C A P I T U L O III BIOL OGÍA Y P ATOL OGÍA BIOLOGÍA PA OLOGÍA EN LA MUJER LA IMPR ONT A HORMON AL DESDE LA MEN AR CA IMPRONT ONTA HORMONAL MENAR ARCA HAST A LA POSTMENOP A USIA HASTA POSTMENOPA DRA. AMK DE FARRÉ La función reproductiva en la mujer está regulada por el delicado mecanismo del eje hipotálamohipofiso-gonadal y las hormonas segregadas por el mismo. Así, el hipotálamo emite pulsos de hormonas liberadoras de gonadotrofinas (GnRH) a la circulación portal, que estimula la producción de las mismas. Estas hormonas son glicoproteínas formadas por dos cadenas de aminoácidos: alfa y beta, y al accionar en el ovario, inducen la producción de esteroides sexuales y la maduración del óvulo. Las gonadotrofinas controlan la actividad intracelular a través de un receptor localizado en una membrana efectora. Los receptores ováricos de FSH, se encuentran principalmente en las membranas de las células granulosas, que son las responsables de la producción de estrógenos. Los receptores de LH se encuentran en las células de la teca, de la granulosa y del cuerpo lúteo del ovario. Hay que destacar la función hipotálamo-hipofisaria que es en forma de pulsos y en número de 60 a 120 por minuto, y el rol del ovario como responsable del patrón cíclico. Las hormonas producidas en células altamente especializadas, ejercen su acción en distintos órganos, donde se destaca la interrelación entre receptores hormonales y enzimas reguladoras. Los niveles hormonales tienen constantes variaciones, estableciendo un papel de maduración desde el nacimiento hasta la senectud, regulando el ciclo menstrual. Este tiene una duración de 28 (± 7) días, presentando su mayor variabilidad en los años posteriores a la pubertad y en la premenopausia. El ovario estimulado por las gonadotrofinas hipofisarias produce estrógenos, denominados estradiol, estrona y estriol, de potencialidad decreciente. El estradiol es sintetizado por células de la granulosa a partir de precursores androgénicos, proporcionados por células tecales. Otro mecanismo de formación proviene de la conversión periférica de testosterona a estrógenos en el tejido adiposo. Así los estrógenos pueden ser de origen glandular (adrenal u ovárico), o producto de la conversión periférica extraglandular y circulan a nivel plasmático en forma libre, o bien ligados a una proteína transportadora (SVG-Steroid hormone binding globuline). Los estrógenos actúan sobre el desarrollo y funciones de los órganos reproductores femeninos e influyen en la duración de los ciclos y las características sexuales secundarias. En forma complementaria, tienen efectos metabólicos en todo el cuerpo. En la pubertad, los estrógenos son los responsables de las modificaciones en el aparato genital, de la modelación del esquema corporal, y del cambio psicológico y emocional del comportamiento femenino. SERRA CMJ Y COLS, 2005 34 CONTROL NEUROENDÓCRINO DEL CICLO MENSTRUAL El hipotálamo se activa a intervalos regulares, comportándose como un reloj neuronal, induciendo la liberación de GnRH hacia el sistema portahipofisario. Allí, esta hormona liberadora, interactúa con su receptor provocando la producción de LH y FSH de la parte anterior de la hipófisis. Las gonadotrofinas inducen el crecimiento y maduración del folículo en los ovarios, los cuales aumentan la producción de estrógenos y progesterona. A su vez, los estrógenos y progesterona, actúan sobre hipotálamo-hipófisis por un mecanismo de feed-back o retroalimentación. En el día 13 del ciclo, los estrógenos gonadales aumentan sus niveles, y estimulan al hipotálamohipófisis, provocando la descarga de LH, y consecuentemente la ovulación (retroalimentación positiva). Posteriormente, al aumentarse los niveles de progesterona, se inhibe la secreción de LH (retroalimentación negativa). Debemos considerar otras acciones de los estrógenos: a) Sobre el metabolismo óseo: inhiben la reabsorción ósea e influyen sobre el metabolismo de la vitamina D. b) Sobre el aparato cardiovascular: regulan la función endotelial. Asimismo modifican el colesterol, los triglicéridos y los fosfolípidos. Se han detectado receptores hormonales estrogénicos en células musculares lisas de arterias coronarias y en las células endoteliales de diversos sitios, que provocan vasodilatación. Además ocasionan retención hídrica y de cloruro de sodio. La progesterona es producida a nivel ovárico, placentario y adrenal. Tiene acción sobre el aparato genital femenino y mamas, ejerce acciones termogénicas, y actúa sobre el metabolismo del agua con efecto antialdosterona. En condiciones normales, los ovarios producen una pequeña cantidad de andrógenos, especialmente testosterona y androstenediona, y en menor proporción, hidroepiandrosterona. Estas hormonas tienen funciones anabólicas sobre el vello pubiano, pero su principal acción es sobre la líbido. La adolescencia representa la etapa que transcurre entre la niñez y la madurez sexual, y quien marca el estado de transición es la pubertad, con la aparición de la menarca (primera menstruación). La pubertad está vinculada a la activación de las secreciones gonadales e hipofisarias, con cambios en las suprarrenales y en la secreción gonadotrófica. Durante esta etapa de la vida, se elevan los niveles de FSH y LH, hasta valores de 11 y 12 mU/ ml. Simultáneamente, aumentan los niveles de estrógenos y alcanzan en la fase pos menárquica, a los de la mujer madura (80 a 120 pg/ml). Es en este momento en que aparecen los mecanismos de feedback negativo y positivo, y comienzan los ciclos menstruales. La madurez sexual es la etapa de la vida de la mujer que se extiende desde la adolescencia hasta la menopausia. En el período reproductivo, la mujer logra su mayor desarrollo físico, psicológico y social. Aparecen los ciclos bifásicos, estableciéndose las variaciones cíclicas de estrógenos que alcanzan picos máximos de 300 pg/ml en la ovulación. Las gonadotrofinas presentan picos máximos en el SERRA CMJ Y COLS, 2005 35 período preovulatorio de 20 a 25 mU/ml, y la LH se eleva de 50 a 70 mU/ml en el día 13 del ciclo y la progesterona exhibe valores que fluctúan desde valores mínimos en la fase folicular hasta alcanzar 10 a 15 ng/ml en la fase posovulatoria. El período que sigue al de la madurez sexual es el de la menopausia, a la que definimos como la cesación permanente de la menstruación, originada por la claudicación de la actividad ovárica. La palabra menopausia deriva del griego “mens” que quiere decir mensualmente y “pausis” o interrupción. Esta etapa se inicia habitualmente entre los 47 y 53 años de edad. La suspensión de la actividad endócrina del ovario es progresiva. Algunos autores llaman transición menopáusica, a las alteraciones de los ciclos con los síntomas y signos relacionados. Esta etapa es precedida por una fase de 3 a 11 meses, durante los cuales se observan diversos cambios, que se expresan en trastornos del ciclo y que se denomina premenopausia. Debido a esta variabilidad de los ciclos menstruales el diagnóstico de menopausia es retrospectivo, ya que la mujer debe transcurrir un año sin menstruaciones para considerarla menopáusica. Hablamos de menopausia precoz si aparece antes de los 40 años de edad, y tardía si ocurre después de los 55 años. Sólo el 3% de las mujeres tienen la menopausia antes de los 40 años. La postmenopausia es el período que se inicia a partir de la menopausia, extendiéndose desde la última menstruación hasta el agotamiento de la actividad hormonal ovárica, sin considerar si la menopausia fue inducida (quirúrgica) o espontánea. Se utiliza la denominación de perimeno-pausia para referirse a la etapa comprendida entre un año antes, al iniciarse los cambios endocrino-lógicos, y un año posterior a la última menstruación. Se denomina climaterio al período que transcurre entre la madurez sexual, y la senectud, incluyendo los períodos descriptos anteriormente (premenopausia, menopausia y posmenopausia), y, se refiere a la etapa de transición de la vida reproductiva a la no reproductiva. En la menopausia se produce la claudicación de la actividad ovárica, siendo el punto de partida el aumento progresivo de la FSH y LH, y una creciente disminución del estradiol, y de un factor ovárico “Inhibina”. Además la SHBG desciende por la disminución de síntesis de estradiol. La testosterona se mantiene en los niveles premenopáusicos, con la posibilidad de un aumento de los andrógenos libres, que explican en esta etapa signos de virilización. El estradiol disminuye paulatinamente hasta alcanzar valores de 10 a 15 pg/ml. Recientemente (2005) se ha enfatizado el valor de los andrògenos no unidos a globulinas y de origen suprarrenal, como potencializadores de los factores de riesgo. Durante la perimenopausia, los niveles estrogénicos fluctúan, pero la relación estradiol/estrona se invierte, pues ésta se convierte en el principal estrógeno circulante. La producción de progesterona también disminuye progresivamente. La postmenopausia se caracteriza porque la FSH alcanza valores de 2 a 20 veces superiores a la etapa reproductiva, y la LH se incrementa de 3 a 5 veces. Un valor de 35 mU/ml de FSH en plasma, es un indicador de postmenopausia. Debemos recordar que los receptores estrogénicos se encuentran no sólo en las gónadas, sino también en cerebro, placenta, hígado, piel, colon, adrenales y huesos, en donde se detectan los cambios de esta privación estrogénica que ocasionan síntomas. SERRA CMJ Y COLS, 2005 36 El síndrome climatérico produce en consecuencia diversos trastornos. 1. Neurovegetativos: sofocos, sudoración, cefaleas, zumbidos de oídos, vértigos, arritmias, meteorismo, parestesia, palpitaciones, hipertensión. 2. Del ritmo menstrual, en forma de polimenorrea, oligoamenorrea, hipomenorrea, hipermenorrea y metrorragia. 3. Tróficos, tales como vaginitis por atrofia, sequedad vaginal, hirsutismo, polaquiuria, dispareunia, micción imperiosa. 4. Psíquicos, tales como insomnio, labilidad emocional, irritabilidad, depresión, pérdidas de memoria, y síndrome del nido vacío. 5. Sexuales, que se expresan con dispareunia superficial y disminución de la libido. 6. Metabólicos, como obesidad, diabetes, osteoporosis, artropatías. En la menopausia, además, se produce un cambio desfavorable en el perfil lipídico, ya que aumenta el colesterol total, el LDL-colesterol y los triglicéridos, mientras que disminuye el HDL-colesterol. Hay que recordar que los estrógenos naturales tienen una acción directa sobre la pared vascular, determinando un aumento del flujo sanguíneo, y estimulando la producción de oxido nítrico endotelial. Asimismo, incrementan la producción de prostaciclina y disminuyen el tromboxano. Al disminuir los estrógenos en la postmenopausia se facilitan los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, como la hipertensión arterial, insulinoresistencia y obesidad. Toda la sintomatología descripta mejora con la terapia hormonal de reemplazo, que se describe más adelante. RECURSOS TERAPÉUTICOS EN CLIMA TERIO CLIMATERIO En los países occidentales industrializados, las mujeres mayores de 50 años representan el 17% de la población. Se estima que, para el año 2030, la población mundial de mujeres menopáusicas superará los mil millones. Hoy la mujer que alcanza los 50 años, tiene una expectativa de vida de 32 años adicionales, es decir que aproximadamente el 40% de su vida transcurrirá en climaterio. Esta realidad es la que incentivó al médico a desarrollar tratamientos de cuidado en la salud de la mujer en esta etapa de su vida, en la cual la deficiencia estrogénica provoca grandes alteraciones. Además de intentar reducir la morbilidad en la senectud, se debe poner especial atención en mejorar la calidad de vida de la paciente. Si bien la menopausia es una condición fisiológica de la mujer, se considera actualmente que esta etapa es pasible de recibir tratamiento. Por este motivo ha surgido la terapia hormonal de reemplazo (THR) que se aplica en el tratamiento y prevención de los síntomas y patologías asociadas a la deficiencia de estrógenos. La indicación actual de la THR es tratar el síndrome climatérico teniendo en cuenta los síntomas vasomotores, la atrofia urogenital y la calidad de vida. Los beneficios adicionales de la THR son la prevención de osteoporosis (fracturas de cadera, vértebras, etc), y la disminución de la incidencia del riesgo de cáncer de colon. También es implementada en la menopausia precoz, para corregir los SERRA CMJ Y COLS, 2005 37 síntomas psicoafectivos, trastornos de la sexualidad, y el envejecimiento cutáneo y del tejido conectivo. Hasta el año 2002, otra indicación era la prevención de la enfermedad cardiovascular, pero luego de los estudios WHI en prevención primaria y HERS en prevención secundaria, dejaron de ser empleadas por sus riesgos potenciales. Al respecto es posible que vías de administración y dosis distintas de las utilizadas en los ensayos citados, puedan alcanzar diferentes resultados, pero hasta ahora no se han recogido suficientes evidencias. Deben seleccionarse cuidadosamente las pacientes que estén en condiciones de recibir tratamiento hormonal de reemplazo, ya que no se pueden aplicar a todas las pacientes climatéricas (Figura III-1). Está específicamente indicado en aquellas pacientes que presenten marcados síntomas de carencia estrogénica, en la menopausia precoz y en pacientes con antecedentes que lo justifiquen y acepten iniciar y adherir esta terapia. Las contraindicaciones son: Contraindicaciones Absolutas: - Ca de mama y lesiones precursoras. - Enfermedad cardiovascular o renal severa. - ACV. - Trombosis venosa profunda. - Insuficiencia hepática severa. - Metrorragia de origen desconocido. - Carcinoma de endometrio y lesiones precursoras. - Tumores estrógenos dependientes Contraindicaciones Relativas: - Historia familiar de Ca de Mama. - Diabetes. - Litiasis vesicular. - Intolerancia severa. - Difícil seguimiento. - Epilepsia. - Miomatosis múltiple. - Otoesclerosis. - Melanoma. - Lupus eritematoso sistémico. Figura III-1. Analizaremos a continuación el uso de medicación hormonal y la no hormonal, como así también la influencia de la dieta y la actividad física. El uso de la medicación hormonal y en especial los estrógenos, ocupan un lugar importante para tratar de prevenir, mitigar o postergar las patologías vinculadas a la menopausia. Debemos recordar que en la etapa de madurez sexual, el ovario produce 17 beta estradiol, en niveles sanguíneos que oscilan de 40 a 400 pg/ml, y en la menopausia, estos niveles descienden a 2030 pg/ml. SERRA CMJ Y COLS, 2005 38 Para prevenir la osteoporosis, el requerimiento aproximado seria de 50 a 70 pg/ml de 17 beta estradiol. Los niveles de estradiol y estrona fluctúan durante el ciclo ovárico, no así los de androstenediona, ya que ésta es producida fundamentalmente por suprarrenales y escasamente por el ovario. De su aromatización resulta la estrona que se convierte en el estrógeno más importante en la post menopausia. El uso de estrógenos nos plantea diferentes interrogantes: tipo, vía de administración, esquema terapéutico, agregado o no de progestágenos, y duración del tratamiento. Tipos de estrógenos Podemos utilizar estrógenos naturales, sintéticos y semisintéticos. Dentro de los naturales podemos citar: estradiol, estrona, estriol y estrógenos conjugados equinos que se obtienen de orina de yegua preñada y son sulfatos sódicos. De ellos, el estriol es biológicamente el menos activo, y se lo utiliza en forma de crema vaginal para la atrofia urogenital. El estradiol es el compuesto más utilizado en THR. Los estrógenos conjugados equinos tienen mayor potencia y un efecto más prolongado. Otra variedad de estrógenos que se ha comenzado a utilizar son los estrógenos conjugados sintéticos y esterificados de origen vegetal, que contienen fundamentalmente sulfato de estrona. También existen otras variedades como los estrógenos semisintéticos, tales como el etinilestradiol, y sintéticos, como el estilbestrol. Los estrógenos sintéticos tienen mayor potencia, y actúan sobre las globulinas hepáticas. Elevan los factores VII y X (incrementando el riesgo de trombosis) y el angiotensinógeno que aumentan la tensión arterial. ADMINISTRACIÓN Existen distintas modalidades de vías de administración: parenteral y oral. Entre las primeras se encuentran cremas o geles percutáneos, parches transdérmicos, óvulos o cremas vaginales, aerosoles nasales, implantes subcutáneos, o por vía I.M. Si utilizamos vía oral, la tercera parte del estradiol es transformado a estrona, que es menos activa y se excreta por bilis y orina. La relación estradiol/estrona se invierte, por lo que son menos potentes. El primer pasaje hepático produce un aumento de SVG, una reducción en la actividad de antitrombina IH, y un aumento de la globulina transportadora de cortisol y de renina. Los estrógenos por vía oral actúan sobre el metabolismo lipídico, aumentando las lipoproteínas de alta densidad, pero no los triglicéridos. Con respecto a la vía transdérmica en forma de parches, su principal ventaja es evitar el primer pasaje hepático, por lo que se necesitan dosis menores que en la vía oral. Tiene menor efecto sobre colesterol plasmático y no aumenta los niveles de triglicéridos. Una alternativa a la vía transdérmica, la constituye la percutánea, en forma de gel o crema. También se evita el primer pasaje hepático, pero la absorción presenta mayor variabilidad que la vía anterior. SERRA CMJ Y COLS, 2005 39 La vía vaginal se utiliza principalmente en los casos de atrofia urogenital. El más usado lo constituye el estriol en crema, como así también cremas con estrógenos conjugados equinos, y óvulos de promestrieno. Sólo una pequeña parte de los estrógenos así administrados alcanzan la circulación sistémica, por lo que no tienen efecto sobre la densidad ósea, síntomas vasomotores, etc. En el tratamiento con estrógenos, si la paciente no ha sido histerectomizada, debemos incorporar progestágenos en forma complementaria para prevenir la hiperplasia de endometrio. Dentro de los progestágenos, contamos con la progesterona natural y las progestinas. La progesterona se la microniza para facilitar su absorción oral, carece de efectos androgénicos, respeta el perfil hidrocarbonado y lipídico, y tiene un efecto natriurético. Se identifican distintas clases de progestinas, tales como derivados de 19 nortestosterona, el acetato de noretisterona, levonorgestrel, compuestos C-21 como acetato de medroxiprogesterona (MPA), megestrol, y un derivado de la espironolactona: la drospirenona. Las progestinas por vía oral pueden disminuir los niveles de HDL colesterol dependiendo de las dosis utilizadas, y la MPA puede producir un efecto negativo sobre el perfil lipídico y el humor. Podemos utilizar andrógenos en pacientes que no responden a una THR clásica. En aquellas que presenten intensos síntomas vasomotores podemos indicar andrógenos, observando un mejoramiento en el estado de ánimo, un aumento de la líbido, y en algunos casos efectos positivos en la memoria. Se utilizan en combinación con los estrógenos, en pacientes muy seleccionadas, por sus posibles efectos virilizantes, alteración del perfil lipídico, aún con dosis bajas y cortos períodos de tiempo. ESQ UEMAS DE TRA TAMIENT O ESQUEMAS TRAT AMIENTO Para la THR podemos utilizar distintos esquemas. Si la paciente es histerectomizada sólo utilizamos estrógenos sin agregado de progestágenos. Si la paciente tiene útero intacto, añadimos progestágenos para evitar la hiperplasia endometrial (Figura III-2). Figura III-2. SERRA CMJ Y COLS, 2005 40 Además podemos utilizar estrógenos y progesterona cíclicas, como también estrógenos y progesterona continua, adaptando estos tratamientos a las características de las pacientes. DURACIÓN No hay un consenso al respecto. Anteriormente se la indicaba durante años, actualmente optamos por tratamientos a corto plazo (2 a 5 años), evaluando a los pacientes cada 6 meses e investigando sobre la mejoría de los síntomas, efectos colaterales, examen ginecológico y mamario. Previo a instituir THR, se debe realizar una prolija historia clínica, examen ginecológico y mamario, colposcopía, Papanicolaou, mamografía y ecografía transvaginal. Además debemos conocer el perfil lipídico y la glucemia. AL TERN ATIV AS ALTERN TERNA TIVAS Podemos considerar otro tipo de medicación alternativa a la THR en los casos en que las pacientes no puedan recibir o tolerar THR. La Tibolona que es un esteroide sintético, que posee una débil acción combinada estrogénica, progestacional y androgénica. Es eficaz en el tratamiento de los síntomas vasomotores, mejora el humor y la irritabilidad y tiene un efecto positivo sobre la líbido, la sequedad vaginal y dispareunia. Aumenta la densidad mineral òsea (DMO) En el perfil lipídico disminuye los niveles plasmáticos de HDL colesterol, no modificaría o disminuiría los niveles de LDL colesterol