La poliuria es un aumento del gasto urinario, mientras que la polidipsia describe un aumento en el consumo de agua. En general, un caballo adulto de 500 kg producirá de 12 a 17 l de orina por día efectuando para ello de 4 a 7 micciones diarias. Esta orina tendrá una densidad urinaria de 1.020 a 1.030 y un pH de 7’1- 7’4. Estos valores pueden variar ligeramente dependiendo de la dieta y condiciones ambientales. Sin embargo, por lo general la producción diaria de orina de más de 20 a 25 l se considera como indicativa de poliuria. Se han informado causas renales, hormonales y psicogénicas. Hay dos estados de enfermedad comunes que producen poliuria. La causa más común, la insuficiencia renal crónica, produce poliuria porque existe un número insuficiente de nefronas funcionales para concentrar la orina. Los tumores de la pars intermedia (adenoma de pituitaria) asociada a hiperadrenocorticismo secundario, es una causa menos común de poliuria, que se encuentra principalmente en caballos más viejos. 1. Insuficiencia renal crónica. La IRC es un problema más común en caballos viejos, y es resultado de enfermedad glomerular o tubulointersticial. La causa más común de IRC es la glomerulonefritis proliferativa, originada por depósito de inmunocomplejos en el glomérulo. Otras causas son la hipoplasia glomerular renal, nefritis crónica intersticial, pielonefritis y una variedad de causas diversas. Historia y síntomas: - Caballos viejos. • Pérdida de peso (es el signo más común asociado a IRC). • Inapetencia y depresión. Hallazgos clínicos y diagnóstico: • Los caballos afectados a menudo están delgados y pueden estar deprimidos. • • • • • • • • Puede haber placas sustanciales de edema ventral (anasarca), evidentes en los casos más avanzados, en donde la pérdida de proteína es significativa. Algunos caballos tienen aliento fétido y ulceraciones orales. Puede haber cálculos dentales. Son cambios clinicopatológicos comunes: anemia, hiperazotemia, hipocloremia e hiponatremia, así como posiblemente hipercalcemia, hipofosfatemia e hiperpotasemia. El análisis de orina revela isostenuria (densidad urinaria, 1.0081.015) y proteinuria. Son posibles la piuria, hematuria y bacteriuria, en particular si la IRC es secundaria a pielonefritis. Debe hacerse una palpación rectal para valorar el tamaño, forma y consistencia del riñón izquierdo y uréteres. Puede ser valioso el examen ultrasonográfico de los riñones cuando se intenta evaluar la anatomía de las estructuras en las vías urinarias. Una biopsia renal es valiosa cuando se intenta determinar el pronóstico. Diagnóstico diferencial: - Insuficiencia renal aguda. - Urolitiasis obstructiva. - Pielonefritis. • Parasitismo interno. • Neoplasia. • Abcesación abdominal/peritonitis. • Síndromes de malabsorción. Tratamiento: - La pérdida progresiva crónica de la función de las nefronas hace improbable el éxito de la terapia a largo plazo en la mayoría de los pacientes equinos que padecen IRC. El tratamiento exitoso se ve con mayor frecuencia si hay una exacerbación aguda y reversible de la condición. - La realización de un tratamiento de soporte en un paciente estabilizado y con poliuria puede prolongar sustancialmente la vida. El principio general más importante es proveer la suficiente cantidad de líquido, electrolitos y soporte nutricional. El animal siempre debe tener a su disposición agua, en busca de mantener la normovolemia y un aceptable flujo sanguíneo renal. Se debe administrar sal en bloques, siempre y cuando no existan edema o hipertensión. Si se produce edema se debe restringir la sal, aun en la fase de hiponatremia. Es necesario tomar muestras de sangre de forma rutinaria para controlar las concentraciones plasmáticas de sodio, potasio, calcio y bicarbonato. Si el bicarbonato plasmático es menor a 18 mEq/l, se pueden agregar al agua o a la dieta hasta 225 g/día de bicarbonato de sodio. Si es mayor a 24 mEq/l, y la concentración de cloro está disminuida, se debe agregar cloruro de sodio a la dieta. Si el calcio plasmático se encuentra aumentado la remoción de los alimentos ricos en calcio, tal como el heno de alfalfa, podrá hacer que los valores de la calcemia retornen a un rango normal. - Se debe evitar el uso de AINE’S. Si son