EL DÍA, domingo, 9 de febrero de 2014 p1 UNA PRIMAVERA CANARIA. ¿Serían posible en las del domingo Islas unos sucesos como los que convulsionan el norte de África? 6/7 revista semanal de EL DÍA HENRY MOORE, IBÁÑEZ, SCHENNING, MANRIQUE Y UN GUERRERO PARA GOSLAR UNA RELACIÓN CAUSAL QUE SE INICIÓ EN TENERIFE MOTIVADA POR EL ARTE Texto: Álvaro Fajardo Hernández alvarofajardoh@gmail.com Fotos: Archivos de Adrián Ibáñez y Peter Schenning. A Eladio de la Cruz, escultor-amigo, por donativa generosidad con Garachico, deseándole su salutífera recuperación, para que pueda realizar las esculturas pendientes de Teno, El Tanque e Ycod, Carmen Casariego por información adicional, Hugo Luengo por reciente amistad “milenaria”, Miguel Becerra, que se olvidó de invitarme a la exposición de Moore, sobre todo a la familia Ibáñez-Randolf y Peter Schenning, protagonistas de esta historia de amistad y arte. Y, cómo no, a un Guerrero para Goslar por permitirme, con permiso de Moore, interpretarlo a mi antojo. “El arte es una forma de vida y como tal no tiene fin” (Henry Moore) “Existen formas universales (arquetipos) a las que estamos inconscientemente condicionados, y a las que respondemos si nuestros controles conscientes no las censuran” (H. Moore) E l domingo, 17 de diciembre 2013 la separata La Prensa del periódico EL DÍA publicó, con texto de Antonio Salgado Pérez, un documentado artículo que tituló “Recordando a Henry Moore”, para conmemorar la I Exposición Internacional de Esculturas en la Calle, que tuvo antecedentes en la organizada por el Colegio de Arquitectos de Tenerife, hace ahora 40 años, y que en esta ocasión fue copatrocinada por la Obra Social La Caixa, la Fundación CajaCanarias, el Ayuntamiento de Santa Cruz y la Henry Moore Foundation. La muestra contó con 7 obras significativas del amplio repertorio escultórico de Moore que, de forma excepcional, se expusieron en los entornos de las plazas de España, del Patriotismo, La Candelaria y El Príncipe, desde el 24 de octubre al 1 de diciembre. Exposición itinerante que pasaría a Las Palmas de Gran Canaria, Sevilla, Valencia y Bilbao. El acto inaugural contó con la presencia de numerosas autoridades y de la comisaria Anita Feldman, responsable de Colecciones de la Fundación Henry Moore en Londres. El artículo periodístico de Salgado recrea el ambiente, biografía y anecdotario de la vida y obras del universal escultor británico, que no repito por estar magistralmente tratadas por el autor. Quiero centrar este artículo en las relaciones, poco conocidas, de Henry Moore con algunos artistas canarios y un mecenas alemán que se inician causalmente en Tenerife, concretamente en La Orotava, y de las que son protagonistas el pintor catalán Luis Ibáñez, residente en el Puerto de la Cruz, su compañera inglesa Diana Randolf, un turista alemán de nom- Henry Moore, Adrián Ibáñez y Peter Schenning en Perry Green, en 1980. bre Peter Schenning, un chinijo pelirrojo llamado Adrián Ibáñez y el artista lanzaroteño César Manrique, a los que conocí por encontrarme por esas fechas, 1969-73, trabajando en el Puerto de la Cruz como director del Colegio Británico Yeoward, donde Adrián Ibáñez estudió algunos años, y que fue donde vi por primera vez una escultura de Henry Moore en un cartel donado por Miss Burton, profesora de Historia, que fue, en Oxford y que en su retiro dio clases en el British Yeoward School. La profesora Burton, además de amiga personal de Bertrand Russell, había sido alumna de Moore en unos cursos que se impartían para posgraduados en arte en la Royal College of Art londinense. El cartel firmado y dedicado a Miss Burton representaba el grupo escultórico “The King and the Queen”, realizado por Moore entre 1952-53. El industrial alemán Peter Scheninng me fue presentado por Summer, cónsul honorario de Gambia, en su casa de Santa Úrsula, con él no tuve más contactos e ignoraba su interés por el arte. La relación con César Manrique fue más personal, toda vez que estaba realizando las obras del Lago Martiánez, y al ser expropiadas, para la ampliación de la carretera actual, las márgenes del futuro colegio Casa Azul, las palmeras que estaban en el jardín se las regalaron a César para que las pusieran en la zona ajardinada del lago. Gesto que agradeció a los que llevamos a cabo la operación de trasplante, que contó con la intermediación del doctor Emilio Ruiz García y el promotor alemán David Gilbert, al que se deben las primeras piscinas artificiales del Puerto de la Cruz. Historia de una relación inusual, insólita y causal En 1961 se encontraban, procedentes de Sitges, en el Puerto de la Cruz el pintor Luis Ibáñez y la diseñadora inglesa Diana Randolf exponiendo en los bajos del edificio “Mayaba” (Manuel Yanes Barreto), próximo a la avenida Colón. El primero, sus cuadros, y su compañera, camisetas pintadas con diseños exclusivos que los turistas de entonces solían comprar y llevarse como suvenir. Un día les visita uno de tantos extranjeros que ojeaban a diario los cuadros y objetos en venta, dirigiéndose al pintor en correcto inglés con acento alemán e interesándose por el precio de dos cuadros. El pintor le remite a su compañera por no entenderlo. El turista alemán le hace una oferta conjunta muy por debajo de los precios fijados, lo que no agradó a Diana. El posible comprador se fue sin despedirse. Luis Ibáñez no dio importancia a este incidente tan frecuente en la venta de arte en zonas turísticas. Al día siguiente, el alemán entabla conversación con Randolf, pidiendo disculpas y aceptando los precios fijados por el pintor Ibáñez, además de elogiar la tenacidad con que defendía la valía artística de su compañero. El comprador en cuestión se llamaba Peter Schenning, un acaudalado industrial alemán del aluminio residente en la Isla que había comprado y sorribado unos terrenos en la Urbanización Humboldt, de La Orotava, con la idea de construir una casa y el resto dedicarlo a la recreación de un jardín artístico en memoria de su compatriota Alexander Von Humboldt, que había estado 7 días, también de forma causal, en la isla, visitando el Teide, herborizando y recogiendo información que luego, pasados los años, reflejaría en sus escritos, y por el que Schenning sentía admiración. El jardín artístico planeado y diseñado por Peter Schenning debía, de forma simbólica, reflejar esa corta, pero intensa, estancia de 7 días de Humboldt en Tenerife, proyectando pasa a la pág. siguiente® p2 domingo, 9 de febrero de 2014, EL DÍA EN PORTADA plantar: 7 dragos, 7 madroños y 7 barbusanos (7 pies de cada