ORIGINAL (Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2004; 51: 20-27) Información sobre los riesgos operatorios: opinión de los médicos implicados y de los pacientes J. Pérez Castanedo1, P. Hernando Robles2,* M. Cañellas Arsegol3, A. Barrena Vilà4, J. Font Renom1,**, I. González Álvarez5 Servicio de Anestesia. *Unidad de Atención al Usuario. **Servicio de Cirugía. Corporació Parc Taulí (CTP). Hospital de Sabadell. Barcelona. Resumen OBJETIVOS: Conocer la opinión de los médicos encargados de informar de los riesgos operatorios: saber cómo se da esta información, cómo piensan que se debería dar y contrastar esta opinión con la de los pacientes. PACIENTES Y MÉTODOS: Estudio de opinión. Se pasaron encuestas escritas a todos los cirujanos y anestesiólogos del Hospital (143), y a una muestra de pacientes intervenidos quirúrgicamente (90). Se compararon los resultados según la edad, sexo, cargo y especialidad. Utilizando el test de χ2 y si no cumplían las condiciones la prueba exacta de Fisher en la encuesta a los pacientes. RESULTADOS: El 60% de los médicos informa siempre de los riesgos y un 51% de los pacientes afirma haber sido informado. Se informa para respetar la voluntad del enfermo y para preparar ante posibles complicaciones. El sujeto de la información es el paciente y la familia por un igual excepto entre los ginecólogos en que es la paciente. Hay poca unidad de criterios entre los médicos sobre qué porcentaje justifica la información de una posible complicación. Tanto cirujanos como anestesiólogos opinan que los riesgos derivados de la patología asociada del enfermo los debe informar el anestesiólogo. Los médicos piensan que la información ha de ser oral y escrita, los pacientes prefieren la información oral y creen que es obligación del médico informar de los riesgos. Más cirujanos (71%) que anestesiólogos (29%) informan siempre de los riesgos y los pacientes afirman que se les informó más de los riesgos quirúrgicos (51%) que de los anestésicos (46%). Los residentes informan menos. Y los pacientes jóvenes varones se declaran más informados. CONCLUSIÓN: La información de los riesgos operatorios no es generalizada a pesar de que los pacientes se saben con derecho a que se los expliquen. Palabras clave: Consentimiento informado. Información riesgos operatorios. Encuesta sanitaria. Adjunto senior. Jefe de Unidad. Jefe de Sección. Licenciada en Derecho. 5Residente. 1 2 3 4 Correspondencia: Dor. Jordi Pérez Castanedo. Corporació Parc Taulí (CTP). Hospital de Sabadell. Parc Taulí s/n. 08208 Sabadell. Barcelona. Aceptado para su publicación en diciembre de 2003. 20 Information about operative risk: opinions of the physicians and patients involved Summary OBJETIVE: To know the opinion of physicians in charge of informing patients about operative risks, to know how they impart the information and how they think it ought to be explained, and to compare their opinions with those of patients. PATIENTS AND M ETHODS : Attitude survey. Written questionnaires were given to all surgeons and anesthesiologists at our hospital (143) and to a sample of patients undergoing surgery (90). Results were compared by age, sex, responsibility, and specialty. A chisquared test was used to compare results if the necessary conditions were met; otherwise, a Fisher exact test was used. RESULTS: Sixty percent of the doctors always inform patients about risks and 51% of the patients report having been so-informed. Information is given out of respect for the patient’s desire for information and to prepare the patient for possible complications. Both the patient and the family are considered the recipients of information equally, according to all doctors except gynecologists, for whom the patient is the one who must be informed. There is little agreement among doctors about criteria for giving information about possible complications. Both surgeons and anesthesiologists believe that risks arising from associated diseases are the responsibility of the anesthesiologist. The doctors believe that information should be both oral and written and that a doctor is obliged to inform a patient about risks. More surgeons (71%) than anesthesiologists (29%) always give information about risks, and patients report learning more about surgical risks (51%) than anesthetic risks (46%). Residents give the least information and young male patients declare themselves to be the best informed. CONCLUSION: Information about operative risk is not widespread even though patients know they have a right to be so-informed. Key words: Informed consent. Operative risk information. Health survey. Introducción El consentimiento informado fue propuesto inicialmente como procedimiento práctico para respetar la 30 J. PÉREZ CASTANEDO ET AL.