“(…) es preciso aclarar que la simple adopción de una medida

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“(…) es preciso aclarar que la simple adopción de una medida cautelar y la negativa a celebrar una audiencia para
la presentación de testigos, sin evidenciar en realidad la posible existencia de vulneraciones a derechos
constitucionales, no son materias que pueden ser objeto de conocimiento y decisión por parte de este Tribunal, ya
que no trascienden de manera directa e inmediata al ámbito constitucional, por lo que deben debatirse y resolverse
de acuerdo a la ley secundaria que rige dichos actos.”.
Ref. 960-99
SALA DE LO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las quince
horas del día veintisiete de enero de dos mil.
A sus antecedentes el escrito presentado a las catorce horas del día veintiuno de enero del presente año, firmado por
el señor ***; por medio del cual la parte actora cumple la prevención formulada a fs. 10.
Examinado el fiel cumplimiento de los requisitos formales esenciales exigidos por la Ley de Procedimientos
Constitucionales para la admisibilidad de la demanda de amparo, corresponde ahora enjuiciar la procedencia de la
pretensión planteada por el señor *** contra providencias de la Juez Cuarto de Familia de San Salvador. Al
respecto, esta Sala hace las siguientes consideraciones:
I. Sostiene el demandante que el acto que le causa agravio es la resolución dictada a las quince horas y treinta
minutos del día ocho de mayo de mil novecientos noventa y siete, mediante la cual se decretó embargo en un bien
inmueble de su propiedad por la cantidad de setenta y ocho mil setecientos cincuenta colones; manifestando que se
le produce un perjuicio definitivo porque la anterior decisión se fundó en hechos falsos, pues en base a una
excepción perentoria de pago se redujo el monto del embargo.
Además, afirma el peticionario que la juez demandada desestimó la necesidad de realizar audiencia para la recepción
de la prueba testimonial que pretendía aportar, a fin de acreditar que el pago de la cuota alimenticia impuesta podía
realizarse en especie, por lo que considera necesario e imperativo no impedirle el ejercicio de su derecho de
audiencia.
Finalmente, señala que la providencia impugnada afecta directamente el dominio sobre un inmueble en el que
desarrolla sus actividades profesionales.
II. A efecto de clarificar la decisión a adoptar en el presente caso, es necesario acotar que este Tribunal ha sostenido
en reiterada jurisprudencia, que el objeto del proceso de amparo está representado por la pretensión, la cual persigue
esencialmente que se imparta a la persona justiciable la protección jurisdiccional contra cualquier acto de autoridad
que estime inconstitucional y que, específicamente, viole u obstaculice el ejercicio de los principios o derechos
constitucionales consagrados a su favor.
Así, la pretensión de amparo condiciona la iniciación, el desarrollo y la conclusión del proceso, siempre que se
cumplan efectivamente una serie de requisitos legales y jurisprudenciales vinculados a los sujetos, al objeto y a la
causa.
Lo anterior permite afirmar que una demanda puede ser rechazada in limine o in persequendi por la existencia de
vicios en la pretensión, que generen la imposibilidad por parte de la Sala de lo Constitucional de juzgar el caso
concreto.
En tal sentido, en reiterada jurisprudencia este Tribunal ha sostenido, interpretando el artículo 13 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, que los asuntos de mera legalidad son todas aquellas cuestiones que por no ser
propias del marco constitucional, por carecer de fundamento en la Constitución, quedan circunscritas, en cuanto a su
regulación y determinación, a la normativa de la legislación secundaria, como por ejemplo el planteo de asuntos
puramente judiciales -civiles, mercantiles, familiares, laborales, penales, entre otros- o administrativos, consistentes
en la simple inconformidad con el contenido de las resoluciones administrativas y jurisdiccionales, sean definitivas o
interlocutorias, así como la simple inconformidad con actuaciones administrativas o judiciales propias de tales
competencias. Y es que, en estos casos, esta Sala está facultada para conocer de tales asuntos, sean de cualquier
materia, cuando en el procedimiento para su dictamen o ejecución se conculquen los derechos constitucionales de
los gobernados.
