Testimonio del Sargento Clifford Stone, Ejército de los Estados Unidos El Sargento Stone nos relata una sorprendente historia sobre la historia de los OVNIS y los extraterrestres que se remonta a principios de los años 40 y probablemente antes. El General Douglas MacArthur organizó un grupo llamado Unidad de Investigación de Fenómenos Interplanetarios en 1943 para estudiar este asunto y que continúa hasta el día de hoy. Su propósito es recuperar objetos de origen desconocido, particularmente aquellos que son de origen no terrestre. Obtienen información de campo y se la pasan a aquellos que son los “guardianes de la información.” Stone dice que incluso el Proyecto Libro Azul tenía una unidad de investigación de élite, que operaba al margen de Libro Azul. Se pensaba que la unidad trabajaba en conjunción con Libro Azul pero en realidad no era así. Stone ha visto extraterrestres vivos y muertos en su trabajo oficial dentro de un equipo del ejército que recuperaba naves extraterrestres accidentadas. Él cree que los extraterrestres no nos permitirán explorar las profundidades del espacio hasta que no hayamos aprendido a crecer espiritualmente y que ellos mismos pronto se darán a conocer si nosotros no reconocemos antes su presencia. El 26 de Febrero de 1942, en la conocida como Batalla de Los Ángeles, descubrimos que había entre 15 y 20 naves no identificadas sobre Los Ángeles. Nosotros respondimos El 26 de Febrero de 1942, en la conocida como Batalla de Los Ángeles, descubrimos que había entre 15 y 20 naves no identificadas sobre Los Ángeles. Nosotros respondimos inmediatamente tratando de derribar esos objetos. El Grupo de Artillería Costera 37 efectuó 1.430 disparos. Inmediatamente salimos para tratar de encontrar si había algún tipo de base perteneciente al Eje de donde esos aparatos hubiesen podido venir, algún aeropuerto comercial donde los hubiesen podido tener almacenados. No encontramos nada de eso. Todos los esfuerzos de búsqueda fueron inútiles. Por la misma época estábamos experimentando el mismo fenómeno, los llamados Foo-Fighters. El General MacArthur ordenó a su personal de inteligencia que descubriese qué estaba pasando. Tengo razones para creer que en 1943 MacArthur descubrió que, de hecho, nos enfrentábamos a cosas que no eran de la Tierra y sí visitantes de algún otro planeta visitando nuestro planeta, observando aquel evento mundial que llamamos Segunda Guerra Mundial. Uno de los problemas que teníamos era que, de ser ese el caso, y de probarse que eran hostiles, sabíamos muy poco sobre ellos y teníamos muy pocas formas de defendernos. MacArthur organizó los que se llamó Unidad de Investigación de Fenómenos Interplanetarios. Después recaería sobre el General Marshall. Y continuó hasta el día de hoy. Los nombres han cambiado y los registros todavía no se han hecho públicos. El ejército trata de establecer que aquello no era una organización oficial que trataba de investigar OVNIS. Pero fue organizada por un General, y llegó a conclusiones que no eran populares, como por ejemplo los vuelos interplanetarios. Y continuaron haciendo exactamente lo que hacen hoy en día, ser parte de una operación de multi-inteligencia para la recuperación de objetos de origen desconocido, en particular aquellos que son de origen no terrestre. Su objetivo es recopilar esa información, obtener los datos sobre el terreno, y procesar esos datos en algún tipo de producto de inteligencia que sea útil sobre el terreno – para aquellas personas que necesitan saber y aquellas que son, digamos, los guardianes de la información. Uno de los generales de la Fuerza Aérea de MacArthur, un general del Ejército del Aire en esa época, se acercó a MacArthur y le dijo que “lo que tenemos es algo que no es de la Tierra.” Yo sugeriría que por entonces incluso los alemanes habían descubierto evidencias de que estábamos siendo visitados y que tenían algún tipo de evidencia física. MacArthur, definitivamente, tenía evidencias físicas. Por la documentación que vi (mientras trabajaba en este asunto en el ejército), no fui capaz de comprobar exactamente en qué consistía ese tipo de evidencia, pero estaba allí. Lo que si encuentro único es que los alemanes pudieron haber tratado de hacer ingeniería inversa con uno de esos objetos. Nosotros definitivamente tratamos de hacerlo. Pero nos dimos cuenta que nuestra tecnología debía estar a la par con la tecnología adquirida si queríamos hacer ingeniería inversa… En los años 50, la Fuerza Aérea de EE. UU. Tenía una unidad de élite investigando OVNIS al margen del Libro Azul. Aunque los de dentro del Libro Azul creían que esa unidad trabajaba con ellos, no era así. Esa unidad fue organizada inicialmente como el Escuadrón 4602 de Servicio de Inteligencia Aérea. Junto a sus operaciones en tiempo de paz estaba la operación Blue Fly (Vuelo Azul). La operación Blue Fly estaba encargada de recoger los objetos de origen desconocido que caían a la Tierra. Es