10.2 El espacio Espacio y tiempo como condiciones de posibilidad de la matemática. Kant debe demostrar tres cosas: La primera, que el espacio y el tiempo son puros, o sea, a priori, que no proceden de la experiencia. La segunda, que el espacio y el tiempo no son conceptos de cosas reales sino intuiciones. Y la tercera que ese espacio y tiempo, intuiciones puras, intuiciones a priori, son el fundamento de posibilidad de los juicios sintéticos en la matemática. Exposición metafísica y exposición trascendental. a) El espacio: exposición metafísica El espacio es una representación a priori El espacio es una representación necesaria a priori El espacio es una intuición pura y no un concepto La contraposición entre intuición pura y concepto El espacio 1 §2 Exposición metafísica del concepto del espacio (B38-B40) 1) El espacio no es un concepto empírico sacado de experiencias externas. Pues para que ciertas sensaciones sean referidas a algo fuera de mí (es decir, a algo en otro lugar del espacio que el que yo ocupo), y asimismo para que yo pueda presentarlas como fuera [y al lado] unas de otras, por tanto no sólo como distintas, sino como situadas en distintos lugares, hace falta que esté ya a la base la representación del espacio. Según esto, la representación del espacio no puede ser tomada, por experiencia, de las relaciones del fenómeno externo, sino que esta experiencia externa no es ella misma posible sino mediante dicha representación. El espacio 2 2) El espacio es una representación necesaria, a priori, que está a la base de todas las intuiciones externas. No podemos nunca representarnos que no haya espacio, aunque podemos pensar muy bien que no se encuentren en él objetos algunos. Es considerado, pues, el espacio como la condición de la posibilidad de los fenómenos y no como una determinación dependiente de éstos, y es una representación a priori, que necesariamente está a la base de los fenómenos externos. El espacio 3 3) El espacio no es un concepto discursivo o, según se dice, universal, de las relaciones de las cosas en general., sino una intuición pura. Pues primeramente no se puede representar más que un único espacio, y cuando se habla de muchos espacios, se entiende por esto sólo una parte del mismo espacio único. Estas partes no pueden tampoco preceder al espacio uno, que lo comprende todo, como si fueran, por decirlo, así, sus componentes (por donde la composición del espacio fuera posible). Por el contrario sólo en él pueden ser pensadas. Él es esencialmente uno; lo múltiple en él y, por tanto también el concepto universal de espacios en general, se origina sólo en limitaciones. De aquí se sigue que en lo que a él respecta, una intuición a priori (que no es empírica) sirve de base a todos los conceptos del mismo. Así todos los principios geométricos, v. g. que en un triángulo dos lados juntos son mayores que el tercero, no son nunca deducidos de los conceptos universales de línea y triángulo, sino de la intuición; y ello a priori, con certeza apodíctica. El espacio 4 4) El espacio es representado como una magnitud infinita dada. Ahora bien, hay que pensar todo concepto como una representación que está contenida en una multitud infinita de diferentes representaciones posibles (como su característica común) y, por lo tanto, que las comprende debajo de sí; mas ningún concepto, como tal, puede ser pensado como si encerrase en sí una infinita multitud de representaciones. Sin embargo, así es pensado el espacio (pues todas las partes del espacio en el infinito son a la vez). Así, pues, la originaria representación del espacio es intuición a priori y no concepto. b) Exposición trascendental 1. El espacio no puede ser un concepto, sino una intuición, pues de los conceptos no es posible obtener proposiciones sintéticas. 2. El espacio no puede ser una intuición empírica, pues en caso contrario la geometría no tendría carácter a priori ni necesario. 3. Una intuición que precede los objetos con formas a priori y determina a priori los objetos es sólo posible si deriva del sujeto y se presenta como forma de la intuición externa, en sentido de no encontrarse en el flujo de sus vivencias internas. El cono Geometría Las cónicas Geometría c) Conclusiones El espacio no es una propiedad o determinación de las cosas. El espacio no representa ninguna propiedad de cosas en sí, ni en su relación recíproca, es decir, ninguna determinación que esté y permanezca en los objetos mismos aún haciendo abstracción de todas la condiciones subjetivas de la intuición. Pues ni las determinaciones absolutas ni las relativas pueden ser intuidas antes de la existencia de las cosas a quienes corresponden; por tanto, no pueden ser intuidas a priori. Es la forma de los fenómenos, de los sentidos externos. La única condición del espacio radica en el sujeto que hace posible una intuición externa. El espacio no es otra cosa que la forma de todos los fenómenos del sentido externo, es decir, la condición subjetiva de la sensibilidad, bajo la cual tan sólo es posible para nosotros intuición externa. Concluyendo 1) el espacio es la forma a priori de la intuición externa 2) como forma a priori de la intuición pura el espacio es la condición de posibilidad de la geometría 3) el espacio como intuición tiene validez sólo para los objetos de la experiencia posible. Tiene validez objetiva no es simple ficción pues sin espacio no se pueden tener objetos de una intuición externa, y este es su carácter específico Realidad e idealidad del espacio Afirmamos, por tanto, la realidad empírica del espacio (en lo que se refiere a toda experiencia exterior posible), aunque admitimos la idealidad trascendental del mismo, es decir, que no es nada, si abandonamos la condición de la posibilidad de toda experiencia y lo consideramos como algo que está a la base de las cosas en sí mismas. Pero fuera del espacio no hay ninguna otra representación subjetiva y referida a algo exterior, que pueda llamarse objetiva a priori. Pues de ninguna de ellas pueden deducirse, como de la intuición en el espacio, proposiciones sintéticas a priori. Por eso, hablando con exactitud, no les corresponde idealidad alguna, aunque coinciden con la representación del espacio en que sólo pertenecen a la constitución objetiva del modo de sentir, v. g. de la vista, del oído, del tacto mediante las sensaciones de color, sonido, temperatura, las cuales, siendo sólo sensaciones y no intuiciones, no dan a conocer en sí objeto alguno y menos aún a priori. 