– Información sobre los riesgos operatorios: opinión de los médicos implicados y de los pacientes autonomía de las personas en la investigación médica con humanos (Informe Belmont). En dicha propuesta ya se apreciaron tres elementos básicos para su realización: información, compresión y voluntariedad. Posteriormente, Beauchamp y Childress1 propusieron la utilización del consentimiento informado en la práctica médica habitual. En la actualidad está ampliamente aceptado en el mundo occidental la obligación ética de obtener el consentimiento informado por parte del médico. La información de los riesgos que comporta el procedimiento médico al que se pide consentimiento tiene la misma importancia que la información de los beneficios que pueden obtenerse2-5. Diferentes textos legales6-8 regulan la obligación del médico de obtener un consentimiento informado por escrito, que incluya la información sobre riesgos, del paciente que va a ser sometido a una intervención quirúrgica. Establecen tres excepciones: riesgo para la salud pública, incapacidad del enfermo y urgencia. De manera general señalan al médico responsable legal como el que debe hacer el consentimiento; pero en la comunidad autónoma de Cataluña se amplía la obligación de información a los diferentes especialistas que actúan en técnicas y procedimientos de su responsabilidad9. Los riesgos que se han de informar son los probables en condiciones normales, conforme a la experiencia y al estado de la ciencia, los directamente relacionados con el tipo de intervención, y los relacionados con las circunstancias personales y profesionales del paciente. La jurisprudencia hasta la fecha tiende a incluir el consentimiento informado en la "lex artis" y su no realización tiene consecuencias graves cuando como resultado de una actuación médica resultan daños no informados10. A pesar de la obligación ético-legal de informar de los riesgos operatorios, los profesionales implicados tienen en la práctica diaria dificultades y problemas para realizarlo por diferentes motivos: la posible carga emocional negativa que comporta al enfermo el conocer los riesgos; la aptitud paternalista de la familia que presiona al médico para que no preocupe al paciente; los pacientes que no quieren ser informados11,12; el no saber qué posibles complicaciones se deben razonablemente informar; la imposibilidad de cuantificar los riesgos reales; el desconocimiento por parte del especialista que obtiene el consentimiento de los riesgos que se derivan de la actuación de otro especialista; el poco tiempo disponible para cada paciente en las consultas y la poca capacidad de algunas personas de edad avanzada de asimilar la información de riesgos. En nuestro hospital, en el momento en que se ha realizado este estudio, la información es oral. Nos ha 31 parecido interesante realizar una encuesta a los médicos encargados de informar de los riesgos operatorios y a los pacientes para saber: 1) El porcentaje en que se informa, 2) Los motivos por los que se informa o no se informa, 3) El sujeto de la información, 4) Cómo se informa, 5) Qué se debe informar, 6) Quién debe dar la información, 7) Las diferencias entre anestesiólogos y cirujanos en la información, 8) Si la información debe ser oral o escrita. Material y métodos Con la aprobación del Comité Ético de Investigación Clínica realizamos una encuesta de opinión de respuesta cerrada a todos los anestesiólogos y cirujanos que trabajan en el hospital, durante los meses febrero y marzo de 2002. También se incluyeron a los especialistas en formación. Los responsables del estudio contactaron personalmente con los posibles participantes, se les informó verbalmente de manera breve del objetivo del estudio y su posible utilidad, se les aseguró que la encuesta sería anónima y solicitó su colaboración. Para asegurar el anonimato las encuestas una vez rellenadas fueron depositadas por los encuestados en un lugar