muy importante recordar que eran específicamente objetos que caían a la Tierra – porque en aquella época no teníamos ninguna nave espacial. Como resultado, tenían monitores en Wright Patterson en los que cuando llegaban informes de OVNIS podían ver desde muy cerca si había la posible necesidad de enviar algún equipo para recuperar alguno de los restos. La Fuerza Aérea afirma que nunca los utilizó. Yo te digo que sé que lo hicieron. Pero la intención de la operación Blue Fly en tiempo de paz era llegar y recuperar objetos de origen desconocido que impactaban con la Tierra. Posteriormente sería expandido en 1957 para cubrir todo tipo de objetos de origen desconocido, incluyendo naves espaciales. Y se convertiría en parte de lo que ellos llamarían en Octubre de 1957 el Proyecto Moon Dust (Polvo Lunar) El Proyecto Moon Dust es la explotación total del terreno para recuperar sólo dos objetos. Primero, objetos de origen no estadounidense que sobrevivan a la re-entrada en la atmósfera y que impacten con el suelo o algún objeto. Naturalmente, estaríamos interesados en esos objetos desde una base científica y técnica para determinar o tratar de averiguar las capacidades técnicas de un enemigo potencial, ya que el enemigo conocido de los Estados Unidos, la URSS, estaba en aquel entonces lanzando vehículos al espacio. La otra área de interés era el de los objetos de origen desconocido. Ahora sabemos que fueron muy pocos los objetos de origen desconocido que no estaban relacionados con lanzamientos al espacio conocidos, fechas de impactos, o cualquier residuo espacial conocido en su caída a la Tierra. Pero, bajo el Proyecto Moon Dust y bajo Blue Fly, conseguimos recuperar restos alienígenas que no eran de origen terrestre. El grado de clasificación que tenemos ahora ha cambiado a lo largo de los años. Desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial hasta, yo diría 1969, teníamos hasta 11 clasificaciones. Ahora hay tres: confidencial, secreto y alto secreto. Sin embargo, si tienes una información muy sensible que requiera de una protección superior a la prevista en esas clasificaciones, es cuando entran en escena los Programas de Acceso Especial. Esas informaciones no se pueden hacerse de dominio público a no ser que hayan sido sancionadas oficialmente. En la discusión sobre los OVNIS, la cuestión que se plantea últimamente es si cualquier gobierno puede mantener los secretos. La respuesta es inequívocamente sí. Pero una de las mejores armas que la comunidad de inteligencia tiene a su disposición es la predisposición del pueblo norteamericano, de los políticos norteamericanos, y de los desacreditadores que tratan de desacreditar todas las informaciones OVNI. Éstos salen inmediatamente y dicen, oh, no podemos guardar secretos, no podemos guardar secretos. Bien, la verdad es que sí podemos. La Oficina de Reconocimiento Nacional se mantuvo en secreto durante muchos, muchos años. La mera existencia de la NSA se mantuvo en secreto. El desarrollo de la bomba atómica se mantuvo en secreto hasta que una vez que habíamos explotado una, hubo que explicar a la gente qué pasaba. Y estamos condicionados por nuestros propios paradigmas para no aceptar la probabilidad o la posibilidad de que una civilización inteligente altamente avanzada nos esté visitando. Tenemos evidencias en forma de informes altamente creíbles sobre objetos que han sido vistos, y de las entidades de dentro de esos objetos que han sido vistos. Aún así, seguimos buscando una explicación prosaica y tiramos las partes de la evidencia que no encajan en nuestro paradigma. Así que es un secreto auto-mantenido. Puedes ocultarlo a la vista de todos. Es un suicidio político ir y empezar a llamar a las agencias de inteligencia para pedir la liberación de esa información. Así que la mayoría de los miembros del Congreso, y lo sé porque he trabajado con muchos de ellos en esta línea, te obstaculizarán y tratarán de no hacer nada de eso. Puedo nombrarte a tres miembros del Congreso a los que se pidió una investigación en el Congreso de lo que sucedió en Roswell. Una de las afirmaciones más ridículas que he oído es que habría que ser presidente para hacer eso. Así que le pregunté a un senador de Mississippi si lo haría, y me dijo sin vacilar que no. Le dije, “¿Me daría eso por escrito?”