CONSULTORIO LABORAL El contrato de un relevista empleado y la pensión de viudedad MIGUEL ÁNGEL MORCILLO PINEDA, abogado y consejero de Lex, Centro de Asesores Técnico Jurídico E n una empresa se quiere contratar a un trabajador, que presta servicios en otra, como relevista de un jubilado parcial. En la organización no están seguros de si será posible hacerlo, teniendo en cuenta que, previamente a la contratación, será necesario que el relevista cause baja en su empresa actual para inscribirse como desempleado. Es totalmente lógico que la empresa que hace la consulta tenga sus temores ante la situación porque ésta es una cuestión que se presenta con mucha frecuencia y, pese a ello, no está totalmente resuelta. Es importante tener bien claros algunos conceptos en relación con este problema. Un trabajador en situación de desempleo es el que está inscrito como tal en el Servicio Público de Empleo. Por lo tanto no es necesario que esté percibiendo prestación alguna sino solamente que se halle inscrito por no tener trabajo. Se trata, por otra parte, del desempleado total, no parcial. En este aspecto, es muy aclaratoria la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de 2 de septiembre de 1999, en la cual se dice que “el art.7 del R.D. 1991/84, 31 de octubre, por el que se regula el contrato a tiempo parcial, el contrato de relevo y la jubilación parcial, establece que: “el contrato de relevo es el que se concierta con un trabajador inscrito como desempleado en la correspondiente Oficina de Empleo, para sustituir. En su consecuencia es ésta la condición exigida por la norma, como acertadamente razona en la sentencia de instancia, para que pueda celebrarse el contrato de relevo, previo a la solicitud de la jubilación parcial por la trabajadora sustituida; siendo de destacar que, ya tuvo ocasión de señalar esta Sala en asunto análogo –S 6 de febrero de 1996– “si la norma hubiese querido que el trabajador contratado para la sustitución no debía tener vinculación laboral alguna anterior con la empresa, así lo habría dispuesto, pero el precepto no realiza distinción alguna, limitándose a exigir únicamente que el contratado conste como desempleado inscrito en la correspondiente oficina de empleo. La STSJ de Cataluña de 31 de mayo de 1999, que aborda un asunto de anticipación de la edad de jubilación a los 64, trata el tema de trabajador que causa baja voluntaria en otra empresa para inscribirse en el INEM y sea contratado como desempleado. El INSS entiende que es solo una aparente situación legal de desempleo. La sala entiende que no se ha producido fraude de ley porque el cese en el anterior empleo del trabajador sustituto fue a voluntad propia. Capital Humano 120 120_s_Consultorio Laboral_231.indd 120 Nº 231 • Abril • 2009 24/03/2009 18:53:46 La STSJ de Cataluña del 6 de febrero de 1996 considera desempleado al trabajador contratado que esté inscrito en la Oficina de Empleo, aunque lo fuera únicamente desde hacía 24 horas. Un trabajador en situación de desempleo equivale al El término “trabajador en situación de desempleo”, por tanto ha de entenderse como equivalente a inscrito como demandante de empleo en la correspondiente Oficina de Empleo. La STSJ de Andalucía-Sevilla de 3 de julio de 1998 considera como desempleado al trabajador a tiempo parcial, porque la trabajadora era materialmente desempleada, al tener con anterioridad solo un contrato a tiempo parcial. La sentencia del TSJ de Cataluña de 18 de septiembre de 1996 enseña que, en todo caso, la exigencia legal es la de que el trabajador que se contrata sé encontrase desempleado, que es lo esencial. Estar desempleado supone de una parte poder trabajar y de otra querer trabajar, este querer trabajar puede exteriorizarse con la inscripción como demandante de empleo, pero no es el único dato que pone de manifiesto la situación de desempleo… Por ello, entendemos que el requisito de inscripción ha de flexibilizarse. Nº 231 • Abril • 2009 120_s_Consultorio Laboral_231.indd 121 individuo que está inscrito como demandante de empleo en la correspondiente Oficina de Empleo Y la Sentencia del TSJ del País Vasco de 28 de noviembre de 2006 otorga validez a un contrato de relevo con un trabajador que tenía un contrato a tiempo parcial indefinido en otra empresa, y causó baja voluntaria en esa empresa, para inscribirse en el INEM. A pesar de estas sentencias, el INSS utiliza criterios vacilantes a la hora de decidir si un trabajador puede ser contratado como relevista. El INSS, en efecto, mantiene que no se trata de trabajador desempleado cuando se va a contratar a alguien que ha causado baja voluntaria en otra empresa, para ser contratado sin solución de continuidad como relevista en otra. Esta situación resulta defendible cuando una empresa contrata como relevista a alguien que causó baja voluntaria ya hace meses en otra empresa. Pero ofrece mayores dificultades cuando la baja voluntaria es inmediatamente anterior a la contratación. No obstante, en tiempo muy reciente, el INSS se ha pronunciado de manera contraria en respuesta a una consulta formulada. Dice ahora el INSS, en consonancia con las sentencias antes 121 Capital Humano 24/03/2009 18:53:47 citadas, que, “a efectos de la jubilación parcial, el trabajador relevista debe encontrarse en situación de desempleado, entendiéndose