( a u l a d e c o m e r c i o e x t e r i o r ) ( línea exterior ) Factoring internacional Información ofrecida por: Caja de Ahorros del Mediterráneo Promoción de Comercio Exterior Hablar de factoring es hablar de una actividad cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XIV y principios del XV, coincidiendo con la colonización de los descubrimientos en ultramar llevados a cabo por los reinos europeos. No obstante, el concepto de factoring tal y como lo conocemos en la actualidad no llega hasta el siglo XIX, promovido en gran medida por Estados Unidos y Reino Unido, aunque posteriormente fue consolidándose como una atractiva forma de financiación en países como Italia, Francia, Alemania o Japón. Pero, ¿qué es factoring internacional? El factoring internacional consiste en un conjunto de servicios administrativos y financieros basados en la cesión por parte del exportador de los créditos comerciales concedidos a sus clientes en el exterior. Así, mediante dicha cesión el exportador puede desentenderse de la correspondiente gestión de cobro, protegerse contra el riesgo de insolvencia de los compradores y a su vez anticipar los importes aplazados. Los intervinientes en una operación de factoring son varios: el Cedente (empresa exportadora que cede los créditos comerciales como consecuencia del desarrollo de su actividad mercantil), el Factor o Cesionario (quien adquiere los créditos comerciales originados por las ventas del cedente y al que al mismo tiempo presta una serie de servicios relacionados con dichos créditos) y por último el Deudor o Comprador (la parte obligada al pago de los créditos comerciales, instrumentados en un conjunto de documentos). Existe sin embargo una particularidad en el Factoring Internacional; se trata de que en este caso habitualmente se utilizan dos Factores (en la modalidad “two factors system”): el Factor del Exportador, que es quien mantiene la relación directa con éste y que habitualmente anticipa los créditos comerciales cedidos; y el Factor del Importador, corresponsal del anterior y que es quien normalmente da la cobertura de insolvencia y realiza la gestión de cobro con el Deudor, al ser quien mejor puede conocer a éste por ser de su mismo país. Existen tres cláusulas que pueden definir un contrato de factoring: globalidad (el cedente se compromete a la cesión de todos los créditos de los deudores especificados en el contrato); exclusividad (el cedente se compromete a no mantener relación con otras compañías de factoring sin previa autorización del factor) y finalmente notificación (el cedente debe notificar por escrito al deudor la existencia del contrato de factoring). El aumento del conocimiento y la disponibilidad del servicio de factoring han venido motivados por el hecho de ser ofrecido no sólo por entidades de factoring propiamente dichas, sino también a través del negocio bancario. Los contratos de factoring ofrecen la posibilidad de que el exportador elija si es la entidad financiera la que va a soportar el riesgo de impagados o no. En este sentido, se debe destacar la importancia para el cliente a la hora de elegir la modalidad que mejor se adapte a sus necesidades. Así, cabe diferenciar principalmente dos modalidades: factoring con recurso y factoring sin recurso. En la primera el exportador asumirá el riesgo de insolvencia de las facturas que ha cedido al factor, mientras que en la modalidad de factoring sin recurso el factor asume el riesgo de impago, siempre que dicho impago se deba a la incapacidad financiera del cliente. La contratación de factoring sin recurso es lo que convierte a este instrumento financiero en un mecanismo de cobertura de riesgos comerciales; sin cubrir en ningún caso riesgos políticos o extraordinarios. El coste del servicio de factoring variará en función de los servicios contratados, oscilando así entre el 1% y el 3,5%-4% del importe total de las operaciones cedidas. Además, el procedimiento de contratación es simple. El banco o entidad de factoring somete a estudio las operaciones y los clientes del solicitante, estableciendo en caso de ser necesario un límite de riesgo. Una vez aprobada la operación, y tras la firma del contrato donde se estipulan las condiciones generales y específicas de la cesión de créditos, el cedente ya podrá enviar las facturas procedentes de sus operaciones comerciales, previa notificación al deudor. En la actualidad el servicio de factoring se está convirtiendo en una atractiva fórmula de financiación para muchas empresas de diferentes tamaños; y es que las ventajas económico-financieras que se derivan para el exportador de la utilización de este servicio son numerosas, entre las que podemos destacar la disminución de la carga administrativa, la eliminación del riesgo de fallidos por insolvencia (en el caso de factoring sin recurso), la mejora de las condiciones de venta a corto plazo, el aumento del flujo de tesorería y la mejora en general de ratios importantes en los balances de las empresas (también en el caso de factoring sin recurso). Los servicios de factoring proporcionan ventajas tanto a las grandes empresas como a las pequeñas y medianas, si bien es cierto que son principalmente estas últimas las que se benefician en mayor medida de este servicio, ya que además de facilitar las actividades administrativas previas y posteriores al envío de la mercancía, pueden financiar a su vez la operación liberándolas del riesgo de la misma. Asimismo, las actividades exportadoras que pueden mostrarse más interesadas para este tipo de servicios son aquellas que se dediquen a la exportación de bienes (no servicios) de productos no perecederos, que tengan una cadencia de exportación de carácter periódico y por supuesto aquellas donde los aplazamientos de pago sean a corto plazo. Así pues, en países como Francia, Reino Unido, EE.UU o España, en los que la financiación comercial presenta volúmenes muy importantes, y en los que además los aplazamientos de pago son bastante elevados, la actividad de factoring ha alcanzado un elevado nivel de desarrollo en los últimos años. En España, por ejemplo, el factoring de importación alcanzó 503 millones de euros en 2003 (con un crecimiento del 68,39% respecto al ejercicio anterior); mientras que el factoring de exportación ascendió a 539 millones de euros (un 32,32% de crecimiento). 21