FUENTES DEL DERECHO ROMANO 177 Se diferencia en cuanto al método adoptado para distribuir los fragmentos clásicos. Estos no llevan indicación del autor ni de fuente alguna. El lenguaje empleado está en primera persona, como si fuera el Emperador el que se expresara, dirigiéndose a la juventud estudiosa. Por medio de la citada constitución Tanta, el 30 de diciembre del año 533, recibió fuerza de Ley. El orden sistemático seguido es el de las Institutas de GAYO: persona, res y actiones. Se divide en libros y cada uno de estos en títulos. Al igual que el Digesto, los títulos se subdividen en otras divisiones denominadas principium y párrafos. Esta obra consta de cuatro libros, con el siguiente contenido: El libro primero trata de las personas, el segundo comienza con una clasificación de las cosas, estudia la propiedad y los derechos reales y termina con un estudio sobre los testamentos. El libro tercero determina la materia de la sucesión intestada, la de las obligaciones de origen contractual y una doctrina general sobre las obligaciones. Por último, el libro cuarto se ocupa de las obligaciones ex delito y de las acciones judiciales del procedimiento privado. Contiene, además, un apéndice en el mismo título: De publicis iudcis, de carácter penal. Esta obra, como el Digesto, pertenece a la parte del Corpus iuris civilis, que encaró la recopilación de los Jura, tal como se entendía esta forma de derecho romano en la época de Justiniano. Las Novelas. La labor compiladora de JUSTINIANO terminó con la publicación del Codex lustiniani repetitae praelectionis, las institutas seu Elementa y el Digesta Sive pandectae. Sin embargo, no cesó su labor legislativa, en cuanto a las leyes posteriores que hubo que dictar para determinar nuevas instituciones, sobre todo en el derecho de la familia y en el régimen sucesorio. En el lapso de treinta años más, desde la publicación del código (533) hasta el año 565, se sancionaron nuevas constituciones, Novellae Constitutiones Post Codicem. Esta obra no fue compilada oficialmente, aunque parece que esa fue la intención del Emperador; en la actualidad se conocen tres colecciones privadas: