Aprender a montar en bicicleta

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Aprender a montar en bicicleta
¿Te acuerdas de la primera vez que te subiste en la bici dispuesto a rodar sólo sobre dos
ruedas?. ¿Recuerdas la sensación de emoción y nervios que sentiste?. Ese es un momento de
nuestra infancia difícil de olvidar. Todavía puedo recordar cuando con tanta confianza y sujeta
por el sillín del brazo de mi padre, eché a pedalear. Con la emoción pedaleé más rápido y al
gritar, ¡ves papá que bien voy!, no obtuve respuesta y es cuando comprobé que me había quedado
sola.
Diferentes etapas hasta llegar a la bicicleta
Hasta que llega ese momento los niños han ido pasando por diferentes vehículos con los que van
consiguiendo las destrezas adecuadas a su edad.
El niño comienza a desplazarse con los corre-pasillos, sentándose e impulsándose con los pies, o bien
estando de pie lo empuja y sujeta la dirección.
Entre los 2 y 3 años cuando su sentido del equilibrio no está lo suficientemente desarrollado, los niños
pueden llevar pequeñas motos o cochecitos de tres ruedas, cuyos beneficios son fomentar la
coordinación motriz, aprender a dirigirlo y fortalecer los músculos de las piernas.
Los triciclos son el siguiente paso en la evolución y en los que aprenden sus primeras nociones de
dirección y pedaleo. Normalmente aprenden primero a llevar la dirección y luego lo combinan con el
desplazamiento a través del pedaleo.
A partir de los 4 años, los niños vienen a dominar los triciclos. Éste sería el momento ideal de adquirir
una pequeña bicicleta con ruedas pequeñas para ayudarle a mantener el equilibrio. Lo habitual es que le
dure hasta los 6 años, cuando podremos iniciarle en el aprendizaje de montar en bici.
Duros comienzos
Las dificultades por las que pasabas hasta que aprendías a montar eran dignas de las historias del
recreo con tus compañeros de clase. Por dentro, la sensación que tenías era de falta de confianza,
inseguridad y el miedo a no guardar el equilibrio. Lógicamente, tras muchos intentos, formas tontas de
caernos y algún que otro arañazo o golpe, conseguimos hacerlo.
La razón está en el dominio de las dos habilidades necesarias para montar en bici: equilibrio y
propulsión. Pedalear sin equilibrio lleva a desequilibrar al niño, hacerle caer y crear cierta frustración y
miedo en su aprendizaje. Por eso, lo mejor es aprender a guardar el equilibrio y luego a propulsarse.
Aprendiendo paso a paso
Veamos los pasos por los que los niños deben ir pasando para aprender a montar en bici:
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Mantener el equilibrio:
El objetivo a lograr es enseñar al niño a dirigir y mantener el equilibrio en la bicicleta sin preocuparse
por pedalear. Para ello es conveniente:
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Quitar las ruedas pequeñas a la bici y los pedales.
Bajar el sillín hasta una altura en la que llegue fácilmente al suelo con los pies.
Con los pies en el suelo, dile al niño que se siente en la bicicleta y avance empujando la bici con sus pies.
En unos 15 minutos se habrá acostumbrado a hacerlo. El siguiente paso es ir dándole pequeños
empujones en los que debe empezar a levantar los pies del suelo e ir desplazándose manteniendo el
equilibrio.
Otra variante es buscar una calle con algo de pendiente donde pueda deslizarse a una velocidad segura
y que le ayude a aprender a guardar el equilibrio cuando la bicicleta está en marcha. Si se le va la
velocidad puede utilizar los frenos. Cuando esto lo domine, pasa a enseñarle a ir moviendo la dirección
de la bicicleta e ir practicando giros a derecha e izquierda.
Con sesiones de una hora en tres ocasiones sería suficiente para aprender este ejercicio.
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Aprendiendo a propulsarse
Una vez domine el ejercicio anterior, es momento de ponerle los pedales y empezar con este ejercicio
de arranque. Para ayudarle tienes que sujetar la parte central del manillar con una mano y el sillín con la
otra. Así te ayudas a iniciar el movimiento con un suave empujón.
El niño tendrá que poner los pies en los pedales y comenzar a pedalear. Una vez en marcha, no sujetes
el manillar mientras pedalea porque no podrá sentir y comprender el equilibrio. Trata de transmitirle
tranquilidad, verás cómo lo normal es que este ejercicio lo venga a hacer bien a los 10 minutos de
comenzar cada sesión.
Al principio empezará más despacio, puede que sólo dé 3 ó 4 pedaleos. ¡En 3 ó 4 sesiones verás cómo es
capaz de recorrer 15 metros sin poner los pies en el suelo!.
Ve evaluando el progreso de tu hijo, pero en esta etapa no subas el sillín. Tiene que guardar una
posición en la que siga tocando el suelo con los pies.
La lección final
Una vez que ya se sienta con la confianza suficiente, verás cómo descubrirá por sí mismo la forma para
comenzar a pedalear estando parado y sin necesidad de que nadie le ayude a hacerlo. Buscará la
posición natural del pie, con la que se sienta más cómodo para comenzar a pedalear.
Consideraciones de seguridad
Para evitar accidentes, magulladuras y golpes innecesarios es conveniente que los niños vayan equipados
y preparados con:
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Casco adecuado a la edad y tamaño de la cabeza, quedando bien sujeto.
Rodilleras y coderas como las que se utilizan patinando.
Guantes para evitar la abrasión en las manos en caso de caída.
Bicicleta adaptada a la medida del niño, con el sillín a una altura que pueda tocar con los pies el
suelo.
Ropa con colores fuertes y/o elementos reflectantes.
Nociones de circulación y seguridad vial.
Bicicleta en buen estado, para ello, hay que realizar cierto mantenimiento de la bicicleta
(ruedas bien infladas, cadena engrasada, correcto funcionamiento de los frenos...).
Errores a evitar
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No es conveniente aprender a montar en una bici nueva. Si lo fuera, lo mejor es que unas
semanas antes de empezar el niño se habitúe a ella con las ruedas de apoyo.
Si enseñas a montar en bici utilizando el sistema tradicional de coger la parte trasera de la bici
no le digas al niño que les va a ir sujetando cuando sabes que habrá un momento en el que le vas
a soltar. Si lo haces, le afectarás su confianza. Es mejor avisar al pequeño de que tan pronto
•
veas que está estable le dejarás pedaleando por sí sólo. Avísale cuando lo vayas a soltar y dile
que estarás corriendo a su lado todas las veces que hagan falta hasta que domine la situación.
No creas que el proceso de aprendizaje estará exento de alguna que otra caída. Para minimizar
sus consecuencias en el niño, trata de equiparlos con los elementos de seguridad que hemos
visto y de animarle a seguir intentándolo hasta aprender.
Montar en bicicleta es un hito para los niños que refuerza su sensación de independencia y de
crecimiento. Compartir con ellos este momento te llenará de orgullo y satisfacción. Tanto si
utilizas el sistema tradicional como el aprendizaje por pasos, los niños terminarán aprendiendo.
Entonces será el momento de disfrutar juntos de paseos en bici por el campo y de seguir
compartiendo muchos momentos en familia.
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