Resumen Final Psicopatologia 2014

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C1: Los fundamentos de la clínica: Introducción –Cap. 1 y Cap.
2 (BERCHERIE)
INTRO: La clínica psiquiátrica es esencialmente “observación morfológica” (Charcot), la
descripción formal de las perturbaciones patológicas. La mirada, parece constituir la metáfora que
obsesiona esta práctica y que transparenta, la relación que la estructura. A Bercherie le pareció
apasionante e indispensable adquirir una versión de la clínica que fuese lo más global y precisa
posible, tanto en su desarrollo histórico como en su dimensión espacial. La clínica no ha
progresado con un movimiento igual e unificado, sino que su avance se dio por controversias de
escuelas. Se trata de un espacio franco alemán, en sentido lingüístico al menos. Los anglosajones
no parecen haber gustado nunca de la clínica, su pragmatismo natural y su desconfianza x los
conocimientos sin consecuencias prácticas inmediatas los alejaron sin dudas.
Otro fenómeno notable, es que la clínica como método consiente de sí mismo y sistemático,
apareció en una fecha precisa y con un autor particular: PINEL. Poseemos un punto de partida, la
extensión en el espacio y el momento de declinación de este movimiento. También se puede
hablar de clínica psicoanalítica, con la condición de no olvidar que en esta expresión compuesta,
el adjetivo es más importante que el sustantivo y que ambos términos son inseparables.
Cap. 1: PINEL: Pinel logra relevancia en su época a nivel del método, veremos que funda una
tradición, la clínica como camino consiente y sistemático. Se ubica en el grupo de los ideólogos
que representan en Francia, la síntesis de las corrientes de pensamiento renovadoras y
radicalizantes que marcaron el siglo xviii. Consideraba el conocimiento como un conocimiento
cuya base es la observación empírica de los fenómenos que constituyen la realidad. A esos
fenómenos materiales brutos de la percepción , el sabio debe agruparlos o clasificarlos en función
de sus analogías y sus diferencias, constituyendo así, clases, géneros, especies, evitando introducir
en este trabajo de análisis y síntesis, su subjetividad bajo forma de ídolos. En la cima del edificio,
las categorías obtenidas de la experiencia, recibirán finalmente el nombre que les da existencia en
la ciencia.
En toda la obra de Pinel se encontrara el llamado a un método finalmente histórico en la
consideración de la locura, al espíritu de orden y de investigación que reinan en todas las partes de
la historia natural (TRATAMIENTO MEDICO FILOSOFICO DE LA ALIENACION MENTAL) . Pinel, abre
la exploración sistemática de un campo y del ordenamiento de los fenómenos que lo constituyen,
este camino ha sido el fundamente sobre el cual, se constituye el saber realmente positivo de la
psiquiatría.
Pinel, fue de aquellos que constituyeron la clínica médica como observación y análisis sistemático
de los fenómenos perceptibles de la enfermedad, resultado de ello es su nosografía. Allí aisló las
grandes clases sintomáticas, en las cuales la anatomía patológica no juega más que un papel
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secundario en la clasificación: Las flegmasías o las hemorragias son clasificadas según el lugar del
cuerpo donde se producen.
Pinel consideraba la alienación mental como una enfermedad orgánica, una perturbación de las
funciones intelectuales, es decir, de las funciones superiores del sistema nervioso. Por eso las
ubica en las clases de neurosis, es decir, de las afecciones del sistema nervioso, sin inflamación ni
lesión de la estructura. La alienación mental forma parte de las neurosis cerebrales, siendo el
cerebro el asiento de la mente, estas neurosis cerebrales son de 2 tipos.
Abolición de la Función Mental
Afecciones comatosos
Perturbación de la Función Mental
Vesanias
Neurosis Cerebrales
-
Alienación mental
-
Locura propiamente
dicha
-
Hipocondría
-
Sonambulismo
-
Hidrofobia
No hacen al sujeto un alienado en sentido estricto.
La alienación mental, no forma una clase de en la nosografía, se vuelven a encontrar simplemente
las 4 especies que la constituyen en las vesanias. Ello no es en efecto más que una categorización
empírica y social. Ubicando el lugar y el estatuto de la locura, vemos su estudio concreto. En
primer Lugar, las grandes clases en las que se repartes las manifestaciones mórbidas:
La manía.
Clases Mórbidas
La melancolía.
Demencia o Abolición del pensamiento.
Idiotismo u obliteración de las facultades mentales.
La Manía: El delirio es general, concierne a todos los objetos, estando lesionadas muchas de las
funciones del entendimiento, percepción, memoria, juicio, afectividad, imaginación, etc. Y que se
acompaña de una viva agitación. También distingue una subvariedad, manías sin delirio o manía
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razonante, en las que las funciones del entendimiento están intactas, solo hay una alteración de la
afectividad y excitación a menudo furiosa.
Melancolía: El delirio está limitado a un objeto o a una serie de objetos. Facultades mentales
intactas fuera del núcleo delirante. Comportamiento coherente y comprensible si se tienen en
cuenta las ideas delirantes.
Demencia o Abolición del pensamiento: Es la incoherencia en la manifestación de las facultades
mentales, es el desorden y la movilidad, la existencia automática, la destrucción de la función de
síntesis.
Idiotismo u Obliteración de las funciones mentales y afectivas: La supresión más o menos
completa de la actividad mental quedando el sujeto reducido a una existencia vegetativa, con
restos esporádicos de actividad psíquica, puede ser congénita o adquirida, entonces a menudo
transitoria.
La nosología de Pinel apunta a crear grandes clases fenoménicas de comportamientos. La
nosografía clasifica las grandes enfermedades mentales en grandes categorías, sirviéndose para
ello de los síntomas más notorios., es entonces con las fiebres y sobre todo con las flegmasías
donde es clasificado el delirio febril agudo, siendo allí el delirio un síntoma y no un fenómeno
elemental- esencial.
Pinel es partidario de una concepción materialista psicofisiologicista “la mente es una
manifestación del funcionamiento del cerebro y de las relaciones de lo físico y lo moral en el
hombre” Concibe a la locura como un desarreglo de las facultades cerebrales y propondrá a ese
desarreglo cierto número de causas.
Locura
Causas
Físicas
Cerebrales (x Golpe, Conforma Viciosa del cráneo)
Herencias
Simpáticas (Llegan al cerebro x lazos c/otros orga)
Morales (Pasiones intensas, contradictorias y prolongadas)
Pinel considera a los empíricos y su búsqueda de un remedio “especifico” por medio del azar y
apoya el tratamiento Moral. La mente alterada puede ser conducida nuevamente a la razón con
ayuda de la institución curativa.
El medio ambiente del alienado jugara un papel capital en la locura. Es necesario aislarlo en una
institución especial, primero para retirarlo de sus percepciones habituales, de aquellas que han
engendrado la enfermedad para luego poder controlar por completo sus condiciones de vida. Allí
será sometido a una disciplina severa y paternal en un mundo completamente dominado por la ley
médica.
Para concluir comentaremos la posición de Pinel en relación a la anatomía patológica de la
alienación mental. Esta posición está determinada por su desconfianza hacia los sistemas
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explicativos. Pinel rechaza las teorías que dan cuenta de la locura por un daño material en el
cerebro, concluye que en la inmensa mayoría de los casos (exceptuando el idiotismo congénito) la
locura está exenta de daño material del cerebro. Esta toma de posición tiene una primera
consecuencia, la de proporcionar la idea de curabilidad de la locura, una base teórica: el cerebro
no está dañado sino que la mente esta alterada en su funcionalidad.
Cap. 12 Kraepeling: En 1883 aparece el compendio de psiquiatría de Emil Kraepeling. Este alumno
de Wundt al igual que Pinel, estaba convencido de que era indispensable una investigación
psicológica para la comprensión de las enfermedades mentales y que la psicología “normal” podía
suministrar herramientas conceptuales para el análisis clínico. Por eso tomando el modelo de
psicología experimental de Wundt se preocupa por hacer experimentos psicológicos en
psiquiatría. En la cuarta edición del compendio (1893) hace una mutación fundamental, intercala
entre las paranoias y las neurosis generales una nueva clase, los procesos psíquicos degenerativos.
Estos comprenden 3 formas:
A) Dementia Preacox: Forma generalizada y Forma leve (Hebefrenia)
B) Catatonia.
C) Dementia Paranoide: en estos casos después de un periodo depresivo inicial, se instala
rápidamente una floración de ideas delirantes, quijotescas, absurdas y constantemente
cambiantes, primero construidas alrededor de interpretaciones e ilusiones.
Las 3 entidades problemáticas del sistema de Kraepeling:
1- La Paranoia: Solo comprende los delirios sistematizados combinatorios de la clasificación
precedente. La paranoia, enfermedad constitucional, reposa sobre dos mecanismos
fundamentales: 1- El delirio de Referencia, delirio de significación personal, Y 2- Las
ilusiones de la memoria, confabulaciones que producen los diferentes temas de
persecución, de celos, de grandeza, de erotomanía, y la forma especial del delirio de
quiromancia.
2- La Locura Maniaco-Depresiva: Reagrupa alrededor de los estados maniacos depresivos,
todos los estados agudos (psiconeurosis) no confusionales que no constituyen estados
sindromicos de la demencia precoz. Kraepeling rechaza en efecto la existencia de manías o