especie nativa canaria), y construir en la parte alta del terreno dos atelieres; uno para artistas locales y otro para pintores, escultores y diseñadores internacionales invitados, con el compromiso formal de realizar, como mínimo, siete obras que evocaran el paradisíaco y bucólico paisaje que había encontrado y descrito el ínclito viajero naturalista alemán, obras que quedarían para la posteridad en el jardín artístico como homenaje perenne a la figura de Humboldt. Para desgracia nuestra, las autoridades no entendieron el gesto altruista del industrial alemán, pensando que se trataba de una operación financiera encubierta con fines urbanísticos. La casa se construyó y bautizó como “Don Quijote”, para la que Adrián Ibáñez realizó diversos dibujos y esculturas, con maderos mostrencos, alusivas a personajes cervantinos, de los que Schenning era admirador incondicional. La casa ha cambiado de propietario, conservando parte de las esculturas, móviles y cuadros que hicieran Adrián y su padre Luis Ibáñez como inicio para este magno y fallido proyecto artístico que “voló” –como los pájaros esculturales de tea que decoraban el jardín– a Goslar, un pequeño pueblo alemán de la Baja Sajonia y residencia habitual que fue de los emperadores del Sacro Imperio Romano-Germánico hasta 1253, y que es donde está el original guerrero del que hay una copia en Santa Cruz de Tenerife, donada por Henry Moore. Peter Schenning adquirió en Mönchehauss una “ackerbürgerhaus”, casa gremial del s. XVI con entramados de maderas empotradas en las paredes y enormes graneros en forma de U, que delimitaban un recoleto patio primorosamente empedrado, y que serían ideales para instalar, una vez restaurados, el hoy famoso Mönchehaus Museun Für Moderne Kunst Goslar, fundado inicialmente por el industrial Schenning en 1974, pasando a una Asociación para la Promoción del Arte Moderno que lo gestiona desde 1978 hasta la fecha. La ceguera de los políticos locales de entonces impidió que el proyecto de Schenning dedicado a Humboldt fracasara lamentablemente. Recuérdese que por esas fechas otro alemán, Wolfgang Kiessling , había adquirido una finca con casa y jardín en el Puer- de ser la primera ciudad alemana que, en 2013, tomó una decisión de gran trascendencia político-social al retirar la ciudadanía de honor a Adolf Hitler, y saltar a la primera página de noticias un poco más frívolas y mediáticas al estarse rodando en Goslar la película de George Cloony “The monuments men”, en la que es protagonista de excepción el Mönchehaus Museun. La pequeña gran Goslar está hermanada con varias ciudades europeas (Arcachon, Windsor, Berón, Bozeg y Ra’anana). Desde aquí propongo al alcalde José Manuel Bermúdez que inicie los trámites para que Santa Cruz de Tenerife sea la siguiente en hermanarse con Goslar. ¡El Guerrero lo reclama! to de la Cruz con la idea de hacer un reducto para aves exóticas en libertad controlada, que pasado el tiempo se convertiría en el Loro Parque, uno de los espacios temáticos de animales más celebres del mundo, convirtiéndose en el lugar turístico más visitado de Tenerife, junto al Teide y el Drago Milenario de Icod. Afortunadamente, los responsables políticos del Puerto de la Cruz tuvieron más visión que sus vecinos orotavenses y el proyecto Loro Parque se materializó, siendo motor económico de la ciudad turística más emblemática y antigua de la isla. Para que nos hagamos una idea de la importancia del Museo de Arte Moderno de la ciudad Sajona de Goslar, basta con echar una ojeada a la pléyade de artista que tienen sus obras expuestas en las salas de sus casas, graneros y jardines, entre los que destacan: Max Bill, Max Ernst, Alexander Calder, Victor Vasarely, Gerd Winner, Adolf Luther, Renate Goebel, Meckseper, Richard Serra, Anatol, Joseph Beuys, Henry Moore, Woldemar Winkler, César Manrique, Gisela Burkamp, K.M.Rennertz, Jan Tinguely, Joaachin Gendolla, Rainer Kriester, Georg Baselitz, Eduardo Chillida… Además, el museo es interactivo. Organiza talleres para escolares, pintores iniciados y consagrados, conciertos de música y posee un archivo histórico de un valor etnográfico incalculable. El museo es el dinamizador cultural y turístico de esta pequeña ciudad continental alemana de 45.000 habitantes, que se hizo más grande culturalmente, si cabe, por la incomprensión y estrechez mental isleña. Goslar, una ciudad del medioevo actual El centro histórico de Goslar, con sus minas de plata, cobre y estaño de Rammelsberg (las más antiguas de Europa y activas hasta 1985), fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1992 , además Original del Guerrero, en el patio del Mönchehause Museum, en 1974. Encuentro de Moore con los Ibáñez, Schenning y Manrique En 1969, el pintor Luis Ibáñez decide trasladarse a Lanzarote, con la desaprobación del mecenas Peter Schenning, que le había ofrecido una casa confortable y una asignación dineraria fija con la condición de que no dejara de pintar. Diana Randolf, que había sido madre de Adrián en 1962, le animaba también a que se quedara en el Puerto de la Cruz, pero Ibáñez estaba cansado de pintar. Quería experimentar cosas nuevas orientadas a la arquitectura tradicional y creación de paisaje. Lanzarote, por su potente luz radiante y las espontáneas esculturas volcánicas que tapizan el solaz paisaje de Titeroigata, lo “encandilaron” de tal manera que, desoyendo los consejos del mecenas, se instalan en la isla, reanudando los contactos con Manrique, con el que mantuvo una estrecha colaboración artístico-profesional que culminó con la creación de El Almacén. Las relaciones de los Ibáñez con su mentor alemán no se interrumpen. En 1980 se encontraban residiendo en Lanzarote y fueron invitados por Peter Schenning a Londres para un encuentro previsto con el escultor Henry Moore al que le acompañan algunos especialistas alemanes. (Schenning no era artista, sino un admirador y enamorado del arte en general, como la mayoría de los mecenas). Adrián Ibáñez se encontraba estudiando en la London Central School of Art and Desing y fue invitado a esta reunión de artistas e intelectuales que se produjo en Perry Green, una pequeña aldea cerca de Much Hadmam (Hertfordshire), a 40 kilómetros al norte de Londres, donde, en 1940, Moore había comprado una casa con terrenos que reforma y acondiciona como vivienda y taller, convirtiéndola en su santuario artístico como un “Ashram tagoriano”. Las vivencias y recuerdos del encuentro del joven Adrián con el octogenario Moore fueron entrañables y quedan recogidos en las fotos que se