8.2.3 El tiempo a) Exposición metafísica 1. El tiempo no es un concepto empírico, extraído de alguna experiencia, sino que se trata de una representación a priori. 1. El tiempo no es un concepto empírico extraído de alguna experiencia. En efecto, tanto la coexistencia como la sucesión no serían siquiera percibidas si la representación del tiempo no les sirviera de base a priori. Sólo presuponiéndolo puede uno representarse que algo existe al mismo tiempo (simultáneamente) o en tiempos diferentes (sucesivamente). a) Exposición metafísica 2. El tiempo es una representación necesaria que sirve de base a todas las intuiciones. 2. El tiempo es una representación necesaria que sirve de base a todas las intuiciones. Con respecto a los fenómenos en general, no se puede eliminar el tiempo mismo. Sí se pueden eliminar, en cambio, los fenómenos del tiempo. Este viene, pues, dado a priori. Sólo en él es posible la realidad de los fenómenos. Estos pueden desaparecer todos, pero el tiempo mismo (en cuanto condición general de su posibilidad) no puede ser suprimido. a) Exposición metafísica 3. Este argumento no tiene mucha relevancia para la exposición metafísica. 4. El tiempo no es un concepto discursivo o, como se dice, universal, sino una forma pura de la intuición sensible. 4. El tiempo no es un concepto discursivo o, como se dice, universal, sino una forma pura de la intuición sensible. Tiempos diferentes son sólo partes de un mismo tiempo. La representación que sólo puede darse a través de un objeto único es una intuición. La proposición que sostiene que diferentes tiempos no pueden ser simultáneos no puede tampoco derivarse de un concepto universal. La proposición es sintética y no puede derivar de simples conceptos. Se halla, pues, contenida inmediatamente en la intuición y en la representación del tiempo. a) Exposición metafísica 5. La representación original del tiempo no tiene limitaciones. 5. La infinitud del tiempo quiere decir simplemente que cada magnitud temporal determinada sólo es posible introduciendo limitaciones en un tiempo único que sirve de base. La originaria representación tiempo debe estar, pues, dada como ilimitada. Pero cuando las mismas partes y cada magnitud de un objeto sólo pueden representarse por medio de limitaciones, entonces la representación entera no puede estar dada mediante conceptos (ya que éstos contienen sólo representaciones parciales), sino que debe basarse en una intuición inmediata. b) Exposición trascendental §5 Exposición trascendental del concepto de tiempo Puedo remitir ahora al número 3, donde, por razones de brevedad, he puesto bajo el epígrafe de «exposición metafísica» lo que es, en realidad, trascendental. Aquí añadiré que el concepto de cambio, y con él el de movimiento (como cambio de lugar), sólo es posible en la representación del tiempo y a través de ella; igualmente, que si esta representación no fuese intuición (interna) a priori, no habría concepto alguno, fuese el que fuese, que hiciera comprensible la posibilidad de un cambio, es decir, de una conexión de predicados contradictoriamente opuestos en una misma cosa (por ejemplo, el que una misma cosa esté y no esté en el mismo lugar). Sólo en el tiempo, es decir, sucesivamente, pueden hallarse en una cosa las dos determinaciones contradictoriamente opuestas. Nuestro concepto de tiempo explica, pues, la posibilidad de tantos conocimientos sintéticos a priori como ofrece la teoría general del movimiento, que es bien fecunda. Sentido interno sentido externo Por medio del sentido externo nos representamos objetos como fuera de nosotros Por medio del sentido interno el alma intuye su estado interno Como todas las representaciones son determinaciones del alma El espacio es la forma pura de toda intuición externa El tiempo es la condición a priori de todo fenómeno, tanto interno como externo. Mm F = G 2 ur r En la ley de gravitación universal de Newton la fuerza es la causa de la variación del movimiento (de la aceleración) y estos cambios son siempre cambios en el tiempo a=v/t. c) Conclusiones 1. El tiempo no es algo que subsista por sí mismo, no es la sustancia o una propiedad o determinación objetiva de la cosa. 2. No es sólo la forma de la intuición interna sino también, la de la intuición externa. 3. El tiempo es la forma de todos los fenómenos en general. El tiempo tiene, como el espacio, una validez objetiva y una idealidad trascendental. A través de la sensibilidad el objeto es dado y mediante el intelecto el objeto es o viene pensado. a) El objeto intuido es propio de la sensibilidad (del conocimiento de la sensibilidad). La sensibilidad es la capacidad de las intuiciones, de las representaciones a través de la afección b) El objeto pensado es propio del intelecto. El intelecto se caracteriza por la espontaneidad. Estas dos facultades tienen funciones distintas pero se coordinan y su unión hace posible el conocimiento.