Evento Especial del 25 de septiembre: Documento Final Nosotros, Jefes de Estado y de Gobierno y jefes de delegaciones, nos reunimos en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York con motivo del Evento Especial convocado por el Presidente de la Asamblea General para hacer el balance de los progresos realizados hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y para trazar el camino a seguir. En nuestras deliberaciones, hemos tomado en cuenta las voces de personas en todo el mundo así como las preocupaciones y las prioridades expresadas por ellas. Nos reunimos en un contexto de urgencia y determinación, dado que sólo faltan 850 días antes de que se cumpla el plazo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Reiteramos nuestro compromiso con dichos Objetivos y resolvemos intensificar los esfuerzos de aquí a 2015. Saludamos los avances logrados hasta ahora: los Objetivos de Desarrollo del Milenio han fomentado una visión común y han contribuido a realizar notables progresos y varias de las metas han sido alcanzadas gracias a logros sustanciales y significativos. Sin embargo, nos preocupan las disparidades y las brechas de esta evolución así como los inmensos retos que persisten. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) son condiciones esenciales para satisfacer las necesidades de la población en los países en vías de desarrollo. Mientras se va acercando el plazo de 2015, hace falta emprender incansables esfuerzos para acelerar los avances, para todos los objetivos sin distinción. Dentro de los países en vías de desarrollo y entre éstos, los individuos que no han beneficiado de este proceso necesitan de forma urgente nuestra atención y nuestro apoyo. Estamos conscientes de la especificidad de los retos y de las necesidades de los países menos desarrollados; no ignoramos que la mayor parte de los países africanos permanecen fuera de la senda hacia los Objetivos; también sabemos que los países en situación de conflicto o posterior a un conflicto son los que más dificultades tendrán para cumplir los Objetivos de aquí al 2015. También reconocemos las situaciones y necesidades particulares de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) y de los Países en Desarrollo sin Litoral (PDL), de los cuales, muchos no van camino de lograr los ODM para 2015. Reconocemos los obstáculos específicos enfrentados por los pueblos que viven bajo ocupación extranjera. También reconocemos las dificultades de los que viven en zonas afectadas por emergencias humanitarias, o en zonas perjudicadas por el terrorismo. Y por fin reconocemos los retos particulares enfrentados por numerosos países de renta media. Acelerar el Progreso Reafirmamos nuestro compromiso con la Reunión Plenaria de Alto Nivel de la Asamblea General sobre los ODM, que se celebró en 2010. Los informes anuales relativos a los Objetivos de Desarrollo del Milenio proporcionan evaluaciones actualizadas que nos permiten determinar las áreas en las cuales los esfuerzos hacen más falta y nos ayudarán a forjar nuestros enfoques y prioridades. Estamos decididos a enfocarnos más particularmente en los ODM para los cuales el progreso ha sido mínimo o se ha estancado. Entre estos, podemos citar los objetivos vinculados a la pobreza y al hambre, el acceso universal a la educación primaria, la mortalidad infantil, el acceso universal a la salud reproductiva, en la cual se incluye la salud maternal, la sostenibilidad ambiental y el acceso al agua y al saneamiento. En cada una de estas áreas, estamos determinados a tomar las medidas requeridas, de forma coordenada y eficiente. Intensificaremos las intervenciones que se han revelado eficaces y cumpliremos con las promesas formuladas; reforzaremos nuestro apoyo a toda la serie de iniciativas valiosas ya lanzadas, que incluyen la asistencia internacional para la implementación de la Nueva Asociación para el Desarrollo de África. Mientras aceleremos nuestros esfuerzos, haremos hincapié en la inclusividad y la accesibilidad para todos, concentrándonos más particularmente en los más vulnerables y desfavorecidos. Procuraremos por ejemplo hacer que los más pobres adquieran más resistencia frente al hambre, consolidar el apoyo a las mujeres que dan a luz en zonas más desfavorecidas y mejorar las oportunidades educativas así como los resultados de aprendizaje para los niños más vulnerables. Dentro de los ámbitos, cuyos esfuerzos ya están bien encaminados y existe una dinámica, haremos todo lo posible para reforzar esta tendencia. En el caso de la lucha contra el VIH/SIDA por ejemplo, acentuaremos nuestra labor para alcanzar la meta del acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y los servicios de asistencia para 2025. Nos sustentaremos y construiremos sobre los avances notables realizados en la lucha contra la malaria y la tuberculosis. Enfatizaremos todos los enfoques que tengan un efecto transversal y multiplicador. Reconocemos en particular que la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y de las niñas apuntala y favorece los progresos en todos los Objetivos. Fomentaremos con determinación la igualdad de género y eliminaremos los obstáculos al empoderamiento de las mujeres y de las niñas en nuestras sociedades. Asociación mundial para el desarrollo Destacamos el interés de una asociación mundial para el desarrollo. Reconocemos la importancia de la responsabilidad nacional y subrayamos que si queremos lograr los ODM para 2015, es preciso