y triglicéridos. En cuanto a la enfermedad tromboembólica parece no afectar la coagulación y aumentar la actividad fibrinolítica. A nivel del endometrio, no produce hiperplasia y se comporta como antiestrógeno. Sobre las mamas, parece no aumentar la densidad mamaria (muy importante en el control mamográfico) ni tampoco el riesgo de cáncer de mama en mujeres con o sin antecedentes de neo mamario. Pueden producir efectos secundarios como aumento de peso, cefaleas y edemas en miembro inferior. Otra alternativa en el tratamiento de la menopausia, lo constituyen los Moduladores Selectivos del Receptor Estrogénico, más conocidos como compuesto SERM (Selective Estrogen Receptor Modulator). Se trata de sustancias no esteroideas, capaces de actuar como agonista-estrogénico o a la inversa como antagonista-estrogénico, dependiendo del tejido donde actúe y su unión con el receptor estrogénico (alfa o beta), que determina su respuesta. De esta manera los SERM actúan como estrógenos antagonistas sobre el endometrio y mama, y como estrógeno agonista en el hueso, hígado y sistema cardiovascular. Los SERM incluyen tres grupos: a) derivados de trifeniletileno (clomifeno, tamoxifeno, toremifeno), b) derivados del benzoditiofeno (tal como raloxifeno), c) y un grupo de sustancias químicas heterogéneas que se hallan en investigación. Con relación al raloxifeno, podemos efectuar diversas consideraciones. Aumenta la DMO (hueso), disminuyendo el riesgo de fracturas vertebrales. Sobre el sistema cardiovascular, produce una disminución significativa del colesterol total y LDL colesterol, disminuyendo los niveles de lipoproteína (a) y fibrinógeno, y aumentando los niveles de HDL. Puede incrementar levemente los síntomas vasomotores, y no tienen acción a nivel genitourinario. SERRA CMJ Y COLS, 2005 41 También inhibiría la unión del estradiol a Receptores Estrogénicos (RE) en la mama y por ende la proliferación tumoral, pero pueden aumentar el riesgo de tromboembolismo venoso. La indicación principal de los SERMs es la prevención y tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica, especialmente en pacientes >60 años que no son pasibles de THR ni presentan síntomas vasomotores intensos. Hay otros tipos de tratamientos utilizados en menopausia sin ser sustancias esteroideas, pero se emplean en el caso de osteopenia y osteoporosis. Los bifosfonatos actúan inhibiendo la acción de los osteoclastos, y la reabsorción ósea. Dentro de este grupo podemos citar los alendronatos y el risendronato. Como alternativa al THR, en pacientes que no desean o manifiesten intolerancia y contraindicación a la misma, podemos utilizar fitoestrógenos. La farmacopea china utilizaba sustancias naturales derivadas de la semilla de soja que ejercían efectos favorables en los síntomas climatéricos Son componentes dietarios presentes en más de 300 plantas, con una estructura química semejante a los estrógenos, fenilnaftalenos, y buena capacidad de unión al RE. Tienen una actividad estrogénica débil (10:2) respecto al 17 beta estradiol. Aquí incluimos las isoflavonas que poseen diversos compuestos como genistein, daidztein, y otros presentes en abundancia en la soja. Los fitoestrógenos pueden ejercer efectos estrogénicos y antiestrogénicos de acuerdo a diversos factores tales como órganos diana y RE. Disminuyen los LDL y triglicéridos, y aumentan el HDL. Dentro del grupo de fitoestrógenos debemos considerar también la cimifuga racemosa, utilizada en países asiáticos para tratar los síntomas climatéricos, y que según ciertos estudios, reduciría el riesgo de enfermedad cardíaca. Si bien la TRH con estrógenos constituye un arma eficaz para lograr reducir o eliminar los síntomas menopáusicos, en especial en mujeres con menopausia precoz, no todas las requieren o bien tienen limitaciones para su uso. Debe estimularse en las pacientes menopáusicas la modificación de sus hábitos de vida (alimentación, actividad física), evitando factores de riesgo (tabaquismo), y asegurarse una ingesta adecuada de calcio. Lo más importante en la THR es realizar un tratamiento personalizado, teniendo en cuenta la historia clínica de la paciente, brindándole la información adecuada para que persevere en el tratamiento. Además, se debe considerar la utilización de la menor dosis hormonal efectiva y durante lapsoslimitados. Curiosamente la atención de los médicos, más que en las molestias propias de la menopausia, está centrada en la vinculación de la menopausia con síntomas y consecuencias alejadas tales como: osteoporosis, patologías vasculares, cáncer de mama y endometrio. Es probable que sea necesario aguardar en los próximos años la finalización de diferentes estudios, para evaluar las indicaciones y limitaciones de la THR. SERRA CMJ Y COLS, 2005 42 PREMENOP A USIA, DIABETES Y RIESGO PREMENOPA CARDIO VA S C U L A R OV DR. A FERNÁNDEZ La ECV es la causa principal de muerte en la mujer, excediendo por lejos al cáncer. El problema se incrementa a medida que la edad aumenta, y se vuelve especialmente notable luego de la menopausia. Se piensa que el efecto protector de las hormonas ováricas 17 Beta-estradiol y progesterona, otorgan a la mujer una protección que carece el varón de la misma edad. En presencia de diabetes mellitus (DM), esta inmunidad está cancelada y el riesgo de ECV en la mujer premenopáusica (MP) con DM, se aproxima entonces al del varón. También sabemos que la DM incrementa más el riesgo CV en la mujer que en el varón, por razones que aún se discuten. En esta colaboración se revisan brevemente los FR que nos puedan suministrar alguna explicación del fenómeno. Además, se analiza la evidencia disponible sobre la probabilidad de que el desorden metabólico actúe reduciendo el nivel de estrógenos circulantes o interfiriendo con su actividad. El descubrimiento y manejo de nuevas moléculas inflamatorias, especialmente las derivadas del tejido adiposo abdominal (adiponectinas), junto a una corrección más precoz y natural de la resistencia a la insulina (RI), mediante cambios en el estilo de vida y terapéuticas emergentes, como las PPAR Gamma ligandos (glitazonas), quizás en un futuro no muy lejano nos permitan una protección más eficaz. Un enfoque terapéutico específicamente dirigido a los FR de acuerdo al sexo, también debería tenerse en cuenta. EPIDEMIOLOGIA La ECV es la principal causa de enfermedad y muerte en diabéticos. La mujer, es especialmente susceptible a sufrir DM y más del 70% de las mujeres diabéticas padecen alguna forma de ECV importante. Sabemos que la cantidad de muertes cardiovasculares se incrementa notablemente en la mujer luego de la menopausia y con la edad. Pero la ECV no es sólo un problema de la mujer mayor; cada año en EE.UU. 9.000 mujeres menores de 45 años sufren un IAM. La mujer luego de los 45 años tiene dos veces más probabilidad de desarrollar DM que el varón. La DM pone en un riesgo mayor de ECV a la mujer que al varón. En éste, la DM aumenta el riesgo entre 2 y 3 veces con respecto al no diabético, en la mujer lo hace hasta 7 veces. Con el Estudio Framingham (1983) reconocimos que “la DM es un FR más nocivo en la mujer”, y luego, el Rancho Bernardo Study reveló que “la DM es mas fuerte predictor de riesgo para muerte coronaria que en el varón”. También está demostrado que el IAM pone en un mayor riesgo de muerte a la mujer diabética en relación al hombre diabético y a la mujer no diabética. FR P ARA ECV Y SEX O PARA SEXO Un comportamiento diferente de la DM en la mujer y la pérdida del beneficio estrogénico en presencia de DM, son dos determinantes a tener en cuenta para explicar la pérdida de protección que sufre la MP con DM con respecto al varón. SERRA CMJ Y COLS, 2005 43 Los distintos FR tradicionales (HTA, HDL bajo, triglicéridos altos, LDL pequeñas, densas y más aterogénicas), un estado protrombótico anormal y nuevos FR no tradicionales, se asocian con la DM. Varios estudios han mostrado que aún luego de corregir los FR convencionales, la mujer diabética tiene un riesgo relativo mayor que el varón. El Strong Heart Study, demostró que comparado con el varón, la diabetes en la mujer se asocia a cambios más adversos, en varios de los FR, tales como: Colesterol HDL, Apo B, Apo A1 y tamaño de la LDL, lo que sugiere que el efecto combinado de ellos, empeora el perfil CV de la mujer diabética. Es llamativo que un HDL bajo y VLDL alto característico de la dislipidemia diabética es predictor de mortalidad coronaria en la mujer diabética pero no en el varón y en la mujer no diabética. La MP tiene un perfil de riesgo menor que un varón de su misma edad. Esto, al menos en parte, es debido a los estrógenos. Si en presencia de DM esta protección es cancelada, surgen al menos dos preguntas: 1) ¿La DM interfiere con la protección estrogénica? y/o 2) ¿las mujeres diabéticas tienen menos estrógenos?. Parecen ocurrir ambas cosas. La RI, una característica fundamental de la DM Tipo 2 ha sido asociada con hiperandrogenicidad y disminución de la concentración de estrógenos en el plasma. Una de las consecuencias es la alteración de la capacidad vasodilatadora dependiente del Oxido Nítrico (ON), siendo llamativo que aún administrando estrógenos, los animales diabéticos no muestran la misma capacidad vasodilatadora en respuesta al ON que los no diabéticos, lo que sugiere que en la DM no sólo hay menos estrógeno sino que también la acción de los mismos está alterada. Se ha demostrado que la hiperglucemia y los Productos Finales de Glicación Avanzada (AGEs) reducen la formación de ON inducida por el estradiol, aumentan el estrés oxidativo y activan al Factor Nuclear KB, un regulador pleiotrópico de muchos genes fundamentales, en el inicio de la respuesta inflamatoria a la injuria. Además, el ON regula la agregación plaquetaria y el remodelado parietal, dos mecanismos alterados en la DM. Los estrógenos también tienen propiedades antiinflamatorias y se ha demostrado que la inflamación predice eventos CV en pacientes diabéticos y especialmente del sexo femenino. El estudio no invasivo de la función endotelial y la medición de marcadores de inflamación, como así también el uso de drogas utilizadas en el manejo de los FR y de la RI con propiedades antiinflamatorias, pueden ser útiles en la prevención primaria de la MP con DM. MANEJO Más de 100 millones de personas en el mundo sufren DM y el 95% de ellos son tipo 2. Debido hasta ahora a la difícil concien-tización del cambio en el estilo de vida, que conduce a obesidad (especialmente abdominal), se estima que en 20 años más, esta cifra se incrementará en un 40%. Si bien la mortalidad CV ha declinado en mujeres no diabéticas, no ha sucedido lo mismo con la mujer diabética. Por ello se requieren terapéuticas que frenen esta tendencia. El primer paso debería consistir en la identificación temprana de la mujer susceptible a desarrollar DM. Esto puede lograrse mediante exámenes físicos y de laboratorio (glucosa, curva de tolerancia, insulinemia y lipemia), buscando el riesgo o la presencia de sindrome metabólico (SM). Una vez que una mujer es diagnosticada como portadora de SM o tiene FR para serlo, debería hacérsele conocer su alto riesgo de desarrollar DM, SERRA CMJ Y COLS, 2005 44 informarla del peligro que ello implica, e implementar cambios en su estilo de vida (disminución del peso corporal y ejercicio) mediante un programa de objetivos modestos a largo plazo (7 a 12% de reducción del peso en 6 a 12 meses y no menos de treinta minutos diarios de ejercicio moderado). Esta estrategia ha demostrado ser la más exitosa en relación al cumplimiento de los enfermos por largos períodos. En el Diabetes Prevention Program de EE.UU. y el Finnish Diabetes Prevention, se constató que con sólo disminuir un 10% el peso corporal, se reduce en un 50% la posibilidad de ser diabético. Ciertas drogas que mejoran la RI, como el metformin y los PPAR Gamma ligandos, parecen retardar la aparición de DM, y disminuir el riesgo CV cuando el SM está presente, sin embargo, la evidencia disponible es insuficiente para recomendar su uso con otro objetivo, que no sea el de reducir la glucemia en el paciente diabético. A todo ello debe sumársele un manejo estricto de los FR metabólicos (dislipidemia, HTA, RI, Estado Protrombótico e Inflamatorio). Una vez que la DM está instalada, un control más estricto de la hiperglucemia y la dislipidemia, reducen el riesgo CV en la mujer diabética. El estudio de Framingham mostró que la insulina se asocia con más muertes CV en la mujer que en el varón, obligando a investigar la relación existente entre insulina y hormonas sexuales. Por otro lado, en el UKPDS se observó una leve disminución de las complicaciones macrovasculares en ambos sexos con el uso de metformina. En el Heart Protection Study, las estatinas, demostraron ser beneficiosas en Prevención Primaria en diabéticos. En contraste, el reemplazo hormonal, hasta ahora ineficiente, por lo menos espera nuevos estudios con nuevas estrategias para tener la última palabra. Sin dudas, nuestra ignorancia sobre el mecanismo por el cual, el impacto de los FR tales como la DM es diferente en los distintos sexos, es el mayor escollo. Sin embargo, “esa ignorancia es el mejor estímulo” (P. Brugada, AHA, Orlando 2003) para investigar y aclarar este tema aún no resuelto y que nos conducirá a una mejor prevención en la mujer (sexoespecífica). El ATP III, acorde con esto, ya considera a la sola presencia de DM como alto riesgo similar al haber producido un evento vascular y establece como metas para el HDL Colesterol, valores diferentes según el sexo. HORMON AS SEXU ALES HORMONAS SEXUALES DR. C CAMPOS Los estrógenos pueden ser categorizados de acuerdo a su estructura química en dos grupos, esteroideos y no esteroideos y cada grupo en naturales o sintéticos. ESTRÓGENOS ESTEROIDEOS Tienen estructura básica semejante: el ciclopentanoperhidrofenantreno, con 18 carbonos; la presencia de un grupo hidroxilo en el anillo aromático, les da la característica de fenólico. a) Estrógenos esteroideos naturales: la estrona E1, estradiol E2 y estriol E3, fueron los primeros en aislarse. El estradiol es rápidamente convertido en estrona y ambos son metabolizados primariamente en el hígado. El estriol parece ser el único metabolito que tiene cierta acción estrogénica. Durante el embarazo los estrógenos circulantes están presentes en muy alta concentración, tanto en SERRA CMJ Y COLS, 2005 45 el feto como en la madre. La placenta segrega estrona, estradiol y estriol en proporciones variables en la circulación de ambos. Estrógeno equino: el anillo beta insaturado, está presente en alta concentración en la orina de la yegua preñada y es un importante constituyente de las preparaciones de estrógenos conjugados equinos (Premarin) usado en el reemplazo estrogénico. b) Estrógenos esteroideos sintéticos: estos compuestos juegan un importante rol en los anticonceptivos orales. Una nueva serie de estrógenos esteroideos sintéticos tienen potente acción antioxidante. c) Estrógenos no esteroideos: numerosos estrógenos no esteroideos, han sido aislados de fuentes naturales o bien han sido sintetizados y muestran una afinidad muy variable a los receptores. Entre los naturales, los fitoestrógenos muestran una ligazón muy débil a los receptores si se compara al estradiol y han sido aislados o identificados dos especimenes biológicos, denominados lignans y los isoflavonoides. Los primeros son de origen animal o vegetal. Los de origen vegetal pueden ser modificados estructuralmente por las bacterias intestinales y transformarse en lignans animales. Se hallan en semillas como las de sésamo y soja. Los isoflavonoides de origen vegetal más importantes son el daidzein y genistein. Se han aislado en la soja y varios de sus subproductos y en menor extensión en otras legumbres. El té verde contiene daidzein y genistein, así como lignans. Si bien los fitoestrógenos son metabolizados en el organismo (similar a los esteroides) no se conocen sus metabolitos. Su unión con los receptores estrogénicos es muy débil. Entre los estrógenos no esteroideos sintéticos, el más importante es el etilbestrol. Uno de los más conocidos, el dietilbestrol, que se dejó de usar por sus efectos oncogénicos. La modificación de la estructura química del dietilbestrol dio productos con una reducida estrogenicidad. En la década del ‘60’70, algunos derivados se volvieron clínicamente útiles, como el clomifeno y tamoxifeno. El clomifeno se usa para la inducción de la ovulación aunque paradójicamente produce infertilidad en los animales de laboratorio. Una modificación química dio origen al antiestrógeno tamoxifeno, que si bien puede ser útil para la infertilidad, ha demostrado un efecto potencial en el tratamiento del cáncer avanzado de mama. En contraste con el tamoxifeno, otro antiestrógeno el raloxifeno, ha mostrado ser eficaz para la osteoporosis. En las mujeres premenopáusicas, el 17 beta-estradiol, producido por los ovarios, es el principal estrógeno circulante. En el hombre también se forman pequeñas cantidad de estrógenos, posiblemente de los túbulos seminíferos, desempeñando importante papel en la espermogénesis; se cree que se formaría en las células de Sertoli por conversión de parte de la testosterona en estradiol. Sin embargo el 80% sería de origen hepático a partir de la testosterona y el androstenediol. PROGESTÁGENOS El principal es la progesterona y la 17 alfa hidroxi-progesterona. En la mujer no embarazada, sólo se produce progesterona en cantidades significativas durante la segunda mitad del ciclo ovárico (cuerpo lúteo). En la primera mitad, pequeñas cantidades son producidas por los ovarios y la corteza suprarrenal. Por el contrario grandes cantidades se generan en la placenta de la mujer embarazada, a partir del cuarto mes. SERRA CMJ Y COLS, 2005 46 SERM Uno de los mayores avances para la práctica clínica lo constituyen los moduladores selectivos de los receptores estrogénicos, conocidos como SERM (Selective Estrogen-Receptor Modulator). A diferencia de los estrógenos y antiestrógenos, que son agonistas y antagonistas de los receptores estrogénicos, éstos tienen efectos agonistas (útiles en el tratamiento de la osteoporosis, por ejemplo) como antagonistas (útiles en la prevención o tratamiento del cáncer de mama) sobre distintos tejidos. Sus acciones a nivel cardiovascular se manifiestan principalmente a través de una mejoría del perfil lipídico, con descensos de LDL, Apo B y lipoproteína Lp(a), y de este modo, con una probable disminución del riesgo de enfermedad coronaria. Sin embargo, quedan pendientes resultados de grandes ensayos clínicos que están evaluando si los SERM son cardioprotectores, como el estudio randomizado RUTH (Raloxifene Use for The Heart). La FDA (Food and Drug Administration) aprobó tres SERM para uso clínico, con las siguientes indicaciones: tamoxifeno para la prevención y tratamiento del cáncer de mama, toremifeno para el tratamiento del cáncer de mama en estadíos avanzados, y raloxifeno para la prevención y tratamiento de la osteoporosis en la menopausia. Pero estos también incrementan el riesgo de embolia de pulmón. En un estudio de prevención del cáncer de mama, 7.705 mujeres fueron asignadas a raloxifeno o placebo y las tasas de embolia de pulmón y trombosis venosa profunda fueron 3 veces más frecuentes en las mujeres tratadas con el modulador selectivo. Los agonistas-antagonistas estrogénicos como el tamoxifeno incrementan 2,5 veces el riesgo de tromboembolismo venoso. TERAPIA DE REEMPLAZO HORMONAL (TRH) DR. RO VILLALVA - DRA. MB AGÜERO Para poder entender la TRH se debe conocer la fisiología de los estrógenos y progestágenos, incluso sus distintas acciones de acuerdo a su fórmula química y vías de administración. TRH POR VÍA ORAL Por lo que se transcribe en la Figura III-3 se comprende que haya sido utilizado en el tratamiento de mujeres post menopáusicas, como coadyuvante en las terapias hipocolesterolémicas pero contraindicadas en mujeres hipertrigliceridémicas y además interfieren en la coagulación. Finalmente, participan también, en el metabolismo de los glúcidos y en la respuesta inflamatoria. (Figura III-4) Figura III-3. SERRA CMJ Y COLS, 2005 47 Figura III-4. TRH POR VÍA TRANSDÉRMICA Sobre el metabolismo lipídico al evitar el primer pasaje hepático, sus efectos se observan a largo plazo, no interfiere sobre el metabolismo de los triglicéridos o lo disminuye, no modifica la proteína SHBC, reducen el colesterol total y la fracción HDL. La utilidad de esta vía, es evitar el primer pasaje hepático, llegando más directamente a las células endoteliales vasculares, donde radica el supuesto efecto benéfico de la misma. Sobre los factores de coagulación sanguínea: a) se mantienen constantes el factor III y la PCR. b) disminuye el factor VII, el fibrinógeno y el PAI. Sobre el metabolismo glucídico mejora la resistencia a la insulina por no estimular el