melancolías simples, con el argumento de que se observan siempre.
3- Dementia Precoz: A partir de la 6ta edición, Kraepeling agrega al grupo de los procesos
demenciales, que llama desde entonces demencia precoz, las paranoias alucinatorias
(Delirios sistematizados fantásticos) como otra forma paranoide. La razón de esto es que
ellas desembocan finalmente, en estados terminales muy parecidos, pero que también se
encuentran en ellas nuevamente síntomas fundamentales idénticos.
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C2 Demencia Precoz o el grupo de las esquizofrenias
(Bleuer)
La idea de demencia precoz deriva en su totalidad de Kraepelin. A él le debemos casi
exclusivamente el agrupamiento y descripción de los diferentes síntomas.
Antecedentes Históricos: Hasta el presente, todas las formas agudas descriptas de las “psicosis
simples”, podían terminar en la recuperación o bien conducir a formas “secundarias”. Kraepelin
consiguió aislar cierto número de síntomas presentes en afecciones con prognosis pobres y
ausentes en otros grupos de enfermos. Las psicosis caracterizadas por la presencia de esos
síntomas fueron reunidas bajo el término de Demencia Precoz. Sin embargo siempre hubo
algunos casos que aunque exhibían estos síntomas parecían llegar a la recuperación, por otro lado,
otras afecciones agudas donde faltaban estos síntomas no parecían culminar nunca en daños
secundarios. Estas fueron reunidas bajo el término de psicosis maniaco depresivas. Bajo el
término de demencia precoz o esquizofrenia, incluimos entonces a un grupo de enfermedades que
pueden distinguirse claramente de todos los otros tipos de patologías en el sistema de Kraepelin.
Aquellas tienen muchos síntomas comunes y prognosis semejantes, sin embargo sus cuadros
clínicos pueden ser extraordinariamente diversos. No es posible intentar una exposición completa
de la génesis del concepto de demencia precoz, la cuna de la idea fue la 5ta edición del
compendio de psiquiatría de Kraepelin (1986).
En 1863 Kahlbaum en su agrupamiento de las enfermedades psíquicas, llamo la atención sobre un
complejo de síntomas catatónicos. Según el La Catatonia atraviesa los estados de melancolía,
manía, estupor, confusión y finalmente demencia (análogo a las vasanias típicas), en cualquiera de
estas diferentes etapas puede faltar, y la curación puede darse en cualquiera de ellas, menos en la
última.
En 1871 Hecker describió la Hebefrenia, que incluyo en su grupo catatónico y luego amplio a todo
el grupo para incluir al heboide que no es más que una forma moderada de la hebefrenia que se
manifiesta principalmente en cambios de carácter.
En 1896 Kraepelin incluyo a las “psicosis delirantes” en un grupo de enfermedades que según
creyó, eran esencialmente trastornos metabólicos. Al principio llamo demencia precoz solamente
a las hebefrenias, llamo catatonia primarias a todas las formas con síntomas catatónicos,
mientras que bajo el nombre de demencia paranoides describió una forma no muy frecuente de
alucinaciones e ideas delirantes confusas, comportamiento exterior relativamente intacto y una
temprana detención de todo el proceso.
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La enfermedad
Se identifica a menudo con el concepto de demencia precoz, con el de una determinada forma de
psicosis de las personas jóvenes y dado que puede demostrarse muy fácilmente que hay otras
enfermedades características de la pubertad, se considera incorrecta a la inclusión de todas ellas
en un solo concepto.
Llamo esquizofrenia a la demencia precoz, porque el desdoblamiento de las diferentes funciones
psíquicas es una de sus características más importantes. Por razones de conveniencia, utilizo la
palabra singular, aunque es evidente que el grupo incluye a varias enfermedades.
Definición: Con el término de demencia precoz o esquizofrenia designo a un grupo de psicosis
cuyo curso a veces es crónico y a veces está marcado por ataques intermitentes y que pueden
retenerse o retroceder en cualquier etapa pero que no permite una completa “restitutio ad
integrum”. La enfermedad se caracteriza por un tipo particular de alteración del pensamiento, los
sentimientos y la relación con el mundo exterior que en ninguna otra parte aparece bajo esta
forma particular. Si la enfermedad es pronunciada, la personalidad pierde su unidad. El proceso de
asociación en la enfermedad opera a menudo con meros fragmentos de ideas y conceptos. Esto
tiene como resultado asociaciones que individuos normales considerarían incorrectas extrañas e
imprevisibles.
La intensidad de las relaciones afectivas puede variar desde una completa carencia de expresión
emocional, hasta respuestas afectivas extraordinariamente exageradas. Descubrimos
alucinaciones e ideas delirantes, confusión, estupor, manía, fluctuaciones afectivas melancólicas y
síntomas catatónicos. Muchos de estos síntomas exhiben un carácter esquizofrénico especifico de
modo que su presencia puede ser de utilidad para el diagnóstico de la enfermedad.
Cap. 1 Síntomas Principales.
En la actualidad se divide la demencia precoz en subgrupos:
Demencia precoz
Paranoide
Las alucinaciones o ideas delirantes ocupan el 1er
plano de la Enfermedad.
Catatonia
Síntomas catatónicos dominan el cuadro.
Hebefrenia
Síntomas Catatónicos o accesorios pero no
dominan el cuadro
Esquizofrenia Simple
A través de todo su curso, solo pueden descubrirse
los síntomas básicos específicos.
Síntomas fundamentales: Los síntomas fundamentales consisten en trastornos de la asociación y
afectividad, la predilección por la fantasía en oposición a la realidad y la inclinación a divorciarse
de la realidad (autismo).
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Asociación
Funciones Simples (Afectadas)
Afectividad
Ambivalencia
Asociación: Las asociaciones pierden su continuidad y el pensamiento se hace ilógico y a menudo
extravagante, además las asociaciones tienden a efectuarse siguiendo nuevas líneas. Hay una
marcada escasez de ideas hasta llegar al monodeismo, con frecuencia alguna idea domina la
cadena de pensamientos bajo la forma de obstrucción, poniendo nombres (naming). En cuanto al
elemento tiempo en las asociaciones, en la esquizofrenia se nota la prisa en el pensar, esto es un
flujo de ideas incrementada patológicamente y la especial característica de la obstrucción
“Blocking”.
Estereotipia: El esquizofrénico queda preso de sus ideas y siempre de las mismas.
Afectividad: En las formas francas de esquizofrenia, la “deterioración emocional” ocupa el primer
plano del cuadro clínico. En las últimas etapas muchos esquizofrénicos dejan de manifestar afecto
alguno durante años. Aun en las menos graves, la indiferencia, parece ser el signo exterior de su
condición. Con gran frecuencia se encuentra que el único signo afectivo que se ve conservado,
además de la irritabilidad del paciente, es el amor paternal o maternal. Tampoco el sentido de
simpatía hacia los demás esta extinguido, a menudo los pacientes pueden simpatizar mucho con
situaciones a condición de otras.
Ambivalencia: La tendencia de la psique esquizofrénica a otorgar a los psiquismos más diversos
un índice positivo y otro negativo al mismo tiempo. No siempre es muy explícita, es una
consecuencia directa de los problemas de asociación. Ambivalencia afectiva Amor-Odio.
Sensación
Funciones Simples Intactas
Memoria
Conciencia
Movilidad
Las Funciones Compuestas:
Las funciones complejas como la atención, la voluntad y la acción están perturbadas en tanto lo
están las funciones simples. La esquizofrenia se caracteriza por una peculiar alteración de la
relación entre la vida interior del paciente y el mundo exterior. La vida interior asume una
preponderancia patológica (Autismo).
A) Relación con la realidad (autismo): El desapego por la realidad junto con la
preponderancia de actividad absoluta de la vida interior lo denominamos autismo. Al
principio puede que no sea muy perceptible, la realidad de un mundo autista puede
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también parecer más valida que la del mundo real, entonces los pacientes, toman su
mundo fantástico como real.
B) Atención: Se ve afectada junto con la afectividad por la reiteración de la falta de
interés
Atención Alterada.
C) Voluntad: Como consecuencia de la alteración de la afectividad y de la asociación, se ve
alterada de varios modos, pero se caracteriza por la postración emocional, ABULIA, son
procesos negligentes porque ya no se sienten impulsados a hacer nada.
D) La persona: Los pacientes saben quiénes son, en la medida que las ideas delirantes no
falseen la personalidad.
E) Demencia esquizofrenica: Trastornos esquizofrénico de la inteligencia causada por la
alteración de la asociación y afectividad.
Comportamiento: La conducta esquizofrénica se caracteriza por la falta de interés, de iniciativa y
de una meta definida, por la adaptación inadecuada al medio ambiente, es decir la no
consideración de muchos factores de la realidad.
Cap. II Síntomas Accesorios:
Son primordialmente los fenómenos accesorios los que hacen imposible su permanencia en el
hogar. Los síntomas accesorios pueden presentarse a lo largo de toda la enfermedad o solamente
en periodos enteramente arbitrarios. Son ellos los que proporcionan exterior al cuadro patológico.
Los síntomas accesorios más relevantes son las alucinaciones y las ideas delirantes.
Alucinaciones: Una característica de las alucinaciones esquizofrénicas es su preferencia por la
esfera auditiva y por las sensaciones corporales. El contenido puede ser provisto por cualquiera
de las cosas que percibe la persona normal y a esto debe añadirse todas las sensaciones que es
