CONTEXTO SOCIAL SISTEMA FAMILIAR, Y SISTEMA ESCOLAR SU INCIDENCIA EN EL APRENDIZAJE DEL NINO. Familia y escuela, conforman los contextos más decidores del proceso de ser persona, sus influencias interactúan tan directa e intrínsecamente que no podemos dejar de considerarlos, como agentes responsables del proceso educativo . Sin embargo más allá de las expectativas que se tengan de dichos contextos, se debe mencionar que son, en gran medida, quienes generan conflictos, desmotivación, frustración, bloqueos o desajusten que perjudican y obstaculizan los procesos cognitivos, afectivos y sociales. En la práctica terapéutica el niño revela más allá de su discurso, su comportamiento y disposición cobran presencia, surgen sus verdaderas necesidades, deseos, temores, frustraciones y tensiones, lo que revela que desde el contexto familiar y escolar no actúan como agentes socializadores adecuados, son evidentes las contradicciones y actitudes que sorprenden al niño, por ejemplo a nivel de procesos cognitivos superiores siente y expresa el valor que tiene la cantidad de producto contenido y el comportamiento que debe saber y demostrar. Resulta necesario asumir esta percepción y reconocer que dichos contextos sociales dicen del aprendizaje de la motivación, el deseo, de la acción tanto como de la ansiedad, angustia, inseguridad o temor. La práctica psicopedagógica se relaciona a un sujeto que vive en sociedad, no se puede abordar de manera aislada, porque cuando un niño ingresa a la constelación de aquellos que tienen dificultades de aprendizaje o alteraciones de otro tipo no lo hace solo, llega también una familia, es decir, llegan también las expectativas de los padres y los deseos de expresión de este niño, que es consciente de sus dificultades y que por otra parte también quiere recuperarse para aprender sin tanta dificultad aquello que sus profesores le enseñan en la escuela. En este sentido es que se propone una revisión de cómo el sistema familiar y el sistema escolar se convierten en verdaderos significantes para el niño. La intervención psicopedagógica requiere de una mirada más abarcativa, más terapéutica y no tan solo reeducativa. Surgen así tres puntos de análisis: 1. La incidencia del estructura en el medio familiar en el crecimiento personal y la construcción cognitiva del niño. 2. La relación niño-sistema escolar (pares, profesores, efectos en el proceso de aprendizaje). 3. La intervención psicopedagógica. I. Incidencia de la estructura del medio familiar en el crecimiento personal y la construcción cognitiva del niño. La palabra familia viene del latín, donde significó conjunto de criados, eran las personas -emparentadas o no- que vivían en una misma casa, cuyo jefe debía alimentarlas; desde sus orígenes arcaicos de tribu pasando por los diferentes ensayos poligámicos y por los clanes patriarcales o matriarcales, los grupos de parientes que conviven, fueron evolucionando hasta la organización familiar moderna. La familia es considerada el primer pilar y el punto de partida para el desarrollo de toda persona. Zuker, A. (1988) sostiene que las relaciones maritales, parentales y fraternales que componen cada familia, con sus leyes y reglas propias y exclusivas, se insertan en un contexto social, la familia es un sistema notable por su permanencia, por más que han habido intentos por reemplazarla nunca ha sido esto posible en su totalidad. Desde distintas disciplinas se ha intentado definir a la familia, conservando ciertos elementos en común como el hecho de considerarla como una unidad social de personas ligadas entre sí por lazos de consanguinidad o afinidad que comparten la misma vivienda en forma permanente, donde los miembros que la componen cumplen roles bien definidos. A modo ilustrativos citaremos algunas definiciones: El grupo por excelencia y esencial para proveer la satisfacción de las necesidades básicas del hombre tanto en los hijos como en los padres, Alvarez, M. 1990. - El contexto social más directamente vinculado con el desarrollo físico, intelectual y afectivo del niño. Dahse, F. 19 82. - Es la primera educadora, establecida por la naturaleza, con el deber y el derecho consiguiente de educara los hijos. Quiles, 1. 