factor de crecimiento uno (IGF1). INDICACIONES Útiles en pacientes portadoras de hipertrigli-ceridemias y/o insulino resistentes, colestasis, pero controvertidas en la ECV y en mujeres con riesgo de trombosis. Su costo es elevado. EFECTOS BIOLÓGICOS Del análisis de las alteraciones que produce la TRH, por vía oral, que es la más utilizada, constatamos algunas acciones contrapuestas. ESTUDIOS OBSER VA CION ALES OBSERV CIONALES Lo analizado hasta ahora, puso de manifiesto la necesidad de revisar primero los estudios de tipo observacional (Figura III-5)(cohortes, casos-control), que mostraron efectos cardioprotec-tores de la TRH con un 30 a 50% de disminución de riesgo de los mismos. Estos estudios adolecen de sesgos en SERRA CMJ Y COLS, 2005 48 la selección y de cumplimiento que sobrevaloran los beneficios y modifican los riesgos, por lo cual, luego de casi 30 años de que se utilizaran TRH acompañadas de otras medidas terapéuticas para la prevención ECV, se elaboraron megaensayos clínicos prospectivos y randomizados (Figura III-6). Figura III-5. Figura III-6. SERRA CMJ Y COLS, 2005 49 ESTUDIOS ALEA T ORIZADOS ALEAT PEPI (Postmenopausal Estrogen/ Progesterone Intervention). La hipótesis de este trabajo que la disminución de la enfermedad coronaria, actuando sobre los factores de riesgo. Incluye cuatro brazos terapéuticos: - 0.625 mgs de estrógeno equino conjugado (EEC). - 0.625 de EEC + acetato de medroxiprogesterona (AMP) de manera cíclica. - EEC + AMP de manera continua. - EEC + progesterona micronizada (PM). Acción sobre el metabolismo lipídico: mejoría del colesterol pero incremento de los triglicéridos. Sobre la coagulación prevalecieron los efectos perniciosos; mínimos aumentos de la glucemia. La asociación ideal, según este trabajo, sería administrarlas en mujeres sin útero (EEC solos) o EEC + PM en aquellas con útero. CONCLUSIONES Si se da EEC aislado en pacientes con útero intacto, se produce hiperplasia endometrial atípica. Elevó de dos a cuatro veces el riesgo relativo (RR) de Tromboembolismo Pulmonar (TEPA). Aumentó (RR) las colecistitis (40%).Incrementó de cuatro a cinco veces el RR de cáncer de mama desde los 5 a 10 años de tratamiento. HERS I (Heart and Estrogen-Progestin Replacement Study) Es el primer mega trabajo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo y realizado en pacientes portadoras de enfermedad vascular coronaria, para la prevención secundaria de eventos. Se reunieron para tal fin 2.763 mujeres post menopáusicas Se utilizó 0.625 mgrs de EEC + 2.5 mg de AMP vs. placebo. Las variables principales del estudio fueron: infarto no fatal, muerte por enfermedad coronaria. Metabolismo lipídico: disminución de LDL, aumento de HDL y leve aumento de los triglicéridos.No se obtuvieron diferencias en los resultados finales. Tras cuatro años de terapéutica se hizo un análisis retrospectivo y se interrumpió: RR de ECV 1.52 en el primer año. RR neutro en el segundo año. Resultados beneficiosos en el 3ro y 4to años. HERS II (Heart and Estrogen-Progestin Replacement Study follow up) Es la continuación del HERS I pero en forma observacional, ya no aleatorizado. La duración del mismo fue de 2.5 años (6.8 años sumado al HERS I) en sobrevivientes del HERS I. Se utilizó la misma combinación e igual vía de administración. Resultados: No hubo reducción del riesgo de EC. Duplicó los casos de TEPA. Aumentó en un 50 % la litiasis biliar. Conclusión: La TRH vía oral no protege de la EC. WHI (Women’s Health Initiative) Incluyó 16.000 mujeres, post menopáusicas, sin enfermedad coronaria conocida, de edades SERRA CMJ Y COLS, 2005 50 entre 50 y 79 años, estudio tipo cohorte observacional. En un subgrupo de 2.700 mujeres, se realizó sólo estrogenoterapia en forma aleatorizada, y controlado con placebo, en mujeres histerectomizadas. Se asoció progesterona en aquellas con útero intacto. El comité de monitorización y seguridad de datos, alertó ya en el año 2000, de un aumento no especificado de infartos de miocardio y ACV en las pacientes tratadas con hormonas, y pese a un segundo aviso (2001) del mismo tenor, no se interrumpió. En julio del año 2002 se suspende luego de 5.2 años de tratamiento, continuando hasta la actualidad con el brazo de EEC no asociado. La razón de pararlo fue el aumento del riesgo de cáncer de mama y del riesgo global, observándose: 41% de ACV, 46% de TEPA y 29% de enfermedad coronaria. Debe tenerse presente que tanto en el estudio HERS como en el WHI no se incorporaron mujeres jóvenes con síntomas floridos de menopausia y en teoría más beneficiables. PHASE (The Pap Worth Hormone Replacement Therapy Survival Enquiry) Estudio Europeo realizado en el Reino Unido, que utilizó TRH vía transdérmica en 255 pacientes con enfermedad coronaria. La duración del mismo fue de cuatro años. Conclusión: aumento de riesgo cardiovascular no significativo (la mayoría de los casos al inicio del estudio). Aumento de episodios de TEPA. ERA (Estrogen Replacement and Atherosclerosis) Es un ensayo angiográfico para valorar la progresión y regresión de la placa de ateroma realizando cinecoronariografia al inicio y al final del estudio. El seguimiento fue de 3.1 años, no hallándose diferencias con los grupos placebos. PHOREA (Post menopausal Hormone Replacement Against Atherosclerosis) Este trabajo valora los efectos de la TRH (ece+am, vía oral) sobre el grosor íntima-media de la carótida. Se observó mejoría en el perfil lipídico pero no en el vaso. EPAT (Estrogen in the Prevention of Atherosclerosis Trial) Valora la aterosclerosis subclínica en relación a la cifra del HDL. La conclusión es que se benefician las pacientes que reciben estrógenos aisladamente, sin beneficio adicional con estatinas. WEST (Women’s Estrogen for Stroke Trial) Este trabajo analiza la evolución de pacientes post menopáusicas con la utilización del 17 beta estradiol, en accidente cerebrovascular o crisis isquémicas transitorias (CIT). La conclusión fue contraindicar la TRH, en la prevención secundaria de enfermedad cerebrovascular. AL TERN ATIV AS: SERM ALTERN TERNA TIVAS: RUTH (Raloxifene Use in The Heart) Se incluyeron 10.000 mujeres post menopáusicas con enfermedad coronaria establecida, o con alto riesgo de padecerla. Las variables del estudio: muerte por enfermedad coronaria, infarto de miocardio no fatal, hospitalización por SCA, cáncer de mama invasivo. Los resultados se encuentran en estudio. SERRA CMJ Y COLS, 2005 51 INDICACIONES ACTUALES DE LA TRH Síndrome climatérico (síntomas vasomotores y atrofia urogenital). Mejoría de la calidad de vida. Contraindicaciones Presencia de lesiones precursoras de cáncer de mama. Enfermedad coronaria. Accidente cerebrovascular. Trombosis venosa profunda. TEPA. Ventajas Prevención de osteoporosis (disminución del riesgo de fractura). Disminución del riesgo de cáncer de colon. Recomendaciones actuales No indicación de TRH para la prevención primaria ni secundaria de enfermedad coronaria. Podría continuarse en aquellas en tratamiento, pero suspenderla si hacen SCA. Suspensión de TRH ante procedimientos quirúrgicos que requieran inmovilización prolongada. COMENT ARIO FIN AL COMENTARIO FINAL Luego de este análisis, se puede observar que aún faltan más datos para poder establecer razonablemente si se puede indicar la TRH. La gran mayoría de los megatrabajos sólo utilizó la vía oral de administración, siendo que la evidencias fisiológicas hacen hincapié en la vía transdérmica y con menor cantidad de efectos indeseables. Es por ello que habrá que esperar nuevos estudios que clarifiquen y aporten una indicación más precisa si se deben usar, cuándo y/o en qué circunstancias. MI OPINIÓN DR. CMJ SERRA Desde la edad adulta y hasta la menopausia, la mujer tiene menor enfermedad ateroesclerosa, en cualquier nivel mensurable: carótidas, coronarias, aorta toráxica-abdominal y miembros inferiores. La excepción puede darse con la presencia de un fuerte FR como la DM o la hipercolesterolemia familiar. El cigarrillo solo o asociado a los ACOs y las trombofilias son trombogénicas pero no aterogénicas. Si la menopausia es precoz (natural o quirúrgica) la ateroesclerosis coronaria también es prematura. Si la menopausia es natural y a la edad promedio (51 años) la mujer comienza a perder su “paraguas” protector representado probablemente por los estrógenos y comienzan a florecer los FR: DM, HTA, obesidad, cambios psicológicos, sedentarismo, etc., que culminan en una manifestación de insuficiencia coronaria aproximadamente una a dos década después. La incidencia de las manifestaciones ateroesclerosas se equipara e incrementa en los años siguientes, igualando y hasta superando a la del hombre (incidencia elevada y prolongada = prevalencia). La tasa de mortalidad por ECV en la mujer según se viera en el Capítulo I comienza a partir de los 65 años y alcanza su pico máximo luego de los 85. Revisando las CCG sucesivas de 100 mujeres y 100 varones realizadas recientemente en nuestra SERRA CMJ Y COLS, 2005 52 Institución, en pacientes sin IAM, BP o ATC previos pero estudiados por angor o isquemia, pudimos verificar como la incidencia expresada en la impronta cinecoronariográfica se incrementa con los años (Ver Capítulo V). En el año 1966 el médico R. Wilson, escribió un libro de enorme influencia en la sociedad de aquellos tiempos “Mujer para siempre”. Un panegírico sobre las bondades multiuso de la hormonoterapia femenina: desde las arrugas de la piel hasta la líbido y el mismo acto sexual (sequedad de la mucosa vaginal), protectora de huesos y del corazón y hasta reguladora del carácter. Sus consecuencias negativas: cáncer de mama y de útero y el TEPA quedaban opacados. Durante 30 años la inmensa mayoría de los médicos de familia, clínicos, ginecólogos y cardiólogos la convirtieron en el medicamento más recetado en los EE.UU. Se generalizó su uso no sólo por sus beneficios sino por la coparticipación de otros aliados: utilidad in vitro, notable resultados en animales (monos), mejoría de los lípidos sanguíneos en la época pre-estatinas, excelente resultados sobre los “golpes de calor” y molestias neurovegetativas, marketing agresivo y en consecuencia la exigencia o demanda de los mismos pacientes. Estudios observacionales importantes para su época como el de las enfermeras, que aún suministran datos útiles de seguimiento, lo avalaron. En síntesis, era una terapia casi sin detractores y en la que se estimaba un beneficio no inferior al 50% a nivel cardiovascular. Quien escribe estas líneas y que por la década del ‘90 comenzaba a interesarse de la problemática de la enfermedad coronaria en la mujer, no podía excluirse de esta onda optimista. Sin embargo, no puedo olvidar las expresiones de la Dra. Prámparo que siempre hacia referencia, de acuerdo a su larga experiencia en el Hospital Posadas (Buenos Aires), de la alta incidencia del tromboembolismo entre las usuarias. Y ahora expresaré mi opinión válida por lo menos hasta julio de 2005, mezcla de lectura, conferencias, práctica y algo de conocimiento. Los estudios observacionales, que a veces son responsables de inducir tratamientos masivos aún en gente sana y en aras de hipotéticos beneficios, se les atribuyen: a) Sobredimensionar beneficios y subestimar efectos negativos. b) Seguimiento casi exclusivo en pacientes que han tenido buenos resultados. Incluso se especula que algunas muertes al inicio del tratamiento –hecho sólo notado al partir de los estudios randomizadosresultaba muy poco probable que se lo asociase a una terapia que a “priori” era cardioprotectora. c) Las mujeres con adherencia al tratamiento eran “especiales”: muy bien informadas, una elite con alto poder cultural, social y adquisitivo, más responsables y muy compenetradas en proteger su salud con controles periódicos de su TA y su colesterol, amantes del ejercicio y de dietas saludables que añadían un plus a su terapia hormonal (“sesgo de membresía”). d) Las pacientes tenían un IMC normal, menos de 25, y por ende bajo tenor estrogénico-endógeno, lo que automáticamente implica ser óptimas candidatas. Por ejemplo la medias del IMC en el estudio de las enfermeras fue de 24.3 mientras que las del WHI de 28.5 (sobrepeso). e) La mayoría recibía solamente estrógenos y si se asociaba progesterona, se lo hacía en forma no continua, mientras que en los triales HERS y WHI todas las pacientes tuvieron un régimen de E+P, salvo las histerectomizadas. SERRA CMJ Y COLS, 2005 53 f) Las pacientes de los estudios observacionales al ser reclutadas ya estaban bajo esta terapia. En el estudio de las enfermeras eran relativamente jóvenes (30 a 55 años) versus los 67 años del HERS e iniciaron su terapia no más allá del 2º año de dejar de menstruar. En el estudio WHI sòlo 1/3 del total de las pacientes tenían entre 50 a 59 años, pero la mayoría tardaron al menos 6 años para iniciar la TRH desde la menopausia. Es de destacar que en este grupo etario hubo menos menos eventos coronarios que entre los placebos (Figura III-7) Figura III-7. Experimentos sobre monas macacos demostraron una reducción en el 50% del tamaño de sus placas ateroesclerosas si se iniciaba el tratamiento hormonal inmediatamente después de la extirpación quirúrgica de sus ovarios, cualquiera sea la dieta a la que estuviesen sometidas. Por el contrario, si se instalaba dos años más tarde -que representarían 6 años en la mujer- no se constató ninguna reducción de sus lesiones. Este es un aspecto básico a nuestro entender, tema que será ampliado en el Capítulo V. Hay un estrecho nexo entre la precocidad de iniciar la terapia y el grado de evolución de las lesiones a nivel de la pared arterial, íntimamente ligada a la edad. Se conoce gracias a la CCG que al menos 1/3 de las mujeres entre 30 y 40 años muestran ya irregularidades que denota lesiones subadyacentes, placas que luego de haber agotado su remodelamiento extrínseco, terminan por proyectarse hacia la luz arterial. Por otro lado, si empleamos hormonas se constata un aumento de la PCR, que es un marcador de inflamación y que precede a la destabilización de las lesiones. Las hormonas femeninas activan ciertas enzimas como la matriz metalloproteinasa, íntimamente relacionada a la licuación de la capa media de las arterias (aneurisma) y hecho biológico relacionado con la menstruación y el embarazo, donde el común denominador es la neoformación y autodestrucción de vasos y tejidos de la placenta. No debería llamar entonces la atención que si se administran hormonas a dosis elevadas, en edades inapropiadas y bajo formulaciones SERRA CMJ Y COLS, 2005 54 no naturales, puedan desestabilizar algunas de las múltiples placas fibroateromatosas en sus distintos estadios de evolución, que van poblando la íntima de la pared coronaria, en mujeres aún asintomáticas (WHI) o ya con antecedentes (HERS). Hay que recordar que ambos estudios muestran una mayor incidencia de infartos durante el primer semestre del tratamiento, pero ventajas a partir del 3º año en relación al grupo testigo. Es válido pensar un beneficio tardío en aquellas pacientes con o sin un sustrato previo propicio pero que resultaron finalmente más protegida que el grupo testigo, expuesto al correr de los años, que es el FR más importante en el sexo femenino. Entonces no nos puede sorprender que los pacientes del HERS hayan registrado 10 veces más eventos negativos que los del WHI. En forma pragmática diríamos que es muy factible que una mujer que necesite de esta terapia, como, por ejemplo, por sus manifestaciones neurovegetativas que le impiden una vida social decorosa, la administración de hormonas desde la misma peri-menopausia a mínimas dosis y vía transdérmica (menos trombogénica) no desarrolle complicaciones coronarias, a no ser que sean consideradas a priori de alto riesgo (Figura III-8) de acuerdo a NHANES III. Figura III-8. Otro dato fundamental es cuánto tiempo hace que está bajo la terapia hormonal. La tasa de reinfarto es elevada en mujeres que la usan desde hace menos de un año. Ferraro verificó que las mujeres diabéticas con pocos meses de terapia y que recibían dosis iguales o mayores a 0.625 mg. de estrógeno, tenían el máximo riesgo. Personalmente creo que esta observación debe tomarse con ciertas reservas ya que ignoramos cuál era el estado de las coronarias en las pacientes al iniciar la terapia. El hecho concreto es que si esta mujer tiene más de un año de recibir hormonas, no registró complicaciones y la dosis fue la mínima, las posibilidades de un reinfarto son tres veces menores. En el momento actual no hay ningún FR modificable que la medicina no sea capaz de corregir. Podríamos decir que la TRH no es necesaria salvo en la mejoría de la disfunción endotelial. Pero en el SERRA CMJ Y COLS, 2005 55 balance de beneficio vs. efectos indeseables, la balanza se inclina a favor de la segunda (Figura III-14). Vale la pena señalar sin embargo, de que los efectos negativos son menos impactantes cuando se los considera en forma individual (por ejemplo cuántos enfermos necesitamos tratar para que ocurra una complicación) que el RR de los grandes números de los trials. Sin duda que los estudios randomizados han representado un gran progreso gracias a esos seguimientos aleatorios, estrictos (en el HERS alcanzó más del 95% durante 5 años !!!) que no sólo brindó resultados insospechados sino también una gran riqueza informática útil para poder elaborar nuevas estrategias, dosis, vías, tipo y combinación de hormonas, selección de pacientes en base a la edad, IMC, uso de marcadores de inflamación como vigías, etc. Y para terminar: no nos asombremos de que sólo a nivel coronario los resultados fueron malos y en su etapa precoz. La pared coronaria no tiene nada de común con el hueso ni con la mama (el neo de mama es más frecuente del 5º año de tratamiento). El tromboembolismo mostró una meseta indeseable a lo largo de todo el estudio, porque las hormonas femeninas favorecen la coagulación, tal vez una expresión teleológica y relacionado con sangrados fisiológicos (léase menstruación y parto) ausentes en el varón. Ya nos advirtieron de ello los ACOs. Y con respecto a los ACV que también aumentan, aunque en forma más tardía, es muy probable que respondan también a un incremento de las trombosis, no tan propicias como en el territorio venoso. En síntesis, desde el punto de vista CV el uso de hormonas en la mujer es una medida aceptable si se administra a pequeñas dosis, en forma precoz y en un periodo breve en aquellas con tufaradas de calor, insomnio y otras manifestaciones neurovegetativas que limitan seriamente su calidad de vida. Respecto a las que ya la están usando y habiendo atravesado sin problemas el periodo crítico e incierto del primer año, no es necesario interrumpir el tratamiento, salvo que tenga un evento agudo. Recuerde sin embargo, que no se recomienda su empleo prolongado, por el peligro del Ca de mama. MI EXPERIENCIA DRA. P PRAMPARO A fin de los años ‘80, prestigiosas revistas médicas comenzaron a publicar artículos que identificaban diferencias en la presentación y evolución de la enfermedad coronaria en las mujeres con respecto a lo clásicamente conocido en los hombres. En el Consejo de Epidemiología y Prevención de la Sociedad Argentina de Cardiología, que los Dres. H. Schargrodsky, J. Rozlosnik y M. Ciruzzi, habían fundado por entonces, diseñamos el estudio FRICAS (Factores de Riesgo Coronario en América del Sur), considerando un posterior análisis del grupo de mujeres incluidas en la muestra para obtener los primeros números de las diferencias de gènero para la enfermedad coronaria en nuestro medio. Las mujeres representaron el 26% de la muestra y presentaban eventos coronarios alrededor de 8 años más tarde que los hombres. El riesgo para eventos coronarios, en relación con los principales factores de riesgo, era para las mujeres más alto comparado con los hombres: HTA 3,15 vs.2, 26; tabaco: 3,79 vs. 2,23; DM 2,37 vs. 1,56; CT >220 mg/ SERRA CMJ Y COLS, 2005 56 dL: 2,83 vs.1,40. Estos resultados mostraron que, como en otras partes del mundo, la presencia de algunos factores aumentaba significativamente el riesgo en el sexo femenino. Por esos años, los resultados de los ensayos clínicos observacionales con terapia hormonal de reemplazo (THR) en la postmenopausia mostraban a los estrógenos como muy promisorios para cambiar la historia de la enfermedad cardiovascular en las mujeres. Desde el Servicio de Cardiología del Hospital Nacional Prof. Alejandro Posadas, con el Dr. AE Balestrini nos planteamos crear un área de estudio de menopausia en cardiología, dado que consideramos que en esta etapa se producían cambios en las mujeres. Desarrollamos un sector abierto, multidisciplinario con un programa básicamente de prevención cardiovascular para mujeres no sólo en edad de menopausia sino al inicio del climaterio. Comprendimos que debíamos encarar esta actividad en conjunto con la sección de menopausia