile). La cifra que pagaron los porteños para inscribirlo es irrisoria para la actualidad, sobre todo considerando la enorme calidad del jugador que acaban de adquirir: mil doscientos pesos de la época. “Estaba guardado por ahí. No me preguntes dónde, porque no lo sé. La responsable de haber rescatado algunos recuerdos de mi carrera es mi mujer. Ella me hizo álbumes durante 30 años. Los trofeos y galvanos están amontonados”, explica el ex central de Internacional de Porto Alegre y Peñarol. Mauricio, su nieto, se interesó en el último tiempo por organizar la memorabilia. “Es periodista y lo he visto sacándole fotos al material que hay en la casa. No podría negarle la autorización, porque es uno de mis regalones”, confiesa. Eso sí, “Don Elías” recuerda con nitidez la primera crónica periodística que le dedicaron. Fue el día posterior a su debut con los “caturros”, con 16 años. “El diario El Mercurio de Valparaíso tituló ‘Promesas que se cristalizaron”, añade. Y también evoca su primer error en una negociación. “Cuando me hicieron contrato, no acepté un terreno de una hectárea. Era un peladero. Hoy, es Reñaca”. RR Mil doscientos pesos pagó Santiago Wanderers, en 1963, para inscribir al zaguero central Elías Figueroa. FOTO: ARCHIVO PERSONAL Los títulos de campeón de Allí Gálvez RR “Partí al revés”, dice entre risas Allí Gálvez cuando habla de sus tres títulos, los únicos recuerdos que el ex boxeador posee de su carrera de 11 años en el pugilismo. “Mi señora guarda más cosas. Diplomas, recortes, fotos. El resto lo vendí a otros colegas con los que peleé”, cuenta. Primero fue el Latinoamericano minimosca de la WBA en 1988. “Fui a Estados Unidos a entrenar con Cardenio Ulloa y ‘Chifeo’ Mendoza. Ahí salió lo del Latino y lo disputé con Luis Paredes. Inauguraron el gimnasio Modelo en Cerro Navia con la pelea”, recuerda Gálvez. De ahí se llevó el Sudamericano en 1991, ganando un combate en la misma Quinta Vergara. “Fue como mi gaviota. Como fue en verano, se hizo al aire libre”, cuenta. Al final, ese mismo año, fue el Nacional, en el ex estadio Chile (hoy Víctor Jara). “Fueron como cuatro mil personas, cuando el boxeo llevaba mucha gente. Nunca me lo pudieron quitar”, asegura. Esos cinturones, que guarda y luce con orgullo, son los testigos de su trayectoria, que buscó culminar con el Mundial, pero que no logró. De sus intentos, recuerda el primero, ante el puertorriqueño José de Jesús. “Fue en La Tortuga de Talcahuano. Lamentablemente perdí por nocaut en el quinto. ¿Qué pasó? Todos los nocauts no deben pasar, son accidentes”, explica. Eso le faltó a Gálvez, conocido como el “Maquillador”, por los pocos KO que sumó. El apodo no le molestó, dice. “Me lo puso alguien de La Cuarta, no recuerdo quién. Tenía otros sobrenombres, pero nunca les di importancia. Estaba mentalizado en pelear el título mundial”, asegura. RR Los cinturones del título Nacional y Latinoamericano, dos de los tres que guarda Allí Gálvez como recuerdo. FOTO: REINALDO UBILLA