henry moore, ibáñez, schenning, manrique y un guerrero

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EL DÍA, domingo, 9 de febrero de 2014
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UNA PRIMAVERA
CANARIA. ¿Serían posible en las
del domingo
Islas unos sucesos como los que
convulsionan el norte de África? 6/7
revista semanal de EL DÍA
HENRY MOORE, IBÁÑEZ, SCHENNING,
MANRIQUE Y UN GUERRERO PARA GOSLAR
UNA RELACIÓN CAUSAL QUE SE INICIÓ EN TENERIFE MOTIVADA POR EL ARTE
Texto: Álvaro Fajardo Hernández
alvarofajardoh@gmail.com
Fotos: Archivos de Adrián Ibáñez y
Peter Schenning.
A Eladio de la Cruz, escultor-amigo, por donativa generosidad con Garachico, deseándole su salutífera recuperación,
para que pueda realizar las esculturas pendientes de Teno, El Tanque e Ycod, Carmen Casariego por información adicional, Hugo Luengo por reciente amistad “milenaria”, Miguel Becerra, que se olvidó de invitarme a la exposición de
Moore, sobre todo a la familia Ibáñez-Randolf y Peter Schenning, protagonistas de esta historia de amistad y arte. Y,
cómo no, a un Guerrero para Goslar por permitirme, con permiso de Moore, interpretarlo a mi antojo.
“El arte es una forma de vida y
como tal no tiene fin”
(Henry Moore)
“Existen formas universales (arquetipos) a las que estamos inconscientemente condicionados, y a las que
respondemos si nuestros controles
conscientes no las censuran”
(H. Moore)
E
l domingo, 17 de diciembre 2013 la separata La
Prensa del periódico EL DÍA
publicó, con texto de Antonio Salgado Pérez, un documentado artículo que tituló “Recordando a Henry Moore”, para conmemorar la I Exposición Internacional de
Esculturas en la Calle, que tuvo antecedentes en la organizada por el
Colegio de Arquitectos de Tenerife, hace
ahora 40 años, y que en esta ocasión
fue copatrocinada por la Obra Social
La Caixa, la Fundación CajaCanarias,
el Ayuntamiento de Santa Cruz y la
Henry Moore Foundation. La muestra contó con 7 obras significativas del
amplio repertorio escultórico de Moore que, de forma excepcional, se expusieron en los entornos de las plazas de España, del Patriotismo, La Candelaria y El Príncipe, desde el 24 de
octubre al 1 de diciembre. Exposición
itinerante que pasaría a Las Palmas de
Gran Canaria, Sevilla, Valencia y Bilbao. El acto inaugural contó con la presencia de numerosas autoridades y de
la comisaria Anita Feldman, responsable de Colecciones de la Fundación
Henry Moore en Londres. El artículo
periodístico de Salgado recrea el ambiente, biografía y anecdotario de la
vida y obras del universal escultor británico, que no repito por estar magistralmente tratadas por el autor.
Quiero centrar este artículo en las
relaciones, poco conocidas, de Henry
Moore con algunos artistas canarios
y un mecenas alemán que se inician
causalmente en Tenerife, concretamente en La Orotava, y de las que son
protagonistas el pintor catalán Luis
Ibáñez, residente en el Puerto de la
Cruz, su compañera inglesa Diana
Randolf, un turista alemán de nom-
Henry Moore,
Adrián Ibáñez y
Peter Schenning en
Perry Green, en
1980.
bre Peter Schenning, un chinijo pelirrojo llamado Adrián Ibáñez y el artista lanzaroteño César Manrique, a
los que conocí por encontrarme por
esas fechas, 1969-73, trabajando en el
Puerto de la Cruz como director del
Colegio Británico Yeoward, donde
Adrián Ibáñez estudió algunos años,
y que fue donde vi por primera vez
una escultura de Henry Moore en un
cartel donado por Miss Burton, profesora de Historia, que fue, en Oxford
y que en su retiro dio clases en el British Yeoward School. La profesora
Burton, además de amiga personal de
Bertrand Russell, había sido alumna
de Moore en unos cursos que se impartían para posgraduados en arte en
la Royal College of Art londinense. El
cartel firmado y dedicado a Miss
Burton representaba el grupo escultórico “The King and the Queen”, realizado por Moore entre 1952-53. El industrial alemán Peter Scheninng me
fue presentado por Summer, cónsul
honorario de Gambia, en su casa de
Santa Úrsula, con él no tuve más contactos e ignoraba su interés por el arte.
La relación con César Manrique fue
más personal, toda vez que estaba realizando las obras del Lago Martiánez,
y al ser expropiadas, para la ampliación de la carretera actual, las márgenes del futuro colegio Casa Azul, las
palmeras que estaban en el jardín se
las regalaron a César para que las pusieran en la zona ajardinada del lago.
Gesto que agradeció a los que llevamos a cabo la operación de trasplante,
que contó con la intermediación del
doctor Emilio Ruiz García y el promotor alemán David Gilbert, al que se
deben las primeras piscinas artificiales del Puerto de la Cruz.
Historia de una relación inusual,
insólita y causal
En 1961 se encontraban, procedentes de Sitges, en el Puerto de la Cruz
el pintor Luis Ibáñez y la diseñadora
inglesa Diana Randolf exponiendo en
los bajos del edificio “Mayaba” (Manuel Yanes Barreto), próximo a la avenida Colón. El primero, sus cuadros,
y su compañera, camisetas pintadas
con diseños exclusivos que los turistas de entonces solían comprar y llevarse como suvenir.
Un día les visita
uno de tantos extranjeros que ojeaban a diario los
cuadros y objetos
en venta, dirigiéndose al pintor en
correcto inglés con
acento alemán e
interesándose por
el precio de dos
cuadros. El pintor
le remite a su compañera por no
entenderlo.
El
turista alemán le
hace una oferta
conjunta muy por
debajo de los precios fijados, lo que
no agradó a Diana.
El posible comprador se fue sin despedirse. Luis Ibáñez
no
dio
importancia a este
incidente tan frecuente en la venta
de arte en zonas turísticas.
Al día siguiente, el alemán entabla
conversación con Randolf, pidiendo
disculpas y aceptando los precios fijados por el pintor Ibáñez, además de
elogiar la tenacidad con que defendía
la valía artística de su compañero. El
comprador en cuestión se llamaba Peter Schenning, un acaudalado industrial alemán del aluminio residente en
la Isla que había comprado y sorribado
unos terrenos en la Urbanización
Humboldt, de La Orotava, con la
idea de construir una casa y el resto
dedicarlo a la recreación de un jardín
artístico en memoria de su compatriota Alexander Von Humboldt, que
había estado 7 días, también de forma
causal, en la isla, visitando el Teide,
herborizando y recogiendo información que luego, pasados los años, reflejaría en sus escritos, y por el que
Schenning sentía admiración.