1981. - La familia no sólo satisface las necesidades materiales que se relacionan con la manutención de la vida, sino también una unión social, motriz de los lazos afectivos. Ackerman, N. 1977. La familia se entiende conceptualmente como el lujar donde se puede encontrar amor, comprensión y apoyo, es el lugar donde podemos recuperar el aliento y sacar nuevas energías para enfrentarnos mejor al mundo exterior. Satir,V.1978. de La familia es quien conserva y transmite, asegura la estabilidad social, la estabilidad las ideas y de la civilización, Leclerq, J. 1962. Se describe a la familia de tipo normal, aquella donde el padre es un individuo maduro y masculino que acepta el papel de padre y se siente cómodo con él, ama y respeta a su esposa y funda un hogar adecuado en el cual forma una familia. La madre es una persona femenina que acepta y satisface sus funciones como esposa y madre, respeta a su esposo así como éste la respeta a ella, cada uno de ellos depende del otro. Finch, S. 1976. Sin embargo, coexistir bajo un mismo techo y compartir vínculos sanguíneos no son suficientes para unir a sus semejantes y favorecerlos a una vida plena, se requiere de una serie de factores que inciden en ella como cultura, educación, vivienda, otros y substancialmente el auténtico cimiento de la célula familiar -el amor recíproco-. Los individuos más importantes en la vida del niño son sus padres verdaderos, sus padres adoptivos, sus abuelos o el adulto que asuma el papel de progenitor, la influencia constitutiva de su hogar, el clima afectivo en que está inmerso, la personalidad de los padres, de la madre el carácter vincular con ella en primer término, luego las relaciones entre los padres, entre padres e hijos y entre los hermanos tienen influencia decisiva. Por otra parte la situación económico social, llega a cobrar gran importancia y puede repercutir fuertemente en la constitución psicobiológica. El niño nace dotado de ciertos potenciales constitucionales y el medio ambiente creado por sus padres determinará en gran medida lo bien o mal que se desarrolle su personalidad. El rol que juegan los padres es primordial, en las primeras fases del niño, particularmente durante el primer año de su vida, la personalidad de la madre reviste suma importancia, en los años subsiguientes la personalidad del padre ejerce una influencia decisiva sobre el desarrollo emocional, luego en mayor o menor grado existe la influencia de los hermanos, abuelos, parientes y amigos. La responsabilidad que se comparte a nivel intra familiar es sustantiva en la formación de un niño, tal es así que el tipo de interacción y el clima emotivo del hogar es determinante y contribuye a que el niño se constituya en una persona feliz o desgraciada, útil o inadaptada; algunos pueden ofrecer un medio físico y psicológico armónico y adecuado, que estimula a unos y otros, dando lugar al sentido y sentimiento de pertenencia, seguridad, buena autoestima y relaciones armoniosas, pero también hay medios que se toman miserables, con un clima emocional inadecuado, perturbadores, lo cual genera necesidades insatisfechas, frustraciones, variaciones de carácter, inseguridad, temor y elevados niveles de ansiedad y angustia. Satir, V. ( 1978), sostiene que toda situación vivida o actuada por parte de los padres traspasa algún mensaje al niño, de ahí la importancia de que los padres se den cuenta de los efectos que causan estos mensajes y de cómo influyen en la formación del niño y la autoestima. Por otra parte es sustancial considerar a la familia como un sistema, el sistema familiar plantea Minunchin, (1990) se diferencia y desempeña funciones a través de sus sub-sistemas, estos configuran según Funciones y la posición de sus miembros. Los límites que circunscriben a estos sub-sistemas están constituidos por reglas (reglamentos explícitos e, implícitos) que definen quienes participan en cada uno de los sub-sistemas y de qué manera, se desprende así que el comportamiento de cada uno de los miembros de la familia está expuesto a una constante interacción y depende del resto, lo que le sucede a uno repercute en el otro, lo cual incide de manera significativa ya que cada conducta, cada discurso va cobrando cualitativamente un significado especial. Complementando estas ideas es necesario reconocer que la familia también experimenta cambios paralelos a los cambios de la sociedad, quien a su vez demanda y espera que cumpla con ciertas funciones, respetando los derechos y deberes de la misma los que pueden diferir de acuerdo a la sociedad a la que pertenezca. En términos generales las funciones primordiales son: -educación a los hijos en las virtudes individuales y sociales; procreación de la especie; regulación de la conducta sexual; cuidado y protección