muestran. Recorrieron, acompañados por el anfitrión, la casa, los talleres, el jardín donde se mostraban, en medio de extensos “greens” guarnecidas por arbustos, las obras monumenta- les en bronce del escultor. Para Adrián Ibáñez lo más excitante de este inolvidable encuentro fue trabajar momentáneamente en el atelier de Moore, que se encontraba repleto de maquetas, sílex, conchas, huesos, litografías, aguafuertes, acuarelas y pequeños bocetos en escayola que posteriormente se convertirían en las grandes obras que magnifican a este escultor universal. El joven Ibáñez se sentía un privilegiado al compartir esta experiencia con el “Gran Gurú”, como se le conocía en la London Central School of Art and Desing, en la que había interminables listas de espera de alumnos y de escultores consagrados (Anthony Caro, Richard Wentworth, Philip King e Isaac Witkin) que habían trabajado, como asistentes voluntarios, al lado de Moore. Henry Moore tuvo escasos contactos con España y los españoles, que se resumían en una visita a las famosa cueva de Altamira en 1934, a la que calificó como “Real Academia de la Pintura Rupestre”, a Pamplona, Toledo , Madrid y Vic, a un encuentro en el estudio de Pablo Picasso en París, en 1937, para ver la evolución del Guernica, y a un encuentro en 1975 en Goslar con el artista canario César Manrique, que plantó un árbol –que se conserva– en los jardines del museo que fundara Schenning y por el que Moore conocía y lamentaba el proyecto fallido de 1968 para el jardín artístico que se iba a dedicar a Alexander Von Humboldt en La Orotava, y al que ambos admiraban profundamente. Posteriormente, en 1983, la reina Sofía visitaría a Henry Moore en su casa de Perry Green. Un guerrero para Goslar Obra tardía de Henry Moore, inspirada en un canto rodado que encontró en 1954 junto a una playa, realizada en bronce y fundida en Alemania en 1974, para ser exhibida en los jardines del Mönchehaus Museun Für Moderne Künst Goslar, que es donde se encuentra actualmente el original. La copia de Santa Cruz, creo que hace la 7+1 y fue donada por Moore en 1977 con la intermediación, en la sombra, de Peter Schenning, que no quería figurar por la incomprensión sufrida en su intento de crear el Jardín Artístico Humboldt, y la del arquitecto tinerfeño Carlos Schwartz, que se trasladó expresamente al estudio de Moore en Londres para ultimar los detalles de la cesión. Para que nos hagamos una idea del valor de “El guerrero”, una copia fue subastada, en 2011, en la famosa galería londinense Christie´s con un precio estimado de entre 1.500.000 y 2.500.000 libras esterlinas. En 1975, Henry Moore fue galardonado en el Goslar´s Kaiser Ring Award, con el famoso anillo de Goslar, un distintivo del Mönchehaus Museun que concede a artistas relevantes por su dilatada y universal proyección artística. Desde su fundación lo han recibido: Georg Baselitz, p3 EL DÍA, domingo, 9 de febrero de 2014 EN PORTADA Sucinta cronobiografía de Henry Spencer Moore (1898-1986) Mathew Barney, Bridget Riley, David Lynch, Rebecca Horn y Christo. El último fue concedido en octubre 2013 a Olafur Eliasson, que además ha sido galardonado con el premio Mier van der Rohe de arquitectura. Interpretación de “El guerrero”, de la que soy único responsable Henry Moore había sufrido en carne propia los horrores de la guerra de 1917, donde fue herido por un ataque de gas tóxico, y en 1940, por las bombas que los alemanes arrojaron sobre Londres en la II Guerra Mundial. Una de ellas destruyó la casa-estudio que tenía en la localidad de Hempstead, teniendo que trasladarse a la que sería su casa definitiva, en Perry Green. Durante los bombardeos había tenido que refugiarse, como miles de londinenses, en las estaciones subterráneas del metro, sufriendo el ensordecedor ruido de sirenas, la eterna oscuridad, las toneladas de escombros esparcidos por calles y plazas y las imágenes desoladoras de miles de hogares destruidos por la barbarie. Todas esas terroríficas visiones dejaron un rescoldo de odio interior, contenido en su sensible mente de artista que proyecta, inconscientemente, en series de dibujos y bocetos, de cuerpos abatidos, reclinados y retorcido que se ensamblan para combatir el frío y/o el miedo, y que traslada posteriormente a la piedra inerte o al potente bronce sin atributos sensoriales, para minimizar el sufrimiento humano provocado por tanto horror, barbarie y sinrazón. Moore acepta el compromiso, a petición de Schenning, de hacer una escultura para el museo de Goslar y engendra un guerrero abatido, que no Laudatio a Henry Moore en el Mönchehaus Museum con motivo del premio Goslar’s Kaiser Ring, en 1975. vencido, con un escudo que parece protegerle de las bombas que tanta “sangre, sudor y lágrimas” causaron a su pueblo. El guerrero no tiene brazos con que defenderse –un fusil es inútil ante un misil–; los pies, a modo de sirena marina varada, desaparecieron al pisar bombas que no explotaron, llevándose gran parte de la masa corporal y sexual; la cabeza quedó intacta para no olvidar y poder mirar, con ojos que se quedaron ciegos por el fulgor. Guerrero postrado en actitud humillada y suplicante, sin boca que pueda gritar ¡¡basta ya!!; sin orejas que perdieron el tímpano y que no podrán oír jamás. Recuérdese que las bombas de Guernica inspiraron otro guerreo que Picasso colocó abatido a la izquierda de su famoso cuadro y del que Moore pudo contemplar su gestación, y ¿tal vez inspiración? “Los horrores de la guerra” es, en mi opinión, el nombre que más se ajustaría a lo que Henry Moore quiso expresar con su Guerrero, que está no sólo en Goslar y Santa Cruz, sino también en todos y cada uno de los británicos que fueron víctimas de la prepotencia nazi que Moore rechazó siempre, y extrapolable a todos los seres, víctimas de las actuales e incompresibles guerras de un mundo que nos empeñamos absurdamente en llamar “civilizado”. En Las Castras (El Tanque), recóndito lugar de medianías y cumbres ideal para serenas reflexiones que comparto en vecindad con Adrián Ibáñez, que tuvo la fortuna de conocer, compartir vivencias y opiniones con el escultor universal Henry Moore. 1898. Nace el 30 de julio en Castleford, West Yoskshire, Gran Bretaña, siendo séptimo de ocho hijos del matrimonio Raymon Spencer (minero) y Mary Backer (ama de casa) 1905. Estudios primarios alentando su vocación por el dibujo su maestra Alice Gostick. 1909. Se inicia en la escultura, tras estudiar a Miguel Ángel y otros clásicos. 1910. Se inicia en el aprendizaje del dibujo en la Grammar Scholl de Castleford, ayudado por su hermano mayor, que era un gran dibujante. 