PARA DIALOGAR Buenos amigos “Mi amigo y su pena solitaria... Yo y mis aspiraciones sin límites... ¡Haz una promesa conmigo! ¡Juntos haremos frente a la vida, aunque nos aguarde el peor dolor! Mi amigo que sonríe: “En eso, cuenta conmigo”.1 Certezas Las relaciones interpersonales que mantenemos a diario son el mejor escenario para desarrollar nuestra condición de seres humanos. En esta interacción continua, cada persona puede decidir libremente su comportamiento respecto a los demás, aunque, a menudo, olvidamos la influencia o efecto que pueden tener nuestras palabras o acciones. Un actuar inconsciente o descuidado, obedece a que no acabamos de tomar conciencia de que cada uno de nosotros dispone de todo lo necesario para hacer que las cosas puedan ser de otra forma. Desde la perspectiva de nuestra fe budista, todo lo que nos sucede conforma el contexto donde podemos hacer surgir nuestro potencial para transformar absolutamente todo. No se trata de obviar la realidad; se trata de recordar que es la determinación de cada uno de nosotros, basada en nuestra práctica budista, la que activa las funciones protectoras del universo y las atrae a su vida. Es una gran responsabilidad pero que entraña una libertad absoluta, pues en realidad estamos a cargo de nuestra propia vida. Podemos decidir ser para los demás “ese amigo del salón perfumado de orquídeas”2 y, también, más allá de lo que los demás hagan, decidir conquistar nuestra negatividad interior, para no dejarnos derrotar por el temor y hacer frente al mal que nos rodea. “… Devadatta fue el mejor de los buenos amigos de Shakyamuni El Que Así Llega. En esta época, como en aquella, no son nuestros aliados los que más nos ayudan a avanzar, sino nuestros enemigos poderosos”.3 ¿Cómo me puedo convertir en un buen amigo? ¿Cómo distingo a un buen amigo de un mal amigo? La amistad convencionalmente hablando nace del afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. Fuera del convencionalismo y de la generalidad del término, el budismo afirma que la verdadera amistad traspasa los entresijos de uno mismo y del otro. Bucea, escucha, averigua y plasma todo nuestro ser mostrándose como un espejo y modela cada detalle que encuentra, cada imperfección para que pulamos nuestras vidas. No siempre la relación entre nosotros es un camino llano. Basados en esta práctica la amistad es algo más profundo, un 'buen amigo' puede ser también una persona que nos crea dificultad y nos hace resistir obligándonos a superar una barrera que no queremos traspasar. Marquemos también una diferencia: una cosa es sufrir para superar barreras y otra cosa es hacer daño o rodearse de 'malos amigos'. Uno de los síntomas que nos hacer discernir al mal amigo es cuando en lugar de estimular la fortaleza lo que estimula es nuestra debilidad. ¿Cuál es ahí nuestro desafío para convertirnos en un buen amigo? En la reunión de diálogo podemos entre todos resolver la respuesta. 1) La Nueva Revolución Humana, volumen 5 y 6, página 73 2) LEDND “Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra”.Pag. 24 3) LEDND “El comportamiento del devoto del Sutra del loto”. Pág.809 8 CivilizaciónGlobal Buenos amigos Siempre a pie del cañón La amistad es uno de los vínculos más fuertes entre las personas, que enriquece y gratifica enormemente la existencia. Cuando usamos el término lo hacemos desde lo más amplio y profundo posible, quedando fuera aquellas “amistades” para fines o espacios concretos. Quienes sinceramente mantienen una amistad, tienen la dedicación de nutrir favorablemente esa relación, tomando en cuenta lo delicado y sutil que son las influencias mutuas. seguir obteniendo una elevada condición de vida. Las amistades que no crean valores lamentablemente no avanzan: el estancamiento y el aburrimiento derrotan la ilusión. Cuando nos encontramos, es porque causalmente compartimos circunstancias, valores y metas, aún por encima incluso de profundas diferencias ideológicas, sociales, culturales, etc. No existe un modelo perfecto de buen amigo, pero si es cierto y todos lo sabemos, que es alguien que francamente desea la felicidad para ambos y se esfuerza por ello decididamente, nos invita a disfrutar de los buenos eventos, pero también está allí inamovible al pie del cañón, cuando las circunstancias así lo requieran. Es un gran beneficio que en compañía se disfrute de la felicidad que brinda la superación personal, y poder esforzarse acompañado para Enemigo del alma ¿Se trata de quien tiene voluntad clara de sembrar oscuridad en nuestra alma? o ¿es quien, con su postura provoca, a veces sin saberlo, que se destapen las debilidades y las virtudes que habitan en nuestra alma y hacia quien, a veces también sin saberlo, sentimos afecto? dero papel del enemigo. Pero, ¿está el corazón preparado, dotado de la sabiduría suficiente? Que sepamos, dicha sabiduría sólo se alcanza mediante la exposición a la radiante luz de la vida… siempre con la “protección solar” que nos ofrece la oración. Este es el dilema al que constantemente se enfrenta nuestro corazón, que acaba resolviendo sobre el verda- Zenchishiki El budismo enseña que para seguir el Camino hacia la iluminación uno debe relacionarse con buenos amigos: “Ananda, uno de los discípulos más cercanos de Shakyamuni, le preguntó a éste una vez: ‘Pienso que al tener buenos amigos y avanzar junto a ellos, uno ha alcanzado ya la mitad del camino del Buda. ¿Es ese un pensamiento correcto?’. Shakyamuni respondió: “Ananda, tu pensamiento no es correcto. Tener buenos amigos y avanzar junto a ellos no es haber alcanzado la mitad del camino del Buda, es haberlo alcanzado por completo”.4 En la realidad cotidiana los buenos amigos (zenchishiki) es decir, los seres humanos, cumplen una parte de la labor de las que conocemos como funciones protectoras del universo (shoten zenjin). Decidimos qué función queremos cumplir en la vida de otros y también decidimos qué función tienen los demás (y las circunstancias) en nuestra vida. Gosho “Una persona débil no tropezará si es sostenida por alguien fuerte, pero hasta un individuo de considerable fortaleza se expondrá a caer, si camina solo por una senda irregular” (Tres maestros del Tripitaka oran para que llueva, LEDND, pág. 627) 4) SGI Quarterly, enero 2004, trad tentativa http://www.sgiquarterly.org/buddhism2004Jan1.html CivilizaciónGlobal 9