Resumo no âmbito do IV Simpósio Gerontologia PsicoSoma 2012 RESUMEN PERIDO TERMINAL: Muerte digna, cuidados paliativos y duelo. Dr. Juan Muñoz Tortosa Facultad de Psicología. Universidad de Granada (España) Las enfermedades incurables que preceden a la fase terminal se suelen manifestar durante el último período de nuestra vida. Por otra parte, los avances de la medicina y otras ciencias afines permiten la prolongación de la vida hasta límites insospechados. En esta situación el enfermo terminal concibe la muerte como algo irreal y soporta repetidas crisis existenciales en donde se entremezclan el sufrimiento, la angustia y la esperanza de seguir viviendo. La persona en fase terminal afronta dolor físico, sentimientos negativos y actitudes contradictorias que asimila con dificultad. Su familia y el personal sanitario también sufren la situación de futuro cierto y de dudosa previsión. El moribundo tiene necesidades de hablar, expresar su miedo y a que se le escuche. Hay que proporcionarle cuidados paliativos que reduzcan su dolor hasta que llegue al fin de su existencia con la tranquilidad y dignidad que merece. La familia tiene derecho a que se le proporcione la ayuda que necesita. Esta no tarda en exteriorizar sentimientos de culpa, duda y angustia que se ligan al proceso de la enfermedad que atraviesa su ser querido. Posteriormente debe reelaborar el duelo para que pueda adaptese a la nueva situación. Hoy, las cuestiones que se relacionan con el proceso de la muerte adquieren especial relevancia. Cada día más, la sociedad toma conciencia de la situación que vive la persona moribunda y su familia; éste hecho propicia el desarrollo de una nueva rama del saber: la tanatología. Esta disciplina estudia el proceso de angustia que sufre el ser humano ante la muerte y el duelo que debe afrontar su familia. El ser humano desea vivir con dignidad y el ordenamiento jurídico de países avanzados tiene la obligación de proteger esta aspiración. La muerte hace parte de nuestras vidas y constituye el acto final de cada persona. Así, el imperativo de la vida digna alcanza también a la muerte. Por tanto, una vida digna requiere también una muerte digna. En algunas comunidades existe un consenso ético y jurídico en torno a algunos contenidos y derechos del ideal de la buena muerte. El Parlamento de Andalucía, por primera vez en España, aprueba la ley 2/2010, de 8 de abril. Al texto, consensuado por todos los partidos políticos del espectro andaluz, le hicieron aportaciones más de sesenta colectivos especialistas en el tema. La ley andaluza de Derechos y Garantías de las personas ante el Proceso de la Muerte humaniza el fallecimiento del enfermo terminal mediante los cuidados paliativos, apoya a su familia en el duelo y deja fuera los supuestos de eutanasia y suicidio asistido. https://simposiogerontologiapsicosoma.wordpress.com