Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales El endurecimiento superficial se utiliza para ampliar la versatilidad en ciertos aceros mediante la combinación de propiedades no obtenibles de otras maneras. Para muchas aplicaciones, el desgaste o las tensiones más severas actúan sólo sobre la superficie de la pieza. Por lo tanto, la pieza puede fabricarse con un acero de bajo o medio carbono y endurecer la superficie por un tratamiento térmico final después de que todos los otros procesos se completaron. El endurecimiento superficial también reduce la distorsión y elimina la fisuración que puede generarse durante el endurecimiento especialmente en piezas grandes. También es posible el endurecimiento localizado de determinadas áreas mediante algunas técnicas de endurecimiento superficial. Este capítulo describe los dos tratamientos de endurecimiento superficial principales. Uno es sin cambio en la composición y consiste en un endurecimiento superficial con calentamiento por inducción o flameado. El otro cambia la composición e incluye técnicas tales como cementación, nitruración y carbonitruración. Endurecimiento por flameado El endurecimiento por flameado consiste en austenizar la superficie del acero por un calentamiento con una llama de oxiacetileno u oxihidrógeno e inmediatamente templar en agua. Resulta en una capa superficial dura de martensita sobre un interior blando con una estructura de ferrita-perlita. No hay cambio en la composición y, por lo tanto, el acero tratado de esta manera deberá tener un contenido adecuado de carbono para obtener la dureza deseada en la superficie. La velocidad de calentamiento y la conducción de calor hacia el interior son más importantes en la determinación de la profundidad del tratamiento más que la templabilidad del acero. La Fig. 13.1 muestra los gradientes de dureza producidos por varias velocidades de avance de la llama a través de un acero 1050 forjable. Una baja velocidad de avance da mayor penetración del calor y mayor profundidad de endurecimiento. Se desarrollaron numerosos métodos de endurecimiento por llama. El endurecimiento localizado puede realizarse posicionando la llama sobre el área deseada de la pieza estacionaria. Para barras largas se usan métodos progresivos donde la torcha viaja sobre la pieza a tratar o la pieza viaja bajo la torcha estacionaria. Para barras pequeñas se utiliza el método de rotación de la pieza y torcha estacionaria. En éste se realiza el calentamiento, luego se extingue la llama y finalmente la pieza se templa con un spray de agua o por la introducción de ésta en un tanque de agua. En todos los casos las piezas templadas son luego revenidas para mejorar la tenacidad y aliviar las tensiones producidas por el endurecimiento superficial. Calentamiento por inducción El calentamiento por inducción es un método extremadamente versátil para el endurecimiento de los aceros. Mediante éste se puede realizar endurecimiento superficial uniforme, endurecimiento superficial localizado, endurecimiento continuo y revenido de las piezas. El calentamiento se realiza con la colocación de la pieza en un campo magnético generado por el pasaje de una corriente alterna de alta frecuencia a través de un inductor, usualmente una bobina de cobre enfriada por agua. El campo magnético alterno establecido dentro de la bobina induce una corriente (I) dentro del acero. La corriente inducida genera un calentamiento (H) de acuerdo con la siguiente relación H= I2.R, donde R es la resistencia eléctrica. El acero consiste principalmente en ferrita o Fe bcc, la cual es ferromagnética hasta la temperatura de Curie (768ºC), el rápido cambio en la dirección de los dominios de 1 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales magnetización en el acero dentro del campo de la bobina genera también un considerable calentamiento. Cuando el acero transforma a austenita, la cual no es magnética, esta contribución al calentamiento por inducción comienza a ser despreciable. Puede establecerse una amplia variedad de modelos de calentamiento por inducción dependiendo de la forma de la bobina, del número de espiras de la bobina, de la frecuencia de operación y de la intensidad de corriente alterna suministrada. La Fig. 13.2 muestra ejemplos de modelos de calentamiento producidos por varios tipos de bobinas. La profundidad del calentamiento generado por inducción está relacionada con la frecuencia de la corriente alterna. A mayores frecuencias menor profundidad de calentamiento. Por lo tanto, para casos de endurecimiento profundos es necesario el uso de bajas frecuencias. Figura 13. 1- Efecto de la velocidad de avance de la llama en la penetración de un acero 1505 forjable. Como en el endurecimiento por llama, el calentamiento por inducción no cambia la composición del acero y, por lo tanto, un acero seleccionado para endurecimiento por inducción debe tener suficiente contenido de carbono y aleantes para obtener la distribución deseada de dureza superficial. Generalmente, se seleccionan aceros con medio y alto carbono debido a que la alta resistencia mecánica y dureza superficial que se alcanza mejora considerablemente la resistencia a la fatiga y al desgaste. El endurecimiento por inducción introduce tensiones residuales de compresión en la superficie endurecida de la pieza. Por lo tanto, la resistencia a la fatiga de las piezas endurecidas por inducción puede ser mayor que en aquellas piezas templadas dado que éstas desarrollan tensiones de tracción en la superficie durante el temple que sólo pueden ser parcialmente liberadas durante el revenido. Sin embargo, cuanto mayor es la penetración del endurecimiento mediante el calentamiento por inducción, más se aproxima el estado de tensión de la superficie al de una pieza templada. La duración del ciclo de calentamiento para el endurecimiento superficial por inducción de alta frecuencia es extremadamente corta, frecuentemente de unos pocos segundos. Como resultado, el tiempo para la formación de la austenita es limitado y se compensa por el aumento de la temperatura de austenizado. La Fig. 13.3 muestra como la velocidad de calentamiento y la microestructura afecta a la temperatura Ac3 en un acero 1042. La alta velocidad de calentamiento por inducción aumenta Ac3. Las microestructuras con 2 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales carburos gruesos, tal como en un acero 1042 en la condición de recocido o aceros con microestructuras esferoidizadas gruesas o carburos aleados, requieren temperaturas más altas para solubilizar los carburos que los aceros con microestructuras más finas. Las temperaturas de austenizado demasiado altas, sin embargo, pueden resultar en el crecimiento del grano austenítico. Una consecuencia interesante del corto tiempo de austenizado para el endurecimiento superficial por inducción es el desarrollo de valores de durezas por encima de las normalmente esperadas para la martensita templada. Esta mayor dureza es a veces llamada superdureza (ver Fig. 13.4) y puede ser el resultado de la martensita formada en un grano muy fino de austenita imperfecta producida por el corto tiempo del tratamiento de austenizado usado en el endurecimiento superficial por inducción. Figura 13. 