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CONSULTAS D.G.I.
CONSULTA N° 4.696
TRASMISIÓN DE BIENES POR CAUSA DE MUERTE – ITP – ACCIÓN DE
INDIGNIDAD – SUCESORA CON SENTENCIA DEFINITIVA DE
DECLARACIÓN DE HEREDERO INDIGNO.
1. En calidad de sucesora de una hermana legítima, la interesada informa que dicha
familiar falleció intestada el día 14 de junio de 1997 y que la declaratoria de herederos a su
favor se produjo por sentencia del 18 de abril de 2006.
En un primer momento, en el proceso sucesorio de la hermana promovido por la
consultante, se declaró heredero al padre biológico, quien en vida de la misma había perdido la
patria potestad y del que se desconoce el paradero.
Seguidamente a la declaración de heredero del padre, la consultante inició acción de
indignidad con relación al mismo la cual, culminada exitosamente, le permitió ser declarada
única y universal heredera de la hermana de acuerdo con la referida decisión judicial del 18 de
abril de 2006.
2. Entiende que el plazo para pagar el Impuesto a las Trasmisiones Patrimoniales
(ITP) le corre desde la fecha de la sentencia que la declara heredera (18 de abril 2006), por
lo cual estaría en tiempo de hacerlo sin tener que abonar sanciones de mora.
A favor de lo anterior, argumenta que el hecho generador está dado por la condición de
sucesora que ella adquirió recién nueve años después del fallecimiento.
Como argumento coadyuvante invoca el amparo del conocido principio jurídico de que:
“al justamente impedido no le corre el plazo”.
3. Se comparte dicho parecer en mérito a las siguientes consideraciones:
4. Para el caso, el hecho generador del impuesto está dado por la trasmisión de
inmuebles por causa de muerte (Art. 1º -Lit. E- del Título 19, T.O. 1996), que se configura
“con el fallecimiento del causante” (Art. 13, Dto. Nº 252 de 16.09.998).
Por tanto, el impuesto se devenga a partir del deceso, y consiguientemente corre el
plazo de un año para el pago, de acuerdo con el Art. 15 del mencionado reglamento.
Normativa tributaria, la citada, que es plenamente concordante con la existente en
materia de sucesiones.
Así, “La sucesión... se abre en el momento de la muerte natural” -Art. 1037 del Código
Civil (C.C.)- y, “Por el solo hecho de abrirse la sucesión, la propiedad y posesión de la
herencia pasa de pleno derecho a los herederos del difunto” (Art. 1039 C.C.).
5. No pudiéndose dudar que el hecho generador del ITP ocurrió a partir del evento
muerte, tampoco puede ponerse en entredicho que al cumplirse el año venció el plazo para su
pago, incurriéndose en mora.
Mora que por la naturaleza objetiva que la singulariza, se configura: “por el solo
vencimiento del término establecido” (Art. 94 Código Tributario).
En otras palabras, si vencido el año de la muerte del causante no se abonó el impuesto,
pasan a deberse la multa y recargos de mora.
6. Cabe determinar quiénes son los obligados al pago del impuesto y sus acrecidas, así
como desde cuándo se adeudan uno y otros.
7. Teniendo en cuenta las características del instituto de la “indignidad” cabe concluir
que, en una primera instancia el obligado al pago en su condición de heredero lo fue el
posteriormente declarado indigno quien debe, por lo mismo, la multa y recargos por mora
desde el vencimiento del plazo de que dispuso, sin haberlo efectuado. A tales efectos,
Fuente: Página WEB DGI: http://www.dgi.gub.uy/
-1Graciela Yelpo, Ricardo D. Yelpo y Pablo López
rdyelpo@adinet.com.uy
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habiendo operado el vencimiento al año del fallecimiento, acaecido éste en el año 1997, se
originó a su respecto la multa por no pago y los recargos desde dicha fecha.
