Reseñas de libros Lester C. Thurow. El futuro del capitalismo. Buenos Aires, Javier Vergara, 1996. 380 p. nómicos, en que varios factores se entrecruzan alterando radicalmente el mundo. Pero estos cambios, afirma, también construyen un tiempo excitante, con enormes oportunidades para aquellos preparados para tomar ventajas en las tormentas venideras. En este nuevo libro examina las principales fuerzas causantes de desequilibrios económicos y traza un rumbo para beneficiarse del actual mundo. En geología, continentes enteros se crean y se pierden a través de la actividad de las placas tectónicas. Como las placas en movimiento de la corteza terrestre, los cambios mundiales influyen el juego económico con movimientos apenas perceptibles que tienen enormes efectos en el largo plazo. En su anterior best-seller «Cabeza a cabeza: la próxima batalla económica entre Japón, Europa y Estados Unidos» (que fue editado en español bajo el título «La guerra del siglo XXI»), Thurow describía una guerra económica entre los actores mundiales sobrevivientes del período de la Guerra Fría y exponía cómo los Estados Unidos podían emerger como vencedores. Ahora, con el fin del comunismo, y con las mayores potencias mundiales siguiendo el mismo sistema económico, el autor analiza en qué ha devenido el capitalismo y hacia adónde va. De acuerdo con Thurow, estamos viviendo un período de grandes cambios ecoNo. 137, octubre-diciembre 1996 Complementariamente, Thurow se sirve de un concepto tomado de la biología evolucionista --el equilibrio interrumpido-- lo que considera es una configuración nueva que altera los fundamentos de ordenación en la estructura económica. En los períodos de equilibrio interrumpido, dice, todo está en fluctuación, el desequilibrio se convierte en la norma y reina la incertidumbre. El resultado al final del proceso es un nuevo juego, con nuevas reglas, que requiere nuevas estrategias para prosperar. Según la analogía de Thurow, la magnitud de los siguientes cambios las placas tectónicas de la economía no puede ignorarse: 159 La conversión del mundo comunista al capitalismo; con esto un tercio de la humanidad se agregó al mundo capitalista, requiriendo importantes realineamientos. El auge de las industrias basadas en la capacidad intelectual del hombre; nue- boletín cinterfor vos avances en la tecnología permiten a la industria localizarse en cualquier parte, eliminando el énfasis sobre el capital físico. clinan cuando los cambios inevitables en las creencias y tecnologías llegan a ser incongruentes», afirma el autor. Cambios demográficos: los programas sociales deben adaptarse al número creciente de ancianos sin ingresos, y de otros, jóvenes y viejos, migando de países pobres hacia los ricos. Un nuevo capitalismo comienza a emerger, sostiene, en el cual la propiedad de capacidades (poder del conocimiento) en lugar del capital físico es la clave estratégica. Pero el éxito económico dependerá de nuestras voluntades de realizar inversión social a largo plazo en infraestructura, capacidades, educación y conocimiento, lo cual plantea una contradicción ideológica al capitalismo, que «necesita desesperadamente lo que su propia lógica interna dice que no tiene que hacer». Una verdadera economía global: cualquier producto puede ser fabricado en cualquier lado, y vendido en cualquier otro lugar, lo que puede poner a los gobiernos nacionales en oposición a los negocios globales. Una era donde no existe un poder económico, político o militar dominante: la economía del mundo unipolar dominado por Estados Unidos (papel que en el siglo XIX desempeñó Gran Bretaña) ha quedado atrás, surge un mundo multipolar, pero, ¿cómo se concibe un juego económico, organizado y mantenido en un mundo multipolar amorfo?, se pregunta Thurow. 160 Continuando con el paralelismo geológico, el autor dice que, si el desplazamiento de las placas continentales es causado por las corrientes en el núcleo fundido de la Tierra, del mismo modo las placas tectónicas que determinan la configuración del mundo económico «flotan» sobre una mezcla fluida de tecnología e ideología. «En el último período de equilibrio interrumpido, cuando el capitalismo emergió del feudalismo, se requirieron cambios tanto en la tecnología como en la ideología antes de que el capitalismo pudiera surgir». Desde el punto de vista tecnológico, el capitalismo necesitaba una fuente de poder inanimada a la cual se pudieran agregar grandes cantidades de equipos: la máquina de vapor fue el eslabón perdido. Pero era necesario también cambios en la ideología: un mundo donde la codicia fuera una virtud y el comerciante pudiera ser más grato a Dios. «Las sociedades florecen cuando las creencias y tecnologías son congruentes y de- boletín cinterfor Si bien Thurow reconoce que, hasta cierto punto, esto siempre ha sido así, el problema se habría agravado con el fin de la guerra fría, una ideología de individualismo radical y una era de déficit