EL IMPUESTO CEDULAR. Oscar Chile Monroy mgi@chilemonroycpa.com También se le conoce con el nombre de impuesto analítico, el cual consiste en que la ley grava de manera separada los diferentes tipos de rentas que se perciben. El término cedular o analítico se refiere a que el impuesto se cobra por categorías de rentas que obtiene el contribuyente, es decir, cada clase de renta es distinta en su forma de determinación y liquidación y por ello si un mismo sujeto pasivo obtiene diferentes rentas, tendría que tributar conforme a las reglas establecidas para cada una de ellas, es decir separando los ingresos, los costos y gastos que se atribuyan a cada categoría. Este extremo está establecido en el artículo 23 del nuevo Impuesto Sobre la Renta (ISR). En Guatemala la anterior ley contenía ciertos impuestos cedulares pero no estaban plenamente identificados como tales, por ejemplo las rentas del trabajo, los premios de loterías, bingos, rifas o similares, las ganancias de capital, revaluación de activos fijos, entre otros. Con la entrada en vigencia del Libro I del Decreto 10-2012, que contiene el nuevo ISR, se introduce de una manera más clara la figura del impuesto cedular, al establecerse las tres categorías de rentas ya conocidas por la mayoría y que son: 1) Rentas de las actividades lucrativas; 2) Rentas del trabajo; y, 3) Rentas del capital y las ganancias de capital. La característica del impuesto cedular es que para cada categoría de renta se determina su hecho generador, tarifa impositiva, sujeto pasivo, régimen de deducciones, exenciones, obligaciones, período impositivo, etc. Si examinamos la forma en que está estructurado el nuevo ISR, podemos confirmar este extremo y verificar que para cada categoría de renta la nueva normativa establece por separado los elementos indicados. Debido a que se trae la costumbre de la ley anterior, por ejemplo al hablar de un elemento como podría ser la exención, se piensa que es aplicable para todas las rentas, pero ahora no se interpreta así, ya que cada categoría de renta establece sus propias exenciones, entre otras reglas, y debemos atenernos a las disposiciones establecidas para cada categoría de renta, excepto que la ley establezca lo contrario. En cuanto a la percepción de rentas del capital y ganancias de capital, el artículo 15 establece que entidades pueden incluirlos como parte de las rentas de las actividades lucrativas, en el entendido que es aplicable solamente a los casos y para las entidades que en dicho artículo se establecen. Debido a esta forma de configuración del Impuesto Sobre la Renta, además de que se han cambiado las reglas del juego, en mi opinión, su interpretación y aplicación ha dado un giro de más de ciento ochenta grados, por tal motivo comprender la nueva estructura del ISR se hace indispensable para la aplicación correcta de la nueva norma.