El jardín artístico planeado y diseñado por Peter Schenning debía, de
forma simbólica, reflejar esa corta, pero intensa, estancia de 7 días de
Humboldt en Tenerife, proyectando
pasa a la pág. siguiente®
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domingo, 9 de febrero de 2014, EL DÍA
EN PORTADA
plantar: 7 dragos, 7
madroños y 7 barbusanos (7 pies de
cada especie nativa canaria), y
construir en la
parte alta del
terreno dos atelieres; uno para artistas locales y otro
para
pintores,
escultores y diseñadores internacionales invitados,
con el compromiso formal de
realizar,
como
mínimo,
siete
obras que evocaran el paradisíaco
y bucólico paisaje
que había encontrado y descrito el
ínclito
viajero
naturalista alemán, obras que
quedarían para la
posteridad en el jardín artístico como
homenaje perenne a la figura de
Humboldt.
Para desgracia nuestra, las autoridades no entendieron el gesto altruista del industrial alemán, pensando que se trataba de una operación
financiera encubierta con fines urbanísticos. La casa se construyó y bautizó como “Don Quijote”, para la que
Adrián Ibáñez realizó diversos dibujos y esculturas, con maderos mostrencos, alusivas a personajes cervantinos, de los que Schenning era
admirador incondicional. La casa ha
cambiado de propietario, conservando parte de las esculturas, móviles y
cuadros que hicieran Adrián y su padre Luis Ibáñez como inicio para este
magno y fallido proyecto artístico que
“voló” –como los pájaros esculturales de tea que decoraban el jardín– a
Goslar, un pequeño pueblo alemán de
la Baja Sajonia y residencia habitual
que fue de los emperadores del Sacro
Imperio Romano-Germánico hasta
1253, y que es donde está el original
guerrero del que hay una copia en
Santa Cruz de Tenerife, donada por
Henry Moore.
Peter Schenning adquirió en Mönchehauss una “ackerbürgerhaus”,
casa gremial del s. XVI con entramados de maderas empotradas en las paredes y enormes graneros en forma de
U, que delimitaban un recoleto patio
primorosamente empedrado, y que
serían ideales para instalar, una vez
restaurados, el hoy famoso Mönchehaus Museun Für Moderne Kunst
Goslar, fundado inicialmente por el
industrial Schenning en 1974, pasando
a una Asociación para la Promoción
del Arte Moderno que lo gestiona desde 1978 hasta la fecha.
La ceguera de los políticos locales
de entonces impidió que el proyecto
de Schenning dedicado a Humboldt
fracasara lamentablemente. Recuérdese que por esas fechas otro alemán,
Wolfgang Kiessling , había adquirido
una finca con casa y jardín en el Puer-
de ser la primera ciudad alemana que,
en 2013, tomó una decisión de gran
trascendencia político-social al retirar la ciudadanía de honor a Adolf Hitler, y saltar a la primera página de noticias un poco más frívolas y mediáticas
al estarse rodando en Goslar la película de George Cloony “The monuments men”, en la que es protagonista
de excepción el Mönchehaus Museun.
La pequeña gran Goslar está hermanada con varias ciudades europeas
(Arcachon, Windsor, Berón, Bozeg y
Ra’anana). Desde aquí propongo al
alcalde José Manuel Bermúdez que
inicie los trámites para que Santa Cruz
de Tenerife sea la siguiente en hermanarse con Goslar. ¡El Guerrero lo
reclama!
to de la Cruz con la idea de hacer un
reducto para aves exóticas en libertad controlada, que pasado el tiempo
se convertiría en el Loro Parque, uno
de los espacios temáticos de animales más celebres del mundo, convirtiéndose en el lugar turístico más visitado de Tenerife, junto al Teide y el
Drago Milenario de Icod. Afortunadamente, los responsables políticos
del Puerto de la Cruz tuvieron más
visión que sus vecinos orotavenses y
el proyecto Loro Parque se materializó, siendo motor económico de la
ciudad turística más emblemática y
antigua de la isla.
Para que nos hagamos una idea de
la importancia del Museo de Arte Moderno de la ciudad Sajona de Goslar,
basta con echar una ojeada a la pléyade de artista que tienen sus obras
expuestas en las salas de sus casas,
graneros y jardines, entre los que destacan: Max Bill, Max Ernst, Alexander
Calder, Victor Vasarely, Gerd Winner,
Adolf Luther, Renate Goebel, Meckseper, Richard Serra, Anatol, Joseph
Beuys, Henry Moore, Woldemar Winkler, César Manrique, Gisela Burkamp,
K.M.Rennertz, Jan Tinguely, Joaachin
Gendolla, Rainer Kriester, Georg Baselitz, Eduardo Chillida… Además, el
museo es interactivo. Organiza talleres para escolares, pintores iniciados
y consagrados, conciertos de música
y posee un archivo histórico de un valor etnográfico incalculable. El museo
es el dinamizador cultural y turístico
de esta pequeña ciudad continental
alemana de 45.000 habitantes, que se
hizo más grande culturalmente, si cabe, por la incomprensión y estrechez
mental isleña.
Goslar, una ciudad del medioevo
actual
El centro histórico de Goslar, con
sus minas de plata, cobre y estaño de
Rammelsberg (las más antiguas de
Europa y activas hasta 1985), fueron
declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1992 , además
Original del
Guerrero, en el patio
del Mönchehause
Museum, en 1974.
Encuentro de Moore con los Ibáñez,
Schenning y Manrique
En 1969, el pintor Luis Ibáñez decide trasladarse a Lanzarote, con la
desaprobación del mecenas Peter
Schenning, que le había ofrecido
una casa confortable y una asignación
dineraria fija con la condición de que
no dejara de pintar. Diana Randolf,
que había sido madre de Adrián en
1962, le animaba también a que se
quedara en el Puerto de la Cruz, pero
Ibáñez estaba cansado de pintar.
Quería experimentar cosas nuevas
orientadas a la arquitectura tradicional y creación de paisaje. Lanzarote,
por su potente luz radiante y las espontáneas esculturas volcánicas que
tapizan el solaz paisaje de Titeroigata,
lo “encandilaron” de tal manera que,
desoyendo los consejos del mecenas,
se instalan en la isla, reanudando los
contactos con Manrique, con el que
mantuvo una estrecha colaboración
artístico-profesional que culminó
con la creación de El Almacén.
Las relaciones de los Ibáñez con su
mentor alemán no se interrumpen. En
1980 se encontraban residiendo en
Lanzarote y fueron invitados por Peter Schenning a Londres para un encuentro previsto con el escultor Henry Moore al que le acompañan
algunos especialistas alemanes.
(Schenning no era artista, sino un admirador y enamorado del arte en general, como la mayoría de los mecenas). Adrián Ibáñez se encontraba
estudiando en la London Central
School of Art and Desing y fue invitado a esta reunión de artistas e intelectuales que se produjo en Perry
Green, una pequeña aldea cerca de
Much Hadmam (Hertfordshire), a 40
kilómetros al norte de Londres, donde, en 1940, Moore había comprado
una casa con terrenos que reforma y
acondiciona como vivienda y taller,
convirtiéndola en su santuario artístico como un “Ashram tagoriano”.
