C1: Los fundamentos de la clínica: Introducción –Cap. 1 y Cap. 2 (BERCHERIE) INTRO: La clínica psiquiátrica es esencialmente “observación morfológica” (Charcot), la descripción formal de las perturbaciones patológicas. La mirada, parece constituir la metáfora que obsesiona esta práctica y que transparenta, la relación que la estructura. A Bercherie le pareció apasionante e indispensable adquirir una versión de la clínica que fuese lo más global y precisa posible, tanto en su desarrollo histórico como en su dimensión espacial. La clínica no ha progresado con un movimiento igual e unificado, sino que su avance se dio por controversias de escuelas. Se trata de un espacio franco alemán, en sentido lingüístico al menos. Los anglosajones no parecen haber gustado nunca de la clínica, su pragmatismo natural y su desconfianza x los conocimientos sin consecuencias prácticas inmediatas los alejaron sin dudas. Otro fenómeno notable, es que la clínica como método consiente de sí mismo y sistemático, apareció en una fecha precisa y con un autor particular: PINEL. Poseemos un punto de partida, la extensión en el espacio y el momento de declinación de este movimiento. También se puede hablar de clínica psicoanalítica, con la condición de no olvidar que en esta expresión compuesta, el adjetivo es más importante que el sustantivo y que ambos términos son inseparables. Cap. 1: PINEL: Pinel logra relevancia en su época a nivel del método, veremos que funda una tradición, la clínica como camino consiente y sistemático. Se ubica en el grupo de los ideólogos que representan en Francia, la síntesis de las corrientes de pensamiento renovadoras y radicalizantes que marcaron el siglo xviii. Consideraba el conocimiento como un conocimiento cuya base es la observación empírica de los fenómenos que constituyen la realidad. A esos fenómenos materiales brutos de la percepción , el sabio debe agruparlos o clasificarlos en función de sus analogías y sus diferencias, constituyendo así, clases, géneros, especies, evitando introducir en este trabajo de análisis y síntesis, su subjetividad bajo forma de ídolos. En la cima del edificio, las categorías obtenidas de la experiencia, recibirán finalmente el nombre que les da existencia en la ciencia. En toda la obra de Pinel se encontrara el llamado a un método finalmente histórico en la consideración de la locura, al espíritu de orden y de investigación que reinan en todas las partes de la historia natural (TRATAMIENTO MEDICO FILOSOFICO DE LA ALIENACION MENTAL) . Pinel, abre la exploración sistemática de un campo y del ordenamiento de los fenómenos que lo constituyen, este camino ha sido el fundamente sobre el cual, se constituye el saber realmente positivo de la psiquiatría. Pinel, fue de aquellos que constituyeron la clínica médica como observación y análisis sistemático de los fenómenos perceptibles de la enfermedad, resultado de ello es su nosografía. Allí aisló las grandes clases sintomáticas, en las cuales la anatomía patológica no juega más que un papel 1 secundario en la clasificación: Las flegmasías o las hemorragias son clasificadas según el lugar del cuerpo donde se producen. Pinel consideraba la alienación mental como una enfermedad orgánica, una perturbación de las funciones intelectuales, es decir, de las funciones superiores del sistema nervioso. Por eso las ubica en las clases de neurosis, es decir, de las afecciones del sistema nervioso, sin inflamación ni lesión de la estructura. La alienación mental forma parte de las neurosis cerebrales, siendo el cerebro el asiento de la mente, estas neurosis cerebrales son de 2 tipos. Abolición de la Función Mental Afecciones comatosos Perturbación de la Función Mental Vesanias Neurosis Cerebrales - Alienación mental - Locura propiamente dicha - Hipocondría - Sonambulismo - Hidrofobia No hacen al sujeto un alienado en sentido estricto. La alienación mental, no forma una clase de en la nosografía, se vuelven a encontrar simplemente las 4 especies que la constituyen en las vesanias. Ello no es en efecto más que una categorización empírica y social. Ubicando el lugar y el estatuto de la locura, vemos su estudio concreto. En primer Lugar, las grandes clases en las que se repartes las manifestaciones mórbidas: La manía. Clases Mórbidas La melancolía. Demencia o Abolición del pensamiento. Idiotismo u obliteración de las facultades mentales. La Manía: El delirio es general, concierne a todos los objetos, estando lesionadas muchas de las funciones del entendimiento, percepción, memoria, juicio, afectividad, imaginación, etc. Y que se acompaña de una viva agitación. También distingue una subvariedad, manías sin delirio o manía 2 razonante, en las que las funciones del entendimiento están intactas, solo hay una alteración de la afectividad y excitación a menudo furiosa. Melancolía: El delirio está limitado a un objeto o a una serie de objetos. Facultades mentales intactas fuera del núcleo delirante. Comportamiento coherente y comprensible si se tienen en cuenta las ideas delirantes. Demencia o Abolición del pensamiento: Es la incoherencia en la manifestación de las facultades mentales, es el desorden y la movilidad, la existencia automática, la destrucción de la función de síntesis. Idiotismo u Obliteración de las funciones mentales y afectivas: La supresión más o menos completa de la actividad mental quedando el sujeto reducido a una existencia vegetativa, con restos esporádicos de actividad psíquica, puede ser congénita o adquirida, entonces a menudo transitoria. La nosología de Pinel apunta a crear grandes clases fenoménicas de comportamientos. La nosografía clasifica las grandes enfermedades mentales en grandes categorías, sirviéndose para ello de los síntomas más notorios., es entonces con las fiebres y sobre todo con las flegmasías donde es clasificado el delirio febril agudo, siendo allí el delirio un síntoma y no un fenómeno elemental- esencial. Pinel es partidario de una concepción materialista psicofisiologicista “la mente es una manifestación del funcionamiento del cerebro y de las relaciones de lo físico y lo moral en el hombre” Concibe a la locura como un desarreglo de las facultades cerebrales y propondrá a ese desarreglo cierto número de causas. Locura Causas Físicas Cerebrales (x Golpe, Conforma Viciosa del cráneo) Herencias Simpáticas (Llegan al cerebro x lazos c/otros orga) Morales (Pasiones intensas, contradictorias y prolongadas) Pinel considera a los empíricos y su búsqueda de un remedio “especifico” por medio del azar y apoya el tratamiento Moral. La mente alterada puede ser conducida nuevamente a la razón con ayuda de la institución curativa. El medio ambiente del alienado jugara un papel capital en la locura. Es necesario aislarlo en una institución especial, primero para retirarlo de sus percepciones habituales, de aquellas que han engendrado la enfermedad para luego poder controlar por completo sus condiciones de vida. Allí será sometido a una disciplina severa y paternal en un mundo completamente dominado por la ley médica. Para concluir comentaremos la posición de Pinel en relación a la anatomía patológica de la alienación mental. Esta posición está determinada por su desconfianza hacia los sistemas 3 explicativos. Pinel rechaza las teorías que dan cuenta de la locura por un daño material en el cerebro, concluye que en la inmensa mayoría de los casos (exceptuando el idiotismo congénito) la locura está exenta de daño material del cerebro. Esta toma de posición tiene una primera consecuencia, la de proporcionar la idea de curabilidad de la locura, una base teórica: el cerebro no está dañado sino que la mente esta alterada en su funcionalidad. Cap. 12 Kraepeling: En 1883 aparece el compendio de psiquiatría de Emil Kraepeling. Este alumno de Wundt al igual que Pinel, estaba convencido de que era indispensable una investigación psicológica para la comprensión de las enfermedades mentales y que la psicología “normal” podía suministrar herramientas conceptuales para el análisis clínico. Por eso tomando el modelo de psicología experimental de Wundt se preocupa por hacer experimentos psicológicos en psiquiatría. En la cuarta edición del compendio (1893) hace una mutación fundamental, intercala entre las paranoias y las neurosis generales una nueva clase, los procesos psíquicos degenerativos. Estos comprenden 3 formas: A) Dementia Preacox: Forma generalizada y Forma leve (Hebefrenia) B) Catatonia. C) Dementia Paranoide: en estos casos después de un periodo depresivo inicial, se instala rápidamente una floración de ideas delirantes, quijotescas, absurdas y constantemente cambiantes, primero construidas alrededor de interpretaciones e ilusiones. Las 3 entidades problemáticas del sistema de Kraepeling: 1- La Paranoia: Solo comprende los delirios sistematizados combinatorios de la clasificación precedente. La paranoia, enfermedad constitucional, reposa sobre dos mecanismos fundamentales: 1- El delirio de Referencia, delirio de significación personal, Y 2- Las ilusiones de la memoria, confabulaciones que producen los diferentes temas de persecución, de celos, de grandeza, de erotomanía, y la forma especial del delirio de quiromancia. 2- La Locura Maniaco-Depresiva: Reagrupa alrededor de los estados maniacos depresivos, todos los estados agudos (psiconeurosis) no confusionales que no constituyen estados sindromicos de la demencia precoz. Kraepeling rechaza en efecto la existencia de manías o melancolías simples, con el argumento de que se observan siempre. 3- Dementia Precoz: A partir de la 6ta edición, Kraepeling agrega al grupo de los procesos demenciales, que llama desde entonces demencia precoz, las paranoias alucinatorias (Delirios sistematizados fantásticos) como otra forma paranoide. La razón de esto es que ellas desembocan finalmente, en estados terminales muy parecidos, pero que también se encuentran en ellas nuevamente síntomas fundamentales idénticos. 