R10 b LATERCERA Sábado 21 de diciembre de 2013 VIENE DE PÁGINA [9] 3 ido a una feria, conversado con la gente, tendrían una percepción diferente. Pero al parecer sus ideas son minoría en su sector, porque por algo perdió la primaria. Yo en la primaria dije que la forma de ganar la elección presidencial era hacerlo en el terreno del debate de las ideas y, claro, perdí por una mínima ventaja esa primaria. Y la perdí, todo el mundo sabe dónde, en tres comunas: Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea. Y quiero decir, claramente, que es en ese sector donde peor se entienden los fenómenos de cambio, de ideologización, politización de la sociedad. Hay sectores de la centroderecha que asumen que la sociedad actual es desideologizada y que únicamente le importa su ingreso directo, y que temas abstractos como la desigualdad, la distribución del ingreso y la solidaridad no están en su menú mental. Eso es un tremendo error. El cosismo fue una respuesta de los 90, el énfasis en la gestión tuvo su pequeño auge junto al fin de los gobiernos de la Concertación, que precisamente mostraron una gran debilidad en la gestión. Pero hoy lo fundamental es el debate de las ideas. ¿Dijo esto al interior del gobierno? Si se revisan mis argumentos en los últimos años, se va a encontrar que gran parte de estas ideas yo las he expuesto, pero admito que lo debí haber hecho con mucha mayor fuerza, especialmente cuando estuve en el gobierno. Claro, la autocrítica que me hago es que debí desplegarme con mayor intensidad, pero, ojo, que para nadie en el gobierno estas ideas que expongo son novedad. Se le nota con un grado alto de desafección al gobierno. Yo estoy aún asimilando la gran derrota que como centroderecha hemos sufrido. Trabajamos arduamente por 20 años para alcanzar el gobierno y darle al país un horizonte de progreso importante, y siento que esa oportunidad se frustró y, en consecuencia, mi estado de ánimo no es de resignación, sino que de rebeldía, porque estoy convencido de que las cosas se debieron hacer de otra manera. Culpa al Presidente, pero usted, pese a ser un dirigente histórico de la Alianza, casi no se apareció en la campaña de Matthei. De hecho, se fue de vacaciones después de la primera vuelta. A ver, mi aporte fue significativo y así lo reconoció la propia candidata. De partida, si no me juego a fondo, Renovación Nacional jamás la habría proclamado como su candidata, ya que hasta hoy muchos dirigentes de RN consideran que fue una candidatura impuesta por la UDI. Posteriormente, participé en la campaña en primera vuelta, entregué mis propuestas programáticas, hice mi mayor aporte, precisamente compitiendo en la circunscripción más compleja del país, como es Santiago Poniente, donde junto a Pablo Zalaquett obtuvimos la más alta votación para la centroderecha. El mismo 17 de noviembre señalé mi plena disposición a colaborar en la segunda vuelta... Pero se fue de vacaciones... Me tomé exactamente tres días de vacaciones, que de verdad los necesitaba, pero más allá de eso, me pareció adecuado el diseño de recambio general que resolvieron Joaquín Lavín y la candidata, y lo apoyé desde el primer día. Posteriormente, mantuve todos mis equipos en el terreno. Y, por último, ahí están los resultados. En mi circunscripción, Evelyn Matthei creció más que en el promedio de todo el país. Sin embargo, hay quienes dicen que a la candidata se la dejó sola. Yo no creo eso. En lo que a RN respecta, hizo lo que correspondía, y muchas de las figuras más relevantes del partido tuvieron roles en el comando de la candidata desde la primera vuelta y en la segunda. Yo apuntaría en otra dirección; recordemos que en septiembre hubo declaraciones que complicaron mucho a la candidata. ¿Se refiere al Presidente, cuando habló de los cómplices pasivos? Yo no he logrado calibrar cuál es el impacto que los discursos y las declaraciones del Presidente Piñera tuvieron en la candidatura de Evelyn Matthei. Lo que yo sí he manifestado es que esas declaraciones, y me estoy refiriendo particularmente a cuando el