establecido para tal fin. Posteriormente se hizo otra encuesta a los pacientes intervenidos de procesos quirúrgicos no urgentes. Se estableció como población los pacientes operados durante el mes de mayo del 2002 (N = 518), se determinó una muestra aleatoria simple con una precisión (error) del 10% y un margen de confianza del 95%, propio de las ciencias sociales. Con estos parámetros se estimó una muestra de 90 pacientes. Esta encuesta se realizó telefónicamente. Además de las respuestas a las preguntas del cuestionario se recogieron la edad, el sexo, y en el caso de los médicos, la especialidad y el cargo. No se estudiaron características culturales. Los datos recogidos se registraron en una base de datos ACCESS y programa estadístico SPSS. Tanto en los resultados de la encuesta a los médicos como en la de pacientes se hizo un estudio descriptivo de todas las preguntas/respuestas incluidas, expresando los resultados en frecuencias y porcentajes. Se compararon mediante tablas de contingencia los resultados con respecto la edad, sexo, cargo, especialidad y grupos de edad. Para determinar si existían diferencias estadísticamente significativas entre grupos (sexo, edad, cargo, especialidad) en la encuesta a los pacientes se utilizó el test de χ2 y en caso de que no cumplieran las condiciones de aplicabilidad la prueba exacta de Fisher. Se consideró estadísticamente significativo una p con valor igual o inferior a 0,05. 21 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 51, Núm. 1, 2004 TABLA I Características de los médicos encuestados según la especialidad (n = 140) Especialidad n (%) Mujer / Hombre Anestesiología Cirugía General Traumatología Ginecología Urología Vascular Pediátrica Oftalmología Otorrinolaringología Otros 37 (26,4) 103 (73,6) 25 (18) 30 (21,6) 22 (15,8) 6 (4,3) 6 (4,3) 4 (2,9) 4 (2,9) 3 (2,1) 3 (1,6) 24 / 13 31 / 72 5 / 20 7 / 23 11 / 11 0/6 2/4 1/3 1/3 1/2 3/0 3 / 26 / 8 14 / 66 / 23 4 / 16 / 5 4 / 16 / 10 3 / 11 / 8 1/5/0 0/6/0 1/3/0 0/4/0 1/2/0 0/3/0 38,69 39,92 43,08 39,84 36,38 42,20 35,40 43,75 39,33 40,50 38,70 Total 140 55 / 85 17 / 92 / 31 39,60 (25-56) Resultados De las 143 encuestas a los médicos posibles contestaron 140 (97,9%) y la encuesta a los pacientes fue contestada por 90 personas después de haber contactado con 105. Las características de los médicos encuestados se detallan en la tabla I. Jefe /Adjunto / Residente Edad media (rango) (26/54) (25-56) (27-55) (25/56) (26-50) (38-49) (31-42) (38-49) (34-43) (39-43) (35-45) La tabla II recoge la encuesta a los médicos y sus resultados. Un 60% de los médicos informa siempre de los riesgos. Alegan como motivo para informar el preparar para las posibles complicaciones (46%) y el respetar la voluntad del enfermo (51%). Informan al paciente y los familiares (71%), y asumen que el paciente, al presentarse con un familiar o acompañan- TABLA II Encuesta de opinión a los médicos que informan sobre los riesgos quirúrgicos Preguntas y respuestas 1) ¿Informa usted de los riesgos derivados de la cirugía y/o anestesia a los pacientes y/o familiares? A -Sí, en todas las ocasiones B -No, en ninguna ocasión C -En determinadas ocasiones 2) Los que han elegido la opción C en la pregunta 1, indiquen aproximadamente el porcentaje de veces que informa de los riesgos A -< 20% B -21-40% C -41-60% D -61-80% E -81-100% F -NS/NC 3) Si la respuesta a la pregunta 1 ha sido A o C, ¿cuál es la principal razón por la que informa de los riesgos? A -Porque lo dice la ley B -Como protección de denuncias C -Para preparar al paciente y la familia ante posibles complicaciones D -Para que el paciente pueda decidir si se opera o no con una información completa E -Otros 4) Si la respuesta a la pregunta 1 ha sido B o C, ¿cuál es el principal motivo que hace que no informe de los riesgos? A -No preocupar al paciente y/o familiares B -No disponer de tiempo C -Los pacientes habitualmente no entienden las explicaciones D -La ausencia de riesgos importantes E -La falta de demanda explícita del paciente F -NS/NC G -Otros 5) Si informa, ¿a quién informa preferentemente? A -Al enfermo B -Al enfermo y a los familiares C -A los familiares 6) Si ha escogido la opción B o C en la pregunta 5, ¿cómo informa a la familia? A -Pido autorización al paciente B -Informo delante del paciente pues entiendo que hay autorización tácita al acudir con un familiar C -Procuro informar sin que el paciente esté presente D -Otros 22 n (%) 83 2 54 (59,7) (1,4) (38,8) 9 13 19 6 8 1 (16,1) (23,2) (33,9) (10,7) (15,3) (1,8) 1 2 60 67 1 ( 0,8) (1,5) (45,8) (51,1) (0,8) 2 9 1 14 13 1 4 (4,5) (20,5) (2,3) (31,8) (29,5) (2,3) (9,1) 30 98 11 (21,6) (70,5) (7,9) 10 87 3 9 (9,2) (79,8) (2,8) (8,3) 32 J. PÉREZ CASTANEDO ET AL.