4 C2 Demencia Precoz o el grupo de las esquizofrenias (Bleuer) La idea de demencia precoz deriva en su totalidad de Kraepelin. A él le debemos casi exclusivamente el agrupamiento y descripción de los diferentes síntomas. Antecedentes Históricos: Hasta el presente, todas las formas agudas descriptas de las “psicosis simples”, podían terminar en la recuperación o bien conducir a formas “secundarias”. Kraepelin consiguió aislar cierto número de síntomas presentes en afecciones con prognosis pobres y ausentes en otros grupos de enfermos. Las psicosis caracterizadas por la presencia de esos síntomas fueron reunidas bajo el término de Demencia Precoz. Sin embargo siempre hubo algunos casos que aunque exhibían estos síntomas parecían llegar a la recuperación, por otro lado, otras afecciones agudas donde faltaban estos síntomas no parecían culminar nunca en daños secundarios. Estas fueron reunidas bajo el término de psicosis maniaco depresivas. Bajo el término de demencia precoz o esquizofrenia, incluimos entonces a un grupo de enfermedades que pueden distinguirse claramente de todos los otros tipos de patologías en el sistema de Kraepelin. Aquellas tienen muchos síntomas comunes y prognosis semejantes, sin embargo sus cuadros clínicos pueden ser extraordinariamente diversos. No es posible intentar una exposición completa de la génesis del concepto de demencia precoz, la cuna de la idea fue la 5ta edición del compendio de psiquiatría de Kraepelin (1986). En 1863 Kahlbaum en su agrupamiento de las enfermedades psíquicas, llamo la atención sobre un complejo de síntomas catatónicos. Según el La Catatonia atraviesa los estados de melancolía, manía, estupor, confusión y finalmente demencia (análogo a las vasanias típicas), en cualquiera de estas diferentes etapas puede faltar, y la curación puede darse en cualquiera de ellas, menos en la última. En 1871 Hecker describió la Hebefrenia, que incluyo en su grupo catatónico y luego amplio a todo el grupo para incluir al heboide que no es más que una forma moderada de la hebefrenia que se manifiesta principalmente en cambios de carácter. En 1896 Kraepelin incluyo a las “psicosis delirantes” en un grupo de enfermedades que según creyó, eran esencialmente trastornos metabólicos. Al principio llamo demencia precoz solamente a las hebefrenias, llamo catatonia primarias a todas las formas con síntomas catatónicos, mientras que bajo el nombre de demencia paranoides describió una forma no muy frecuente de alucinaciones e ideas delirantes confusas, comportamiento exterior relativamente intacto y una temprana detención de todo el proceso. 5 La enfermedad Se identifica a menudo con el concepto de demencia precoz, con el de una determinada forma de psicosis de las personas jóvenes y dado que puede demostrarse muy fácilmente que hay otras enfermedades características de la pubertad, se considera incorrecta a la inclusión de todas ellas en un solo concepto. Llamo esquizofrenia a la demencia precoz, porque el desdoblamiento de las diferentes funciones psíquicas es una de sus características más importantes. Por razones de conveniencia, utilizo la palabra singular, aunque es evidente que el grupo incluye a varias enfermedades. Definición: Con el término de demencia precoz o esquizofrenia designo a un grupo de psicosis cuyo curso a veces es crónico y a veces está marcado por ataques intermitentes y que pueden retenerse o retroceder en cualquier etapa pero que no permite una completa “restitutio ad integrum”. La enfermedad se caracteriza por un tipo particular de alteración del pensamiento, los sentimientos y la relación con el mundo exterior que en ninguna otra parte aparece bajo esta forma particular. Si la enfermedad es pronunciada, la personalidad pierde su unidad. El proceso de asociación en la enfermedad opera a menudo con meros fragmentos de ideas y conceptos. Esto tiene como resultado asociaciones que individuos normales considerarían incorrectas extrañas e imprevisibles. La intensidad de las relaciones afectivas puede variar desde una completa carencia de expresión emocional, hasta respuestas afectivas extraordinariamente exageradas. Descubrimos alucinaciones e ideas delirantes, confusión, estupor, manía, fluctuaciones afectivas melancólicas y síntomas catatónicos. Muchos de estos síntomas exhiben un carácter esquizofrénico especifico de modo que su presencia puede ser de utilidad para el diagnóstico de la enfermedad. Cap. 1 Síntomas Principales. En la actualidad se divide la demencia precoz en subgrupos: Demencia precoz Paranoide Las alucinaciones o ideas delirantes ocupan el 1er plano de la Enfermedad. Catatonia Síntomas catatónicos dominan el cuadro. Hebefrenia Síntomas Catatónicos o accesorios pero no dominan el cuadro Esquizofrenia Simple A través de todo su curso, solo pueden descubrirse los síntomas básicos específicos. Síntomas fundamentales: Los síntomas fundamentales consisten en trastornos de la asociación y afectividad, la predilección por la fantasía en oposición a la realidad y la inclinación a divorciarse de la realidad (autismo). 6 Asociación Funciones Simples (Afectadas) Afectividad Ambivalencia Asociación: Las asociaciones pierden su continuidad y el pensamiento se hace ilógico y a menudo extravagante, además las asociaciones tienden a efectuarse siguiendo nuevas líneas. Hay una marcada escasez de ideas hasta llegar al monodeismo, con frecuencia alguna idea domina la cadena de pensamientos bajo la forma de obstrucción, poniendo nombres (naming). En cuanto al elemento tiempo en las asociaciones, en la esquizofrenia se nota la prisa en el pensar, esto es un flujo de ideas incrementada patológicamente y la especial característica de la obstrucción “Blocking”. Estereotipia: El esquizofrénico queda preso de sus ideas y siempre de las mismas. Afectividad: En las formas francas de esquizofrenia, la “deterioración emocional” ocupa el primer plano del cuadro clínico. En las últimas etapas muchos esquizofrénicos dejan de manifestar afecto alguno durante años. Aun en las menos graves, la indiferencia, parece ser el signo exterior de su condición. Con gran frecuencia se encuentra que el único signo afectivo que se ve conservado, además de la irritabilidad del paciente, es el amor paternal o maternal. Tampoco el sentido de simpatía hacia los demás esta extinguido, a menudo los pacientes pueden simpatizar mucho con situaciones a condición de otras. Ambivalencia: La tendencia de la psique esquizofrénica a otorgar a los psiquismos más diversos un índice positivo y otro negativo al mismo tiempo. No siempre es muy explícita, es una consecuencia directa de los problemas de asociación. Ambivalencia afectiva Amor-Odio. Sensación Funciones Simples Intactas Memoria Conciencia Movilidad Las Funciones Compuestas: Las funciones complejas como la atención, la voluntad y la acción están perturbadas en tanto lo están las funciones simples. La esquizofrenia se caracteriza por una peculiar alteración de la relación entre la vida interior del paciente y el mundo exterior. La vida interior asume una preponderancia patológica (Autismo). A) Relación con la realidad (autismo): El desapego por la realidad junto con la preponderancia de actividad absoluta de la vida interior lo denominamos autismo. Al principio puede que no sea muy perceptible, la realidad de un mundo autista puede 7 también parecer más valida que la del mundo real, entonces los pacientes, toman su mundo fantástico como real. B) Atención: Se ve afectada junto con la afectividad por la reiteración de la falta de interés Atención Alterada. C) Voluntad: Como consecuencia de la alteración de la afectividad y de la asociación, se ve alterada de varios modos, pero se caracteriza por la postración emocional, ABULIA, son procesos negligentes porque ya no se sienten impulsados a hacer nada. D) La persona: Los pacientes saben quiénes son, en la medida que las ideas delirantes no falseen la personalidad. E) Demencia esquizofrenica: Trastornos esquizofrénico de la inteligencia causada por la alteración de la asociación y afectividad. Comportamiento: La conducta esquizofrénica se caracteriza por la falta de interés, de iniciativa y de una meta definida, por la adaptación inadecuada al medio ambiente, es decir la no consideración de muchos factores de la realidad. Cap. II Síntomas Accesorios: Son primordialmente los fenómenos accesorios los que hacen imposible su permanencia en el hogar. Los síntomas accesorios pueden presentarse a lo largo de toda la enfermedad o solamente en periodos enteramente arbitrarios. Son ellos los que proporcionan exterior al cuadro patológico. Los síntomas accesorios más relevantes son las alucinaciones y las ideas delirantes. Alucinaciones: Una característica de las alucinaciones esquizofrénicas es su preferencia por la esfera auditiva y por las sensaciones corporales. El contenido puede ser provisto por cualquiera de las cosas que percibe la persona normal y a esto debe añadirse todas las sensaciones que es capaz de inventar la psique enferma. Lo más habitual son las voces y estas voces amenazan, insultan, critican, son frases breves y bruscas. Las voces de nuestros pacientes formulan todos sus impulsos y temores, además de su relación con el mundo. También es el medio por el cual el megalómano realiza sus deseos (Hablar con dios). Para el paciente las voces se convierten en representantes de los poderes patológicos y hostiles. Se observa con frecuencia que el fenómeno del pensamiento del paciente se hace audible. En particular las alucinaciones auditivas son agradables en un oído y desagradables en otro. Entre las alucinaciones corporales, las más frecuentes e importantes son las sexuales. Estos pacientes experimentan los goces de las gratificaciones sexuales normales y anormales pero más frecuentemente aun, toda la practica obscena y repugnante que pueda concebir la fantasía más extravagante. Los pacientes varones sienten que se les extrae el semen o que se les provoca erecciones dolorosas, en el caso de las mujeres son violadas de las formas más diabólicas. En el esquizofrénico