Las vivencias y recuerdos del encuentro del joven Adrián con el octogenario Moore fueron entrañables y
quedan recogidos en las fotos que se
muestran. Recorrieron, acompañados
por el anfitrión, la casa, los talleres,
el jardín donde se mostraban, en medio de extensos “greens” guarnecidas
por arbustos, las obras monumenta-
les en bronce del escultor.
Para Adrián Ibáñez lo más excitante
de este inolvidable encuentro fue trabajar momentáneamente en el atelier
de Moore, que se encontraba repleto
de maquetas, sílex, conchas, huesos,
litografías, aguafuertes, acuarelas y
pequeños bocetos en escayola que
posteriormente se convertirían en las
grandes obras que magnifican a este
escultor universal.
El joven Ibáñez se sentía un privilegiado al compartir esta experiencia
con el “Gran Gurú”, como se le conocía en la London Central School of Art
and Desing, en la que había interminables listas de espera de alumnos y
de escultores consagrados (Anthony
Caro, Richard Wentworth, Philip King
e Isaac Witkin) que habían trabajado,
como asistentes voluntarios, al lado
de Moore.
Henry Moore tuvo escasos contactos con España y los españoles, que
se resumían en una visita a las famosa
cueva de Altamira en 1934, a la que
calificó como “Real Academia de la
Pintura Rupestre”, a Pamplona, Toledo , Madrid y Vic, a un encuentro en
el estudio de Pablo Picasso en París,
en 1937, para ver la evolución del
Guernica, y a un encuentro en 1975 en
Goslar con el artista canario César
Manrique, que plantó un árbol –que
se conserva– en los jardines del museo que fundara Schenning y por el
que Moore conocía y lamentaba el
proyecto fallido de 1968 para el jardín artístico que se iba a dedicar a Alexander Von Humboldt en La Orotava,
y al que ambos admiraban profundamente. Posteriormente, en 1983, la
reina Sofía visitaría a Henry Moore en
su casa de Perry Green.
Un guerrero para Goslar
Obra tardía de Henry Moore, inspirada en un canto rodado que encontró en 1954 junto a una playa, realizada en bronce y fundida en Alemania
en 1974, para ser exhibida en los jardines del Mönchehaus Museun Für
Moderne Künst Goslar, que es donde
se encuentra actualmente el original.
La copia de Santa Cruz, creo que hace
la 7+1 y fue donada por Moore en 1977
con la intermediación, en la sombra,
de Peter Schenning, que no quería figurar por la incomprensión sufrida en
su intento de crear el Jardín Artístico
Humboldt, y la del arquitecto tinerfeño Carlos Schwartz, que se trasladó
expresamente al estudio de Moore en
Londres para ultimar los detalles de
la cesión. Para que nos hagamos una
idea del valor de “El guerrero”, una
copia fue subastada, en 2011, en la famosa galería londinense Christie´s
con un precio estimado de entre
1.500.000 y 2.500.000 libras esterlinas.
En 1975, Henry Moore fue galardonado en el Goslar´s Kaiser Ring
Award, con el famoso anillo de Goslar, un distintivo del Mönchehaus Museun que concede a artistas relevantes por su dilatada y universal
proyección artística. Desde su fundación lo han recibido: Georg Baselitz,
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EL DÍA, domingo, 9 de febrero de 2014
EN PORTADA
Sucinta cronobiografía de Henry Spencer
Moore (1898-1986)
Mathew Barney, Bridget Riley, David
Lynch, Rebecca Horn y Christo. El último fue concedido en octubre 2013
a Olafur Eliasson, que además ha sido
galardonado con el premio Mier van
der Rohe de arquitectura.
Interpretación de “El guerrero”, de
la que soy único responsable
Henry Moore había sufrido en
carne propia los horrores de la guerra de 1917, donde fue herido por un
ataque de gas tóxico, y en 1940, por
las bombas que los alemanes arrojaron sobre Londres en la II Guerra
Mundial. Una de ellas destruyó la
casa-estudio que tenía en la localidad
de Hempstead, teniendo que trasladarse a la que sería su casa definitiva,
en Perry Green. Durante los bombardeos había tenido que refugiarse, como miles de londinenses, en las estaciones subterráneas del metro,
sufriendo el ensordecedor ruido de sirenas, la eterna oscuridad, las toneladas de escombros esparcidos por calles y plazas y las imágenes desoladoras de miles de hogares destruidos
por la barbarie. Todas esas terroríficas visiones dejaron un rescoldo de
odio interior, contenido en su sensible mente de artista que proyecta, inconscientemente, en series de dibujos y bocetos, de cuerpos abatidos,
reclinados y retorcido que se ensamblan para combatir el frío y/o el miedo, y que traslada posteriormente a
la piedra inerte o al potente bronce sin
atributos sensoriales, para minimizar
el sufrimiento humano provocado por
tanto horror, barbarie y sinrazón.
Moore acepta el compromiso, a petición de Schenning, de hacer una escultura para el museo de Goslar y engendra un guerrero abatido, que no
Laudatio a Henry
Moore en el
Mönchehaus
Museum con motivo
del premio Goslar’s
Kaiser Ring, en 1975.
vencido, con un escudo que parece
protegerle de las bombas que tanta
“sangre, sudor y lágrimas” causaron
a su pueblo. El guerrero no tiene brazos con que defenderse –un fusil es
inútil ante un misil–; los pies, a modo
de sirena marina varada, desaparecieron al pisar bombas que no explotaron, llevándose gran parte de la masa corporal y sexual; la cabeza quedó
intacta para no olvidar y poder mirar,
con ojos que se quedaron ciegos por
el fulgor. Guerrero postrado en actitud humillada y suplicante, sin boca
que pueda gritar ¡¡basta ya!!; sin orejas que perdieron el tímpano y que no
podrán oír jamás.
Recuérdese que las bombas de
Guernica inspiraron otro guerreo que
Picasso colocó abatido a la izquierda
de su famoso cuadro y del que Moore
pudo contemplar su gestación, y ¿tal
vez inspiración?
“Los horrores de la guerra” es, en
mi opinión, el nombre que más se
ajustaría a lo que Henry Moore quiso
expresar con su Guerrero, que está no
sólo en Goslar y Santa Cruz, sino también en todos y cada uno de los británicos que fueron víctimas de la prepotencia nazi que Moore rechazó
siempre, y extrapolable a todos los seres, víctimas de las actuales e incompresibles guerras de un mundo que
nos empeñamos absurdamente en llamar “civilizado”.
En Las Castras (El Tanque), recóndito lugar de medianías y cumbres ideal
para serenas reflexiones que comparto en vecindad con Adrián Ibáñez,
que tuvo la fortuna de conocer, compartir vivencias y opiniones con el escultor universal Henry Moore.
1898. Nace el 30 de julio en Castleford, West Yoskshire, Gran Bretaña, siendo séptimo de ocho hijos del matrimonio Raymon Spencer (minero) y Mary Backer (ama de
casa)
1905. Estudios primarios alentando su vocación por el dibujo su maestra Alice Gostick.
1909. Se inicia en la escultura, tras estudiar a Miguel Ángel y otros clásicos.
1910. Se inicia en el aprendizaje del dibujo en la Grammar Scholl de Castleford, ayudado por su hermano mayor, que era un gran dibujante.