1916. Profesor en prácticas, junto a su hermana mayor. Practica boxeo de forma amateur 1917. Movilizado en la I Guerra Mundial por el ejército, cae herido, por envenenamiento de gases, en la batalla de la localidad francesa de Cambrai. Entrenador de boxeo en el Ejército. 1919. Se le concede una beca, por su condición de herido de guerra, en Leeds College of Art and Desing, donde entabla amistad con la artista Barbara Hepworth (1903-1975) con la que funda “Seven and five Socity”. 1921. Becado para ampliar estudios en el Royal College of Art, Londres. Influencias de Jacob Epstein (1880-1959), Frank Dobson (1888-1963) y Constantin Brancusi (1876-1957) Primeras esculturas con la técnica de “tallado directo” en mármol, madera y piedra. 1924. Nombrado profesor de Escultura en la Royal College of Art y becado para un viaje de estudios por Italia y Francia. 1928. Realización de “West Wind”, un relieve, esculpido en piedra, para la estación del metro de Saint James en la que colaboran Epstein y Eric Gill (1882-1940) Primera exposición individual de esculturas y dibujos en la Galería Warren de Londres. 1929. Se casa con Irina Radetsky (1907-1989), de ascendencia rusa-polaca, educada en París y estudiante de pintura en la Royal of Art londinense. 1930. Se une al movimiento modernista junto a Barbara Hepworth 1932. Nombrado jefe de departamento de Escultura en el Chelsea School of Art. 1933. Se unió al grupo “Unit One Group” de Paul Nash (1889-1946). Se solidariza con la artista alemana Käthe Kollwitz (1867-1945), que al firmar el manifiesto contra las fuerzas fascistas le obligan a renunciar a su trabajo como profesora en la Academia de Arte, además de perder su taller-estudio y vetarle su obra. 1934. Visita a España que incluye: las Cuevas de Altamira en Santillana del Mar, Santander, Pamplona, Madrid, Toledo y Vic. 1935. Forma parte de la “International surrealist exhibition”, con la intención de introducir las vanguardias artísticas en Gran Bretaña. 1936. Firmó un manifiesto contra el nazismo y el fascismo, intentando, junto a una delegación de artista, viajar a la España republicana. Crea, en madera, la primera Figura yacente. Brote de artritis y reuma (herencia de su madre) que no le impiden trabajar y dibujar el resto de sus días 1937. Visita a Picasso (1881-1973) en su estudio parisino y contempla el “Guernica”. Realiza con idea de subastar, sin éxito, la litografía “Prisionero español” en beneficio de los refugiados republicanos. Roland Penrose (1900-1984) le compra “Mother and Child”. 1939. La Chelsea School of Art es evacuada, por la guerra, a Northampton, renunciando a su puesto. Serie de dibujos de los acantilados de Dover y figuras aprisionadas en la arena, anticipo de las esculturas yacentes. 1940. Su casa de Hempstead es destruida por una bomba alemana. Es nombrado Official War Artist. Compra una casa y terrenos en Perry Green, Much Hadman, cerca de Londres. Trabaja el modelado en arcilla y yeso antes de pasarlo a bronce por los métodos de cera perdida y arena. 1941. Dibujos de personas en los refugios antiaéreos del metro de Londres, que serían motivo de inspiración para sus esculturas. 1946. Nacimiento de su hija, que llamará Mary en honor de su madre, a la que estuvo afectivamente muy unido. Exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. 1949. Gana el Premio Internacional de Escultura en la Bienal de Venecia. 1950. “Family Group”, primera escultura pública en bronce, expuesta en una escuela secundaria de Stevenage, que iba a ser colocada a propuesta del educador Henry Morris (1918-2006) en el Campus diseñado por Walter Gropius (1883-1969) del Village College de Impington y que la falta de fondos lo impidió. 1951. Rechaza el título de sir, al considerarlo discriminatorio para el resto de artistas. Primera escultura en yeso pintado “Reclining Figure”. Participa, junto a otros artistas, en el Festival of Britian. Antohony Caro (1924-2013) trabaja como voluntario en el taller de Perry Green. 1952. Realización en Bronce del grupo familiar sedente “El rey y la reina.”, destinado al aire libre. Hoy en Openhecht Museum, Amberes, hay una copia en Perry Green. Realiza una pantalla de cemento armado para el Time-Life Building (Londres) 1955. Recibe la Orden de los Compañeros de Honor. Participa en “Documenta I.” Realiza “Wall Relief Nº1”, su única obra en ladrillo, que se encuentra en Róterdam. 1957. Escultura para el edificio de la UNESCO en París. 1958-1959. Fructífero período de esculturas en bronce por encargo de museos e instituciones de todo el mundo. 1960. Se desestima la creación de una sala exclusiva (Henry Moore) en la “Tate Gallery” 1963. Recibe la Orden de Merito del Reino Unido por su labor y proyección internacional como escultor. 1967. “Nuclear Energy”, escultura controvertida encargada por la Universidad de Chicago para conmemorar la primera reacción nuclear en cadena, lograda por Enrico Fermi (1901-1954) 1972. Magna Exposición retrospectiva en los jardines Forte Belvedere de Florencia. Crea con su hija Mary “Henry Moore Trust”, con el fin de preservar el patrimonio escultórico familiar. 1974 Realiza un Guerrero en bronce por encargo del mecenas alemán Peter Schenning (1923-2010) para el Mönchehaus Museun für Moderne Kunst Goslar. 1975. Recibe el Goslar´s káiser Ring. Encuentro con Cesar Manrique (1919-1992) y Luis Ibáñez en Alemania y París. Primer presidente de la “Turner Socity”, que no conseguiría los fines propuestos por la oposición de la Tate y la National Gallery 1977. Crea la Fundación Henry Moore, con Irina y Mary como directoras. Dona una copia del Guerrero de Goslar a la Ciudad de Santa Cruz de Tenerife con la intermediación de Peter Schenning y el tinerfeño Carlos Schwartz. 1980. Recibe en su casa de Perry Green a la familia Ibáñez (Luis, Adrián y Diana), acompañados por Schenning y expertos alemanes en arte. Realiza para El Planetarium de Chicago “Man Enters the Cosmos”. 1982. Esculturas en bronce de figuras reclinadas, recordando los desastres de las bombas alemanas caídas sobre Londres durante la II Guerra Mundial. 1983. La Reina de España Sofía lo visita en su residencia de Perry Green. 1986. Muere el 31 de agosto en Hertfordshire, a la edad de 88 años, siendo enterrado en la Artist corner of Saint Paul Cathedral, junto a Joseph Mallord Willian Turner (1775-1851). Nota.