las 4 características de las alucinaciones son independientes: 8 Intensidad Características de las Claridad Alucinaciones Proyección (Desde un murmullo a una voz aterradora) (Voces proyectadas del interior del cuerpo) Valor de la realidad Ideas delirantes: El delirio de persecución es el que se encuentra con mayor frecuencia entre los bien conocidos tipos de contenidos delirantes. El delirio de grandeza es otro, también el de celos e ideas hipocondriacas etc. C3 Las psicosis pasionales (Clerambault) En los pasionales se produce un nudo ideo-afectivo inicial en el que el elemento afectivo está constituido por una emoción profunda destinada a perpetuarse sin cesar y que agarra todas las fuerzas del espíritu. Desde el primer día, la desconfianza del paranoico rige las relaciones del yo total con la totalidad que lo rodea y cambia la concepción de su yo. El pasional, ya sea erotómaniaco, reivindicativo o incluso celoso, tiene desde el inicio de su delirio una meta precisa, poner en juego de entrada su voluntad y ese es justamente un rasgo diferencial. C4 “Tótem y Tabú Cap. 4” Freud. El totemismo es un sistema que entre ciertos pueblos primitivos de Australia, américa y áfrica hace las veces de religión y proporciona la base de la organización social. La conexión entre un hombre y su tótem es recíproca, el tótem protege al hambre y este da muestras de respeto. De Linaje (Compartidos por un linaje entero y se trasmite por herencia) Tótem De los sexos ( A los que pertenecen todos los varones o mujeres de una tribu) Individuales (Propios de una sola persona) En cuanto a la restricción correspondiente al tabú, consiste en la prohibición de casarse y más aun de mantener comercio sexual entre los miembros de un mismo clan, esta es la famosa y enigmática exogamia enlazada con el totemismo, “el más importante aspecto social de esta articulación totemista de la tribu, consiste en que a ella se le conectan determinadas normas establecidas por la costumbre para el comercio reciproco entre los grupos y entre esas normas, en primera línea, las que rigen el intercambio matrimonial. Así aquella articulación de la tribu se entrama con un importante fenómeno que emerge por primera vez en la época totemista, la exogamia”. Freud propone dividir las teorías del origen del totemismo en Nominalistas, Sociológicas y Psicológicas. 9 Horda Primordial Darwiniana: Hay ahí un padre violento, celoso, que se reserva todas las hembras para sí y expulsa a los hijos varones cuando crecen. C5 Paranoia Lección XV (Kraepelin) -Caso del comerciante y la señora BulldogIdeas de Persecución. Síntomas Principales Estimación excesiva de su persona (Autofilia) Esta singular afección, en la que la Autofilia y las ideas de persecución se desarrollan con mayor lentitud, sin que la voluntad o la emotividad sean transformadas se denomina “Paranoia”. En esta enfermedad se instala un sistema que es producido a la vez por un delirio o por una manera especial de interpretarlo todo por medio del delirio. Su ritmo es esencialmente crónico y lento. Los pacientes comienzan por tener sospechas, luego se tornan en certezas para finalmente ser una inquebrantable convicción. Las ideas delirantes se injertan en hechos que son sometidos a una interpretación patológica. No se constataron alucinaciones sensitivas, se perciben errores de memoria. Estos pacientes no llaman mucho la atención porque la enfermedad puede tardar en detectarse. Algunas de las líneas que caracterizan el cuadro son: Ideas de Persecución: Ningún razonamiento es susceptible de infringirlo. Autofilia: En lo emocional una opinión de sí mismo de los más exagerada. Delirio de Querulancia: Es una variedad ligeramente diferente de la paranoia, comienza promediando la edad media de la vida, cuando el sujeto viene de ser víctima de una injusticia imaginario o a veces efectiva. Es en torno a esa injusticia que se desarrolla todo el conjunto complejo y confuso de representaciones mentales y de actos delirantes. Los querulantes no son siempre querulantes, fuera del delirio se muestran como personas suaves y tranquilas. La paranoia representa un fenómeno degenerativo, esta hipótesis se ve confirmada por la lentitud de su desarrollo, por la cronicidad, la incurabilidad del más y la escasa importancia a las influencias objetivas que la encuadran. C6 La locura sistematizada –Paranoia- (Kraepelin) Un gran número de psiquiatras alemanes designaron el término “Paranoia” a todas las enfermedades mentales funcionales, en el curso de las cuales el trastorno esencial o exclusivo concierne a la capacidad de juicio. Es la instalación de ideas delirantes o de ilusiones sensoriales que caracterizan la enfermedad. Luego se llegó a considerar a la paranoia como un daño primario 10 del juicio por oposición a la manía o melancolía, donde los trastornos son ante todo de orden afectivo. Así los movimientos afectivos de la paranoia serian, finalmente, secundarios a las representaciones delirantes y las ilusiones sensoriales. Los únicos estados patológicos que pueden considerarse semejantes a la paranoia son aquellos que evolucionan globalmente de la misma forma que ella (incurabilidad y progresión continua de las ideas delirantes). Hay casos en los que se instalan ideas delirantes y una declinación de las facultades mentales. En estos casos las ideas delirantes son extravagantes al principio, son muy ricas o al contrario muy pobres y luego pasan al segundo plano. Estos cuadros están hechos hasta tal punto sobre el modelo de ataques hebefrenicos, catatónicos, seniles que se pueden constatar posteriormente proveen significación secundaria al delirio. Por otro lado hay un conjunto de casos donde se desarrolla un sistema de ideas delirantes precoz y progresivo, pero con tal conservación de las facultades mentales y del orden de los pensamientos (Paranoias propiamente dichas). Son ellas las que conducen al sujeto a un trastorno total de toda la concepción de su existencia y a una mutación de sus opiniones respecto de las personas y los acontecimientos que la rodean. - La progresión de la enfermedad parece ser siempre muy lenta. - El carácter común de todos estos enfermos, cuyo delirio se constituyó cada vez de manera diferente, es su INQUEBRANTABILIDAD. La evolución ulterior de la enfermedad, es habitualmente, muy lenta, se extiende en general por muchos años de manera casi inalterada. Los enfermos permanecen calmos, lucidos, guardando un comportamiento exterior adaptado y a menudo saben muy bien ocuparse intelectualmente. Progresión Lenta. Ideas delirantes. Diagnostico Inquebrantabilidad Conservación de la inteligencia Comportamiento adecuado (por fuera del delirio) Delirio de Querulancia: Representa una forma evolutiva bien particular de los delirios sistematizados. El postulado de base está representado por la convicción de un perjuicio real y de la necesidad imperiosa para el enfermo de pelear hasta el fin por la reparación de dicha injusticia que está convencido de haber sufrido. Lo que caracteriza al querulante es su incapacidad de comprender la verdadera justicia por una parte y por la otra el acento que pone sobre sus propios intereses, a expensas de los puntos de vista de la protección judicial general. Aun cuando obtiene la reparación de la deuda, el enfermo no esa satisfecho. Se observa una fuerte credibilidad (paradoja de su inquebrantabilidad), cualquier rumor se convierte en certeza. 11 Sistema delirante de ideas. QUERULANCIA Incapacidad de aprender de la experiencia Ideas Persecutorias C7 Demencia Precoz –Lección III- (Kraepelin) La respuesta de los enfermos atestigua una disminución de los sentimientos afectivos. Hay ausencia de reacción muy marcada a todo tipo de estímulo que coincide con la conservación de la inteligencia y de la memoria, esto es característico de la enfermedad (Apatía). La ausencia de afectividad coincide con una pérdida de juicio muy especial, esto último contrasta con la persistencia casi completa de los conocimientos adquiridos anteriormente. Se trata de un estado mórbido particular, se traduce por la degradación de la inteligencia y de la afectividad, que solo nos recuerda objetivamente a estados de depresión. Otros síntomas que se observan son risa tonta y vacía, hay pacientes que hasta dicen que se sienten obligados a reírse. Otro signo son las muecas, contorsiones, temblores, uso del lenguaje estrafalario. Finalmente estos pacientes tienen un modo característico de dar la mano, se les tiende la mano abierta y ellos ponen la suya rígida. El proceso mórbido se desarrolla progresivamente. Degradación de la Inteligencia Perdida de la afectividad Demencia Precoz Principales Risas Tontas y vacías Muecas-temblores-Contorsiones Lenguaje estrafalario Desarrollo progresivo C8 Las Psicosis irreversibles -Demencia Precoz – (Kraepelin) Introducción: El concepto kraepeliano de demencia precoz, está constituido alrededor de la distinción entre por una parte un sistema basal caracterizado por el desdoblamiento afectivo, la indiferencia, apatía, ausencia de iniciativa voluntaria, desorganización del pensamiento y de la psicomotricidad y por otra parte de síntomas accesorios variados como depresión, excitación, ideas delirantes, alucinaciones, síndrome catatónico entre otros, que especifican la forma clínica de la enfermedad. El síndrome basal define esta “demencia” muy particular que constituye la esencia de la enfermedad por oposición a las demencias verdaderamente orgánicas, las funciones intelectuales como la memoria, orientación y razonamiento están conservados. 