. Lo tengo por escrito, pero no estoy seguro de publicarlo. Te lo voy a enseñar a ti, pero estoy dudando en publicarlo, simplemente porque hice la promesa de no hacerlo. Tenemos que obtener la documentación, que existe, en los archivos gubernamentales. Tenemos que ir y cogerla antes de que sea finalmente destruida. Un buen ejemplo son los archivos de Moon Dust y Blue Fly. Yo tenía documentos clasificados de la Fuerza Aérea reconocidos. Cuando llevé a miembros del Congreso para ayudarme a abrir más documentos, fueron destruidos y puedo probarlo. En algún momento del camino tal vez vieron el material y se dieron cuenta de que era una información muy sensible que podría tener un efecto dañino y poner en compromiso la seguridad nacional de Estados Unidos. Necesitaban proteger aún más los datos para asegurarse de que sólo había una cantidad de información limitada para un pequeño número de personas. Así que los puedes poner a todos en una lista, en un trozo de papel, y listarlos por su nombre. Así tenemos el Programa de Acceso Especial. Los controles que se suponía se había puesto en los Programas de Acceso Especial no están ahí. Cuando el Congreso hizo su inspección sobre la forma en que protegíamos los documentos y la forma en que operábamos e implementábamos nuestros programas secretos, descubrieron que teníamos Programas de Acceso Especial dentro de Programas de Acceso Especial – es decir, era esencialmente imposible mantener el control de todos ellos por medio del Congreso. Y te lo digo ahora mismo; es esencialmente imposible mantener el control de todos ellos. Cuando hablamos de los OVNIS, se aplica el mismo criterio. Por lo tanto, sólo un pequeño núcleo dentro de la comunidad de inteligencia, no más de 100 personas – bueno, diría que no más de 50 – controlan toda la información. No es el sujeto de una revisión por parte del Congreso o de su supervisión. El Congreso necesita ir hacia delante y hacer las preguntas clave e iniciar una vista. Habría bastantes misiones para describir, pero dicho simplemente, sí, estuve envuelto en este tipo de operaciones para recuperar objetos extraterrestres estrellados. Mucha gente cree que simplemente estás en tu unidad, esperando en la compañía, esperando a que se estrelle el próximo OVNI, o a un aterrizaje donde van a estar los restos. No funciona de esa manera. Tú tienes una vida real. Tienes un trabajo en el ejército. Sin embargo, si estás en una zona donde tiene lugar uno de estos eventos y eres uno de los que pueden dar su opinión en tu campo de conocimientos, entonces te llaman. Con el fin de prepararme para esto, me mandaron muy al comienzo de mi carrera a la Escuela NBQ en Fort McCullen, Alabama. Es un curso de tres semanas. Es para el personal NBQ, que significa Nuclear, Biológico y Químico. Y siempre fue en el contexto de una unidad NBQ cuando estuve envuelto en recuperaciones de OVNIS. Íbamos allí y nos desplegábamos como si fuera un accidente nuclear. Hay protocolos ya establecidos en caso de accidentes nucleares, biológicos o químicos. Así que debías proceder de ese modo. Si podías ir allí y hacer recuperaciones, si podías meterte y extraer los restos a escondidas sin que nadie lo supiese, lo hacías. Si necesitabas que entrase en juego un programa oficial de engaño autorizado, como la publicación de noticias falsas, lo podías hacer también. Por ejemplo, si ocurre un accidente de avión, tenemos procedimientos estándar sobre como actuar. Esos mismos procedimientos se utilizan cuando haces la recuperación o la extracción de una nave extraterrestre estrellada o de los restos de ella. Y tengo que hacer énfasis en los restos porque estas son máquinas tecnológicas muy avanzadas. No hubo tantos accidentes. Se averían porque están hechas por una inteligencia que es tan mortal como tú o yo. Siendo mortales, estamos sujetos a errores. Ahora bien, estamos hablando de una civilización muy inteligente, no una civilización altamente incompetente. Nosotros tomamos medidas y ellos toman medidas. Pero al mismo tiempo, cuando sales, haces una recuperación. Y cuando haces esa recuperación, la tratas de la misma manera que si estuvieras en un accidente de avión o si tuvieses una situación de materiales contaminantes, porque funciona. Todo está preparado. El único problema que tienes es que hay gente ahí fuera que se va a dar cuenta muy rápidamente de que eso no es algo de este planeta. Para estar seguro, con las recuperaciones de Blue Fly (naves extraterrestres), haces lo que llamamos un análisis de campo. En resumen, tienes expertos que saben qué misiles existen, que saben qué aviones existen. Están estudiando éste material. Ellos te dicen lo que no es. Esto te deja ante la única conclusión posible, algo que no tiene su origen en este planeta. Esa era la función de los equipos Blue Fly. Era crítico hacer un análisis de campo inmediato. Ahora, la forma de empaquetar el material, si son sólo restos, es llevada a cabo del mismo modo que si fuese material contaminante. Tomas precauciones. Si tienes una nave entera, tomas muy serias precauciones porque aunque sigo afirmando que los extraterrestres no son hostiles, puedes provocar serios accidentes, que pueden dar como resultado la muerte. Por supuesto, tratas de encubrir el material, particularmente si tienes una nave grande y es con forma de disco o, digamos, de formas angulares – que es una muy buena que recuperamos de vez en cuando. Y tomas precauciones, particularmente si tienes que ir a meterlo en un camión para traerlo. Si tienes que meterlo en un camión para llevarlo a un lugar seguro, seguimos