338-D-2011 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las

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338-D-2011
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las trece horas y treinta y dos minutos del
treinta y uno de enero de dos mil doce.
VISTO el incidente de competencia negativa suscitado entre la Jueza de lo Civil de
Soyapango y el Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, a fin de que esta Corte
determine el Tribunal que debe conocer del Proceso Ejecutivo Civil, promovido por el
Licenciado CARLOS FABREGAT TORRENTS, actuando en su calidad de apoderado del
FONDO SOCIAL PARA LA VIVIENDA, Institución de Crédito Autónoma, que se abrevia "El
Fondo", contra la señora MARÍA IMELDA DEL ROSARIO GARCÍA, reclamándole cantidad de
dinero y accesorios.
VISTOS LOS AUTOS; Y,
CONSIDERANDO:
I. El Licenciado Carlos Fabregat Torrents, en la calidad referida, presentó demanda
Ejecutiva Civil ante el Juzgado de lo Civil de Soyapango, motivando su pretensión en un
instrumento público de Mutuo con garantía hipotecaria, manifestando en síntesis lo siguiente:
Que la demandada señora María Imelda del Rosario García, es en deberle a su representada la
cantidad de OCHO MIL TRESCIENTOS QUINCE DÓLARES CON VEINTICINCO
CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, de capital, e interés
pactado del SIETE POR CIENTO ANUAL mas primas de seguro, encontrándose en mora desde
el dos de diciembre de dos mil seis; razón por lo que solicita, se decrete embargo en bienes de la
demandada, se libre el correspondiente mandamiento de embargo y en sentencia definitiva se le
condene a pagar lo adeudado.
II. La Jueza de lo Civil de Soyapango, por auto de las ocho horas con cincuenta minutos
del diecinueve de septiembre de dos mil once, a fs. 18, en síntesis RESOLVIÓ: Declarar
improponible la demanda incoada, por carecer de competencia territorial, ya que según sus
argumentos, el tribunal competente territorialmente, es aquél al que las partes se sometieron
expresa o tácitamente en instrumentos fehacientes, además sostiene que los otorgantes del
instrumento base de la pretensión, comparecieron a la realización del mismo, (acreedor y
deudora), y que en su literal K) se estatuyó un "Domicilio Especial", en la cual la deudora señaló
como tal, esta ciudad- San Salvador-, y relaciona el Art. 33 inciso segundo del C. Pr. C y M.,
además menciona que el referido instrumento cumple con el requisito de bilateralidad, que ha
sostenido como fundamental esta Corte, por tanto este domicilio (el especial) sostiene prevalece
sobre el domicilio del demandado señalado por el actor en su escrito de demanda, y siendo que
San Salvador es una jurisdicción que no pertenece a su Tribunal, aduce que es competente el
Juzgado Cuarto de lo Civil y Mercantil de San Salvador, y remite el proceso al Tribunal en
referencia, fundamentándose en los Arts. 15 Cn, 3 y 17 C. Pr. C y M. y 11 inc. 1° Decreto N° 372
de Creación y Transformación de Juzgados que serán competente para conocer de los procesos a
que se refiere el C. Pr. C y M, en relación al Art. 33 del mismo cuerpo legal y sentencias
pronunciadas bajo las Referencias Nos.177-D-2010, 135-D-2010 y 225-D-2010.
III.-
El Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, por resolución de las
catorce horas del nueve de noviembre de dos mil once, agregada fs. 23, en lo substancial
EXPRESÓ: Que declaraba improponible la demanda incoada, por carecer de competencia
territorial, de conformidad con los Arts. 182 fracción 2° Cn, 57 y 60 C.C. y 40, 41, 42 y 47 C. Pr.
C. y M. Tal decisión la sustenta, en el sentido que la parte actora en forma expresa ha renunciado
a la potestad de perseguir a la deudora en su domicilio convencional, prefiriendo el domicilio real
de la demandada, pues resulta más beneficioso a aquélla ser demandada en su domicilio real, y
pueda ejercer de forma efectiva su derecho de defensa, en armonía con la economía procesal y
celeridad al momento de realizar los actos de comunicación propios del proceso. Además hace
referencia a la consideración de la señora Jueza de lo Civil de Soyapango, -consideró que el
Tribunal competente territorialmente, en primer lugar es aquél en que las partes se hayan
sometido expresa o tácitamente en instrumentos fehacientes- advirtiendo que tal aseveración
constituye una extralimitación en la calificación oficiosa de la competencia, puesto que ésta
corresponde controvertirla a la demandada, en congruencia al sistema dispositivo. Finalmente
remite el expediente a esta Corte para que dirima el conflicto.
IV.-
Los autos se encuentran en este Tribunal para dirimir el conflicto de competencia
suscitado entre la Jueza de lo Civil de Soyapango y el Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta
ciudad. Analizados los argumentos expuestos por dichos funcionarios, este Tribunal hace las
siguientes CONSIDERACIONES:
El principal elemento para determinar y delimitar la competencia territorial, lo
constituye el domicilio del demandado, esto es para facilitar su defensa en sentido amplio y
eficiente (exponga sus argumentos y rebata los del actor, interponga excepciones por falta de
competencia, entre otros,). En esa misma línea argumentativa, el Juzgador debe interpretar la
ley procesal de tal modo que procure la protección y eficacia de los derechos de la parte
demandada, conforme al art. 18 C. Pr. C. y M., siendo que la legislación habilita al mismo a
examinar in limine y en todo momento del proceso, el cumplimiento del requisito de su
competencia, es decir su observancia no es dispositiva sino de oficio. Vale mencionar que la
disponibilidad de la competencia territorial es prerrogativa de la parte demandada, a quien
corresponderá controvertir tal situación y denunciar la falta de aquélla de conformidad al Art.