-Para la redacción del artículo las referencia han sido facilitadas por sus protagonistas: Adrián Ibáñez, Luis Ibáñez y Diana Randolf, que amablemente han colaborado aportando documentación y fotos que se acompañan. BIBLIOGRAFIA. A pesar de la importancia de Henry Moore como escultor, los libros en español sobre su vida y obras son escasos. La mayoría de los consultados para elaborar la Cronobiografía están en inglés y han sido publicados en Inglaterra, Alemania y Estados Unidos. He aquí los consultados: HENRY MOORE: La escultura. JUAN JOSÉ MARTÍN GONZÁLEZ: Las claves de la escultura. Ed. Planeta. G. BAZIN: Historia de la escultura mundial . Ed. Blume 1972. SANTIAGO AMÓN: El escultor Henry Moore cumple 80 años. Articulo del PAIS 27/07/1978. FIONA RUSSELL Y JANE BECETT: Henry Moore: Space, Scultur, Politic. Vermont 2003. ANDREW CAUSEY: Sculture Since. Oxford University 1998. DOROTHY KOSINKY Y JULIAN ANDREW: Henry Moore, Sculpting the 20th Century. Yale University (2001). En alemán: Laudatio a Henry Moore . Museo de Goslar (1975) p4 domingo, 9 de febrero de 2014, EL DÍA Catedrático de Toxicología de la ULL Arturo Hardisson de la Torre, natural de La Laguna (1957), casado y con un hijo, es licenciado en Farmacia por la Universidad de La Laguna (ULL) con la calificación de sobresaliente (examen de grado) y premio extraordinario de licenciatura (junio 1979), y desde 1980 ha estado vinculado a la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife, año en el que obtuvo el Premio Wildpret al mejor expediente académico. Es doctor en Farmacia por la ULL, con la calificación de sobresaliente cum laude (mayo 1984), y ejerció como inspector farmacéutico municipal adscrito a la Dirección Territorial de Salud de Santa Cruz de Tenerife entre 1980 y 1986. A partir de ese año, entró como profesor titular numerario en la ULL, adscribiéndose consecutivamente a áreas como Medicina Preventiva y Salud Pública (1993-1996) o Toxicología y Legislación Sanitaria (1996-1998), hasta que en 1998 obtuvo la cátedra que sigue ostentando en la actualidad. Como investigador, ha publicado más de 300 trabajos en revistas nacionales y extranjeras, ha presentado más de 250 ponencias y comunicaciones en congresos estatales e internacionales, y se le han concedido tres sexenios de investigación y seis quinquenios docentes. En su labor como tutor, destaca la dirección de cerca de 30 tesis doctorales y 22 tesinas. Es, además, académico de número de la Real Academia de Medicina del Distrito de Canarias, vocal de Alimentación del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife desde 1983, vocal de la Asociación Española de Toxicología desde 2011, miembro del comité científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaría y Nutrición (AESAN) e investigador participante en el Proyecto Vulcano, cuya finalidad es la evaluación del impacto del proceso eruptivo submarino de la isla de El Hierro sobre su ecosistema marino. Posee una amplia experiencia en toxicología alimentaria y medioambiental habiendo realizado diversos estudios de evaluación toxicología, dietética, nutrición y de monitorización de metales pesados y otros contaminantes. Arturo Hardisson recibió recientemente de mano de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, la Medalla del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Arturo Hardisson (óleo sobre lienzo de 80 cmX60 cm) p5 EL DÍA, domingo, 9 de febrero de 2014 BALCÓN DE VENEZUELA TURISMO SAN ANTONIO DE TEXAS EN EL RECUERDO LA INMORTAL GESTA DE LA DIÁSPORA CANARIA “Los canarios de verdad somos luchadores… amamos la lucha. Siempre he pensado, toda mi vida, que al solicitar algo justo la justicia responde” (Teobaldo Padrón. San Antonio de Texas. Marzo de 1984) Textos: Antonio-Pedro Tejera Reyes Un prólogo necesario l 12 de octubre de 1984 quedó grabado en nuestra memoria como una de las fechas más emotivas de nuestra vida. En ese día fuimos testigos de excepción de la restitución del nombre de “Plaza de las Islas” a la plaza mayor de la ciudad de San Antonio de Texas, allá en el país más poderoso del mundo: los Estados Unidos de América. Un grupo de más de una docena de canarios residentes en Venezuela nos desplazamos desde Caracas a esta bella ciudad para asistir al solemne acto que se desarrolló en la mismísima plaza y que presidía el que más tarde fuese ministro de Hacienda del gobierno de la nación, el Dr. Henry Cisneros, en esas fechas alcalde de San Antonio. Detrás de este hermoso acto de reconocimiento quedó una excepcional historia de la que fue protagonista nuestro ilustre amigo y llorado paisano Emeterio Teobaldo Padrón Cruz, quien durante varios años luchó a brazo partido para conseguir este singular acto, visitando incluso casa por casa a cientos de vecinos de la ciudad, portando los mas sólidos argumentos para conseguir sus propósitos, lo cual realizaba sin ningún otro apoyo que la fuerza de su tesón y su afán de justicia. Teobaldo Padrón –como era conocido popularmente por sus amigos– nos dedicaría, algunos años después, unos sensacionales días de su vida en una visita Placa conmemorativa a la fundación de San Antonio de Teque propiciamos como xas, por los canarios, en la cual figuran sus nombres y apeinvitado especial por el llidos, en la plaza mayor de la ciudad. Hogar Canario-Venezolano de Caracas, dejándonos unos Clemente Pérez, en uno de los memomemorables recuerdos de su valía rables actos públicos en la que él fue como un canario imitable, como su protagonista durante esta señalada muy bien la calificara el sacerdote visita. E La gesta de los canarios En el comentario que aparece en el libro de Armando Curbelo Fuentes “Fundación de San Antonio de Texas (Canarias, la gran deuda americana)”, se dice que la fundación de esa ciudad es “el tributo mas caro, el de la sangre, que un pueblo europeo jamás haya pagado a su patria”. Teobaldo Padrón resumió esta excepcional gesta en su intervención pública, en plena Plaza de las Islas, ese glorioso e inolvidable día del 12 de octubre de 1984. “Las dieciséis familias que llegaron a San Antonio de Texas partieron del puerto de Santa Cruz de Tenerife el día 27 de marzo de 1730 en un frágil y pequeño barco de vela. De Santa Cruz de Tenerife zarparon para La Habana, y desde allí a Veracruz, a cuyo puerto mexicano llegaron el día 19 de junio de 1730. Ahora, en Veracruz, una nueva ruta les fue señalada. El virrey, marqués de Casafuerte, decidió que el destino final de los canarios fuese el presidio de San Antonio de Béjar, provincia de Tejas. Para llevar a cabo esta hazaña, des- Con Teobaldo Padrón (en el centro) y nuestro paisano radicado en Caracas, Juan Sánchez, degustando un “tequila margarita” en el mismo