12 Síntomas Basales Desdoblamiento afectivo Depresión Indiferencia Excitación Apatía Síntomas Accesorios Ideas Delirantes Ausencia de iniciativa voluntaria Alucinaciones Desorganización del pensamiento Síndrome Catatóni Desorden Psicomotricidad Cap. 1 (Cuadro general de la enfermedad) Nos está permitida por el momento, bajo el término de demencia precoz una serie de cuadros clínicos que tienen la particularidad común de terminar en estados de debilitamiento psíquico característicos. Las observaciones clínicas no permiten dudar que se trata por regla general de lesiones corticales que, en el mejor de los casos solo son parcialmente reversibles Hebefrenia Demencia Precoz Catatonia Demencia Paranoide. La primera se confunde de hecho con la entidad que hasta el momento se venía llamando demencia precoz., la segunda con la catatonia de Kahlbaum y la tercera comprende no solo la clásica demencia paranoide, sino que también los cuadros clínicos ligados antes a la paranoia, pero que evolucionan rápidamente hacia un debilitamiento psíquico. Todo el campo de la demencia precoz recubre en realidad las entidades mórbidas que se describían en otras oportunidades bajo el nombre de procesos demenciales. Trastornos psicosensoriales: Las percepciones exteriores no están gravemente alteradas en la demencia precoz, hay comprensión de lo que pasa a su alrededor, la orientación está casi siempre conservada, saben dónde se encuentran, reconocen personas, pueden dar la fecha. Solo en los casos de estupor y de angustia intensa pueden mostrarse incapaz de comprender y reflexionar, esto es porque las ideas delirantes son más poderosas que las señales otorgadas x la percepción. Los datos otorgados por los sentidos están, con frecuencia, gravemente perturbados a causa de las faltas percepciones. Las ilusiones auditivas son más comunes que otras, enseguida vienen los falsos reconocimientos y las ilusiones sinesteticas con sensaciones corrientes internas de contactos etc. Estas ilusiones tienen en general al principio de la enfermedad una tonalidad desagradable e inquietan mucho a los enfermos, luego serán las alucinaciones bien definidas. Trastornos de atención: La conciencia del enfermo está en muchos casos, perfectamente conservada solo esta trastornada en el curso de los estados de excitación o estupor. Presenta una 13 gran distractabilidad, les falta interés o motivación interna para dirigir su atención sobre los hechos del entorno incluso si percibe perfectamente lo que sucede a su alrededor no se engancha, no busca aprenderlo ni comprenderlo. La memoria del enfermo está relativamente poco trastornada, del mismo modo las capacidades de observación están bien conservadas. Curso del pensamiento: Dentro del pensamiento es común encontrar la estereotipia, fijaciones sobre ciertas representaciones que pueden dominar los pensamientos. Más tarde todas las capacidades del juicio quedaran afectadas, se produce un deterioro en todos los aspectos. Ideas Delirantes: Se dan con extrema frecuencia, en los primeros momentos de la enfermedad presentan en general una tonalidad depresiva con temas hipocondriacos, de culpabilidad y persecución, un poco más tarde se agregaran ideas de grandeza. Por lo general las ideas delirantes tienen gran grado de incoherencia. Estas ideas lejos de permanecer inquebrantables se modifican. En la mayor parte de los casos, el delirio que era muy extravagante al principio, se desdibuja progresivamente hasta finalmente desaparecer. Apatía Emocional: Es a nivel de la afectividad que uno constata perturbaciones intensas e impacientes. La indiferencia hacia sus relaciones afectivas es característica del enfermo, la falta de interés en el entorno también afecta la expresión de sus sentimientos, dan una sensación que día a día se vuelven más insensibles a los malos tratos corporales, soportan posiciones incomodas, pinchaduras, lastimaduras etc. Es bastante común que la alimentación pareciera conservar un cierto atractivo. Esta total indiferencia respecto de los hechos exteriores se mantiene como una de las características principales de la enfermedad. Trastornos de Voluntad: Es en estrecha relación con los desórdenes de la afectividad (profundos) que se despliegan trastornos importantes del comportamiento y las acciones, trastornos que dan al conjunto del cuadro clínico su sello bien particular, es una disminución de los impulsos voluntarios que aquí parecen ser el desorden fundamental, pueden aparecer impulsos a actuar que en algunos casos llegan hasta una intensa agitación maniaca. Hay incapacidad de controlar la emergencia de impulsos, esto está dominado por la obstrucción de la voluntad, así es como aparece uno de los signos importantes de esta patología, el negativismo, resistencia inflexible contra toda modificación de las situaciones, contra toda administración alimentaria, contra todo esfuerzo por vestirse. En la demencia precoz, es necesario insistir sobre un signo que aparece muy frecuentemente, es decir la aparición del AUTOMATISMO DE COMANDO que probablemente haya que relacionar con la importancia de la alteración de la voluntad y la desaparición de las motivaciones y de las inhibiciones propias del individuo. Trastornos somáticos: Se observan muy frecuentemente, cuadros de calambres, parálisis de tipo histérica, afonías, contracturas, ataxias y el sueño sufre una profunda alteración. Capítulo 4 “Diagnóstico Diferencial” Uno se ve a veces, llevado a distinguir las formas hebefrenicas de evolución lenta (D. Precoz) de los estados neurasténicos 14 Debilidad Mental. Aspecto insensato de quejas hipocondriacas. Ausencia de capacidad de Juicio. Indiferencia con respecto al médico. Signos de la enfermedad Ausencia de memoria durante los momentos de alivio. Manifestaciones de automatismo de comando. Negativismo Alucinaciones sensoriales Actos Impulsivos El diagnóstico diferencial de la demencia precoz y de la parálisis general puede resultar extremadamente difícil, cuando los signos somáticos de la parálisis faltan en sujetos de edad media, las manifestaciones psíquicas, pueden asemejarse mucho. Los desórdenes en las parálisis se manifiestan ante todo en la comprensión, la orientación, la memoria, mientras que con toda precisión en la demencia precoz estos elementos quedan preservados durante mucho tiempo. El diagnóstico diferencial encuentra otra dificultad cuando se trata de distinguir el negativismo de los catatónicos y la reticencia ansiosa de los epilépticos. En principio las percepciones y la orientación están perturbadas en la epilepsia, la existencia de respuestas aberrantes a preguntas simples están a favor de la catatonia. En la epilepsia más bien hay un humor ansioso o eufórico en primer plano. Lo que muestra un máximo de dificultad es la diferenciación entre el inicio de la demencia precoz y el primer cuadro depresivo de una locura maniaco depresiva. La instalación precoz de alucinaciones múltiples y de ideas delirantes insensatas deben siempre hacernos sospechar de una catatonia. El humor del catatónico es independiente de sus ideas, no participa de su entorno, no habla con familiares pero es goloso por la comida. Por el contrario en las “depresiones circulares” hay ansiedad y una profunda tristeza interior, una visita puede desencadenar explosiones pasionales. Es esencial no confundir el negativismo de los catatónicos con la reticencia ansiosa y la inhibición de la locura maniaco depresiva, en la primera esta resistencia puede por sí misma o por intermedio de una solicitación, transformarse en automatismos de comando. En el segundo caso al contrario, la resistencia surge desde el momento en que aparece una amenaza. En ciertos casos mixtos, pueden faltar signos fundamentales de la inhibición psicomotriz. Es igual de importante los diferentes accesos maniacos de los estados de excitación de la demencia precoz y especialmente de la catatonia. En los estados de excitación maniaca hay un desorden considerable de las percepciones del pensamiento y de la orientación a diferencia de los catatónicos que están conscientes de lo que los rodea. 15 CP 9 Estados Mixtos de locura maniacodepresiva, lección VIII (Kraepelin) Hay cuadros clínicos que están formados por un estado mixto que denominaremos “estupor maniaco” caracterizado por: Pobreza Mental del paciente. Embotamiento. Taciturnidad En ciertas ocasiones, enmudecimiento absoluto. Al mismo tiempo, se dan rienda suelta a la exuberancia de su alegría, con toda suerte de jugueteos y adornos tanto en su lenguaje deshonesto y juego de palabras. En los estados de depresión, clínicamente se pregunta que se quiere significar con esto, lo primero en que se pensara será en una melancolía dado que apenas hay probabilidad de parálisis general a causa de la falta de trastornos físicos, es por lo tanto un caso de depresión circular con libertad en la expresión de la voluntad. La locura maniaco depresiva debe diagnosticarse como un estado mixto de excitación psicomotora con depresión psíquica. Por lo general los estados mixtos parecen corresponder más que a los ataques simples a las formas graves de la enfermedad. C10 La locura maniaco depresiva (Catatonia y hebefrenia ) – Kraepelin La locura maniaco depresiva tal como se la describirá en este capítulo, abarca por un lado a todo el campo de la locura periódica y de la locura circular, por el otro, la manía simple, la mayor parte de los estados patológicos que se designan con el nombre de melancolía y también una cantidad considerable de casos de amentia. Con los años he llegado a tener la convicción cada vez mayor de que todos los tipos clínicos enumerados no son más que manifestaciones de un mismo proceso patológico. Junto con los síntomas variables que pueden aparecer de manera pasajera o estar completamente ausentes, hallamos en todas las formas de la locura maniaco depresiva un grupo más estrecho mejor determinado, de trastornos más o menos marcados, reunidos de modo diferente según los casos, sin que se pueda considerar a cada uno de ellos, formados en particular, como un signo de certeza, aunque sin embargo, por el hecho de estar reunidos, imprimen una marca característica a los diferentes tipos clínicos. Hay tal vez un hecho más significativo aunque la presencia de trastornos fundamentales, siempre los mismos en estos diferentes estados: todas las formas que vemos aquí en la unidad clínica no 16 solo presentan entre ellas toda una serie de