de los niños, inválidos y ancianos; socialización de los hijos; fijación de la posición social y establecimiento del status; provisión de la seguridad económica-. Así mismo entre los derechos que se advierten encontramos: -el que toda persona tiene derecho a formar una familia sin discriminaciones; se debe respetar toda vida humana de acuerdo a su dignidad, teniendo todos los niños el derecho a la protección, asistencia, sin importar si presentan o no dificultades, han nacido fuera del matrimonio o son minusválidos, todos deben tener un ambiente conveniente a su desarrollo; la familia tiene el derecho de progresar y existir como tal, siendo debidamente respetada, promoviendo su dignidad, intimidad, independencia y su estabilidad, pudiendo vivir libremente su propia vida religiosa-. Como sistema familiar en sí mismo, tiene deberes y derechos que desde la interacción esen definitiva donde deben fortalecerse las relaciones, respetarse las individualidades y tener en cuenta que a su vez no deja de ser un sistema abierto, en transformación, que constantemente se está adaptando a las demandas de las etapas de desarrollo personal y social en que se encuentra. Entre los deberes más importantes que se esperan de los hijos respecto a sus padres podemos mencionar: -amar a sus padres, sin sentirse presionados a ello; -respetar a los padres, en el sentido de no ofenderlos o avergonzarlos; -obedecer a las demandas lícitas de los padres; -ayudarlos cuando lo necesiten. De los padres frente a sus hijos se observan deberes tales como: el brindarles un buen ejemplo, procurando ser un modelo positivo y amoroso para ellos; -deben manifestar el amor hacia sus hijos, atenderlos corporal y espiritualmente, procurándoles un porvenir acorde a sus condiciones. Se advierte que cada familia tiene su propio conjunto de valores y metas, y se acepta que los proyectos varían de familia a familia, más allá de que un sistema familiar `esta conformado por un grupo de personas que viven en un mismo techo, teniendo lazos de consanguinidad o no, en definitiva conforman una unidad social, un sistema donde cada uno se ve afectado por el otro, donde la vida de relación interpersonal está intrínsecamente ligada al amor. No por ello la tarea es fácil, toda familia normal enfrenta tensiones, sostienen un desafío continuo y constante, para lo cual se requieren características como la paciencia, tolerancia, comprensión, flexibilidad y creatividad. Cada uno de los miembros que la componen simultáneamente viven etapas diferentes, necesidades individuales. Por lo general es común observar desajustes interpersonales, demandas que no son comprendidas, frustraciones y conflictos en toda vida de relación; la ausencia de problemas no distingue a una familia normal de otra que no lo es, son muchas las familias donde los padres carecen de la madurez necesaria o los recursos materiales suficientes o una buena relación de pareja y desajustes tanto al interior M propio sistema familiar como hacia afuera, con la sociedad, en consecuencia es lógico inferir que tanto los padres como los hijos resulten afectados. Los padres participan del procesó educativo más complejo, la multiplicidad de factores que implican la formación de una persona abarca desde el amor incondicional hasta aquellos que dicen M ambiente físico, recursos materiales y el deseo de prosperar frente a la vida. Según Satir, V. ( 1978) la preparación para la paternidad es ... madurez, franqueza y conciencia en el adulto que emprende esta monumental tarea. Si el adulto se lanza a formar una familia sin tener madurez para ello, el proceso será infinitamente más complicado y azaroso, no necesariamente imposible, sino simplemente bastante difícil. Si el devenir de los niños depende de manera especial de las primeras relaciones vinculares intra familiar, y los aspectos ya mencionados, no es raro encontramos con- frecuencia en nuestro quehacer con niños que cuando ingresan al sistema escolar manifiesten diferentes tipos de comportamiento, niveles de conocimiento y distintas formas de interacción social. Las características personales de los padres, el tilo de comunicación y la convivencia experiencial conforman entre padres e hijos una interacción tal que puede favorecer el aprendizaje y desarrollo corno también puede dar lugar a impactos profundos. 