del Servicio de Ginecología, ya que ellos asistían a las pacientes que nosotros, como cardiólogos, queríamos evaluar. Así, desde los primeros meses de 1990, conjuntamente con la Dra. ME Urthiague, ginecóloga y una médica de referencia en el tema de menopausia, constituimos un grupo de estudio que brindó no solo una especial atención médica a las mujeres sino un cúmulo de información que se volcó en trabajos científicos presentados en los principales congresos de ambas especialidades en Argentina y en el exterior, además de obtener menciones y premios. Las mujeres que ingresaban en la base de datos del GEM (Grupo de Estudio de Menopausia), eran mujeres en etapa climatérica que concurrían al hospital solicitando asistencia por síntomas menopaúsicos, es decir, ingresaban por ginecología. De allí, y luego de ser determinada la etapa en la que se hallaban y descartadas las patologías agudas y el cáncer ginecológico, eran remitidas a consulta en el sector de cardiología-menopausia, ante la sorpresa de las mujeres que no comprendían porque ingresaban por ginecología y debían pasar luego a otra especialidad. En estas circunstancias, se les informaba de la necesidad de evaluar conjuntamente la presencia de factores de riesgo cardiovasculares e iniciar un control o su tratamiento. Para este fin, se les propuso una rutina de visitas de al menos cada 6 meses, tuvieran o no tratamiento específico. Cuando la paciente tenía indicación ginecológica para recibir THR, se hacia una evaluación cardiológica y además de informarla sobre el plan terapéutico acordado entre los miembros del equipo, se discutía con la interesada la necesidad, ventajas y desventajas de los tratamientos propuestos, ya fuera sólo THR o con tratamiento específico de factores de riesgo. Este seguimiento, si bien de características observacionales, en dos ramas con y sin THR, nos permitió por diez años evaluar no solo los resultados de la THR sino las distintas características de la instauración de la patología cardiovascular en la mujer. Anualmente se realizaba el análisis estadístico comparativo de los dos grupos. Ya los primeros resultados demostraron que no había un beneficio significativo en el grupo con THR, pero por el contrario, en ambos grupos la permanencia de la paciente en el GEM permitía un mejor control de los factores de riesgo y la detección temprana de la patología cardiovascular que aparecía. La relación estrecha médico-paciente, permitió una distinta actitud de las mujeres frente a los cambios de hábitos propuestos, a la educación en prevención, en la adhesión a los tratamientos y en la concientización de la enfermedad cardiovascular. En nuestra experiencia el cambio de actitud de las mujeres se producía luego de los 52-54 años de edad, siendo las hipertensas, las añosas y las que realizaban THR las que más se adaptaban a cumplir con los controles médicos. Las fumadoras y las menores de 50 años se resistían a cumplir con los cambios en su estilo de vida, por considerándolos innecesarios, ya que no percibían a la enfermedad cardiovascular como un posible peligro. Esto prueba SERRA CMJ Y COLS, 2005 57 cómo en un ambiente hospitalario, donde no siempre la prevención cardiovascular para las mujeres tiene un lugar, se pueden crear ámbitos apropiados con resultados óptimos para las pacientes y gratificantes para los profesionales que las asisten. No sólo las enfermedades cardiovascu-lares tienen variantes en la presentación en las mujeres, sino que los médicos de todas partes del mundo tardaron en reconocer sus características, con un significativo perjuicio para las pacientes. Con los Dres. Schargrodsky y Ciruzzi diseñamos el estudio PRESEA (Prevención Secundaria en Argentina) con el objetivo de evaluar si las diferencias en conductas de tratamiento que se publicaban internacionalmente se presentaban también en nuestro país. En dicho estudio, realizado en 54 centros médicos de Argentina, ingresaron 2.007 pacientes, de las cuales 480 eran mujeres. En un período de 6-12 meses ulteriores a padecer un evento coronario o una revascularizacion, dichos centros reevaluaron a las mismas pacientes. En prevención secundaria, las mujeres presentaron más dislipidemia e hipertensión que los hombres, aunque no había diferencias en el uso de fármacos. Aprendimos a través de la tarea de investigación epidemiológica en el Consejo de Epidemiología SAC y en la labor asistencial en el Hospital Nacional Dr. Alejandro Posadas, que, tal como hoy se recomienda por consenso de las más importantes sociedades científicas, los médicos debemos evaluar con una mirada cautelosa y detallada las manifestaciones clínicas de las enfermedades cardiovasculares en la mujer. En un primer enfoque y en la labor asistencial diaria, la pesquisa del estado de los factores de riesgo presentes en las mujeres y la determinación del riesgo cardiovascular global es prioritario y debe comenzar temprano. Finalmente desde la Fundación InterAmericana del Corazón (InterAmerican Heart Foundation) me uní a este esfuerzo común de volcar lo aprendido a la comunidad. No solo los médicos debemos conocer mas de estas enfermedades, sino que también debemos difundir las consignas de prevención y educar a las mujeres en el reconocimiento de signos y síntomas de las enfermedades que causan en ellas la mayor mortalidad e invalidez. ANTICONCEPTIV OS ORALES Y ECV ANTICONCEPTIVOS DRA. A GONZÁLEZ - DR. C CAMPOS INTRODUCCIÓN Desde su ingreso en el mercado, los anticonceptivos orales revolucionaron la planificación familiar, generando además una creciente información en relación a sus beneficios, efectos adversos y riesgos. En muchos países es el método más difundido para regular la fertilidad. Se considera que entre 60 y 70 millones de mujeres lo utilizan en todo el mundo. En Gran Bretaña lo emplean el 25% de mujeres entre 18 y 44 años de edad y el 50% entre 20 y 29 años. En EE.UU., el 30% de las mujeres en edad reproductiva son actualmente usuarias de anticonceptivos orales y el 80% lo han usado en algún momento de su vida. En América latina lo emplean aproximadamente 8,3 millones de mujeres. CLASIFICACIÓN 1. Anticonceptivos orales de gestágeno sólo o “minipíldoras”. Contienen pequeñas dosis de gestágenos SERRA CMJ Y COLS, 2005 58 sintéticos, que alteran el moco cervical impidiendo el ascenso de los espermatozoides. Además modifican el endometrio al no permitir la implantación. Son de menor efectividad anticonceptiva que los combinados. 2. Anticonceptivos orales combinados. Contienen una mezcla de estrógeno y gestágeno, y según su distribución en las tabletas se clasifican en: a- Monofásicos: todas las tabletas tienen igual concentración de estrógenos y gestános. b- Secuenciales: las primeras 14 tabletas tienen sólo estrógenos y las últimas 7 contienen una combinación de estrógeno y gestágeno. c- Bifásicos: la primera mitad de las tabletas contienen estrógeno y bajas dosis de gestágeno, el cual es incrementado en las últimas 7 tabletas. d- Trifásicos o multifásicos: de amplio uso a nivel mundial en los últimos años. Todas las tabletas son combinadas con estrógeno a concentración constante y las primeras 7 tienen una baja concentración de gestágeno, que aumenta en las 7 siguientes y es aún mayor en las últimas 7 tabletas. A su vez, los anticonceptivos combinados, según la concentración de estrógenos (fundamentalmente de etinilestradiol), se subdividen en: 1- Macrodosis: cuando la concentración de etinilestradiol es mayor a 50 microgramos por tableta. 2- Microdosis: si la concentración es inferior a 50 microgramos por tableta. 3- Muy baja dosis: si la concentración es inferior a 30 microgramos por tableta. Según el tipo de progestágeno, se clasifican en: a. Primera generación: noretisterona, acetato de noretisterona, diacetato de etinodiol y linestrol. b. Segunda generación: norgestrel y levonorgestrel. c. Tercera generación: desogestrel y gestodeno. En la actualidad, se utilizan los ACOs orales monofásicos o trifásicos, de microdosis o muy baja dosis. Están disponibles en cajas de 21 ó 28 tabletas (estas últimas incluyen 7 tabletas de placebo). A CO s Y COMPR OMISO DEL SISTEMA CARDIO VASCULAR COs COMPROMISO CARDIOV Para entender los mecanismos por los cuales la píldora puede causar complicaciones cardiovasculares es necesario conocer: - La acción de los gestágenos sobre el metabolismo de los lípidos. - Los efectos de la combinación de estrógenos y gestágenos sobre el metabolismo de los carbohidratos. - La acción de los estrógenos sobre el sistema de la coagulación. - La acción de los anticonceptivos sobre la presión arterial. Las alteraciones en el metabolismo de los lípidos están relacionadas con las lipoproteínas plasmáticas. Los estrógenos disminuyen las LDL-C y aumentan las HDL-C. Los gestágenos tienen una acción que varía según su tipo, dosis y potencia androgénica y/o antiestrogénica. Aquéllos gestágenos con actividad androgénica, por ejemplo el levonorgestrel, disminuyen los niveles de HDL-C y LDL-C. Mientras que los que tienen actividad progestacional sin androgenicidad, como es el caso del Norgestimato, Gestodeno y Desogestrel provocan un aumento de las HDL-C. SERRA CMJ Y COLS, 2005 59 Los anticonceptivos antiguos que utilizaban macrodosis inducían resistencia a la insulina, provocando intolerancia a la glucosa. El componente gestágeno es el responsable de las alteraciones sobre el metabolismo de los carbohidratos. Sin embargo, los de tercera generación provocan cambios leves que carecen de significado clínico. Los anticonceptivos inducen alteraciones importantes en la concentración de los factores de coagulación, así como también en los inhibidores fisiológicos de este sistema. Parece que el contenido de estrógenos causan estos cambios en forma dosis dependiente, provocando un incremento de los factores VII y X y del fibrinógeno. También causan una reducción de la concentración de inhibidores, particularmente la proteína S. Los niveles de antitrombina III pueden disminuir. Se ha observado una reducción de la proteína C, en relación al uso de anticonceptivos de tercera generación. Junto a los efectos sobre la coagulación, mencionados anteriormente, los estrógenos inducen también en forma dosis dependiente la activación endógena de la fibrinolisis. Después de la administración de estrógenos se ha observado un incremento en los niveles plasmáticos de la actividad del activador del plasminógeno. El contenido de los progestágenos en los anticonceptivos puede modular (“frenar”) significativamente el incremento de la fibrinolisis inducida por los estrógenos, lo cual deriva en un disbalance entre efecto procoagulante y profibrinolítico inducido por estrógeno y resultando un estado pretrombótico potencial. Según su componente progestacional, los anticonceptivos orales inducen un estado metabólico semejante al síndrome de resistencia a la insulina. Este hiperinsulinismo provoca un aumento en la reabsorción de sodio y agua, con incremento de la actividad de la bomba Na-K-ATP en los túbulos renales distales y del tono simpático, producido por el aumento de noradrenalina. El contenido estrogénico estimula a las células yuxtaglomerulares que segregan renina, que induce la formación de angiotensina II y, ésta a su vez, estimula la secreción de aldosterona, produciendo el incremento de la presión arterial. La píldora anticonceptiva ha sido asociada con riesgo de infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular y tromboembolismo venoso. Este riesgo es mayor en usuarias que fuman. En octubre de 1995, el Comité de Seguridad de Fármacos del Reino Unido, basándose en tres estudios epidemiológicos, determinó que el riesgo de enfermedad tromboembólica era cuatro veces más alto en mujeres que consumían anticonceptivos. Un estudio neocelandés sobre tromboembolismo pulmonar letal en mujeres en edad fértil calculó un riesgo relativo de 9.6 para las usuarias de anticonceptivos orales combinados. Se debe ser riguroso en la evaluación de los posibles factores de riesgo de enfermedad tromboembólica que tenga la paciente antes de prescribir uno de estos fármacos. La determinación in vitro del factor V de Leyden ha sido utilizado para identificar a las genéticamente predispuestas a este tipo de fenómenos. El uso de anticonceptivos también está asociado a un aumento del riesgo de presentar infarto agudo de miocardio y accidentes cerebrovasculares isquémicos o hemorrágicos, sobre todo en mujeres con factores de riesgo conocidos o hipertensas. El infarto de miocardio es raro en mujeres menores de 35 años, no fumadores y que consumen anticonceptivos, pero es excesivo cuando se asocia el hábito SERRA CMJ Y COLS, 2005 60 tabáquico. Las mujeres consumidores de 10 ó más cigarrillos diarios, con o sin otros factores de riesgo aumentan los riesgos de sufrir este evento. CONCLUSIÓN La contracepción oral es el método más efectivo para el control de la natalidad, pero es preciso tratar de evitar al máximo los posibles efectos colaterales, utilizando drogas estudiadas y en las dosis adecuadas para minimizar los efectos adversos severos ya mencionados. Se debe prestar especial atención a las mujeres mayores de 35 años, que son menos del 20% de las usuarias, ya que en este grupo el embarazo puede conllevar mayores riesgos tanto para la salud de la madre como la del bebé, por lo cual el control de la fertilidad es más recomendado. Además, en este grupo existe mayor incidencia de obesidad, diabetes mellitus, dislipemia, hipertensión arterial e incluso hábito de fumar, características sumamente importantes a tener en cuenta en el momento de seleccionar el método contraceptivo. Por lo tanto, a la hora de elegir la metodología, es necesaria una amplia evaluación de los eventuales factores de riesgo de las pacientes y discutir los beneficios y riesgos a los que se somete la misma. PAT OL OGÍA O VÁRICA Y SINDR OMES CV OLOGÍA OVÁRICA SINDROMES SINDR OME DE O VARIO POLIQ UISTICO (SOP) SINDROME OV POLIQUISTICO DRA. A KORNSTEIN DE FARRÉ Una de las alteraciones endócrinas de mayor frecuencia en la mujer es el Síndrome del Ovario Poliquístico. Stein y Leventhal en 1935 describieron un síndrome constituido por alteraciones menstruales (amenorrea), hirsutismo, obesidad, esterilidad y alteración ovárica. Investigaciones posteriores permitieron observar, que este síndrome se presentaba sin agrandamiento ovárico en una cantidad apreciable de casos, mientras que en otras, no se encontraba clínica acompañante. Como consecuencias de ello, en el año 1990, en una reunión de consenso del Instituto Nacional de Salud de EE.UU., se definió al SOP como “la presencia de hiperandrogenismo asociado a anovulación crónica, sin otra causa de enfermedad adrenal o hipofisiaria”. Se estima que un 6 al 10% de las mujeres lo presentan, aunque muchas de ellas ignoran que lo padecen. A pesar de haber sido identificado hace 75 años, su etiología aún no es perfectamente conocida. En los últimos trabajos referidos a esta temática, se observa que el SOP se presenta, no sólo en la mujer durante su etapa reproductiva, sino también en el período prepuberal. En la actualidad, se lo relaciona con la resistencia a la insulina y a la diabetes tipo 2, que suele presentarse en forma precoz, incrementando el riesgo de ECV. CUADRO CLÍNICO Varía de acuerdo a la edad de la paciente. La disfunción ovárica puede incluir amenorrea, oligoamenorrea y metrorragia disfuncional por hiperplasia endometrial. Asimismo, en la edad reproductiva, puede ser causa de esterilidad. SERRA CMJ Y COLS, 2005 61 Clásicamente, el ovario poliquístico se halla agrandado por numerosos quistes. Las pacientes presentan manifestaciones de hiperandrogenismo como acné, hirsutismo, alopecia y obesidad de tipo androide. En obesas, puede observarse acantosis nigricans en los pliegues. Además, las pacientes afectadas, tienen un riesgo elevado de cáncer endometrial debido a la estimulación estrogénica no compensada. En la mayoría de los casos, se identifican niveles elevados de insulina (Insulino resistencia) o DM, con elevada prevalencia de hipertensión y dislipemia. DIAGNÓSTICO Para efectuar el diagnóstico, se consideran parámetros clínicos, bioquímicos y eventualmente ecográficos. Laboratorio: aumento de la testosterona total y libre, prolactina, estrona, androstenediona, DEA. La FSH es baja o normal y la relación LH/FSH >2. El aumento de prolactina no está bien dilucidado. Podría estar explicada por la secreción crónica de estrógenos. La estrona podría incrementarse al aumentar los andrógenos y su conversión periférica. Ecografía: los ovarios son normales o aumentados de tamaño con numerosas imágenes quísticas de 2 a 4 mm, asociado a un incremento del estroma, pero hay un porcentaje de pacientes con este síndrome en los cuales no encontramos estas alteraciones. TRA TAMIENT O TRAT AMIENTO La terapéutica depende de las manifestaciones clínicas y sus deseos gestacionales. En pacientes obesas, el tratamiento de primera línea lo constituye la dieta y el ejercicio físico, ya que al disminuir de peso, se mejora la resistencia a la insulina y se minimizan las otras anomalías metabólicas asociadas, así es como se corrige el perfil hormonal, y por ende la fertilidad. En el caso de hiperinsulinemia contamos con las biguanidas, principalmente metformina, útil para reducir la insulina y andrógenos circulantes, disminuir el índice de masa corporal y reanudar el ciclo ovárico. Si el principal problema lo constituyen las alteraciones cutáneas, podemos emplear antiandrógenos como acetato de ciproterona, que posee propiedades antiandrogénicas, progestacionales y antigonadotróficas. En caso de manifestaciones cutáneas muy severas, podemos utilizar flutamida, así como espironolactona (diurético), con acción antiandrogénica. En pacientes con irregularidades menstruales, utilizamos anticonceptivos orales con progestágenos de baja actividad androgénica, que producen una descamación regular del endometrio. Esta medicación es útil para la prevención del carcinoma endometrial y del cáncer ovárico, por su acción de inhibidora del eje ovárico. Para las pacientes que no logran quedar embarazadas podemos utilizar inductores de la ovulación, tal como el citrato de clomifeno. También se puede emplear gonadotrofinas (HMG) y en otros casos FSH pura o recombinante. SERRA CMJ Y COLS, 2005 62 Si las manifestaciones androgénicas son leves y se trata de regularizar sólo los ciclos menstruales, podemos usar gestágenos durante 10 días al mes, en particular progesterona natural. Es importante realizar un diagnóstico oportuno del SOP, tanto, para la prevención cardiovascular y metabólica, como para mejorar la función reproductiva. COMENT ARIOS COMENTARIOS En la etiopatogenia del SOP se reconocen factores genéticos y factores ambientales. Existe una compleja relación entre hiperandrogenismo, obesidad y resistencia a la insulina. La obesidad acentúa el síndrome de resistencia a la insulina, y además, tiene influencia en la regulación de la función reproductiva. En el SOP la mayor parte de las pacientes presentan anovulación durante su etapa reproductiva, lo que conduce a infertilidad y alteraciones en el ritmo menstrual asociados a hiperan-drogenismo. En este caso se observan manifestaciones cutáneas tales como acné, seborrea, alopecia e hipersutismo. En adolescentes, dichas manifestaciones influyen en su imagen corporal y es motivo de stress y de alteraciones en la personalidad. Las pacientes con SOP tienen obesidad de tipo androide, lo que sumado a factores genéticos, resistencia a la insulina, y una dieta rica en grasas nos lleva al desarrollo precoz de enfermedad cardiovascular (hipertensión, dislipemia), y a la intolerancia a la glucosa y la diabetes tipo 2. Resulta entonces importante, el diagnóstico oportuno de SOP en pacientes postmeno-páusicas en las cuales la enfermedad cardiovascular es una causa de muerte de alta prevalencia. Las pacientes con este síndrome tienen un riesgo aumentado de desarrollo de carcinoma endometrial, debido a la anovulación crónica, con estrógenos continuos, ausencia de progesterona y mayor conversión de precursores androgénicos en los tejidos periféricos. El SOP aumenta 2 a 3 veces el riesgo de Ca de ovario, en especial en pacientes que no han utilizado anticonceptivos orales, ya que éstos tendrían un efecto protector frente al desarrollo de cáncer de ovario y endometrio. Con respecto al cáncer de mama, no está claro si el SOP incluye, pero debemos considerar la obesidad y nuliparidad en el desarrollo de cáncer de mama, entidades que se presentan en este síndrome. Investigaciones futuras permitirán seguramente explicar aspectos que aún permanecen oscuros en cuanto a etiopatogenia, factores y marcadores genéticos, lo que nos ayudará a realizar medidas preventivas y tratamientos oportunos. SINDR OME DE TURNER Y CARDIOP ATIAS SINDROME CARDIOPA DRA. L BALESTRINI - DR. M TIBALDI DEFINICIÓN El