EMPRESAS Llopis desarrolla nuevos productos para crecer en el mercado La empresa familiar alicantina, que reorientó su estrategia de negocio hace cuatro años, se ha convertido en proveedor de almendra de las principales multinacionales líderes en alimentación y dulces L as cuatro generaciones que han pasado por Almendras Llopis han sido más que suficientes para transformar una empresa dedicada al descascarado manual de almendras, en una de las principales suministradoras de la industria alimentaria internacional y con altos niveles de tecnología en todo el proceso. El cambio se produjo tras una gran visión estratégica. Vicente Llopis, actual gerente de la compañía, realizó una visita a California y se quedó impresionado por las plantaciones de almendras que existían en el Valle de San Joaquín: “es como una fábrica de hacer almendras”, comenta. Esa visión le impresionó de tal manera, que le indujo a cambiar la estrategia de negocio de la compañía. IMPORTAR DE CALIFORNIA Así comenzaron a importar almendras de California, “porque la producción allí es mucho más segura que la española, puesto que aquí depende mucho de la climatología”, explica M.ª José Llopis, cogerente de Almendras Llopis y cuarta generación de la familia en la empresa. M.ª José Llopis añade que esa importación de almendra californiana también viene marcada por sus volúmenes de producción. Las 17.000 toneladas de almendra que produce anualmente la firma equivalen al 40% de la producción 078 M.ª José Llopis y Vicente Llopis , cogerentes de Almendras Llopis nacional de almendras, “con lo que es muy difícil que una sola empresa pueda acaparar esa cantidad de la producción nacional; por lo tanto, necesitamos importar”. Además, el mercado de la al- mundo. En la actualidad, el 15% de la producción de Almendras Llopis proviene del mercado nacional y el resto, de Estados Unidos. Este replanteamiento del negocio conllevó un cambio en La compañía invertirá 1,5 millones de euros en el desarrollo de un nuevo producto, dirigido al mercado internacional, para incrementar sus ventas en Europa mendra española está centrado en España, principalmente en el sector del turrón, y en Italia, mientras que la almendra americana tiene mayor penetración en el resto del los clientes. Aunque siguen siendo suministradores de la industria turronera, sus principales clientes son las multinacionales líderes en alimentación y dulces. Para atender sus necesidades, desde hace diez años la empresa está realizando constantes inversiones en tecnología y en calidad, “nuestros clientes son consumidores finales, muy selectos y muy exigentes. El nivel tecnológico de nuestra empresa es muy elevado para alcanzar altos niveles de calidad”, destaca Vicente Llopis. SALTO EN LA FACTURACIÓN Una de las grandes inversiones de estos años ha sido el Departamento Técnico y de Calidad, al frente del cual está Cristina Llopis, miembro de la cuarta generación y “que ha conseguido el reconocimiento de nuestros clientes, Febrero / 2007 EVOLUCIÓN DE LA FACTURACIÓN 100 95,00 90 80 75,00 50 50,35 53,37 55,92 20 04 60 20 03 70 40 30 20 10 20 06 20 05 20 02 0 (*) Cifras en millones de euros Fuente: Almendras Llopis gracias a la implantación de un gran sistema de control de puntos críticos para la seguridad alimentaria y la certificación de nuestra empresa, según la ISO 9001-2000”. Los resultados de esta estrategia se vienen notando desde hace cuatro años, cuando se dio un importante salto en almendra natural y española, pero a niveles muy bajos y a importadores que lo que hacían era revender la mercancía, con lo que controlaban el precio”, recuerda M.ª José Llopis. Eso ahora ha cambiado, venden al industrial que va a utilizar esa almendra como ingrediente para sus pro- El 15% de la producción actual de Almendras Llopis proviene del mercado nacional y el 85% restante, de Estados Unidos la facturación de la compañía, debido a los grandes volúmenes de consumo de estos grandes clientes. “Estamos presentes en industrias que elaboran todo tipo de chocolates, bombones, ‘snacks’, cereales de desayuno, helados, tostados…”, comenta Vicente Llopis. En 2006, la facturación de Almendras Llopis alcanzó los 100 millones de euros y los beneficios se sitúan en cuatro millones. Las ventas se centran en España y en la Europa tradicional (el 85% de sus ventas proviene de las exportaciones), “empezamos a exportar, en la tercera generación, ductos. “Al cambiar ese rango de clientes, tenemos que garantizar una serie de cosas, porque exigen unas especificaciones de calidad, de servicio, que si tú no controlas el producto, es difícil que puedas ofrecer”. Las exportaciones se realizan, principalmente, a Alemania (27%) y Francia (26%), además de Países Bajos, Inglaterra y países nórdicos. También venden en Japón, un destino que quieren potenciar, y países árabes, como Kuwait, Arabia Saudí y Emiratos Árabes, “países con cierto nivel adquisitivo, ya que este es un producto caro”, apunta M.