curiosidades bibliográficas Además de nuestros más insignes tesoros bibliográficos, los depósitos de la Biblioteca Nacional albergan miles de rarezas que, como agujas en un pajar, esperan el feliz momento de ser descubiertas. Obras menores y sin pretensiones, que pueden llegar a cobrar un valor inusitado como testimonio de cuánto han cambiado las costumbres, percepciones y formas de entender el mundo. Basta revisar estos ejemplos. Por Macarena Dolz Cómo debe jugarse el fútbol (1941) Para la década del 40, el fútbol era un pasatiempo inmensamente popular en los centros urbanos del país. Sin embargo, este instructivo revela que su penetración en el mundo rural aún era escasa. Editado por el Instituto de Información Campesina, el texto buscaba familiarizar a los habitantes de los campos con el balompié, explicando sus reglas desde cero, describiendo la composición de los equipos y formulando las claves tácticas del juego. En una época en la que el alcoholismo era visto como uno de los principales problemas de salud pública, la práctica de deporte había de mantener a los hombres en edad útil lejos del vicio de las cantinas. Revista La Pulga (1909-1916) Autoeditada por los hermanos Smith, residentes de Papudo, esta microrrevista registró durante siete años el día a día del naciente balneario. Qué barcos arribaban o zarpaban del puerto, la inauguración del ferrocarril, la escasez de agua e, incluso, los rumores detrás del precipitado regreso a Santiago de uno de los veraneantes son algunas de las noticias que el periódico relata en clave familiar y amena. Llaman la atención experimentos editoriales como las páginas con aplicaciones de arena de las playas locales, o los concursos que premiaban al ganador con tortas de dulce de La Ligua. Los fondos recaudados por la venta de ejemplares estaban destinados a la puesta en marcha de un dispensario local. 84 Carmen Marín, o, la endemoniada de Santiago (1857) Este intrigante volumen reúne los informes elaborados por los especialistas que evaluaron a Carmen Marín, la tristemente célebre "endemoniada de Santiago". Describe con lujo de detalles los espantosos ataques que sufría la joven (comparables a los de Regan, la protagonista del filme El exorcista) y da cuenta de la conmoción pública que causó el hecho en el Santiago de 1857. Más allá del morbo, hay quienes consideran este episodio como un caso bisagra, donde se confrontan dos paradigmas de conocimiento –el mágicoreligioso y el científico–, y en cuyo tratamiento se pueden rastrear los orígenes de la psiquiatría en el país. Primavera, 2013 / Nº 57