220-42778, JULIO 30 DE 1998 Referencia: Artículo 75 de la Ley 222 de 1.995. Rad. 285,242-0 Me refiero a su escrito radicado en este Despacho con el número 285,242-0, por medio del cual pregunta si "A la luz del artículo 75 de la ley 222 de 1.995 es posible que la Sociedad propietaria preste dicho personal a la nueva empresa y posteriormente solicite el reembolso de gastos por el tiempo que permaneció en préstamo, sin que por este hecho se configure una operación comercial entre ambas empresas?" A fin de dar respuesta a su interrogante, estima necesario el Despacho transcribir la disposición mencionada, la cual reza: "PROHIBICIONES. El titular de la empresa unipersonal no puede contratar con ésta, ni tampoco podrán hacerlo entre sí empresas unipersonales constituidas por el mismo titular. Tales actos serán ineficaces de pleno derecho". La prohibición contenida en la disposición transcrita consiste en la imposibilidad legal para que el titular de la empresa unipersonal (empresario) y la empresa unipersonal celebren contratos, prohibición que se hace extensiva a empresas unipersonales pertenecientes a un mismo titular, la cual corresponde a una valoración política del legislador que consideró la inclusión de la prohibición mencionada como un mecanismo de protección de los derechos de terceros que puedan resultar afectados con la celebración de los contratos. Especial importancia brindó el legislador a la regla que se comenta que sancionó con ineficacia de pleno derecho los actos que se ejecutaran en transgresión de la mencionada regla. En relación con la regla que se estudia, expositores de la doctrina nacional ha coincido en decir que: "Aunque la razón de ser de la norma es comprensible, por la posibilidad de maniobras en perjuicio de terceros, no convence totalmente porque, al fin y al cabo, estamos frente a dos personas plenamente capaces y por que con el mismo argumento habría de prohibir todas las operaciones entre el socio mayoritario y la sociedad a él subordinada"1 y que "Esta prohibición correspondió a una posición conservadora cuyo origen estuvo en la idea de recelo o desconfianza con que algunos vieron la introducción de esta figura"2 No obstante las opiniones anteriores, no debe perderse de vista que el querer del legislador, que indudablemente fue dado por la prevención, novedad y falta de desarrollo de la figura, promueve por el establecimiento de una separación total de las relaciones jurídicas en las que intervenga la empresa unipersonal y su titular o empresas unipersonales del mismo titular, al consagrar una normativa lo suficientemente clara y por tanto no resulta posible sustraerse de su cumplimiento. En este orden de ideas, no resulta posible que la operación por usted planteada se ejecute sin transgredir el mandato contenido en la disposición tantas veces mencionada, la cual tiene carácter imperativo. 1 GAVIRIA GUTIERREZ, ENRIQUE. Nuevo Régimen de Sociedades Biblioteca Jurídica Dike. Bogotá, pág. 62 2 REYES VILLAMIZAR, FRANCISCO, La Reforma al Régimen de Sociedades y concursos. Cámara de Comercio de Bogotá. Pág 343.