capaz de inventar la psique enferma. Lo más habitual son las voces y estas voces amenazan,
insultan, critican, son frases breves y bruscas. Las voces de nuestros pacientes formulan todos sus
impulsos y temores, además de su relación con el mundo. También es el medio por el cual el
megalómano realiza sus deseos (Hablar con dios). Para el paciente las voces se convierten en
representantes de los poderes patológicos y hostiles. Se observa con frecuencia que el fenómeno
del pensamiento del paciente se hace audible.
En particular las alucinaciones auditivas son agradables en un oído y desagradables en otro. Entre
las alucinaciones corporales, las más frecuentes e importantes son las sexuales. Estos pacientes
experimentan los goces de las gratificaciones sexuales normales y anormales pero más
frecuentemente aun, toda la practica obscena y repugnante que pueda concebir la fantasía más
extravagante. Los pacientes varones sienten que se les extrae el semen o que se les provoca
erecciones dolorosas, en el caso de las mujeres son violadas de las formas más diabólicas. En el
esquizofrénico las 4 características de las alucinaciones son independientes:
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Intensidad
Características de las
Claridad
Alucinaciones
Proyección
(Desde un murmullo a una voz aterradora)
(Voces proyectadas del interior del cuerpo)
Valor de la realidad
Ideas delirantes: El delirio de persecución es el que se encuentra con mayor frecuencia entre los
bien conocidos tipos de contenidos delirantes. El delirio de grandeza es otro, también el de celos e
ideas hipocondriacas etc.
C3 Las psicosis pasionales (Clerambault)
En los pasionales se produce un nudo ideo-afectivo inicial en el que el elemento afectivo está
constituido por una emoción profunda destinada a perpetuarse sin cesar y que agarra todas las
fuerzas del espíritu. Desde el primer día, la desconfianza del paranoico rige las relaciones del yo
total con la totalidad que lo rodea y cambia la concepción de su yo.
El pasional, ya sea erotómaniaco, reivindicativo o incluso celoso, tiene desde el inicio de su delirio
una meta precisa, poner en juego de entrada su voluntad y ese es justamente un rasgo diferencial.
C4 “Tótem y Tabú Cap. 4” Freud.
El totemismo es un sistema que entre ciertos pueblos primitivos de Australia, américa y áfrica hace
las veces de religión y proporciona la base de la organización social. La conexión entre un hombre
y su tótem es recíproca, el tótem protege al hambre y este da muestras de respeto.
De Linaje (Compartidos por un linaje entero y se trasmite por herencia)
Tótem
De los sexos ( A los que pertenecen todos los varones o mujeres de una tribu)
Individuales (Propios de una sola persona)
En cuanto a la restricción correspondiente al tabú, consiste en la prohibición de casarse y más aun
de mantener comercio sexual entre los miembros de un mismo clan, esta es la famosa y
enigmática exogamia enlazada con el totemismo, “el más importante aspecto social de esta
articulación totemista de la tribu, consiste en que a ella se le conectan determinadas normas
establecidas por la costumbre para el comercio reciproco entre los grupos y entre esas normas, en
primera línea, las que rigen el intercambio matrimonial. Así aquella articulación de la tribu se
entrama con un importante fenómeno que emerge por primera vez en la época totemista, la
exogamia”.
Freud propone dividir las teorías del origen del totemismo en Nominalistas, Sociológicas y
Psicológicas.
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Horda Primordial Darwiniana: Hay ahí un padre violento, celoso, que se reserva todas las hembras
para sí y expulsa a los hijos varones cuando crecen.
C5 Paranoia Lección XV (Kraepelin)
-Caso del comerciante y la señora BulldogIdeas de Persecución.
Síntomas Principales
Estimación excesiva de su persona (Autofilia)
Esta singular afección, en la que la Autofilia y las ideas de persecución se desarrollan con mayor
lentitud, sin que la voluntad o la emotividad sean transformadas se denomina “Paranoia”. En esta
enfermedad se instala un sistema que es producido a la vez por un delirio o por una manera
especial de interpretarlo todo por medio del delirio. Su ritmo es esencialmente crónico y lento.
Los pacientes comienzan por tener sospechas, luego se tornan en certezas para finalmente ser
una inquebrantable convicción.
Las ideas delirantes se injertan en hechos que son sometidos a una interpretación patológica. No
se constataron alucinaciones sensitivas, se perciben errores de memoria. Estos pacientes no
llaman mucho la atención porque la enfermedad puede tardar en detectarse. Algunas de las
líneas que caracterizan el cuadro son:
Ideas de Persecución: Ningún razonamiento es susceptible de infringirlo.
Autofilia: En lo emocional una opinión de sí mismo de los más exagerada.
Delirio de Querulancia: Es una variedad ligeramente diferente de la paranoia, comienza
promediando la edad media de la vida, cuando el sujeto viene de ser víctima de una injusticia
imaginario o a veces efectiva. Es en torno a esa injusticia que se desarrolla todo el conjunto
complejo y confuso de representaciones mentales y de actos delirantes. Los querulantes no son
siempre querulantes, fuera del delirio se muestran como personas suaves y tranquilas. La paranoia
representa un fenómeno degenerativo, esta hipótesis se ve confirmada por la lentitud de su
desarrollo, por la cronicidad, la incurabilidad del más y la escasa importancia a las influencias
objetivas que la encuadran.
C6 La locura sistematizada –Paranoia- (Kraepelin)
Un gran número de psiquiatras alemanes designaron el término “Paranoia” a todas las
enfermedades mentales funcionales, en el curso de las cuales el trastorno esencial o exclusivo
concierne a la capacidad de juicio. Es la instalación de ideas delirantes o de ilusiones sensoriales
que caracterizan la enfermedad. Luego se llegó a considerar a la paranoia como un daño primario
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del juicio por oposición a la manía o melancolía, donde los trastornos son ante todo de orden
afectivo. Así los movimientos afectivos de la paranoia serian, finalmente, secundarios a las
representaciones delirantes y las ilusiones sensoriales. Los únicos estados patológicos que pueden
considerarse semejantes a la paranoia son aquellos que evolucionan globalmente de la misma
forma que ella (incurabilidad y progresión continua de las ideas delirantes).
Hay casos en los que se instalan ideas delirantes y una declinación de las facultades mentales. En
estos casos las ideas delirantes son extravagantes al principio, son muy ricas o al contrario muy
pobres y luego pasan al segundo plano. Estos cuadros están hechos hasta tal punto sobre el
modelo de ataques hebefrenicos, catatónicos, seniles que se pueden constatar posteriormente
proveen significación secundaria al delirio. Por otro lado hay un conjunto de casos donde se
desarrolla un sistema de ideas delirantes precoz y progresivo, pero con tal conservación de las
facultades mentales y del orden de los pensamientos (Paranoias propiamente dichas). Son ellas las
que conducen al sujeto a un trastorno total de toda la concepción de su existencia y a una
mutación de sus opiniones respecto de las personas y los acontecimientos que la rodean.
- La progresión de la enfermedad parece ser siempre muy lenta.
- El carácter común de todos estos enfermos, cuyo delirio se constituyó cada vez de manera
diferente, es su INQUEBRANTABILIDAD. La evolución ulterior de la enfermedad, es
habitualmente, muy lenta, se extiende en general por muchos años de manera casi inalterada. Los
enfermos permanecen calmos, lucidos, guardando un comportamiento exterior adaptado y a
menudo saben muy bien ocuparse intelectualmente.
Progresión Lenta.
Ideas delirantes.
Diagnostico
Inquebrantabilidad
Conservación de la inteligencia
Comportamiento adecuado (por fuera del delirio)
Delirio de Querulancia: Representa una forma evolutiva bien particular de los delirios
sistematizados. El postulado de base está representado por la convicción de un perjuicio real y de
la necesidad imperiosa para el enfermo de pelear hasta el fin por la reparación de dicha injusticia
que está convencido de haber sufrido. Lo que caracteriza al querulante es su incapacidad de
comprender la verdadera justicia por una parte y por la otra el acento que pone sobre sus propios
intereses, a expensas de los puntos de vista de la protección judicial general. Aun cuando obtiene
la reparación de la deuda, el enfermo no esa satisfecho. Se observa una fuerte credibilidad
(paradoja de su inquebrantabilidad), cualquier rumor se convierte en certeza.
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Sistema delirante de ideas.
QUERULANCIA
Incapacidad de aprender de la experiencia
Ideas Persecutorias
C7 Demencia Precoz –Lección III- (Kraepelin)
La respuesta de los enfermos atestigua una disminución de los sentimientos afectivos. Hay
ausencia de reacción muy marcada a todo tipo de estímulo que coincide con la conservación de la
inteligencia y de la memoria, esto es característico de la enfermedad (Apatía). La ausencia de
afectividad coincide con una pérdida de juicio muy especial, esto último contrasta con la
persistencia casi completa de los conocimientos adquiridos anteriormente. Se trata de un estado
mórbido particular, se traduce por la degradación de la inteligencia y de la afectividad, que solo
nos recuerda objetivamente a estados de depresión. Otros síntomas que se observan son risa
tonta y vacía, hay pacientes que hasta dicen que se sienten obligados a reírse. Otro signo son las