– Información sobre los riesgos operatorios: opinión de los médicos implicados y de los pacientes 7) ¿Cómo proporciona la información de los riesgos? A -Doy porcentajes de las complicaciones y de la mortalidad B -Realizo una evaluación global (mucho, poco,... riesgo) C -Inicio la información con prudencia y profundizo más o menos en los riesgos según la respuesta del paciente/familia D -NS/NC E -Otros 8) ¿A partir de qué porcentaje de riesgo de una complicación grave (muerte, secuelas permanentes o prolongación de la hospitalización varios días) cree que es necesario informar? A –0,01% B –0,1% C -1% D -5% E -10% F -NS/NC 9) ¿A partir de qué porcentaje de riesgo de una complicación leve cree que es necesario informar? A -1% B -5% C -10% D -20% E -50% F -NS/NC 10) ¿Quién piensa que debe dar la información sobre riesgos? A -El cirujano B -El anestesiólogo C -El cirujano y el anestesiólogo D -No importa que especialista dé la información pero mejor que sea solo uno para evitar contradicciones E -Otros 11) Si ha contestado la opción C en la pregunta 10, ¿cuál es el motivo? A -Es mejor que informen 2 especialistas para que la información sea más completa B -El cirujano puede informar de los riesgos generales de la intervención y el anestesiólogo de los riesgos de la anestesia y de los derivados de la patología asociada del enfermo C -El cirujano puede informar de los riesgos generales de la intervención y de los derivados de la patología asociada y el anestesiólogo de los riesgos de la anestesia D -NS/NC 12) ¿En qué formato le gustaría dar la información de riesgos? A -Por escrito B -Oral y por escrito C -Oral, pero dejando constancia escrita en la historia clínica D -Oral E -Otros 13) Si ha contestado a las opciones A y B en la pregunta 12, ¿cómo le gustaría que se informase por escrito? A -Informe con las complicaciones de la intervención quirúrgica hecha por una comisión del Hospital B -Informe individualizado de los riesgos echa por el médico durante la consulta C -Informe con dos partes, una general de la intervención realizada por una comisión hospitalaria y una segunda a de riesgos individualizados que rellenaría el médico en la consulta D -Otros te, da un permiso tácito a que también sea informado (80%). Prefieren las informaciones globales (46%) y progresivas (43%). No hay una opinión mayoritaria sobre el porcentaje que justifica la información de una posible complicación. Deben informar los dos especialistas, anestesiólogo y cirujano (84%), y específicamente sobre los riesgos derivados de la patología asociada del enfermo coinciden cirujanos y anestesiólogos que debe ser el anestesiólogo el que lo haga (78%). Y prefieren dar la información de riesgos de manera oral y escrita (52%). En la tabla III se recoge la encuesta a los pacientes y sus resultados. Fueron informados en un 51% para los riesgos quirúrgicos y un 46% de los anestésicos. El 74% no recordaba ningún riesgo concreto cuando se le requería. Casi todos los pacientes consideran que el médico tiene el deber de informar de los 33 13 63 59 1 2 (9,4) (45,7) (42,8) (0,7) (1,4) 43 17 37 15 3 26 (30,9) (12,2) (26,6) (10,8) (2,2) (17,3) 50 23 26 9 7 24 (36) (16,5) (18,7) (6,5) (5) (17,3) 6 4 117 11 2 (4,3) (2,9) (83,6) (7,9) (1,4) 6 (5,1) 93 (78 ) 18 1 (15,3) (0,8) 9 73 49 6 3 (6,4) (52,1) (35) (4,3) (2,1) 23 4 (27,4) (4,8) 56 1 (66,7) (1,2) riesgos (83%), y que los conozca sólo la familia no es suficiente (92%). La mayoría no tienen opinión sobre el porcentaje que justifica informar de una complicación (64%). Y se inclinan por la información oral (68%). En la figura 1 aparecen las diferencias más importantes al comparar los resultados de los cirujanos y anestesiólogos. La figura 2 refleja las diferencias según el cargo al contestar a la pregunta ¿informa de los riesgos? En la figura 3 se aprecian las respuestas sobre a quién se informa por especialidades médicas. Los hombres contestan que informan de riesgos en todos los casos más que las mujeres (70% por 42%). Las diferencias estadísticamente significativas en las respuestas según el sexo y la edad en la encuesta a los pacientes aparecen en las figuras 4 y 5 respectivamente. 