transacciones, sin que se pueda marcar el limite donde comienza y la otra termina, sino que a veces también, en un único y mismo caso, pueden superponerse o sucederse. Por un lado, como lo mostraremos en detalle más adelante, es absolutamente imposible, en teoría y en la práctica, separar de una manera neta las formas simples, periódicas, circulares; hay siempre transacciones insensibles. Por otro, vemos en el mismo enfermo sucederse no solo la manía y la melancolía, sino también estados de confusión profunda y de incoherencia, ideas delirantes bien marcadas y por fin leves oscilaciones del humor. Por lo general además, una coloración especial y uniforme del humor forma el fondo sobre el que aparecen los accesos propiamente dichos de la locura maniaco depresiva. Salta a la vista que los accesos de la locura maniaco depresiva, nunca llevan a un debilitamiento intelectual profundo, aun cuando se desarrollan sin interrupción durante toda la vida. En general, todos los síntomas desaparecen completamente después del acceso. Si excepcionalmente una vez no sucede así, vemos instalarse un debilitamiento psíquico leve. Debido a la unidad de la locura maniaco depresiva es que las diferentes formas que abarca pueden reemplazarse unas a otras hereditariamente. En los miembros de una misma familia encontramos muy a menudo una cerca de la otra a locuras periódicas o circulares bien caracterizadas, trastornos del humor o estados de confusión que aparecen una sola vez accidentalmente y por fin, leves oscilaciones del humor regulares o un estado anormal permanente de la vida emocional. Provisoriamente podemos utilizar, como principio de división más simple, la diferencia entre los estados que componen habitualmente la enfermedad. Por regla general, esta evoluciona en accesos, que se distinguen de manera más o menos clara entre sí o del estado normal, accesos que son parecidos o diferentes, pero que a menudo presentan entre si una opción completa. Así, distinguimos primero estados maniacos, cuyos signos esenciales son la fuga de ideas, , el humor alegre y la necesidad imperiosa de actividad; y estados melancólicos o depresivos caracterizados por la tristeza o la angustia y por la dificultad de pensar y actuar. Pero junto con ellas observamos también en la clínica estados mixtos en los que las manifestaciones maniacas y melancólicas se asocian entre si, de manera que se obtiene un tipo en el que se encuentran los mismos síntomas que en los estados precedentes, pero que no podemos ubicar sin violar la lógica ni en una ni en otra categoría. Trastornos Psíquicos que caracterizan la locura maniaco-depresiva: 1) Signos Psíquicos: Apercepción: En general la apercepción está debilitada en la manía, algunas veces en grado considerable. Los enfermos perciben tal vez de una manera superficial e imprecisa, pero el detalle de los experimentos demuestra también que su logorrea los conduce a dar respuestas en casos en los que no vieron nada en absoluto. Con frecuencia, la gravedad de los trastornos de la apercepción contrasta fuertemente con lo leve de los síntomas clínicos. 17 Atención: Si la apercepción es tan defectuosa, se debe principalmente a la extraordinaria inestabilidad de atención. El enfermo pierde progresivamente el poder de elegir y de ordenar las impresiones: cada nueva excitación sensorial se le impone con fuerza y se desvía entonces hacia ella. Incluso si se logra llamar su atención por un momento presentándole objetos y pronunciando una serie de palabras, esta se desvía muy fácilmente hacia cualquier nueva excitación. La imagen que el enfermo se hace del entorno y de los acontecimientos es más incoherente y plagada de lagunas que si hubiera debilitamiento del proceso perceptivo en sí mismo. En los estados depresivos, la apercepción aparece mucho menos trastornada: en general no se observa tendencia a las lecturas incorrectas. En casos más graves, las expresiones empleadas a menudo por los enfermos muestran que hay, en general, un enlentecimiento y dificultad para reconocer, porque las impresiones exteriores no tienen ya eco en la conciencia. En el proceso de apercepción no se ven surgir de forma inmediata y en bloque esos recuerdos que nos permiten asociar la percepción presente con la experiencia anterior e insertarla sin esfuerzo en el curso de la representación. De esta forma los enfermos se vuelven más o menos incapaces de elaborar intelectualmente, de comprender los acontecimientos. Con frecuencia explican que, a pesar de todos sus esfuerzos, no logran encontrar sentido a lo que leen, seguir un análisis. En su grado más elevado, en los estados de estupor, los enfermos no pueden comprender ya nada del mundo que los rodea, mientras que las percepciones sensoriales aisladas se cumplen aun de manera relativamente satisfactoria. Conciencia: Por lo general, en las formas más graves la conciencia de los enfermos se halla trastornada. En el punto máximo de la excitación, las impresiones y las representaciones se vuelven oscuras y confusas. Como resultado de ello tenemos trastornos de la orientación: los enfermos no se dan cuenta exactamente del lugar en donde están. Todo está embrujado, no se trata del mundo verdadero. Estas confusiones se explican a veces por lejanos parecidos, en otros casos parece haber más bien un juego mental, en el que el enfermo se complace, siendo a medias consciente de lo arbitrario de su actitud. En los estados de depresión también encontramos trastornos de la conciencia más o menos profundos que van hasta el estado crepuscular propiamente dicho. A veces aparece una suerte de aturdimiento análogo al sueño y de un carácter muy peculiar durante el cual el enfermo atraviesa en su delirio las aventuras más confusas y extrañas. Memoria: La memoria no se ve disminuida de manera durable, pero con frecuencia los enfermos pierden temporariamente el poder de utilizar su stock de recuerdos. Sobre todo en los estados de depresión se tornan olvidadizos, a veces son incapaces de recordar los hechos y conocimientos más sencillos. 18 Recuerdos Incorrectos: A veces los enfermos presentan una tendencia a fabular, a describir, hablando en pasado, escenas extrañas en las que ellos mismos creen más o menos. El recuerdo del ataque es en general un poco confuso, sobre todo cuando se trata de excitación maniaca fuerte o de estados crepusculares. Los acontecimientos que ocurrieron durante la enfermedad son relatados de buena fe totalmente diferente de cómo sucedieron en realidad, y es esto lo que impide al enfermo, incluso una vez curado, darse cuenta cabal de su propio estado y del de su entorno. Trastornos sensoriales: A menudo en los estados más diferentes se observan trastornos sensoriales episódicos que, a fuerza de repetirse y agravarse, pueden pasar a un primer plano. Se trata en general de ilusiones que son la consecuencia ya sea de una percepción incompleta, ya sobre todo de los violentos trastornos emocionales propios de la enfermedad. Por lo tanto el tema de la ilusión tiene comúnmente estrecha relación con el pensamiento y el humor de los enfermos. A veces las percepciones erróneas se asocian a sensaciones reales. Junto con estas ilusiones en las que encontramos con facilidad los sentimientos del enfermo, hallamos a menudo también verdaderas alucinaciones. La mayor parte del tiempo estas alucinaciones auditivas tienen un contenido desagradable, apto para convocar la angustia. Le muestran al enfermo todos los errores que cometió, lo tratan como si fuera un asesino, lo instan a suicidarse etc. Las alucinaciones auditivas solo se producen por la noche o al menos son mas fuertes en ese momento: en general, no parecen alcanzar una claridad perfecta desde el punto de vista sensorial, son voces “como en sueños”, “que vienen del otro mundo”, “voces etéreas “que viene de dios. A veces las voces dan ordenes, sobre todo la de destruirse. También presentan trastornos sensoriales de la visión y sensaciones cenestésicas desagradables y variadas. Curso de las representaciones: El curso de las representaciones sufre en general trastornos muy importantes y marcados. En los estados de excitación, los enfermos no pueden seguir de manera metódica un orden determinado de pensamientos, saltan sin cesar de una serie de ideas a otra, para abandonar esta última casi inmediatamente. El curso de las representaciones no está más dominado por una representación de conjunto, como en el normal, que en el momento indicado imprime una dirección bien determinada a las asociaciones de ideas e inhibe todo lo que es accesorio y accidental. Es por ello que se pasa así de una representación a otra similar o solo cercana a la primera, sin consideración del objetivo perseguido en primer lugar. La relación entre los elementos del pensamiento se deshace poco a poco; de allí el trastorno que hemos aprendido a conocer con el nombre de confusión por fuga de ideas. “Mis pensamientos son tan rápidos que no puedo retenerlos”. 