POR UN MODELO REGISTRAL DE EFICACIA COMÚN EN EL MEDITERRÁNEO Si bien no hay Registros de la propiedad totalmente iguales en el mundo, podemos clasificarlos en 2 grandes clases : Registros de derechos y Registros de documentos. Los Registros de documentos, de origen francés, existen en países como Francia, Bélgica, Italia, Luxemburgo o EEUU y en la mayoría de los países del Magreb. En estos, los derechos inscritos prevalecen en principio sobre los que no lo están, pero la inscripción por sí sola no determina la titularidad de la propiedad o derecho porque el registrador se limita a archivar los documentos presentados a inscripción, sin controlar su validez (en algunos sistemas como Francia o EEUU), o controlando solo los requisitos formales (en Italia). Ello permite que pueden constar en el mismo registro derechos contradictorios, incluso varios propietarios o hipotecas de igual rango sobre la misma finca opuestas entre sÍ, de forma que las partes interesadas sólo pueden depurar la propiedad en el Juzgado. Por ello, la información que proporcionan no es del todo fiable y debe ser completada por una investigación tanto registral como extrarregistral para estar seguro de quien es el verdadero dueño y cuales son las cargas que pesan sobre la finca, implicando mayores costes de transacción y más tiempo medio de negociación y en ocasiones la renuncia a comprar en estos países por el riesgo que entrañan. Estas deficiencias del sistema a veces se intentan compensar mediante mecanismos privados caros como el seguro de títulos (contratado por ejemplo, en todas las transacciones inmobiliarias en EEUU, donde no existe un registro fiable) que indemniza al propietario que adquirió confiando en lo que el registro publicaba y perdió su inmueble por la reclamación judicial de un tercero, pero no le reintegra la propiedad de su casa. Países como República Dominicana, que tuvo un registro de documentos hasta 2005, ha cambiado a uno de derechos, y las mejoras en la contratación y seguridad han sido reseñables. Frente a ellos los Registros de derechos emanan de la tradición germánica y existen en muchos países europeos como España, Alemania, Austria, Eslovenia o Inglaterra , en algunos países iberoamericanos como Chile, Perú, República Dominicana o el estado brasileño de Sao Paulo, Australia , etc. Instituciones internacionales como la ONU o el Banco Mundial han aconsejado el establecimiento de registros de derechos como garantía de progreso económico En la categoría de REGISTRO DE DERECHOS se encuadra el ESPAÑOL que es un registro donde la inscripción no es constitutiva sino voluntaria pero estimulada por los fortisimos efectos que la inscripción atribuye a la propiedad y demás derechos inscritos , al estar sustentada en los principios hipotecarios de prioridad, legitimación , legalidad , calificación , publicidad y fe publica registral. Ello determina que la propiedad y demás derechos son válidos frente a todos "en los términos que aparecen en el inscritos", y que el titular inscrito es el verdadero propietario indiscutible porque los documentos que se presentan a inscribir son objeto de una calificación o examen jurídico por un jurista imparcial que es el registrador, que asegura que solo se inscriben los derechos que se ajusten perfectamente, tanto en la forma como en el fondo, a las leyes y orden público y no estén en contradicción con el contenido del propio registro. Además, en base al principio de fe pública registral , el que adquirió un inmueble a título oneroso (a cambio de precio o contraprestación) confiando en el Registro , una vez inscrito no podrá ser perturbado y conservará su propiedad (salvo que se demuestre mala fe por parte del adquirente) aunque se demuestre posteriormente o que quien se lo transmitió no era el titular verdadero (con independencia de que el perjudicado pueda reclamar una indemnización al que le vendió indebidamente). Y no le podrán afectar más cargas (hipotecas, embargos..) que las que estuvieran ya inscritas sobre la finca en el momento que él inscribió su adquisición. Por tanto, la información emanada de este registro es íntegra y exacta y la única a tener en cuenta a la hora de contratar. Los altos niveles de seguridad que producen fomentan la contratación, la inversión y el crédito territorial en bienes inmuebles al asegurar una absoluta transparencia del mercado que se traduce en un bajísimo nivel de litigiosidad y al poder confiar los bancos y el mercado plenamente en lo registrado, permitiendo que los plazos medios de ejecución de hipotecas sean mas cortos que en sistemas de registros de documentos, y los costes e intereses hipotecarios sean inferiores. Estudios de analistas financieros internacionales han puesto de relieve que los intereses de los créditos hipotecarios en sistemas registrales de derechos como el español , eran 1 ó 2 puntos inferiores a los de otros países como Italia y Francia con registros de documentos, al percibir los bancos menos riesgos en los primeros que en los segundos. Y un informe del 2010 de la Asociación Hipotecaria Europea ha señalado que los costes financieros en España son de los más bajos de Europa. Por otro lado se trata de un registro igualitario, ya que cualquier persona puede proteger su propiedad de forma absoluta y frente a cualquiera por un coste bajo y a pagar una sola vez (cuando adquiere y siempre que lo quiera inscribir ya que la inscripción, como hemos señalado, es voluntaria). Además, cualquiera puede conocer la situación registral de una finca por un coste mínimo ( 3 o 9 euros respectivamente, dependiendo de si la información es solicitada en persona ante el correspondiente registro o telemáticamente , en cuyo caso se proporciona al interesado en un plazo medio de 2. Horas hábiles) Además, la información es absolutamente fiable ya que podríamos sostener que en el sistema español lo que no esta en el registro no existe. De hecho, el Banco Mundial y la ONU recomiendan la implantación de Registros de derechos como garantía de seguridad y progreso económico. Así pues el registro de la propiedad de España es un registro de derechos, basado en el principio de fe pública registral, a cargo de un jurista profesionalfuncionario independiente e imparcial que garantiza que el propietario inscrito es el único e inatacable, y que las cargas inscritas son las únicas que pueden hacerse valer frente a todos, facilitando la negociación sobre inmuebles y el crédito hipotecario, pero con absolutas garantías tanto para bancos como para deudores y mercado(las ejecuciones hipotecarias son rápidas y seguras pues se hacen exclusivamente sobre la base de lo publicado por el registro y con las garantías propias de un sistema judicial serio) debido a la eficiencia de nuestro Registro que, sin dejar de ser absoluto garante de la seguridad inmobiliaria a un coste igual o inferior a la media , es capaz de competir con los más rápidos del mundo.