presupuestarios gubernamentales donde los gobiernos tampoco hacen inversiones de largo plazo. «En la era por venir, la misión apropiada del gobierno en las sociedades capitalistas es representar el interés del futuro en el presente. Pero los gobiernos actuales están haciendo precisamente lo contrario. Están reduciendo las inversiones en el futuro para aumentar el consumo en el presente». Por otro lado, el peligro de una «implosión» del capitalismo análoga a la del comunismo está descartado por Thurow, con base en que no existe ningún competidor viable hacia el cual la gente se pueda volcar. Por el contrario, el verdadero peligro estaría en el estancamiento. Lo característico de un período de equilibrio interrumpido como el que estamos atravesando, dice, es que son períodos de gran optimismo y gran pesimismo. Para aquellos que han sido capaces de subsistir en las viejas condiciones los «dinosaurios», son calamitosos. Para aquellos que son capaces de adaptarse a las nuevas circunstancias y pueden aprender a luchar con las nuevas armas (los «mamíferos») los períodos de equilibrio interrumpido son épocas de grandes oportunidades. Pero durante transiciones como ésta, afirma, nadie sabe . quién será dinosaurio y quién mamífero. «En una era de industrias basadas en la capacidad intelectual del hombre, aquellos que triunfen aprenderán las reglas de un nuevo juego que requiere estrategias diferentes. Los triunfadores de mañana tendrán características muy diferentes a los triunfadores actuales». Jeremy Rifkin. El fin del trabajo. Barcelona, Paidós, 1996. 399p. actual de desempleados y subempleados en el mundo puede crecer dramáticamente, ya que millones de recién llegados al mercado laboral se encuentran sin posibilidades de empleo, muchos de ellos víctimas de la revolución tecnológica que está sustituyendo rápidamente, a los seres humanos por máquinas en la casi totalidad de los sectores económicos e industrias de esta economía global. El proceso, que comenzó con el desplazamiento de mano de obra del sector primario hace ya casi un siglo con la aparición de tractores y segadoras que hacían el trabajo de muchas personas en la misma unidad de tiempo, se extendió desde mediados de siglo a la industria, y alcanza hoy al sector de comercios, servicios y los aparatos públicos. El autor, Licenciado en Economía, ha escrito más de una docena de libros fundamentales sobre tendencias económicas y temas relacionados con la ciencia, la tecnología y la cultura. Dos obras suyas, publicadas en la década de los setenta: Common Sense II y Your Own Job promovieron la idea de que los obreros podían asumir la propiedad y dirección de las empresas. Se reconoce, un cuarto de siglo después, que ambos trabajos influyeron en un nuevo estilo empresarial vigente hoy en los Estados Unidos. Su influencia en la configuración de la política pública de la actual administración norteamericana abarca además aspectos como las pensiones y la economía medioambiental. En este libro, Rifkin analiza la oposición producida entre las nuevas tecnologías y los puestos de trabajo. Según el autor, la cifra En otras palabras, la gran mayoría de los empleos van a desaparecer para no volver nunca jamás, de manera que el mundo acabaría polarizándose en dos fuerzas o tendencias potencialmente irreconciliables: por una parte, una élite bien informada que controlará y gestionará la economía global de alta tecnología; y, por otra, un creciente número de trabajadores permanentemente desplazados, con pocas perspectivas de futuro y aun menos esperanzas de conseguir un trabajo aceptable en un mundo cada vez más automatizado. 161 Paralelamente, Rifkin plantea la oportunidad de crear millones de nuevos puestos de trabajo en el tercer sector, también llamado de la Economía Social. Según los viejos esquemas, la discusión política debe basarse en la búsqueda del equilibrio adecuado entre el mercado y el sector público. El autor plantea que quizá es más adecuado pensar en la sociedad como un taburete de tres patas: el sector del mercado, el sector estatal y la economía social. La primera sería el capital boletín cinterfor mercantil, la segunda el capital público y, la tercera, el capital social. Pensar en la sociedad como creadora de estos tres tipos de capital abre nuevas posibilidades de reconceptualizar tanto el contrato social como el significado del trabajo en el futuro. La clave para llevar a cabo un verdadero intento de renovar el paisaje político depende de la voluntad, también política, de incrementar el impulso y elevar el perfil de la economía social, situándola en igualdad de condiciones con respecto al mercado y al sector público. Sin embargo, y dado que el tercer sector debe basarse tanto en el mercado como en sector público para su supervivencia y bienestar, su futuro dependerá, en gran parte, de la creación de una nueva fuerza política que pueda exigir al mercado y al sector público la inversión de parte de los beneficios conseguidos a través de la economía de la nueva era de la información en la creación de capital social y en la reconstrucción de la vida civil. 