295-2003 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador a las doce horas y cuarenta y seis minutos del día veintiséis de mayo de dos mil tres. Vista y analizada la demanda presentada por el señor Héctor David Ramírez Torres, esta Sala estima necesario realizar las siguientes consideraciones: I.-El peticionario en su demanda expone que reclama contra el Inspector General de Policía Nacional Civil, por la resolución emitida a las diez horas con veinte minutos del día diecisiete de enero del presente año, en la cual literalmente se dispuso:“(…) la Inspectoría General de la Policía Nacional Civil, expresa su conformidad para que se proceda al archivo provisional del caso No. 313-2002 PRN-UID, de acuerdo a lo dispuesto en el Art. 84 del Reglamento Disciplinario vigente investigado en contra el técnico profesional VII RT00294 Héctor David Ramírez Torres (…)”; esto porque considera que se ha contradicho lo dispuesto en el artículo 12 inciso primero de la Constitución, y se ha visto coartado su derecho de libertad. Dicho planteamiento lo fundamenta en el hecho de que en la Unidad de Investigación Disciplinaria de la Policía Nacional Civil se realizaron diligencias con el objeto de averiguar sobre su presunta conducta de acoso sexual en perjuicio de una compañera de trabajo; pero los agentes encargados de la investigación, según informe rendido el día doce de diciembre de dos mil dos, concluyeron que no podía comprobarse la conducta que se le atribuía, por lo que el caso debía ser archivado provisionalmente, pues no existían elementos suficientes para presentar un requerimiento en su contra; posteriormente el informe fue remitido al Jefe de la Unidad de Investigación Disciplinaria por medio de oficio número 0534-2002, en el cual se confirmaba el criterio adoptado por los investigadores. En consecuencia, el peticionario alega que tomando en consideración lo regulado en el Código Procesal Penal, respecto a la procedencia del sobreseimiento definitivo, el informe referido debió dictarse en ese sentido, puesto que no se comprobó su participación en el ilícito que se le imputaba; y que el artículo 84 del Reglamento Disciplinario de la Policía Nacional Civil, cuyo contenido fundamentó la resolución proveída por la Inspectoría General, contradice el artículo 12 inciso primero de la Constitución, ya que al no existir pruebas, debe sobreseerse al investigado definitivamente, de forma que el Inspector General de la Policía Nacional Civil aplicó una disposición en contravención a los artículos 185 y 235 de la Constitución. II.- Con el objeto de facilitar la comprensión del fallo a proveerse es preciso establecer los fundamentos jurídicos de éste, los cuales están referidos a los siguientes puntos: a) la pretensión de amparo y la competencia de esta Sala para conocer de la misma, y b) la consecuencia de plantearse en la pretensión asuntos de mera legalidad. a) La pretensión de amparo constituye una declaración de voluntad dirigida ante este Tribunal y frente a autoridades públicas o particulares, respecto a un acto u omisión determinados. En dicha pretensión debe incorporarse la debida argumentación fáctica y jurídica, refiriéndose la primera a los hechos que originaron la violación alegada, los cuales deben poseer trascendencia constitucional, y la segunda a las disposiciones dela Constitución que se consideran vulneradas. Tal configuración de la pretensión conlleva a que esta Sala en virtud de su competencia en materia de amparo, conozca específicamente de violaciones a derechos o categorías jurídicas reconocidas en la Constitución –a excepción del derecho de libertad física protegido por medio del hábeas corpus–. En ese sentido, la competencia de este Tribunal en el amparo se circunscribe al conocimiento, análisis y decisión de circunstancias que vulneren el contenido de disposiciones constitucionales y causen un agravio definitivo a la parte actora; encontrándose impedido para conocer de circunstancias que no tienen trascendencia constitucional o cuya determinación se encuentra preestablecida en normas de rango inferior a la Constitución y le competen a otras autoridades o funcionarios, ya sean judiciales o administrativos; siendo dichas situaciones las denominadas como asuntos de mera legalidad. Por tal motivo, en la pretensión de amparo no sólo basta invocar la transgresión de disposiciones constitucionales, sino que la exposición fáctica debe evidenciar que la situación que se objeta posee efectivamente trascendencia constitucional, lo cual implica que pueda advertirse la probable vulneración de derechos o categorías jurídicas reconocidas en la Constitución y a la vez que ello no constituya una cuestión propia y exclusiva del marco de legalidad, limitada al conocimiento y decisión de las autoridades ordinarias. Lo manifestado responde a que si este Tribunal entrara a conocer y decidir dichos asuntos ello significaría invadir la esfera de legalidad, puesto que sometería a su competencia cuestiones que por ley son conferidas a determinados funcionarios o autoridades, viéndose obligada a la vez a examinar desde una perspectiva legal y no constitucional los hechos expuestos, lo que en definitiva no le corresponde. b) Así pues, cuando al inicio del proceso de amparo se advierte que la queja elevada a los estrados de la jurisdicción constitucional está fundamentada en un asunto de mera legalidad, es dable afirmar que la pretensión se encuentra viciada en sus elementos causales; ya que, por una parte, su fundamento carecería de trascendencia constitucional y, por otra, –como ya se acotó– esta Sala no sería competente para pronunciarse al respecto, presentándose en tal caso un defecto absoluto en la posibilidad de realizar el enjuiciamiento pretendido, siendo obligatorio el rechazo de la demanda por medio de la figura de la improcedencia. III.- En el presente caso, esta Sala advierte que si bien el señor Ramírez Torres en la demanda invocó la vulneración de categorías constitucionales, la argumentación fáctica incorporada se reduce a la exposición de una simple inconformidad con la decisión de archivar el procedimiento en el cual se investigaba su conducta dentro de la Policía Nacional Civil, por considerar que debió decretarse un sobreseimiento definitivo a su favor y no aplicarse el artículo 84 del Reglamento Disciplinario de la Policía Nacional Civil – norma en la cual se fundamenta el archivo de las diligencias–. De tal manera, dicho planteamiento no evidencia un nexo con la transgresión constitucional alegada, reduciéndose los hechos planteados a una situación de mera legalidad, que no le corresponde a esta Sala analizar ni decidir; ya que establecer si procede o no emitir una resolución ordenando el archivo del caso en aplicación de artículo citado le corresponde determinarlo a las autoridades competentes de la Policía Nacional Civil. Por tanto, al colegirse que el reclamo en este caso se cimienta en asuntos de mera legalidad, los cuales este Tribunal no puede conocer, y en consideración a lo relacionado en el romano II de la presente resolución, es dable afirmar que la pretensión se encuentra viciada, motivo por el cual debe rechazarse la demanda presentada por medio de la figura de la improcedencia. Por los argumentos manifestados y en base al artículo 13 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, esta Sala RESUELVE: a)Declárase improcedente la demanda de amparo presentada por el señor Héctor David Ramírez Torres; y b) Notifíquese. ---A. G. CALDERON---R. HERNANDEZ VALIENTE---J. E. TENORIO--MARIOSOLANO---J. ENRIQUE ACOSTA---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORESMAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---S. RIVAS DEAVENDAÑO---RUBRICADAS.