23 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 51, Núm. 1, 2004 TABLA III Encuesta de opinión a los pacientes operados sobre la información de riesgos que recibieron (n=90) Preguntas y respuestas 1) Previamente a la intervención quirúrgica a la que usted ha estado sometido, ¿le informaron sobre los posibles problemas o complicaciones derivados de la propia intervención que podrían suceder? A -No B -Sí C -No lo recuerdo 2) ¿La información de posibles problemas o complicaciones derivadas de la anestesia? A -No B -Sí C -No lo recuerdo 3) ¿ Recuerda, en concreto, algún problema o complicación posible que le comentaran? A -No B -Sí 4) ¿Qué médico le informó? A -El cirujano B -El anestesiólogo C -Ambos 5) ¿Sabe si a alguna persona que lo acompañaba le informaron de algún riesgo que a usted no le mencionaron? A -No B -Sí C -No estoy seguro, pero lo sospecho 6) ¿Cree usted que el médico debe informar de los riesgos de la operación? A -Sí B -No C -Sólo cuando los riesgos sean muy grandes D -No tengo opinión 7) ¿A quién piensa que se deben explicar los riesgos? A -Al paciente B -A la familia C -Al paciente y la familia D -A nadie 8) ¿Qué frecuencia de una posible complicación importante (que comprometa la vida del enfermo) justifica para usted que el médico la mencione antes de operar? A -1/10000 B -1/1000 C -1/100 D -1/10 E -No tengo opinión 9) ¿Qué frecuencia de una posible complicación que no comprometa la vida del enfermo justifica para usted que el médico la mencione antes de operar? A -1/10000 B -1/1000 C -1/100 D -1/10 E -No tengo opinión 10) ¿Cómo piensa que es mejor que se informe sobre los riesgos operatorios? A -Por escrito B -Oralmente C -Oralmente y por escrito D -No tengo opinión Discusión El presente estudio es el primero que conocemos que intenta saber la opinión de los médicos encargados de dar la información sobre riesgos. Si contrastamos las contestaciones con lo que establece como correcto la bioética actual observamos que un porcentaje de médicos no valora suficiente el principio de autonomía del enfermo que obliga a informar, entre otros asuntos, de los riesgos. Por contra, la sociedad en general cada vez es más consciente de este dere24 n (%) 33 46 11 (37) (51) (12) 41 37 12 (46) (41) (13) 39 14 (74) (26) 19 16 18 (36) (30) (34) 24 25 4 (45) (47) (8) 75 2 8 5 (83) (2) (9) (6) 45 4 38 3 (50) (4) (42) (3) 18 4 4 6 58 (20) (4) (4) (7) (64) 17 4 1 12 56 (19) (4) (1) (13) (62) 9 61 15 5 (10) (68) (17) (6) cho, como objetiva entre otros nuestro estudio. Los que sí informan, que son mayoría, no lo hacen por imperativo legal o medicina defensiva, aunque se sabe que una buena información disminuye el número de reclamaciones posteriores13,14. Los pacientes cuestionan a la baja los porcentajes de información de riesgos que dan los médicos; pero estos resultados son mejores que los de un estudio publicado en España (1998) en el que los pacientes desconocían los riesgos derivados de la cirugía en un 69,3% y los anestésicos en un 75%15. 34 J. PÉREZ CASTANEDO ET AL.– Información sobre los riesgos operatorios: opinión de los médicos implicados y de los pacientes Anestesiólogo Cir. Gener. Cirujano 80 100 70 90 60 80 Traum. Ginec. Resto Anest. 70 50 60 40 50 30 40 20 30 10 20 10 0 A B C 0 Paciente Fig. 1. Diferencias más importantes entre cirujanos y anestesiólogos en la encuesta sobre información de riesgos operatorios. A: Informan en todas las ocasiones. B: Informan para preparar al paciente y la familia ante posibles complicaciones. C: Informan para que el paciente pueda decidir si se opera o no. El titular del derecho a la información es el paciente y los resultados demuestran que los ginecólogos son mucho más conscientes de ello, probablemente porque la información que a veces dan tiene importantes consecuencias familiares o sociales (Enfermedades sexuales, embarazos...). En nuestra cultura la familia tutela las informaciones médicas, sobre todo cuando el paciente es de edad avanzada, y esta circunstancia explica que muchos médicos se sientan obligados a informar a todos los componentes de la familia. Aunque siempre se debería tener el consentimiento del enfermo. Suponer que la persona