71-D-2012 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las trece horas y treinta y cinco minutos del doce de junio de dos mil doce. VISTO el incidente de competencia negativa suscitado entre la Jueza Primero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad y la Jueza de lo Civil de Soyapango, a fin de que esta Corte determine el Tribunal que debe conocer del Proceso Ejecutivo Mercantil, promovido por la Licenciada VERÓNICA MARIA ARELY LÓPEZ DE ARGUELLO conocida por VERÓNICA LÓPEZ DE ARGUELLO, actuando en su calidad de Apoderada General Judicial de SCOTIABANK EL SALVADOR SOCIEDAD ANONIMA, que puede abreviarse SCOTIABANK EL SALVADOR, S.A., Institución Bancaria, en contra de la señora JULIA YANETH RIVERA CASTRO, reclamándole cantidad de dinero y accesorios. VISTOS LOS AUTOS; Y, CONSIDERANDO: I.-La Licenciada López de Arguello, en la calidad referida, presentó demanda Ejecutiva Mercantil la que fue asignada al Juzgado Primero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, en la cual manifestó en lo medular lo siguiente: que la Institución crediticia de quien es Mandataria, concedió el veintiuno de marzo de dos mil cinco a la señora JULIA YANETH RIVERA CASTRO, a título de mutuo la cantidad de TREINTA Y SEIS MIL SEISCIENTOS VEINTICINCO DÓLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, al interés nominal del SEIS POR CIENTO anual sobre saldos, y en caso de mora la tasa de interés pactada se cobraría CINCO PUNTOS más sobre el tipo de interés aplicado a la fecha de la mora; ésta obligación fue garantizada con primera hipoteca Abierta a favor del Banco demandante sobre un inmueble urbano, identificado como lote número dos, del polígono A-B, pasaje principal de la Urbanización Guerrero, de la ciudad y departamento de San Salvador; y siendo que la señora Julia Yaneth Rivera Castro, no cumplió con la obligación que incorpora el crédito relacionado, tiene pendiente de pago en concepto de capital la cantidad de TREINTA Y DOS MIL OCHOCIENTOS NOVENTA DÓLARES CON SETENTA Y SEIS CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, más el interés convencional del siete por ciento anual sobre saldos, a partir del día veintitrés de diciembre de dos mil nueve en adelante, e interés moratorio de cinco puntos más sobre intereses convencionales, a partir del día veinte de febrero de dos mil diez en adelante, más las costas procesales, por lo que en virtud de instrucciones precisas de su mandante promovía el proceso de mérito. II. La Jueza Primero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, mediante auto definitivo de las catorce horas cincuenta minutos del veintisiete de octubre de dos mil once, agregado a fs. 35, en esencia resolvió: en primer lugar examinar su competencia en relación a la demanda, por lo cual trae a consideración los Arts. 33 inciso primero del C.Pr. C y M. y el 67 C.C., el primero determina que será competente el tribunal del domicilio del demandado y el segundo que se refiere al domicilio contractual o especial, que dicha sumisión mediante una cláusula expresa en un contrato de adhesión se considera como una cláusula abusiva de conformidad al Art. 17 de la Ley de Protección al Consumidor; comenta al respecto la jurisprudencia de esta Corte que señala que la cláusula de sumisión expresa y unilateral a un domicilio especial no surte fuero, no vale en los contratos de adhesión, cuando la misma ha sido impuesta en el contrato mediante el uso de formularios o impuestas mediante mutuos confeccionados en el seno de las relaciones crediticias entre sujetos ubicados en posiciones económicas desiguales. Agrega, que el demandante en el libelo de la demanda señala que la demandada es del domicilio de Soyapango, razón por la cual el Tribunal carece de competencia territorial para conocer de la demanda y ordenó remitirlo al Juzgado de lo Civil de Soyapango, por considerar que éste si lo era. III. La Jueza de lo Civil de Soyapango, por resolución de las ocho horas treinta y siete minutos del veintidós de diciembre de dos mil once, en lo medular, expresó: que del estudio íntegro del documento base de la pretensión se establece que la demandada es del domicilio de esta ciudad; no obstante consta la comparecencia de ambas partes a la celebración del referido instrumento, tanto acreedor como la deudora, sometiéndose para todos los efectos legales del instrumento, al domicilio especial de la ciudad de San Salvador, jurisdicción a cuyos tribunales se someten expresamente ratificando y firmado su contenido; que de lo anterior resulta factible el análisis respecto a su competencia, razonando en primer lugar que el tribunal competente territorialmente es aquel al que las partes se hayan sometido expresamente o tácitamente en instrumentos fehacientes, llamado fuero convencional, por lo que cita para efectos de sustentar dicho análisis alguna jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia sobre asuntos de competencia, que supone ha determinado como regla de competencia privativa cuando existe un sometimiento bilateral entre las partes. Agrega, que el instrumento base de la pretensión cumple con el requisito de bilateralidad señalado por la Corte como fundamental, en vista de haber sido suscrito por la demandada y el representante legal de la institución acreedora, además el sometimiento al domicilio especial en la ciudad de San Salvador, plasmado en la cláusula XII) del mutuo hipotecario, es totalmente válido y prorroga la competencia según lo establece el Art.33 inciso 2° de CPCM, de manera tal que el domicilio especial prevalece sobre el domicilio de la demandada señalado por la parte actora en la demanda, cuya ciudad está en una jurisdicción que no pertenece a ese Tribunal; y que por tanto, la acción de la licenciada López de Arguello, ha sido dirigida a un Tribunal que no es competente en razón del territorio, consecuentemente decidió declararse incompetente y ordenó remitir el proceso a esta Corte a fin de que decida a quien corresponde conocer del mismo. IV.