muecas, contorsiones, temblores, uso del lenguaje estrafalario. Finalmente estos pacientes tienen
un modo característico de dar la mano, se les tiende la mano abierta y ellos ponen la suya rígida. El
proceso mórbido se desarrolla progresivamente.
Degradación de la Inteligencia
Perdida de la afectividad
Demencia Precoz
Principales
Risas Tontas y vacías
Muecas-temblores-Contorsiones
Lenguaje estrafalario
Desarrollo progresivo
C8 Las Psicosis irreversibles -Demencia Precoz – (Kraepelin)
Introducción: El concepto kraepeliano de demencia precoz, está constituido alrededor de la
distinción entre por una parte un sistema basal caracterizado por el desdoblamiento afectivo, la
indiferencia, apatía, ausencia de iniciativa voluntaria, desorganización del pensamiento y de la
psicomotricidad y por otra parte de síntomas accesorios variados como depresión, excitación,
ideas delirantes, alucinaciones, síndrome catatónico entre otros, que especifican la forma clínica
de la enfermedad. El síndrome basal define esta “demencia” muy particular que constituye la
esencia de la enfermedad por oposición a las demencias verdaderamente orgánicas, las funciones
intelectuales como la memoria, orientación y razonamiento están conservados.
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Síntomas Basales
Desdoblamiento afectivo
Depresión
Indiferencia
Excitación
Apatía
Síntomas Accesorios
Ideas Delirantes
Ausencia de iniciativa voluntaria
Alucinaciones
Desorganización del pensamiento
Síndrome Catatóni
Desorden Psicomotricidad
Cap. 1 (Cuadro general de la enfermedad)
Nos está permitida por el momento, bajo el término de demencia precoz una serie de cuadros
clínicos que tienen la particularidad común de terminar en estados de debilitamiento psíquico
característicos. Las observaciones clínicas no permiten dudar que se trata por regla general de
lesiones corticales que, en el mejor de los casos solo son parcialmente reversibles
Hebefrenia
Demencia Precoz
Catatonia
Demencia Paranoide.
La primera se confunde de hecho con la entidad que hasta el momento se venía llamando
demencia precoz., la segunda con la catatonia de Kahlbaum y la tercera comprende no solo la
clásica demencia paranoide, sino que también los cuadros clínicos ligados antes a la paranoia, pero
que evolucionan rápidamente hacia un debilitamiento psíquico. Todo el campo de la demencia
precoz recubre en realidad las entidades mórbidas que se describían en otras oportunidades bajo
el nombre de procesos demenciales.
Trastornos psicosensoriales: Las percepciones exteriores no están gravemente alteradas en la
demencia precoz, hay comprensión de lo que pasa a su alrededor, la orientación está casi siempre
conservada, saben dónde se encuentran, reconocen personas, pueden dar la fecha. Solo en los
casos de estupor y de angustia intensa pueden mostrarse incapaz de comprender y reflexionar,
esto es porque las ideas delirantes son más poderosas que las señales otorgadas x la percepción.
Los datos otorgados por los sentidos están, con frecuencia, gravemente perturbados a causa de las
faltas percepciones.
Las ilusiones auditivas son más comunes que otras, enseguida vienen los falsos reconocimientos y
las ilusiones sinesteticas con sensaciones corrientes internas de contactos etc. Estas ilusiones
tienen en general al principio de la enfermedad una tonalidad desagradable e inquietan mucho a
los enfermos, luego serán las alucinaciones bien definidas.
Trastornos de atención: La conciencia del enfermo está en muchos casos, perfectamente
conservada solo esta trastornada en el curso de los estados de excitación o estupor. Presenta una
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gran distractabilidad, les falta interés o motivación interna para dirigir su atención sobre los
hechos del entorno incluso si percibe perfectamente lo que sucede a su alrededor no se engancha,
no busca aprenderlo ni comprenderlo. La memoria del enfermo está relativamente poco
trastornada, del mismo modo las capacidades de observación están bien conservadas.
Curso del pensamiento: Dentro del pensamiento es común encontrar la estereotipia, fijaciones
sobre ciertas representaciones que pueden dominar los pensamientos. Más tarde todas las
capacidades del juicio quedaran afectadas, se produce un deterioro en todos los aspectos.
Ideas Delirantes: Se dan con extrema frecuencia, en los primeros momentos de la enfermedad
presentan en general una tonalidad depresiva con temas hipocondriacos, de culpabilidad y
persecución, un poco más tarde se agregaran ideas de grandeza. Por lo general las ideas
delirantes tienen gran grado de incoherencia. Estas ideas lejos de permanecer inquebrantables se
modifican. En la mayor parte de los casos, el delirio que era muy extravagante al principio, se
desdibuja progresivamente hasta finalmente desaparecer.
Apatía Emocional: Es a nivel de la afectividad que uno constata perturbaciones intensas e
impacientes. La indiferencia hacia sus relaciones afectivas es característica del enfermo, la falta de
interés en el entorno también afecta la expresión de sus sentimientos, dan una sensación que día
a día se vuelven más insensibles a los malos tratos corporales, soportan posiciones incomodas,
pinchaduras, lastimaduras etc. Es bastante común que la alimentación pareciera conservar un
cierto atractivo. Esta total indiferencia respecto de los hechos exteriores se mantiene como una de
las características principales de la enfermedad.
Trastornos de Voluntad: Es en estrecha relación con los desórdenes de la afectividad (profundos)
que se despliegan trastornos importantes del comportamiento y las acciones, trastornos que dan
al conjunto del cuadro clínico su sello bien particular, es una disminución de los impulsos
voluntarios que aquí parecen ser el desorden fundamental, pueden aparecer impulsos a actuar
que en algunos casos llegan hasta una intensa agitación maniaca. Hay incapacidad de controlar la
emergencia de impulsos, esto está dominado por la obstrucción de la voluntad, así es como
aparece uno de los signos importantes de esta patología, el negativismo, resistencia inflexible
contra toda modificación de las situaciones, contra toda administración alimentaria, contra todo
esfuerzo por vestirse.
En la demencia precoz, es necesario insistir sobre un signo que aparece muy frecuentemente, es
decir la aparición del AUTOMATISMO DE COMANDO que probablemente haya que relacionar con
la importancia de la alteración de la voluntad y la desaparición de las motivaciones y de las
inhibiciones propias del individuo.
Trastornos somáticos: Se observan muy frecuentemente, cuadros de calambres, parálisis de tipo
histérica, afonías, contracturas, ataxias y el sueño sufre una profunda alteración.
Capítulo 4 “Diagnóstico Diferencial”
Uno se ve a veces, llevado a distinguir las formas hebefrenicas de evolución lenta (D. Precoz) de los
estados neurasténicos
14
Debilidad Mental.
Aspecto insensato de quejas hipocondriacas.
Ausencia de capacidad de Juicio.
Indiferencia con respecto al médico.
Signos de la enfermedad
Ausencia de memoria durante los momentos de alivio.
Manifestaciones de automatismo de comando.
Negativismo
Alucinaciones sensoriales
Actos Impulsivos
El diagnóstico diferencial de la demencia precoz y de la parálisis general puede resultar
extremadamente difícil, cuando los signos somáticos de la parálisis faltan en sujetos de edad
media, las manifestaciones psíquicas, pueden asemejarse mucho. Los desórdenes en las parálisis
se manifiestan ante todo en la comprensión, la orientación, la memoria, mientras que con toda
precisión en la demencia precoz estos elementos quedan preservados durante mucho tiempo.
El diagnóstico diferencial encuentra otra dificultad cuando se trata de distinguir el negativismo de
los catatónicos y la reticencia ansiosa de los epilépticos. En principio las percepciones y la
orientación están perturbadas en la epilepsia, la existencia de respuestas aberrantes a preguntas
simples están a favor de la catatonia. En la epilepsia más bien hay un humor ansioso o eufórico en
primer plano.
Lo que muestra un máximo de dificultad es la diferenciación entre el inicio de la demencia precoz
y el primer cuadro depresivo de una locura maniaco depresiva. La instalación precoz de
alucinaciones múltiples y de ideas delirantes insensatas deben siempre hacernos sospechar de
una catatonia. El humor del catatónico es independiente de sus ideas, no participa de su entorno,
no habla con familiares pero es goloso por la comida. Por el contrario en las “depresiones
circulares” hay ansiedad y una profunda tristeza interior, una visita puede desencadenar
explosiones pasionales. Es esencial no confundir el negativismo de los catatónicos con la reticencia
ansiosa y la inhibición de la locura maniaco depresiva, en la primera esta resistencia puede por sí
misma o por intermedio de una solicitación, transformarse en automatismos de comando. En el
segundo caso al contrario, la resistencia surge desde el momento en que aparece una amenaza. En
ciertos casos mixtos, pueden faltar signos fundamentales de la inhibición psicomotriz. Es igual de
importante los diferentes accesos maniacos de los estados de excitación de la demencia precoz y
especialmente de la catatonia. En los estados de excitación maniaca hay un desorden considerable
de las percepciones del pensamiento y de la orientación a diferencia de los catatónicos que están
conscientes de lo que los rodea.
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CP 9 Estados Mixtos de locura maniacodepresiva, lección VIII
(Kraepelin)
Hay cuadros clínicos que están formados por un estado mixto que denominaremos “estupor
maniaco” caracterizado por:

Pobreza Mental del paciente.

Embotamiento.

Taciturnidad

En ciertas ocasiones, enmudecimiento absoluto.
Al mismo tiempo, se dan rienda suelta a la exuberancia de su alegría, con toda suerte de jugueteos
y adornos tanto en su lenguaje deshonesto y juego de palabras. En los estados de depresión,
clínicamente se pregunta que se quiere significar con esto, lo primero en que se pensara será en
una melancolía dado que apenas hay probabilidad de parálisis general a causa de la falta de
trastornos físicos, es por lo tanto un caso de depresión circular con libertad en la expresión de la
voluntad. La locura maniaco depresiva debe diagnosticarse como un estado mixto de excitación
psicomotora con depresión psíquica. Por lo general los estados mixtos parecen corresponder más
que a los ataques simples a las formas graves de la enfermedad.
C10 La locura maniaco depresiva (Catatonia y hebefrenia ) –
Kraepelin
La locura maniaco depresiva tal como se la describirá en este capítulo, abarca por un lado a todo
el campo de la locura periódica y de la locura circular, por el otro, la manía simple, la mayor parte
de los estados patológicos que se designan con el nombre de melancolía y también una cantidad
considerable de casos de amentia. Con los años he llegado a tener la convicción cada vez mayor de
que todos los tipos clínicos enumerados no son más que manifestaciones de un mismo proceso
patológico.
Junto con los síntomas variables que pueden aparecer de manera pasajera o estar completamente
ausentes, hallamos en todas las formas de la locura maniaco depresiva un grupo más estrecho
mejor determinado, de trastornos más o menos marcados, reunidos de modo diferente según los
casos, sin que se pueda considerar a cada uno de ellos, formados en particular, como un signo de
certeza, aunque sin embargo, por el hecho de estar reunidos, imprimen una marca característica a
los diferentes tipos clínicos.
Hay tal vez un hecho más significativo aunque la presencia de trastornos fundamentales, siempre
los mismos en estos diferentes estados: todas las formas que vemos aquí en la unidad clínica no
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solo presentan entre ellas toda una serie de transacciones, sin que se pueda marcar el limite
donde comienza y la otra termina, sino que a veces también, en un único y mismo caso, pueden
superponerse o sucederse. Por un lado, como lo mostraremos en detalle más adelante, es
absolutamente imposible, en teoría y en la práctica, separar de una manera neta las formas
simples, periódicas, circulares; hay siempre transacciones insensibles. Por otro, vemos en el
mismo enfermo sucederse no solo la manía y la melancolía, sino también estados de confusión
profunda y de incoherencia, ideas delirantes bien marcadas y por fin leves oscilaciones del humor.
Por lo general además, una coloración especial y uniforme del humor forma el fondo sobre el que
aparecen los accesos propiamente dichos de la locura maniaco depresiva.
Salta a la vista que los accesos de la locura maniaco depresiva, nunca llevan a un debilitamiento
intelectual profundo, aun cuando se desarrollan sin interrupción durante toda la vida. En general,
todos los síntomas desaparecen completamente después del acceso. Si excepcionalmente una vez
no sucede así, vemos instalarse un debilitamiento psíquico leve.
Debido a la unidad de la locura maniaco depresiva es que las diferentes formas que abarca pueden
reemplazarse unas a otras hereditariamente. En los miembros de una misma familia encontramos
muy a menudo una cerca de la otra a locuras periódicas o circulares bien caracterizadas,
trastornos del humor o estados de confusión que aparecen una sola vez accidentalmente y por fin,
leves oscilaciones del humor regulares o un estado anormal permanente de la vida emocional.
Provisoriamente podemos utilizar, como principio de división más simple, la diferencia entre los
estados que componen habitualmente la enfermedad. Por regla general, esta evoluciona en
accesos, que se distinguen de manera más o menos clara entre sí o del estado normal, accesos
que son parecidos o diferentes, pero que a menudo presentan entre si una opción completa. Así,
distinguimos primero estados maniacos, cuyos signos esenciales son la fuga de ideas, , el humor
alegre y la necesidad imperiosa de actividad; y estados melancólicos o depresivos caracterizados
por la tristeza o la angustia y por la dificultad de pensar y actuar. Pero junto con ellas
observamos también en la clínica estados mixtos en los que las manifestaciones maniacas y
melancólicas se asocian entre si, de manera que se obtiene un tipo en el que se encuentran los
mismos síntomas que en los estados precedentes, pero que no podemos ubicar sin violar la
lógica ni en una ni en otra categoría.
Trastornos Psíquicos que caracterizan la locura maniaco-depresiva:
1) Signos Psíquicos:

Apercepción: En general la apercepción está debilitada en la manía, algunas veces
en grado considerable. Los enfermos perciben tal vez de una manera superficial e
imprecisa, pero el detalle de los experimentos demuestra también que su logorrea
los conduce a dar respuestas en casos en los que no vieron nada en absoluto. Con
frecuencia, la gravedad de los trastornos de la apercepción contrasta fuertemente
con lo leve de los síntomas clínicos.
17

Atención: Si la apercepción es tan defectuosa, se debe principalmente a la
extraordinaria inestabilidad de atención. El enfermo pierde progresivamente el
poder de elegir y de ordenar las impresiones: cada nueva excitación sensorial se le
impone con fuerza y se desvía entonces hacia ella. Incluso si se logra llamar su
atención por un momento presentándole objetos y pronunciando una serie de
palabras, esta se desvía muy fácilmente hacia cualquier nueva excitación. La
imagen que el enfermo se hace del entorno y de los acontecimientos es más
incoherente y plagada de lagunas que si hubiera debilitamiento del proceso
perceptivo en sí mismo. En los estados depresivos, la apercepción aparece mucho
menos trastornada: en general no se observa tendencia a las lecturas incorrectas.
En casos más graves, las expresiones empleadas a menudo por los enfermos
muestran que hay, en general, un enlentecimiento y dificultad para reconocer,
porque las impresiones exteriores no tienen ya eco en la conciencia. En el proceso
de apercepción no se ven surgir de forma inmediata y en bloque esos recuerdos
que nos permiten asociar la percepción presente con la experiencia anterior e
insertarla sin esfuerzo en el curso de la representación. De esta forma los
enfermos se vuelven más o menos incapaces de elaborar intelectualmente, de
comprender los acontecimientos. Con frecuencia explican que, a pesar de todos
sus esfuerzos, no logran encontrar sentido a lo que leen, seguir un análisis. En su
grado más elevado, en los estados de estupor, los enfermos no pueden
comprender ya nada del mundo que los rodea, mientras que las percepciones
sensoriales aisladas se cumplen aun de manera relativamente satisfactoria.

Conciencia: Por lo general, en las formas más graves la conciencia de los enfermos
se halla trastornada. En el punto máximo de la excitación, las impresiones y las
representaciones se vuelven oscuras y confusas. Como resultado de ello tenemos
trastornos de la orientación: los enfermos no se dan cuenta exactamente del lugar
en donde están. Todo está embrujado, no se trata del mundo verdadero. Estas
confusiones se explican a veces por lejanos parecidos, en otros casos parece haber
más bien un juego mental, en el que el enfermo se complace, siendo a medias
consciente de lo arbitrario de su actitud. En los estados de depresión también
encontramos trastornos de la conciencia más o menos profundos que van hasta el
estado crepuscular propiamente dicho. A veces aparece una suerte de
aturdimiento análogo al sueño y de un carácter muy peculiar durante el cual el
enfermo atraviesa en su delirio las aventuras más confusas y extrañas.

Memoria: La memoria no se ve disminuida de manera durable, pero con
frecuencia los enfermos pierden temporariamente el poder de utilizar su stock de
recuerdos. Sobre todo en los estados de depresión se tornan olvidadizos, a veces
son incapaces de recordar los hechos y conocimientos más sencillos.
18

Recuerdos Incorrectos: A veces los enfermos presentan una tendencia a fabular, a
describir, hablando en pasado, escenas extrañas en las que ellos mismos creen
más o menos. El recuerdo del ataque es en general un poco confuso, sobre todo
cuando se trata de excitación maniaca fuerte o de estados crepusculares. Los
acontecimientos que ocurrieron durante la enfermedad son relatados de buena fe
totalmente diferente de cómo sucedieron en realidad, y es esto lo que impide al
enfermo, incluso una vez curado, darse cuenta cabal de su propio estado y del de
su entorno.

Trastornos sensoriales: A menudo en los estados más diferentes se observan
trastornos sensoriales episódicos que, a fuerza de repetirse y agravarse, pueden
pasar a un primer plano. Se trata en general de ilusiones que son la consecuencia
ya sea de una percepción incompleta, ya sobre todo de los violentos trastornos
emocionales propios de la enfermedad. Por lo tanto el tema de la ilusión tiene
comúnmente estrecha relación con el pensamiento y el humor de los enfermos. A
veces las percepciones erróneas se asocian a sensaciones reales. Junto con estas
ilusiones en las que encontramos con facilidad los sentimientos del enfermo,
hallamos a menudo también verdaderas alucinaciones. La mayor parte del tiempo
estas alucinaciones auditivas tienen un contenido desagradable, apto para
convocar la angustia. Le muestran al enfermo todos los errores que cometió, lo
tratan como si fuera un asesino, lo instan a suicidarse etc. Las alucinaciones
auditivas solo se producen por la noche o al menos son mas fuertes en ese
momento: en general, no parecen alcanzar una claridad perfecta desde el punto
de vista sensorial, son voces “como en sueños”, “que vienen del otro mundo”,
“voces etéreas “que viene de dios. A veces las voces dan ordenes, sobre todo la de
destruirse. También presentan trastornos sensoriales de la visión y sensaciones
cenestésicas desagradables y variadas.

Curso de las representaciones: El curso de las representaciones sufre en general
trastornos muy importantes y marcados. En los estados de excitación, los
enfermos no pueden seguir de manera metódica un orden determinado de
pensamientos, saltan sin cesar de una serie de ideas a otra, para abandonar esta
última casi inmediatamente. El curso de las representaciones no está más
dominado por una representación de conjunto, como en el normal, que en el
momento indicado imprime una dirección bien determinada a las asociaciones de
ideas e inhibe todo lo que es accesorio y accidental. Es por ello que se pasa así de
una representación a otra similar o solo cercana a la primera, sin consideración del
objetivo perseguido en primer lugar. La relación entre los elementos del
pensamiento se deshace poco a poco; de allí el trastorno que hemos aprendido a
conocer con el nombre de confusión por fuga de ideas. “Mis pensamientos son tan
rápidos que no puedo retenerlos”.
19

Inhibición del pensamiento: La inhibición del pensamiento que encontramos de
forma más o menos pronunciada en casi todos los estados de depresión, y además
en ciertos estados mixtos de manía estuporosa y en las formas vecinas de la
excitación maniaca, parece ser justo lo contario de la fuga de ideas. Los enfermos
se muestran incapaces de disponer a voluntad de sus propias representaciones y
sienten a menudo ellos mismos esta incapacidad que los aflige sobremanera. Las
representaciones, al parecer, se desarrollan lentamente y solo a gracias a
estímulos muy fuertes.