Presidente habló de cómplices pasivos, me parecieron parciales y muy autocomplacientes. ¿Por qué parciales? Porque en el fondo de esas palabras quedó la siguiente conclusión: durante el gobierno militar sólo existieron los que votaron por el No y los cómplices pasivos. Y eso es particularmente injusto para RN, porque RN y yo mismo, que encabecé el partido durante ese período, jamás fuimos cómplices pasivos de la violación de los derechos humanos bajo ninguna circunstancia. Y digo que fue autocomplaciente porque cuando uno formula un juicio tan crítico respecto de quienes lo apoyaron durante 20 años para asumir la presidencia y que formaron el núcleo duro de su propio gabinete, uno debe preguntarse qué hizo durante ese período, y la verdad es que durante la dictadura el Presidente Piñera hizo poco y nada; fue un empresario activo. Dice que no fueron cómplices pasivos de la violación de los derechos humanos, pero votaron por el Sí, para que Pinochet siguiera en el poder. Siempre voy a asumir las consecuencias de mis acciones y no voy a entrar en el oportunismo en que entran ahora muchos que, no obstante que eran fanáticos del Sí, ahora se dan vuelta la chaqueta. Yo sabía que el Sí no era la mejor “Uno debe preguntarse qué hizo durante ese período, y la verdad es que durante la dictadura el Presidente Piñera hizo poco y nada; fue un empresario activo”. “Estoy convencido de que el Presidente Piñera ha optado por iniciar la pavimentación de un camino que pueda conducirlo a una segunda candidatura presidencial”. opción, pero consideré, siguiendo la opinión casi unánime en RN, que era un camino mejor que el No. Pero, más que eso, al asumir esa decisión, siempre tuve claro que íbamos a tener un rol fundamental que desempeñar en RN. Sin nosotros, sin haber gatillado junto a la DC el proceso de reformas constitucionales, sin el rol que me tocó desempeñar la noche del 5 de octubre, la historia de nuestro país se habría escrito de otra manera. Por lo tanto, cada vez que me preguntan, digo lo mismo: asumo que voté que Sí, y reafirmo que hice por la democracia en Chile mucho más que quien se ufana por simplemente haber votado que No. ¿No cree injusto decir que el Presidente hizo poco y nada durante la dictadura, dado que él manifestó que votaba por el No y participó de actos en contra de Pinochet? Para alguien con tantas capacidades, recursos personales y de los otros, haber participado de un par de manifestaciones es poco y nada. Decía que no siente desafección al gobierno, pero parece que sí la tiene respecto del Presidente... No, no es así. No tengo ninguna desafección, porque siempre separo los aspectos personales de los políticos. No hay duda que tengo diferencias marcadas con el Presidente, pero no las llevo a lo personal. Nos conocemos hace 30 años y siempre hemos separado lo político de lo personal. Es inevitable pensar que con sus críticas al Presidente se está proyectando una disputa por el liderazgo del sector de cara al 2018. Yo estoy convencido de que el Presidente Piñera ha optado por iniciar la pavimentación de un camino que pueda conducirlo a una segunda candidatura presidencial. Negarlo es tapar el sol con un dedo; él está en su derecho de hacerlo y está en su derecho de escoger el camino de la fundación como instrumento. Pretender negar que el Presidente Piñera va a tener una gravitación importante en la centroderecha en el futuro es tan absurdo como no admitir que, en la práctica, en esa fundación está el embrión de una nueva candidatura presidencial. ¿También es de los que se arrepienten de haber votado por Piñera? No, no me arrepiento de haber votado por el Presidente Piñera, al revés. Sigo convencido de que en 2009 era la única figura de la centroderecha que podía ganar la elección presidencial, y por eso lo apoyé con mucha fuerza. Y tampoco descarto apoyarlo si en cuatro años más es la mejor carta para nuestro sector. La experiencia enseña que muchas veces en política uno no siempre vota por el que más le gusta, sino que por el que la responsabilidad dice que hay que apoyar.R