que acompaña al paciente ya tiene una autorización tácita a ser informado puede provocar errores. Una buena solución sería que en un apartado del consentimiento informaJefe Adjunto Paciente y familia Fig. 3. Respuestas a la pregunta ¿a quién informa preferentemente? Entre los diferentes especialistas. do se señalase por el paciente las personas autorizadas a recibir información. Numerosos estudios concluyen que la información de los riesgos operatorios no aumenta la ansiedad y tiene importantes beneficios psicológicos para el paciente16-20. Esta posible ansiedad tampoco justifica la no información de riesgos por parte de los médicos encuestados. Un importante problema de los profesionales es saber qué complicaciones y, por tanto, riesgos es razonable informar. El consejo más común es el de informar de las complicaciones más frecuentes y las más graves. Las sociedades científicas de las diferentes especialidades, en las recomendaciones sobre información al paciente de cada una de las intervenciones quirúrgicas, en muchas ocasiones, incluyen exageradamente todas las complicaciones21,22. Las respuestas de los médicos sobre este aspecto demuestran una gran Hombre Residente 90 Familia Mujer 70 80 60 70 50 60 40 50 30 40 20 30 10 20 0 10 A B 0 A B C Fig. 2. Respuestas a la pregunta ¿informa de los riesgos operatorios? Según la categoría profesional. A: Sí, en todas las ocasiones. B: No, en ninguna ocasión C: En determinadas ocasiones 35 Fig. 4. Diferencias significativas según el sexo en la encuesta a los pacientes. A: Les informaron de posibles problemas derivados de la intervención quirúrgica (p = 0,05). B: Les informaron de posibles problemas derivados de la anestesia (p = 0,02). 25 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 51, Núm. 1, 2004 21-40 años 41-60 años >60 años 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 A B C Fig. 5. Diferencias significativas según grupos de edad en la encuesta a los pacientes. A: No les informaron de los posibles problemas derivados de la intervención quirúrgica (p = 0,001). B: No sabe la frecuencia que justifica la información de una complicación (p = 0,009). C: Prefiere sólo la información oral (p = 0,011). disparidad de criterios. Pensamos que es necesario un consenso para una cuantificación de los porcentajes que obligan a informar de una complicación. La gran mayoría de médicos encuestados prefiere no utilizar porcentajes o números para comunicar el riesgo. Existen intentos de expresar el nivel de riesgo objetivado en probabilidades con palabras, como la escala verbal y descriptiva de Calman (<1/100 = alto, frecuente, significativo; 1/100 a 1/1000 = moderado; 1/1000 a 1/10000 = bajo, tolerable, razonable; 1/10000 a 1/100000 = muy bajo; 1/100000 a 1/1000000 = insignificante, seguro)23. El valor que se otorga al riesgo no sólo depende de la frecuencia sino también de la severidad de la complicación. Y la percepción de éste por parte del médico y del enfermo es individual y depende de factores psicológicos y culturales24-26. Según la encuesta de los médicos, los anestesiólogos informan menos de los riesgos que los especialistas quirúrgicos. Este resultado es confirmado parcialmente por la encuesta a los pacientes. El hecho de que el cirujano sea el encargado de obtener el consentimiento informado a la intervención quirúrgica y que el anestesiólogo sólo informe de los riesgos cuando detecta problemas puede explicar este resultado. El cirujano es el responsable legal del enfermo dentro del hospital por lo que no procede plantear, aunque para algunos pueda parecer más lógico, que sea el anestesiólogo el que se encargue de obtener la firma del paciente. Otro planteamiento es hacer dos consentimientos informados, uno para la cirugía y otro para la anestesia. No lo creemos justificado porque la cirugía y la anestesia son partes de un mismo proceso, aumenta de manera innecesaria la burocracia y no otorga ninguna ventaja adicional al anestesiólogo 26 desde un punto de vista legal. Los partidarios del consentimiento informado de la anestesia argumentan que de esta manera se podría explicar a los pacientes todo el proceso de la anestesia, su importancia, y la vigilancia e incremento de la seguridad que aporta el anestesiólogo27,28. Pensamos que estos objetivos se pueden conseguir igualmente con una política de información oral o