2- Diagramas esquemáticos del campo magnético y de corrientes inducidas producidas por distintos tipos de bobinas. Cementación: Principio del proceso La cementación es un tratamiento térmico por el cual el contenido de carbono de la superficie en una pieza de acero con bajo carbono aumenta debido a la exposición a una atmósfera apropiada a una temperatura dentro del campo de fase austenítico. El endurecimiento se obtiene cuando la pieza se templa y la capa superficial de alto carbono forma martensita. El diagrama Fe-C (ver capítulo 1) muestra que la máxima solubilidad del carbono en la austenita está en el rango entre 0.8% en la temperatura eutectoide y alrededor de 2% en la temperatura eutéctica. Aunque los elementos aleantes reducen la solubilidad del carbono, cantidades más que suficientes de éste pueden introducirse dentro de la austenita en un acero al carbono sin alear o aleado por cementación para producir martensita de máxima dureza después del temple. Pueden desarrollarse algunos inconvenientes, tales como la formación de carburos, de martensita frágil y austenita retenida, si el contenido de carbono es demasiado alto. Por estas razones el contenido máximo de carbono en aceros cementados se controla generalmente entre 0.8 y 1%. La cementación se realiza frecuentemente entre 850 y 950ºC pero a veces se utilizan mayores temperaturas para reducir el tiempo y/o producir capas de alto contenido de carbono de mayor profundidad. La introducción del carbono en la austenita durante la cementación está influenciada por dos procesos importantes. Uno es la reacción que causa que el carbono sea absorbido en la superficie del acero. El otro es la velocidad a la cual el carbono puede difundir desde la superficie al interior del acero. El carbono se introduce por el uso de atmósferas gaseosas 3 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales (cementación gaseosa), baño de sales (cementación líquida) y compuestos sólidos (cementación en caja). Todos estos métodos tienen ventajas y desventajas, pero la cementación gaseosa es la más frecuentemente usada para la producción en gran escala porque ésta puede controlarse fácilmente con mano de obra de mínima especialización. Figura 13. 3- Cambios en la temperatura Ac3 en un acero 1042 en función de la microestructura y velocidad de calentamiento. Figura 13. 4- Superdureza producida por endurecimiento por inducción comparada con la producida por endurecimiento convencional en horno (curva sólida inferior). El carbono se introduce en la superficie del acero mediante una reacción gas-metal entre los componentes de una atmósfera gaseosa y la solución sólida austenita. Según Harvey, una de las reacciones más importantes de cementación es: CO2 ( g ) C 2CO( g ) (Ec. 13.1) donde C es el carbono introducido en la austenita. En el equilibrio, la relación entre CO2 y CO tiene un cierto potencial de carbono o mantiene un cierto nivel de carbono en la austenita. A cualquier temperatura, la relación entre los componentes gaseosos y el carbono en solución de la austenita está dada por la constante de equilibrio K, la cual, para la reacción 13.1 se puede escribir como: K 2 PCO aC PCO2 (Ec.13.2) 4 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales donde PCO y PCO2 son las presiones parciales de CO y CO2, respectivamente y aC es la actividad del carbono. La actividad del carbono está relacionada con el porcentaje en peso de carbono en la austenita por el coeficiente de actividad del carbono (fC) de acuerdo con la siguiente ecuación: aC f C % peso C (Ec. 13.3) K es función de la temperatura y para la reacción representada en la ecuación 13.1 es: log K 8918 9 ,1148 T (Ec. 13.4) donde T es la temperatura absoluta en grados Kelvin. Las presiones parciales de CO y CO2 requeridas para mantener un dado contenido de carbono en la austenita superficial están determinadas por una combinación de las ecuaciones 13.2 y 13.3, como sigue: %enpesoC 1 PCO2 PCO2 Kfc (Ec. 13.5) Si el contenido de CO en la atmósfera excede la presión parcial requerida para mantener un dado contenido de carbono, la reacción de la ecuación 13.1 irá hacia la izquierda y ocurrirá la cementación hasta que un nuevo equilibrio se alcance. Este es el caso de la cementación comercial donde el contenido de carbono de un acero de bajo carbono se lleva a un valor más alto. Por otro lado, si la presión parcial de CO2 es demasiado alta en relación con el contenido de CO, la reacción de la ecuación 13.1 irá hacia la derecha y ocurrirá descarburación. Esta última condición se introduce a veces a propósito en la práctica comercial si el proceso inicial de cementación produjo un contenido de carbono demasiado alto, por ejemplo 1.2% C, y es deseable reducir el nivel de contenido de carbono en la superficie a 0.9%. Esta etapa en el ciclo de cementación se llama "etapa de difusión" puesto que mucho del carbono en la austenita adyacente a la superficie difunde hacia el interior de la pieza y produce un caso de difusión profunda. La ecuación 13.5 requiere del conocimiento del coeficiente de actividad, el cual varía en función de la temperatura y de la composición de la austenita. Harvey tabuló relaciones para los coeficientes de actividad en sistemas ternarios FeX-C donde X puede ser Ni, Si, Mn, Cr, Mo o V. También presentó un sistema para evaluar el coeficiente de actividad y el potencial