centro de San Antonio de Texas. Era el año 1984. de Veracruz tenían que atravesar todo lo que hoy es México, de sur a norte, y luego penetrar en Tejas. En este trayecto fueron sus etapas principales Cautitlán, San Juan del Río, Querétaro, San Luis de Potosí, Matehuala, Saltillo, Monclava, San Juan Bautista… Para comenzarlo les dieron caballos, herramientas, ropas, utensilios… El camino estaba lleno de peligros. Para medirlos bien tendríamos que conocer las dificultades de aquellos tiempos. Recorrer el camino a lomos de caballo o mulo, o a pie; vadear las ciénagas, los ríos, siempre preparados para rechazar el ataque de animales salvajes o de indios que defendían sus tierras. En el viaje se perdieron unos 160 caballos, lo que da una ligera idea de las dificultades de la jornada. Algunos murieron en el camino, otros enfermaron. A San Antonio llegaron 56 personas. De ellas 28 eran adultos y 28 niños. Gracia de Acosta y María Rodríguez Robaina viajaban embarazadas. La primera dio a luz en La Habana, y la segunda en Cautlicán. Ambos niños llegaron de cinco y de un mes, respectivamente, a San Antonio de Bejar”. Seguiremos Este es el comienzo de una historia que comenzamos a escribir allá por el año 1983, cuando tuvimos la primera oportunidad de conocer esta hermosa ciudad del sur de los Estados Unidos, donde de forma emocionada conocimos a Teobaldo Padrón, el hombre que nos diera un abrazo y nos dijera que abrazaba a Canarias porque “Canarias eres tú”, frase que nos sirviera más tarde para hacerla famosa en una de aquellas inolvidables semanas culturales que instauramos en el Hogar Canario-Venezolano de Caracas, en aquel entonces, y que más tarde vimos con alegría cómo el Gobierno de Canarias la utilizó como propaganda en el Día de Canarias. Hechos y realidades que demuestran el valor del canario en el mundo, especialmente en toda esta gran América, donde no queda un rincón donde no hayan participado en su desarrollo, e incluso como héroes de la independencia de naciones enteras. A una pregunta nuestra en una entrevista a un presidente del Parlamentó de Canarias –publicada en este mismo periódico EL DIA–, su respuesta fue: “Los canarios fuertes emigran a América”. ¿Será verdad que por eso no hemos conseguido nuestra independencia? Seguiremos con el tema. p6 domingo, 9 de febrero de 2014, EL DÍA ANÁLISIS ¿LA PRIMAVERA CANARIA? Texto: Jaime García García (doctor en Geografía e Historia) E n un espacio corto de tiempo han explotado, ante los atónitos ojos de los que pensaban en un mundo inalterable, una serie de revueltas, levantamientos o, simple y llanamente, procesos revolucionarios que han propiciado la caída de muros –visibles y no visibles– creados por autócratas y oligarcas, o el desplome de sólidas estructuras que parecían indemnes a cualquier movimiento sísmico que las alterase, con la excusa de que el tiempo y el inmovilismo popular las consolida, y sin contar con que el hartazgo de los pueblos se acelera y desborda en momentos no esperados, fruto de gotas que acaban por llenar el vaso y producir el derrame del contenido. Sin señalar espacios geográficos, zonas económicas o poderes fácticos, lo cierto es que ya no ha sido necesario esperar siglos para que los pueblos recuerden a sus dirigentes que las revoluciones cercenaron ideas inactivas en pro de procesos de avance ideológico, social y económico. A estos nuevos espacios de libertad se les ha bautizado con el eufemismo de “primaveras”, donde todo parece reverdecer al calor de una nueva estación. Ahora bien, no caigamos en la tentación de creernos capaces de reestructurar un mundo que, sólo aparentemente, pinta de distinto color su fachada cíclicamente, conservando intacto el interior. Los contextos primaverales contemporáneos Estos movimientos que hemos dado en denominar “primaveras”, tienen una explicación lo bastante coherente como para puntualizarla, analizarla y cuestionarla en ciertos aspectos. Comentemos sus razones, sus causas, sus precipitantes y tal vez así hallemos un punto de partida fundamental para creer o no creer en este tipo de fenómenos. En la forma y en el fondo obedecen a: 1.- Razones económicas. La mayoría de los habitantes de los lugares donde estos fenómenos se han desencadenado han vivido en las últimas décadas en condiciones lamentables, miserables, a pesar de contar con recursos que podrían solventar su problemática vital y no engordar las cuentas corrientes de sus dirigentes en paraísos fiscales. Los ciudadanos de estos estados son los únicos dueños legales de sus recursos; lo que ha sucedido en los últimos tiempos tenía su raíz en una delegación no voluntaria y la consiguiente explotación de los mismos a manos de un puñado de oligarcas de manos largas, lenguas fáciles y rostros impertérritos. El gas, el petróleo, el sol, el turismo y otra gran amalgama de riquezas varias podían verse, olerse, pero no palparse, y muchos menos disfrutar de ellas. 2.- Entramado social y político. La consolidación de un sistema político autoritario que amasa una gran fortuna a base de corrupción y apropiación indebida de las riquezas del entorno que gobierna bajo un pretendido liderazgo –sea de la clase que sea– no se logra sin contar con una red a modo de telaraña, hábilmente entretejida –es imprescindible la revisión periódica de la urdimbre y la sustitución de los hilos que se desgastan o se corroen–, que apoya a todo el conglomerado con la única finalidad de su conservación perpetua. Esta situación se apoya en el culto al líder, cuyo primacía puede ser de naturaleza religiosa, espiritual, ideológica o política e, incluso, coyuntural, es decir sin plataforma sólida que la sustente, pero que a fuerza de sortear obstáculos y por el método del encantamiento de la serpiente sobrevive. Y lo hace apoyándose en un corpus jurídico, constitución o elemento de corte similar creado al efecto, o también en un resorte mental extraído del credo religioso predominante. 3.