a ese camión. El camión tiene un número 800, así que si hay alguna avería ellos pueden asegurar el vehículo y quedarse con él. Pero ellos tienen un número al que pueden llamar y obtener asistencia inmediata y llevar el vehículo a un sitio seguro. Y también hay procedimientos preparados para esto. De hecho, tienes un albarán de entrega. Y ese albarán tiene el número al que hay que llamar. Así que usas una contraseña – te daré una que utilizamos todo el tiempo: Tabasco. En el caso de las naves extraterrestres, había equipos especializados que sabían qué hacer en el caso de haber componentes biológicos. Una de las mayores preocupaciones que teníamos era la cuestión biológica, debido a la contaminación resultante en el caso de que sea una nave alienígena real. Estoy preparado para declarar que he estado en lugares donde había naves de origen desconocido que no eran de la faz de este planeta. Estoy preparado para declarar que mientras yo estuve allí, vimos cuerpos con y sin vida de entidades que no habían nacido en este planeta. Estoy preparado para declarar que tuvimos lo que ellos llamaban “interferencias” con esas entidades. Estoy preparado para declarar que tienen una escuela donde tratan de adoctrinar a la gente. Yo nunca fui a esa escuela. Siempre me negué. Estoy preparado para declarar que cuando terminé mi servicio en 1990, ellos me retuvieron durante dos meses para que reconsiderase mi marcha. Estoy preparado para declarar que yo tenía órdenes que decían que mi baja debía efectuarse el 1 de Diciembre de 1989, y que ellos revocaron esa orden. Una vez más, violaron la ley al retenerme durante dos meses dejando pendiente la aprobación de mi retiro, que ya había sido aprobado. Su propósito era tratar de convencerme para que me quedase. Tuvimos contacto con alienígenas originarios de algún otro sistema solar. Y yo he sido parte de ello. Yo trabajé en ello. Y sé que algunas de las cosas que hacemos son muy, muy, muy, muy terribles. Ellos no son hostiles hacia nosotros. Nosotros somos el enemigo en este caso – pero somos el enemigo, me gusta pensar, por buenas razones. Estamos preocupados sobre lo que otros países puedan hacer. He llegado a la conclusión de que estoy luchando contra el crono. Que tengo poco tiempo para tratar de convencer a la gente de que estamos tomando un camino por el que vamos a militarizar el espacio. Una vez que hayamos militarizado el espacio, tendremos toda una nueva vía tecnológica a nuestra disposición. NASA dice que necesitaremos otros 1.400 años antes de alcanzar lo que ellos llaman viaje interestelar. Yo te digo que a finales de este siglo lo estaremos haciendo. Si no hacemos nada para crecer espiritualmente – y eso para mí es algo difícil de afirmar – pero si no hacemos nada para crecer espiritualmente no alcanzaremos los viajes interestelares. Ellos nos detendrán. Lo que es peor es que ellos se harán ver a la desprevenida gente de este planeta. Nosotros queremos adquirir esa tecnología. Queremos hacer de esa tecnología parte de nuestra tecnología. Dentro de los próximos 25 años vamos a militarizar el espacio. Como resultado de ello, vamos a adquirir nuevas tecnologías y vamos a evolucionar una nueva tecnología que nos permitirá los viajes interestelares. Como resultado directo, nos convertiremos en una amenaza para ellos a menos que evolucionemos también espiritualmente. Pero creo que si no evolucionamos espiritualmente estamos forzando la situación hasta que estas entidades se den a conocer a sí mismas. Y se darán a conocer. Y no hay poder en la Tierra que pueda evitarlo. Los extraterrestres lo harán con el propósito de evitar que vayamos al espacio como una amenaza. Si esto pasase, le sucederá a una población mundial desprevenida y eso puede crear problemas muy serios. Pero esto no sólo va con los Estados Unidos. Es una verdad que el mundo entero tiene que ser informado al respecto. Y esa verdad es que el hombre no está solo, que tenemos gente de otros planetas, de otros sistemas solares, viniendo aquí. Creo que la comunidad de inteligencia tenía buenas intenciones cuando clasificó la información relativa a los OVNIS. Creo que se hicieron preguntas muy serias e importantes: ¿Qué impacto habría tenido si la gente del mundo hubiese sabido que no están solos en el universo, que había una inteligencia visitando nuestro planeta? Y creo que las intenciones fueron buenas. Como agencias de inteligencia entre naciones, naturalmente quieres ir en cabeza y adquirir la tecnología para aplicaciones militares. Así que tratas de mantener algo de ese conocimiento tan confidencial como sea posible clasificándolo lo más que se pueda – dejando la información disponible sólo a un pequeño grupo de personas – Programas de Acceso Especial. Sin embargo, creo que aunque estaban llenos de buenas intenciones al mantener oculta esta información clasificada, ahora está hiriendo a la gente. No creo que ningún gobierno tenga el derecho de hacer