de cementación para aceros con más de tres componentes. La discusión anterior describe los conceptos básicos del equilibrio gaseoso y la cementación. En la práctica convencional de cementación gaseosa, las atmósferas carburantes se producen por la combustión de gas natural u otro hidrocarburo en generadores de gas exotérmico o endotérmico que contienen CO, CO2, CH4, H2, H2O y N2. Por lo tanto, hay muchas otras reacciones que pueden ocurrir además de la presentada en 13.1, incluyendo las siguientes: CH 4 C 2H 2 CO H 2 O CO 2 H 2 (Ec. 13.6) (Ec. 13.7) Muchas de las tecnologías actuales de cementación gaseosa están basadas en las relaciones determinadas por Harris para las ecuaciones 13.1, 13.6, y 13.7 de acuerdo con el enfoque arriba descrito y asumiendo que la actividad del carbono en la austenita saturada 5 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales (austenita con contenido de carbono dado por Acm a una dada temperatura) es uno. Para austenita con menor concentración de carbono que la de saturación, se asume que la actividad es proporcional al grado de saturación. Por ejemplo, si el contenido de carbono de saturación de la austenita es 1.33%, se necesita conocer las presiones parciales de CO y CO2 que mantendrán el 1% C en la austenita, la actividad será igual a 1.00/1.33=0.75. La suposición parece ser válida para aceros sin alear o de bajo contenido de Ni y dentro del 10% para aceros de mayor aleación. En la literatura se pueden encontrar curvas basadas en el enfoque de Harris relacionadas a los contenidos de CO y CO2 requeridos para mantener distintos contenidos de carbono a distintas temperaturas de cementación. La Fig. 13.5 muestra tales curvas para 975ºC. Como se muestra, se requieren mayores contenidos de CO que de CO2 para la cementación, especialmente para altos contenidos de carbono en la superficie. Figura 13. 5- Porcentajes de equilibrio de monóxido de carbono y dióxido de carbono requeridos para mantener varias concentraciones de carbono a 975ºC en aceros al carbono y ciertos aceros de baja aleación. La ecuación 13.7 da el equilibrio entre CO, CO2, H2O y H2 y se usa para el control y determinación del potencial de carbono en la atmósfera de cementación. Para este último propósito, se usan frecuentemente medidas del contenido de H2O o CO2. El CO2 se mide por análisis infrarrojo. Para determinar el contenido de H2O en la atmósfera se usa el punto de rocío que se define como la temperatura, a una dada presión, a la cual la mezcla de gas precipitará su contenido de humedad. Más recientemente, el potencial de C se determina por medidas de la presión parcial de O2. Una vez que se conoce el contenido del O2, los contenidos de CO y CO2 pueden determinarse por la siguiente reacción de equilibrio: CO 1 2 O2 CO 2 (Ec. 13.8) Después de que se establece un dado potencial de C, la profundidad de penetración en un dado tratamiento de cementación se determina por la difusión del C dependiente del tiempo desde la superficie al interior de la pieza. La Fig. 13.6 muestra los perfiles de C calculados para una aleación Fe-C a 925ºC para tiempos entre 2 y 16 h de cementación, y la Fig. 13.7 muestra el efecto de la temperatura sobre la cementación en una aleación Fe-C cuando el tiempo se mantiene constante en 8 h. Estas figuras demuestran la importancia del tiempo y la temperatura sobre la profundidad producida por la cementación. 6 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales Las curvas de las Fig. 13.6 y 13.7 fueron calculadas por medio de la solución de VanOstrand-Dewey de la ecuación de difusión: Cc Cs X erf Dt (Ec. 13.9) Co Cs 2 donde Cs es la concentración superficial del carbono mantenido por el potencial de carbono en la atmósfera; C0 es el nivel inicial de carbono en la aleación Fe-C previo a la cementación; D es el coeficiente de difusión del carbono en la austenita; Cc es la concentración de carbono en función de la distancia desde la superficie; t es el tiempo luego del comienzo de la cementación. Se asumió que el coeficiente de difusión es independiente de la composición y tiene un valor promedio Dcγ= 0.12 exp(-32000/RT) [cm2/s]. El coeficiente de difusión en realidad varía con la concentración de carbono de la austenita. La ecuación 13.9 muestra los principios básicos de la difusión involucrados en la cementación y es muy idealizada con respecto a la práctica comercial. En particular, el coeficiente de difusión en los aceros varía no sólo con el porcentaje de carbono sino también con el contenido de aleantes, una situación para la cual Goldstein y Moren desarrollaron modelos matemáticos los cuales incorporan el efecto de otros elementos aleantes sobre el proceso de difusión. Aparte de esta reciente aproximación, las ecuaciones basadas sobre análisis empíricos de la ecuación 13.6 por Harris probaron ser adecuadas para aceros sin alear y aleados. A cualquier temperatura, la ecuación 13.9 se reduce a: X profundidad K t (Ec. 13.10) donde K es función de la temperatura e incluye la dependencia del coeficiente de difusión con la temperatura. La Tabla 13.1 lista valores de profundidad del recubrimiento a varios tiempos para tres temperaturas comúnmente usadas en cementación. Figura 13. 6- Concentración de carbono en una aleación Fe-C en función de la distancia calculada para varios tiempos de cementación a 925ºC asumiendo que el coeficiente de difusión es independiente de la composición. 7 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales Figura 13. 7- Concentración de carbono en una aleación Fe-C en función de la distancia calculada para varias temperaturas para 8 h de cementación asumiendo que el coeficiente de difusión es independiente de la composición. Tabla 13. 