- Raíces culturales. Siempre existen, ya que todo pueblo trata de con- servarlas a pesar de algunos intentos de destrucción. Claro está que cuando los tiranos de turno no pueden enfrentarse a algo más poderoso que ellos las insertan en el sistema, las acomodan y las transforman en pro de sus intereses. Así han ganado adeptos para la causa, convertida en supuesta democracia, aunque la cleptomanía sigue entretejiendo sus redes. Tal situación prevalece temporalmente, en mayor o menor medida, cuando la mayoría, hasta ese instante silenciosa, comienza a percatarse de que los jóvenes se pierden en la molicie o son devorados por el credo imperante, los mayores han agotado sus fuerzas en el complicado ejercicio de la supervivencia y la generación intermedia tarda en reaccionar por carecer de estímulos. De esa mayoría silente surge un número determinado de personas que, a través de diversos medios –recordemos el peso de las redes sociales y las nuevas tecnologías–, canalizan las porciones derramadas de ese vaso colmado e inician el proceso con un puño en alto, unas voces ruidosas, unas manifestaciones cuyo número crece a medida que lo hacen la ira y la frustración y que culminan con la ruptura de un orden establecido basado en el miedo, ya que al desaparecer éste los dueños de la nada carecen del mismo. Entonces se inicia la lucha por conseguir lo que otros tienen no La Revolución Francesa es considerada la madre de todas las revoluciones, aunque no fuera la primera. demasiado lejos, sin necesidad de lanzarse al mar o al desierto en busca de paraísos inexistentes. Así han surgido las primaveras del siglo XXI. Es cierto que en el XX eran movimientos de independencia o corrientes revolucionarias. Asimismo, en otras centurias han constituido ejemplos que bautizamos para los libros de historia como Revolución (Industrial, Francesa, Americana, Rusa, Mexicana...). Aquello no fueron otoños o inviernos y éstas primaveras (Túnez, Libia, Egipto, Yemen, Turquía...). Todos estos fenómenos han nacido al calor del cambio democrático, quizás porque Wikileaks haya abierto alguna puerta extrañamente cerrada, acaso porque la juventud es su clara protagonista o porque Europa teme algo inconfesable. ¿Es posible una “primavera canaria”? Es una cuestión difícil que no tiene una respuesta clara ahora mismo. Sin embargo, dado que la situación social y económica se ha ido agravando tanto desde los últimos cinco o seis años y el horizonte cada vez es menos nítido, es posible pensar en un movimiento de corte similar en un período de tiempo no excesivamente largo, si no aparece un remedio que mitigue la situación actual. Los elementos socioeconómicos, políticos y culturales analizados con anterioridad no son aplicables al pie p7 EL DÍA, domingo, 9 de febrero de 2014 ANÁLISIS dedores o creamos un nuevo marco de inserción laboral imaginativo? ¿Y los movimientos sindicales, se han olvidado de pensar en los intereses de quienes representan, acomodados como están? ¿Qué sucede con la generación de electricidad en Canarias y el recibo de la luz? ¿ Y la sanidad y la educación? Un sinfín de preguntas sin respuestas. de la letra a nuestro entorno, pues habría que matizarlos y adecuarlos convenientemente. De una parte, nuestro estatus de territorio ultraperiférico en la Unión Europea nos proporciona, al menos en teoría, un marco de ventajas, aunque no hayan sido utilizadas en su totalidad. Esa situación en un contexto europeo –a pesar de la crisis– mitiga en parte los disparadores de una posible primavera. Ahora bien, el canario –joven y formado o no– comienza a plantearse o a oírlo de sus mayores –otrora emigrantes carentes de formación e información, pero llenos de vigor y férrea voluntad de vencer a los acontecimientos– que es preciso buscar nuevos lugares donde ganarse la vida, pues estos no están en Canarias. La juventud podría hacerlo –el futuro es suyo y el tiempo corre a su favor–, pero ¿y el resto de la población activa con una edad superior a los 40 y con nulas expectativas de integrarse en el mercado laboral a medio plazo?, ¿qué piensa? Sencillamente, que su situación no es la misma, puesto que las cargas familiares y sociales pesan demasiado para una aventura de tal calibre. Además, habría que preguntarse dónde estaría ese lugar idóneo capaz de darnos el trabajo preciso para ganarnos el pan. Ya no hay “paraísos” capaces de abrirnos sus puertas para solucionar nuestros problemas, porque, claramente, tienen prioridad los suyos. Y la población mayor cuenta sus historias personales; si las escuchásemos, oiríamos un claro mensaje: “Canarias no puede; es una saco demasiado lleno, que es preciso vaciar para dejar espacios de renovación”. La interpretación de la recomendación es libre. La clase política no ayuda. Se eterniza en el poder, valiéndose de un sis- tema democrático que debería –pero no lo hace– renovarse, impidiendo la atadura a los sillones respectivos por los siglos de los siglos. No soluciona nada. Repite eternamente el verbo trabajar: “trabajamos para”, “estamos trabajando en”, “trabajaremos para hallar la solución”, “nuestro trabajo se centra en ...”, “el trabajo que llevamos a cabo”... El corto plazo no les interesa; únicamente el suyo. El medio plazo es el fruto de promesas vulneradas. El largo plazo es para otros. Y, finalmente, lo más grave: no es capaz de pensar, de ser original, de buscar, de indagar; sólo duerme o se aletarga. La clase empresarial no arriesga. Carece de incentivos y prefiere lo conocido y seguro. Se precisa decisión y valentía; en suma, riesgo, que, en Las “primaveras” árabes todavía no han tocado a su fin. La población de varios países del Norte de África ha dicho ¡“basta”! a los abusos. época de crisis, parece no ser un buen compañero de viaje. Y puesto que los dirigentes siguen “trabajando”, hasta que no concluyan la labor no hay nada que hacer; además, los bancos siguen cerrados para unas cosas y vacíos para otras. ¿Qué nos queda? Puesto que actualmente se habla de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) como la receta para avanzar, hemos de inquirir dónde están los recursos y las circunstancias propicias precisos para ello, porque personal existe, y preparado. ¿Y qué sucede con el petróleo? ¿Por qué no aplicarse en las energías renovables? ¿Qué tal si reinventamos un turismo con algo más que sol y playa? ¿Y si miramos a África con otros ojos? ¿Por qué no impulsamos las iniciativas de los empren- Conclusión ¿Qué nos queda por hacer?