19 Inhibición del pensamiento: La inhibición del pensamiento que encontramos de forma más o menos pronunciada en casi todos los estados de depresión, y además en ciertos estados mixtos de manía estuporosa y en las formas vecinas de la excitación maniaca, parece ser justo lo contario de la fuga de ideas. Los enfermos se muestran incapaces de disponer a voluntad de sus propias representaciones y sienten a menudo ellos mismos esta incapacidad que los aflige sobremanera. Las representaciones, al parecer, se desarrollan lentamente y solo a gracias a estímulos muy fuertes. Productividad: La productividad mental esta en general muy disminuida en la manía. Debemos exceptuar los casos muy leves de excitación maniaca donde la excitación de la voluntad llevada por la enfermedad puede, en ciertas circunstancias, liberar fuerzas que, de no ser así, hubieran quedado inhibidas. Pero en las formas Francas de excitación maniaca, lo que domina es la influencia desfavorable de la inestabilidad y de la inconsistencia de la voluntad. Ideas Delirantes: Las ideas delirantes son frecuentes en la locura maniaco depresiva, sobre todo en los estados de depresión. Sus formas más simples se asocian al sentimiento de improductividad y presentan un contenido hipocondriaco. El enfermo tiene la impresión de ser incurable, de estar perdido sin remedio. Tiene cáncer, sífilis, un problema cerebral etc. A veces las ideas delirantes son totalmente fantásticas y recuerdan a las de las parálisis general. Las ideas de autoacusación también son frecuentes, tal vez más aún que las anteriores. El enfermo se preocupa por su vida pasada, cree que no cumplió con sus deberes, que cometió muchos errores, que renegó del salvador. Las ideas de persecución que se asocian a menudo al delirio de autoacusación son menos frecuentes. El enfermo se cree rodeado de espías, es seguido por detectives. Las ideas Religiosas tienen por lo general un papel importante. Por Regla general en los deprimidos encontramos una clara conciencia del carácter patológico de su estado, en las formas más leves, pero incluso entonces, toma un tinte hipocondriaco con la idea de la incurabilidad del mal. Con frecuencia aseguran que su enfermedad es más triste que todas las otras, que preferirían soportar cualquier dolor físico a este sufrimiento moral. Humor: Un carácter totalmente esencial del humor de los maniacos es que esta sujeto en general a oscilaciones frecuentes y súbitas. En medio de una alegría desbordante aparecen no solo bruscos ataques de cólera, sino también crisis violentas de lágrimas y sollozos que, inmediatamente dan lugar de nuevo a una alegría exuberante. “no sé si debo reír o llorar”. Estas alternancias del humor que también hallamos con frecuencia, aunque de manera menos acusada, en los estados de depresión, muestra muy bien la íntima relación entre tipos clínicos que parecían en un primer momento radicalmente diferentes. Todo está vacío y 20 desierto en ellos, todo les da igual, nada les interesa, todo parece “tan tonto”, tienen la sensación de estar fuera del mundo, no pueden llorar, no sienten más hambre ni saciedad, no tienen ningún sentimiento de necesidad. También encontramos con menor frecuencia en esta tristeza sombría, el tinte ansioso del humor. En los estados de depresión el tinte del humor no es siempre igual, aun cuando sus rasgos fundamentales mantienen una fijeza desesperante. Sin hablar de los casos, que no son pocos, en los que se puede observar, durante un corto periodo, una transformación completa en estado maniaco, a menudo nos sorprende una sonrisa sin razón, una alegría súbita que se introduce bruscamente en medio de lamentos y de ideas de persecución. Necesidad Imperiosa de actividad: En los estados maniacos, el cuadro clínico esta dominado por la necesidad imperiosa de actividad. Se trata aquí de una excitación general de la voluntad. Por el contrario, todas las ideas que aparecen en la mente se traducen enseguida en actos, mientras que en el normal, hay innumerables veleidades detenidas en su desarrollo. La necesidad de actividad del maniaco provoca naturalmente en él una agitación más o menos marcada. En el nivel más bajo, se trata solo de cierta inestabilidad, una agitación sorprendente, un espíritu de empresa prodigioso que no se detiene nunca. Cuando la excitación es más fuerte aparece entonces el cuadro de la manía aguda propiamente dicha. Los impulsos se suceden unos a otros y la actividad se torna casi incoherente. El enfermo es absolutamente incapaz de perseguir un objetivo alejado porque nuevos impulsos nacen en el sin cesar y lo desvían de su primer deseo. Su necesidad de actividad se resuelve finalmente en una seguidilla incoherente de voliciones siempre nuevas y cambiantes., donde no se puede reconocer una línea de conducta única, sino que vienen y se van en el mismo instante en el que nacieron. Logorrea: En general es muy marcada, es una manifestación de la imperiosa necesidad de actividad. La enfermedad facilita el paso de la palabra a la expresión. Isserlin pudo demostrar que en un maniaco, el número de las silabas pronunciadas por minuto alcanza de 180 a 200, mientras que en los testigos normales no superan las 122 a 150. Como ya indicáramos, esto debe tener cierto papel en la formación de la fuga de ideas. La facilidad de evocación de las representaciones motoras verbales ejerce gran influencia sobre el desarrollo del pensamiento y, al mismo tiempo, las relaciones inteligibles de las representaciones entre si pasan a un segundo plano. De allí que, en el grado más elevado de la fuga de ideas, así como bajo la influencia de alcohol, vemos que las representaciones encarnadas lógicamente son substituidas progresivamente por frases hechas, alianza de términos, aliteraciones y rimas. En las producciones verbales del enfermo se manifiestan al mismo tiempo la fuga de ideas y la logorrea. No puede guardar 21 silencio, habla y grita con todas sus fuerzas, hace ruido, aúlla, invierte el orden de las palabras etc. La incoherencia no se origina aquí por la riqueza de una mente llena de ideas, sino por la ausencia de las representaciones directoras que guíen al pensamiento. Inhibición de la voluntad: En los estados de depresión, la inhibición de la voluntad reemplaza la necesidad de actividad. Desencadenar el acto se hace difícil, a veces imposible. En su grado más bajo, este trastorno se traduce por la imposibilidad de tomar una decisión. Los impulsos que surgen en la mente no son lo suficientemente fuertes para vencer las inhibiciones que se oponen al acto. La creciente dificultad para desencadenar la voluntad lleva naturalmente a una reducción de la actividad más o menos considerable. Excitación ansiosa: La excitación ansiosa reemplaza a veces la inhibición de la voluntad. Los enfermos presentan una agitación más o menos viva, no pueden permanecer tranquilos, no se quedan en la cama, corren por todos lados, se esconden entre las sabanas, tratan de escapar. Algunos autores interpretan esta excitación ansiosa como un estado mixto; se trataría aquí de una combinación de depresión con excitación sintomática de la manía. Por el contrario, otros autores, destacaron que la excitación tenía aquí el valor de una descarga inmediata de la ansiedad, y que por consiguiente, no podía ser considerada como un elemento maniaco agregado al cuadro clínico. 2) Signos Físicos: Los accesos de locura maniaco depresiva están acompañados en general por modificaciones físicas de todo tipo. Los más notorios son los trastornos del sueño y de la alimentación en general. En la manía, el sueño se ve disminuido durante la excitación fuerte; a veces se instala en insomnio absoluto, a lo sumo interrumpido durante algunas horas, que pueden durar semanas incluso meses. Aun en los estados de excitación leve los enfermos se duermen tarde y se despiertan temprano, pero parecen dormir muy profundamente, en los estados de depresión, a pesar de la marcada necesidad de dormir, el sueño se ve seriamente disminuido, los enfermos permanecen sin dormir durante horas, torturados por ideas desagradables, para despertarse por la mañana después de haber tenido sueños confusos, angustiantes, con sensación de pesadez, extenuados, y abatidos. Se levantan muy tarde, permanecen acostados durante días, semanas, aunque no hallen así ningún reposo. El apetito aumenta mucho en los maniacos, pero la alimentación es irregular a causa de su precipitación y de su agitación. En las formas leves, los enfermos absorben a menudo todo tipo de cosas indigestas y repugnantes, tragan los bocados sin masticarlos lo 22 suficiente, rechazan la comida que se les ofrece, se manchan, la tiran. Los enfermos deprimidos tienen por lo común poca inclinación hacia la lengua cargada, están constipados. Al igual que el peso, el estado general del enfermo sufre en general profundos cambios. En el periodo hipomaniaco, la piel se vuelve muy firme y coloreada, los movimientos son elásticos y poderosos, el cabello, antes escaso, vuelve a crecer e incluso su pigmento se renueva. En los estados de depresión, por el contrario, la piel es pálida, arrugada, marchita, seca, desprovista de flexibilidad, los ojos no tienen brillo etc. C11 Seminario 3 “la psicosis” cap. 23 parte 3 (Lacan) La carretera, ese si es un significante que merece ser tomado en cuenta tal. No es lo mismo una sucesión de carreteras secundarias que una carretera principal. No solo porque los demora en la práctica, sino por que cambia por completo la significación de sus comportamientos ante lo que sucede entre el punto de partida y el punto de llegada. La carretera principal es algo que existe en sí y se reconoce de inmediato y si la elegí como ejemplo es por que como diría Perogrullo, es una vía de comunicación. La carretera principal es un paraje, en torno al cual no solo se aglomeran todo tipo de habitaciones, de lugares de residencia, sino también polariza, en tanto significante, las significaciones. La carretera principal es así un ejemplo particularmente sensible de lo que digo cuando hablo de la función del significante en tanto que polariza, aferra, agrupa en un haz a las significaciones. Hay una verdadera antinomia entre la función del significante y la inducción que ejerce sobre el agrupamiento de las significaciones. El significante es porlarizante. El significante crea el campo de las significaciones. De esto se deducen varias cosas que nos explican el delirio de Schreber: ¿Cuál es el significante que está en suspenso en su crisis inaugural? El significante de procreación en su forma más problemática, aquella que el propio Freud evoca a propósito de los obsesivos, que no es la forma ser madre3, sino la forma ser padre. Conviene detenerse un instante para meditar lo siguiente: que la función de ser padre no es pensable de ningún modo en la experiencia humana sin la categoría del significante. ¿Qué puede querer decir ser padre? El asunto es que la sumatoria de los hechos – copular con una mujer, que ella lleve luego en su vientre algo durante cierto tiempo, que ese