ver como un loco a cualquiera que vea un OVNI. No creo que ningún gobierno tenga derecho sabiendo que la psicología de individuos específicos pueda conducirles finalmente a una gran depresión mental, llevando finalmente en muchos, muchos casos al suicidio o autodestrucción. Cuando vemos salir este tipo de cosas, tenemos la obligación de reconsiderar nuestra forma de pensar y nuestras posturas. Yo sugeriría que tenemos que derribar los muros del secretismo, que tenemos que ser los responsables de sacar la verdad a la luz. Debemos ser responsables en cómo decir la verdad. Y debemos ser sinceros. Y esta no es una historia de miedo. Aprendes que los extraterrestres tienen la noción de Dios. Descubres que tienen familias. Descubres que tienen culturas. Descubres que tienen cosas que les gustan y cosas que no. Buscas entre las cosas que son similares entre nosotros, no las diferencias. Y esa es la forma de comenzar por el camino de la verdad. El problema que tenemos ahora mismo es que les vemos como algo de lo que hablar; algo de lo que maravillarnos y sorprendernos. Bien, de vuelta a mi historia, acabábamos de terminar el entrenamiento que recibimos para ser NBQ. Y un amigo mío me llevó de vuelta a Fort Lee, Virginia. Él iba a Fort Meade, Maryland, y me dijo, vamos, te daré un paseo hasta tu base. Y discutimos sobre OVNIS de camino a Fort Lee. Varias semanas después volví a Fort Lee, recibí una llamada de esta persona y me fui a visitarla a Fort Meade. Cuando llegué allí, donde se suponía que iba a estar, y me dijeron, bueno, esta persona está retenida, hablaremos con usted más tarde sobre su situación tan pronto como quede en libertad. Esta persona me preguntó, por cierto, si había estado alguna vez en el Pentágono. Bien, hasta entonces nunca había estado en el Pentágono. Y me dijeron, bueno, es un sitio realmente único. ¿Por qué no vamos allí? Así que fuimos. Yo tenía una pequeña maleta que me dieron, sin ningún pase en ella. Pero el tipo que había conmigo sí tenía un pase y simplemente les dijo a los guardias que estaba autorizado a ir con él. Y siempre ha sido él el que me llevaba allí. Finalmente llegamos a un sitio que tenía un ascensor. Nos metimos y descendimos – no recuerdo cuánto bajamos. No sé decirte si hay una planta bajo el Pentágono, dos o quince. Pero descendimos. Cuando llegamos abajo, había dos monorraíles. Quiero decir que hay monorraíles debajo del Pentágono. Son como grandes tubos, algo gruesos en el centro, uno a cada lado. Así que tenían esos pequeños monorraíles con coches que parecían una bala, donde podían acomodar a dos personas delante y otras dos detrás. Subimos a un monorraíl y comenzamos a movernos, yo diría que durante unos 20 minutos, pero estoy adivinando porque no estoy seguro. Cuando bajamos, me dijo, bien, deja que te enseñe algunos lugares interesantes de este corredor. Así que empezamos a caminar por el corredor y parecía que al fondo había una puerta. Según nos acercábamos más y más a la puerta, mi guía se giró y me dijo, ya sabes, las cosas no son siempre lo que parecen. Me dijo que mucha gente desconocía esas instalaciones subterráneas bajo el Pentágono. Sólo unos pocos saben que el Pentágono tiene un monorraíl subterráneo que lo conecta con otros lugares. Me dijo, es como las paredes de aquí – no parecen en absoluto paredes. Y yo le dije, ¿qué quieres decir con que no son paredes? ¿De qué me estás hablando? Yo pensaba que me estaba gastando una broma. En ese momento me dijo, no, es como la pared detrás de ti. Yo miraba y a mí me parecía una pared. No había juntas ni nada que yo pudiera ver. Entonces me empujó. Traté de agarrarme pero de pronto se abrió una puerta. Cuando pasamos a través de la puerta había una especie de mesa de camping. Y detrás de la mesa de camping estaba esa pequeña entidad. La entidad era poco más alta de los 1,20 metros que se les suele atribuir. Pero había dos personas a cada lado de la mesa ligeramente detrás de la criatura. Cuando pasé a su lado, miré a la criatura a los ojos. Y sabes, es como si la estuviese mirando pero a la vez estaba sacando todo de mi mente – estaba “leyendo” toda mi vida. Es difícil de describir lo que sentí allí – ves toda tu vida hasta ese momento en unos segundos. Y quiero decir que sentías todo. Recuerdo haber caído al suelo y haberme echado mano la cabeza. Lo siguiente que recuerdo es que desperté y estaba en la oficina de mi amigo [de vuelta a Fort Meade.] Y cuando estuve de vuelta en la oficina de Jack me dijeron que no me había pasado nada y que yo había estado allí todo el día. Pero yo sabía que no fue así. Voy más lejos al afirmar que existe una interacción entre entidades y ciertas agencias del gobierno dentro del gobierno de los Estados Unidos. No iré tan lejos al afirmar que ellos nos estén dando tecnología para matarnos a nosotros mismos. Ellos no siguen esa línea. Su propósito al estar aquí es científico y humanitario. Hemos sido muy tontos respecto