Semblanza actual y perspectivas de las cooperativas. En las secuencias históricas del cooperativismo universal podemos distinguir cuatro periodos: 1) de iniciación o florecimiento (1835/95); 2) de desarrollo (1895 a 1914); de madurez (1914 a 1966); 4) De incertidumbres pendulares (1966 a la fecha) con sus corsi e ricorsi de renovadas dictaduras, democracias y populismos sin ciudadanía. El nacimiento del auténtico y más genuino cooperativismo tuvo nacimiento con el hambre, la desigualdad e injusticias humanas. ¿Acaso en este universo con alimentos para más de tres veces su población actual se puede esgrimir alguna explicación racional o apelar a alguna argucia geográfica o legal cuando mucha humanidad vive de hambre en hambrunas? Cuando hay una necesidad humana e impostergable, no debemos soportar ni aceptar nada para que esas situaciones persistan ni se perpetúen, mucho menos cuando nuestros dirigentes eligen rescatar bancos o hacer la guerra antes que salvar personas de carne y huesos. Ahí, de esas situaciones espantosas y crueles, desde la revolución industrial, hombres y mujeres probos y emprendedores para procurar –inicialmente- sus alimentos básicos eligieron el procedimiento o la metodología cooperativa. La misma en su evolución y en el rediseño de la ´marca´ cooperativa” exhibe desenvolvimientos en los que en ciertas etapas prevalecen los atributos intangibles y en otras, los tangibles. Uno de los caracteres que definen una cooperativa es su democracia, justicia distributiva y neutralidad (política, religiosa, de raza, nacionalidad, sindical y más). Puntualmente, en el último Congreso cooperativo realizado en Manchester en 1995 al reformularse los principios cooperativos, se añadió el de: “autonomía e independencia” precisamente para impedir la manipulación política de seudocooperativas como sucedió Vg., bastardamente con el programa argentina trabaja (¿o descansa?) entre otras versiones más o menos sofisticáis. No obstante resulta plausible la expresión cooperativa en materia de servicios públicos en la cual usuarios y consumidores se han autorganizado y se vienen autogestionando con prestaciones satisfactorias las que todavía pueden optimizarse mucho más realizando grupos foco, encuestas y tales con el propósito de cuantificar los resultados de faces cualitativas. Obviamente, las conclusiones serán de gran servicio y utilidad para el diseño de programas de provisión, tarifas justas y razonables, servicios de calidad y eficiencia como aspectos comunicacionales en las empresas cooperativas. Nuestras cooperativas deberán utilizar las nuevas técnicas y TICs para la dirección y la gestión en el planeamiento y la resolución de viejos y nuevos problemas. Concomitantemente, en este periodo de incertidumbre y retrocesos, con nuestro enfoque se podría restaurar y plenificar un cooperativismo real proporcionando una mayor racionalidad, eficiencia y alternancias en la gestión cooperativa, reduciendo simultáneamente la distancia existente hoy entre un cooperativismo teórico y otro práctico. Haciendo estallar la educación, la información, la capacitación e integración cooperativas se completará el abordaje nuclear de estas nuevas cooperativas, como subsistema complementario de una economía, ahora más solidaria y civil. Asimismo, una arquitectura empresarial está descubriendo un poderoso cimiento sobre el que construir el éxito: se trata de los atributos intangibles y/o capital metafísico: capacidad de innovación, de adquisición de nuevos conocimientos, de asunción de riesgos, de compartir valores y de comunicación. En efecto, debemos concebir y aceptar la cultura como parte de la riqueza, más que como consecuencia de ella. Resumiendo, las empresas cooperativas deben adquirir nueva fuerza y dimensión en el marco de un nuevo texto legal democrático dejando atrás el dictatorial (Decr. 20.337), a fin de incrementar la presencia de la economía solidaria civil en el conjunto económico y contribuyendo a la creación de empleo y reducción de la pobreza extrema mediante la constitución y el fortalecimiento de empresas de esta naturaleza propia y distintiva ajena a toda intermediación y lucro. Igualmente, con un elevado nivel formativo, podrán crearse empresas competitivas y hacer frente a los continuos cambios de paradigmas del medio exterior. La profesionalidad y alternancia en la gestión son ya insumos cooperativos/mutuales prioritarios junto al perfeccionamiento de sistemas atractivos que estimulen la creación y el incremento de recursos financieros propios fortaleciendo creativamente las garantías ante terceros y asociados, ampliando los mecanismos de regulación, control y sanción sobre la gestión y expansión cooperativas admitiendo con pragmatismo las realidades de una economía de mercado que cruje allá y aquí. Roberto Fermín Bertossi Fundador de la primera cátedra de derecho cooperativo Director del Proyecto de investigación para una Economía Solidaria Civil. Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Universidad Nacional de Córdoba Republica Argentina Experto de la CONEAU Docente, Investigador y Profesor universitario de grados y postgrados *****************************************************************