1- Profundidad del recubrimiento calculada por la ecuación de Harris. Cementación: Propiedades y estructura El objetivo de la cementación es obtener una cubierta de acero martensítico de alto carbono con buena resistencia al desgaste y a la fatiga superpuesto sobre un centro de acero de bajo carbono con buena tenacidad. Los aceros para cementación usualmente tienen un contenido de carbono alrededor de 0.2%. Por lo tanto, si la templabilidad es baja como en el caso de los aceros sin alear, la microestructura del centro consistirá de ferrita y perlita de relativa baja resistencia mecánica. Sin embargo, en muchos casos se requiere alta resistencia mecánica en el centro como en aplicaciones en trabajos pesados. En resumen, se requiere resistencia mecánica en el centro cuando los gradientes de tensión entre la superficie y el interior de la pieza en servicio son suficientemente altos como para causar el inicio de fisuración debajo de la capa dura en un centro no endurecido. Por esta razón, se utilizan ampliamente los aceros aleados con buena templabilidad que forman martensita en el centro 8 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales de la pieza cementada. La Tabla 13.2, tomada de un estudio de resistencia a la fractura de aceros cementados, muestra la composición y las templabilidades en DI de los aceros aleados más comúnmente usados para cementación. Los aceros de grado EX son aceros aún no designados en la norma SAE. En el caso de los grados de cementación, estos aceros fueron desarrollados para tener diferentes rangos de templabilidad de los grados estándar (como se muestra en la Tabla 13.2) por medio del ajuste de los contenidos de aleantes. Dependiendo de la templabilidad, esto es, de la composición de un acero de cementación, del tamaño de la muestra y de la severidad de temple, pueden asociarse gradientes de dureza completamente diferentes con un dado gradiente de carbono. Se asociará la máxima dureza a un dado nivel de carbono con una microestructura completamente martensítica, pero pueden también formarse bainita y otras microestructura de menor dureza si el enfriamiento no es suficiente para formar martensita. Wyss desarrolló un esquema para el cálculo del gradiente de dureza a partir de los gradientes de carbono. La primera etapa es calcular las curvas de Jominy para una dada composición de aleantes a varios contenidos de carbono. Luego se obtiene una distancia equivalente desde el borde templado de la probeta Jominy para un dado diámetro de barra y severidad de temple de acuerdo con el método de Grossmann. La distancia equivalente, esto es, una velocidad de enfriamiento efectiva, se usa luego para obtener los valores de dureza en función del contenido de carbono desde varias curvas Jominy. Entonces puede representarse la dureza en función de la distancia si se conoce o se calcula el contenido de carbono en función de la distancia desde la superficie cementada. Tabla 13. 2- Composición, tamaño de grano y templabilidades de algunos aceros para cementado. Una vez que se establecen la concentración de carbono en la superficie y la profundidad mediante el control de los parámetros del proceso, el acero cementado se templa para formar martensita y posteriormente se reviene. La pieza puede ser endurecida directamente después del cementado o puede ser enfriada y recalentada para refinar la microestructura. La Fig. 13.8 muestra la microestructura de un acero EX 24 cementado a 1050ºC y enfriado a 845ºC previo al temple en aceite. Esta microestructura es típica de la que se produce en un acero de grano fino por temple directo en casos de cementado conteniendo 1% C en la superficie. La martensita tiene una morfología en placa y puede estar presente 9 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales alrededor del 20-30% de austenita retenida. Menores contenidos de carbono en la cubierta producirán una martensita fina tendiendo a la morfología en láminas y reducirá el contenido de austenita retenida. La Fig. 13.9 muestra la microestructura de una cubierta producida en un acero 8620 que fue recalentado a una temperatura inferior a Acm. La microestructura resulta muy refinada por este tratamiento, tanto que la matriz de martensita y austenita retenida no son resolubles por microscopía óptica. Las finas partículas blancas visibles son carburos retenidos porque la cubierta no fue recalentada dentro del campo monofásico de la austenita. Las Fig. 13.8 y 13.9 muestran microestructuras que son típicas de los resultados de una buena práctica comercial. Sin embargo, algunos problemas debidos al procesado pueden afectar adversamente la microestructura y las propiedades. Una característica común de la cementación gaseosa convencional es la oxidación interna que se desarrolla a una profundidad de alrededor de 0.025 mm desde la superficie cementada. La Fig. 13.10 muestra un ejemplo de oxidación intergranular en una probeta de cementación gaseosa. Aunque en muchas aplicaciones es tolerable la presencia de dicha oxidación intergranular, los óxidos afectan adversamente la resistencia a la fatiga, especialmente cuando hay una disminución de los elementos de aleación en la superficie debido a la formación de óxidos de aleantes por lo cual se reduce la templabilidad de la superficie al punto tal que se forman microestructuras como bainita o perlita en vez de martensita. La formación de microestructuras no martensíticas disminuyen las tensiones de compresión en la superficie y aumentan la susceptibilidad al inicio de fisuras por fatiga. Para aplicaciones críticas, se remueve la capa de óxido por esmerilado o maquinado. Puesto que la oxidación es el resultado del contenido de oxígeno de los gases de cementación, se usa el descenso en la presión parcial de oxígeno o la cementación en vacío para reducir significativamente el contenido de oxígeno en la atmósfera de cementación y eliminar la oxidación superficial. Un estudio sistemático de la oxidación interna durante la cementación muestra que ciertos elementos tales como Cr, Mn, Si y Ti aumentan la oxidación y que la eliminación del Si de los aceros de cementación tiende a eliminar la oxidación de la superficie. La oxidación superficial producida por la cementación gaseosa no sólo introduce partículas duras de óxidos sino que también pueden disminuir significativamente la templabilidad superficial de los aceros para cementación. Muchos factores microestructurales poseen influencia en la fatiga de los aceros para cementación, en especial el tamaño de grano austenítico, pero para un tamaño de grano constante, las partículas de óxido formadas frecuentemente en los bordes de grano de la austenita, disminuyen la resistencia a la fatiga. Como se mencionó anteriormente, un problema más severo asociado con la formación de óxido es la reducción de la templabilidad de la cubierta cuando los elementos tales como manganeso, cromo y