Síndrome de Turner fue descrito inicialmente por este médico en el año 1938 y se presenta con una prevalencia de 1 cada 2.500 mujeres. Se estima que sólo el 5% de los embarazos llega a término. Esta disgenesia ovárica, que a menudo requiere tratamiento de estrógeno en la pubertad, fuera de su típico aspecto físico y ocasionalmente cierto grado de retardo mental, se asocia a dos patologías típicamente masculinas, como son las hernias inguinales y la coartación de aorta. SERRA CMJ Y COLS, 2005 63 En el 50% de las pacientes con Síndrome de Turner, la etiología es una monosomía familiar del cromosoma X (X0). El resto tienen una variedad de anomalías del cromosoma X como: isocromia, anillo, delección, duplicación y mosaicismo. El fenotipo varía con la edad de la presentación; abortos espontáneos con hydrops y/o higroma cístico grande; en el periodo neonatal: edemas, típica fascie y cuello ancho (orejas grandes de implantación baja, hipertelorismo, pliegues epicantos, fisura palpebral hacia abajo) (Figura III-9). Figura III-9. En las niñas, baja estatura y relativa apariencia normal (Figura III-18). En la adolescente: amenorrea primaria, baja estatura y ausencia de caracteres sexuales femeninos secundarios. En el adulto: infertilidad y baja estatura. Los defectos estructurales cardíacos congénitos se encuentran en el 75% de los fetos y el 35% de pacientes mayores. Predominan lesiones obstructivas del lado izquierdo del corazón y la severidad varía desde la válvula aórtica bicúspide aislada (35%), con o sin estenosis valvular aórtica, hasta la coartación de aorta (75%). Esta es la única situación en que la coartación de aorta es prevalente en la mujer. Son menos frecuentes el síndrome de hipoplasia de corazón izquierdo, estenosis mitral y retorno venoso pulmonar anómalo parcial. Además de las anomalías descriptas, se constata dilatación de la raíz aórtica e hipertensión arterial esencial. La coartación de aorta consiste típicamente en estenosis de la aorta torácica proximal, opuesta a la inserción del ductus arterioso. Otras veces son hipoplasias de la aorta transversa y del istmo proximal. La fisiopatología de la coartación de aorta depende no sólo de la severidad de la estenosis sino también de la presencia de lesiones asociadas, como ductus arterioso permeable, comunicación SERRA CMJ Y COLS, 2005 64 interventricular y/o estenosis aórtica o mitral. La mayoría de las mujeres con síndrome de Turner tienen disgenesia gonadal, siendo difícil la posibilidad de reproducción; la excepción se da en aquellos casos con patrón mosaico del cromosoma X. La posibilidad de transmitir la anomalía cromosómica a su descendencia no es bien conocida. PAT OL OGÍAS RELA CION AD AS CON LA TRH OLOGÍAS RELACION CIONAD ADAS OSTEOPOROSIS DRA. ME MÁRQUEZ La osteoporosis puede definirse desde el punto de vista fisiopatológico como “la enfermedad sistémica del esqueleto, que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y deterioro de la microarquitectura del tejido óseo”. Ello implica un aumento de la fragilidad ósea y la susceptibilidad de sufrir aplastamientos vertebrales o fracturas por traumatismos menores o desapercibidos. Para abordar un diagnóstico y tratamiento adecuado debemos recordar que el tejido óseo, esta integrado fundamentalmente por células óseas: osteoblasto, osteocito, osteoclasto, matriz orgánica: 95%, colágeno 5%, diversas proteínas y calcio en forma de cristales de hidroxiapatita. En el ser humano adulto, el hueso está sometido a un proceso normal de remodelación en una estructura anatómica única (U.M.B.), con dos fases, una de reabsorción y otra de formación ósea. En el hueso trabecular se produce el 80% del recambio óseo, porque su metabolismo es más activo, mientras que en su porción cortical sólo el 20%. Cuando el proceso de reabsorción es mayor que el de formación, se genera una pérdida ósea denominada osteopenia. El riesgo de desarrollar osteoporosis, depende de la cantidad y resistencia máxima del hueso alcanzada a lo largo de su vida. Durante la infancia y la adolescencia predominan el crecimiento y la modelación. La masa ósea total aumenta aceleradamente hasta después de la pubertad, en la que el individuo alcanza su máxima estatura. Una vez cerrados los cartílagos de crecimiento, sólo sigue operando la modelación ósea, hasta alcanzar el pico de masa osea alrededor de los 30-35 años, y permanece estable durante años, por el efecto anabólico de las hormonas sexuales y la actividad física. Hay factores que influyen sobre este pico de masa ósea: hereditarios, nutricionales, hormonales, ambientales y actividad, los que permiten que se exprese al máximo el potencial genético. Luego de alcanzado el pico, la pérdida ósea se inicia en ambos sexos a razón del 1% por año y los factores que más contribuyen a ello son: la menopausia, la inactividad física, el déficit de calcio y vitamina D y ciertos medicamentos. El riesgo de sufrir una fractura vertebral que tiene una mujer es del 15% y en los hombres sólo el 5%. Como las vértebras están compuestas por hueso trabecular (metabólicamente más activo) las fracturas tienden a ocurrir casi dos décadas más temprano que en las de cadera, por ello se las toma como predictivas de futuras fracturas de la pelvis ósea, constituyéndose con frecuencia en la primera presentación clínica sintomática de la osteoporosis. Las fracturas de cadera son las complicaciones más severas, debido a su morbi-mortalidad. SERRA CMJ Y COLS, 2005 65 Poco comunes por debajo de los 40 años muestran un pico a los 80 años en las mujeres y 77 en los hombres. La osteoporosis puede ser primaria o secundaria y los pacientes pueden presentar o no síntomas. Cuando no lo presentan podemos encontrar pérdida de la talla, fracturas, deformaciones secundarias que ocasionan cifosis y dolor por aplastamiento vertebral y que persisten crónicamente. Es frecuente el desarrollo de artrosis secundaria. Las fracturas más comunes se localizan en: muñeca, vértebras, cadera, humero, costillas. La incidencia de las fracturas se incrementa con el avance de la edad, en estrecha relación a la mayor fragilidad ósea y a la propensión a las caídas. Las fracturas son menos frecuentes en los hombres por tener menos fragilidad ósea, debido a micro y macro diferencias arquitectónicas de la estructura ósea, no sólo por el hecho de que en los hombres tienen mayor densidad ósea, sino porque sus huesos son más grandes por una mayor velocidad y duración del crecimiento prepuberal. El hombre tiene un pico de masa ósea más elevada, con una ganancia neta acumulada próxima a los 300 gr. de calcio óseo. El varón pierde cerca del 10% de su masa ósea pico durante el envejecimiento, mientras que en las mujeres es cerca del 30%. La deficiencia de estrógenos es muy importante en la patogénesis de la fragilidad ósea en la mujer. El diagnóstico de osteoporosis se realiza luego de excluir otras osteopatías metabólicas tales como osteomalacia, causas endocrinológicas, por ejemplo gluco-corticoides endógenos (Cushing) o exógenos (dados como anti-inflama-torios), hiperparatiroidismos, hipertiroidismo, sin olvidar el mieloma múltiple. Las variables específicas de laboratorio y la densitometría ósea certificarán la presunción clínica. TRA TAMIENT O TRAT AMIENTO Aunque es importante aliviar el dolor y limitar el impacto de las deformidades en la osteoporosis establecida, el principal objetivo del tratamiento es la prevención. Esta se puede describir simplemente como la maximización de la masa ósea. Durante la infancia la mayoría de las personas que viven en países desarrollados consumen el requerimiento diario de calcio alimentario (1 a 2 gr. por día); durante la juventud, esto no se cumple y en la edad adulta hay una clara deficiencia de calcio alimentario por disminución de su absorción o por un aumento en el consumo de agentes que reducen la biodisponibilidad del calcio (laxantes, analgésicos, antiácidos) por lo que la primera medida sería asegurar el aporte de calcio diario, de al menos un gramo, para mantener el balance del mismo. En segundo lugar animar al paciente a realizar ejercicios en forma regular para estimular la formación osteoblástica del hueso, mejorar la marcha y el equilibrio, como mínimo entre 20 a 30 minutos diarios. Los pacientes habitualmente desarrollan y mantienen mejor el programa de ejercicio bajo la supervisión de un fisioterapeuta. Tercero: evitar el consumo excesivo de alcohol, evitar el tabaquismo, mantener un peso corporal adecuado, prevenir las caídas y evitar el uso excesivo de sedantes. A las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis se les debe informar sobre los beneficios y riesgos del tratamiento hormonal sustitutivo. Los estrógenos inducen una disminución en la resorción ósea en las mujeres posmenopáusicas de todas las edades, también disminuye la formación de huesos SERRA CMJ Y COLS, 2005 66 pero aumenta la masa osea. La contraindicación más importante para el uso de estrógenos es el cáncer de mama o antecedentes familiares de tromboembolismo y cáncer mamario. SERM Numerosos compuestos tiene efectos similares a los de los estrógenos en el hueso, pero actúan como antagonistas a nivel de la glándula mamaria. El tamoxifeno disminuye la pérdida ósea en mujeres con cáncer de mama. El raloxifeno no sólo previene la pérdida ósea sino que también reduce el riesgo de fracturas. Sus efectos en el recambio óseo y en la masa ósea son menores que los de los estrógenos. El raloxífeno no estimula la glándula mamaria ni el útero y puede disminuir el riesgo de cáncer de mama, también reduce el nivel de las lipoproteínas de baja densidad pero no aumenta la lipoproteínas de alta densidad. Se asocia con un aumento en el riesgo de tromboembolismo, puede producir sofocos y calambres nocturnos. BIFOFON AT OS BIFOFONA Son análogos químicos no hormonales del pirofosfato que se absorben en las superficies óseas e inhiben la resorsión ósea bloqueando la actividad de los osteoclastos. El principal efecto secundario es la irritación digestiva, flactulencias, esofagitis graves, úlceras y ocasionalmente hemorragias digestivas, por lo que éstos no deben tomarse en ayunas y el paciente debe permanecer de pie durante 20 a 40 minutos luego de la ingesta. Los bifofonatos de primera línea son alendronato y ricendronato. Ambos se administran por VO y se utilizan en la prevención y tratamiento de la osteoporosis primaria o secundaria en mujeres o varones. Etidronato es también bifofonato alternativo que debe utilizarse en forma cíclica durante dos semanas cada tres meses para garantizar una mineralización ósea normal. El Pamidronato aumenta DMO en las distintas formas de osteoporosis. Otros Antiresortivos Calcitonina. Inhibidor de la resorción ósea, aumenta la masa ósea particularmente en la asociación con un elevado recambio óseo. También tiene propiedades analgésicas y puede ser particularmente útil en pacientes con fracturas vertebrales dolorosas. Floruros. Aumenta la formación ósea y se ha utilizado en el tratamiento de las fracturas por aplastamiento vertebral. Su uso está controvertido. Esteroides anabolizantes. La testoterona y sus análagos pueden aumentar la masa ósea muscular tanto en hombres como en mujeres. Tiazidas. Disminuyen en la excreción urinaria de calcio y aumenta la masa ósea en los pacientes con hipercalciuria y puede reducir la pérdida de hueso cortical en mujeres postmenopáusicas. Paratohormona. Aumenta la masa ósea trabecular con aumento del hueso cortical del fémur y reduce la incidencia de fracturas. El tratamiento solo o combinado con antiresortivos podría ser la aproximación terapéutica más eficaz en los pacientes que contínuan con pérdida ósea o fracturas a pesar de los tratamientos anteriormente mencionados. SERRA CMJ Y COLS, 2005 67 Vitamina D-Calcio. Se asocian a todas las alternativas de tratamiento (vitamina D 700 a 800 u día), calcio (500 a 1000 mg día). DURA CIÓN DEL TRA TAMIENT O DURACIÓN TRAT AMIENTO La duración óptima del tratamiento de la osteoporosis aún está sin definir. El ejercicio, el aporte adecuado de calcio, vitamina D, evitar el tabaco y el consumo de alcohol deben mantenerse durante toda la vida. Se recomienda extender cualquiera de los tratamientos elegidos durante 7 a 10 años para conseguir una eficacia óptima. Se aconseja realizar Densidad Mineral Ósea de control cada 2 años, marcadores óseos, metabolismo fosfocálcico y función renal cada 6 meses. CANCER DE MAMA DRA. G SABBAGA El cáncer de mama, es el más frecuente en la mujer, aunque sólo 1 de cada 4 distorsiones de trama mamaria o microcalcificaciones pueden ser malignas. En el último informe del INDEC en el 2000 hubo 5.218 defunciones por cáncer de mama. Sólo 0.9% se dió en el hombre, con más incidencia entre los 45 y 75 años. Es responsabilidad del médico, saber cuando tranquilizar a una mujer asustada por síntomas en las mamas y cuándo realizar los estudios que permitan el diagnóstico histológico y establecer el tratamiento. No se conoce la causa de esta enfermedad, pero sí sus antecedentes de riesgo. La localización más frecuente es en la mama izquierda, en el cuadrante superior externo. Es más asiduo entre mujeres multíparas y en primíparas añosas. A veces lo descubre la propia enferma y en otros casos el diagnóstico precoz ocurre gracias al hábito, cada vez más frecuente, de realizar exámenes ginecológicos periódicos. Teniendo en cuenta que las mamas constituyen uno de los fundamentales atributos femeninos, esta patología genera profundos traumas emocionales. a) Diagnóstico: 1. Antecedentes: determinar cuando descubrió el tumor, si es doloroso, si hay secreción por el pezón. 2. Edad: La frecuencia aumenta con la edad. Más del 70% ocurre en mujeres >50 años y menos del 1% <30 años. 3. Antecedente previo de cáncer de mama por cuanto la frecuencia de un segundo cáncer mamario es del 3% en ausencia de historia familiar y 16% en mujeres premenopáusicas. 4. Grado de actividad ovárica: una vida menstrual anormalmente prolongada por menarca precoz y menopausia tardía, incrementan el riesgo. Por el contrario, la menopausia temprana confiere protección. 5. Antecedentes familiares en primer grado de cáncer de mama: implican mayor riesgo. SERRA CMJ Y COLS, 2005 68 b) Examen físico: Debe investigarse tamaño y consistencia de la mama, adherencia a la piel, hipersensibilidad, fijación a los planos profundos, nódulo sólido o quístico, erosión, presencia o ausencia de linfoadenopatías axilar y/o supraclavicular (Figura III-25). Se recomiendan exámenes ginecológicos periódicos, autoexamen. c) Biopsia: Se hará por punción o exéresis, con aspiración de líquido. d) Mamografía: Preferentemente la de alta resolución, que permite detectar precozmente alteraciones de la arquitectura tisular con imágenes espiculares y/o microcalcificaciones agrupadas. e) Ecografía: Permiten detectar imágenes sólidas, líquidas o mixtas, modificaciones de la estructura, pérdida de los planos y alteraciones de la ecogenicidad. Es un buen complemento ante la presencia de prótesis mamarias. f) Exámenes de rutina: En mujeres asintomáticas: desde que el diagnóstico temprano del cáncer de mama mejora la supervivencia, y puede permitir un procedimiento quirúrgico más conservador, se recomiendan las siguientes rutinas: 1. Mujeres de 20 años o más, realizar autoexámenes periódicos (Figura III-10). Figura IIl-10. 2. Mujeres de 20 a 40 años, deben praticarse a un examen físico como mínimo cada 3 años, y las mayores de 40 años, una vez por año o menos, en presencia de antecedentes familiares de cáncer u otros factores de riesgo. 3. Mujeres de 35 a 40 años deben practicarse una mamografía basal. SERRA CMJ Y COLS, 2005 69 4. Las mujeres >50 años requieren una mamografía anual. 5. Las mujeres con factores de riesgo deben realizarse mamografías cada 2 años desde los 40 a los 50 años. 6. La mamografía también debe realizarse para el seguimiento de ciertas lesiones benignas. g) Tratamiento: La determinación del tratamiento adecuado requiere conocer la clasificación clínica de tumornódulo-metástasis (TNM) de la lesión, para su estadificación. El médico debe investigar la presencia o ausencia de lesiones sincrónicas y metástasis en huesos, hígado, pulmones, piel, ganglios regionales y cerebro. Esta evaluación diagnóstica obliga a la determinación del calcio sérico, centellograma óseo total, Rx de tórax, ecografía, pruebas de función hepática. La terapéutica incluye procedimientos quirúrgicos, radioterapia, quimioterapia, hormono-terapia. En lo posible, la cirugía debe ser conservadora: tumorectomía, cuadrantectomía con o sin linfadenectomía, mastectomía simple, subradical o radical. Radioterapia mediante cobalto pre o postoperatorio, acelerador lineal. Quimioterapia en general asociando drogas. Hormonoterapia previo conocimiento de los receptores estrogénicos y progesterínicos, por su capacidad de acelerar el ciclo vital de las células cancerosas. El uso de antiestrógenos, como el tamoxífeno, ha adquirido gran importancia. El progestágeno más empleado es la medroxiprogesterona. Realizando tratamientos asociados se logran mejores resultados. EMB ARAZO Y CARDIOP ATIA EMBARAZO CARDIOPA DR. C BALESTRINI - DR. CMJ SERRA CAMBIOS FISIOLÓGICOS Se verifica un aumento del volumen sanguíneo (30-50%) a expensas del gasto cardíaco. Este incremento se relaciona estrechamente con el trimestre del embarazo (Figura III-11) comenzando desde el primero, alcanzan su pico entre las 20 y 24 semanas (5º/ 6º mes) y a partir de entonces conserva el perfil de meseta o incluso se reduce ligeramente. La frecuencia cardíaca (FC) aumenta como promedio entre 10 a 20 latidos por minuto. Se eleva el stroke volumen por el gasto sistólico y la caída de las resistencias sistémicas. Figura IlI-11. SERRA CMJ Y COLS, 2005 70 Esta última respuesta acontece alrededor de la 8º semana y se manifiesta por un descenso tanto de la tensión sistólica como de la diastólica, aunque más acentuada en la última. Ello es característico durante el segundo trimestre observando un ligero incremento en la parte final del embarazo. Como consecuencia de lo descripto, la paciente puede acusar hipotensión arterial, que si bien mejora en decúbito el mismo tiene que ser lateral evitando la compresión que provoca el útero sobre el retorno venoso por la cava. Durante el trabajo de parto el gasto cardíaco aumenta y la TA lo hace con cada contracción uterina. Luego del mismo, al cesar la compresión sobre la VCI, aumenta notablemente el llenado ventricular y a las 6 semanas se restablecen las condiciones basales. Los estudios ecocardiográficos seriados documentan pequeños aumentos del volumen diastólico tanto del VI como del VD, ligera disminución del volumen de fin de diástole del VI y aumento de la AI. La velocidad de la sangre a través de las válvulas se incrementa, lo que es documentado por los estudios de eco-doppler. En la Figura III-12 se han reunido los cambios circulatorios normales durante el embarazo. Figura IlI-12. ACTIVID AD FÍSICA ACTIVIDAD Muchas mujeres manifiestan sus deseos de continuar su actividad física que habían adoptado como norma higiénico-dietética antes de embarazarse. Es aconsejable fomentar su continuidad o inicio de los mismos, pues no sólo mejoran las condiciones para el parto, sino que aumentan la sensación de bienestar y reducen la fatiga, náuseas y riesgo de diabetes gestacional. Deben practicarse no menos de tres veces a la semana, advirtiéndosele sobre los peligros de efectuarlos en posición supina a partir del segundo trimestre (compresión de la VCI) y que no sean extenuantes, además deben evitarse esfuerzos que pongan en peligro la salud de la madre o del hijo tal como: buceo, deportes de contacto, esquí acuático SERRA CMJ Y COLS, 2005 71 y ejercicios con pesas, evitando los peligros de las injurias músculo-esqueléticas facilitada por los cambios hormonales sobre el tejido conjuntivo. De ningún modo los ejercicios deberían producir o inducir deshidratación y/o hipertermia. PA CIENTE EMB ARAZAD A CON CARDIOP ATÍA PREVIA PACIENTE EMBARAZAD ARAZADA CARDIOPA El embarazo en una paciente portadora de una cardiopatía altera sus manifestaciones clínicas, las opciones terapéuticas y la farmacokinesis de las drogas que se podrían usar. Además, el problema se duplica, pues ya no sólo tratamos a la madre sino también debemos incluir en nuestras consideraciones al hijo en gestación. Hay que realizar un trabajo en equipo, con excelente comunicación y coordinación que incluya la madre, el entorno familiar, cardiólogos, obstetras, anestesistas y enfermeras especializadas. En el Figura III-13 se ha reunido las condiciones clínicas de una cardiópata embarazada que pueden predecir su evolución durante la gestación. Figura IlI-13. ENFERMED AD VAL VULAR PREVIA ENFERMEDAD ALVULAR La prevalencia es baja (<1%), pero su presencia aumenta todos los riesgos, como se ilustrara previamente. En una reciente