FICHA TÉCNICA – MODALIDADES DE AYUDA 7 – COLABORACIÓN ENTRE CIUDADES (HERMANAMIENTO) I . Descripción La colaboración entre ciudades es un concepto según el cual poblaciones de distintas áreas geográficas y políticas se emparejan con el objetivo de fomentar el contacto humano y los vínculos culturales. Para referirse a las relaciones entre ciudades se utilizan distintos términos, entre otros muchos “ciudades hermanas”, “ciudades gemelas”, “cooperación municipal internacional”, “cooperación de ciudad a ciudad” (C2C) o “cooperación descentralizada”. El concepto supone un cambio de paradigma del modelo clásico “donante-receptor” a un tipo de colaboración recíproca más provechosa para ambas partes, en el que se aúnan recursos para obtener beneficios mutuos. La colaboración entre ciudades suele empezar con la decisión conjunta de dos gobiernos locales de trabajar mano a mano y fomentar los intercambios entre sus respectivos territorios, y en la mayor parte de los casos las ONG, las OSC, las instituciones educativas, los sindicatos o las organizaciones del sector privado (entre otras) de ambas partes emprenden proyectos sociales, económicos, culturales y medioambientales bajo ese paraguas. La naturaleza de las colaboraciones entre ciudades puede definirse asimismo en función de su orientación geográfica: (i) Las conexiones Norte- Norte comprenden la mayoría de las colaboraciones entre ciudades del mundo. Se centran principalmente en asuntos socioculturales e intercambios de individuos, y cada vez más incluyen actividades de cooperación técnica/profesional y componentes de desarrollo económico. (ii) Las conexiones Norte-Sur suelen dirigirse a la cooperación al desarrollo. Aunque aumentan con rapidez, siguen representando una cantidad relativamente reducida con respecto a las conexiones Norte-Norte. (iii) Las conexiones Sur-Sur también se han promovido con ímpetu en los últimos años. La idea que las impulsa es que las comunidades de las áreas del Sur afrontan los mismos tipos de problemas y por consiguiente pueden aprender mutuamente de las soluciones que alcanzan. II . Marco legal El reglamento de la CE número 1905/2006, que establece un Instrumento de Financiación de la Cooperación al Desarrollo (ICD), señala en su artículo 25(1j) que podrá destinarse financiación comunitaria a programas de hermanamiento entre instituciones públicas, autoridades locales, organismos nacionales públicos o entidades de Derecho privado a los que los Estados miembros y los de los países o regiones socios confíen misiones de servicio público. III. Necesidades cubiertas y grupos objetivo Necesidades § Ofrecer un apoyo eficaz a las autoridades locales y los esfuerzos de descentralización (necesidad 8). § Fomentar los enfoques de desarrollo territoriales y la gobernanza local (necesidad 9). § Respaldar los esfuerzos de cooperación descentralizada de las AL —iniciativas de hermanamiento entre las AL del Norte y del Sur, redes de AL— (necesidad 11). Grupos objetivo § Las autoridades locales del Norte y del Sur. IV. Asuntos clave para la utilización de esta modalidad El hermanamiento, como acuerdo de colaboración entre ciudades y comunidades de distintas zonas geográficas, existe desde hace muchos años. De tener un objetivo de paz y reconciliación ha pasado a utilizarse para la cooperación, así como para intercambios culturales y humanos entre los habitantes de las ciudades. Al parecer, el instrumento tal y como existe es satisfactorio tanto para los socios del Sur como para los del Norte, y no existe petición para revisarlo o para reinventar un nuevo instrumento de hermanamiento. El valor añadido potencial de la CE a la práctica existente consiste en contribuir a la sostenibilidad y a la difusión de las buenas prácticas ofreciendo apoyo al respaldo de capacidades institucionales y contribuyendo al mantenimiento de la relación de trabajo creada entre los socios durante la vigencia del proyecto, así como en ofrecer a las ciudades que ya han participado un “rol de mentor” y una labor para que impliquen a otras ciudades o les extiendan la colaboración. Tradicionalmente, el hermanamiento se dirigía a colaboraciones entre ciudades, pero, a medida que han evolucionado el rol y la contribución de las asociaciones de autoridades locales nacionales o más amplias como actores clave, la recomendación de promover y facilitar las colaboraciones de hermanamiento entre asociaciones nacionales podría tenerse seriamente en consideración. Las autoridades locales pueden cambiar en función del calendario electoral democrático. Para garantizar la continuidad de las colaboraciones de hermanamiento con independencia de los cambios de las autoridades elegidas se hacen necesarias unas condiciones de participación que dejen claros los objetivos, las estrategias y las responsabilidades compartidas. V . Puntos fuertes y débiles Puntos fuertes § El hermanamiento tiene el potencial de estar mejor arraigado en la realidad social, ya que por lo general los socios disfrutan de libertad para definir los puntos de partida y los temas en los que quieren colaborar. § Permite una implicación y una participación más amplias de ciudadanos de formación diversa (el personal municipal, las ONG y las organizaciones comunitarias, el sector privado, los colegios, el profesorado, los artistas, etcétera). § Conduce a resultados más rápidos y más visibles. Puntos débiles § Hasta el momento las experiencias de hermanamiento no han sido sistemáticas y sus mecanismos de rendición de cuentas han resultado bastante imprecisos/poco claros. § El hermanamiento sigue dependiendo en gran medida de las relaciones personales y las redes, y se hace necesario un marco accesible, transparente y sistemático para buscar emparejamientos. § Hace falta flexibilidad en el planeamiento, la ejecución, el monitoreo y la evaluación, que a menudo se percibe como una debilidad. § Puede parecer en ocasiones que el término “hermanamiento” implica que el país en desarrollo socio debería ser más como su hermano más experimentado (cuando en realidad la responsabilidad de los resultados debería compartirse a partes iguales). VI . Viabilidad El hermanamiento es un instrumento consolidado y muy apreciado por los socios que funciona bien y no requiere cambios sustanciales. A partir de las experiencias adquiridas, el instrumento podría reforzar la creación de un mecanismo de mentores a través del cual las ciudades con experiencia que hayan participado en proyectos de hermanamiento podrían ayudar a identificar y construir colaboraciones con otras ciudades.