1916. Profesor en prácticas, junto a su hermana mayor. Practica boxeo de forma amateur
1917. Movilizado en la I Guerra Mundial por el ejército, cae herido, por envenenamiento de gases, en la batalla de la localidad francesa de Cambrai. Entrenador de boxeo
en el Ejército.
1919. Se le concede una beca, por su condición de herido de guerra, en Leeds College
of Art and Desing, donde entabla amistad con la artista Barbara Hepworth (1903-1975)
con la que funda “Seven and five Socity”.
1921. Becado para ampliar estudios en el Royal College of Art, Londres. Influencias de Jacob Epstein (1880-1959), Frank Dobson (1888-1963) y Constantin Brancusi
(1876-1957) Primeras esculturas con la técnica de “tallado directo” en mármol, madera
y piedra.
1924. Nombrado profesor de Escultura en la Royal College of Art y becado para un
viaje de estudios por Italia y Francia.
1928. Realización de “West Wind”, un relieve, esculpido en piedra, para la estación
del metro de Saint James en la que colaboran Epstein y Eric Gill (1882-1940) Primera
exposición individual de esculturas y dibujos en la Galería Warren de Londres.
1929. Se casa con Irina Radetsky (1907-1989), de ascendencia rusa-polaca, educada
en París y estudiante de pintura en la Royal of Art londinense.
1930. Se une al movimiento modernista junto a Barbara Hepworth
1932. Nombrado jefe de departamento de Escultura en el Chelsea School of Art.
1933. Se unió al grupo “Unit One Group” de Paul Nash (1889-1946). Se solidariza
con la artista alemana Käthe Kollwitz (1867-1945), que al firmar el manifiesto contra
las fuerzas fascistas le obligan a renunciar a su trabajo como profesora en la Academia de Arte, además de perder su taller-estudio y vetarle su obra.
1934. Visita a España que incluye: las Cuevas de Altamira en Santillana del Mar,
Santander, Pamplona, Madrid, Toledo y Vic.
1935. Forma parte de la “International surrealist exhibition”, con la intención de introducir las vanguardias artísticas en Gran Bretaña.
1936. Firmó un manifiesto contra el nazismo y el fascismo, intentando, junto a una
delegación de artista, viajar a la España republicana. Crea, en madera, la primera Figura
yacente. Brote de artritis y reuma (herencia de su madre) que no le impiden trabajar
y dibujar el resto de sus días
1937. Visita a Picasso (1881-1973) en su estudio parisino y contempla el “Guernica”.
Realiza con idea de subastar, sin éxito, la litografía “Prisionero español” en beneficio de los refugiados republicanos. Roland Penrose (1900-1984) le compra “Mother
and Child”.
1939. La Chelsea School of Art es evacuada, por la guerra, a Northampton, renunciando a su puesto. Serie de dibujos de los acantilados de Dover y figuras aprisionadas en la arena, anticipo de las esculturas yacentes.
1940. Su casa de Hempstead es destruida por una bomba alemana. Es nombrado
Official War Artist. Compra una casa y terrenos en Perry Green, Much Hadman, cerca
de Londres. Trabaja el modelado en arcilla y yeso antes de pasarlo a bronce por los
métodos de cera perdida y arena.
1941. Dibujos de personas en los refugios antiaéreos del metro de Londres, que serían
motivo de inspiración para sus esculturas.
1946. Nacimiento de su hija, que llamará Mary en honor de su madre, a la que estuvo
afectivamente muy unido. Exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de
Nueva York.
1949. Gana el Premio Internacional de Escultura en la Bienal de Venecia.
1950. “Family Group”, primera escultura pública en bronce, expuesta en una escuela
secundaria de Stevenage, que iba a ser colocada a propuesta del educador Henry Morris
(1918-2006) en el Campus diseñado por Walter Gropius (1883-1969) del Village College
de Impington y que la falta de fondos lo impidió.
1951. Rechaza el título de sir, al considerarlo discriminatorio para el resto de artistas. Primera escultura en yeso pintado “Reclining Figure”. Participa, junto a otros artistas, en el Festival of Britian. Antohony Caro (1924-2013) trabaja como voluntario en
el taller de Perry Green.
1952. Realización en Bronce del grupo familiar sedente “El rey y la reina.”, destinado al aire libre. Hoy en Openhecht Museum, Amberes, hay una copia en Perry Green.
Realiza una pantalla de cemento armado para el Time-Life Building (Londres)
1955. Recibe la Orden de los Compañeros de Honor. Participa en “Documenta I.”
Realiza “Wall Relief Nº1”, su única obra en ladrillo, que se encuentra en Róterdam.
1957. Escultura para el edificio de la UNESCO en París.
1958-1959. Fructífero período de esculturas en bronce por encargo de museos e instituciones de todo el mundo.
1960. Se desestima la creación de una sala exclusiva (Henry Moore) en la “Tate
Gallery”
1963. Recibe la Orden de Merito del Reino Unido por su labor y proyección internacional como escultor.
1967. “Nuclear Energy”, escultura controvertida encargada por la Universidad de
Chicago para conmemorar la primera reacción nuclear en cadena, lograda por Enrico
Fermi (1901-1954)
1972. Magna Exposición retrospectiva en los jardines Forte Belvedere de Florencia.
Crea con su hija Mary “Henry Moore Trust”, con el fin de preservar el patrimonio escultórico familiar.
1974 Realiza un Guerrero en bronce por encargo del mecenas alemán Peter Schenning (1923-2010) para el Mönchehaus Museun für Moderne Kunst Goslar.
1975. Recibe el Goslar´s káiser Ring. Encuentro con Cesar Manrique (1919-1992) y
Luis Ibáñez en Alemania y París. Primer presidente de la “Turner Socity”, que no conseguiría los fines propuestos por la oposición de la Tate y la National Gallery
1977. Crea la Fundación Henry Moore, con Irina y Mary como directoras. Dona una
copia del Guerrero de Goslar a la Ciudad de Santa Cruz de Tenerife con la intermediación de Peter Schenning y el tinerfeño Carlos Schwartz.
1980. Recibe en su casa de Perry Green a la familia Ibáñez (Luis, Adrián y Diana),
acompañados por Schenning y expertos alemanes en arte. Realiza para El Planetarium de Chicago “Man Enters the Cosmos”.
1982. Esculturas en bronce de figuras reclinadas, recordando los desastres de las
bombas alemanas caídas sobre Londres durante la II Guerra Mundial.
1983. La Reina de España Sofía lo visita en su residencia de Perry Green.
1986. Muere el 31 de agosto en Hertfordshire, a la edad de 88 años, siendo enterrado en la Artist corner of Saint Paul Cathedral, junto a Joseph Mallord Willian Turner (1775-1851).
Nota.-Para la redacción del artículo las referencia han sido facilitadas por sus protagonistas: Adrián Ibáñez, Luis Ibáñez y Diana Randolf, que amablemente han colaborado aportando documentación y fotos que se acompañan.