esenciales para un tratamiento, por ejemplo en una laminitis, no se deben emplear hasta que se corrija el déficit del volumen sistémico. - Los caballos que presentan IRC y pérdida de peso obvia, se alimentan mejor aumentándoles, de forma gradual, la cantidad de grasas e hidratos de carbono. Las proteínas se deben limitar de forma tal que la relación entre el nitrógeno ureico sérico y la creatinina sérica no exceda 15:1. Si el caballo presenta anorexia se le deben ofrecer, varias veces al día, distintos tipos de alimentos, especialmente pastos. Si rehúsa comerlos, es necesario intentar la alimentación forzada, mediante una sonda nasogástrica. - La cirugía puede estar indicada cuando un urolito obstruye el flujo sanguíneo. 2.Adenoma pituitario (adenoma de la pars intermedia). Este trastorno ocurre en caballos viejos, siendo la queja principal la poliuria y la polidipsia, y que el pelaje tiene una apariencia lanuda. Historia y síntomas: • Pelaje grueso y ondulado. • Poliuria y polidipsia. • Pérdida de peso. • Letargo. • Trastornos de la visión. • Laminitis. Hallazgos clínicos: • El cambio más evidente en casos de larga duración es la apariencia del pelaje, que se vuelve grueso y de aspecto rizado. Diagnóstico: • Las pruebas iniciales de laboratorio deben incluir un hemograma completo, una exploración bioquímica y un análisis de orina. La • • coloración grisácea o azulada del plasma indica una lipemia marcada, lo que puede ocurrir en ponys afectados. A menos que haya una infección el recuento de glóbulos blancos será normal o bajo. El hematocrito y el recuento de glóbulos rojos a menudo es normal. Con frecuencia los caballos afectados presentan una hiperglucemia. Usualmente, los valores de electrolitos y de creatinina son normales. La densidad urinaria puede estar baja o dentro de rangos normales. Hay glucosuria y a veces cetonuria (esto, cuando el animal presenta un balance energético negativo). Estos hallazgos son suficientes como para requerir las siguientes pruebas adicionales: hidrocortisona (cortisol) plasmática o corticoides totales; niveles de insulina en reposo y en respuesta a la inyección i.v. de glucosa, prueba de estimulación con ACTH y supresión con dexametasona, y prueba de estimulación de la TRH mediante la administración de su factor de liberación. Diagnóstico diferencial: • • • • • Hiperlipemia. Diabetes mellitus. Hipotiroidismo. Laminitis. Hipoadrenocorticismo. Tratamiento: • • Pocos son los caballos que se tratan, debido a la naturaleza de la enfermedad y a la gravedad general de los signos clínicos. Los casos leves pueden justificar un tratamiento. Para esto se ha utilizado la ciproheptadina. Se inicia con una dosis de 0’6 mg/kg (58 mg para un caballo de 450 kg) aumentando en varias semanas 1’2 mg/kg (117 mg para un caballo de 450 kg), administrados oralmente por la mañana. La droga se puede administrar dos veces al día. Usualmente, los caballos que responden mejoran en 6 a 8 semanas. Si los propietarios deciden mantener al caballo que presenta un tumor hipofisario, será necesario sostener un alto nivel nutricional y mucha atención para minimizar las infecciones. Se deberá tratar cualquier infección, pero las heridas cicatrizarán de forma lenta. Estos animales presentan mayor susceptibilidad al estrés y a cualquier enfermedad que los animales normales. 3.Otras causas: - Administración de líquidos exógenos parenterales producen diuresis de volumen. isotónicos; los líquidos - Diabetes insípida central; responde frente a la administración de la hormona antidiurética. - Diabetes insípida periférica; los túbulos no responden a la hormona antidiurética. - Consumo de agua psicógeno; trastorno psicológico que produce consumo de agua compulsivo. - Consumo psicógeno de sal; aumento en el consumo de sal que conlleva aumento del consumo de agua y diuresis. -Tratamiento con AINE’S incluyendo la fenilbutazona y el flunixin meglumine; causa poliuria. Dosis superiores a 8’8 mg/kg de fenilbutazona/día durante 4 días causa nefrosis. Dosis de 4’4 mg/kg son consideradas seguras pero la toxicidad aumenta con la privación de agua y los équidos intoxicados pueden mantener el fármaco durante periodos de 6 días-2 años. Autor: EQUISAN Veterinaria Equina Integral