silicio se incorporan en los óxidos. Un estudio de Dowling et al. demuestra este efecto perjudicial de la oxidación superficial. Las Fig. 13.11 y 13.12 muestran el efecto de la formación de productos no martensíticos debido a la oxidación en un acero para cementación 8620 de relativamente baja templabilidad con 0.92% Mn, 0.50% Cr, 0.38% Ni y 0.16% Mo. Se observa una reducción severa en la respuesta a la fatiga y en las tensiones residuales de compresión del acero 8620 en comparación con el acero cementado 4615 con 0.52% Mn, 0.12% Cr, 1.75% Ni y 0.54% Mo, una mezcla de elementos de aleación poco sensibles a la oxidación. Las Fig. 13.13 y 13.14 muestran el efecto perjudicial sobre la microestructura de la superficie de un contenido de carbono demasiado alto. La alta concentración de carbono en la superficie puede ser el resultado de un corto tiempo de difusión después de haber saturado la austenita o de la geometría, donde el carbono tiene una buena superficie de acceso a una porción del acero (especialmente muestras con ángulos agudos) pero la difusión hacia el interior se restringe. La Fig. 13.13 muestra un alto contenido de austenita retenida en un acero 8620 y la Fig. 13.14 muestra carburos en los límites de grano que se formaron en un acero EX 24 al ser recalentado para su endurecimiento después de la cementación. El recalentamiento 10 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales causó alguna aglomeración de carburos y, por lo tanto, reduce su efecto perjudicial sobre la iniciación de fisuras por fatiga. Figura 13. 8- Microestructura adyacente a la superficie de un acero EX 24 cementado a 1050ºC, enfriado a 845ºC y templado en aceite. Figura 13. 9- Microestructura adyacente a la superficie de un acero 8620 cementado a 1050ºC, templado en aceite desde 845ºC y recalentado a 845ºC. Figura 13. 10- Ejemplo de oxidación intergranular de la superficie a lo largo de los bordes de grano auténticos en un acero cementado. 11 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales Figura 13. 11- Tensión versus ciclos a la falla para aceros 8620 y 4615 con cementación gaseosa. Figura 13. 12- Perfiles de tensiones residuales para los aceros 8620 y 4615 con cementación gaseosa. Figura 13. 13- Alto contenido de austenita en un acero 8620 cementado a 1050ºC y enfriado a 845ºC antes del temple. 12 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales Figura 13. 14- Red de cementita de una probeta del acero EX 24 cementado a 1050ºC, templado en aceite y recalentado a 845ºC. Otra característica microestructural que puede afectar adversamente las propiedades de los aceros cementados son las microfisuras que se desarrollan en las microestructuras martensíticas de alto contenido de carbono a causa del choque entre las placas. La Fig. 13.15 muestra ejemplos de microfisuras formadas en la cubierta en un acero 8620 de grano grueso. La micrografía muestra un caso extremo de microfisuración. La microfisuración se reduce cuando la martensita se forma en austenita de granos fino, cuando la morfología de la martensita se aproxima a láminas a medida que el carbono se reduce por debajo del 1% y como resultado del revenido. La Fig. 13.16 muestra el resultado de un estudio del efecto de la morfología de la martensita, incluyendo el efecto de la microfisuración, en la resistencia a la fatiga de un acero 8620 cementado de tamaño de grano grueso. Todas las probetas fueron pulidas químicamente y, por lo tanto, se evita la influencia de la oxidación intergranular en la fractura por fatiga. Las probetas directamente templadas desde la temperatura de cementación poseen la estructura más gruesa y la mayor densidad de microfisuras, algunas de las cuales quedaron expuestas en las superficies de las probetas por el pulido químico. La probeta recalentada una vez posee una estructura de grano austenítico más fino y, por lo tanto, placas de martensita más finas y una menor densidad de microfisuras. Debido a que el contenido de austenita retenida y los perfiles de dureza en estas probetas fueron idénticos, la mejoría en la resistencia a la fatiga de las probetas con un recalentamiento se atribuye al menor tamaño de las microfisuras y su menor densidad en la estructura más fina. La mejor resistencia a la fatiga se observó en las probetas con doble recalentamiento con una microestructura de la cubierta similar a la mostrada en la Fig. 13.9. Los factores que probablemente contribuyeron a la alta resistencia a la fatiga de las probetas con doble recalentamiento son la eliminación de las microfisuras superficiales, la microestructura mucho más fina de la martensita y la mayor dureza y menor contenido de austenita retenida. El estudio de las probetas cementadas pulidas químicamente muestran que las microfisuras, o posiblemente una característica microestructural asociada, como la fragilización de los bordes de grano de la austenita, inician las fisuras por fatiga en probetas templadas desde el campo austenítico. En las probetas recalentadas en el campo austenitacementita, las fisuras por fatiga se iniciaron un los hoyuelos de corrosión por picado producidos durante el pulido químico. Un estudio del origen de la fractura por fatiga en un acero cementado a 0.7% C muestra que las fisuras en las muestras electropulidas se inician principalmente en los bordes de grano primarios austeníticos y a veces en partículas de inclusiones. En las muestras comerciales cementadas que no están sujetas a ningún tipo de pulido o tratamiento de remoción, las fisuras por fatiga se inician mayoritariamente en las superficies intergranulares de los óxidos o de rugosidad. En aceros de grano fino o aceros 13 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales cementados a un nivel de carbono que lleva a martensita en láminas, no se espera que la microfisuración sea la principal causa de la iniciación de las fisuras por fatiga. Figura 13. 15- Microfisuras en la martensita de un acero 8620 cementado de grano grueso. Figura 13. 