1.1 Tipología de familias Aunque es imposible establecer categorías para todos los tipos de padres y familias desde una visión socio-psicológica resulta conveniente delinear algunos tipos de pautas, en el entendido que no hay relaciones familiares tipo ideales o perfectas que habría que conocer para ver luego las posibles variantes que se apartan de esa norma, sino para proveer un marco dentro M cual es posible orientarse, en este sentido es que ofrecemos diferentes tipos de clasificaciones. En términos generales se describen: a. Familia democrática, en ella cada miembro que la compone participa activamente en la toma de decisiones, llegando a acuerdos comunes y compartidos entre todos, la participación juega un papel importante en este tipo de interrelación familiar. b. Familia autoritaria, es aquella en la que se nota claramente una cabeza jefe, que es la que manda y se encarga de la toma de decisiones. El resto de sus miembros tiene pocas posibilidades de participación, se limitan más que nada a obedecer y aceptar las determinaciones ya tomadas por aquel que manda. C. Familia tradicional o extensa, se caracteriza por ser una Familia amplia en estructura, funciones y jerarquía. Se destaca por la mantención de lazos con el pasado y por entregar bienestar y seguridad a sus miembros. d. Familia transicional, es típica de las sociedades industrializadas, donde la familia se compone por los padres y los hijos con residencias diferentes, los lazos entre ellos son escasos, hay gran independencia entre unos y otros. e. Familia nuclear, esta compuesta por el matrimonio y pocos hijos, de amplia relación con el resto de los parientes, suegros, abuelos, tíos, cuñados sobrinos, otros, existe gran interacción entre, sus miembros, lo que resulta adecuado para los niños, ya que crecen con mayor atención, preocupación e interrelación por parte de los mayores. Satir, V. ( 1985), clasifica las familias en dos grupos de acuerdo al tipo de interrelación y el nivel de aceptación que existe entre sus miembros, estas son: a. Familia conflictiva, en ella predomina un ambiente de frialdad como si todos estuviesen congelados; entre sus miembros existe cortesía, pero no amistad, se percibe inestabilidad, tensión y falta de comunicación, no se advierte gran relación entre ellos y en ocasiones solo sobreviven j untos, lo que hace que la convivencia se tome difícil, dando lugar a sentimientos de soledad. b. Familia nutridora, se caracteriza por la vitalidad, amor, sinceridad y honestidad, sus miembros se escuchan entre sí, son capaces de manifestar su interés y preocupación por los otros, son capaces de ser libres, expresar sus sentimientos, hay respeto mutuo y actúan en consecuencia. La flexibilidad es característica en este núcleo, se adaptan con facilidad a las nuevas situaciones, no son resistentes a los cambios, son capaces de incorporarlos, manifiestan el cariño que se siente, se aceptan los errores y se respetan las diferencias. Finch, S. ( 1976) propone pautas en relación al aspecto emocional y los estados psicopatológicos, reconociendo cinco tipos de familia: a. Familia invertida, es aquella que se caracteriza por una disminución del grado de identidad sexual, la madre aborrece su femineidad y el padre acepta a medias su papel masculino, estas actitudes son inconscientes, conforman un tipo matriarcal donde la madre es casi la autoridad absoluta en el hogar, el padre cumple un papel secundario frente a los hijos, más bien se dedica a trabajar y cumplir con las demandas de su esposa, en la vida intra-familiar el padre asume una posición pasiva . b. Familia ignorante, está conformada por padres de inteligencia fronteriza, que abrigan resentimientos y prejuicios en relación a otras personas, se pueden observar sentimientos de amor y aceptación o sentimientos negativos, contradicciones y gran inseguridad, con sus respectivas consecuencia en relación a los hijos. C. Familia serena e intelectual, dada la gran actividad intelectual presente en los padres surge una extraordinaria inhibición en la expresión de sus emociones. d. Familia agotada, es aquella donde ambos padres viven intensamente ocupados en actividades fuera del hogar dejando a éste emocionalmente estéril, los niños viven en un clima emocional de relaciones estrechas . e. Familia hiperemotiva, en este tipo es frecuente observar que todos por igual, sin reparos manifiestan sus emociones, una perturbación en uno genera la expresión de cualquier tipo de sentimiento sea de alegría, depresión, ira o amor; los niños de este tipo de hogares aprenden rápidamente a gritar para hacerse oír, presencian las discusiones entre los padres, se toman