Umbanda como movimiento religioso se da a conocer “socialmente”, para el continente Americano, en Brasil más precisamente en Niteroi, ciudad de Río de Janeiro el 15 de Noviembre de 1908 de la mano del joven médium Zelio Fernandiño De Moraes. Zelio Fernandiño De Moraes fue considerado el fundador de la ley Umbanda luego que en una sesión espiritista, este joven médium de apenas diecisiete años, incorpora y recibe por primera vez a una entidad de luz que se presentó con el nombre de “ Caboclo Das Sete Encrucilhadas ”. Y a pesar de la polémica que actualmente se sostiene acerca de los inicios de esta religión, existe abundante documentación que acredita sus orígenes. De Moraes nace y crece en el seno de una familia católica, falleciendo en Octubre de 1975 a los 84 años, luego de trabajar incansable e incesantemente para mantener erguidas las banderas de esta Religión. Su infancia fue transcurriendo normalmente hasta que sufre una extraña y repentina parálisis en sus miembros inferiores. A pesar de las persistentes consultas realizadas los médicos no lograron diagnosticar el origen de la enfermedad y por ende la curación de la misma era clínicamente imposible. Cierto día mientras compartía una reunión familiar el adolescente comenzó a gesticular y hablando en lengua indígena, desconocida para él, aseguró su total curación en breve. Tal como lo había afirmado, a la mañana siguiente Moraes se levantó de su cama y comenzó a caminar. Aunque ya curado de la inexplicable parálisis que poseía, la preocupación y el desconcierto de sus familiares no cesaron porque el muchacho era frecuentemente "poseído por un espíritu desconocido " que dejaba mensajes acerca de una nueva corriente religiosa. Conmovidos y asustados por el extraño comportamiento del joven y ante las reiteradas posesiones que sufría, sus padres deciden buscar ayuda y se acercan a la Federación Espiritual de Niteroi y explican la preocupación que los embarga a su presidente, José De Souza, Espiritista seguidor de Alan Kardec, quien sugiere la posibilidad de hacer participar al joven en una sesión espiritista. Fue en esa sesión donde se constató la manifestación en Fernandinho, de una entidad que dijo llamarse “Caboclo Das Sete Encrucilhadas y haber llegado para cumplir una misión espiritual. Los integrantes de la mesa Kardecista consideraron que la manifestación de un indio hablando en nombre de “ espíritus de negros y viejos esclavos ” era permitir el ingreso de culturas extrañas a las sesiones por lo que pretendieron que el joven desistiera. Los reiterados intentos de disuadirlo fueron en vano, el Caboclo Das Sete Encrucilhadas reafirmaba permanentemente su presencia y reiteraba su misión. Con el correr del tiempo, nuevas manifestaciones comenzaron a desarrollarse en las sesiones, los mensajes del “Caboclo” ya no eran privativos de Moraes, otros componentes del grupo espiritista comenzaron a recibir dentro de las sesiones, entidades que, además de reafirmar los anuncios del caboclo, brindaban nuevos conceptos filosóficos, que sorprendían a los componentes de la mesa Kardecista, rompiendo con las estructuras establecidas como patrón normal de las sesiones. Los mensajes daban cuenta que su “llegada” a la tierra era debido a que habían sido encomendados para cumplir una misión sumamente importante en el plano espiritual: “ traer al mundo, Paz, Amor y Caridad, logrando así que desde el más poderoso hasta el habitante más humilde de esta tierra fuera igual ” . A partir de dichas circunstancias, la dinámica de la mesa Kardecista, comienza a desarrollarse de una manera diferente. El estático tomarse de las manos en riguroso eslabón, que hasta ese momento era práctica viva de sus rituales, abrió paso a un desarrollo más fluido donde los médium incorporados planteaban una libertad absoluta de movimiento. Las entidades que los poseían se movilizaban por todo el salón en libertad absoluta y extrañamente, pedían a los presentes que los convidaran con cigarros, bebidas, aguas, y diferentes elementos; los cuales, después de “fluidarlos realizando sobre ellos pases energéticos”, eran obsequiados a algunos miembros, con la explicación de las entidades, que esos axe se brindaban para servir de sosiego y alivio a sus penas. Sucesivamente se fueron incorporando otros médium que explicaban con datos precisos cómo y porque en la religión Umbanda se amalgaman religiones africanas, orientales, amerindias y judeocristianas, siendo cada mensaje dejado por el guía espiritual o entidad, corroborado fehacientemente. De esta manera el Caboclo Das Sete Encrucilhadas, incorporado por primera vez en el joven médium, inició el nuevo movimiento religioso: la Religión Umbanda. A este movimiento se unieron muchos de los Espiritistas que junto con Católicos, Africanos e Indígenas nativos, formaron