27/07/2008 Clarín - Nota - Sup. Económico - Pag. 6 ENTREVISTA SANTIAGO MONTOYA, TITULAR DE ARBA Montoya: con la lupa en los bancos, el comercio y el campo El polémico recaudador bonaerense explica los ejes de su campaña contra la evasión. Y define los sectores en los cuales pondrá más atención. Dice que el deber del Estado es cobrarles primero a los que más tienen, pero que todos deben pagar impuestos. Oscar Martínez omartinez@clarin.com La politica tributaria es uno de los pocos instrumentos aptos de redistribución de la riqueza que les quedan a los Estados modernos", sostuvo el titular de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), Santiago Montoya. Y anticipó que "este año, pondremos el énfasis en los bancos, los hipermercados y el campo". Justificó el aumento en la alícuota de Ingresos Brutos y relativizó que tenga sólo intención recaudatoria; además, sostuvo que las provincias deben cobrar "más y mejores impuestos". "La recaudación en la provincia viene muy bien. El aumento es mayor que a nivel nacional: en mayo fueron entre 12 a 14 puntos más y en junio, 2 puntos más; pero en julio esperamos una desaceleración del crecimiento", comenzó a disparar. –Eso puede ser nominal, pero en términos reales ¿cómo les fue?, preguntó iEco. –Muy bien. La recaudación subió un 30%, y sumando el crecimiento económico más la peor de las hipótesis privadas sobre inflación, igual nos da un resultado real positivo. –¿Se debe a una mejor administración tributaria o a los llamativos operativos contra los morosos o evasores? –No, para nada. En los últimos meses se debe a un crecimiento económico y efecto precio. Tomó un respiro. "Para nosotros –recitó– la política guía a la economía, pero habrá buena política con una mejor gestión y para esto se necesitan profesionales idóneos. La mejora en la administración tributaria, que es evidente en muchos aspectos, sólo fue posible con la capacitación del personal y la incorporación de tecnología, como la digitalización de los catastros o la utilización de Google para mensurar terrenos y conocer mejoras". Se volvió a sentar, leyó un par de mails en la blackberry ("Perdón, pero son de la Gobernación") y siguió explicando su punto de vista. "Ya hace seis años que estamos trabajando y los mayores logros se obtienen al comienzo de la campaña, cuando uno les pega a los evasores más grandes. Después hay que consolidar lo logrado: que los que pagan sigan pagando y seguir sumando contribuyentes". Repasa un par de cifras: "El incumplimiento tributario en 2002 era del 75%, ahora es del 30/32%, aspiramos a llegar al 10/12% de evasión como tiene Chile". –¿No es exagerado perseguir a los pequeños evasores, como los que no pagan patentes, en lugar de concentrar los esfuerzos en los grandes evasores? No. Pagar impuestos es cumplir con la ley, y todos tenemos que hacerlo. Pero la mayor obligación recae sobre los sectores de mayores ingresos, que son siempre los que más se quejan. Volvió a las cifras. "Todos los años tenemos unos 390.000 contribuyentes que deben más de 1.500 pesos y no son pobres. Y de estos, hay 89.000 que deben más de 5.000. ¿Cuántas maestras, médicos o policías menos tenemos por estos evasores? Mientras nosotros tengamos este nivel de evasión seguiremos pidiendo que paguen los evasores, sean pequeños, medianos o grandes". Los nuevos objetivos Sin embargo, Montoya tiene tres "grandes casos" entre manos: bancos, hipermercados y centros de compra y el campo, y le explicó a iEco, en exclusiva, las razones de su elección: Bancos. "Nosotros les estamos reclamando a los bancos entre 500 y 800 millones de pesos por dos conceptos: uno es el de las operaciones en los cajeros, que cobran un pequeño monto por las operaciones. Es el costo del servicio que las dos redes grandes lo atribuían como realizado en la Capital. Hicimos un planteo y lo ganamos. Cobramos más de 50 millones de pesos. Pero hay otra discusión respecto a lo sucedido con la devaluación, cuando los bancos recibieron un bono del BCRA por la pesificación asimétrica;éste es un ingreso para los bancos por el que no pagaron Ingresos Brutos. Hicimos el reclamo y a fines del año pasado tres entidades ya nos pagaron y ahora tenemos un pedido contra un grupo grande de bancos por unos 600/700 millones de