publicación que incluyó a 599 embarazos con un 40% de población portadora de una valvulopatía, el 13% mostró complicaciones si la FE era inferior al 40% y/o las áreas valvulares de aorta y mitral inferiores a 1.5 cm2 y 2 cm2 respectivamente, o bien si tenían antecedentes de algún evento CV previo o la clase funcional era igual o superior a II. Mientras que el riesgo fue sólo del 4% en ausencia de alguno de esos marcadores, trepó a un 27% si se había constatado al menos uno, y llegó al 62% si sumaron 2 ó más. Este último grupo incluyò tres mujeres fallecidas. Capacidades funcionales más disminuidas o grados de obstrucción marcados, pusieron tamSERRA CMJ Y COLS, 2005 72 bién en peligro la vida del hijo. Otros factores de riesgo para esta situación fueron los anticoagulantes, el cigarrillo, la multiparidad y la edad de la madre superior a los 35 años o inferior a los 20 años. La presencia de hipertensión pulmonar con valores superior al 75% de los sistémicos, incrementa notablemente el riesgo (33 a 40%). La evaluación de estos pacientes puede hacerse satisfactoriamente mediante el eco-doppler, que nos permitirá seguir la evolución anatómica y hemodinámica. ESTENOSIS MITRAL Es la patología valvular más frecuente y muy peligrosa si el área es menor a 1.5 cm2 y evoluciona con HTP y/o arritmias. La mortalidad fetal es de un 30%, estando la madre en clase funcional III/IV. Se debe manejar con dieta hiposódica, diuréticos, reposo, utilizarse BB para prolongar la diástole (bradicardia) y cardioversión inmediata si hace una FA paroxística. Otros fármacos útiles son la digoxina, quinidina y procainamida. En presencia de FA debe instaurarse la anticoagulación. En los casos en que la estenosis es muy severa y no manejable clínicamente hoy contamos con el recurso de la valvuloplastia, la que se hará con el complemento del eco intraesofágico y recién a partir de la segunda mitad del embarazo, por los peligros de la radiación. El parto será por vía natural, y suele ser de gran utilidad monitorizar hemodinámicamente a la paciente (Swan Ganz). INSUFICIENCIA MITRAL La causa etiológica más común es el PVM. Si bien las condiciones del embarazo permiten una buena tolerancia, en íntima relación con la complacencia disminuida de la aorta, algunos presentan mala función ventricular izquierda que puede oscurecer el pronóstico. En caso necesario se aconseja la reparación valvular, con una plástica quirúrgica, antes de un nuevo embarazo. ESTENOSIS AORTICA Al igual que la estenosis mitral, es una mala condición previa. Basta recordar que Presión es igual a Flujo por Resistencia (P = F x R) y estos casos de lesiones obstructivas severas se ven agravados al aumentar el gasto cardíaco. En presencia de un gradiente de 50 mm o más, o de síntomas, es aconsejable corregir la estenosis antes del embarazo. La valvuloplastìa es una medida paliativa y extrema. Para algunos, habría que interrumpir el embarazo durante el primer trimestre, en presencia de síntomas significativos. INSUFICIENCIA AORTICA La situación es bastante asimilable a lo comentado para la insuficiencia mitral, aunque puede ser particularmente más complicada si la regurgitación depende de un problema de la raíz aórtica, como sucede con los Marfan. En esta entidad, son posibles las complicaciones, como la disección, al verse favorecidas por los cambios hormonales. SERRA CMJ Y COLS, 2005 73 Otras etiologías serían en principio mejor toleradas: aorta bicúspide y regurgitación secundaria a endocarditis. Debe recordarse que no podemos emplear inhibidores de la angiotensina durante el embarazo, por su acción aterogénica, por lo que tendremos que valernos de la nifedipina o de la hydralazina, y de los diuréticos, en los casos en que la evolución clínica sea tormentosa. ANTICOAGULACION Ver Capítulo 10. CAMBIOS DE LA FISIOL OGIA CARDIO VASCULAR DURANTE EL FISIOLOGIA CARDIOV EMBARAZO Y SU EXPRESIÓN SEMIOLOGICA Dado que la mujer embarazada experimenta cambios fisiológicos profundos y estructurales, a menudo se generan malestares y alteraciones en el examen cardiovascular, que pueden provocar falsas alarmas. Revisaremos sucintamente cuales son las molestias más habituales en la mujer embarazada aún sin ser portadora de patología cardíaca. SÍNTOMAS En la Figura III-14 hemos reunido los principales síntomas y motivos de consultas. • Disnea y fatiga al esfuerzo: están ligadas al aumento de peso y a la anemia por dilución. • Presíncope: se observa en los estadios avanzados del embarazo y se debe a la compresión que ejerce el útero sobre la vena cava inferior (VCI), que disminuye el retorno venoso. Puede ser más notable en posición supina (compresión de la VCI por el útero gravídico), aconsejándose reposar en el decúbito lateral izquierdo. • Palpitaciones: generalmente, no se deben a arritmias sino al gasto sistólico aumentado y a la elevación del diafragma con disminución de la capacidad toráxica y contacto del diafragma con el corazón. • Edemas periféricos: por la compresión de la VCI, retención de agua y sodio y reducción de la presión oncótica por dilución. Deberían despertar sospecha de una cardiopatía subyacente: disnea paroxística nocturna, dolor precordial, hemoptisis, y/o palpitaciones asociadas con síncope y anasarca. Figura IlI-14. SERRA CMJ Y COLS, 2005 74 EXAMEN FÍSICO El examen físico es muy rico en hallazgos (Figura III-15). Figura IiI-15. La Ingurgitación yugular, puede ser notable pero conservando sus colapsos fisiológicos. Sin embargo, la presión venosa es normal. Pulsos Arteriales: llenos, amplios a pesar de la taquicardia relativa, de rápido ascenso y descenso, expresión del aumento del gasto sistólico y de las bajas resistencias periféricas. Choque de la punta: desplazado hacia afuera y a la izquierda por la posición horizontal del corazón. El ápex es amplio y la palma de nuestras manos pueden distinguir un latido anteroposterior y otro pulmonar, manifestaciones de la sobrecara de la cavidades derechas, que se incrementan con el correr de las semanas. La paciente muestra hiperventilación, por razones mecánicas, y por la progesterona que estimula los centros respiratorios. La auscultación es rica en datos: IR intenso y a menudo desdoblado, por cierre precoz del componente mitral; II Ruido ampliamente desdoblado por la sobrecarga de la cavidades derechas, que se normaliza al adoptar la paciente el decúbito horizontal y reducirse el retorno venoso por compresión de la VCI. No son frecuentes ni el III ni el IV R. cardíaco. Lo más llamativo suele ser un soplo sistólico expulsivo mesocárdico y pulmonar por aumento del gasto sistólico transvalvular pulmonar y cuya intensidad no supera 2-3/6. Todo soplo sistólico más importante con frémito u otras características (telesistólico o pansistólico), es patológico hasta que se demuestre lo contrario. El aporte del ecocardiograma al respecto es invalorable. Puede auscultarse un soplo diastólico tricuspídeo, expresión del aumento del flujo AV que se detecta en el borde izquierdo del esternón, por debajo del área pulmonar. Un hallazgo no infrecuente es el de un soplo continuo sobre la fosa subclavicular derecha o hum venoso, debido al aumento del retorno venoso y otro sobre las mamas (que puede ser también sistólico tardío) y que desaparece con la presión del estetoscopio o al adoptar la posición semisentada, en íntima relación con el aumento de la irrigación de las mismas. ENFERMED AD COR ON ARIA ENFERMEDAD CORON ONARIA Desde que la mitad de las mujeres tienen actualmente su embarazo entre los 30 y 44 años, existe SERRA CMJ Y COLS, 2005 75 la posibilidad que experimenten alguna complicación coronaria, aunque infrecuente pero factible. Por lo regular, se trata de angina de pecho y más raramente, angina inestable o infarto de miocardio. Hay un grupo de mayor riesgo que se ha reunido en la Figura III-16. Figura IlI-16. Un mecanismo etiopatogénico, que no debe olvidarse en estas circunstancias, es el de la disección coronaria, especialmente de la descendente anterior y es posible tanto durante el embarazo como en el puerperio y puede hacer su debut como muerte súbita (MS). El IAM en el curso del embarazo es raro (0.1%) y pone en peligro la vida de la madre y del feto. El pronóstico es más sombrío cuanto más avanzado sea el embarazo. Los médicos deben saber que cuando el parto ha sido por vía natural, se registra un aumento de la CK-MB que puede confundir. A la hora del diagnóstico resultarán más útiles las anormalidades ECG y de la motilidad parietal en el ecocardiograma. Los fibrinolíticos producen más daño que beneficio, de tal manera que el tratamiento de elección, de ser factible, será la ATC directa. Como fármacos pueden emplearse los BB y nitratos. CARDIOP ATIAS CONGENIT AS CARDIOPA CONGENITAS Las más factibles de sobrevivir hasta adultas y poder embarazarse son las CIA y las CIV. Como estas patologías con shunt de izquierda a derecha son muy dependientes de la complacencia aórtica, al disminuir las resistencias sistémicas -también lo hacen las pulmonares- no agravarán su condición clínica previa. La excepción es de aquellas ya tienen resistencia pulmonar elevada (Eisenmeger) y que al bajar en menor proporción que las sistémicas, pueden invertir el shunt y la paciente mostrar desaturación periférica. En la Tetralogía de Fallot, la cardiopatía cianótica más frecuente en la edad adulta (junto al más raro Ebstein), la sangre que expulsa el VD podrá “dirigirse” preferentemente hacia la aorta en lugar de hacerlo hacia la estrechez pulmonar y la paciente incrementará su cianosis, con todas sus consecuencias. La hipertensión pulmonar secundaria a los casos con shunt de izquierda a derecha como las CIA, CIV y los ductus es comentada en forma separada. SERRA CMJ Y COLS, 2005 76 HIPERTENSION PULMONAR Es una situación de alto riesgo. Una reciente revisión efectuada en Canadá de los casos registrados entre 1978-1996 sugiere que la mortalidad maternal alcanza el 36% en el Síndrome de Eisenmeger, 30% en la HTP primaria y 56% en la secundaria a tromboembolismo. La mayoría de los óbitos son al mes siguiente del parto. Para algunos el diagnóstico de HP contraindica el embarazo, es indicación de ligaduras de trompas o de interrupción prematura. En las que desean su continuidad, se indica reposo absoluto, anticoagulación oral y vasodilatadores. SINDR OME DE MARF AN SINDROME MARFAN Se trata de una enfermedad autosómica dominante del tejido conjuntivo y con frecuentes complicaciones CV por mutación de fibrillas, glicoproteínas y elastina. A nivel CV, afecta el sustento de las paredes aórticas y de las válvulas cardíacas. Dejado su historia natural tienen de un 30 a un 50% de mortalidad especialmente por complicaciones aórticas: ruptura de aneurismas de aorta proximal, insuficiencia aórtica ligada a ella y disección del gran vaso. También es común el prolapso de válvula mitral por degeneración mixomatosa de las valvas. Sabemos que la mujer embarazada puede cursar con disección aórtica por HTA y cambios estructurales del vaso por acción hormonal. Este riesgo se potencializa en los Marfan. De todos modos si la medición de la raíz aórtica por ecocardiografía muestra un diámetro que no supera a los 40 mm, el embarazo puede cursar sin problemas. Se consideran pacientes de alto riesgo aquellos con raíz dilatada, insuficiencia aórtica o historia de disección previa. El empleo de BB ha demostrado ser útil en pacientes con Síndrome de Marfan. Si la enferma desea quedar embarazada, tendremos que evaluar con ecocardiografía su raíz aórtica e informarle sobre la trasmisión genética de la enfermedad y debe iniciar o continuar con la medicación antes señalada. ARRITMIAS Las más frecuentes son las extrasístoles auriculares y ventriculares, las taquiarritmias supraventriculares de reentrada y ocasionalmente las ligadas al WPW. En las pacientes con función ventricular normal hay que recomendar medidas generales que impidan la exacerbación de las arritmias como por ejemplo limitar cafeína, alcohol, inhalantes simpáticos miméticos para el asma, etc. Las pacientes con QT largo pueden presentar arritmias luego del parto y los BB también han demostrado su eficacia. En casos de TPSV se aconseja maniobras vagales, digital, BB, adenosina o verapamilo intravenoso. Las TV suelen tener un substrato estructural y deberán se tratadas con lidocaína y prevenidas con BB, procainamida o quinidina. La lidocaína puede producir depresión del SNC en el feto. En casos de FV debe practicarse la cardioversión de la manera reglada conocida. A las pacientes en decúbito debe colocárseles una almohada por debajo del flanco derecho para desplazar al útero SERRA CMJ Y COLS, 2005 77 hacia el lado izquierdo del abdomen a fin de minimizar la compresión de la VCI y facilitar el retorno venoso de miembros inferiores. ECV ORIGIN AD AS DURANTE EL EMB ARAZO ORIGINAD ADAS EMBARAZO A medida que la mujer, muchas veces fertilización asistida mediante, es madre a una edad relativamente más avanzada las complicaciones son más frecuentes. Recomendamos ampliar la lectura con los temas: miocardiopatía peripartum, disección aórtica, HT Pulmonar e HT Arterial ligada al embarazo. DIAGNOSTICO DE ECV DURANTE EL EMBARAZO Aproximadamente el 2% de las embarazadas pueden tener un problema cardíaco previo; el reconocimiento y valoración del mismo se puede realizar gracias a: 1) Historia clínica y examen cardiovascular. 2) ECG basal, útil para arritmias, trastornos de la conducción, reconocimiento de crecimientos cavitarios y eventualmente problemas coronarios. 3) Rx: generalmente no empleada. Debe recordarse que el peligro para el feto es máximo en la primera mitad del embarazo, y que una placa radiográfica en estas circunstancias mostrará elevación del diafragma, corazón horizontal e hiperflujo en relación al aumento del GC, además de la impronta de su cardiopatía de base. 4) Holter: sumamente útil para valorar las palpitaciones. 5) Ecocardiograma: tal vez el arma más útil, no sólo para la madre sino también para el feto (diagnóstico de cardiopatía congénita a partir del 1º trimestre. La técnica intraesofágica brinda información sobre dimensiones y contractibilidad de los ventrículos, siendo muy útil para evaluar el estado de las válvulas cardíacas, masas intracavitarias (ejemplo mixoma), presión de la pulmonar y problemas aórticos (disección). 6) Resonancia magnética: sólo en casos especiales (CC y disecciones aórticas). 7) TC: no recomendable. 8) Ergometría: no necesaria por lo regular. 9) Estudio electrofisiológico: excepcional. 10) Cateterismo cardíaco: el aporte más interesante es la valvuloplastia mitral dirigida con ecocardiograma intraesofágico en los casos de estenosis mitral cerrada. 11) Monitoreo con Catéter SGanz: muy útil en pacientes complicadas. DROGAS El arsenal terapéutico se reduce en esta situación. Los medicamentos incluyen 5 categorías de acuerdo con la demostración en animales y la respuesta en humanos (Figura III-17). La industria farmacéutica carece de información al respecto y adoptan como norma desaconsejar cualquier tipo de droga durante el embarazo (efecto talidomida). Figura IlI-17. SERRA CMJ Y COLS, 2005 78 ENFOQ UE CLÍNICO DE LA EMB ARAZAD A DE AL TO ENFOQUE EMBARAZAD ARAZADA ALT RIESGO DR. H BOLATTII Recordaremos la definición de Mortalidad Materna (M.M) de acuerdo a la OMS: “el fallecimiento de una mujer durante su gestación ó en un plazo de 42 días a partir de la terminación del mismo, independientemente de la duración o el lugar del embarazo, debido a cualquier causa relacionada con el embarazo o su tratamiento; o agravada por ellos, con exclusión de las causas accidentales”. Las complicaciones del embarazo, parto y puerperio son las principales causas de incapacidad y muerte entre las mujeres de 15 a 49 años de edad en los países en desarrollo. Existen diversos métodos para medir la M.M., pero generalmente se utiliza la “Tasa de M.M.”. Esta medida expresa el riesgo de morir de una mujer, una vez que queda embarazada, y se calcula dividiendo el número total de M.M. en un año por el número total de nacidos vivos en el mismo período. A nivel mundial, las cifras de M.M. presentan notables diferencias regionales. Mientras los países desarrollados la han reducido a niveles casi inexistentes (EE.UU.= 6.6 M.M. por cada 100.000 nacidos vivos y Canadá a 4.0, América Latina se exhibe por tasas que van desde 332 en Bolivia a 26 en Costa Rica); y cabe destacar que algunos países que se han preocupado por el tema y llevan a cabo programas de planificación familiar y atención primaria de la salud, han conseguido reducir considerablemente los niveles de M.M.. Caso ejemplar, Chile, que teniendo 279 M.M. por cada 100.000 nacidos vivos en el año 1965, han llegado a 27 M.M. en 1994, mientras que Argentina casi duplica esa cifra, ya que en el año 2000 teníamos una tasa de 38. El embarazo dura aproximadamente 40 semanas y puede tener un curso normal o complicarse por alguna causa, lo que nos obliga en primera instancia a distinguir: 1) Embarazo de bajo riesgo o riesgo habitual y 2) embarazo de alto riesgo, o de riesgo aumentado. Dentro de los embarazos de bajo riesgo, el 90% se desarrolla sin inconvenientes, y deben controlarse periódicamente con estudios de rutina y algunos especializados, a razón de un control mensual hasta el 7º mes y cada 15 días del 7º al 9º y una vez por semana cumplido el término del mismo, donde se realizan controles básicos como T.A., peso, altura uterina, movimientos fetales, latidos cardiofetales, examen de mamas, papanicolau, serología básica en la primera consulta, rutina sanguínea por trimestre, vacunación antitetánica en dos dosis (después del 5º y del 7º mes), y un estudio ecográfico por trimestre, salvo indicaciones específicas de cada caso en particular. El embarazo puede complicarse en cualquier momento, y poner en riesgo la vida del feto, como así también la de la madre. Al embarazo de alto riesgo lo dividiremos sólo para su estudio y mejor comprensión en dos grandes grupos: a) los que tienen antecedentes patológicos, que agrupamos con en riesgo crónico, y b) los que sin tener antecedentes de importancia y con un desarrollo normal durante toda la gestación, en un momento determinado en especial próximo o durante el trabajo de parto, se le asocia a alguna complicación aguda, que transforma a ese embarazo de Bajo en Alto Riesgo, y que llamaremos de Riesgo Agudo (Figura III-18). SERRA CMJ Y COLS, 2005 79 Riesgo Obstétrico Alto: CRÓNICO 1. Antecedenetes maternos: - Enfermedades cardiovasculares, antecedenetes de hipertensión familiar, diabetes, alcoholismo, malformaciones hereditarias, patología psiquiátrica, drogas, tabaquismo. 2. Enfermedades maternas: - Hipertensiónc rponica, preeclampsia, enfermedad renal, diabetes, lues, enfermedad cardíaca severa, anemia, enfemedades endémicas. 3. Condiciones feto-maternas: - Prematurez, post-madurez, PEG (pequeño para la edad gestacional), RCIU (retardo del crecimiento intrauterino), desproporción feto-materna, mal presentación, mal posición, RPMO (rotura prematura de membranas ovulares). 4. Condición fetal: - Fetos múltiples, malformaciones fetales. AGUDO 1. Factor uterino: - Disminución de transporte de oxígeno por contraciones del útero, trabajo de parto prolongado, hipertonías, agotamiento materno. 2. Factor umbilical: - Compresión del cordón, prolapso, procúbito, nudos reales, estenosis. 3. Factor placentario: - Desprendimiento de placenta normoinserta, insuficiencia placentaria, anomalías de la inserción placentaria, hidramnios. 4. Factor médico: - Drogas, maniobras. Figura IlI-18. Luego de haberlos clasificado para detectar y diagnosticar en tiempo y forma a los embarazos de alto riesgo, debemos saber cuáles son los métodos complementarios con los que disponemos para el seguimiento y control de los mismos que se sintetizan en la Figura III-19. Con estos elementos podremos estimar el riesgo en cada caso en particular. SERRA CMJ Y COLS, 2005 80 Amniocentesis: 1. Indicaciones: - Determinación de edad gestacional. - Madurez fetal. - Vitalidad fetal. - Estudio intrauterino de enfermedad hemolítica. 2. Contraindicaciones: - Embarazo menor a 20 semanas (hoy relativo). - Oligoamnios severo. - RPM de más de 6 horas. - Amenaza de parto prematuro. - Rh (-) no sensibilizada. Diagnóstico por imágenes: 1. Ecografía: - Malformaciones. - Vitalidad fetal. - Madurez. - Tumores. - Control y seguimiento. 2. Score de Manning: - Movimientos respiratorios. - Movimientos fetales. - Tono fetal. - Volumen de líquido amniótico. - Prueba no estresante. - Prueba estresante. - Grado placentario. 