BIBLIOGRAFIA.
A pesar de la importancia de Henry Moore como escultor, los libros en español sobre
su vida y obras son escasos. La mayoría de los consultados para elaborar la Cronobiografía están en inglés y han sido publicados en Inglaterra, Alemania y Estados Unidos. He aquí los consultados:
HENRY MOORE: La escultura.
JUAN JOSÉ MARTÍN GONZÁLEZ: Las claves de la escultura. Ed. Planeta.
G. BAZIN: Historia de la escultura mundial . Ed. Blume 1972.
SANTIAGO AMÓN: El escultor Henry Moore cumple 80 años. Articulo del PAIS 27/07/1978.
FIONA RUSSELL Y JANE BECETT: Henry Moore: Space, Scultur, Politic. Vermont 2003.
ANDREW CAUSEY: Sculture Since. Oxford University 1998.
DOROTHY KOSINKY Y JULIAN ANDREW: Henry Moore, Sculpting the 20th Century.
Yale University (2001).
En alemán: Laudatio a Henry Moore . Museo de Goslar (1975)
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domingo, 9 de febrero de 2014, EL DÍA
Catedrático
de
Toxicología
de la ULL
Arturo Hardisson de la Torre,
natural de La Laguna (1957), casado y
con un hijo, es licenciado en Farmacia por la Universidad de La Laguna
(ULL) con la calificación de sobresaliente (examen de grado) y premio extraordinario de licenciatura (junio
1979), y desde 1980 ha estado vinculado a la Real Academia de Medicina
de Santa Cruz de Tenerife, año en el
que obtuvo el Premio Wildpret al mejor expediente académico.
Es doctor en Farmacia por la ULL,
con la calificación de sobresaliente cum
laude (mayo 1984), y ejerció como inspector farmacéutico municipal adscrito a la Dirección Territorial de Salud
de Santa Cruz de Tenerife entre 1980
y 1986. A partir de ese año, entró como
profesor titular numerario en la ULL,
adscribiéndose consecutivamente a
áreas como Medicina Preventiva y Salud
Pública (1993-1996) o Toxicología y
Legislación Sanitaria (1996-1998),
hasta que en 1998 obtuvo la cátedra
que sigue ostentando en la actualidad.
Como investigador, ha publicado más
de 300 trabajos en revistas nacionales y extranjeras, ha presentado más
de 250 ponencias y comunicaciones
en congresos estatales e internacionales, y se le han concedido tres sexenios de investigación y seis quinquenios
docentes. En su labor como tutor, destaca la dirección de cerca de 30 tesis
doctorales y 22 tesinas.
Es, además, académico de número
de la Real Academia de Medicina del
Distrito de Canarias, vocal de Alimentación del Colegio Oficial de
Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife desde 1983, vocal de la Asociación
Española de Toxicología desde 2011,
miembro del comité científico de la
Agencia Española de Seguridad Alimentaría y Nutrición (AESAN) e investigador participante en el Proyecto
Vulcano, cuya finalidad es la evaluación
del impacto del proceso eruptivo submarino de la isla de El Hierro sobre
su ecosistema marino.
Posee una amplia experiencia en toxicología alimentaria y medioambiental habiendo realizado diversos estudios de evaluación toxicología, dietética, nutrición y de monitorización
de metales pesados y otros contaminantes.
Arturo Hardisson recibió recientemente de mano de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana
Mato, la Medalla del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
Arturo Hardisson
(óleo sobre lienzo de 80 cmX60 cm)
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EL DÍA, domingo, 9 de febrero de 2014
BALCÓN DE VENEZUELA
TURISMO
SAN ANTONIO DE TEXAS
EN EL RECUERDO
LA INMORTAL GESTA DE LA DIÁSPORA CANARIA
“Los canarios de verdad somos luchadores… amamos la lucha. Siempre he pensado, toda mi vida, que al solicitar algo justo la justicia responde” (Teobaldo Padrón. San Antonio de Texas. Marzo de 1984)
Textos: Antonio-Pedro Tejera
Reyes
Un prólogo necesario
l 12 de octubre de 1984
quedó grabado en nuestra
memoria como una de
las fechas más emotivas de
nuestra vida. En ese día fuimos testigos de excepción de la restitución del nombre de “Plaza de las
Islas” a la plaza mayor de la ciudad
de San Antonio de Texas, allá en el
país más poderoso del mundo: los Estados Unidos de América.
Un grupo de más de una docena de
canarios residentes en Venezuela
nos desplazamos desde Caracas a esta
bella ciudad para asistir al solemne
acto que se desarrolló en la mismísima plaza y que presidía el que más
tarde fuese ministro de Hacienda del
gobierno de la nación, el Dr. Henry
Cisneros, en esas fechas alcalde de
San Antonio.
Detrás de este hermoso acto de reconocimiento quedó una
excepcional historia de
la que fue protagonista
nuestro ilustre amigo y
llorado paisano Emeterio
Teobaldo Padrón Cruz,
quien durante varios
años luchó a brazo partido para conseguir este
singular acto, visitando
incluso casa por casa a
cientos de vecinos de la
ciudad, portando los
mas sólidos argumentos para conseguir sus
propósitos, lo cual realizaba sin ningún otro
apoyo que la fuerza de
su tesón y su afán de justicia.
Teobaldo
Padrón
–como era conocido
popularmente por sus
amigos– nos dedicaría,
algunos años después,
unos sensacionales días
de su vida en una visita
Placa conmemorativa a la fundación de San Antonio de Teque propiciamos como xas, por los canarios, en la cual figuran sus nombres y apeinvitado especial por el llidos, en la plaza mayor de la ciudad.
Hogar Canario-Venezolano de Caracas, dejándonos unos
Clemente Pérez, en uno de los memomemorables recuerdos de su valía
rables actos públicos en la que él fue
como un canario imitable, como
su protagonista durante esta señalada
muy bien la calificara el sacerdote
visita.
E
La gesta de los canarios
En el comentario que aparece en el libro de Armando
Curbelo Fuentes “Fundación
de San Antonio de Texas
(Canarias, la gran deuda americana)”, se dice que la fundación de esa ciudad es “el
tributo mas caro, el de la sangre, que un pueblo europeo
jamás haya pagado a su
patria”.
Teobaldo Padrón resumió
esta excepcional gesta en su
intervención pública, en
plena Plaza de las Islas, ese
glorioso e inolvidable día del
12 de octubre de 1984.
“Las dieciséis familias que
llegaron a San Antonio de
Texas partieron del puerto de
Santa Cruz de Tenerife el día
27 de marzo de 1730 en un frágil y pequeño barco de vela.
De Santa Cruz de Tenerife
zarparon para La Habana, y
desde allí a Veracruz, a cuyo
puerto mexicano llegaron el
día 19 de junio de 1730.
Ahora, en Veracruz, una
nueva ruta les fue señalada.
El virrey, marqués de Casafuerte, decidió que el destino final de
los canarios fuese el presidio de San
Antonio de Béjar, provincia de Tejas.