a cómo hemos hecho ciertas cosas y cómo nos hemos hecho daño a nosotros mismos. Ahora nos hemos dado cuenta y estamos tratando de tomar acciones correctivas. Y esa es justamente una de las cosas que los extraterrestres están supervisando. Tenemos la biosfera que ha sido dañada. Ellos no vienen aquí para repararla. Vienen aquí a ver cómo lo gestionamos. Pero el gobierno no puede ser único que cargue con toda la responsabilidad y con todo el conocimiento y el entendimiento. La situación hace que tengamos que trabajar todos al unísono, como gente unida. Tenemos que ir hacia delante y empezar a prepararnos para cuando demos finalmente ese gran salto mediante el cual iremos a visitar otros planetas en otros sistemas solares. Y tenemos que, una vez más voy a utilizar las palabras, crecer espiritualmente como un grupo de gente, la gente que representa a la humanidad en la Tierra. Sí, hay algún tipo – y no se hasta qué extremo – pero hay algún tipo de diálogo que está teniendo lugar entre nuestros visitantes de todas las especies, porque hay más de una, y los varios gobiernos – no sólo el norteamericano, sino del mundo entero. Principalmente, éstas son las naciones más desarrolladas del mundo porque las naciones que han ido al espacio representan la mayor amenaza para ellos. Otra experiencia temprana que tuve fue la visión accidental de algo que se suponía no tenía que ver. Estábamos en una instalación y un amigo mío y yo y nos acercamos a un balcón y miramos hacia abajo a la sala de reuniones. Tenían una ventana de plexiglás que nos separaba del balcón y que iba hacia abajo por las escaleras – no podías oír lo que estaban diciendo. Pero nos dimos cuenta que estaban proyectando una película. Y la película mostraba varios tipos de lo que hoy en día llamamos OVNIS. Mostraba varios tipos de criaturas alienígenas, algunas muy parecidas a nosotros y otras con marcadas diferencias. No nos dimos cuenta de que había llegado gente a donde estábamos. Y nos dijeron, ¿qué estáis haciendo ahí? Y les dijimos que estábamos ahí sentados tomando el almuerzo porque no queríamos ir al bar. Y nos dijeron que teníamos que ir con ellos y teníamos que ir ahora. Y nos cogieron de la ropa y nos llevaron a empujones por las escaleras. Una vez que bajamos las escaleras nos metieron en una furgoneta sin ventanas. La furgoneta estaba allí esperando. No sé a donde nos llevaron, pero era un edificio de estilo militar. Nos bajaron y nos metieron en una habitación. No sabíamos qué iba a pasar. A la quinta noche de estar allí, me llevaron a la compañía. Me fui a dormir porque estaba muerto de cansancio y lo único que quería hacer es ir a dormir. A la mañana siguiente, un sábado por la mañana, fui despertado por el oficial de guardia. Me dijo que quería verme. Bien, me llevaron a ver a dos personas; uno hacía de malo y otro de bueno. El malo le dijo al otro, “te dije que no teníamos que creerle. Acabemos con esto. Vamos a meterle un tiro.” Y el tipo bueno decía, “no, no, vamos a hablarlo.” Y le dijo al tipo que hacía de malo que saliese – a veces utilizábamos esa técnica en seguridad – poli bueno, poli malo. El que se suponía que era malo se fue a por comida. El tipo bueno me dijo, “escucha, a ti te gusta trabajar con temas OVNI.” Y yo le dije que no. Y me dijo, “bueno, ya sabes, tienes experiencia en ello. Has estado algo envuelto en esto. Y eso que visteis no eran fotografías falsas. ¿Te gustaría trabajar con nosotros? ¿Te gustaría trabajar con nosotros? Y le dije que no, que no me gustaría en absoluto. Y me dijo, “mira, a ti te gusta trabajar con esto, vas a tener que trabajar en esto, vas a tener que aprender más sobre esto.” Me dijo que la situación era que a finales de ese año iban a publicar todo lo que sabían. Pero que el mundo no era un lugar seguro. Que teníamos que saber más, desde un punto de vista tecnológico y militar, que los potenciales enemigos de nuestro país. Así que te estoy pidiendo que trabajes con nosotros.” Bien, yo me lo pensé. Ya sabes, era joven. Y pensé que aquello era algo con lo que tendría que estar envuelto el resto de mi vida, que sería divertido, que podría aprender ciertas cosas, respuestas a las preguntas que tenía, en definitiva un mejor conocimiento de los sucesos de mi vida. Creía que, primero, me querían dentro del ejército; segundo, querían que estuviese envuelto en este programa; tercero, no había mucha preocupación sobre si, posteriormente, empezaba a hablar del asunto. Sólo estaban preocupados de lo que yo pudiese tener como prueba: si tenía algunas pequeñas muestras de prueba, y el impacto que podrían tener en mi historia. Pero sé que no querían que me fuera del ejército. Sé que querían que me quedase. Sé que querían que siguiese adelante y fuese a lo que llamaban La Escuela. Me dijeron que si ibas a esa escuela se te abría un nuevo mundo, una gran avenida. Y tenía que aceptar. Tenía que aceptar y firmar unos papeles específicos para ir. Y yo no