3. Eco Doppler: - Arterias uterinas. - Arterias umbilicales. - Arteria cerebral media. - Índice de resistencia. - Relación sístole-diástole. Laboratorio Figura IlI-19. SERRA CMJ Y COLS, 2005 81 HT A Y EMB ARAZO HTA EMBARAZO DRA. S NICOLAI La hipertensión durante el embarazo es la complicación más frecuente de la gestación y la principal causa de morbimortalidad materno- fetal. La hipertensión complica el 5 al 10% de los embarazos. Esta incidencia es mayor en pacientes con factores predisponentes como: ser nulípara, gestación multifetal, hipertensión o diabetes preexistente, embarazos previos con preeclampsia-eclampsia, antecedentes familiares de pre-eclampsia, hydrops fetalis y mola hidatidiforme con rápido crecimiento etc. Las complicaciones maternas y fetales se enumeran en la Figura III-20. Figura IlI-20. La preeclampsia es la responsable de un sexto de todas las muertes maternas y duplica la mortalidad perinatal. Dos grandes estudios epidemiológicos demostraron que la mortalidad fetal aumenta cuando la presión diastólica en cualquier etapa de la gestación es de 84 mmhg y más aun sí se acompaña de proteinuria. DIAGNÓSTICO Se define hipertensión arterial durante el embarazo cuando las cifras dc presión arterial sistólica y diastólica son igual o mayor a 140/90 mm Hg en dos tomas consecutivas con un lapso de 6 horas. La presión arterial comienza a disminuir en la fase lútea y continua disminuyendo hasta el final de la concepción. La cifra diastólica a la mitad del embarazo es promedio 15 mm Hg inferior a la no embarazada posteriormente aumenta lentamente hasta alcanzar casi al final del embarazo cifras pregestación pudiendo incluso sobrepasarla transitoriamente en el puerperio. SERRA CMJ Y COLS, 2005 82 Estos cambios también ocurren en las mujeres con hipertensión arterial previa al embarazo, esto puede llevar a un diagnóstico erróneo cuando se detectan cifras elevadas al final del embarazo. La principal implicación de estos cambios es que a pesar que los lìmites de HTA sigue siendo 140/90 mm Hg se debe considerar como sospecha una cifra diastólica de 75 mm Hg en el segundo trimestre y 85 mm Hg en el tercero y una cifra sistólica de 120 mm Hg a mitad del embarazo y 130 mm Hg al final. CLASIFICACIÓN Varias clasificaciones han sido propuestas, pero la más práctica es la realizada por el American College of Obstetrician and Gynecology que las divide en cinco grupos. Antes de entrar plenamente en el desarrollo de hipertensión durante el embarazo revisaremos los cambios fisiológicos en el embarazo normal. Figura III-21 FISIOLOGÍA DEL EMBARAZO NORMAL El embarazo se acompaña de importantes cambios fisiológicos en la madre que permiten el buen desarrollo del producto de la concepción. El conocimiento de estos cambios nos permiten detectar precozmente las complicaciones hipertensivas. El volumen minuto cardíaco aumenta de 30 a 50% poco después de la gestación alcanzando su cifra máxima a las 16 semanas, cifras que mantiene hasta el término. Por la magnitud del aumento del gasto cardiaco la disminución de las cifras de presión arterial se debe a la disminución de la resistencia periférica total. También hay un incremento notable en la distensibilidad arterial y el flujo pulsátil que ayuda a la embarazada a adaptarse a un volumen intravascular mayor. El sistema renina-angiotensina-aldosterona se activa durante todo el embarazo pero la presión arterial se reduce mostrando una resistencia a la acción presora de la angiotensina. El aumento de la actividad del SRAA junto a la producción estrogénica fetoplacentaria se combinan para incrementar el volumen sanguíneo y cardiaco. SERRA CMJ Y COLS, 2005 83 La resultante hemodinámica es alto flujo, alto volumen y baja resistencia. Durante el embarazo hay un aumento de 6 a 9 litros del agua corporal total, de los que 4 a 7 son extracelulares. El volumen plasmático y los eritrocitos aumentan 50% y 20-30% respectivamente lo que produce la anemia fisiológica del embarazo. El volumen instersticial también aumenta siendo el edema una manifestación normal del embarazo. Finalmente el flujo plasmático renal y la tasa de filtración glomerular aumentan alrededor de 75 y 50% respectivamente. Esto lleva a una disminución de la concentración plasmática de las cifras de urea, creatinina y uricemia cuyos limites superiores a mitad del embarazo son 0.13 gr/l, 0.8 mg /dl y 3 mg/dl respectivamente. La excreción de proteínas urinarias también aumenta durante el embarazo con limite superior de 300 mg/24 hs o 30 mg/dl. En el embarazo normal hay una disminución de la resistencia vascular que lleva a la disminución de la presión arterial en la primera mitad del embarazo para aumentar gradualmente a niveles similares previos embarazo al comienzo del tercer trimestre. La respuesta vascular normal a la placentación consiste en transformar el lecho úteroplacentario en un sistema de alto flujo, baja resistencia y baja presión. Estos cambios son iniciados por la invasión endovascular de células trofoblásticas dentro de la pared de las arterias espiraladas que reemplaza las células endoteliales y digieren a lámina musculoesquelética subyacente, comienzan en la porción decidual de las arterias espiraladas en el primer trimestre y se extiende posteriormente a las arterias radiales del tercio interno del miometrio. Como resultado las arterias uterinas son convertidas en vasos de paredes delgadas y distendidas sin reactividad a sustancias presoras como Angiotensina II permitiendo un incremento notable del flujo sanguíneo úteroplacentario. HIPER TENSIÓN GEST A CION AL HIPERTENSIÓN GESTA CIONAL Es la hipertensión sin proteinuria que aparece después de la 20 semanas de gestación en etapas tardías o en el puerperio inmediato con normalización rápida de la presión arterial posparto, confirmándose así el diagnóstico de transitoria, puede repetirse en gestaciones subsiguientes pero estos embarazos son benignos. Hay pruebas de que algunas mujeres con hipertensión transitorias del embarazo serán hipertensas en etapas ulteriores de la vida por lo que se sugiere control anual de la PA. La hipertensión gestacional leve generalmente aparece después de la 37 semana de gestación y la evolución es igual o superior a embarazadas sanas, con neonatos con edad gestacional y peso al nacer superior. Sin embargo tienen más probabilidad de parto inducido o cesárea relacionadas principalmente con una indicación médica errónea o distocia. Por otro lado las embarazadas con hipertensión gestacional severa tienen un elevada morbilidad materna y perinatal similar a las producidas en la preeclampsia severa tales como desprendimiento de la placenta, parto pretérmino (entre 35 y 37 semanas) y niños pequeños. Estas mujeres deben ser manejadas como preeclampsia severa. SERRA CMJ Y COLS, 2005 84 PREECLAMPSIA - ECLAMPSIA La preeclampsia es la causa más frecuente de hipertensión durante el embarazo con un rango entre 5 -10%. Se define como la hipertensión arterial que comienza después de la 20 semana de gestación acompañada de proteinuria ( >300 mg en orina de 24hs o > 30 mg /dl en una muestra aislada) y edemas. Cuando se acompaña de convulsiones tónico clónicas hablamos de eclampsia. Muchos de los cambios fisiológicos de la preeclampsia reflejan un fallo en la capacidad compensatoria del embarazo normal. Debido a una disminución del volumen minuto y las presiones capilares pulmonares y un aumento de la resistencia periférica se produce hipertensión y hemoconcentración, siendo hemodinámicamente un cuadro opuesto a la embarazada normal con bajo volumen sanguíneo, alta resistencia e hipertensión arterial. El manejo renal del sodio puede alterarse y es la principal causa de retención de sal y edema súbito, esto es variable y algunas mujeres cursan sin edemas. Algún grado de proteinuria debe ser encontrado para el diagnóstico de preeclampsia, no obstante la proteinuria suele ser de aparición tardía e incluso aparecer después del parto. La proteinuría puede ser mínima, no selectiva y desaparecer en una semana, pero puede permanecer hasta un mes posparto. La preeclampsia es la principal causa de síndrome nefrótico en la embarazada. Hay alteraciones hematológicas como el aumento del factor del Von Willenbrand y factor VIII. El recuento plaquetario puede estar normal o disminuido y se ha reportado coagulación intravascular dismeminada en 5 a 7% de las pacientes. Puede haber disminución de los productos de degradación del fibrinógeno y la injuria vascular sería la responsable de una disminución de antitrombina III. Cuando la preeclampsia tiene un cuadro severo produce alteraciones hepáticas siendo la lesión más común la necrosis hemorrágica periportal y por sangrado de estas lesiones hematoma subcapsular. En la Eclampsia las principales lesiones en las pacientes son hiperemia, anemia focal, trombosis y hemorragia intracerebrales. El EEG muestra usualmente una actividad lenta y difusa (ondas beta o delta) y ocasionalmente actividad paroxística en forma de espigas. Estas lesiones desaparecen de semanas a 6 meses postparto Los disturbios visuales son frecuentes, pero la ceguera sola o con convulsiones es rara. La placenta tiene disminución de la perfusión que puede llevar a retardo del crecimiento intrauterino. FISIOP AT OL OGIA DE LA PREECLAMPSIA FISIOPA OLOGIA A pesar de múltíples investigaciones la etiología de la preeclampsia permanece incierta. Estudios realizados sugieren que factores inmunológicos, genéticos o bioquímicos llevan a una anormal placentación por alteración de la segunda invasión trofoblástica. Como resultado, las arterias espiraladas no son transformadas en vasos de baja resistencia y alto flujo que lleva a la hipoperfusión placentaria e induce a la placenta a elaborar una o más sustancias tóxicas para el endotelio celular SERRA CMJ Y COLS, 2005 85 provocando daño endotelial. Esta disfunción produce un desequilibrio entre las sustancias vasodilatoras (prostaciclinas, óxido nítrico) y vasoconstrictoras (tromboxano A, angiotensina, endotelina) particulamente a nivel úteroplacentario y renal y hay evidencias que sugieren que esta injuria endotelial juega un importante rol en la patogénesis de la preeclampsia Shanklin y Sibai encontraron extensa injuria endotelial tanto en la placenta como en los vasos uterinos de las mujeres preeclampticas pero no en las normotensas. Tsukimori demostró que estas alteraciones endoteliales producen la activación de la cascada de coagulación y liberan factores citotóxicos que actúan contra las células endoteliales de la madre con depósitos de constituyentes del plasma y proliferación de la mioíntima. Otros estudios demostraron el aumento de los superóxidos y peróxido de hidrógeno (que producen la disminución del óxido nítrico) en placenta de preeclampticas y no en las de embarazadas normales. Pinto y cols demostraron que EDRF (óxido nítrico) está disminuido en los vasos umbilicales de embarazadas preeclámpticas comparados con las normales. En síntesis, es importante reconocer que la preeclampsia es un síndrome clínico complejo donde la hipertensión arterial es un signo guión pero tardío de esta enfermedad. Fisiopatogénicamente producido por una incompleta invasión trofoblástica, pobre perfusión placentaria con la posterior elaboración de una o más sustancias citotóxicas responsables de la injuria de las células endoteliales que lleva a la exacerbación de los mecanismos vasocons-trictores con aumento de la permeabilidad vascular y activación de los procesos de coagulación. MANIFEST A CIONES CLÍNICAS MANIFESTA Preeclampsia leve aparece en etapas tardías del embarazo con cifras de presión arterial sistólica y diastólica mayor a 140/90 mm Hg pero menor a 160/110 mm Hg, proteinuria leve y a veces ligera plaquetopenia. Preeclampsia severa: la incidencia severa es de 2 a 7% en nuliparas sanas, 4% en embarazos gemelares y 16% en pacientes con preeclampsia previa. También es más frecuente cuando aparece en etapas más tempranas de la gestación o complica a la hipertensión crónica. Se considera preeclampsia severa cuando hay una elevación sostenida de la presión arterial sistólica y diastólica igual o mayor 160/110 mm Hg, proteinuría mayor a 5 gr en 24 hs, y se acompaña con insuficiencia renal (oliguria diuresis menor a 500 ml en 24 hs), insuficiencia hepática (dolor persistente en epigastrio o hipocondrio derecho), alteración del sistema nervioso central (alteración del estado mental, cefaleas, visión borrosa o ceguera), edema de pulmón, trastornos de la coagulación con plaquetopenia menor a 100.000/mm3 y retardo del crecimiento intrauterino. Eclampsia: se define como la aparición de convulsiones o coma en una paciente embarazada con signos y síntomas previos de preeclampsia. Puede aparecer inclusive hasta 48 hs postparto. Si bien la hipertensión puede ser leve, moderada o severa, esta última aparece en el 40% de los casos. El edema generalizado esta presente y la proteinuria es significativa. SERRA CMJ Y COLS, 2005 86 Las convulsiones tónica clónicas aparecen de forma aguda precedidas por pródromos como cefaleas, fotofobia, visión borrosa, epigastralgia, naúseas y vomitos e hiperreflexia pero en el 15% de los casos aparece sin síntomas previos. Síndrome de Hellp: (Hemolisis, Enzymes elevated, Liver, Low Plateles) es una complicación de la preeclampsia (2-10%) y de la eclampsia (30-40%). La hemólisis con anemia microangiopática que es producida por la rotura de los eritrocitos al pasar por los pequeños vasos con daño endotelial. La anemia puede ser severa y la hemólisis puede sospecharse por el aumento de la bilirrubina indirecta o LDH mayor a 600 U/l. Las enzimas hepáticas elevadas se producen por necrosis periportal y o focal y material fibrinoide con microtrombos a nivel sinusoidal, en raras ocasiones puede producirse rotura parenquimatosa. La disminución de las plaquetas menor a 100.000/mm3 es debido al incremento de su aglutinación por daño de la íntima de los vasos. HIPERTENSIÓN CRÓNICA La hipertensión crónica en la embarazada se define como: la hipertensión que precede al embarazo o que aparece antes de las 20 semanas de gestación o persiste después de seis semanas postparto. La prevalencia de la hipertensión crónica en la mujer en edad reproductiva no se conoce pero se estima que esta presente en el 1 a 5 % de la embarazadas y se asocia a obesidad, mayor edad y raza siendo más frecuentes en la raza negra e hispánica. La etiología es en el 90% de los casos primaria o esencia! Y en las restantes por causas secundarias (Figura III-22). Figura IlI-22. La hipertensión crónica puede ser subcIasificada en leve, cuando las cifras de presión arterial sistólicas y diastólicas son menores a 160/100 mm Hg y severa si exceden esos valores. SERRA CMJ Y COLS, 2005 87 Las pacientes con hipertensión severa deben recibir tratamiento antihipertensivo para disminuir los riegos de hemorragia cerebral aguda o encefalopatía hipertensiva y por que estas pacientes tienen incrementado el riesgo de preeclampsia sobreimpuesta. El rol de la terapia en pacientes con hipertensión crónica leve no complicada no es clara ya que diferentes estudios prospectivos controlados y no controlados donde se disminuyen la presión arterial sistólica no mostraron reducción en la incidencia dc preclampsia sobreimpuesta o placenta previa. Para delinear el manejo de las embarazadas con hipertensión crónica Sibai las divide en pacientes de bajo o alto riesgo. EMB ARAZAD AS CON HT A CRÓNICA DE B AJO RIESGO EMBARAZAD ARAZADAS HTA BAJO Son las pacientes embarazadas con hipertensión arterial leve (sin lesión de órgano blanco). En un estudio prospectivo realizado por Sibai y col., 263 mujeres con hipertensión leve o moderada fueron randomizadas entre 6-13 semanas de gestación para recibir medicación (labetalol alfametildopa) o placebo. El estudio no encontró diferencias significativas en los tres grupos en la incidencia de preclampsia sobreimpuesta, placenta previa, partos pretérmino y morbilidad perinatal. Sin embargo, reportan un significativo aumento en la frecuencia de abruptio placentae (10 vs 0.5%) retardo del crecimiento intrauterino (35 vs 5 %) y mortalidad perinatal (24 vs 0.5%) en 21 mujeres que desarrollan preeclampsia sobreimpuesta comparada con 190 hipertensas crónicas leves no complicadas. Como resultado la terapia antihipertensiva en este grupo de bajo riesgo (95% de todas las mujeres embarazadas con hipertensión crónica) parece no modificar la evolución del embarazo. Sin embargo algunos estudios realizados sugieren que disminuir la presión arterial en la madre puede poner en riesgo al feto por disminución de la perfusión úteroplacentaria. Debido a que el predictor en la evolución será la aparición de preeclampsia sobreimpuesta se debe realizar una cuidadosa evaluación. (Figura III-23) Figura IlI-23. SERRA CMJ Y COLS, 2005 88 EMB ARAZAD AS CON HIPER TENSIÓN CRÓNICA DE AL TO RIESGO EMBARAZAD ARAZADAS HIPERTENSIÓN ALT Son las embarazadas hipertensas crónicas leves con lesión de órgano blanco o aquellas con hipertensión severa. Las características de este grupo son presión arterial sistólica mayor 160 mm Hg o diastólica o mayor a 110 mm Hg antes de las 20 semanas de gestación o la presencia de otras anormalidades clínicas y de laboratorio que reflejen lesión de órgano blanco. (Figura III-24) Figura IlI-24. Estas embarazadas tienen aumento de las complicaciones maternas y perinatales como preeclampsia sobreimpuesta, placenta previa y prematuridad. Distintos estudios muestran que en la preeclampsia sobreimpuesta hay más complicaciones en el grupo de mujeres no tratadas, con marcadas diferencias en los nacimientos pretérmino, abruptio placentae y deterioro de la función renal. Es por esto que hay que estar muy atentos ante la aparición de preeclampsia sobreimpuesta teniendo en cuenta los signos y síntomas de su aparición ver la Figura III-25 ya que es el principal predictor de mala evolución materna y fetal. Figura IlI-25. La terapia antihipertensiva en este grupo de pacientes puede beneficiar a la madre previniendo su descompensación cardiaca, renal o cerebral y deben ajustarse para mantener la PAS entre 140 y 160 SERRA CMJ Y COLS, 2005 89 mm Hg y la PAD entre 90 y l00 mm Hg y por debajo de 90 mm Hg las pacientes con lesión o daño de órgano de choque (insuficiencia renal, HVI, diabetes o antecedentes de ACV previo). Se sugiere que las pacientes que reciben medicación previa a la gestación continúen medicadas. MANEJO CLÍNICO DE LA HIPERTENSIÓN DURANTE EL EMBARAZO El objetivo del manejo de la embarazada hipertensa es: 1) Proteger la madre de los efectos de la hipertensión arterial manteniendo sus cifras entre 80 y 89 mm Hg. 2) Prevenir la progresión de la enfermedad a preeclampsia severa o eclampsia. 