8. Ahora, una vez firme la sentencia declarativa de indignidad, por la cual se revocara
la sentencia que declarara originalmente al indigno como único y universal heredero de la
causante, nace para la heredera “definitiva” la obligación del pago del impuesto dentro del
plazo de un año desde la fecha en que quedó firme la sentencia en la que se reconociera su
calidad de heredera. Con respecto a los recargos y multa por mora, deberá los que se
generaren si no pagara transcurrido dicho término y hasta el pago del tributo.
9. Ello se justifica por cuanto la indignidad no impide la trasmisión de los bienes del
causante al heredero aunque en definitiva le haya impedido retenerlos, a su vez, en su
patrimonio, por efecto de la acción judicial intentada y exitosa.
Así, citando a Eduardo Vaz Ferreira en su “Tratado de las Sucesiones”. Tomo I , Pág.
398 “La indignidad no es un impedimento a la adquisición del derecho hereditario, sino solo
una causa de posible pérdida del derecho ya adquirido (sin perjuicio de que tal causa actúe en
ciertos aspectos retroactivamente). El indigno realmente adquiere, pero su adquisición puede
ser impugnada”.
La propiedad y posesión de los bienes se transmiten desde el momento mismo de la
muerte aunque la calidad de heredero –declarada por sentencia judicial- está sujeta a las
acciones que se intenten contra la misma por quienes pretendan, a su vez, dicha calidad
además de o en lugar de quien fuera declarado en primer lugar. La posesión de los bienes por
el futuro declarado indigno es pues, legítima “porque éste, mientras no ha sido declarado tal,
es verdaderamente un heredero, a quien corresponde incluso de pleno derecho la propiedad y
la posesión de la herencia” (Vaz Ferreira. Ob, cit. Pág. 417) .
10. El artículo 851 del C.C. establece que “La indignidad se purga en diez años de
posesión de la herencia o legado”. El término que esta norma prescribe configura un plazo de
caducidad de la acción que permite –de transcurrir sin ser iniciada- consolidar la posesión y,
por tanto, mantener los bienes en el patrimonio del indigno a todos los efectos.
Por lo tanto, el heredero que hubiere realizado alguna de las acciones que constituyen
causales de indignidad, puede mantener los bienes que se le hubieren transmitido si dentro de
dicho término de 10 años no se intentara la acción o, intentada, no hubiere resultado exitosa.
En tal caso el modo de trasmisión de los bienes será por sucesión a diferencia del incapaz para
adquirir por testamento quien –aún cuando la acción para declararlo tal no se intente, nunca
adquirirá los bienes por dicho modo y sí, por ejemplo, por prescripción.
11. Esta circunstancia impone como corolario ineludible que la obligación de pago del
impuesto se hubiera generado en cabeza del indigno operando una nueva transmisión de los
mismos por efecto de la declaración de indignidad y la nueva declaratoria de herederos
verificándose, por lo tanto, un nuevo hecho generador.
Es aplicable en la especie lo resuelto en la Consulta Nº 3.759 (Bol. 306) según la cual
“El hecho generador del tributo tiene un elemento subjetivo dado en este caso por la condición
de sucesor. Tal condición se adquiere por la relación de parentesco que, en caso de ser
controvertida, debe ser resuelta por sentencia. Esta es una circunstancia formal que incide
decisivamente en la configuración del supuesto de hecho, siendo aplicable el artículo 24,
numeral 2 del Código tributario: el hecho generador se considera ocurrido “en las situaciones
jurídicas, desde el momento en que estén constituidas de conformidad con el derecho
aplicable”;…”
En conclusión, la actual heredera está obligada al pago del tributo, para lo cual dispone
del plazo de un año desde que quedó firme su declaración como heredera.
La respuesta es acorde a la normativa anterior a la entrada en vigencia de la Ley Nº
18.083 de 27 de diciembre de 2006.
09.08.007 - El Director General de Rentas.
Fuente: Página WEB DGI: http://www.dgi.gub.uy/
-2Graciela Yelpo, Ricardo D. Yelpo y Pablo López
rdyelpo@adinet.com.uy
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