Para llevar a cabo esta hazaña, des-
Con Teobaldo
Padrón (en el
centro) y nuestro
paisano radicado en
Caracas, Juan
Sánchez,
degustando un
“tequila margarita” en
el mismo centro de
San Antonio de
Texas. Era el año
1984.
de Veracruz tenían que atravesar todo lo que hoy es México, de sur a norte,
y luego penetrar en Tejas. En este trayecto fueron sus etapas principales
Cautitlán, San Juan del Río, Querétaro, San Luis de Potosí, Matehuala,
Saltillo, Monclava, San Juan Bautista…
Para comenzarlo les dieron caballos,
herramientas, ropas, utensilios… El
camino estaba lleno de peligros. Para
medirlos bien tendríamos que conocer
las dificultades de aquellos tiempos.
Recorrer el camino a lomos de caballo o mulo, o a pie;
vadear las ciénagas, los
ríos, siempre preparados para rechazar el ataque de animales salvajes
o de indios que defendían
sus tierras. En el viaje se
perdieron unos 160 caballos, lo que da una ligera idea de las dificultades de la jornada.
Algunos murieron en el
camino, otros enfermaron.
A San Antonio llegaron
56 personas. De ellas 28
eran adultos y 28 niños.
Gracia de Acosta y María
Rodríguez Robaina viajaban embarazadas. La
primera dio a luz en La
Habana, y la segunda en
Cautlicán. Ambos niños
llegaron de cinco y de un
mes, respectivamente, a
San Antonio de Bejar”.
Seguiremos
Este es el comienzo de una historia que comenzamos a escribir allá
por el año 1983, cuando tuvimos la
primera oportunidad de conocer esta
hermosa ciudad del sur de los Estados Unidos, donde de forma emocionada conocimos a Teobaldo
Padrón, el hombre que nos diera un
abrazo y nos dijera que abrazaba a
Canarias porque “Canarias eres tú”,
frase que nos sirviera más tarde
para hacerla famosa en una de aquellas inolvidables semanas culturales
que instauramos en el Hogar Canario-Venezolano de Caracas, en aquel
entonces, y que más tarde vimos con
alegría cómo el Gobierno de Canarias
la utilizó como propaganda en el Día
de Canarias.
Hechos y realidades que demuestran el valor del canario en el mundo,
especialmente en toda esta gran
América, donde no queda un rincón
donde no hayan participado en su desarrollo, e incluso como héroes de la
independencia de naciones enteras.
A una pregunta nuestra en una
entrevista a un presidente del Parlamentó de Canarias –publicada en
este mismo periódico EL DIA–, su
respuesta fue: “Los canarios fuertes
emigran a América”. ¿Será verdad
que por eso no hemos conseguido
nuestra independencia? Seguiremos
con el tema.
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domingo, 9 de febrero de 2014, EL DÍA
ANÁLISIS
¿LA PRIMAVERA CANARIA?
Texto: Jaime García García
(doctor en Geografía e Historia)
E
n un espacio corto de
tiempo han explotado,
ante los atónitos ojos de
los que pensaban en un
mundo inalterable, una
serie de revueltas, levantamientos o,
simple y llanamente, procesos revolucionarios que han propiciado la caída
de muros –visibles y no visibles– creados por autócratas y oligarcas, o el desplome de sólidas estructuras que parecían indemnes a cualquier movimiento sísmico que las alterase, con
la excusa de que el tiempo y el
inmovilismo popular las consolida, y
sin contar con que el hartazgo de los
pueblos se acelera y desborda en
momentos no esperados, fruto de gotas
que acaban por llenar el vaso y producir el derrame del contenido.
Sin señalar espacios geográficos,
zonas económicas o poderes fácticos,
lo cierto es que ya no ha sido necesario esperar siglos para que los pueblos
recuerden a sus dirigentes que las revoluciones cercenaron ideas inactivas en pro de procesos de avance
ideológico, social y económico. A
estos nuevos espacios de libertad se
les ha bautizado con el eufemismo de
“primaveras”, donde todo parece
reverdecer al calor de una nueva estación. Ahora bien, no caigamos en la
tentación de creernos capaces de
reestructurar un mundo que, sólo
aparentemente, pinta de distinto color su fachada cíclicamente, conservando intacto el interior.
Los contextos primaverales
contemporáneos
Estos movimientos que hemos dado en denominar “primaveras”, tienen una explicación lo bastante
coherente como para puntualizarla,
analizarla y cuestionarla en ciertos
aspectos. Comentemos sus razones,
sus causas, sus precipitantes y tal vez
así hallemos un punto de partida fundamental para creer o no creer en este
tipo de fenómenos.
En la forma y en el fondo obedecen
a:
1.- Razones económicas. La mayoría de los habitantes de los lugares
donde estos fenómenos se han desencadenado han vivido en las últimas
décadas en condiciones lamentables, miserables, a pesar de contar con
recursos que podrían solventar su problemática vital y no engordar las cuentas corrientes de sus dirigentes en paraísos fiscales. Los ciudadanos de estos
estados son los únicos dueños legales de sus recursos; lo que ha sucedido en los últimos tiempos tenía su
raíz en una delegación no voluntaria
y la consiguiente explotación de los
mismos a manos de un puñado de oligarcas de manos largas, lenguas fáciles y rostros impertérritos. El gas, el
petróleo, el sol, el turismo y otra gran
amalgama de riquezas varias podían
verse, olerse, pero no palparse, y
muchos menos disfrutar de ellas.
2.- Entramado social y político. La
consolidación de un sistema político
autoritario que amasa una gran fortuna a base de corrupción y apropiación
indebida de las riquezas del entorno
que gobierna bajo un pretendido liderazgo –sea de la clase que sea– no
se logra sin contar con una red a modo
de telaraña, hábilmente entretejida
–es imprescindible la revisión periódica de la urdimbre y la sustitución
de los hilos que se desgastan o se
corroen–, que apoya a todo el conglomerado con la única finalidad de
su conservación perpetua.
Esta situación se apoya en el culto
al líder, cuyo primacía puede ser de
naturaleza religiosa, espiritual, ideológica o política e, incluso, coyuntural, es decir sin plataforma sólida que
la sustente, pero que a fuerza de sortear obstáculos y por el método del
encantamiento de la serpiente sobrevive. Y lo hace apoyándose en un corpus jurídico, constitución o elemento de corte similar creado al efecto,
o también en un resorte mental
extraído del credo religioso predominante.
3.- Raíces culturales. Siempre existen, ya que todo pueblo trata de con-
servarlas a pesar de algunos intentos
de destrucción. Claro está que cuando
los tiranos de turno no pueden
enfrentarse a algo más poderoso
que ellos las insertan en el sistema,
las acomodan y las transforman en pro
de sus intereses. Así han ganado adeptos para la causa, convertida en
supuesta democracia, aunque la
cleptomanía sigue entretejiendo sus
redes. Tal situación prevalece temporalmente, en mayor o menor
medida, cuando la mayoría, hasta ese
instante silenciosa, comienza a percatarse de que los jóvenes se pierden
en la molicie o son devorados por el
credo imperante, los mayores han agotado sus fuerzas en el complicado ejercicio de la supervivencia y la generación
intermedia tarda en reaccionar por carecer de estímulos.