estaba preparado para ir a esa escuela. He visto a gente que estuvo envuelta en el programa y que habían ido a esa escuela, y déjame decirte que no me gustaba su personalidad. No me gustaba la idea de que por el mero hecho de ir allí, te hacía algo especial. Esa no era la forma en que se suponía tenía que ser. Creo que una de las mejores cosas que puedes ser es ser un sirviente y no viceversa. Así que algunas de esas personas, no me gustaba su disposición. No me gustaban sus actitudes. Y no quería convertirme en uno de ellos. Y uno de mis miedos era que si iba a esa escuela podría cambiarme de la misma manera. Bien, hay eventos, hay recuperaciones [de naves extraterrestres]. Pero las recuperaciones eran pocas y alejadas entre ellas. Uno de los sucesos que tuvo lugar en 1969 fue la recuperación de una nave de formas angulares que tuvo lugar en Indian Town Gap. Sé que hacía frío, creo que pasó en invierno pero no había nieve. Estábamos en un ejercicio de entrenamiento de campo, el Grupo 96 de Asuntos Civiles. Yo era parte de esa compañía. Yo era el Oficial al Mando No Comisionado NBQ. Recibimos el aviso de un accidente en el que había caído una nave y teníamos que asistir en su recuperación. Las personas que aparecieron sabían exactamente dónde íbamos a ir, y fuimos a prepararnos. Desde allí nos llevaron a otro lugar en Indian Town Gap. No tuvimos ningún problema con civiles o curiosos. El hecho es que hicimos la recuperación. Y me di cuenta de que lo que estaba viendo no era de origen humano. Cuando llegamos allí, ya había un equipo establecido. Siempre se colocaban focos alrededor del objeto. Me pidieron que me fuese aproximando cada vez más al objeto para tomar mediciones con el APD 27. Y lo hice, y me daba cuenta de que aquello no tenía un origen terrestre. Bentwaters es otro caso muy interesante. Con Bentwaters, fuimos a recopilar algo de la información. Además de la evidencia física, había fotografías. Había grabaciones en vídeo. Había evidencia de una radiación de fondo más fuerte de lo normal. No muy alta, pero por encima de lo normal. Descubrimos que había algunas anomalías en la zona que llamábamos de punto de impacto. También observamos que los árboles habían sido cortados a ras por las copas. Cuando llegamos allí, era a finales de Diciembre, diría que el 28 de Diciembre fue cuando llegamos. Recogimos los materiales. Los enviamos a la Base Aérea de Lindsey, todo, las evidencias que recogimos y la documentación que había allí. Hubo avistamientos que fueron confirmados por radar. Tanto el gobierno estadounidense como el británico estaban al tanto de esos avistamientos. Las evidencias físicas fueron enviadas a Lindsey, Allí se resumía toda la información para poder informar a la OTAN. Lo que no se es a quién se informaba en la OTAN. Pero sí se que teníamos que hacerlo. La información se envió con el correo especial. Creo que fue enviado de vuelta a una base aérea cercana a Washington D.C, y el material fue transferido a Fort Belvoir, Virginia, que por entonces era el centro de operaciones del Grupo de Actividades Especiales de las Fuerzas Aéreas. Ellos cogieron el material, hicieron lo que fuese con él, y vinieron con el producto de inteligencia finalizado. También estuve relacionado con los sucesos de Bélgica de Junio y Julio de 1989. Estuvimos recopilando información y datos sobre los OVNIS que volaron sobre Bélgica. Los OVNIS también volaron sobre Alemania. Tuvimos un incidente en la frontera cerca de territorio soviético. Vimos que los soviéticos estaban bastante trastornados porque era un objeto muy grande. Era de forma triangular y del tamaño de tres campos de fútbol a cada lado del triángulo. Voló sobre lo que llamamos la Zona Sin Hombres. Según voló sobre esa zona todos nos pusimos algo nerviosos. Era en verano. Podías sentir como se te erizaban los pelos. Era más que eso, teníamos temblores a causa del miedo o algo así. Había algún tipo de efecto psicológico teniendo lugar. Una vez que cesó el incidente, pusimos a los cazas en alerta. Les informamos de que podíamos tener a una nave soviética cruzando la frontera y que íbamos a interceptarla. Los soviéticos hicieron lo mismo. La nave fue a territorio soviético, y éstos hicieron despegar cazas para tratar de interceptarla. No estaba volando realmente deprisa. Pero esa noche en particular nadie abrió fuego. Se tomaron fotografías. Se consultó con la Unión Soviética. Con todo esto en marcha, todo el mundo fue llamado e informado. Se les dijo que aquello que vieron no era otra cosa que un Mig 27 ruso que se había perdido y se había adentrado en la Zona Sin Hombres para causar un problema y crear alarma. Pero no era un Mig 27. Nosotros sabíamos exactamente lo que estábamos viendo. Todos teníamos tarjetas donde venían silueteados todos los aviones de la Unión Soviética e incluso los nuestros. Así que sabíamos lo que estábamos viendo. Lo que vimos fue un aparato de origen inusual. No producía