ª José EMPRESAS Todo el proceso de trabajo de la empresa está totalmente automatizado Llopis. Hace tres años, empezaron a introducirse en los países del este de Europa y están teniendo crecimientos del 8%, “queremos crecer en estos mercados”. NUEVA LÍNEA DE PRODUCTO Para potenciar sus ventas, la compañía invertirá 1,5 millones de euros en 2007 en la puesta en marcha de una nueva línea de producto. “El proyecto es crear una línea de pasta de almendra, pralinés y pastas de mazapán. Queremos ofrecer a la industria un ingrediente más, que además es muy típico en Europa”, señala M.ª José Llopis. Esta nueva inversión vendrá a completar las realizadas en 2005 para mejorar la productividad de la empresa. Entonces se destinaron tres millones de euros a poner en marcha una línea de producción de almendra repelada, que incrementó en un 40% su capacidad productiva. También se puso en marcha una línea de tostado de última generación, “con lo que tenemos totalmente automatizado desde el tostado hasta el envasado y paletizado del producto, es una inversión que se hizo por productividad, pero también para evitar riesgos laborales”, y se ampliaron las instalaciones. Esta automatización del proceso ha servido para poder 080 atender las exigencias de sus clientes. “Hay empresas que exigen que el formato de almendras que le suministramos tenga unas medidas de- Llopis es que son colaboradores de sus clientes. “Nuestro Departamento Técnico trabaja codo con codo con los departamentos de Calidad y Técni- En 2005, se destinaron tres millones de euros a poner en marcha una línea de producción de almendra repelada, que incrementó en un 40% su capacidad productiva terminadas y unas especificaciones muy concretas, y aquí podemos ofrecérselo”, apunta Vicente Llopis. TOTALMENTE MECANIZADO Además, señala que una de las características de Almendras cos de nuestros clientes cuando estos van a sacar un producto nuevo, para ver qué variedad es la más adecuada”, destaca M.ª José Llopis. Este cambio de estrategia en la empresa también ha conllevado dejar a un lado sus orígenes. Ya EXPLOTACIÓN AGRÍCOLA PARA UN DESARROLLO VERTICAL Aunque no son productores de almendras, esa situación va a cambiar en pocos años. Uno de los proyectos surgidos de ese viaje a California era tener plantaciones propias de acuerdo con la demanda del mercado, es decir, con las variedades que demandan los clientes. Para ello, han adquirido 300 hectáreas (unos 150.000 árboles) en la zona de Alentejo en Portugal, “porque necesitamos clima y agua, y aunque nuestra primera intención era ponerlo en marcha en Alicante, fue imposible”, afirma Vicente Llopis. La intención es ir aumentando la superficie a explotar y llegar a unas 1.000 hectáreas. Para cultivar, van a utilizar la misma tecnología agrícola, “queremos que todo esté mecanizado y poder decirle al cliente de dónde ha salido esa almendra, de qué campo y con qué condiciones se ha cultivado”. La intención es que la producción de esa plantación suponga el 15% de sus necesidades de materia prima. En estos momentos, están trabajando para preparar el campo, poner el riego por goteo, tratando las variedades con un viverista y empezarán a plantar a finales de 2007. La familia Llopis confía en que, dentro de tres años, comience la producción. no son descascaradores de almendras. Esa fase de la producción decidieron eliminarla porque dificultaba su crecimiento en las garantías de calidad y salubridad del producto final. “Había que colocar esa línea en un sitio aparte y la inversión no nos pareció importante, porque la almendra que importamos ya viene descascarada, con lo que decidimos que la de España tenía que ser igual”. FIELES A LA TRADICIÓN A pesar de ser fieles a su tradición, Almendras Llopis ha realizado un importante esfuerzo para adaptarse a la evolución de los mercados y aplicar la tecnología necesaria, “y eso que muchas veces la hemos tenido que inventar nosotros porque no hay empresas que investiguen para nuestro sector”. Del antiguo descascarado manual, donde cada operario partía una a una las almendras con una maza de madera, hasta los actuales procesos, donde están todas las fases del ciclo productivo de la almendra y todo mecanizado (calibrado repelado, troceado y tostado), han pasado cuatro generaciones y 85 años. Autor: V. Beneyto Imagen: I. Sanchiz Febrero / 2007