Rodolfo Llopis, pedagogo y político. Bruno Vargas, Alfredo Liébana, Alonso Puerta y Beatriz García Paz. Fundación Indalecio Prieto. 2014. El libro Rodolfo Llopis, pedagogo y político, publicado por la Fundación Indalecio Prieto, no sólo contribuye al intento de saldar una deuda con un intelectual y hombre público no suficientemente reconocido por la democracia española surgida tras la disolución de la dictadura franquista, sino que además representa una importante y rica fuente documental sobre la no siempre bien conocida trayectoria de una de las figuras más relevantes del socialismo español del siglo XX. Esta obra colectiva diferenciadas: • de varias partes Una biografía política y pedagógica de Rodolfo Llopis, a cargo de Bruno Vargas. • Una semblanza rica y compleja de la figura del dirigente socialista desde una perspectiva de su andadura política, sindical, de su dimensión de maestro de maestros y de escritor, a cargo de Alfredo Liébana. Una reflexión sobre la trascendencia histórica de Llopis y de su legado, a cargo de Alonso Puerta. Una relación exhaustiva de los títulos de los artículos publicados por el histórico secretario general del PSOE desde 1946 a 1972 en El Socialista y de 1972 a 1976 en Le Nouveau Socialiste. • • consta Las diferentes secciones del libro nos muestran a un personaje polifacético, activista e intelectual inagotable, en un mosaico de las diversas actividades a las que Llopis contribuyó. A través de la sus páginas nos permite ahondar en la riqueza y amplitud de este personaje clave del socialismo español. La vida del profesor y luego diputado alicantino discurrió entre la enseñanza y la política, el sindicalismo, la escritura, la gestión educativa, su preocupación por la modernización de la escuela, ligada siempre a su función social, así como su compromiso político e ideológico con las principales preocupaciones ideológicas e intelectuales de su tiempo. Rodolfo Llopis inició su andadura profesional y política en Cuenca, ciudad de la que fue concejal y profesor de la Escuela Normal. El libro combina un riguroso trabajo documental con un interesante análisis del papel de Llopis en las más diversas empresas a las que siempre se dedicó con entusiasmo, tanto en tiempos de ilusiones como en la amarga administración de la derrota que permitió mantener el legado del socialismo histórico y de seguir manteniendo viva la llama que permitió que el partido fundado por Pablo Iglesias Posse sobreviviera en circunstancias especialmente adversas y dramáticas. Por este motivo, además de estudiar la vida y la obra de Rodolfo Llopis, este libro pretende reivindicar su figura como uno de los referentes históricos esenciales, tal y como hace Alonso Puerta en su prólogo a esta obra. La interesante recopilación de los artículos escritos por Llopis es una pista de la mayor importancia para analizar el pensamiento político español durante el exilio y su visión de la Dictadura de Franco. Asimismo, la muestra de artículos escritos por Llopis desmiente la imagen de una figura anticuada, anclada en la nostalgia de la República y el trauma colectivo de la guerra civil, como se nos hizo creer durante los años inmediatamente anteriores a la muerte de Franco, en los que la caricatura que hicieron de él los ganadores de los Congresos de Toulouse y Suresnes. En ellos vemos la imagen de los socialistas clásicos, con un espíritu sincero y auténtico, sin artificios ni poses, escritos con un estilo ágil, de un hombre culto y comprometido y cosmopolita. En una circular de 1932, recogida por Alfredo Liébana, Llopis expresa un concepto del laicismo en la educación, muy alejada del estereotipo de sectarismo del que fue tildada la política educativa republicana por sus adversarios: “La escuela debe respetar la conciencia del niño. La escuela no puede ser dogmática ni puede ser sectaria. Toda propaganda política, social, filosófica y religiosa queda terminantemente prohibida en la escuela. La escuela no puede coaccionar las conciencias. Al contrario, ha de respetarlas. Ha de liberarlas. (…) La escuela es de todos y aspira a ser para todos.” Todavía hoy estas palabras podrían servir de guía para una visión laica, democrática y tolerante de la enseñanza. Por eso, si prescindimos de aquellos aspectos más contextuales, más propios de situaciones políticas ya superadas por el tiempo, la lectura de este libro más que dar la impresión de estar ante una obra nostálgica o de arqueología nos permite acercarnos a un texto que puede ser leído para iluminar el presente. Mariano del Mazo de Unamuno Reproducción facsimilar de la primera edición realizada por la Editorial España. Madrid 1934. El libro que la UCLM reedita casi siete décadas y media después de su primera edición, supone la culminación del pensamiento pedagógico de uno de los políticos y educadores más representativos del primer tercio del siglo XX, Rodolfo Llopis. Sin embargo, ni su obra ni su gestión política han tenido la atención que, sin duda merecieran. Los motivos que pueden explicarlo son variados, complejos y que se podrían resumir en su condición de derrotado (estuvo en el bando perdedor en 1939 y encabezó una escisión de su partido, el PSOE, en los años setenta, cuando fue desbancado de la Secretaría General del Partido por un joven Felipe González) y de doblemente exiliado pues, pudiendo haber vivido en su patria sus últimos años, decidió retornar de manera voluntaria a Francia para vivir allí hasta el fin de sus días. Rodolfo Llopis se vinculó a la Institución Libre de Enseñanza, fue Catedrático de Geografía en la Escuela Normal de Cuenca, escribió varios libros sobre Pedagogía y, por sus méritos y pensamiento, alcanzó la Dirección General de Primera Enseñanza en abril de 1931, consecutivamente con dos Ministros de Educación: Marcelino Domingo y Fernando de los Ríos. Renunció al cargo en abril de 1933 por incompatibilidad de su puesto de diputado por la provincia de Alicante. Exiliado en Francia desde febrero de 1939, donde ocupó el cargo de Secretario General del PSOE desde 1955 hasta el Congreso socialista de Suresnes, en 1972.