Productividad: La productividad mental esta en general muy disminuida en la
manía. Debemos exceptuar los casos muy leves de excitación maniaca donde la
excitación de la voluntad llevada por la enfermedad puede, en ciertas
circunstancias, liberar fuerzas que, de no ser así, hubieran quedado inhibidas. Pero
en las formas Francas de excitación maniaca, lo que domina es la influencia
desfavorable de la inestabilidad y de la inconsistencia de la voluntad.

Ideas Delirantes: Las ideas delirantes son frecuentes en la locura maniaco
depresiva, sobre todo en los estados de depresión. Sus formas más simples se
asocian al sentimiento de improductividad y presentan un contenido
hipocondriaco. El enfermo tiene la impresión de ser incurable, de estar perdido sin
remedio. Tiene cáncer, sífilis, un problema cerebral etc. A veces las ideas
delirantes son totalmente fantásticas y recuerdan a las de las parálisis general. Las
ideas de autoacusación también son frecuentes, tal vez más aún que las
anteriores. El enfermo se preocupa por su vida pasada, cree que no cumplió con
sus deberes, que cometió muchos errores, que renegó del salvador. Las ideas de
persecución que se asocian a menudo al delirio de autoacusación son menos
frecuentes. El enfermo se cree rodeado de espías, es seguido por detectives. Las
ideas Religiosas tienen por lo general un papel importante. Por Regla general en
los deprimidos encontramos una clara conciencia del carácter patológico de su
estado, en las formas más leves, pero incluso entonces, toma un tinte
hipocondriaco con la idea de la incurabilidad del mal. Con frecuencia aseguran que
su enfermedad es más triste que todas las otras, que preferirían soportar
cualquier dolor físico a este sufrimiento moral.

Humor: Un carácter totalmente esencial del humor de los maniacos es que esta
sujeto en general a oscilaciones frecuentes y súbitas. En medio de una alegría
desbordante aparecen no solo bruscos ataques de cólera, sino también crisis
violentas de lágrimas y sollozos que, inmediatamente dan lugar de nuevo a una
alegría exuberante. “no sé si debo reír o llorar”. Estas alternancias del humor que
también hallamos con frecuencia, aunque de manera menos acusada, en los
estados de depresión, muestra muy bien la íntima relación entre tipos clínicos que
parecían en un primer momento radicalmente diferentes. Todo está vacío y
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desierto en ellos, todo les da igual, nada les interesa, todo parece “tan tonto”,
tienen la sensación de estar fuera del mundo, no pueden llorar, no sienten más
hambre ni saciedad, no tienen ningún sentimiento de necesidad. También
encontramos con menor frecuencia en esta tristeza sombría, el tinte ansioso del
humor. En los estados de depresión el tinte del humor no es siempre igual, aun
cuando sus rasgos fundamentales mantienen una fijeza desesperante. Sin hablar
de los casos, que no son pocos, en los que se puede observar, durante un corto
periodo, una transformación completa en estado maniaco, a menudo nos
sorprende una sonrisa sin razón, una alegría súbita que se introduce bruscamente
en medio de lamentos y de ideas de persecución.

Necesidad Imperiosa de actividad: En los estados maniacos, el cuadro clínico esta
dominado por la necesidad imperiosa de actividad. Se trata aquí de una excitación
general de la voluntad. Por el contrario, todas las ideas que aparecen en la mente
se traducen enseguida en actos, mientras que en el normal, hay innumerables
veleidades detenidas en su desarrollo. La necesidad de actividad del maniaco
provoca naturalmente en él una agitación más o menos marcada. En el nivel más
bajo, se trata solo de cierta inestabilidad, una agitación sorprendente, un espíritu
de empresa prodigioso que no se detiene nunca. Cuando la excitación es más
fuerte aparece entonces el cuadro de la manía aguda propiamente dicha. Los
impulsos se suceden unos a otros y la actividad se torna casi incoherente. El
enfermo es absolutamente incapaz de perseguir un objetivo alejado porque
nuevos impulsos nacen en el sin cesar y lo desvían de su primer deseo. Su
necesidad de actividad se resuelve finalmente en una seguidilla incoherente de
voliciones siempre nuevas y cambiantes., donde no se puede reconocer una línea
de conducta única, sino que vienen y se van en el mismo instante en el que
nacieron.

Logorrea: En general es muy marcada, es una manifestación de la imperiosa
necesidad de actividad. La enfermedad facilita el paso de la palabra a la expresión.
Isserlin pudo demostrar que en un maniaco, el número de las silabas pronunciadas
por minuto alcanza de 180 a 200, mientras que en los testigos normales no
superan las 122 a 150. Como ya indicáramos, esto debe tener cierto papel en la
formación de la fuga de ideas. La facilidad de evocación de las representaciones
motoras verbales ejerce gran influencia sobre el desarrollo del pensamiento y, al
mismo tiempo, las relaciones inteligibles de las representaciones entre si pasan a
un segundo plano. De allí que, en el grado más elevado de la fuga de ideas, así
como bajo la influencia de alcohol, vemos que las representaciones encarnadas
lógicamente son substituidas progresivamente por frases hechas, alianza de
términos, aliteraciones y rimas. En las producciones verbales del enfermo se
manifiestan al mismo tiempo la fuga de ideas y la logorrea. No puede guardar
21
silencio, habla y grita con todas sus fuerzas, hace ruido, aúlla, invierte el orden de
las palabras etc. La incoherencia no se origina aquí por la riqueza de una mente
llena de ideas, sino por la ausencia de las representaciones directoras que guíen al
pensamiento.

Inhibición de la voluntad: En los estados de depresión, la inhibición de la voluntad
reemplaza la necesidad de actividad. Desencadenar el acto se hace difícil, a veces
imposible. En su grado más bajo, este trastorno se traduce por la imposibilidad de
tomar una decisión. Los impulsos que surgen en la mente no son lo
suficientemente fuertes para vencer las inhibiciones que se oponen al acto. La
creciente dificultad para desencadenar la voluntad lleva naturalmente a una
reducción de la actividad más o menos considerable.