16- Tensión máxima aplicada versus ciclos hasta la falla (curva S-N) para probetas de fatiga de cuatro puntos de un acero 8620 con tres tratamientos distintos de cementación. El estudio del acero de grano grueso 8620 cementado también revela varias características de la fractura de aceros cementados. La Fig. 13.17 muestra los orígenes de fracturas por fatiga en probetas cementadas con temple directo y con doble recalentamiento. La fisura por fatiga de la probeta de temple directo (Fig. 13.17a) se inició en microfisuras o por fragilización de los bordes de grano de la austenita primaria. La fisura por fatiga estable fue bastante lisa (área dentro del semicírculo de rayas) pero por la sobrecarga y la rápida 14 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales propagación se volvió intergranular. En contraste, las porciones de fatiga y sobrecarga de la superficie de fractura de la probeta con doble recalentamiento fueron transgranulares y bastante lisas. La Fig. 13.18 muestra micrografías de mayor magnificación de microscopía electrónica de la fractura por sobrecarga del temple directo y del doble recalentamiento. La fractura intergranular (ver Fig. 13.18a) se observa frecuentemente en aceros cementados y mediante análisis Auger se determina que está asociada con concentraciones de fósforo y carbono mayores que las del interior del acero. La forma del pico Auger indica que el carbono en el borde de grano está presente en forma de cementita y, por lo tanto, la fractura intergranular es una manifestación de fragilización por temple. En los aceros cementados las condiciones de fragilización intergranular están presentes en condiciones de temple y revenido que normalmente se considerarían inmunes a la fractura intergranular en aceros de medio carbono. Además de la microestructura, las tensiones residuales desarrolladas durante el temple de un acero cementado también afecta favorablemente la resistencia a la fatiga. Koistinen primero explica que las tensiones de compresión superficiales formadas en los aceros cementados se deben a gradientes en Ms asociados con los gradientes de carbono en las probetas cementadas. En la superficie, Ms es mínima y a medida que el carbono disminuye con la distancia dentro de la probeta, Ms aumenta. Por lo tanto, durante el temple la temperatura primero disminuye por debajo de Ms en algún punto alejado de la superficie y se forma la martensita en ese lugar. Posteriormente, en el ciclo de temple, la superficie con menor Ms transforma a martensita y debido a que su expansión es retenida por la capa subsuperficial ya transformada, queda en compresión. Ebert estudió extensamente el desarrollo de las tensiones residuales en los aceros cementados y, en la Fig. 13.19 tomada de su trabajo, compara las tensiones de compresión en la superficie de una probeta cementada con las tensiones de tracción en la superficie desarrolladas en una probeta endurecida. Cementado: fatiga y fractura Esta sección describe observaciones adicionales concernientes a la fatiga y fractura por flexión de aceros cementados y se aplica a microestructuras de éstos aceros comerciales de buena calidad, como se muestran en las Fig. 13.8 y 13.9. Los dos principales tipos de fracturas por fatiga descriptas en la sección anterior parecen ser bastante reproducibles. Uno (Fig. 13.17a) está asociado una resistencia a la fatiga baja a moderada, mientras que el otro (Fig. 13.17b) está asociado con una resistencia a la fatiga muy alta. Las microestructuras de las cubiertas endurecidas de los aceros cementados son en realidad microestructuras compuestas consistentes en austenita retenida y martensita revenida, y tanto la cantidad de la austenita retenida como el refinamiento de la martensita poseen influencia significativa en la nucleación y crecimiento de los dos tipos de fractura por fatiga. El tipo de fractura por fatiga de baja tensión se forma típicamente bajo condiciones de fatiga de bajo ciclo y alta deformación y se relaciona con altos contenidos de austenita retenida y tamaños de granos de la austenita grandes, ambas características microestructurales que favorecen la deformación plástica. La fisura por fatiga tiene su origen invariablemente en los bordes de grano austeníticos. Esta fisura en el borde de grano se relaciona con la fragilización de los bordes por la segregación de fósforo durante la austenización y la formación de cementita durante el enfriamiento, y Zaccone mostró que se forma en el primer ciclo de fatiga pero que es detenido por la transformación de la austenita retenida. La formación de martensita inducida por deformación introduce tensiones de compresión favorables y no sólo detiene la fractura en borde de grano sino que también disminuye la velocidad de propagación de las fisuras por fatiga de bajo ciclo. Sin embargo, la fisura en el borde de grano inicia una fisura de fatiga transgranular lisa (Fig. 13.17a) que crece hasta un 15 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales tamaño proporcional a la relativa baja tenacidad a la fractura de los aceros de alto carbono endurecidos, 20 a 27 MP m . Cuando se alcanza el tamaño crítico de fisura se desarrolla una fractura por sobrecarga, típicamente con una gran fracción de fractura intergranular, el modo de fractura característico del estado microestructural propicio para la nucleación y crecimiento de este modo de fisura por fatiga. El tipo de fractura por fatiga de alta tensión se desarrolla sobre muchos ciclos de tensión, típicamente en defectos de la superficie, inclusiones u óxidos, en contraste con el inicio inmediato de la fisura en borde de grano en los primeros ciclos de carga. Entonces, las condiciones microestructurales que resisten la deformación plástica y previenen la fisuración en borde de grano – a saber, contenido bajo de austenita retenida y tamaño de grano fino austenítico, que se traduce en finas mezclas de austenita retenida y martensita revenida – previenen la nucleación de fisuras por fatiga (es decir, contribuyan a altos límites de fatiga) o retrasan el inicio de las fisuras por fatiga a niveles de tensiones muy altos. Los roles que juegan el tamaño de grano austenítico y la austenita retenida en la fatiga de alto ciclo fue claramente demostrado por Pacheco. La Fig. 13.20 muestra los resultados de ensayos de fatiga de flexión realizados en probetas cementadas con gas y plasma en un acero SAE 8719. Los altos límites de fatiga se correlacionan con tamaños de grano austeníticos finos (Fig. 13.21) y contenidos bajos de austenita retenida (Fig. 13.22). Los efectos de los dos parámetros microestructurales en los límites de fatiga se muestran en la Fig. 13.23. Figura 13. 