72 J]Û]pagf]khjY_e¦la[YkkgZj]<]j][`g\]>YeadaY Lo anterior nos lleva a concluir que, en materia procesal de familia, en los casos de los plazos [a] para subsanar la carencia de requisitos de una demanda, [b] para que el demandado la conteste, [c] para interponer por escrito el recurso de apelación de una sentencia interlocutoria y [d] para plantearlo de una sentencia definitiva, se cuentan desde el instante o el momento o la hora de su notificación.- Pero tratándose de otra clase de actos procesales, el término se cuenta desde el siguiente día de su notificación por disponerlo en forma supletoria el art. 145 inc. 1º Pr.C.M. o ya sea porque así lo disponga Ley Procesal de Familia en forma expresa. 2.4.3. HASTA CUÁNDO SE CUENTAN.- La situación a analizar se reduce a tres aspectos, [a] uno de ellos se refiere al caso en que el plazo concluya en un día que según la ley sea de “asueto” o de “vacación” para los empleados públicos, es decir que no sea hábil, [b] el otro es atingente al momento en que finalizaría y [c] el último se refiriere a la determinación de la hora en que terminaría. Al respecto y en su orden: [a] el inciso primero del art. 145 Pr.C.M. prescribe que “cuando el último día del plazo sea inhábil se entenderá éste prorrogado hasta el siguiente día hábil”; [b] el inciso segundo de la misma disposición legal establece que “Los plazos vencen en el último momento hábil del horario de oficina del día respectivo”; y [c] la primera parte del inciso primero del art. 84 de las Disposiciones Generales de Presupuestos ordena que “En todas las oficinas públicas el despacho ordinario será de lunes a viernes, en una sola jornada de las ocho horas a las dieciséis horas, con una pausa de cuarenta minutos para tomar los alimentos”. De lo expuesto anteriormente se concluye que cuando el término para la práctica de una determinada diligencia finaliza en un día que conforme a la ley sea de “asueto” o de “vacación” para los empleados públicos o sea un día inhábil, tal diligencia se puede realizar durante el siguiente día hábil y que el último día del término se cuenta hasta las dieciséis horas (04.00 p.m.). 2.5. ERRORES MATERIALES Los errores puramente materiales en que incurran los Jueces y los Magistrados de las Cámaras de Familia en el pronunciamiento de toda clase de resoluciones, pueden ser corregidos en cualquier momento (art. 38 Pr.F.). Esta corrección se realiza mediante una providencia de los juzgadores familiares, en la que hacen notar el error en el que se ha incurrido y en qué sentido se corrige. El Art. 38 Pr.F. se refiere únicamente a “errores materiales que contengan las resoluciones judiciales”, pero no comprendió los errores en que se podría incurrir