Neuroplasticidad; la memoria y el aprendizaje Prof. Bartolomé Yankovic N., Agosto, 2013 Los últimos descubrimientos neurológicos se inscriben en lo que se llama neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro de aumentar o disminuir el número de ramificaciones neuronales y de sinapsis, a partir del estímulo sobre el córtex cerebral… Así es como se comprende que la neuroplasticidad sea la base estructural del aprendizaje. La neurona; célula nerviosa El aumento del volumen del cerebro entre el nacimiento y la edad adulta se atribuye al desarrollo de axones y dendritas, y al establecimiento de la conmutación cerebral mediante las conexiones sinápticas entre las neuronas. Esta serie de procesos se llama neuroplasticidad, y, en un sentido más amplio también cabría incluir en este concepto los procesos de regeneración neuronal, actualmente en estudio. Las neuronas, células nerviosas, reciben, conducen y transmiten señales electroquímicas. ¿Cuántas tenemos? El cálculo es muy aventurado… pero hay quienes afirman que un adulto tendría unas 100.000.000.000… y que cada neurona establece conexiones con otras 100.000. Es frecuente escuchar que el saber no ocupa espacio, pero la afirmación no es cierta. A partir de la percepción y la experiencia las neuronas desarrollan filamentos (axones, dendritas), que sirven para interconectar unas neuronas con otras, creando una red, una maraña de conexiones que sirve para dar cabida y asiento a la memoria. Una persona estimulada por la percepción desarrolla más conexiones que otra menos receptiva. Entonces, el saber, el conocimiento, crea estas conexiones, y ocupa espacio: hace crecer el volumen del cerebro. Si tenemos unos 100.000 millones de neuronas… ya desde finales de la juventud (o antes), se inicia el lento proceso de muerte neuronal, la que puede acelerarse por el consumo de sustancias tóxicas (alcohol, drogas); malnutrición, y disminución de aporte de oxígeno y glucosa necesarios para el buen funcionamiento cerebral. El crecimiento de la masa cerebral ocurre durante la infancia y la adolescencia: al momento del parto sólo tenemos alrededor del 24% del cerebro del adulto. El crecimiento de volumen significa aumento del tamaño de las neuronas, NO de su número… pero, fundamentalmente, se debe al desarrollo de axones y dendritas, que se multiplican, extienden e interconectan unas neuronas con otras especialmente después del nacimiento, en los primeros años de vida. Este proceso es precoz, porque alrededor de los 10 años de edad ya casi tenemos el cerebro de un adulto. Este proceso de desarrollo de axones, dendritas, y conexiones entre las neuronas se llama neuroplasticidad. La estructura cerebral se forma a partir de los estímulos que se perciben en la primera infancia. Por eso es importante… ¡la estimulación temprana! Móviles, cariño, contacto corporal, palabras, canto, juegos, música… en suma, ¡estímulos! Con la edad disminuye la capacidad neuroplástica del cerebro. Sin embargo, una persona sana que no abuse de tóxicos ni tenga problemas por falta de oxígeno cerebral puede extender el aprendizaje más allá de los 80 años, siempre que no padezca enfermedades degenerativas del cerebro. Las personas sanas entre 70 y 80 años mantienen buenos resultados en pruebas de memoria, percepción y lenguaje, apreciándose sólo cierta lentitud en la velocidad del pensamiento. Creciente desarrollo dendrítico y axonal: (a) En un recién nacido (b) A los tres meses c) A los dos años Fuente: J.L.Conel, The postnatal development of the human brain cortex. Harvard University Press, Cambridge, Mass, USA., 1959. En el recién nacido se observan escasas arborizaciones y ramificaciones. A los dos años hay un enmarañamiento, si bien el número de cuerpos neuronales se mantiene estable. El estímulo de la percepción desarrolla la ramificación e interconexión de las neuronas. Para adquirir la precisión y configuración compleja del cerebro adulto es imprescindible que esté suficientemente estimulado desde el nacimiento… Los bebés abandonados, poco estimulados o carentes de satisfacciones, se desarrollan con mayor lentitud que los bebés bien atendidos. Hoy sabemos que este menor desarrollo psicomotor es consecuencia de una deficiente estimulación de la neuroplasticidad, salvo que haya lesiones cerebrales. El sustrato de la memoria es la sinapsis: a mayor desarrollo dendrítico y mayor desarrollo sináptico, mayor riqueza de la memoria y el aprendizaje.