que los esfuerzos nacionales estén acompañados por una ayuda internacional y un entorno internacional propicio. Movilizarse y emplear eficientemente todos tipos de recursos: públicos y privados, nacionales e internacionales, será una cuestión vital. Reafirmamos la importancia de promover los derechos humanos, una buena gobernanza, el estado de derecho, la transparencia y la rendición de cuenta a todos los niveles. Hacemos un llamado para la implementación urgente de todos los compromisos contraídos, en el marco de una asociación mundial para el desarrollo, a fin de que se superen las insuficiencias identificadas en los informes de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Subrayamos la necesidad de acelerar el progreso para alcanzar la meta del 0.7% del INB como Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de aquí a 2015, de lo cual el 0.20% al 25% estará dedicado a los países en vías de desarrollo. Pedimos a los países desarrollados que se conformen urgentemente a los compromisos relativos a la AOD que contrajeron, de forma individual y colectiva. Destacamos la necesidad para el sector empresarial de fomentar prácticas comerciales responsables. Programa de desarrollo post-2015 Además de intensificar los esfuerzos para acelerar el logro de los ODM, estamos decididos a elaborar un programa fuerte de desarrollo post-2015, que se apoyará en las bases sentadas por los ODM, terminará el trabajo iniciado y abordará nuevos retos. A medida que avanzamos en nuestra labor, reafirmamos nuestro compromiso con la Declaración del Milenio, con el documento final de Rio+20, con el Consenso de Monterrey, con la Declaración de Doha sobre la financiación para el desarrollo y con los documentos finales de todas las principales conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en los ámbitos económicos, sociales y medioambientales. Los valores y principios consagrados en aquellos textos nos seguirán guiando. Reafirmamos todos los principios de la Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo, que incluyen, entre otros, el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, recogido en el artículo 7. Estamos convencidos de que el programa de desarrollo post-2015 debería reforzar el compromiso de la comunidad internacional en erradicar la pobreza y fomentar el desarrollo sostenible. Recalcamos que erradicar la pobreza es esencial y nos comprometemos en liberar la humanidad de la pobreza y del hambre con urgencia. Dado el vínculo que existe entre la erradicación de la pobreza y la promoción del desarrollo sostenible, destacamos la necesidad de adoptar un enfoque coherente que integre las tres dimensiones del desarrollo sostenible de forma equilibrada. Para que emerja dicho enfoque, es preciso trabajar hacia un marco único y un conjunto único de objetivos de carácter universal y aplicable a todos los países, pero que tome en cuenta las situaciones singulares y respete las políticas y las prioridades nacionales. Este enfoque también debería promover la paz y la seguridad, la gobernanza democrática, el estado de derecho, la igualdad de género y el respeto de los derechos humanos para todos. Hoy decidimos que se lanzará, al principio del 69º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, un proceso de negociaciones intergubernamentales que nos llevará a la adopción del programa de desarrollo post-2015. Reconocemos con agradecimiento las realizaciones encomendadas en el documento final de Río+20 que ya se están llevando a cabo, en particular el Grupo de Trabajo Abierto sobre los Objetivos de Desarrollo y el Comité Intergubernamental de Expertos en Financiación del Desarrollo, y también el proceso para desarrollar opciones para un mecanismo de facilitación de tecnología. Instamos a que estos procesos surtan efecto de aquí a septiembre 2014 de una forma integral, equilibrada y expeditiva. El informe presentado por el Secretario General previamente a la reunión de hoy, elaborado sobre la base del Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes y de las consultas del Grupo de Desarrollo de las Naciones Unidas, constituye un aporte valioso para nuestras deliberaciones. El año que viene, la preparación del programa de desarrollo post-2015 beneficiará de los eventos de la Asamblea General convocados por el Presidente de la Asamblea General con el tema: "El Programa de Desarrollo post-2015: preparando el terreno". En el camino hacia un programa post-2015 exhaustivo y enfocado en las personas, esperemos observar un proceso transparente e intergubernamental que incluya a la sociedad civil, a las instituciones científicas y educativas, a los parlamentos, a las autoridades locales y al sector privado. Contamos con el sólido apoyo del sistema de las Naciones Unidas a lo largo de nuestra labor. Con vista a las negociaciones intergubernamentales que empezarán a principios del 69º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, instamos al Secretario General a que sintetice toda la serie de aportaciones entonces disponibles y a que presente un informe sintético antes del final de 2014. En septiembre 2015 culminará la fase final del trabajo intergubernamental en una Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno para la adopción del programa de desarrollo post-2015. Solicitamos que el Presidente de la Asamblea General convoque consultas intergubernamentales en el momento oportuno para llegar a un acuerdo sobre las modalidades de organización para la cumbre.