escrita que no tiene que estar ligada al documento de consentimiento. Por otra parte, el especialista encargado de saber si el enfermo está en condiciones de ser operado y de evaluar los riesgos derivados de las patologías asociadas del enfermo es el anestesiólogo. Y en pacientes con alto riesgo de descompensación se multiplica por diez la mortalidad29. El anestesiólogo, como confirma este estudio, tiene el deber de informar sobre estos riesgos porque el consentimiento informado es un proceso continuo que no se acaba con la firma del paciente y puede ser revaluado por parte de éste hasta el momento mismo de la intervención quirúrgica. El riesgo derivado de la práctica anestésica es siempre muy bajo y no comparable al derivado de la práctica quirúrgica. Una reciente revisión informa que la mortalidad a los 30 días de la operación es de un 2,94% en intervenciones de urgencias y de un 0,56% en intervenciones electivas; de esta mortalidad, la anestesia tiene alguna influencia en menos del 10% y es causa directa entre 0,3-0,13/10000, y en los pacientes ASA 1 y 2 baja a 1/10000029. A pesar de estos dados la mayoría de pacientes piensan que la anestesia es el principal riesgo que corren cuando se operan28. Una buena información por parte del anestesiólogo modificaría esta opinión. Es preocupante que los residentes sean el colectivo médico que menos informa de riesgos y creemos que se tendría que dar más importancia a estos temas en los planes de estudio de la carrera de medicina. La información por escrito es necesaria por imperativo legal, aceptada por médicos y pacientes según reflejan nuestras encuestas, y conveniente para igualar el grado de información que reciben los pacientes, ya que, como se ha podido comprobar, los médicos informan de distinta manera. Un estudio realizado en un hospital de nuestro entorno el 98,6% de los trabajadores era partidario del consentimiento informado por escrito30 y en otro entre estudiantes universitarios se obtenía una aceptación similar. La información oral continuará siendo muy importante, entre otros motivos, porque es la que prefiere el enfermo. En el momento de realizar el estudio en nuestro hospital la información se da principalmente de manera oral. El Comité de Ética Asistencial está colaborando con los diferentes especialistas para desarrollar documentos de consentimiento informado para cada una de las intervenciones quirúrgicas. 36 J. PÉREZ CASTANEDO ET AL.– Información sobre los riesgos operatorios: opinión de los médicos implicados y de los pacientes El camino para mejorar el déficit en la información de riesgos que detecta el estudio que hemos realizado pasaría por diseñar una estrategia de información. Pensamos que sería útil que en la consulta del cirujano se entregase una hoja informativa, que podría ser la copia del consentimiento informado, en la que constasen los riesgos quirúrgicos y anestésicos típicos de la intervención propuesta. Posteriormente, en la consulta de preoperatorios el anestesiólogo contestaría a las dudas que tuviera el paciente después de haber leído la hoja informativa y añadiría los riesgos derivados de la patología asociada. Esta misma estrategia fue valorada en un estudio publicado en el año 2000 y el 96% de los pacientes lo hicieron positivamente31. También se podría tener en la consulta de preoperatorios a disposición de los pacientes hojas informativas sobre la anestesia en general y el papel del anestesiólogo. Para valorar los resultados de este estudio se ha de tener en cuenta las limitaciones propias de las encuestas, el hecho de que al comparar grupos pequeños el margen de error es mayor y que no siempre se pueden extrapolar los datos obtenidos en un centro hospitalario a otro. Podemos concluir de los datos recogidos que la información de los riesgos operatorios por parte de los médicos no es generalizada y que los pacientes se saben con derecho a que les expliquen los problemas que pueden llegar a tener. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. Agradecimientos 21. 22. Agradecemos a los médicos y pacientes que han contestado las encuestas su colaboración. 23. 24. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 37 Beauchamp TL, Childress JF. Principles of Biomedical Ethics. New York: Oxford University Press; 1979. Simón P. 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