TEMA 7: LOS DELIRANTES El delirio es un trastorno del pensamiento (tienen “ideas delirantes”). Una idea delirante es un delirio crónico (el delirio agudo es un trastorno de la conciencia, por lo tanto son enfermedades totalmente distintas). Los delirios forman parte de muchas patologías, pero el enfermo que únicamente tiene delirios es el enfermo paranoico. El síntoma clínico de estos pacientes, es decir, lo que muestran, es el delirio. Idea delirante Falsa creencia, mantenida solo por el paciente, que no puede ser erradicada apelando a la razón. Mecanismos de la conducta delirante - La imaginación y el delirio: Fantaseamos con lo que queramos. Mientras que nosotros tardaríamos 5 minutos en crear un delirio, el delirante lo trabaja mucho más, puede tardar años en crear un delirio, basándose en todo lo que observa. o Imaginación, fantasía: Son necesarias para el delirio. Con la imaginación se forma la fantasía. o Evocación de recuerdos: A partir de ellos se fantasea, aunque se pueden modificar a nuestro antojo. o Soliloquio: El enfermo “habla” con esa persona, escucha lo que quiere oír. Le atribuye a la otra persona lo que él quiere oír. o Todo lo anterior lo hacemos todos, pero esto se hace patológico cuando no se separa la realidad de la fantasía. El enfermo delirante no es capaz de separar realidad de fantasía. Descripción de los delirantes - El paciente paranoico: o Hace un delirio de autorreferencia: Observa lo que ocurre a su alrededor y a partir de eso crea su delirio. El paciente cree que todo lo que sucede en su entorno tiene que ver con él. o Su delirio es: Claro: Tiene las ideas perfectamente claras, es capaz de explicarlo perfectamente. Bien ordenado: Sabe ordenarlo cronológicamente. Es capaz de aportar incluso fechas. De fácil exposición: Aunque lo explique muchas veces, siempre lo hace de la misma manera, porque está convencido de que lo que cuenta es la verdad. Próximo al mundo del pensamiento normal: Pudiera de verdad está pasando, lo comprendemos perfectamente, aunque la realidad es que ese delirio no es real, no está sucediendo. o Carácter: Orgullo. Egocentrismo. Rigidez: Se mantienen rígidos en lo que piensan. Su idea es inamovible. Desconfiados. o Falsedad de juicio: Malinterpretan gestos de los demás. Ej.: “Me están mirando, ya saben lo que hay”. Esta falsedad de juicio hace que estos enfermos sean muy peligrosos (quizá los más peligrosos de la clínica). Cuidados a los enfermos delirantes - Ambiente: o Acogedor. o Desangustiante. Ej.: No ponerles películas que los dejen intranquilos. o Actividades e intercambios: Juegos que ocupen su mente y no les hagan pensar, Ej.: Sopas de letras, crucigramas… Además se evitan los juegos competitivos, ya que podrían crear conflictos. - La relación terapéutica: No podemos contradecir su delirio, pero tampoco potenciarlo. Darle a entender que sabemos que tiene un problema, que le creemos y que vamos a ayudarle, pero nunca darle la razón. - Quimioterapia: o Neurolépticos: Disminuyen la intensidad de las emociones. - Psicoterapia: o Encapsular el delirio. El problema con estos pacientes surge al darles el alta, e indicarles que deben tomarse su medicación durante tiempo. Para resolver este problema hay un neuroléptico de acción “retard” que se toma una vez al mes en el CCSS, así se lo suministramos cuando vienen al Centro de Salud y evitamos que dejen la medicación. No por haber superado un delirio el enfermo está curado, ya que podría tener delirios posteriores, por lo que la medicación es indispensable.