Chicles, petróleo y barcos Experimento: Necesitamos meter en el congelador un chicle la noche antes. Después en un recipiente con agua echamos un chorro de aceite de cocina, intentando que se forme una única mancha sobre el agua. De esta manera la absorción será más efectiva. Si no lo conseguimos podemos unir las gotitas por medio de un palillo. Cortamos el chicle en trocitos muy pequeños y los echamos sobre el aceite con mucho cuidado. Los trozos que caen fuera de la mancha se hunden, los que tiramos fuerte también y los demás flotan sobre la gota. Al cabo de una hora veremos como parte del aceite ha desaparecido y la gota grande se ha convertido en algunas pequeñitas y además el chicle ha cambiado un poco de color. Explicación: Todos hemos oído hablar de los vertidos de petróleo y aceites de barcos en el mar y de todas las consecuencias catastróficas que producen sobre el mar y sus habitantes. Para solucionarlo cuando el petróleo cae sobre la superficie del mar necesitamos algún material para limpiarlo o absorberlo. Este material debe ser capaz de absorber el aceite y el petróleo pero que no se mezcle ni atraiga al agua. Para poner una semejanza, si quisiéramos limpiar el suelo de nuestra casa de virutas de hierro pero que dejase los trozos de tela que tenemos por allí lo haríamos con un imán y así limpiaríamos de metal el suelo dejando la tela. En nuestro caso el chicle atrae al aceite pero no al agua y luego podemos retirar los chicles manchados y dejar la superficie del agua “limpia”. Además al romper la mancha de aceite en trozos más pequeños permitimos que las bacterias puedan también digerir y hacer desaparecer las manchitas de petróleo. Agua limpia Mancha de aceite Nuestros trozos de chicle trabajando