Excitación ansiosa: La excitación ansiosa reemplaza a veces la inhibición de la
voluntad. Los enfermos presentan una agitación más o menos viva, no pueden
permanecer tranquilos, no se quedan en la cama, corren por todos lados, se
esconden entre las sabanas, tratan de escapar. Algunos autores interpretan esta
excitación ansiosa como un estado mixto; se trataría aquí de una combinación de
depresión con excitación sintomática de la manía. Por el contrario, otros autores,
destacaron que la excitación tenía aquí el valor de una descarga inmediata de la
ansiedad, y que por consiguiente, no podía ser considerada como un elemento
maniaco agregado al cuadro clínico.
2) Signos Físicos:
Los accesos de locura maniaco depresiva están acompañados en general por
modificaciones físicas de todo tipo. Los más notorios son los trastornos del sueño y de la
alimentación en general. En la manía, el sueño se ve disminuido durante la excitación
fuerte; a veces se instala en insomnio absoluto, a lo sumo interrumpido durante algunas
horas, que pueden durar semanas incluso meses. Aun en los estados de excitación leve los
enfermos se duermen tarde y se despiertan temprano, pero parecen dormir muy
profundamente, en los estados de depresión, a pesar de la marcada necesidad de dormir,
el sueño se ve seriamente disminuido, los enfermos permanecen sin dormir durante
horas, torturados por ideas desagradables, para despertarse por la mañana después de
haber tenido sueños confusos, angustiantes, con sensación de pesadez, extenuados, y
abatidos. Se levantan muy tarde, permanecen acostados durante días, semanas, aunque
no hallen así ningún reposo.
El apetito aumenta mucho en los maniacos, pero la alimentación es irregular a causa de
su precipitación y de su agitación. En las formas leves, los enfermos absorben a menudo
todo tipo de cosas indigestas y repugnantes, tragan los bocados sin masticarlos lo
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suficiente, rechazan la comida que se les ofrece, se manchan, la tiran. Los enfermos
deprimidos tienen por lo común poca inclinación hacia la lengua cargada, están
constipados. Al igual que el peso, el estado general del enfermo sufre en general
profundos cambios. En el periodo hipomaniaco, la piel se vuelve muy firme y coloreada,
los movimientos son elásticos y poderosos, el cabello, antes escaso, vuelve a crecer e
incluso su pigmento se renueva. En los estados de depresión, por el contrario, la piel es
pálida, arrugada, marchita, seca, desprovista de flexibilidad, los ojos no tienen brillo etc.
C11 Seminario 3 “la psicosis” cap. 23 parte 3 (Lacan)
La carretera, ese si es un significante que merece ser tomado en cuenta tal. No es lo mismo una
sucesión de carreteras secundarias que una carretera principal. No solo porque los demora en la
práctica, sino por que cambia por completo la significación de sus comportamientos ante lo que
sucede entre el punto de partida y el punto de llegada. La carretera principal es algo que existe en
sí y se reconoce de inmediato y si la elegí como ejemplo es por que como diría Perogrullo, es una
vía de comunicación.
La carretera principal es un paraje, en torno al cual no solo se aglomeran todo tipo de
habitaciones, de lugares de residencia, sino también polariza, en tanto significante, las
significaciones.
La carretera principal es así un ejemplo particularmente sensible de lo que digo cuando hablo de la
función del significante en tanto que polariza, aferra, agrupa en un haz a las significaciones. Hay
una verdadera antinomia entre la función del significante y la inducción que ejerce sobre el
agrupamiento de las significaciones. El significante es porlarizante. El significante crea el campo de
las significaciones. De esto se deducen varias cosas que nos explican el delirio de Schreber: ¿Cuál
es el significante que está en suspenso en su crisis inaugural? El significante de procreación en su
forma más problemática, aquella que el propio Freud evoca a propósito de los obsesivos, que no
es la forma ser madre3, sino la forma ser padre. Conviene detenerse un instante para meditar lo
siguiente: que la función de ser padre no es pensable de ningún modo en la experiencia humana
sin la categoría del significante. ¿Qué puede querer decir ser padre? El asunto es que la sumatoria
de los hechos – copular con una mujer, que ella lleve luego en su vientre algo durante cierto
tiempo, que ese producto termine siendo eyectado- jamás lograra constituir la noción de que es
ser padre. Ni siquiera hablo de todo el haz cultural implicado en el término ser padre, hablo
sencillamente de que es padre en sentido de procrear.
Un efecto retroactivo es necesario para que el hecho de copular reciba pare el hombre el sentido
que realmente tiene, pero para el cual no puede haber ningún acceso imaginario, que el niño sea
tan de él cómo de la madre. Y para que este efecto de retroacción se produzca, es preciso que la
noción de ser padre, mediante un trabajo que se produjo por todo un juego de intercambios
culturales, haya alcanzado un estado de significación primordial, y que ese significante tenga
consistencia y estatuto. El sujeto puede saber muy bien que copular es realmente el origen del
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procrear, pero la función de procrear en cuanto significante es otra cosa. Para que procrear
tenga su sentido pleno, es aun necesario, en ambos sexos, que haya aprensión, relación con la
experiencia de la muerte que da al término procrear su sentido pleno. La paternidad y la muerte
son por cierto dos significantes que Freud reúne a propósito de los obsesivos.
El significante ser padre hace de carretera principal hacia las relaciones sexuales con la mujer. Si la
carretera principal no existe, nos encontramos ante un cierto número de caminitos elementales,
copular y luego la preñez de la mujer.
Según todas las apariencias el presidente Schreber carece de ese significante fundamental que se
llama ser padre. Por eso tuvo que cometer el error, que enredarse, hasta pensar llevar él mismo su
peso como una mujer. Tuvo que imaginarse a sí mismo como mujer, y efectuar a través de su
embarazo la segunda parte del camino necesario para que, sumándose una a otra, la función del
padre, quede realizada.
Para extremar un poquito más mi metáfora, les diré: ¿Como hacen los así llamados usuarios de las
carreteras cuando no hay carretera principal, cuando es preciso pasar por carreteras secundarias,
para ir de un punto a otro? Siguen los indicadores colocados a las orillas de la carretera. Es decir
que cuando el significante no funciona, eso se pone a hablar a las orillas de la carretera principal.
Cuando no está la carretera, aparecen carteles con palabras escritas. Acaso sea esa la función de
las alucinaciones auditivas verbales de nuestros alucinados: son carteles a orillas de sus caminos.
C12 Delirio de Interpretación – Delirio de Reivindicación
Delirio de interpretación: El delirio de interpretación se caracteriza por la existencia de dos
órdenes de fenómenos en apariencia contradictorios: por un lado los trastornos delirantes
manifiestos, por el otro una conservación increíble de la actividad mental. En primer lugar
síntomas positivos a través de las concepciones e interpretaciones delirantes; en segundo lugar
síntomas negativos, a saber, integridad de las facultades intelectuales y ausencia o escasez de
alucinaciones.
SINTOMAS POSITIVOS:
A) Concepciones delirantes: variedades, grados de verosimilitud y sistematización,
disimulación.
B) Interpretaciones delirantes: 1) Exógenas o tomadas del mundo exterior. 2) Endógenas,
tomadas: a) del estado orgánico; b) del estado mental. Interpretación de recuerdos: delirio
retrospectivo. Transformación del mundo exterior, falsos reconocimientos.
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SINTOMAS NEGATIVOS: A) Estado mental: Persistencia de la integridad de las facultades mentales
intelectuales y de los sentimientos afectivos. Lenguaje, escritos, conducta. B) Ausencia de
trastornos sensoriales. A veces alucinaciones episódicas: síntoma accesorio y transitorio.
1) Síntomas Positivos:
Concepciones Delirantes: Con un breve examen, la naturaleza de las concepciones delirantes
aparece como síntoma principal y llama la atención el tema novelesco. Las ideas de celos, místicas
o eróticas son frecuentes, a veces se observan ideas hipocondriacas y nunca hay ideas de
negación. Los rasgos comunes de las concepciones delirantes están relacionados con el estado
mental de los interpretadores, quienes saben defender sus ficciones a través de argumentos
tomados de la realidad, por lo general se mantienen dentro del dominio de lo posible, de lo
verosímil.
La falta de sistematización proviene tanto de la abundancia de las interpretaciones que
desorientan al enfermo como del carácter dubitativo de este último. En general estas
concepciones delirantes permanecen secretas. La disimulación es tan frecuente que casi
podríamos considerarla un síntoma. Habitualmente en el periodo de internación hay un periodo
de excitación con cierta locuacidad, pero pronto el enfermo se encierra en un semi-mutismo. A
veces el paciente se calla no por disimular, sino porque tiene conciencia de lo inverosímil de su
delirio.
Interpretaciones Delirantes: Los interpretadores no inventan completamente los hechos
imaginarios, se conforman con desvirtuar, disfrazar o amplificar hechos reales: su delirio se apoya
más o menos exclusivamente en los datos exactos de los sentidos y de la sensibilidad interna. Allí
donde otros solo ven coincidencias, ellos, gracias a su clarividencia interpretativa, saben
desentramar la verdad y las relaciones secretas de las cosas. La tendencia al simbolismo se
exagera a veces al punto de aparecer en el lenguaje y en la conducta. el sujeto emplea entonces
frases con doble sentido, expresa su pensamiento en forma de retruécanos y jeroglíficos.
Examinaremos:1) Las Interpretaciones exógenas que tienen como punto de partida, los sentidos,
el mundo exterior. 2) Las interpretaciones que tienen como fuente las sensaciones internas, la
cenestesia como también aquellas que utilizan las modificaciones psíquicas, los trastornos
funcionales del cerebro, los estados de conciencia (Interpretaciones endógenas).
1) Interpretaciones Exógenas: El más pequeño incidente de cada día sirve para las búsquedas
del interpretador, un empujón en la calle es el índice de una emboscada, una mancha en
la ropa el más evidente de los ultrajes. No hay signo simbólico más importante para estos
sujetos que la palabra, palabra y escritura son una de las fuentes inagotables del delirio de
“extrospeccion”. Las interpretaciones basadas en similitudes de sonidos son bastante
características. Ellas utilizan hasta los nombres propios de las personas del entorno.
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2) Interpretaciones Endógenas: A) Interpretaciones tomadas del estado orgánico: Las
innumerables causas provenientes del mundo exterior vienen a sumarse a las sensaciones
internas. La introspección somática no es a veces sino la expresión de un delirio de
interpretación. Por lo general el enfermo no apoya sus deducciones sobre ningún
trastorno mórbido, sino solamente, sobre la observación minuciosa de su organismo “que
les hace considerar patológicas ciertas constelaciones que él no había hecho hasta ese
momento, tan solo porque no las había buscado “. B) Interpretaciones tomadas del estado
mental: Algunos estados de conciencia, algunos trastornos funcionales psíquicos sirven de
alimento a las interpretaciones (delirio por introspección mental). Algunos enfermos se
sorprenden al ser asaltados por pensamientos inusuales, o bien observan una relación
entre estos pensamientos y los hechos concomitantes.
Interpretación de recuerdos: La observación del momento presente, la interpretación de los
hechos actuales, no es suficiente para los enfermos. Empujados por la necesidad de encontrar
nuevos motivos a sus padecimientos, o de satisfacer mejor su orgullo, excavan en lo más
lejano de su memoria; la reviviscencia de antiguos recuerdos provee un amplio material para
los errores de juicio (delirio retrospectivo). Algunas frases insignificantes, pronunciadas hace
mucho tiempo, vienen a confirmar los propósitos de hoy, aclarar los sobreentendidos.
Reflexiones pueriles de la infancia, pequeños cumplidos, caricias o reprimendas toman de