producto termine siendo eyectado- jamás lograra constituir la noción de que es ser padre. Ni siquiera hablo de todo el haz cultural implicado en el término ser padre, hablo sencillamente de que es padre en sentido de procrear. Un efecto retroactivo es necesario para que el hecho de copular reciba pare el hombre el sentido que realmente tiene, pero para el cual no puede haber ningún acceso imaginario, que el niño sea tan de él cómo de la madre. Y para que este efecto de retroacción se produzca, es preciso que la noción de ser padre, mediante un trabajo que se produjo por todo un juego de intercambios culturales, haya alcanzado un estado de significación primordial, y que ese significante tenga consistencia y estatuto. El sujeto puede saber muy bien que copular es realmente el origen del 23 procrear, pero la función de procrear en cuanto significante es otra cosa. Para que procrear tenga su sentido pleno, es aun necesario, en ambos sexos, que haya aprensión, relación con la experiencia de la muerte que da al término procrear su sentido pleno. La paternidad y la muerte son por cierto dos significantes que Freud reúne a propósito de los obsesivos. El significante ser padre hace de carretera principal hacia las relaciones sexuales con la mujer. Si la carretera principal no existe, nos encontramos ante un cierto número de caminitos elementales, copular y luego la preñez de la mujer. Según todas las apariencias el presidente Schreber carece de ese significante fundamental que se llama ser padre. Por eso tuvo que cometer el error, que enredarse, hasta pensar llevar él mismo su peso como una mujer. Tuvo que imaginarse a sí mismo como mujer, y efectuar a través de su embarazo la segunda parte del camino necesario para que, sumándose una a otra, la función del padre, quede realizada. Para extremar un poquito más mi metáfora, les diré: ¿Como hacen los así llamados usuarios de las carreteras cuando no hay carretera principal, cuando es preciso pasar por carreteras secundarias, para ir de un punto a otro? Siguen los indicadores colocados a las orillas de la carretera. Es decir que cuando el significante no funciona, eso se pone a hablar a las orillas de la carretera principal. Cuando no está la carretera, aparecen carteles con palabras escritas. Acaso sea esa la función de las alucinaciones auditivas verbales de nuestros alucinados: son carteles a orillas de sus caminos. C12 Delirio de Interpretación – Delirio de Reivindicación Delirio de interpretación: El delirio de interpretación se caracteriza por la existencia de dos órdenes de fenómenos en apariencia contradictorios: por un lado los trastornos delirantes manifiestos, por el otro una conservación increíble de la actividad mental. En primer lugar síntomas positivos a través de las concepciones e interpretaciones delirantes; en segundo lugar síntomas negativos, a saber, integridad de las facultades intelectuales y ausencia o escasez de alucinaciones. SINTOMAS POSITIVOS: A) Concepciones delirantes: variedades, grados de verosimilitud y sistematización, disimulación. B) Interpretaciones delirantes: 1) Exógenas o tomadas del mundo exterior. 2) Endógenas, tomadas: a) del estado orgánico; b) del estado mental. Interpretación de recuerdos: delirio retrospectivo. Transformación del mundo exterior, falsos reconocimientos. 24 SINTOMAS NEGATIVOS: A) Estado mental: Persistencia de la integridad de las facultades mentales intelectuales y de los sentimientos afectivos. Lenguaje, escritos, conducta. B) Ausencia de trastornos sensoriales. A veces alucinaciones episódicas: síntoma accesorio y transitorio. 1) Síntomas Positivos: Concepciones Delirantes: Con un breve examen, la naturaleza de las concepciones delirantes aparece como síntoma principal y llama la atención el tema novelesco. Las ideas de celos, místicas o eróticas son frecuentes, a veces se observan ideas hipocondriacas y nunca hay ideas de negación. Los rasgos comunes de las concepciones delirantes están relacionados con el estado mental de los interpretadores, quienes saben defender sus ficciones a través de argumentos tomados de la realidad, por lo general se mantienen dentro del dominio de lo posible, de lo verosímil. La falta de sistematización proviene tanto de la abundancia de las interpretaciones que desorientan al enfermo como del carácter dubitativo de este último. En general estas concepciones delirantes permanecen secretas. La disimulación es tan frecuente que casi podríamos considerarla un síntoma. Habitualmente en el periodo de internación hay un periodo de excitación con cierta locuacidad, pero pronto el enfermo se encierra en un semi-mutismo. A veces el paciente se calla no por disimular, sino porque tiene conciencia de lo inverosímil de su delirio. Interpretaciones Delirantes: Los interpretadores no inventan completamente los hechos imaginarios, se conforman con desvirtuar, disfrazar o amplificar hechos reales: su delirio se apoya más o menos exclusivamente en los datos exactos de los sentidos y de la sensibilidad interna. Allí donde otros solo ven coincidencias, ellos, gracias a su clarividencia interpretativa, saben desentramar la verdad y las relaciones secretas de las cosas. La tendencia al simbolismo se exagera a veces al punto de aparecer en el lenguaje y en la conducta. el sujeto emplea entonces frases con doble sentido, expresa su pensamiento en forma de retruécanos y jeroglíficos. Examinaremos:1) Las Interpretaciones exógenas que tienen como punto de partida, los sentidos, el mundo exterior. 2) Las interpretaciones que tienen como fuente las sensaciones internas, la cenestesia como también aquellas que utilizan las modificaciones psíquicas, los trastornos funcionales del cerebro, los estados de conciencia (Interpretaciones endógenas). 1) Interpretaciones Exógenas: El más pequeño incidente de cada día sirve para las búsquedas del interpretador, un empujón en la calle es el índice de una emboscada, una mancha en la ropa el más evidente de los ultrajes. No hay signo simbólico más importante para estos sujetos que la palabra, palabra y escritura son una de las fuentes inagotables del delirio de “extrospeccion”. Las interpretaciones basadas en similitudes de sonidos son bastante características. Ellas utilizan hasta los nombres propios de las personas del entorno. 25 2) Interpretaciones Endógenas: A) Interpretaciones tomadas del estado orgánico: Las innumerables causas provenientes del mundo exterior vienen a sumarse a las sensaciones internas. La introspección somática no es a veces sino la expresión de un delirio de interpretación. Por lo general el enfermo no apoya sus deducciones sobre ningún trastorno mórbido, sino solamente, sobre la observación minuciosa de su organismo “que les hace considerar patológicas ciertas constelaciones que él no había hecho hasta ese momento, tan solo porque no las había buscado “. B) Interpretaciones tomadas del estado mental: Algunos estados de conciencia, algunos trastornos funcionales psíquicos sirven de alimento a las interpretaciones (delirio por introspección mental). Algunos enfermos se sorprenden al ser asaltados por pensamientos inusuales, o bien observan una relación entre estos pensamientos y los hechos concomitantes. Interpretación de recuerdos: La observación del momento presente, la interpretación de los hechos actuales, no es suficiente para los enfermos. Empujados por la necesidad de encontrar nuevos motivos a sus padecimientos, o de satisfacer mejor su orgullo, excavan en lo más lejano de su memoria; la reviviscencia de antiguos recuerdos provee un amplio material para los errores de juicio (delirio retrospectivo). Algunas frases insignificantes, pronunciadas hace mucho tiempo, vienen a confirmar los propósitos de hoy, aclarar los sobreentendidos. Reflexiones pueriles de la infancia, pequeños cumplidos, caricias o reprimendas toman de pronto una significación precisa. Las ilusiones, la falsificación de recuerdos deben tenerse en cuenta. Sin duda que la trata del delirio retrospectivo implica algunos hechos exactos, pero los adornos son en gran parte trabajo de la imaginación. Transformación del mundo exterior: Los enfermos hacen progresos sorprendentes en el arte de interpretar, su perspicacia se agudiza y adquiere una penetración singular. Al final, a través de la deformación sistemática de los hechos llegan a una concepción delirante del mundo exterior. El interpretador ya no ve nada bajo el sentido común, todo le parece extraño, vive en un medio ficticio desde el cual son rechazadas las explicaciones naturales. 