De esa mayoría silente surge un número determinado de personas que,
a través de diversos medios –recordemos el peso de las redes sociales
y las nuevas tecnologías–, canalizan
las porciones derramadas de ese
vaso colmado e inician el proceso con
un puño en alto, unas voces ruidosas,
unas manifestaciones cuyo número
crece a medida que lo hacen la ira y
la frustración y que culminan con la
ruptura de un orden establecido
basado en el miedo, ya que al desaparecer éste los dueños de la nada
carecen del mismo.
Entonces se inicia la lucha por conseguir lo que otros tienen no
La Revolución
Francesa es
considerada la madre
de todas las
revoluciones, aunque
no fuera la primera.
demasiado lejos, sin necesidad de
lanzarse al mar o al desierto en
busca de paraísos inexistentes. Así
han surgido las primaveras del siglo
XXI. Es cierto que en el XX eran
movimientos de independencia o
corrientes revolucionarias. Asimismo,
en otras centurias han constituido
ejemplos que bautizamos para los
libros de historia como Revolución
(Industrial, Francesa, Americana,
Rusa, Mexicana...). Aquello no fueron otoños o inviernos y éstas primaveras (Túnez, Libia, Egipto,
Yemen, Turquía...).
Todos estos fenómenos han nacido
al calor del cambio democrático,
quizás porque Wikileaks haya abierto
alguna puerta extrañamente cerrada,
acaso porque la juventud es su clara
protagonista o porque Europa teme
algo inconfesable.
¿Es posible una “primavera canaria”?
Es una cuestión difícil que no
tiene una respuesta clara ahora
mismo. Sin embargo, dado que la situación social y económica se ha ido agravando tanto desde los últimos cinco
o seis años y el horizonte cada vez es
menos nítido, es posible pensar en un
movimiento de corte similar en un
período de tiempo no excesivamente
largo, si no aparece un remedio que
mitigue la situación actual.
Los elementos socioeconómicos,
políticos y culturales analizados con
anterioridad no son aplicables al pie
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EL DÍA, domingo, 9 de febrero de 2014
ANÁLISIS
dedores o creamos un nuevo marco
de inserción laboral imaginativo? ¿Y
los movimientos sindicales, se han
olvidado de pensar en los intereses
de quienes representan, acomodados
como están? ¿Qué sucede con la
generación de electricidad en Canarias y el recibo de la luz? ¿ Y la sanidad y la educación? Un sinfín de preguntas sin respuestas.
de la letra a nuestro entorno, pues habría que matizarlos y adecuarlos
convenientemente. De una parte,
nuestro estatus de territorio ultraperiférico en la Unión Europea nos
proporciona, al menos en teoría, un
marco de ventajas, aunque no hayan
sido utilizadas en su totalidad. Esa
situación en un contexto europeo –a
pesar de la crisis– mitiga en parte los
disparadores de una posible primavera. Ahora bien, el canario –joven y
formado o no– comienza a plantearse
o a oírlo de sus mayores –otrora emigrantes carentes de formación e
información, pero llenos de vigor y
férrea voluntad de vencer a los acontecimientos– que es preciso buscar
nuevos lugares donde ganarse la
vida, pues estos no están en Canarias.
La juventud podría hacerlo –el futuro
es suyo y el tiempo corre a su favor–,
pero ¿y el resto de la población
activa con una edad superior a los 40
y con nulas expectativas de integrarse
en el mercado laboral a medio plazo?,
¿qué piensa? Sencillamente, que su
situación no es la misma, puesto que
las cargas familiares y sociales pesan
demasiado para una aventura de tal
calibre. Además, habría que preguntarse dónde estaría ese lugar
idóneo capaz de darnos el trabajo preciso para ganarnos el pan. Ya no hay
“paraísos” capaces de abrirnos sus
puertas para solucionar nuestros
problemas, porque, claramente, tienen prioridad los suyos. Y la población mayor cuenta sus historias personales; si las escuchásemos,
oiríamos un claro mensaje: “Canarias
no puede; es una saco demasiado lleno, que es preciso vaciar para dejar
espacios de renovación”. La
interpretación de la recomendación
es libre.
La clase política no ayuda. Se eterniza en el poder, valiéndose de un sis-
tema democrático que debería –pero
no lo hace– renovarse, impidiendo la
atadura a los sillones respectivos por
los siglos de los siglos. No soluciona
nada. Repite eternamente el verbo
trabajar: “trabajamos para”, “estamos
trabajando en”, “trabajaremos para
hallar la solución”, “nuestro trabajo
se centra en ...”, “el trabajo que llevamos a cabo”... El corto plazo no les
interesa; únicamente el suyo. El medio plazo es el fruto de promesas vulneradas. El largo plazo es para otros.
Y, finalmente, lo más grave: no es capaz de pensar, de ser original, de buscar, de indagar; sólo duerme o se aletarga.
La clase empresarial no arriesga.
Carece de incentivos y prefiere lo conocido y seguro. Se precisa decisión
y valentía; en suma, riesgo, que, en
Las “primaveras”
árabes todavía no
han tocado a su fin.
La población de
varios países del
Norte de África ha
dicho ¡“basta”! a los
abusos.
época de crisis, parece no ser un buen
compañero de viaje. Y puesto que los
dirigentes siguen “trabajando”, hasta
que no concluyan la labor no hay
nada que hacer; además, los bancos
siguen cerrados para unas cosas y
vacíos para otras.
¿Qué nos queda? Puesto que actualmente se habla de investigación,
desarrollo e innovación (I+D+i) como
la receta para avanzar, hemos de
inquirir dónde están los recursos y las
circunstancias propicias precisos
para ello, porque personal existe, y
preparado. ¿Y qué sucede con el
petróleo? ¿Por qué no aplicarse en las
energías renovables? ¿Qué tal si reinventamos un turismo con algo más
que sol y playa? ¿Y si miramos a África
con otros ojos? ¿Por qué no impulsamos las iniciativas de los empren-
Conclusión
¿Qué nos queda por hacer?¿Dónde?
¿Cuándo? No existen respuestas.
Cuando el vaso se llene, se derramará; y eso a pesar de que diariamente
la clase dirigente lanza al aire
inmensa cantidad de globos de colores para distraer la atención del ciudadano, pensando –erróneamente–
que somos unos idiotas e incapaces
de pensar por iniciativa propia.
Entonces, la primavera o el verano,
el otoño o el invierno canarios llegarán y lo harán sin remedio. Echaremos la culpa de los males a esto o
a aquello; al poder central; a Europa,
a Alemania, a la prima de riesgo; pero
nunca a los que, teniendo en sus
manos la oportunidad del cambio, no
lo han hecho, ni lo hacen, ni lo harán;
simplemente por ineptitud, desidia
e incapacidad. Y, claro está, los culpables seguirán “trabajando” y cobrando su sueldo, dietas o dádivas
nacionales, autonómicas o locales,
amén de subvenciones para no funcionar. Sin embargo, seguirán sin
pensar. ¿Por qué? ¿Acaso no quieren?