bajo las premisas del “Caboclo Das Sete Encrucilhadas” las bases del primer Templo Umbanda denominado “ La Casa De Trabajos Espirituales Nuestra Señora De La Piedad ”. El grupo fue creciendo y se abrieron “terreiros” por todo Brasil, incorporando así una nueva modalidad, donde tanto el más humilde habitante de la favela, como los grandes terratenientes, compartían aunados, la luz y el amor de Umbanda. Esta fusión de credos y razas hace de UMBANDA un crisol que amalgama las creencias negras traídas a BRASIL por los esclavos, la cultura nativa y el cristianismo de los colonizadores europeos. Antes de entrar en tema sobre los guías espirituales en Umbanda debo referirme a Dios, expresando simplemente que; la Religión Umbanda cree en un solo Dios, omnipotente y omnipresente y que de ninguna manera profesa el satanismo. Para ello, digo que en las religiones consideradas como tradicionales en occidente, a este Dios único y absoluto se lo cita de diferentes formas: Alá para los islámicos, Jehová para los judíos o Dios para los cristianos . En la religión Umbanda se lo denomina Dios, Zambi, Olorun, u Olodumare . En las diferentes naciones Africanas Dios es llamado Olodumare, Olorun, Obatala o Zambi, según el idioma o dialecto del lugar . En la lengua de los Pretos Velhos se lo denomina Zambi, Dios u Oxala. Y en lengua indígena es llamado Tupa o Tupí . Para los Afro-Umbandistas, Dios es la grandiosidad y lo supremo. ¡ Es el Todo!. Por ello es imposible ubicarlo en un altar o lugar específico, encerrarlo en una insignificante forma humana o proyectar su grandiosa energía en iconos, figuras de yeso, piedras o joyas. Dios es todo eso y mucho más. Es el programador de las leyes sabias e inmutables que nos rigen y creador de todo Fluido Universal. Por ello, los ruegos, plegarias, pedidos y oraciones le son elevados a través de los Guías Espirituales, Santos o Entidades . Estos guías son la herramienta de comunicación con Dios, e invocados en las ceremonias por medio de cánticos y mantras específicos, se hacen presentes incorporándose en el médium para mitigar nuestras penas. Definitivamente, más allá del nombre con el que se lo denomine, para los Umbandistas existe un único Dios del universo. Todo espíritu posee un alto grado de perfección y evolución, actuando como un poderosísimo foco de luz con el que cubre el universo. Afirmando esa premisa, decimos entonces que los espíritus revelados en Umbanda , son seres inteligentes de la creación que pueblan el Universo fuera del mundo material y pueden ser misioneros del bien o del mal, según la clase a la que correspondan. El hijo de Orixá (Omòrìsa) o hijo de santo, es un creyente que ha decidido seguir la carrera sacerdotal, preparándose para desarrollar su mediumnidad y tener el privilegio de recibir a los guías espirituales mediante incorporaciones LOS ESPÍRITUS SON CLASIFICADOS EN TRES ÓRDENES : 1ª categoría: ESPÍRITUS PUROS O PERFECTOS : Los espíritus puros no son subordinados a la ley karmica o ley de la reencarnación , es por eso que los llamamos señores del karma . Son energía pura concebida por Dios y bajo sus ordenes, son los encargados de mantener el equilibrio general del Universo. Estos espíritus puros, al no estar obligados a reencarnar, son los verdaderos habitantes del infinito; y viven cerca de Dios, contemplando su majestad. Los Orixá son Espíritus de Luz, energía pura, concebida por Dios antes de proyectar la creación de la Tierra y considerados sus ayudantes en dicha creación. Estos “Misioneros del Bien raras veces se comunican con los seres humanos y cuando lo hacen es a través de otros espíritus intermediarios que “ocupados” en los Omòrìsa, los utilizan como sus instrumentos carnales para ayudar a la humanidad en su evolución . En la Religión Africana, Orixá son aquellas divinidades que ayudaron a la creación de la tierra y rigen todo elemento de la naturaleza. Estos espíritus junto a los Odu africanos, contribuyen a mantener el destino de la creación. En Umbanda, por su conexión con el Africanismo, los Espíritus de Luz son las fuerzas ancestrales que custodian la naturaleza, mensajeros de Dios, a quienes se les suplica, intercedan por los humanos para resolver sus necesidades espirituales. A cambio de sus favores y en señal de agradecimiento, se los agasaja con ofrendas, que tanto pueden dejarse en los altares, como en lugares específicos de la naturaleza. 