- Los autos se encuentran en este Tribunal para dirimir el conflicto de competencia suscitado entre la Jueza Primero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad y la Jueza de lo Civil de Soyapango. Analizados los argumentos expuestos por dichos funcionarios, este Tribunal hace las siguientes CONSIDERACIONES: La primera funcionaria relacionada manifiesta ser incompetente puesto que en la demanda se señala que la demandada es del domicilio de Soyapango, además que la sumisión expresa a un domicilio especial contenida en el contrato —de adhesión- no surte fuero; la segunda argumentó, que el domicilio especial fijado por las partes contratantes prevalece sobre el domicilio de la demandada señalado por el actor en su demanda. En el caso en estudio, es útil hacer notar que de los hechos aportados por la parte actora en la demanda, es dificultoso establecer de forma precisa la indicación del domicilio a que pertenece la demandada, debido a que consta en la misma que la actora manifiesta textualmente que: "la señora JULIA YANETH RIVERA CASTRO, en aquella fecha de veintiséis años de edad, Comerciante, del domicilio de Soyapango, departamento de San Salvador [...]", datos sobre los cuales, se estima que no es posible tener una certeza clara sobre la actualidad de la información que identifica a la demandada, al introducir el demandante la frase: "en aquella fecha", especialmente en lo que concierne al domicilio. De ahí que, de la forma en que fueron proporcionadas las generales de la demandada en el libelo de la demanda, deviene en la falta de uno de los requisitos o datos constitutivos de una demanda completa, pues no se relacionó el domicilio civil actual de aquélla; dicho evento tiende a dificultar la labor de la calificación de la competencia territorial, debido a que únicamente se relacionó "el domicilio de la demandada al momento de adquirir la obligación, lo que data del año dos mil cinco"; es decir, que se omitió un dato personal útil, no sólo para la identificación de la misma sino para el examen oficioso por parte del Juzgador, además de la obligación que tiene el actor de suministrar todos los datos conocidos del demandado, establecidos en el Art. 276 del Código Procesal Civil y Mercantil; tampoco se puede soslayar que oportunamente debe ser reparado por el Juzgador con el propósito de recabar todos los elementos pertinentes a efecto de realizar el examen de su competencia. Dentro del mismo orden de ideas, el Juzgador tiene la capacidad saneadora reconocida en la norma procesal de conformidad al Art. 278 del Código de Procesal Civil y Mercantil, para prevenir respecto de la imprecisión o carencia en la mención del domicilio del demandado y otros requisitos dentro del examen liminar para la admisión de la demanda; todo ello sin perjuicio de extralimitarse en sus funciones refiriéndose a los aspectos meramente formales o de oscuridad de la demanda siempre y cuando el requerimiento de tales requisitos no constituyan una obstrucción al acceso a la justicia, y de ninguna manera provoque dilaciones innecesarias que vuelva el trámite ineficaz. En vista de lo anterior, es imperioso referirnos al fuero convencional, sobre el sometimiento a la jurisdicción de los Tribunales de esta ciudad en el instrumento base de la pretensión, de cuyo examen al documento base de la pretensión se advierte, que éste cumple con el requisito de bilateralidad que en anteriores ocasiones se ha señalado como fundamental, es decir, que existe un sometimiento bilateral a una jurisdicción determinada fijada por las partes contratantes que es válido entre los mismos; cabe agregar que la condición sine qua non está determinada por dicho elemento, puesto que implica la renuncia al domicilio civil de parte de uno de los contratantes; asimismo las normas que se refieren al domicilio contractual exigen la concurrencia de la referida condición del contrato, como producto de un acuerdo de voluntad entre ambas partes, Arts. 67 C.C. y 33 inciso segundo C. Pr. C y M., por lo anterior éste será el parámetro que proporcione la regla a seguir en el caso particular. Ahora bien, respecto al análisis realizado por la Jueza Primero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, mediante el cual estimó que la cláusula de sumisión expresa a un domicilio especial, contenida en un contrato de adhesión se considera cláusula abusiva, como lo regula el Art. 17 de la Ley de Protección al Consumidor, citando alguna jurisprudencia de esta Corte; al respecto se advierte, que en los casos relacionados por dicha Juzgadora, se refieren al supuesto de que existe un contrato unilateral, en los cuales el símil radica en el sometimiento a un domicilio especial de forma unilateral, por tal motivo no son aplicables al caso de autos, cuya diferencia se establece en la existencia de un sometimiento bilateral a una jurisdicción determinada fijada por las partes contratantes, como ya se le ha dicho en oportunidades anteriores. (Vgr. Sentencia de competencia Ref. 58-D2012) De lo antes expuesto se concluye, que la competente para conocer y decidir sobre el caso de mérito, es la Jueza Primero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad; y así se determinará. POR TANTO; de acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 182 atribución 2ª y 5a de la Constitución y 47 inc. 2° C.Pr.C. y M., a nombre de la República, esta Corte RESUELVE: A) Declárase que es competente para sustanciar y decidir el proceso de que se ha hecho mérito, la Jueza Primero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad. B) Remítanse los autos a dicha funcionaria, con certificación de esta sentencia, a fin de que disponga el llamamiento a las partes para que comparezcan a hacer uso de sus derechos en el término legal correspondiente. C) Comuníquese esta resolución a la Jueza de lo Civil de Soyapango, para los efectos de ley. HAGASE SABER. --------------M. REGALADO--------J. B. JAIME-------------------- “E. S. BLANCO R.”----------------F. MELENDEZ------------------R. E. GONZALEZ------------- PERLA J-------------- M. A. CARDOZA A.-------------GARCIA----------- PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS S. Y MAGISTRADAS AVENDAÑO------- RUBRICADAS.------ QUE LA SUSCRIBEN.----- RIVAS