42 Inc. 1° C. Pr. C y M. De lo referido se infiere que ésta, puede prorrogar la competencia de
manera tácita, al no denunciar la falta de aquélla.
Expuesto lo anterior, en el caso de mérito, se advierte que la parte actora en el libelo de
la demanda manifestó que la incoada es del domicilio de llopango, departamento de San
Salvador, a diferencia del domicilio contractual consignado en el instrumento base de la
pretensión específicamente en la cláusula K) denominado "DOMICILIO ESPECIAL", se
indicó que la deudora señalaba como tal el de esta ciudad, (refiriéndose a la ciudad de San
Salvador, lugar de celebración del instrumento de mutuo con garantía hipotecaria), lo que al
final se ratifica con la suscripción del mismo por ambas partes.
Ahora bien, la Jueza de lo Civil de Soyapango, declinó su competencia, entre otras
cosas, porque estimó que el domicilio contractual prevalecía sobre el domicilio de la
demandada señalado por el actor en su demanda. Tal razonamiento, no puede ser compartido
por esta Corte, porque prima facie equivale a dudar de lo expuesto por el demandante, sin
causa justificada y por tanto, atenta contra el principio de buena fe, al cual deben ceñirse las
partes procesales. Por tal motivo, declinar la competencia bajo tal argumento, únicamente
dilata de manera innecesaria la administración de justicia, contrario a nuestra premisa
constitucional contenida en el Art. 182 at. 5a. Cn. Siendo que a pesar, de existir sometimiento
por ambas partes contratantes, el actor renunció de manera tácita a ese domicilio, y decidió
presentar su demanda en el domicilio de la demandada, es decir ante el Juez natural.
Por consiguiente, si bien es cierto existe sumisión expresa a un domicilio especial, nadie
puede ser desviado de la justicia ordinaria, natural, a la vez que dentro de la misma nadie puede
ser derivado del Juez natural que conforme a la ley de la materia le corresponde de modo previo
y objetivo, siendo que, aquél no priva al renunciante, de su domicilio natural, ni obliga al
acreedor a demandar en ese domicilio convencional, quedando en consecuencia a criterio de
este último, el hacerlo en el domicilio de la deudora o en el convencional.
Así pues, si la parte actora manifestó en su escrito de demanda, que la demandada es del
domicilio de Ilopango, departamento de San Salvador (distinto al consignado en el instrumento
base de la pretensión) lo hace en cumplimiento a lo que prevee el Art. 276 ord. 3° C.Pr.C. y M., y
con ello contribuye a determinar el elemento pasivo de la pretensión, sujeto procesal que está en
mejor posición jurídica de cara a demostrar el domicilio actual de la demandada —y es de su
interés por celeridad en el proceso- por tanto, debe tenerse por entendido, que el domicilio a
tomar en cuenta sobre el particular, es el denunciado por el actor —en el libelo de la demandaque para el caso se trata del juez natural, lo que permite al juzgador calificar su competencia, de
modo que, el demandado ponga en marcha el ejercicio de su defensa en el momento actual, en
consonancia con el principio de Juez natural; valer decir, el juez de su domicilio, (la ciudad de
llopango, departamento de San Salvador). Se advierte, y está previsto en la ley que éste debe ser
perseguido en el mismo, conforme a lo preceptuado en el Art. 33 inc.1° C.Pr.C y M., que reza.
"Será competente por razón del territorio, el Tribunal del domicilio del demandado...", ello en
concordancia con el Principio Constitucional de Legalidad que ordena en su Art. 15: "Nadie
puede ser juzgado sino conforme a leyes promulgadas con anterioridad al hecho de que se trate, y
por los tribunales que previamente haya establecido la ley.", puesto que es primordial el respeto a
la Constitución como norma máxima e inspiradora de los principios procesales rectores del
Código Procesal Civil y Mercantil.
De ahí que, de manera congruente con lo anotado, el derecho al Juez natural, se cautela a
través del Principio de Legalidad, y en sintonía con el texto constitucional, cabe agregar que el
juez predeterminado está consagrado por las normas previstas por los Arts. 8.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos.
En virtud de lo preceptuado, la Jueza competente para ventilar y dilucidar los autos en
análisis, es la Jueza de lo Civil de Soyapango, por razón del domicilio de la demandada, y
circunscripción territorial asignada a ese Tribunal por Decreto Legislativo N° 262, del 23 de
marzo de 1998, publicado en el Diario Oficial N° 62, Tomo 338, del 31 de marzo de 1998, y así
se determinará.
POR TANTO: De acuerdo con las razones expuestas, disposiciones legales citadas y
arts. 182 at. 2' y 52 de la Constitución y 47 inc. 2° C.Pr.C. y M., a nombre de la República, esta
Corte RESUELVE: A) Declárase que es competente para sustanciar y decidir el proceso de
que se ha hecho mérito, la Jueza de lo Civil de Soyapango; B) Remítanse los autos a dicha
funcionaria, con certificación de esta sentencia, a fin de que disponga el llamamiento a las
partes para que comparezcan a hacer uso de sus derechos; C) Comuníquese esta resolución al
Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, para los efectos de ley. HAGASE SABER.
J.B JAIME----------------M. REGALADO-------------- J.N. CASTANEDA S -----------M. A.
CARDOZA A ------------ “E. S. BLANCO R.”------------ M. POSADA. -------------- L. C DE
AYALA----------------R. E. NUÑEZ ----------PERLA J-------------PRONUNCIADO POR
LOS
MAGISTRADOS Y MAGISTRADAS QUE LO SUSCRIBEN.-----
AVENDAÑO-------- RUBRICADAS.------
S. RIVAS
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