¿Dónde? ¿Cuándo? No existen respuestas. Cuando el vaso se llene, se derramará; y eso a pesar de que diariamente la clase dirigente lanza al aire inmensa cantidad de globos de colores para distraer la atención del ciudadano, pensando –erróneamente– que somos unos idiotas e incapaces de pensar por iniciativa propia. Entonces, la primavera o el verano, el otoño o el invierno canarios llegarán y lo harán sin remedio. Echaremos la culpa de los males a esto o a aquello; al poder central; a Europa, a Alemania, a la prima de riesgo; pero nunca a los que, teniendo en sus manos la oportunidad del cambio, no lo han hecho, ni lo hacen, ni lo harán; simplemente por ineptitud, desidia e incapacidad. Y, claro está, los culpables seguirán “trabajando” y cobrando su sueldo, dietas o dádivas nacionales, autonómicas o locales, amén de subvenciones para no funcionar. Sin embargo, seguirán sin pensar. ¿Por qué? ¿Acaso no quieren? No, porque... ¡no saben! Y, aunque supiesen, eso... ¡que lo hagan otros! P.S. Lo escrito más arriba nos es apología de nada; es simplemente hartazgo. No vale sólo con sobrevivir, ni convivir con un entorno que huele a corrupción sin inmutarse. Es perentorio decir basta y proceder a una renovación social, económica y cultural, que pasa por la búsqueda de la ética y la honradez. p8 domingo, 9 de febrero de 2014, EL DÍA www.eldia.es/laprensa Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 914 ¿TE PERDONO? ¿Por qué guardamos rabia hacia alguien? Mantenemos rencor hacia alguien en el tiempo porque quien nos hace daño es una persona importante para nosotros y probablemente no queremos perder la relación que cia es que cada uno tiene el poder para transformar sus vivencias en aprendizajes y crecimiento personal. Los estudios acerca del acto de perdonar indican que tienen que darse dos condiciones para que esto suceda: El ofensor tiene que mostrar arrepentimiento. El ofendido no puede guardar rencor. ¿Cómo lo hacemos? Si no quieres que el rencor se adueñe de tu vida, lo primero que debes hacer es darte cuenta y reconocer abiertamente que te han hecho daño sin recriminar, solo informando. A partir de aquí, tomamos una decisión: ¿le perdono? Estas preguntas pueden ayudarnos a decidir: -¿Quién nos causa ira? -¿Cuál es la dimensión de nuestros tenemos con ella o no queremos perder nuestro rol de víctima frente a esa situación. En definitiva, no nos responsabilizamos de lo que nos ha ocurrido, sino que esperamos que el otro haga algo para aliviar nuestro dolor. Pero, solo nosotros somos responsables de nuestros propios sentimientos, independientemente de lo que nos hayan hecho. Y la buena noti- sentimientos dolorosos? -Nos enfocamos en el incidente: ¿la causa tuvo lugar hace mucho tiempo?, ¿se mantuvo en el tiempo? -Conviene analizar los detalles específicos. -¿Quién es el responsable del incidente? -¿Cometió realmente una injusticia? -¿Estamos precipitándonos en sacar conclusiones?, ¿hay algún malen- Texto: Tais Pérez Domínguez. Psicóloga T-2100 www.taispd.com “De pequeños los niños aman a sus padres, cuando crecen los juzgan y sólo a veces los perdonan. En eso, dicen algunos, consiste la madurez”. (Oscar Wilde) P erdonar no es un acto altruista, es egoísta. Yo soy egoísta. Primero me quiero a mí misma y luego quiero a la gente que me rodea. Siempre he pensado que no se puede querer bien a alguien si uno no se aprecia. Por ello, estoy totalmente a favor de perdonar. Lo hago por mí, no por la persona a la que perdono. No perdonar lleva a sentimientos de rabia, resentimiento, frustración. Un cúmulo de sentimientos negativos que nos alejan de ser felices, nos mantienen unidos a esa otra persona y, por tanto, privados de nuestra libertad. Y yo –creo que ya lo he dicho en otras ocasiones– he elegido ser feliz y para ello, entre tantos otros esfuerzos, intento perdonar. ¿Qué es perdonar? La Real Academia de la Lengua Española define perdón como la remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente. Cuando escuchamos la palabra perdón asociamos siempre un culpable, puede ser uno mismo o un tercero. Parece que muchas veces no solo resulta difícil perdonar a alguien, también lo es perdonarnos a nosotros mismos. Ahora bien, perdonar no es anular, como si nada hubiera ocurrido; ni es olvidar, como si fuera posible una amnesia súbita; ni es no tenerlo en cuenta, ser imprudente y no aprender de la experiencia. Perdonar no significa ser ni ciego ni ingenuo. Lo hecho, hecho está y no hay nadie que lo cambie. Perdonar no implica tampoco otorgar clemencia y suspender el castigo impuesto. Perdonar es dejar de odiar, es acabar con el rencor, terminar con el resentimiento. Perdonar es renunciar a la venganza Perdonar es un proceso El perdón es una decisión, elegimos perdonar o no hacerlo. No hay perdón a medias, aquí no hay medias tintas. En general, todos tenemos heridas, traumas que nos invaden de sentimientos negativos y dolorosos hacia los demás y hacia nosotros mismos. Cuando me aferro al odio y a la ira solo me hago daño a mí misma. Y esto es lo primero que tenemos que saber para convencernos de que perdonar es la mejor opción. tendido? -¿Nuestras expectativas con respecto a la otra persona son demasiado altas? -¿Qué razones tiene para comportarse así? Cuando respondes afirmativamente a esta pregunta no lo haces por sentirte obligado y das el paso sin dudar. Una vez compartida la decisión, empieza el duro proceso de recuperar la confianza en la persona que nos ha hecho daño. Mientras que la decisión de perdonar es algo personal, recuperar la confianza es cosa de dos, deben ayudarse el uno al otro. Una vez pasadas estas dos primeras fases comenzamos con el proceso cognitivo. Nos centraremos en crear pensamientos dirigidos al perdón. Será más fácil si pensamos en la persona como un todo. No solo nos centramos en lo que nos hizo sino que evaluamos todo lo que ella significa. No debemos olvidar que lo que nos ha hecho puede haber sido un error o que determinadas circunstancias le han empujado a comportarse de la manera en que lo hizo. En esta etapa la empatía es crucial, ponernos en el lugar de la otra persona y entender desde su punto de vista por qué ha actuado de esa manera. A mí, personalmente, me ayuda mucho pensar en tres cosas, si falla una voy a la siguiente: ¿Qué hubiera hecho yo en esa situación siendo esa persona? ¿Cómo hubiera actuado yo? ¿He actuado así en alguna circunstancia parecida en el pasado? Una vez estemos seguros de creer firmemente en lo que estamos pensando, verbalizamos estos pensamientos a la persona que queremos perdonar. Y damos paso al siguiente estadio, el proceso emocional. Como aún no existen las máquinas del tiempo, no podemos volver atrás y evitar que ocurra lo acontecido. Deberemos trabajar a este nivel. Y ello implica ser capaces de sentir y pasar a una nueva etapa de nuestra vida en la que elegiremos qué lugar ocupará la persona que hemos perdonado. Porque perdonar no conlleva sostener la misma relación que teníamos con esa persona. El proceso de perdonar es complejo. Pero una vez terminado nos sentimos aliviados y liberados, pudiendo llegar a entender que las situaciones dolorosas son oportunidades para crecer, tomar consciencia y desarrollar la empatía.