2ª categoría : ESPÍRITUS DE LUZ o espíritus superiores. Los espíritus de luz son llamados tanto con el nombre de Guías Espirituales como por el de Entidades y sirven de unión entre los poderes del cielo y los demás mundos. Los espíritus de luz son aquellos que han alcanzado un grado máximo de perfección y completado su ciclo evolutivo espiritual; por lo tanto gozan de la bienaventuranza de estar a los pies de Dios . Al ser espíritus sumamente evolucionados pueden reencarnar por su libre y espontánea voluntad, realizando en muchos casos misiones especiales. Siempre son mensajeros del bien, poseyendo una sabiduría superior y de gran benevolencia. Si bien estas entidades se encargan de brindar ayuda espiritual cuando un ser humano la necesita, también son las encargadas de asistir a espíritus menores, señalándoles el camino de la superación para que puedan elevarse. Es dogma creer firmemente en estos Espíritus de Luz. También se afirma por dogma de fe, que estos guías espirituales toman del fluido Universal todos los elementos necesarios para cumplir la misión que Dios les legara. En la Religión Umbanda se trabaja con estas Entidades de Luz pidiéndoles que irradien toda su misericordia, e intercedan por los seres humanos ante Dios. Dentro de los Espíritus de Luz se encuentran los llamados; guías de Umbanda, Guías de Oriente, Caboclos ( indios ), Crianzas ( espíritus de niños), Maes de Agua (espíritus femeninos dueñas de las aguas dulces y saladas), Bahianos o Africanos ( jóvenes y dicharacheros esclavos negros), Boiaderos ( pastores y campesinos), Marineros y los Pretos Velhos, siendo éstos los espíritus de aquellos viejos esclavos de raza negra, que por la evolución adquirida como resultado de realizar el bien ayudando espiritualmente a la humanidad, entran en la misma categoría. Cuando Los Pretos Velhos son incorporados en un médium, relatan con gran sabiduría como fue que debieron parapetar, tras las figuras de yeso que la santa inquisición les exigía rendir culto, la verdadera esencia de su religiosidad. Cuentan como fue que ocultaban los OTA, tras las figuras de los santos católicos. Y así, entre rosarios y santos canonizados, veneraban a los Orixá La importancia de los Pretos Velhos es fundamental en Umbanda para los que adherimos a la opinión que, las corrientes de esclavos que en el siglo XIX llega de África a Brasil, marca la nueva historia religiosa de ese país y prácticamente de todo latino América. Estos esclavos negros, trabajadores humildes, tolerantes y siempre víctimas de las sempiternas torturas del cautiverio, van tomando contacto con los indígenas nativos del lugar, comienzan a mostrar una naturaleza humana diferente, más humilde, mejor dotada de paciencia y sobre todo, munida de una purísima ingenuidad. Y así, junto a los caboclos nativos, soportaron estoicamente las exigencias del Cristianismo evangelizador. Esos negros viejos, que en sus poquísimas horas de descanso compartían sus creencias ancestrales con los aborígenes lugareños, también perseguidos y humillados por los ricos terratenientes, dieron luz, con el paso de los años a los espíritus que aun hoy, en cada templo, tienda o terrero Umbandista ayudan mitigar las penas del hombre. 3ª categoría ESPÍRITUS IMPERFECTOS O IMPUROS y espíritus inmaduros y livianos : Son aquellos que encarnados o desencarnados aún deben reparar muchas faltas cometidas en anteriores reencarnaciones y por esa razón se someten voluntariamente a la difícil misión de practicar el mal, sufriendo con el atraso espiritual las lógicas consecuencias de ese mal que practican. Dentro de los espíritus imperfectos o impuros, se encuentra “la raza humana”. Toda criatura con defectos y virtudes entra en la categoría de “imperfecto”, pudiendo al desencarnar comportarse como un espíritu perturbador, impuro, liviano, imperfecto, neutro y seudo sabio. Los Espíritus Impuros son espíritus con menos luz pero a pesar de ello, en algunas ocasiones trabajan como auxiliares directos del Creador del Universo. A este tercer orden también pertenecen los Espíritus Inmaduros denominados Espíritus Livianos, que si bien poseen sabiduría, suelen comportarse en forma neutra o perturbadora. Los espíritus livianos, al reencarnar son sometidos a duras pruebas, trayendo al nacer serios problemas físicos y espirituales de los más diversos orígenes. Un Espíritu Inmaduro en su paso por esta vida paga su deuda karmica siendo un criminal o marginado social. Y solo realizando buenas acciones durante su paso por la tierra, pagará sus faltas anteriores, será redimido y conducido a su evolución. Por eso, cuando se utiliza su energía en prácticas de magia negativa, impedimos y anulamos su evolución espiritual. Los practicantes de la magia negra, o nigromantes, invocan a los espíritus desencarnados de los cementerios, práctica que está absolutamente condenada por todas las religiones. Es deber entonces de todo Umbandista tomar conciencia de los pedidos que formula a los guías espirituales, rogándole tan solo, que ejecuten, misiones justas y “puras”. De nosotros depende su evolución y si procedemos justamente estaremos ayudándolos a recibir la luz que les permitirá ascender a un plano espiritual más alto.