Cantar, tocar y danzar en la infancia Johannella Tafuri Jornadas de Infantil. Menorca 22-23 febrero 2013 En su experiencia diaria, las maestras y los maestros de infantil pueden observar con frecuencia la manifestación de “conductas musicales” en la vida de los niños: tararean cancioncitas, golpean objetos/instrumentos de maneras diferentes buscando sonidos diferentes, se balancean al oir una música con acentos rítmicos marcados etc. Se trata de acciones espontáneas que los docentes pueden valorizar, utilizándolas como punto de partida para proponer otras actividades musicales, o pueden ignorar porque las consideran marginales o porque ellos mismos no se consideran suficientemente capacitados para transformar estas acciones espontáneas, que manifiestan intereses y capacidades incipientes, en actividades que produzcan progresivos aprendizajes. Este es el tema que vamos a considerar en esta intervención. Empezemos con ponernos algunas preguntas: • ¿A qué edad los niños y niñas empiezan a cantar? A inventar? • ¿Y a tocar? • ¿Y a moverse con la música? • ¿Se nace ya “dotados” o “no dotados” para la música? • O, más bien, ¿nacemos con una predisposición básica que podrá desarrollarse más o menos según los estímulos de la familia, de la educación, del ambiente? ¿Qué papel juega el interés de los pequeños? Durante esta presentación, intentaré dar algunas respuestas a estas y otras preguntas, basándome en los resultados de una investigación científica longitudinal que he realizado en Italia con una colega, Donatella Villa, en dos ciudades italianas (Bologna e Imola) a lo largo de seis años: el Proyecto inCanto. A partir de actividades musicales realizadas con madres embarazadas, porque está cientificamente demonstrado que el oído funciona ya a las 24 semanas del embarazo, el proyecto ha seguido con encuentros musicales semanales para los niños y niñas con sus padres, observando paso a paso las fases de desarrollo desde el nacimiento hasta los seis años. Se trataba de encuentros en los cuales se cantaba, se usaban los instrumentos de percusión, se hacían juegos cantados en movimiento, audición musical con movimientos y se hacían danzas. A las madres se les pedía que continuaran en casa con los niños cantando, oyendo música, danzando y tocando instrumentos de percusión. Tenían también que rellenar un diario, predispuesto por nosotras, anotando las actividades realizadas, las modalidades de participación de los niños, los intereses manifestados por ellos y los repertorios usados. Por fin tenían que grabar periódicamente las vocalizaciones (desde los dos meses de edad) y los cantos de los niños. Los progresos notados y documentados (limitadamente a los primeros tres años) en una publicación (Nascere musicali, EDT, Torino 2007 traducida al castellano: ¿Se nace musical? Graó, Barcelona 2006), han desvelado por primera vez algunos puntos clave del desarrollo musical, en particular la necesidad de experiencias musicales frecuentes, posiblemente desde los últimos meses de la vida prenatal o desde el nacimiento hasta los 6 años, el papel determinante de la familia y de los educadores y el logro precoz de determinadas capacidades. Durante esta intervención presentaremos los principales resultados alcanzados escuchando y mirando ejemplos significativos de niños que cantan, o tocan instrumentos o se mueven con la música. Comentaremos estos resultados a la luz de los estudios teóricos realizados por otros investigadores. Sugeriremos algunas actividades que, según la investigación, han resultado eficaces para estimular, acompañar y satisfacer la predisposición de todos los niños y niñas hacia la música. El término predisposición no está usado en el sentido de “capacidades innatas” que sólo tienen algunos, sino en el sentido de buena disposición, propensión, apertura hacia la música en el sentido general y afirmamos, sobre la base de los resultados obtenidos, que todos los niños del proyecto han demostrado poseerla, han nacido con esta predisposición. El interés y la atención hacia la música, la disponibilidad a “sentir” sus efectos, la búsqueda del sonido con los objetos y la producción de vocalizaciones musicales y de cantos han sido comunes y constantes en todos los niños durante los primeros 2-3 años. Estas conductas se han ido diferenciando en un segundo momento por muchas causas: las transformaciones del ambiente familiar, el enriquecimiento personal con experiencias de distintos tipos (no sólo musicales) y sobre todo la presencia progresiva de intereses diferentes y la evolución del temperamento-carácter de cada niño. Las distintas capacidades musicales maduradas por estos niños no son en realidad “precoces” en el sentido de que la naturaleza ha dado unos saltos sino en el sentido de que han madurado antes de lo que sucede generalmente en los niños que no viven en un ambiente estimulante, por lo tanto habría que considerarlas “normales” porque demuestran que la naturaleza está preparada. Si hay niños en Primaria que no entonan, no inventan canciones o rítmos, no siguen el compás, no respetan el ritmo de una canción…esto significa que se han mantenido en un estado de “carencia musical”. En conclusión, la riqueza de los resultados conseguidos permite en efecto proyectar unos recorridos educativos que tengan en cuenta la predisposición inicial de todos y sigan los tiempos de maduración de las capacidades musicales desde los primeros meses de vida para que cada uno pueda alcanzar el pleno desarrollo de su musicalidad. Referencias bibliográficas DELALANDE François, 2009, La nascita della musica. Esplorazioni sonore nella prima infanzia, Franco Angeli, Milano. MALBRÁN Silvia, 2002, Tapping in time: A Longitudinal Study at the ages three to five years, “Bulletin of the Council for Research in Music Education”, pp. 153/4, Special Issue. MALBRÁN Silvia, TAFURI Johannella, 2006, Experiencia musical precoz y sincronía rítmica con el tactus, “Eufonía”, 38, pp.14-38. MOOG, Helmut, 1976, The development of musical experience in children of preschool age. “Psychology of Music”, 4/2, 38-45. TAFURI Johannella, 2000, El origen de la experiencia musical, “Eufonía”, 20/2000, pp. 81-92. TAFURI Johannella, 2007, Nascere musicali, E.D.T., Torino, (traduzione in spagnolo ¿Se nace musical?, Graó, Barcelona 2006; traduzione in inglese Infant Musicality: New Research for Educators and Parents, Ashgate, London 2009). TAFURI Johannella, 2010, Cantando s’impara, Carocci Faber, Roma. TAFURI Johannella, MALBRÁN Silvia, 2010, La sincronizzazione musicale da 2 a 4 anni, in A. R. Addessi et al., (Eds.), Con-Scientia Musica, LIM, Lucca, pp. 461-477. TREHUB Sandra, 2003, Toward a Developmental Psychology of Music. “Annals of the New York Academy of Sciences”, 999, pp. 402-413.