162 El potencial necesario para la existencia de una tercera fuerza en la vida política, según Rifkin, está ahí, pero todavía no se ha materializado en un movimiento social mayoritario. Esta fuerza está formada por los millones de personas de todos los países del mundo que invierten su tiempo, semana tras semana, colaborando con los cientos de organizaciones que forman parte del cada vez más amplio tercer sector. Se trata de gente que ya ha comprendido la importancia de la creación de un capital social en sus propios barrios y comunidades. Hasta ahora, no obstante, quienes trabajan y sirven como voluntarios en este sector no se contemplan a sí mismos como parte de un colectivo potencialmente poderoso, capaz de rediseñar el futuro una vez politizado. Quienes forman parte del tercer sector proceden de todas las razas y etnias y de todas las clases sociales y modos de vida. Lo único que comparten es su creencia en la importancia del servicio a la boletín cinterfor comunidad y de la creación de un capital social. Si este valor compartido pudiera transformarse en un propósito y una identidad comunes, podríamos reelaborar el mapa político basándonos en directrices completamente nuevas. La movilización de millones de personas relacionadas con la economía social para la formación de un movimiento de amplia base que pudiera plantear exigencias serias tanto al sector mercantil como al público, constituiría la prueba de fuego de los nuevos políticos del capital social. La carta más importante en el juego de la nueva política parece ser el sector público. Rifkin insiste en que las Naciones-Estado son un invento de la era industrial. El capitalismo requiere de un gran abanico de instituciones políticas para dominar y asegurar amplios mercados geográficos. Hoy en día, cuando el comercio se está desplazando desde la era industrial hasta la era de la información, y de la Tierra al espectro electromagnético, los Estados geográficamente relacionados entre sí se encuentran de repente a sí mismos con una relevancia cada vez menor y sin una misión claramente definida. En el nuevo mundo que se está formando, dice Rifkin, el sector público probablemente desempeñe un papel mucho más reducido en las cuestiones comerciales y más amplio en el tercer sector. Juntos, estos dos sectores geográficamente relacionados entre sí podrán empezar a ejercer una considerable presión política sobre las empresas, con el fin de reconducir parte de los beneficios del nuevo comercio desde su ámbito privado hasta las comunidades. El autor nos insta a considerar que, si bien el fin del trabajo puede suponer el final de la civilización tal como la hemos conocido hasta ahora, quizá también sea el inicio de una gran transformación social que traiga consigo el renacimiento del espíritu humano. Novedades editoriales del CIET/SENAI DN Los informes publicados por el CIET están disponibles en formato Adobe Acrobat (.pdf), que permite la impresión y visualización de los documentos en varias plataformas (DOS, Windows, Mac y UNIX), y agiliza su trasmisión realizando compresión automática de los archivos. Para utilizarlos basta instalar el programa Acrobat Reader distribuido gratuitamente por la Adobe Systems Inc. Algunos títulos publicados: Abramo, Pedro. Sistemas de Educação Geral e de Formação Profissional Comparados: o Caso da Alemanha. Rio de Janeiro, SENAI/DN/CIET, 1996. 66p. Lifschitz, Javier. Indústria Alimentar no Brasil: Automação, Biotecnologia e Trabalho. Rio de Janeiro, SENAI/DN-CIET, 1996. 60p. Pero, Valéria. A Formação Profissional diante das Mudanças no Mercado de Trabalho no Início dos Anos 90. Rio de Janeiro, SENAI/DN-CIET, 1996. 32p. Rapkiewicz, Clevi Elena. Sistemas de Educação Geral e de Formação Profissional Comparados: o Caso da França. Rio de Janeiro, SENAI/DN/CIET, 1996, 43p. Rapkiewicz, Clevi Elena. Sistemas de Educação Geral e de Formação Profissional Comparados: o Caso do Japão. Rio de Janeiro, SENAI/DN/CIET, 1996, 30p. Rapkiewicz, Clevi; Larsen, Claudio. Sistemas de Educação Geral e de Formação Profissional Comparados: o Caso dos Estados Unidos. Rio de Janeiro, SENAI/ DN/CIET, 1996. 34p. 163 Rapkiewicz, Clevi Helena; Lifschitz, Javier Alejandro. Mapa do Trabalho e da Difusão de Tecnologia na Indústria Brasileira. Rio de Janeiro, SENAI/DN-CIET, 1995. v.1 e 2. 312p. Urani, André; Meyer, Joana Bentes; Ramalho, Mariana. Evolução do Emprego Industrial entre 1989 e 1993. Rio de Janeiro, SENAI/DN-CIET, 1995. 167p. Bonelli, Regis. Ensaios sobre Política Econômica e Industrialização no Brasil. Rio de Janeiro, SENAI/DN/DITEC/DPEA, CIET, 1995. 259p. (libro) EL CIET EN INTERNET El CIET cuenta con una página Web completa y actualizada que permite el acceso a sus actividades y documentos. La dirección es: www@ciet.senai.br boletín cinterfor