17- Inicio de fisuras por fatiga de un acero 8620 de grano grueso cementado (a) directamente templado desde la temperatura de cementación a 927ºC y (b) recalentado a 788ºC luego de la cementación. Ambas probetas fueron revenidas a 145ºC. Micrografías electrónicas de barrido. Figura 13. 18- Superficies de fractura por sobrecarga del recubrimiento en un acero 8620 cementado (a) templado directamente luego del cementado a 927ºC y (b) recalentado a 788ºC. Ambas probetas fueron revenidas a 145ºC. Micrografías electrónicas de barrido. 16 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales Figura 13. 19-Tensiones residuales en función de la distancia a través del espesor de probetas de acero cromocarbono cementados y sin cementar. Figura 13. 20- Tensión versus ciclos a fatiga por flexión en un acero 8719. Las probetas fueron cementadas con gas o plasma y temple directo o recalentamiento después del cementado según indique. 17 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales Figura 13. 21- Límites de fatiga en función del tamaño de grano austenítico en un acero 8719 cementado y endurecido como se indica. Nitrurado El nitrurado es un tratamiento térmico superficial de endurecimiento que introduce nitrógeno en la superficie del acero mientras éste se encuentra en la fase ferrítica. El nitrurado se asemeja a la cementación en que se altera la composición superficial pero el nitrógeno se agrega a la fase ferrita mientras en que la cementación a la austenita. El hecho de que el nitrurado no involucre un calentamiento dentro del campo austenítico y el temple posterior para formar martensita significa que puede realizarse con un mínimo de distorsión y excelente control dimensional. Los aceros para nitruración son generalmente aceros de medio carbono que contienen fuertes formadores de nitruros tales como Cr, Al, V, Mo. El aluminio especialmente, que ya fue tratado con respecto al control de tamaño de grano austenítico, es un fuerte formador de nitruros y se usa en cantidades entre 0.85% y 1.5% en aceros para nitrurar. Previo al nitrurado, los aceros son austenizados, templados y revenidos. El revenido se realiza entre 540 y 750 ºC, rango por encima del cual se realiza el nitrurado. El revenido por encima de la temperatura de nitruración genera una estructura de la cubierta que será estable durante el nitrurado. La nitruración gaseosa se realiza con gas de amoníaco, el cual se disocia en la superficie del acero de acuerdo con la siguiente reacción: NH 3 N 3H (Ec. 13.11) 18 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales El nitrógeno atómico resultante se absorbe en la superficie del acero. Figura 13. 22- Límites de fatiga en función de la austenita retenida en el acero 8719 cementado y endurecido como se indica. Figura 13. 23- Límites de fatiga en función del tamaño de grano austenítico y la austenita retenida en el acero 8719 cementado. 19 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales Dependiendo de la temperatura y concentración de N que difunde dentro de la ferrita del hierro o de aceros al carbono, pueden formarse distintas fases. Una baja concentración de N causa que α’’ Fe16N2, precipite desde la ferrita en forma de finos precipitados coherentes. Una alta concentración de N produce γ’, o Fe4N, esta fase constituye una capa blanca y frágil en los aceros nitrurados. A mayores contenidos de N se produce el nitruro ε, el cual combinado con el carbono, es una fase tribológicamente deseable. Las Figs. 13.24 y 13.25 muestran respectivamente el diagrama Fe-N y la concentración de NH3 en una mezcla de NH3-H2 la cual produce varias fases de nitruros. La nitruración de los aceros aleados produce zonas de difusión de finos precipitados como se discutirá luego. Figura 13. 24- Diagrama de fase hierro-nitrógeno. Figura 13. 25- Concentración de amoníaco en mezclas de amoníaco-hidrógeno y rangos de temperatura para la formación de varias fases Fe-N. La nitruración puede ser de una o dos etapas. El proceso de una etapa se realiza a una temperatura de 500 a 525ºC con un 15 a 30% de disociación del amoniaco, es decir, con una atmósfera que contiene 70 a 85% de amoniaco, que es la fuente de nitrógeno. Este proceso produce la fase γ’ frágil. El proceso de dos etapas minimiza el espesor de la capa blanca. La primer etapa es similar a la descrita anteriormente, pero en la segunda etapa la disociación se incrementa entre 65 a 85% de modo tal que se reduce el contenido de NH3 en la atmósfera que suministra el N a la superficie de acuerdo con la reacción representada en la ecuación 13.11. Como resultado el nitruro de hierro no crece tan rápidamente y de hecho se disuelve a medida que suministra nitrógeno al interior del acero. Los tiempos de nitrurado son bastante 20 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales largos, desde 10 a 130 h dependiendo de la aplicación siendo la penetración del recubrimiento relativamente pequeña, usualmente menos de 0.5 mm. La microestructura de un acero nitrurado se muestra en la Fig. 13.26. La capa blanca es claramente visible. Debajo de ésta, se formaron finos nitruros de aleantes pero son tan pequeños que no pueden resolverse con un microscopio óptico. A las temperaturas a las cuales se realiza el nitrurado comercial se forman pequeñas aglomeraciones o zonas de precipitados de elementos aleantes sustitucionales y del nitrógeno intersticial. Las zonas sustitucional-intersticial permanecen bastante finas y no crecen fácilmente durante el calentamiento debido a la lenta difusión de los átomos sustitucionales. A menores temperaturas sólo se forman los nitruros de hierro mientras que a mayores temperaturas se forman nitruros de elementos de aleación. Los recubrimientos nitrurados son más duros que los obtenidos por cementación y son bastante estables en servicio hasta la temperatura del proceso de nitruración. Por lo tanto, la nitruración produce excelente resistencia al desgaste bajo condiciones de calentamiento producido por la fricción entre las partes en contacto. Otro importante beneficio de la nitruración es la mejora en la resistencia a la fatiga. Figura 13. 