cuando jóvenes emocionalmente volubles. Por otra parte Ríos Gonzalez J. (1989) propone la siguiente clasificación: a. Familia sintomática, es aquella en que la comunicación se realiza mediante un lenguaje traducido en síntomas, utilizan pocos mensajes verbales, Luban - Plozza( 1977) la denomina familia psicosomática. En este tipo familiar existe un componente neurótico, lo cual traduce características propias bien diferenciadas de lo que podría observarse en una familia sana entre ellas se distinguen: confusión de generaciones, conflictos continuos, escasa autonomía personal, fuerte resistencia al cambio, estas características a su vez generan una falta de diferenciación de planos, no hay límites claros, los conflictos se manifiestan sistemática y estereotipadamente, se toman permanentes, hay poca independencia entre los miembros y la identidad queda amenazada, tienen dificultades de adaptación y se advierten diferentes niveles de inmadurez en los padres. Las familias sintomáticas tienen modalidades precisas, de manera sintética podemos apreciar: - Familia neurótica, se caracteriza por la gran ansiedad y angustia, haciéndose evidente el estancamiento que dichos síntomas provocan sobre todo en los más pequeños. - Familia fóbica, se la reconoce también como familia fortaleza o familia fachada, este tipo está en permanente estado defensivo ante posibles peligros y amenazas, los lazos intra-familiares son rígidos, carecen de la expresión de los sentimientos, son muy racionalistas, los temores y los mecanismos de defensa implican a todos los miembros, la rigidez vincular genera relaciones de tipo simbiótico entre ellos lo cual impide el progreso. - Familia obsesiva, centran sus energías en el mantenimiento de ritos y rituales que le aseguren la defensa contra los temores persistentes, son familias que se aíslan, no aceptan con facilidad nuevas ideas; el orden, la limpieza, la puntualidad, los mitos son propias de ella, sostienen rituales estereotipados, los temas vinculado a lo sexual, erótico y afectivo se toman temas tabú, la comunicación se observa amenazada, controlan sus emociones ya que todo intento de expresividad, espontaneidad y originalidad, rompe los esquemas. Desde la observación externa estas familias aparecen corno modelos de discreción y delicadeza. - Familia histérica, la relación entre sus miembros es fundamentalmente manipulada por el manejo disfuncional de las emociones, la expresión efectiva de los sentimientos constituye el elemento básico sobre el que se organizan y estructuran todas las dinámicas de intercalación. Se reconoce en ellas un manejo situacional muy característico por ejemplo cuando un miembro de la familia manifiesta cierto malestar se sigue una escalada por parte de los otros, -quien está peor, quien sufre más- surgen una serie interrumpida de competitividad para ver quien despierta más compasión, el lenguaje no verbal domina sobre el verbal hasta el punto que con los gestos y las actitudes corporales se movilizan unos y otros. - Familia ansiosa, los miembros de Ésta sostienen un elevado nivel de angustia, la timidez, el miedo, la inseguridad y las fantasías en tomo a temas como la muerte, la agresividad, el sexo o la violación están presentes, la vida de relación es difícil, hay una serie de mitos que se transmiten por la vía de los abuelos a los nietos y de la madre a los hijos, se reconoce que las fantasías centradas en el sexo, agresividad y muerte son mas bien manifestaciones de la ansiedad que ejerce una fuerte presión, que en definitiva se traducen corno verdaderos mitos familiares. b. Familia anafectiva, se observa una gran pobreza de interacción emocional constituyendo un arca secreta de la que nadie sale y en la que nadie puede entrar, la comunicación se limita a niveles ,informativos' y formativos lo que a su vez se advierten manipulados, la expresión de los sentimientos y el afecto lo buscan fuera del ámbito del sistema. c. Familias sanas, el empleo de este término se usa con el fin de determinar cuando una familia se muestra corno normal frente a otra que no lo es, en el entendido que es considerado sano, según este autor, lo siguiente: -aquella familia que no tiene un paciente designado, frente a aquella que sí lo tiene; -la que no necesita de ayuda terapéutica para su subsistencia, frente aquella que requiere un apoyo y orientación terapéutica.; -la que tiene bien definidos los confines internos y los de relación con el mundo exterior, frente aquella que tiene