sonido aerodinámico. Y cuando digo que no producía ningún sonido aerodinámico, quiero decir que no tenía ningún medio de permanecer suspendido ahí arriba sin algún medio de apoyo aéreo visible, como un helicóptero. Allí no había nada de eso. Era completamente silencioso, no hacía ningún ruido. Este fue uno de los incidentes que me hizo preocuparme un poco, me hizo pensar en dejar aquello y volver con la familia, tener algo de vida familiar. El incidente se fue haciendo más grave. Los soviéticos emitieron una protesta oficial a través del gobierno belga dirigida al gobierno estadounidense afirmando que estaban muy preocupados por el hecho de que las autoridades belgas y otras naciones nos permitiesen hacer misiones de reconocimiento o vuelos de aviones stealth dentro de la Unión Soviética. Lo notificamos y discutimos con la Unión Soviética. Finalmente informamos al Grupo de Misiones Militares de Enlace Soviético de que esto no tenía nada que ver con nuestro envolvimiento en enviar aviones stealth dentro de su territorio. La Unión Soviética estaba alarmada sobre lo que estaba pasando. Incluso dijeron que era un aparato nuestro. Les aseguramos que no era así. Aseguramos al gobierno belga que no era así. Las autoridades belgas tuvieron sus propios avistamientos OVNI. Los hemos visto en televisión. Lo que no sabes sobre esos avistamientos es que hubo un tremendo – no quiero llamarlo encubrimiento – hubo un movimiento para mantener ciertas informaciones sobre esos avistamientos bajo llave. Hubo algunos esfuerzos para seguir adelante y alterar la filmación de las pantallas de radar en un punto donde su 274 mostraba que el OVNI iba bajo tierra, que no lo hizo. Creo que se supuso que había profundizado 600 pies bajo tierra. Eso no sucedió así. Era visible. La gente lo vio. Los pilotos lo vieron. Los pilotos de aviones se trabaron con ello. Pero esas cosas habrían creado más preguntas de las que estábamos dispuestos a responder. Así que decidimos dejar esto al margen de la prensa. Y lo conseguimos. Otro caso en el que estuvimos envueltos fue el incidente iraní del 19 de Septiembre de 1976. Ambos cazas fueron separados para tratar de averiguar si había alguna forma de poder explicar qué les había pasado realmente a los dos cazas que estaban teniendo mal funciones a la vez. Se produjo una situación en la que habíamos detectado unas anomalías en la zona del avistamiento – donde uno de los pilotos de la Fuerza Aérea vio al OVNI descender hasta el suelo. Registramos esas anomalías con dispositivos de audio. Realizamos grabaciones en vídeo de la zona y hubo varias cosas que aparecieron en la grabación. No tengo conocimiento de todo lo que pasó en la zona de aterrizaje. No tengo toda la información. No era algo en lo que yo tuviese que ver. Pero sí puedo decirte que lo que fuese que pasó allí tuvo a la gente de baja durante dos o tres semanas. En 1986, creo, disparamos a un OVNI en dos ocasiones. El OVNI despegó como si no hubiese pasado nada. En 1986 sucedieron los incidentes en los que 20 OVNIS o más volaron alrededor de un caza brasileño, volando en círculos a su alrededor. Esos documentos son importantes. No se habían recuperado más de dos docenas de OVNIS en 1969 cuando fui informado por primera vez. Nos dijeron que habían sido dos docenas – que hubo varios en los años 40 y principios de los 50. Y para dejar perfectamente claro los eventos que sucedieron entonces, puede sonar loco, pero nuestros radares creaban problemas en los sistemas de guiado extraterrestres y ellos tuvieron que hacer ajustes en sus sistemas de guiado por ello. Cuántos cuerpos extraterrestres han sido recuperados? No lo sé. ¿Cuántos accidentes se han producido en los que sólo obtuvimos restos porque los extraterrestres vinieron e hicieron su recuperación antes de llegar nosotros? No lo sé, pero ha sucedido. Ha sucedido. Cuando han tenido problemas, hace una llamada de socorro como nosotros, hacen una llamada de socorro, que es algo sobre lo que mucha gente no piensa; es una cuestión que nunca se hace. Pero una vez más pensamos en ellos como algo intangible, como ese muñeco. Pero son criaturas vivas que respiran como tú y como yo. Piensan, aman, tienen gustos, discrepancias, cultura social. Esto es muy importante para tratar que la gente entienda que éste es el caso. Quiero poner el factor humano en los OVNIS. Y cuando digo factor humano, quiero decir que son gente real. Puedes llamarlos entidades. Puedes llamarlos criaturas. Pero a menudo te haces la pregunta: ¿quienes son más reales, ellos o nosotros? Y esas son cosas que realmente hay que poner sobre la mesa – el hecho de que son simplemente como tú y como yo. Tenemos que buscar las similitudes, no las diferencias, y llegar a un mayor entendimiento. Porque finalmente, en un futuro no muy lejano, vamos a tener el contacto final que nos abrirá nuevas puertas… Mucha gente se sienta y dice, bien, ellos no tienen bases aquí. Ah, ya, sí las tienen.