2). Síntomas negativos: Uno se encuentra a veces en presencia de una gran inteligencia, y la misma persona que se mostraba manifiestamente alienada, aparece lucida y razonable. La ausencia de trastornos graves de la vida intelectual o de la vida afectiva, la falta o escasez de trastornos sensoriales, constituyen dos características importantes del delirio de interpretación. A) Estado Mental: En el interpretador existe sin duda una constitución especial cuya fórmula trataremos de dar: Hipertrofia e Hiperestesia del yo, falla circunscripta de la autocrítica, pero se trata allí más bien de condiciones del desarrollo de la psicosis que de síntomas que la revelan. Encontramos en estos sujetos como en los no delirantes, grados muy diferentes de desarrollo intelectual, desde los débiles, hasta inteligencias superiores. Las concepciones delirantes, si se analizan, tienen claramente el carácter de ideas fijas, 26 predominantes; sin embargo, incluso en la exposición de trastornos vesánicos más característicos, se nota la persistencia de la actividad de los centros corticales superiores. La interpretación falsa aparece exagerada, extravagante pero raramente absurda, a veces se mantiene verosímil. La aparición del delirio no modifica nada de la inteligencia. Haciendo abstracción de las concepciones delirantes, el juicio de los interpretadores permanece sensato, la capacidad profesional permanece intacta. La vivacidad en la inteligencia se manifiesta en la defensa de sus convicciones delirantes. Los sentimientos afectivos, no presentan ningún trastorno primitivo, el humor varia como en cada uno de nosotros, según las circunstancias y el estado orgánico. El aspecto exterior, la actitud, no presentan anda anormal. No hay trastornos de la mímica involuntaria o emotiva. La actividad motriz no está alterada: ni trastorno de la voluntad susceptible de influenciar la manera de actuar, ni abulia, ni impulsiones, tampoco se observan estereotipias de actitud o gestos. B) Ausencia de trastornos sensoriales: Lo que caracteriza el delirio de interpretación es la ausencia de trastornos sensoriales, sin embargo en algunos casos hay alucinaciones, pero ellas no aparecen si no con intervalos distanciados, solo juegan un rol secundario. C) Alucinaciones episódicas: En algunos se observan trastornos sensoriales auditivos, en realidad escasos, pero existen con certeza. Se sostiene que serían ilusiones en vez de alucinaciones. En efecto los enfermos no escuchan voces en la soledad de su habitación, por el contrario, la alucinación a veces aparece en el silencio de la noche, pero subordinada a una emoción intensa, como en la gente normal, está ligada al miedo, al fanatismo etc. En general, en rol de las alucinaciones en el delirio de interpretación permanece entonces nulo, a veces borrado, siempre efímero, se trata entonces de un síntoma episódico y secundario. Delirio de reivindicación: El delirio de Reivindicación fue descripto en el extranjero con el nombre de locura de reivindicación o posesiva o locura de los perseguidos-perseguidores. Creemos efectivamente que los reivindicadores constituyen una categoría de personas netamente circunscripta y muy diferenciada del grupo de los interpretadores. El delirio de reivindicación es una psicosis sistematizada, caracterizada por el predominio exclusivo de una idea fija, el reivindicador se nos presenta como un obsesivo y un maniaco. Hay en él una combinación intima de estos dos estados, que conducen más a un delirio de los actos que a un delirio de las ideas. Sus tendencias interpretativas y su parologia están menos marcadas que las de los interpretadores. Algunos autores consideran el delirio de reivindicación como un tipo de paranoia, estas dos enfermedades tienen en común numerosos puntos de contacto, pero exagerándolos, podemos dejarnos engañar por simples analogías superficiales, por apariencias. Los datos clínicos actuales no permiten todavía separar con una barrera infranqueable el delirio de interpretación del delirio de reivindicación. 27 Descripción: En el delirio de Reivindicación encontramos espíritus exaltados, razonadores, exagerados, fanáticos que sacrifican todo al triunfo de una idea dominante, individuos son en su mayoría perseguidora y perseguidora repentinos, desde el comienzo eligen a una persona o a un grupo de personas que persiguen con odio o su amor enfermizo, sin embargo existes algunos que nunca llegan a ser perseguidores, ni tampoco reivindicadores : su exaltación no se ejerce a expensas de otra persona sino que se emplea solo en búsquedas especulativas . A pesar de su aparente diversidad- que solo se debe a la naturaleza de la idea obsesiva y a las formas variables de las reacciones- todos los reivindicadores son idénticos. Su psicosis se caracteriza por dos signos constantes: la idea prevalente y la exaltación intelectual. Todos estos enfermos son degenerados, tienen de ello las marcas físicas y mentales, desequilibrio de sus facultades, obsesiones, impulsiones, perversiones sexuales etc. Algunos sin embargo, testimonian aptitudes remarcables: imaginación brillante, buena memoria, razonamiento hábil. Muchos de ellos están desprovistos de toda noción del bien y del mal, comenten faltas de delicadeza, abusos de confianza, etc. Idea Obsesiva: Repentinamente el Reivindicador descubre el hecho material o la idea abstracta que dirige desde ese momento su actividad pervertida. El reivindicador es propenso a agrandar los hechos más simples cuando su personalidad está en juego, pero no modifica su primer significado, la explicación que da contraria el sentido común, no se opone abiertamente a la razón. La idea obsesiva, no llega a ser el origen de un sistema de interpretaciones delirantes. El enfermo no lucha contra su obsesión, solo busca satisfacerla, pero en su camino encuentra obstáculos que lo incitan y le provocan a veces una angustia comparable a aquella que determine la resistencia interior en las crisis de pulsiones. En plena batalla, cuando los fracasos repetidos lo han sobreexcitado, puede ser asaltado por la idea de asesinato, muchas veces se debate contra ese pensamiento que lo invade cada vez más y entonces se presenta como un verdadero obsesivo ansioso. Se sabe que las características de la obsesión son la irrisestibilidad, la tortura moral provocada por cualquier tentativa de resistencia, el alivio luego de su satisfacción. Este último síntoma no se manifiesta menos que los demás en el enfermo. En efecto, su enfermedad es esencialmente paroxística y es fácil de ver que los periodos de remisión coinciden con un éxito parcial de las reivindicaciones o se presentan luego de una escena de escándalo. Exaltación Maniaca: El reinvincador no es solo un obsesivo, sino también un maniaco razonador. Los actos y los gestos de estas personas no podrían ser consideradas exclusivamente como un modo de reacción a las concepciones que los subyugan. La necesidad de pelea es uno de los móviles de sus actos, animado por una variedad insensata, por un espíritu de contradicción sistemático, ávido de satisfacer su actividad mórbida, aun al precio del escándalo, el reivindicador emprende mil actividades, escribe a los personajes de la actividad, acude a abogados, pide audiencias, etc. La menor discusión lo irrita, se deja llevar por violentas cóleras contra su interlocutor, el luchar llega a ser para el ya no un medio, sino el único objetivo de su vida. 28 Evolución: La enfermedad tiene una evolución estrechamente ligada por un lado a la irrisistibilidad de la idea dominante, y por otro lado a la persistencia de la exaltación mórbida. El comienzo es súbito, lo único que permite preverlo son los signos de degeneramiento y la impetuosidad del carácter, el orgullo desmesurado y la susceptibilidad mórbida. Estas son las condiciones generales del desarrollo de la psicosis. Luego, desde el momento en que acontece una causa ocasional banal, que fija la fórmula de la idea obsesiva, la psicosis se manifiesta con todos sus síntomas. Después evoluciona por crisis sucesivas separadas por intermitencias más o menos largas. La marcha progresiva del delirio se acelera a través de estas remisiones y estos paroxismos alternantes. El enfermo agranda el círculo de sus reivindicaciones. Pasa de un proceso a otro, y a medida que le deniegan sus demandas, estas van tomando mayor importancia. La internación, generalmente, no hace más que aumentar la excitación de los reivindicadores. ¿Cómo termina el delirio de reivindicación? Por regla general debe admitirse que es un estado crónico incurable, pero nunca se encamina hacia la demencia. Efectivamente, esta psicosis es considerada como “un estado mórbido continuo del carácter” como la manifestación de una personalidad psicopática, incapaz de modificarse en su esencia. Variedades: El delirio de reivindicación reviste aspectos variados según la naturaleza de la idea prevalente, se puede en principio establecer dos grandes divisiones, según que esta idea provenga únicamente del egoísmo o por el contrario, del altruismo: de donde tenemos 1º un delirio de reivindicación egocéntrico; 2º un delirio de reivindicación altruista. En la primera variedad el enfermo apunta solo a la satisfacción de sus ideas egoístas, generalmente es el enemigo de una persona por la cual se cree perjudicado. El delirio de reivindicación altruista se basa por el contrario en una idea abstracta y se traduce en teorías sobre la ciencia la filosofía, la política, la religión etc. Diagnóstico: solo examinaremos los signos diferenciales que separan el delirio de reivindicación del delirio de interpretación. Las dos categorías de enfermos tienen puntos en común por la analogía de sus anomalías constitucionales, sin embargo, los estigmas físicos y mentales de degeneración están mucho más marcados en el reivindicador, lo mismo sucede con los trastornos de la afectividad. Este último aparece sobre todo como un espíritu exaltado, imperiosamente dominado por su pasión, el interpretador como un espíritu falso, dirigido por sus tendencias paralogicas. En el primero, no se descubre un tema delirante en desarrollo progresivo, sino una serie de periodos de excitación que sobrevienen cuando los hechos reales emocionan que sobrevienen cuando los hechos reales emocionan profundamente al sujeto. En el segundo, es una verdadera novela vesánica largamente preparada que se va agrandando a causa de la irradiación progresiva de la concepción predominante y la proliferación de las interpretaciones delirantes. El delirio de reivindicación tiene como punto de partida una idea fija, el delirio de interpretación solo llega secundariamente a la idea fija, luego de una lenta incubación. En 29 numerosas ocasiones el reivindicador se distingue del interpretador con la misma facilidad que del alucinado. Cuando el interpretador se contenta con vivir se sueño delirante sin pasar a la acción, nunca se lo considera como un reivindicador, esta asimilación se produce solo si se convierte en un perseguidor. Pero, de la misma manera que no se piensa en describir aisladamente a los alucinados perseguidores, no se debe dar un valor esencial a las reacciones episódicas del interpretador. Este enfermo, en efecto, reacciona como un alucinado, defiende su honor su libertad su vida. La excitación del interpretador es siempre transitoria, a veces muy pasajera, la del reivindicador esta siempre en primer plano, forma parte intrínseca de su anomalía. 30