En perspectiva con lo anterior, esta Sala ha declarado que si el sustrato fáctico de la pretensión constitucional de
amparo consiste únicamente en una simple inconformidad con lo actuado u omitido por una autoridad jurisdiccional
o administrativa, aquélla debe ser repelida por haber imposibilidad absoluta de juzgar el caso desde la perspectiva
constitucional, por falta de competencia objetiva sobre el caso, ya que decidir al respecto de lo planteado en la
demanda, cuando es evidente la falta de fundamentación constitucional, significaría invadir la esfera de la legalidad,
obligando a este Tribunal a revisar desde una perspectiva legal las actuaciones de los funcionarios o autoridades que
actúan dentro de sus respectivas competencias, situación que no corresponde al conocimiento de esta Sala.
III. Trasladando las anteriores nociones al caso subjúdice, se advierte de la argumentación planteada por la parte
actora que el sustrato fáctico de la pretensión se traduce en un asunto de mera legalidad dado que únicamente
manifiesta su disconformidad con los actos procesales de decisión adoptadas por la Juez Cuarto de Familia de San
Salvador en el proceso clasificado bajo la referencia SSF4-00, afirmando que la antedicha autoridad fundamentó su
resolución en hechos falsos e impidió la presentación de la prueba pertinente para comprobar sus alegaciones, lo que
constituye una argumentación tendente únicamente a defender y sostener sus pretensiones en sede ordinaria, de
forma que la decisión sobre tales aspectos de índole estrictamente legal escapa de la competencia de este Tribunal.
En efecto, en el caso subjúdice se plantea una cuestión puramente judicial, que representa -por la falta de
fundamento objetivo en la Constitución- una simple desavenencia con el contenido de las resoluciones dictadas por
la autoridad demandada, sin que de lo expuesto por la parte actora se desprenda que en el procedimiento para su
dictamen se hayan conculcado en realidad sus derechos constitucionales.
Y es que, la mera adopción de una medida cautelar tendente a mantener viva la materia de un proceso ordinario
mientras éste se resuelve definitivamente, evitando en consecuencia la realización de actos que impidan o dificulten
la satisfacción de la pretensión del actor mediante una incidencia en la esfera jurídica del demandado adecuada y
suficiente para producir ese efecto, no implica per se la privación o restricción de derechos constitucionales, dado
que únicamente se persigue asegurar la eficacia práctica de la decisión definitiva que se dicte en el proceso, la cual
podría tornarse ilusoria de no adoptarse oportunamente las medidas cautelares apropiadas, respetando los
presupuestos legal y jurisprudencialmente establecidos.
Asimismo, la determinación sobre la procedencia de la celebración de una audiencia para posibilitar la aportación de
elementos probatorios a las partes, constituye una facultad inherente a la actividad del juzgador que dirige el
proceso, de forma que éste posee amplias facultades para decidir si la realización de tal acto procesal es necesario,
siempre que estime que los elementos probatorios que se pretenden incorporar son pertinentes y conducentes para la
mejor dilucidación de la situación controvertida, en tanto que habilitan el pronunciamiento de una decisión
jurisdiccional más apegada a la verdad material.
Así, es preciso aclarar que la simple adopción de una medida cautelar y la negativa a celebrar una audiencia para la
presentación de testigos, sin evidenciar en realidad la posible existencia de vulneraciones a derechos
constitucionales, no son materias que pueden ser objeto de conocimiento y decisión por parte de este Tribunal, ya
que no trascienden de manera directa e inmediata al ámbito constitucional, por lo que deben debatirse y resolverse
de acuerdo a la ley secundaria que rige dichos actos.
Y dado que esta Sala debería entrar a conocer innegablemente sobre la determinación de los presupuestos fácticos
para ordenar la medida cautelar y la celebración de la audiencia requerida, es preciso concluir, entonces, que es
evidente y manifiesto que el presente caso constituye un asunto de mera legalidad; ya que en esencia se trata de la
mera inconformidad del actor con el sentido y contenido de las resoluciones de la autoridad demandada, lo cual no
corresponde al conocimiento de esta Sala por no ser propio del proceso de amparo.
Por tanto, con base en las razones expuestas en los acápites precedentes y de conformidad al artículo 13 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, esta Sala resuelve: Declárase improcedente la demanda de amparo presentada por
el señor ***, por existir vicios en el objeto de la pretensión. ---HERNANDEZ VALIENTE---MARIO SOLANO--O. BAÑOS---E. ARGUMEDO.---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO
SUSCRIBEN.---A. E. CADER CAMILOT---RUBRICADAS.
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