BIENES PRIVATIVOS1 2 Hace unas semanas estuvimos hablando de las normas que en Aragón regulan la economía dentro del matrimonio. Como sabemos, el matrimonio aragonés que no ha pactado un régimen especial en capitulaciones matrimoniales se rige por el sistema previsto en la Ley aragonesa que es el régimen llamado “consorcio conyugal”. Esto supone que en un matrimonio aragonés que no ha pactado un régimen especial en capitulaciones hay que distinguir tres patrimonios. En primer lugar, mi patrimonio personal. En segundo lugar, el patrimonio de mi marido ; y, en tercer lugar, el patrimonio común o consorcial, que nos pertenecerá a mi marido y a mí por partes iguales. El respeto a la libertad y a la voluntad de los particulares tan presente en nuestro Derecho se refleja también en el régimen matrimonial aragonés, en el consorcio conyugal. La Ley va a señalar qué bienes son privativos o comunes pero esta regulación cede ante la libertad de los cónyuges para atribuir en todo momento carácter consorcial o privativo a los bienes que deseen. Les expliqué hace unos días que, como regla general, podemos decir que son bienes privativos de cada cónyuge los que le pertenecían al contraer matrimonio o los que durante el matrimonio reciba por herencia o por donación. Pero veamos con más detalle qué bienes se consideran privativos y, por lo tanto, no pasan a formar parte del patrimonio común o consorcial. 1 Arts. 37 a 40 de la Compilación Bienes privativos. R5 También son privativos los bienes que vienen a reemplazar a otros propios así como el dinero que obtenga de la venta de un bien privativo. Por ejemplo, si soy propietaria de un piso en Zaragoza y lo vendo el dinero que obtenga será privativo y no entrará a formar parte del patrimonio consorcial. Si con ese dinero decido comprar un apartamento en Jaca, este apartamento también será de mi exclusiva propiedad. Ahora bien, como el dinero no lleva una etiqueta en la que ponga si es privativo o consorcial, la Ley establece unos mecanismos para acreditar que el apartamento en Jaca lo compro efectivamente con el dinero que obtuve de la venta del piso de Zaragoza. En principio será necesario que mi marido acuda al Notario y reconozca que el dinero con el que pago el apartamento es de mi exclusiva propiedad. Pero no siempre es necesario que acuda el otro cónyuge al Notario pues, en ocasiones, bastará con que el cónyuge comprador declare que el dinero con el que va a pagar es privativo. Veamos que requisitos exige la Ley para que con el dinero que obtuve de la venta del piso pueda comprarme como privativo el apartamento en Jaca sin que intervenga mi marido para reconocer que el dinero con el que pago es privativo: 1) Que el apartamento de Jaca me cueste lo mismo o menos de lo que obtuve por el piso de Zaragoza, 2) Que la compra del apartamento de Jaca se haga ante el mismo Notario que intervino en la venta del piso de Zaragoza 3) Y que no hayan pasado más de dos años entre una y otra escritura Bienes comunes. R5 2