pronto una significación precisa. Las ilusiones, la falsificación de recuerdos deben tenerse en
cuenta. Sin duda que la trata del delirio retrospectivo implica algunos hechos exactos, pero
los adornos son en gran parte trabajo de la imaginación.
Transformación del mundo exterior: Los enfermos hacen progresos sorprendentes en el arte
de interpretar, su perspicacia se agudiza y adquiere una penetración singular. Al final, a través
de la deformación sistemática de los hechos llegan a una concepción delirante del mundo
exterior. El interpretador ya no ve nada bajo el sentido común, todo le parece extraño, vive en
un medio ficticio desde el cual son rechazadas las explicaciones naturales.
2). Síntomas negativos:
Uno se encuentra a veces en presencia de una gran inteligencia, y la misma persona que se
mostraba manifiestamente alienada, aparece lucida y razonable. La ausencia de trastornos graves
de la vida intelectual o de la vida afectiva, la falta o escasez de trastornos sensoriales, constituyen
dos características importantes del delirio de interpretación.
A) Estado Mental: En el interpretador existe sin duda una constitución especial cuya fórmula
trataremos de dar: Hipertrofia e Hiperestesia del yo, falla circunscripta de la autocrítica,
pero se trata allí más bien de condiciones del desarrollo de la psicosis que de síntomas que
la revelan. Encontramos en estos sujetos como en los no delirantes, grados muy
diferentes de desarrollo intelectual, desde los débiles, hasta inteligencias superiores. Las
concepciones delirantes, si se analizan, tienen claramente el carácter de ideas fijas,
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predominantes; sin embargo, incluso en la exposición de trastornos vesánicos más
característicos, se nota la persistencia de la actividad de los centros corticales superiores.
La interpretación falsa aparece exagerada, extravagante pero raramente absurda, a veces
se mantiene verosímil. La aparición del delirio no modifica nada de la inteligencia.
Haciendo abstracción de las concepciones delirantes, el juicio de los interpretadores
permanece sensato, la capacidad profesional permanece intacta. La vivacidad en la
inteligencia se manifiesta en la defensa de sus convicciones delirantes. Los sentimientos
afectivos, no presentan ningún trastorno primitivo, el humor varia como en cada uno de
nosotros, según las circunstancias y el estado orgánico. El aspecto exterior, la actitud, no
presentan anda anormal. No hay trastornos de la mímica involuntaria o emotiva. La
actividad motriz no está alterada: ni trastorno de la voluntad susceptible de influenciar la
manera de actuar, ni abulia, ni impulsiones, tampoco se observan estereotipias de actitud
o gestos.
B) Ausencia de trastornos sensoriales: Lo que caracteriza el delirio de interpretación es la
ausencia de trastornos sensoriales, sin embargo en algunos casos hay alucinaciones, pero
ellas no aparecen si no con intervalos distanciados, solo juegan un rol secundario.
C) Alucinaciones episódicas: En algunos se observan trastornos sensoriales auditivos, en
realidad escasos, pero existen con certeza. Se sostiene que serían ilusiones en vez de
alucinaciones. En efecto los enfermos no escuchan voces en la soledad de su habitación,
por el contrario, la alucinación a veces aparece en el silencio de la noche, pero
subordinada a una emoción intensa, como en la gente normal, está ligada al miedo, al
fanatismo etc. En general, en rol de las alucinaciones en el delirio de interpretación
permanece entonces nulo, a veces borrado, siempre efímero, se trata entonces de un
síntoma episódico y secundario.
Delirio de reivindicación: El delirio de Reivindicación fue descripto en el extranjero con el
nombre de locura de reivindicación o posesiva o locura de los perseguidos-perseguidores.
Creemos efectivamente que los reivindicadores constituyen una categoría de personas
netamente circunscripta y muy diferenciada del grupo de los interpretadores.
El delirio de reivindicación es una psicosis sistematizada, caracterizada por el predominio
exclusivo de una idea fija, el reivindicador se nos presenta como un obsesivo y un maniaco.
Hay en él una combinación intima de estos dos estados, que conducen más a un delirio de los
actos que a un delirio de las ideas. Sus tendencias interpretativas y su parologia están menos
marcadas que las de los interpretadores. Algunos autores consideran el delirio de
reivindicación como un tipo de paranoia, estas dos enfermedades tienen en común
numerosos puntos de contacto, pero exagerándolos, podemos dejarnos engañar por simples
analogías superficiales, por apariencias. Los datos clínicos actuales no permiten todavía
separar con una barrera infranqueable el delirio de interpretación del delirio de reivindicación.
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Descripción: En el delirio de Reivindicación encontramos espíritus exaltados, razonadores,
exagerados, fanáticos que sacrifican todo al triunfo de una idea dominante, individuos son en
su mayoría perseguidora y perseguidora repentinos, desde el comienzo eligen a una persona o
a un grupo de personas que persiguen con odio o su amor enfermizo, sin embargo existes
algunos que nunca llegan a ser perseguidores, ni tampoco reivindicadores : su exaltación no
se ejerce a expensas de otra persona sino que se emplea solo en búsquedas especulativas . A
pesar de su aparente diversidad- que solo se debe a la naturaleza de la idea obsesiva y a las
formas variables de las reacciones- todos los reivindicadores son idénticos. Su psicosis se
caracteriza por dos signos constantes: la idea prevalente y la exaltación intelectual.
Todos estos enfermos son degenerados, tienen de ello las marcas físicas y mentales,
desequilibrio de sus facultades, obsesiones, impulsiones, perversiones sexuales etc. Algunos
sin embargo, testimonian aptitudes remarcables: imaginación brillante, buena memoria,
razonamiento hábil. Muchos de ellos están desprovistos de toda noción del bien y del mal,
comenten faltas de delicadeza, abusos de confianza, etc.
Idea Obsesiva: Repentinamente el Reivindicador descubre el hecho material o la idea
abstracta que dirige desde ese momento su actividad pervertida. El reivindicador es propenso
a agrandar los hechos más simples cuando su personalidad está en juego, pero no modifica su
primer significado, la explicación que da contraria el sentido común, no se opone
abiertamente a la razón. La idea obsesiva, no llega a ser el origen de un sistema de
interpretaciones delirantes. El enfermo no lucha contra su obsesión, solo busca satisfacerla,
pero en su camino encuentra obstáculos que lo incitan y le provocan a veces una angustia
comparable a aquella que determine la resistencia interior en las crisis de pulsiones. En plena
batalla, cuando los fracasos repetidos lo han sobreexcitado, puede ser asaltado por la idea de
asesinato, muchas veces se debate contra ese pensamiento que lo invade cada vez más y
entonces se presenta como un verdadero obsesivo ansioso. Se sabe que las características de
la obsesión son la irrisestibilidad, la tortura moral provocada por cualquier tentativa de
resistencia, el alivio luego de su satisfacción. Este último síntoma no se manifiesta menos que
los demás en el enfermo. En efecto, su enfermedad es esencialmente paroxística y es fácil de
ver que los periodos de remisión coinciden con un éxito parcial de las reivindicaciones o se
presentan luego de una escena de escándalo.
Exaltación Maniaca: El reinvincador no es solo un obsesivo, sino también un maniaco
razonador. Los actos y los gestos de estas personas no podrían ser consideradas
exclusivamente como un modo de reacción a las concepciones que los subyugan. La
necesidad de pelea es uno de los móviles de sus actos, animado por una variedad insensata,
por un espíritu de contradicción sistemático, ávido de satisfacer su actividad mórbida, aun al
precio del escándalo, el reivindicador emprende mil actividades, escribe a los personajes de la
actividad, acude a abogados, pide audiencias, etc. La menor discusión lo irrita, se deja llevar
por violentas cóleras contra su interlocutor, el luchar llega a ser para el ya no un medio, sino el
único objetivo de su vida.
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Evolución: La enfermedad tiene una evolución estrechamente ligada por un lado a la
irrisistibilidad de la idea dominante, y por otro lado a la persistencia de la exaltación mórbida.
El comienzo es súbito, lo único que permite preverlo son los signos de degeneramiento y la
impetuosidad del carácter, el orgullo desmesurado y la susceptibilidad mórbida. Estas son las
condiciones generales del desarrollo de la psicosis. Luego, desde el momento en que acontece
una causa ocasional banal, que fija la fórmula de la idea obsesiva, la psicosis se manifiesta con
todos sus síntomas. Después evoluciona por crisis sucesivas separadas por intermitencias más
o menos largas. La marcha progresiva del delirio se acelera a través de estas remisiones y
estos paroxismos alternantes. El enfermo agranda el círculo de sus reivindicaciones. Pasa de
un proceso a otro, y a medida que le deniegan sus demandas, estas van tomando mayor
importancia.
La internación, generalmente, no hace más que aumentar la excitación de los reivindicadores.
¿Cómo termina el delirio de reivindicación? Por regla general debe admitirse que es un estado
crónico incurable, pero nunca se encamina hacia la demencia. Efectivamente, esta psicosis es
considerada como “un estado mórbido continuo del carácter” como la manifestación de una
personalidad psicopática, incapaz de modificarse en su esencia.
Variedades: El delirio de reivindicación reviste aspectos variados según la naturaleza de la idea
prevalente, se puede en principio establecer dos grandes divisiones, según que esta idea
provenga únicamente del egoísmo o por el contrario, del altruismo: de donde tenemos 1º un
delirio de reivindicación egocéntrico; 2º un delirio de reivindicación altruista. En la primera
variedad el enfermo apunta solo a la satisfacción de sus ideas egoístas, generalmente es el
enemigo de una persona por la cual se cree perjudicado. El delirio de reivindicación altruista se
basa por el contrario en una idea abstracta y se traduce en teorías sobre la ciencia la filosofía,
la política, la religión etc.
Diagnóstico: solo examinaremos los signos diferenciales que separan el delirio de
reivindicación del delirio de interpretación. Las dos categorías de enfermos tienen puntos en
común por la analogía de sus anomalías constitucionales, sin embargo, los estigmas físicos y
mentales de degeneración están mucho más marcados en el reivindicador, lo mismo sucede
con los trastornos de la afectividad. Este último aparece sobre todo como un espíritu exaltado,
imperiosamente dominado por su pasión, el interpretador como un espíritu falso, dirigido por
sus tendencias paralogicas.
En el primero, no se descubre un tema delirante en desarrollo progresivo, sino una serie de
periodos de excitación que sobrevienen cuando los hechos reales emocionan que sobrevienen
cuando los hechos reales emocionan profundamente al sujeto. En el segundo, es una
verdadera novela vesánica largamente preparada que se va agrandando a causa de la
irradiación progresiva de la concepción predominante y la proliferación de las interpretaciones
delirantes. El delirio de reivindicación tiene como punto de partida una idea fija, el delirio de
interpretación solo llega secundariamente a la idea fija, luego de una lenta incubación. En
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numerosas ocasiones el reivindicador se distingue del interpretador con la misma facilidad que
del alucinado. Cuando el interpretador se contenta con vivir se sueño delirante sin pasar a la
acción, nunca se lo considera como un reivindicador, esta asimilación se produce solo si se
convierte en un perseguidor. Pero, de la misma manera que no se piensa en describir
aisladamente a los alucinados perseguidores, no se debe dar un valor esencial a las reacciones
episódicas del interpretador. Este enfermo, en efecto, reacciona como un alucinado, defiende
su honor su libertad su vida. La excitación del interpretador es siempre transitoria, a veces
muy pasajera, la del reivindicador esta siempre en primer plano, forma parte intrínseca de su
anomalía.
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