pesos". Hípers y centros de compra. "Tenemos reclamos de entre 500 a 600 millones de pesos a hipermercados y centros comerciales. Reclamamos por conceptos relativamente sofisticados. Por ejemplo, el servicio logístico encubierto (la distribución de un producto determinado), para nostros eso es un servicio que cobran y debe abonar Ingresos Brutos. También están los `servicios de marketing o venta’ que representan un costo para el proveedor (por ejemplo, un 6% de descuento) y que para nosotros es un servicio publicitario que debe abonar Ingresos Brutos. Sector agropecuario. "En un sector complejo en un territorio grande como Francia, sólo se puede combatir la evasión con tecnología. Sabíamos que era mucha la evasión, pero ibamos a ciegas. Envíamos gente a capacitarse a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y a Italia para aprender sobre estimaciones satelitales de cosecha, digitalizamos todos los estados parcelarios que eran de 1954. Ahora, con tecnología satelital podemos estimar la cosecha de trigo, maíz, sorgo, soja y girasol, que son los principales intereses fiscales, por parcela individual. Ahora bien, Ingresos Brutos se devenga cuando el productor vende, con las tecnologías de almacenamiento y la complejidad de las operaciones corremos el riesgo de una muy fuerte evasión. Están la industria aceitera, forrajera, molienda, son cadenas de valor complejas con diversos grados de informalidad. Pero, por ejemplo, la industria aceitera está sobre todo fuera de la provincia y, si no nos pagan en su comienzo, una vez que la cosecha sale de Buenos Aires no hay forma de registrarlo. Por eso necesitamos la trazabilidad. Saber quién produce en un campo determinado, si es dueño o arrendatario. El que sea, una vez que la cosecha se levante, tendrá que pagar. Otro elemento es la economía del trueque en el campo. Es habitual el cambio de cosecha por semillas u otros insumos. Y el trueque facilita la evasión, para eso también sirve la trazabilidad. El único impuesto que no puede evadirse con el trueque es el inmobiliario rural, que quedó totalmente desactualizado. Pero aquí también hay problemas. Por ejemplo, no se declaran los 10.200 silos que detectamos, que aumentan la valuación del campo, o se falsea la distancia del campo al camino, siempre para pagar menos. El 70% de los campos de la provincia mintieron sobre la distancia al camino y también mintieron con la aptitud del suelo y ahí también mintieron de manera masiva. –¿En plata, cuánto evade el campo según sus cálculos? Es algo difícil de calcular, pero lo calculo entre 600 y 800 millones por año. –Vuelvo a algo anterior: sumando las deudas y la potencial evasión de los grandes sectores, ¿tiene sentido distraer esfuerzos en perseguir a los pequeños evasores que aportan mucho? Le respondo de otra manera: todos tenemos que cumplir las leyes. La responsabilidad de un Estado es ponerse los pantalones largos y hacer cosas antipáticas con algunos para hacer el bien común. Y los primeros que tienen que cumplir la ley son los poderosos, los más ricos. Sean nacionales o grandes multinacionales. En seis años mostramos que le cobramos a todos, que clausuramos un hipermercado y que somos capaces de embargar una 4x4. Le demostramos a la gente que lo hacemos con los grandes para legitimar nuestra acción con la sociedad. La acción de un Estado moderno es ser fuerte con los fuertes y hacerles cumplir la ley a todos. El asunto es que el esfuerzo se reparta parejo para todos: ir por el más grande primero y con esa legitimación, lograr que todos paguen. –¿No sería una solución, aunque sea parcial, coparticipar los impuestos como las retenciones o el impuesto al cheque? –Podría ser, pero no me parece que el problema de fondo sea cómo se reparte la plata, sino más bien de competencias tributarias. Hace años que Ingresos Brutos es cuestionado, pero no somos los únicos que lo tenemos y que lo reformulamos; detrás de nosotros vienen Santa Fe y Córdoba con planteos similares. En el fondo, se trata de que las provincias recauden más y mejor. En Brasil, los estados federales recaudan cerca del 12% del PBI y nosotros, el 6%. Las provincias y los municipios tienen que cobrar más. Y creo que al fortalecer su principal impuesto, las provincias damos un paso adelante.