por tal a todo trabajador que demanda colocación […] porque carece de trabajo, con independencia de que la causa de esta situación sea voluntaria o involuntaria, aun cuando el trabajador s haya inscrito como desempleados el mismo día de la celebración del contrato”. En cambio, la respuesta es muy distinta cuando el relevista ha tenido un contrato indefinido en la misma empresa dentro de los 24 meses anteriores. En este caso, es necesario comprobar si la finalización del contrato se acomoda o responde realmente a alguna de las causas legales de extinción del vínculo laboral, que permita descartar la sospecha de una encubierta amortización de puestos de trabajo no autorizado a costa de una jubilación especial. Esta comprobación puede requerir la intervención de la Inspección de Trabajo. E n esta ocasión es una trabajadora la que efectúa la consulta. Durante muchos años ha convivido como pareja de un trabajador casado, el cual se encontraba separado, también de hecho, de su esposa, desde muchos años antes. Pregunta si, en el actual marco legal, tiene derecho a la pensión de viudedad en el caso de que su pareja fallezca. Según la Ley de Seguridad Social, para tener derecho a la pensión de viudedad es necesario: 1. Que el causante se encuentre en el momento del fallecimiento en situación de alta o asimilada al alta. 2. Que el causante haya completado un período de cotización a la Seguridad Social de 500 días dentro de los cinco años inmediatamente anteriores al fallecimiento, y éstos, de forma interrumpida. 3. Si el causante estuviera en una situación que no genere obligación de cotizar, el periodo de 500 días deberá estar comprendido dentro Capital Humano 122 120_s_Consultorio Laboral_231.indd 122 de un período de cinco años anteriores al fallecimiento. 4. En cualquier caso, generará derecho a la pensión el causante que hubiera cotizado 15 años. 5. Si el fallecimiento se produce como consecuencia de accidente, sea o no laboral, o por enfermedad profesional, no se exige periodo previo de cotización. En términos generales, el beneficiario de la pensión es el cónyuge superviviente, teniendo en cuenta que éste solo es el que hubiera contraído matrimonio con el causante, tanto si el matrimonio estuviera formado por una pareja de distinto sexo como si lo fuera por personas del mismo sexo. Así lo estableció la Ley 13/2005, que modificó el Código Civil señalando que el matrimonio tendrá los mismos efectos cuando se celebra entre personas del mismo sexo. El artículo 174 de la LGSS establece que, en los casos de separación o divorcio, el derecho a la pensión corresponde a quien sea o haya sido cónyuge legítimo del causante, en cuantía proporcional al tiempo de convivencia con el fallecido. No importa para ello la causa que hubiera determinado la separación o el divorcio, siempre que el beneficiario no hubiera contraído nuevo matrimonio o constituido una pareja de hecho en los términos que exige la Ley. En el caso de que el matrimonio hubiera sido declarado nulo, la pensión de viudedad le corresponde al superviviente en cuantía proporcional al tiempo de convivencia, siempre que no se haya casado otra vez y con la exigencia de que no se aprecie mala fe. La Ley 40/2007 modificó la legislación en esta materia introduciendo precisiones especialmente en cuanto a la distribución de la pensión en los casos de concurrencia de beneficiarios. Se establece que la pensión, en esos casos, se le reconoce a cualquiera de los beneficiarios en proporción al tiem- po de convivencia con el causante. Dice la Ley que, en todo caso, el cónyuge superviviente tiene derecho al cuarenta por ciento de la pensión. Igual derecho se concede al que, sin ser cónyuge del causante, conviviera con él en el momento del fallecimiento. Pero, en este último caso, deben concurrir en el superviviente los requisitos necesarios para ser beneficiario de la pensión. Estos requisitos son: 1. Estar unido al causante en el momento del fallecimiento, formando una pareja de hecho. 2. Tener ingresos inferiores al 50 por cien de la suma de sus propios ingresos y los del causante durante el año natural anterior al fallecimiento. Este porcentaje se reduce al 25 por cien si no hay hijos comunes. 3. Tener ingresos inferiores a 1,5 veces el Salario Mínimo Interprofesional vigente en el momento del fallecimiento. Tal límite se incrementa en 0,5 veces el SMI por cada hijo habido con el causante. A estos efectos, se considera pareja de hecho la constituida por quienes, no teniendo impedimento para casarse, conviven como matrimonio y pueden acreditar, mediante el correspondiente certificado de empadronamiento, una convivencia estable y notoria con carácter inmediato al fallecimiento del causante, de una de duración ininterrumpida no menor de 5 años. La acreditación se hace mediante la certificación de la inscripción en el Registro específico de la Comunidad Autónoma o en el Ayuntamiento del lugar de residencia, o mediante documento público (acta notarial) en el que conste la constitución de la pareja. Deducimos que la persona que efectúa la consulta no tiene derecho a la pensión pues no cumple las exigencias legales para ello. Bastaría con constituir pareja de hecho en la forma que se ha indicado, para tener derecho a la pensión. \ Nº 231 • Abril • 2009 24/03/2009 18:53:48