escasamente definidos los confines internos y de relación con el mundo exterior; -la que es capaz de adaptarse a las presiones, normas y leyes que provienen desde lo socio cultural, frente a aquella que es incapaz de adaptarse a la demanda socio cultural; -la que tiene la capacidad de adaptarse a las presiones y situaciones' que involucra la evolución y el desarrollo somatopsíquico de cada uno de sus miembros, frente a la que es incapaz de adaptarse a dicho cambios. Más allá de los tipos de familias mencionadas es imperioso reconocer por un lado que cada familia tiene sus características propias y muchas veces pueden presentarse rasgos de un tipo de familia que aparentemente no es el que corresponda de acuerdo a las descripciones mencionadas, y por otra parte tener presente que sólo existe un mundo familiar cambiante y multiforme, que es imprescindible captar globalmente. Lo más importante es analizar la familia como un todo, desde el tipo de padres hasta la evolución afectiva y el crecimiento de los miembros más pequeños, el tipo de interacción que hay entre ellos, y cómo se afectan unos con otros y en relación al medio. Si consideramos a la familia corno un sistema abierto, en que sus miembros interactúan, cualquier alteración en uno de ellos requiere una adaptación del resto de los componentes. Cuando la familia se enfrenta al caso de un hijo que tiene dificultades en un área importante como es el colegio, debe hacer uso de mecanismos de regulación para aceptar y superar la crisis, no es un problema que afecte sólo al niño, es toda la familia la que aparece involucrada en el problema. Milicic, N. ( 1990), sostiene que es necesario centrar la atención en el grupo familiar en su interacción y en cómo el problema específico de un hijo altera el equilibrio previo. Existe evidencia sobre la conexión que hay entre el desarrollo del pensamiento y el lenguaje, entre éstos y los procesos de la comunicación (Piaget, 1984; Vygotsky, 1962; Luria, 1980; Micyhembaum, 1979), y entre la comunicación de los padres y sus niños, lo que influye en el ámbito afectivo y cognoscitivo del niño (Llorens y de Jaime, 1987; Valencia y Henderson, 1985; Fuerstein, 1980), dichos procesos se relacionan especialmente a variables de tipo psicosocial y de carácter afectivo cognoscitivo los que están en estrecha relación al tipo de relación intra-familiar. Acosta, A. (1988) plantea que el tipo de relación que existe entre el niño y la familia, desempeña un papel de importancia primordial en su desarrollo escolar. Los niños que tienen mal rendimiento escolar, generalmente provienen de hogares con escasa unidad familiar y afectiva, donde la disciplina paterna es rígida e impera el castigo físico, y psicológico, como de hogares destruidos por la separación o el divorcio, esto se ve reflejado en el desempeño escolar y en su rendimiento. Por otra parte Lautrey, refiere que las prácticas educativas familiares juegan un rol importante en el desarrollo intelectual, mi experiencia clínica ha permitido la observación de cómo las relaciones interpersonales con los otros y la manipulación del niño con los objetos, tienen relación con las modalidades de intercambio que se favorecen o no, desde el seno familiar. Hoy en día nos enfrentarnos con padres que tienden a un mayor acercamiento y permisividad que sus propios padres, (más autoritarios, con normas más rígidas y las familias aparentemente estaban más resguardadas) los cambios que demanda la sociedad trajo aparejado otro tipo de pautas que debieran ser cuestionadas, ya que se observa cierto grado de desorientación en los niños, el focilísmo de esperar todo resuelto y sin gran esfuerzo por parte de ellos, un menor grado de reflexión y una mayor intolerancia a la espera, son manifestaciones diarias, reconociendo por otra parte el avance persistente que se advierten en los niños en la experiencia de vida y su participación más activa. Habitualmente, la percepción de las dificultades de aprendizaje tiende a generar en los padres un sentimiento de angustia, se sienten desconcertados al no saber qué actitud deben asumir frente al problema, en este sentido la dificultad de aprendizaje es un factor de perturbación que no afecta sólo al niño, sino también al sistema familiar. Primariamente los padres se sienten culpables y se toman ansiosos, ignoran la causa del problema y se cuestionan como padres y algunos como pareja, aflora en cada uno un particular modo de sentir, expresar y enfrentar la situación de su hijo.