No, porque... ¡no saben! Y, aunque supiesen, eso... ¡que lo hagan otros!
P.S.
Lo escrito más arriba nos es apología
de nada; es simplemente hartazgo. No
vale sólo con sobrevivir, ni convivir
con un entorno que huele a corrupción sin inmutarse. Es perentorio decir
basta y proceder a una renovación social, económica y cultural, que pasa
por la búsqueda de la ética y la honradez.
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domingo, 9 de febrero de 2014, EL DÍA
www.eldia.es/laprensa
Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 914
¿TE PERDONO?
¿Por qué guardamos rabia hacia
alguien?
Mantenemos rencor hacia alguien
en el tiempo porque quien nos hace
daño es una persona importante
para nosotros y probablemente no
queremos perder la relación que
cia es que cada uno tiene el poder
para transformar sus vivencias en
aprendizajes y crecimiento personal.
Los estudios acerca del acto de perdonar indican que tienen que darse
dos condiciones para que esto
suceda:
El ofensor tiene que mostrar arrepentimiento.
El ofendido no puede guardar rencor.
¿Cómo lo hacemos? Si no quieres
que el rencor se adueñe de tu vida,
lo primero que debes hacer es darte
cuenta y reconocer abiertamente
que te han hecho daño sin recriminar, solo informando. A partir de
aquí, tomamos una decisión: ¿le
perdono?
Estas preguntas pueden ayudarnos
a decidir:
-¿Quién nos causa ira?
-¿Cuál es la dimensión de nuestros
tenemos con ella o no queremos perder nuestro rol de víctima frente a esa
situación. En definitiva, no nos responsabilizamos de lo que nos ha ocurrido, sino que esperamos que el otro
haga algo para aliviar nuestro dolor.
Pero, solo nosotros somos responsables de nuestros propios sentimientos, independientemente de lo
que nos hayan hecho. Y la buena noti-
sentimientos dolorosos?
-Nos enfocamos en el incidente: ¿la
causa tuvo lugar hace mucho tiempo?,
¿se mantuvo en el tiempo? -Conviene
analizar los detalles específicos.
-¿Quién es el responsable del incidente?
-¿Cometió realmente una injusticia?
-¿Estamos precipitándonos en sacar
conclusiones?, ¿hay algún malen-
Texto: Tais Pérez Domínguez.
Psicóloga T-2100
www.taispd.com
“De pequeños los niños aman a
sus padres, cuando crecen los juzgan y sólo a veces los perdonan. En
eso, dicen algunos, consiste la
madurez”.
(Oscar Wilde)
P
erdonar no es un acto altruista, es egoísta. Yo soy
egoísta. Primero me quiero
a mí misma y luego quiero
a la gente que me rodea.
Siempre he pensado que no se puede
querer bien a alguien si uno no se aprecia. Por ello, estoy totalmente a favor
de perdonar. Lo hago por mí, no por
la persona a la que perdono.
No perdonar lleva a sentimientos de rabia, resentimiento, frustración. Un cúmulo
de sentimientos negativos que
nos alejan de ser felices, nos
mantienen unidos a esa otra
persona y, por tanto, privados
de nuestra libertad. Y yo –creo
que ya lo he dicho en otras ocasiones– he elegido ser feliz y
para ello, entre tantos otros
esfuerzos, intento perdonar.
¿Qué es perdonar?
La Real Academia de la Lengua Española define perdón
como la remisión de la pena
merecida, de la ofensa recibida
o de alguna deuda u obligación
pendiente. Cuando escuchamos la palabra perdón asociamos siempre un culpable,
puede ser uno mismo o un tercero. Parece que muchas veces
no solo resulta difícil perdonar
a alguien, también lo es perdonarnos a nosotros mismos.
Ahora bien, perdonar no es
anular, como si nada hubiera ocurrido; ni es olvidar, como si fuera
posible una amnesia súbita; ni
es no tenerlo en cuenta, ser
imprudente y no aprender de la
experiencia. Perdonar no significa
ser ni ciego ni ingenuo. Lo
hecho, hecho está y no hay nadie
que lo cambie.
Perdonar no implica tampoco otorgar clemencia y suspender el castigo impuesto.
Perdonar es dejar de odiar, es acabar con el rencor, terminar con el resentimiento. Perdonar es renunciar a
la venganza
Perdonar es un proceso
El perdón es una decisión, elegimos
perdonar o no hacerlo. No hay perdón
a medias, aquí no hay medias tintas.
En general, todos tenemos heridas,
traumas que nos invaden de sentimientos negativos y dolorosos hacia
los demás y hacia nosotros mismos.
Cuando me aferro al odio y a la ira
solo me hago daño a mí misma. Y esto
es lo primero que tenemos que saber
para convencernos de que perdonar
es la mejor opción.
tendido?
-¿Nuestras expectativas con respecto
a la otra persona son demasiado
altas?
-¿Qué razones tiene para comportarse así?
Cuando respondes afirmativamente a esta pregunta no lo haces por
sentirte obligado y das el paso sin
dudar. Una vez compartida la decisión, empieza el duro proceso de
recuperar la confianza en la persona
que nos ha hecho daño. Mientras que
la decisión de perdonar es algo personal, recuperar la confianza es cosa
de dos, deben ayudarse el uno al otro.
Una vez pasadas estas dos primeras fases comenzamos con el proceso
cognitivo. Nos centraremos en crear
pensamientos dirigidos al perdón. Será más fácil si pensamos en la persona
como un todo. No solo nos centramos
en lo que nos hizo sino que evaluamos todo lo que ella significa.
No debemos olvidar que lo
que nos ha hecho puede haber
sido un error o que determinadas circunstancias le han
empujado a comportarse de la
manera en que lo hizo.
En esta etapa la empatía es
crucial, ponernos en el lugar de
la otra persona y entender
desde su punto de vista por qué
ha actuado de esa manera. A
mí, personalmente, me ayuda
mucho pensar en tres cosas, si
falla una voy a la siguiente:
¿Qué hubiera hecho yo en esa
situación siendo esa persona?
¿Cómo hubiera actuado yo?
¿He actuado así en alguna circunstancia parecida en el
pasado?
Una vez estemos seguros de
creer firmemente en lo que
estamos pensando, verbalizamos estos pensamientos a la
persona que queremos perdonar.
Y damos paso al siguiente
estadio, el proceso emocional.
Como aún no existen las
máquinas del tiempo, no podemos volver atrás y evitar que
ocurra lo acontecido. Deberemos trabajar a este nivel. Y ello
implica ser capaces de sentir y
pasar a una nueva etapa de
nuestra vida en la que elegiremos qué lugar ocupará la persona que hemos perdonado.
Porque perdonar no conlleva sostener la misma relación que teníamos
con esa persona.
El proceso de perdonar es complejo. Pero una vez terminado nos
sentimos aliviados y liberados,
pudiendo llegar a entender que las
situaciones dolorosas son oportunidades para crecer, tomar consciencia
y desarrollar la empatía.
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