3) Minimizar los riesgos del feto. 4) Realizar el parto si hay riesgo para la madre o el feto y sí continua el embarazo superar los riesgos del parto y la prematuridad. El manejo clínico ideal es: a) La detección precoz de la hipertensión debiendo controlar la PA en cada visita prenatal. b) Control de laboratorio de rutina desde la primera visita prenatal e incluye: hematocrito, creatinina, ácido úrico, proteinuria en una muestra aislada o de 24 hs, recuento de plaquetas y transaminasas ya que son marcadores de severidad y pronóstico fetal. c) Control fetal con ecografía para determinar crecimiento intrauterino y cantidad de liquido amniótico. En etapas avanzadas con monitoreo fetal anteparto o non stress test (NST) o ecodoppler de las arterias uterinas. TRA TAMIENT O: TRAT AMIENTO Se realiza tratamiento no farmacológico cuando la PA diastólica es menor a 100 mm Hg y farmacológico si la PA diastólica es mayor a 100 mm Hg o si la PA diastólica es menor a 100 mm Hg pero se acompaña de proteinuria o hiperuricemia. TRA TAMIENT O NO F ARMA COLÓGICO TRAT AMIENTO FARMA ARMACOLÓGICO Reposo en cama: parcial o total es a menudo recomendado a la embarazada con hipertensiónpreeclampsia leve fundamentalmente en decúbito lateral izquierdo porque Ia descompresión del útero sobre la vena cava inferior mejora el retorno venoso, aumenta el volumen minuto y disminuye la resistencia periférica. A la fecha no hay evidencias que demuestren que el reposo mejore los resultados del embarazo, pero no hay estudios randomizados. Por otro lado el reposo prolongado incrementa el riesgo de tromboembolismo. Sal: la dieta hiposódica es perjudicial ya que la mujer preeclamptica tiene una marcada hipovolemia y puede agravar dicha situación provocando insuficiencia renal. En un estudio de 2019 pacientes se encontró que la dieta hiposódica se asoció a un incremento de la mortalidad perinatal y mayor incidencia de preeclampsia. La dieta hiposódica solo debe indicarse en pacientes con enfermedad renal, algún grado de insuficiencia cardiaca o en hipertensas crónicas sal sensibles. SERRA CMJ Y COLS, 2005 90 Calcio: algunos estudios randomizados sugieren que los suplementos de calcio reducen la incidencia de preeclampsia , no se ha demostrado. TRA TAMIENT O F ARMA COLÒGICO TRAT AMIENTO FARMA ARMACOLÒGICO Estudios randomizados que comparan el uso de drogas antihipertensivas vs placebo en la mujer con hipertensión o preeclampsia leve, en general revelan baja progresión a la enfermedad severa y no muestran diferencias en los resultados perinatales. Pero el tamaño de la muestra de estos estudios es inadecuado para evaluar diferencias en retardo de crecimiento fetal, placenta previa, muerte perinatal o resultados maternos. Existen diferentes drogas que pueden usarse para el tratamiento crónico y /o agudo de la hipertensión durante el embarazo: AGONIST AS CENTRALES AGONISTAS α2 Alfametildopa: es el único agente antihipertensivo cuya seguridad para la madre y el feto fue adecuadamente evaluado a la largo plazo. Disminuye el número de abortos y muertes perinatales, es la medicación mas usada en el embarazo y estándar para comparar con otras drogas. Debe ser evitada en pacientes con depresión porque es uno de los efectos colaterales de esta droga. Los máximos niveles ocurren a 2 hs de su administración oral sin embargo la caída de la presión arterial es máxima a las 48 hs. La dosis usual es de 750 a 2000 mg por día dividido en 3 ó 4 dosis. Pudiendo llegar en casos severos hasta 4 gr por día. La alfametildopa cruza la barrera placentaria y se elimina con la leche materna pero el seguimiento de 7.5 años en niños cuyas madres recibieron esta droga durante el embarazo, no mostró diferencias en los test o cocientes de inteligencia comparados con la población control. Clonidina: un estudio comparando alfametildopa y clonidina en 100 embarazadas a 32 semanas de gestación no mostró diferencas significativas en los efectos colatrales ni en los resultados perinatales. Concluyendo que es una droga segura para el tratamiento de la hipertensión en el embarazo.. Esta droga puede ser en forma parenteral en caso de emergencia hipertensiva (0.15 mg iniciales en bolo y continuar con 0.75 mg en dextrosa 5% en 24 hs) y para el manejo crónico solo si no hay otras alternativas. Bloqueantes beta: son generalmentes seguros y eficaces. No hay evidencias de efectos teratogénicos y son bien tolerados por la madre. Sin embargo hay alguna evidencia que ciertos βbloqueantes pueden tener efectos adversos si se usan precozmente en el embarazo. En un estudio doble ciego 29 mujeres con hipertensión esencial fueron randomizadas a recibir atenolol o placebo y el peso al nacer fue significativamente menor en el grupo atenolol. El retardo de crecimiento intrauterino tambien fue descripto con propanolol pero no fue demostrado en estudios posteriores y se debe al tiempo de comienzo de uso. El más usado es atenolol en dosis 50 a 100 mg . Por su excreción renal la dosis debe ser modificada en la insuficiencia renal. Frishman y Chesner sugieren: a) los β-B deben evitarse en el primer trimestre del embarazo. b) deben usarse en bajas dosis. c) de ser posible discontinuarlos 2-3 días previos al parto. BLOQUEANTES α - β Labetalol: parece ser seguro como alfa metildopa en uso corto en el primer trimestre, pero a SERRA CMJ Y COLS, 2005 91 largo plazo es asociado con infantes pequeños para su edad gestacional. Sin embargo cuando se lo compara con atenolol, los recien nacidos tuvieron promedio 500 gr más que las madres que recibieron atenolol. La dosis de comienzo son 300 mg diarios y puede llegarse a 1200 mg. También puede ser usado en la emergencia hipertensiva en bolos de 50 –100 mg cada 20-30 min o infusión 20-160 mg/ min. CALCIO ANTAGONISTAS Tales como nifedipina , nicardipina, nimodipina, amlodipina. Nifedipina es usada tanto para el tratamiento de la hipertensión crónica como aguda. No fueron reportados eventos adversos fetales ni cambios en el flujo útero placentario en el uso a corto y largo plazo. La disminución de la presión arterial obtenida con nifedipina es proporcional a los niveles de presión inicial. La máxima dosis es de 40 a 120 mg por día. Puede usarse en la emergencia hipertensiva via oral 10 mg cada 10 min hasta 40 mg. Teóricamente junto al sulfato de magnesio podría potenciar el efecto antihipertensivo y bloqueo neuromuscular, sin embargo clínicamente esto no es un problema. No se han reportado muertes en embarazadas medicadas con nifedipina. Estudios reportados han mostrado que la nifedipina de liberaβ. Nifedipina ción prolongada puede ser usada como droga de 2da línea combinada con metildopa o B-β tiene un efecto adicional de relajación uterina que ayuda a prolongar el embarazo hasta la maduración fetal. Belfort y cols han evaluado en mujeres preeclámpticas nimodipina por su efecto vasodilator cerebral y sugieren que pueden ser útil en su tratamiento; futuros estudios son necesarios para evaluar su uso como prevención de convulsiones provocadas por el vasoespasmo e isquemia cerebral. OTRAS DROGAS Hidralazina (no hay en el país), Nitroprusiato de sodio, Nitroglicerina: deben evitarse por los efectos tóxicos en el feto. DIURÉTICOS Son poco usados salvo en insuficiencia cardíaca o renal. Una revisión del uso de las tiazidas en el control de hipertensión no complicada concluye que no hay evidencias de efectos adversos con disminución de la PA y los edemas, sin embargo no previenen la preeclampsia ni reducen la mortalidad perinatal y pueden elevar la concentración de uratos. Si la preeclampsia está presente el volumen sanguíneo materno está disminuido y los diuréticos pueden agravarlo disminuyendo el flujo sanguíneo a órganos vitales y disminuir la perfusión placentaria por lo tanto no deben usarse en la preeclmpsia. INHIBIDORES ECA Y BLOQUEANTES RA Estas drogas fueron asociadas con abortos espontáneos y anormalidades fetales: defectos de osificación de los huesos del cráneo, alteraciones fetales y neonatales (oligodramnios, hipoplasia pulmonar), anuria e insuficiencia renal. Por lo tanto, están contraindicadas en el embarazo. En las pacientes medicadas previamente si la droga es suspendida en el primer trimestre el neonato tiene probabilidad de crecimiento normal sin efectos teratogénicos. SERRA CMJ Y COLS, 2005 92 SULFATO DE MAGNESIO Es la droga de elección para prevenir las convulsiones en mujeres con preeclampsia. Dos estudios randomizados demostraron que el sulfato de magnesio es superior a placebo en la prevención de convulsiones en embarazadas con preeclampsia severa y revelaron que el SM no afecta el trabajo de parto, ni aumenta el número de cesáreas. Por esto se utiliza sulfato de magnesio EV antes ,durante el trabajo de parto y posparto, en las embarazadas con preeclampsia severa. HOSPIT ALIZA CIÓN HOSPITALIZA ALIZAC Los resultados de dos estudios randomizados y otros observacionales sugieren que la mayoría de las mujeres con hipertensión o preeclampsia leve pueden ser manejadas en forma segura en la casa pero deben ser sometidas a una evaluación materno fetal frecuente. Debe enfatizarse que la mayoría de las mujeres en estos estudios solo eran hipertensas leves y que por lo tanto hay necesidad de estudios randomizados en mujeres preeclampticas leves. Distintos grupos sugieren que la paciente debe ser hospitalizada cuando: a) no hay cumplimiento con el tratamiento, b) PAD >100 mm Hg con medicación, c) HTA severa PAD >110 mm Hg, d) proteinuria >1gr/24 hs, e) retardo del crecimiento intraurterino, f) emergencia hipertensiva, g) eclampsia y síndrome de Hellp. INTERRUPCIÓN DEL EMBARAZO La preeclampsia es una enfermedad sistémica cuya curación definitiva es el parto. Es importante tratar de continuar el embarazo lo más cercano a su término; para ello la paciente debe estar en un centro de alta complejidad y se debe trabajar en forma multidisciplinaria ya que hay un elevado riesgo de mortalidad materno fetal. La indicación de finalizar el embarazo depende de la etapa de comienzo de la preeclampsia y su severidad, y el desarrollo fetal. Se debe interrumpir el embarazo en pacientes con hipertensión arterial no controlada aún con medicación, en la que desarrolla una preeclampsia grave con insuficiencia renal, hepática y/o cardíaca, en la eclampsia, y cuando hay retardo en el crecimiento intrauterino con alteración de la vitalidad fetal. PREDICCIÓN Y PREVENCIÓN Numerosos test clínicos, biofísicos y bioquímicos se han propuesto para la detección precoz de la preeclampsia. Desafortunadamente la mayoría de estos test son de poca sensibilidad y pobre valor predictivo y no son accesibles en la práctica clínica. Como resultado de esto numerosos estudios sobre prevención se han realizado incluyendo mujeres con varios factores de riesgo de preeclampsia. En las dos últimas décadas numerosos estudios se han realizado para reducir la incidencia y severidad de la preeclampsia. Hay pocos estudios evaluando sulfato de magnesio, zinc o aceite de pescado y la muestra también fue limitada, y su resultados no mostraron ningún beneficio. Hay al menos nueve estudios controlados con placebo que evaluaron los suplementos de calcio SERRA CMJ Y COLS, 2005 93 pero el más importante que incluyó 4.589 embarazadas no demostró una reducción de preeclampsia. Pero cuando se realizó en mujeres de muy alto riesgo si hubo una significativa disminución de preeclampsia En la mayoría de los estudios de prevención se ha sido utilizado bajas dosis de aspirina. Los resultados de distintos centros demostraron una reducción de 70% de preeclampsia, sin embargo el resultado de ocho estudios que incluyen más de 30.000 mujeres no demostró beneficio o fue mínimo. Otro estudio que incluyó 2.539 mujeres con diabetes mellitus insulino requirientes, hipertensión arterial crónica, gestación multifetal, o preeclampsia en embarazo previos, no demostró efectos beneficiosos con bajas dosis de aspirina. MIOCARDIOP ATIA PERIP AR TO MIOCARDIOPA PERIPAR ART DR. M BARONI Es una forma de miocardiopatía dilatada que evoluciona con disfunción ventricular sistólica. Los síntomas se presentan durante el último trimestre de gestación y el diagnóstico clínico se basa precisamente en la buena tolerancia hasta entonces. La sintomatología incluye: disnea, dolor precordial, palpitaciones, aumento de peso, edemas y embolias periféricas. Muchas veces el examen físico revela agrandamiento cardíaco, la presencia de R3, soplos de IM y/o IT. El ECG puede mostrar taquicardia, cambios en el ST/T y arritmias. La Rx de tórax muestra cardiomegalia, redistribución de flujo y en ocasiones derrame pleural. El diagnóstico se sospecha por la clínica y lo documenta el ecocardiograma doppler. La presentación y los cambios hemodinámicos no son específicos y por lo tanto no distinguibles de las otras formas de miocardiopatía dilatada. La incidencia de cardiomiopatía periparto es mayor en mujeres multíparas, en aquellas con preeclamsia y embarazo gemelar, así como en mujeres >30 años. Aunque la etiología continua siendo desconocida, la única naturaleza clara es la relación entre el embarazo y mujeres relativamente jóvenes en comparación con otras formas de miocardiopatía dilatada. Son características la pronta recuperación del tamaño y función cardíaca en la mayoría de las pacientes, pero puede recurrir en los embarazos subsiguientes. La asociación de miocarditis y cardiomiopatía periparto fue sugerida por la alta incidencia de miocarditis documentada por biopsia endomiocárdica. El curso clínico de una cardiomiopatía periparto incluye un 50 y 60% de pacientes que muestran una recuperación completa o casi total desde el punto de vista clínico y funcional, dentro de los primeros 6 meses postparto. Los restantes con deterioro residual, pueden evolucionar a la muerte súbita, insuficiencia cardíaca progresiva o al transplante cardíaco. CASO CLÍNICO: M.M.A., 37 años. Al 4º día de una cesárea (3º hijo) edema agudo de pulmón (Figura III-26), el ecocardiograma 5 días después: DFDVI: 6.1 mm, DFSVI: 4.3 mm, FA: 29.5%. Rp: clásico para IC. Un mes después eco: DFDVI: 5.5 mm, DFSVI: 3.9 mm, FA: 30.5%. Asintomática. Radiografía control (Figura III-27). SERRA CMJ Y COLS, 2005 94 Figura III-26. Figura III-27 TRA TAMIENT O TRAT AMIENTO El uso de Hidralazina en la reducción de la postcarga, es segura durante el embarazo. Los IECA están contraindicados por sus efectos teratogénicos. Debido a la alta incidencia de tromboembolias, la terapia con heparina es recomendable. Un pequeño estudio con el uso de globulina inmune intravenosa mostró un efecto favorable en la recuperación de la disfunción ventricular. Las pacientes que no evolucionan con una recuperación temprana, empeorando su sintomatología son candidatos a transplante cardíaco. Aunque la mortalidad de la cardiomiopatía periparto fue estimada en cerca de un 40%, dos estudios recientes reportaron una incidencia de muerte y transplante cardíaco entre un 12 y 18%. Los embarazos subsiguientes pueden estar asociados con recaídas, provocando nueva disfunción ventricular izquierda, deterioro clínico y hasta la muerte. Aunque la probabilidad de tales recaídas es mayor en quienes quedaron con una función cardíaca persistentemente anormal, ha sido también verificada en mujeres con función cardíaca aparentemente recuperada luego del primer episodio. Dos estudios evaluaron el riesgo en los embarazos subsecuentes revelando una mortalidad de 0 al 2% en pacientes con FE del VI normal y del 8 al 17% en pacientes con disfunción residual. Por estas razones los embarazos subsecuentes deberían interrumpirse en pacientes que han tenido cardiomiopatía periparto y que han quedado con disfunción ventricular izquierda. La recurrencia de la enfermedad siempre es posible aún en las con buena función ventricular. SERRA CMJ Y COLS, 2005 95 SINDROME DE DOWN DRA. L BALESTRINI - DR. M TIBALDI El Síndrome de Down (SD) es uno de los síndromes de malformaciones más común, aproximadamente 1:770 nacimientos vivos. Además tiene estrecha relación a la edad materna 1:2.500 nacimientos en madres de 20 años o menores y 1:55 de nacimientos en madres de 45 o mayores. Genéticamente se, debe a la presencia de un cromosoma adicional a nivel del cromosoma número 21 o en su brazo largo, incluyendo la banda q22.1 de todas las células corporales. En la mayoría de los casos (95%) es debido a una trisomía primaria, que resulta por una falta de separación durante la meiosis de uno de los pares y está muy correlacionado con la edad avanzada materna. La falta de separación en la primera división meiótica materna es el hallazgo más frecuente (60%), mientras que la no-separación en la meiosis paterna se observa en 20% de los pacientes. En el 2% de los pacientes con SD la etiología es debido a mosaicismo. Generalmente se encuentran dos líneas celulares; una con trisomia 21 primaria y la otra con cariotipo normal. En estos pacientes se observa una gran variedad en expresión fenotípica, que abarca desde rasgos cercanos a la normalidad y hasta los clásicos de la trisomia 21. En un 5% el SD es debido a translocación que puede ser “de novo” o transmitida por uno de los progenitores. El diagnóstico clínico está basado en el reconocimiento de su fenotipo: corta estatura, microbraquicefalia, la facie distintiva (orejas pequeñas con hélices doblados, nariz pequeña, boca estrecha con macroglosia, fisuras palpebrales cortas e inclinadas hacia arriba con pliegues epicantos, hipoplasia mediofacial con perfil chato), anomalías oculares (estrabismo), poco cabello, braquidactilia, inestabilidad en la articulación atlondoaxilar, laxitud ligamentaria, malformaciones gastrointestinales y tiroideas y grados variables de retardo mental. Otras alteraciones asociadas al síndrome son infecciones respiratorias, epilepsia (10%), obstrucción duodenal (8%) y leucemia. Aproximadamente un 40 a 50% de los niños con SD tienen una cardiopatía congénita (CC). La mayoría de los casos está representada por un canal atrioventricular completo (CAVC) y un espectro de lesiones similares, como comunicación CIA tipo OP, CIV basal media posterior y comunicación atrioventricular transicional. La mortalidad neonatal está íntimamente relacionada con la presencia de CC, con sobrevida al año de 75% para aquellos con CC y 95% para los que no tienen defectos cardíacos asociados. DIA GNÓSTICO PREN ATAL DIAGNÓSTICO PRENA El CAVC es el defecto cardíaco más frecuentemente detectado por ecografía prenatal y se lo puede identificar tan temprano como en el primer trimestre. Puede ser reconocido en la vista de 4 cámaras por la distorsión de la apariencia normal de la cruz del corazón. El diagnóstico prenatal de este defecto congénito cardíaco tiene importantes implicancias para el feto porque hay una fuerte asociación con otras malformaciones como el SD o síndromes de heterotaxia SERRA CMJ Y COLS, 2005 96 izquierda o derecha, ésta última con mayor riesgo de muerte intrauterina o neonatal. Desde 1985 se sugirió el examen de la vista de 4 cámaras durante el examen ecográfico obstétrico regular como método de screening para CC en embarazos normales. Este screening se propuso porque cerca del 90% de CC ocurren en embarazos que no tienen altos factores de riesgo para CC y por lo tanto no sería necesario un examen ecocardiográfico detallado. Allan analizó el índice de detección prenatal de CAVC, y el espectro del defecto en la vida fetal y el seguimiento luego del diagnóstico. La edad gestacional media al momento del diagnóstico fue de 27 semanas. Durante un periodo de 5 años de estudio encontró 49 fetos con CAVC, 37% fueron aislados sin otra anomalía asociada y la mayoría de éstos tenían SD. El 63% se presentó con lesiones asociadas, de las cuales un 71% fueron casos de síndrome de heterotaxia (la mayoría de tipo derecho), un 25% con hipoplasia del ventrículo izquierdo y un feto con tetralogía de Fallot. CARDIOP ATÍAS CONGÉNIT AS PRESENTES EN EL SD CARDIOPA CONGÉNITAS Los niños con SD son más propensos a tener la forma completa del CAV que la parcial. Teniendo en cuenta la clasificación descripta por Rastelli (que relaciona la disposición de la valva anterior con respecto del septum interventricular), el tipo A con inserciones al septum interventricular es la forma más frecuentemente. También lo es la asociación de la tetralogía de Fallot al CAVC en niños con SD. La extensión y progresión de la enfermedad vascular pulmonar en pacientes con SD es todavía controversial. Algunos estudios sugirieron una relativa hipoplasia del parénquima pulmonar. En pacientes con SD existen otros factores que podrían contribuir a la alta incidencia y prematura aparición de la enfermedad vascular pulmonar, como obstrucción nasofaríngea crónica, relativa hipoventilación, apnea del sueño y mayor retención de CO2. También se han asociado al SD malformaciones como atresia tricúspide, arco aórtico izquierdo con arteria subclavia derecha retroesofágica (38% incidencia de la anomalía en SD). El prolapso de la válvula mitral y la insuficiencia aórtica se encontró en adultos con SD. TRA TAMIENT O DE CC EN SD TRAT AMIENTO Se sugirió que a niños con SD y CAVC sólo se los tratara médicamente con digital y diuréticos pero los resultados quirúrgicos en niños con CAVC sin SD ponen énfasis en ofrecer las mismas opciones quirúrgicas que aquellos. Además en los pacientes con CAVC tratados médicamente dos tercios desarrollan enfermedad vascular obstructiva pulmonar significativa al año de edad, y un 85% muere a los 2 años. Bulla y col. analizaron la sobrevida a los 10 y 15 años de pacientes con SD tratados médicamente y la mayoría de los sobrevivientes a los 2 años desarrollaron enfermedad vascular pulmonar con síndrome de Eisenmeger. En cuanto a la corrección quirúrgica de CAVC, los resultados estuvieron muy relacionados con un mejor diagnóstico pre-quirúrgico del defecto, los avances en el manejo de la bomba extracorpórea en los niños de corta edad, y del postoperatorio. El momento quirúrgico es un importante factor. La corrección definitiva y primaria debe efectuarse SERRA CMJ Y COLS, 2005 97 antes del desarrollo de cambios vasculares pulmonares irreversibles. Varios estudios sugieren una corrección temprana antes de los 6 meses de vida. Otro argumento para la reparación es el posible incremento de cambios degenerativos de las válvulas AV. El riesgo postoperatorio (5%) es muy semejante al de los niños sin SD. La mortalidad operatoria en pacientes estaría relacionada con las resistencias vasculares pulmonares, y muchos autores consideran a la presión de la arteria pulmonar como un indicador conveniente de esta resistencia. En un informe sobre 281 pacientes, Grosse-Brockhoff y Logen notaron que cuando la presión de la arteria pulmonar fue inferior al 35% de la presión sistémica, el índice de mortalidad fue de 1,5%; si la presión pulmonar estaba entre 35 y 70% la mortalidad fue de 5,7% y cuando la presión pulmonar superó el 70% de la sistémica el índice aumentó al 19%. Si bien la ecocardiografía o el cateterismo pueden ayudar a detectar la mayoría de los determinantes anatómicos, como hipoplasia ventricular, CAVC no balanceado, CIV musculares adicionales que influyen sobre la mortalidad postoperatoria, la disfunción de la válvula mitral continuará siendo una de las causas más importantes. La insuficiencia mitral (IM) es la causa predominante de morbilidad a largo plazo. SERRA CMJ Y COLS, 2005 98