EL TITULO EJECUTIVO EUROPEO (Reglamento 805/2004) Tal como señala el artículo 1 del citado Reglamento, su objetivo es “crear un título ejecutivo europeo para créditos no impugnados que permita mediante la fijación de normas mínimas, la libre circulación en todos los Estados miembros de resoluciones, transacciones judiciales y documentos públicos con fuerza ejecutiva sin que deba llevarse a cabo ningún procedimiento intermedio en el Estado miembro de ejecución para el reconocimiento de la ejecución”. Las nuevas condiciones del Reglamento Europeo permiten eliminar el control judicial del Estado de ejecución y llevar este control al órgano judicial del Estado de origen que dicta la resolución que se está ejecutando. Una vez que el Estado de origen de la resolución comprueba que el deudor no impugnó el crédito conscientemente y que se respetaron las normas mínimas la resolución se podrá certificar como título ejecutivo europeo y, a partir de ahí, acceder directamente a la ejecución en los demás estados miembros de la Unión Europea, sin que dicha ejecución se condicione a una previa declaración de ejecutividad o control por parte del Estado de recepción de la misma. Ámbito de aplicación. El ámbito de aplicación del Reglamento sobre el título ejecutivo europeo viene delimitado por tres variables: 1º.- Se aplica en el ámbito civil y mercantil. No incluye la materia fiscal aduanera y administrativa. Es irrelevante la naturaleza del órgano jurisdiccional que lo dicta. 2º.- Se aplica a las resoluciones sobre lo que denomina “créditos no impugnados”. 3º.- Se aplica a los títulos ejecutivos procedentes de otros Estados miembros, con la excepción de Dinamarca y con independencia de cual sea el domicilio del deudor. El Reglamento se aplica sólo a las resoluciones judiciales, transacciones judiciales y documentos públicos con fuerza ejecutiva sobre créditos no impugnados. Por crédito entiende el Reglamento la reclamación referida a un pago de un importe de dinero determinado o específico que sea exigible o cuya fecha de exigibilidad se indique en la resolución. Dicha definición incluye cualquier resolución adoptada por un Tribunal independiente, siendo irrelevante el tipo de proceso, y no incluye las decisiones arbitrales ni las resoluciones judiciales confirmatorias de éstas. El efecto típico del certificado es que la ejecución se ejecutará en el Estado del deudor sin que sea necesaria ninguna declaración de ejecutabilidad y sin posibilidad alguna de impugnar su reconocimiento. El proceso Monitorio Europeo: el requerimiento europeo de pago. El Reglamento 1896/2006 por el que se establece un proceso monitorio europeo es aplicable desde el 12 de diciembre de 2008. El Reglamento tiene por objeto: “1º Simplificar, acelerar y reducir los costes de litigación en asuntos transfronterizos relativos a créditos pecuniarios no impugnados, mediante el establecimiento de un proceso monitorio europeo; y 2º permitir la libre circulación de los requerimientos europeos de pago a través de todos los Estados miembros, mediante el establecimiento de norma mínimas cuya observancia [en el Estado de Origen] haga innecesario un proceso intermedio [un exequatur] en el Estado miembro de ejecución con anterioridad al reconocimiento y a la ejecución”. Este proceso: 1º.- Se aplica sólo en el ámbito civil y mercantil en asuntos transfronterizos. 2º.- Excluye créditos derivados de obligaciones extracontractuales, a no ser que hayan sido objeto de acuerdo o renacimiento o que se trate de deudas líquidas de una comunidad de propietarios. Efectuado el requerimiento europeo de pago, si el deudor no se opusiera al mismo, el Tribunal del Estado de origen declarará ejecutivo sin demora el requerimiento, siendo el mismo plenamente ejecutable en cualquier Estado miembro sin que se requieran más declaraciones de ejecutabilidad, y sin que pueda ser impugnado. Mara Torralba Mendiola Sant Cugat del Vallés, 14 de octubre de 2011.