Con otros rechazar toda discriminacion… Vivir nuestras relaciones en actitud de respeto y de reciprocidad a la manera de Jesus. Tras las Asambleas Regionales FBHR. 2010 - Annick Bouret, Asociada Tenemos todos, naturalmente, una tendencia a la discriminación. La discriminación está arraígada en nosotros y afecta nuestras relaciones familiares y de vecindad, nuestras relaciones sociales y también nuestras comunidades cristianas. La competición económica y social, lleva a excluir mujeres, hombres, niños, jóvenes, familias, enfermos, personas descapacitadas, extranjeros… todos las y los que no son conformes a las normas de nuestra sociedad. Todos los Asociados que han participado en las Asambleas Regionales, constataron, unanimamente que la discriminación «envolvía toda nuestra vida familial, laboral, en la Iglesia o en el vecindario…» (grupo de Bretaña con la crisis de la leche, grupos de Paris y del Norte en las acciones con las personas migrantes sin papeles, los Roms y todos los grupos enfrentados a los enfermos, descapacitados, cesantes, sin casa...) Nuestro Bautismo, reavivado por nuestro compromiso de Asociado, nos invita a mirar al otro como uno mismo, tal que Dios nos ha creado a su imagen. Por eso, tenemos que sacar de nuestro corazón los miedos : miedo de lo que es diferente, miedo de acercarse.., y también toda representación social no-evangélica heredada de una cultura… Jésús acoge a la Samaritana, llama al publicano y come a su mesa, se deja tocar por los leprosos y se deja cuestionar por la Syro-Pheniciana… Jesús va adelante y nos muestra el camino. Este camino es difícil : supone que nos dejemos tocar por su Palabra, su Espíritu, para poder releer nuestra vida y nuestro compromiso. « Tratar de entender al otro, su manera de vivir, de recrearse, tomar los medios : por eso, no es mirar al otro con la mirada deJesús y tomar el camino de un verdadero encuentro ?» Todos reconocemos la dificultad que tenemos de « vivir nuestras relaciones en actitud de respeto y de reciprocidad. » Nuestras relaciones de proximidad están lastimadas por un individualismo creciente, la rivalidad, el anhelo de « ganar »más produciendo más. Hay incomprensión « entre personas, sindicatos y asociaciones, incomprensión cuando vemos favorecer a los grandes explotaciones y no a las más pequeñas. (grupo de Carentoir, Bretaña, frente a la dura realidad de los productores de leche) ; incomprensión también frente a un sistema económico : bancos, laboratorios deciden de todo ….El dinero engendra la segregación, discriminación, en nuestro país y en otras partes. » Sin embargo, estas constataciones no dejan sitio a la fatalidad ! El análisis de las causas es indispensable para ajustar después, un acción al servicio de la Humanidad.. Tras la Asamblea General de 2009, los grupos sacan su inspiración de la Palabra de la Iglesia (Concilio, cartas…), la Palabra de las HES (ver, documento reflexión del año). «Como nosotros, con nosotros, todas estas personas están enviadas como obreros a la Viña del Señor y invitadas a vivir su vocación humana y cristiana. Participan en el crecimiento del Reino de Dios con modalidades nuevas.» (Juan Pablo II : los fieles laícos de Cristo.» Sensibles a las dificultades «del vivir juntos» y de ser solidarios, los Asociados se comprometen, en Iglesia (Cimade, CCFD, Caritas, SEM…) y en la sociedad, al servicio de la fraternidad para los derechos humanos: hospitalidad, salud, trabajo, educación, vivienda… Con Jesús, estamos llevados a construir la solidaridad, favorecer la unidad en la diversidad, desarrollar la cohesión con acciones de respeto y acogida. Combatir todo tipo de discriminación, significa construir la fraternidad, anuncio de la Buena Nueva.. Los grupos son unánimes : reconocimiento de una conversión de todo su ser, que se traduce, primero, por una transformación de nuestra mirada. Jesús mira a las personas que encuentra, les ama, y les devuelve su dignidad. Luchar contra toda discriminación nos envía a nuestra Misión. Un Asociado hacía este comentario : «Releer y reflexionar en equipo, es seguir escribiendo los Hechos de Los Apóstoles » ! Estamos llamados juntos a amar a este mundo, amarlo de este Amor incondicional de Jesús ; invitación a dejarnos. empujar por el soplo del Espíritu Santo. Escuchemos la palabra del Padre Agneray:«A veces estamos cerrados, nuestros corazones están perturbados, divididos… Entreguémonos al Espíritu de Resurrección que nos comunica sus dones : fuerza y audacia, comunión y reconciliación, apertura a la alteridad… Qué el Espíritu nos abra y nos haga fraternales. »