26- Capa blanca y zona de difusión en un acero nitrurado. El acero es Nitralloy 135 Modified conteniendo 0.4% C, 1.6% Cr, 0.35% Mo y 1.13% Al. La microestructura base es martensita revenida con 30 HRC de dureza. Carbonitruración La carbonitruración es un tratamiento térmico de endurecimiento superficial que introduce C y N en el acero en la fase austenítica. Este tratamiento es similar a la cementación en que se cambia la composición de la austenita y aumenta la dureza superficial por temple por la formación de martensita. La dureza superficial en la cabonitruración depende tanto de la formación de nitruros como de la formación de martensita. El proceso de carbonitruración utiliza una atmósfera que contiene amoníaco más un gas rico en carbono o un hidrocarburo líquido vaporizado que es la fuente de carbono como en el cementado. El amoníaco se disocia sobre la superficie del acero e introduce N atómico. Dado que el nitrógeno inhibe la difusión del carbono más el hecho de que la carbonitruración se realiza a temperaturas más bajas (700-900ºC) y tiempos más cortos que la cementación, da como resultado un bajo espesor de capa (0.075 a 0.75 mm). A mayores temperaturas, la descomposición del amoníaco es demasiado rápida limitando el suministro de nitrógeno. Las temperaturas bajas del carbonitrurado no se usan frecuentemente a causa del peligro de explosión y las estructuras frágiles formadas a bajas temperaturas. Sin embargo, se desarrolló una variante de carbonitrurado a baja temperatura, llamada nitrocarburación austenítica. Este 21 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales proceso se realiza en un rango de temperatura entre 675-775ºC produciendo en la superficie una capa de compuesto de carbonitruro ε. La Fig. 13.27 muestra el contenido de carbono y nitrógeno a 700ºC que produce la fase ε tribológicamente deseable. Figura 13. 27- Sección isotérmica de Fe-C-N a 700ºC. El nitrógeno en los aceros carbonitrurados también mejora la templabilidad y hace posible la formación de martensita en aceros sin alear o de baja aleación que inicialmente tienen baja templabilidad. Los nitruros formados debido a la presencia de nitrógeno también contribuyen al aumento de la dureza en el recubrimiento. El nitrógeno, al igual que el carbono, disminuye Ms. Por lo tanto, una considerable cantidad de austenita puede quedar retenida después del temple de una parte carbonitrurada. Si el contenido de austenita es tan alto que reduce la dureza y la resistencia al desgaste, la misma puede controlarse por una reducción del contenido de amoníaco en el gas de carbonitruración ya sea a lo largo de todo el ciclo o durante la última porción del mismo. Otra consecuencia de contenido excesivo de nitrógeno en el recubrimiento es la presencia de porosidad. Nitrocarburación ferrítica Otro tipo de endurecimiento superficial que involucra la introducción de carbono y nitrógeno dentro del acero es la nitrocarburación ferrítica. En contraste con la carbonitruración pero similarmente al proceso de nitruración, el carbono y el nitrógeno se agregan a la fase ferrítica a una temperatura por debajo de Ac1. El efecto de este proceso es la formación de una delgada capa monofásica del carbonitruro ε, un compuesto hexagonal ternario de Fe-N-C, formado entre 450 y 590ºC. La capa de carbonitruro ε tiene excelentes propiedades antidesgaste y antiagarre con un mínimo de distorsión. Esta capa puede formarse en aceros baratos con microestructura de ferrita y perlita, mejorando marcadamente su resistencia al desgaste y a la fatiga. La Fig. 13.28 muestra los perfiles de dureza de varios aceros sometidos a un tratamiento de nitrocarburación ferrítica en fase gaseosa. Son evidentes la muy elevada dureza y la poca penetración del recubrimiento producidas por el proceso en aceros aleados, aún en aceros sin 22 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales alear el efecto es significativamente beneficioso. Algún aumento en la dureza del recubrimiento se debe a la zona de difusión debajo de la capa del compuesto, especialmente en los aceros con mayor contenido de aleantes con fuertes formadores de nitruros tal como el Nitralloy N (1.0 a 1.3% Cr, 0.85 a 1.20% Al y 0.20 a 0.30% Mo). En esta zona de difusión, se desarrollan nitruros o zonas de precipitados similares a aquellos que se forman como resultado del nitrurado cuando el nitrógeno difunde al interior del acero desde la capa del compuesto. Como regla general, la capa del compuesto da buenas propiedades tribológicas, pero se necesita de una capa de difusión sustancial para una buena resistencia a la fatiga. Somers y Mittemeijer documentaron la siguiente secuencia de crecimiento de capas en la nitrocarburación de hierro a 570ºC en una atmósfera de 53.1 % vol. NH3, 43.9 % vol. H2 y 3% vol. CO. Comenzando desde la superficie se forman las siguientes capas: carbonitruro ε (Fe2(N,C)1-x), cementita (θ o Fe3C) con alto grado de porosidad, carbonitruro ε con menor contenido de carbono y finalmente carbonitruro γ’ (Fe4(N,C)1-x) pobre en carbono adyacente al sustrato de hierro. Estas capas y los perfiles de concentración de carbono y nitrógeno producidos por una nitrocarburación durante 15 h se muestran en la Fig. 13.29 y una estructura en capas similar producida por nitrocarburación durante 24 h se muestra en la Fig. 13.30. Los trabajos de Somers y Mittemeijer muestran que la formación del compuesto comienza con la nucleación de γ’ y el crecimiento de ε sobre la γ’. La formación de la cementita se debe a poros producidos por la recombinación de átomos de nitrógeno disueltos y carbono de los túneles de los poros. Además de estos tratamientos de endurecimiento superficial “tradicionales”, pueden encontrarse la descripción de métodos más nuevos que utilizan haces de alta energía, plasmas, vacío y deposición de vapor en el Capítulo 22 de Steel: Procesing, structure and Performance, Krauss G, ASM Inter, 2005. Figura 13. 28- Perfiles de microdureza en varios tipos de aceros luego de la nitrocarburación ferrítica gaseosa. 23 Estructura y Propiedades de las Aleaciones-Facultad de Ingeniería-UNLP Capítulo 13: Tratamientos térmicos superficiales Figura 13. 29- Capas de los compuestos (arriba) y perfiles de concentración (abajo) de una nitrocarburación gaseosa de hierro a 570ºC por 15 h. Figura 13. 30- Capas de compuestos en secuencia como en la Fig. 13.29 de hierro con nitrocarburación gaseosa a 570ºC por 24 h. 24