,3 Bruselas, 30 de octubre de 2002 /D &RPLVLyQ FRQGHQD ODV SUiFWLFDV FROXVRULDV GH &KULVWLH¶V\6RWKHE\¶V (Q XQD 'HFLVLyQ DGRSWDGD HQ HO GtD GH KR\ OD &RPLVLyQ (XURSHD KD FRQFOXLGRTXH&KULVWLH¶V\6RWKHE\¶VODVGRVSULQFLSDOHVFDVDVGHVXEDVWDV GHOPXQGRLQIULQJLHURQODVQRUPDVGHFRPSHWHQFLDGHOD8QLyQ(XURSHDSRU SUiFWLFDVFROXVRULDVHQODILMDFLyQGHFRPLVLRQHV\RWUDVFRQGLFLRQHVGHODV WUDQVDFFLRQHV HQWUH \ SULQFLSLRV GH (Q FRQVHFXHQFLD KD LPSXHVWRXQDPXOWDD6RWKHE\¶VGHPLOORQHVGHHXURVORTXHUHSUHVHQWD HO GH VX YROXPHQ GH QHJRFLRV PXQGLDO 3RU VX SDUWH &KULVWLH¶V KD TXHGDGR H[HQWD GH PXOWD DO KDEHU VLGR OD SULPHUD HQ DSRUWDU SUXHEDV FUXFLDOHVJUDFLDVDODVFXDOHVOD&RPLVLyQSXGRGHPRVWUDUODH[LVWHQFLDGHO FDUWHO El comisario Monti, comentando la Decisión de hoy, ha asegurado: «(VWH FDVR GHPXHVWUDXQDYH]PiVTXHSXHGHQDSDUHFHUFDUWHOHVLOHJDOHVHQFXDOTXLHUVHFWRU GHVGHXQDLQGXVWULDEiVLFDKDVWDXQPHUFDGRGHVHUYLFLRVGHDOWRQLYHOFRPRHOTXH KR\QRVRFXSD7DPELpQPHJXVWDUtDVXEUD\DUODEXHQDFRRSHUDFLyQFRQQXHVWURV KRPyORJRVGHO0LQLVWHULRGH-XVWLFLDGH((88TXHKDQSURFHGLGRFRQWUDHOPLVPR FDUWHOSRUVXVUHSHUFXVLRQHVHQHVHSDtVª La cooperación entre ambas autoridades de defensa de la competencia se vio facilitada aún más por el hecho de que tanto Christie’s como Sotheby’s aceptaron el intercambio de información confidencial. La cooperación con el Ministerio de Justicia estadounidense no se limitó a los aspectos sustanciales, sino que, además, ambas autoridades sincronizaron las distintas fases procedimentales. Sobre la base de las pruebas facilitadas por Christie’s a las autoridades europeas y estadounidenses, confirmadas por ambas casas de subastas durante el procedimiento, la Comisión ha concluido que Sotheby’s y Christie’s celebraron un acuerdo colusorio en 1993 que se prolongó hasta principios de 2000, cuando las partes recuperaron su libertad para fijar los precios de forma autónoma. El objetivo del cartel era reducir la feroz competencia que se había desarrollado entre las dos principales casas de subastas durante los años ochenta y principios de los noventa. El aspecto más importante del acuerdo consistía en una subida de la comisión abonada por los vendedores en las subastas (la denominada comisión de vendedor). Pero el acuerdo también afectaba a otras condiciones de las transacciones, tales como los anticipos abonados a los vendedores, las garantías sobre los resultados de las subastas y las condiciones de pago. Según las conclusiones de la Comisión, que se exponen en la Decisión de hoy, las prácticas colusorias se decidieron al más alto nivel de ambas compañías. En 1993, Alfred Taubman y Anthony Tennant, a la sazón presidentes de Sotheby’s y Christie’s, respectivamente, celebraron unas negociaciones secretas en sus respectivas residencias privadas de Londres o Nueva York. Estas primeras reuniones al más alto nivel precedieron a una serie de encuentros y contactos regulares entre los directores ejecutivos, D.D. Brooks, de Sotheby’s, y Christopher Davidge, de Christie’s. &KULVWLH¶VSUHVHQWyXQDVROLFLWXGGHFOHPHQFLD La investigación de la Comisión se inició en enero de 2000, cuando Christie’s se dirigió al Ministerio de Justicia de EE.UU. y a la Comisión Europea para facilitar pruebas sobre la existencia de un cartel entre ambas casas de subastas y presentar una solicitud de clemencia en ambas jurisdicciones. Las pruebas consistían fundamentalmente en documentos recabados por Christopher Davidge, antiguo director ejecutivo de Christie’s, sobre contactos mantenidos entre ambas compañías. A continuación, Sotheby’s también presentó una solicitud de clemencia en Europa y proporcionó pruebas complementarias a la Comisión. En 1996, la Comisión adoptó unas normas por las que se concedía inmunidad frente a multas, parcial o total, a las empresas que pusieran al descubierto o proporcionaran información crucial sobre acuerdos de fijación de precios, de reparto de mercados u otros tipos de acuerdos contrarios a la competencia. Estas normas fueron actualizadas en febrero de 2002 (véase IP/02/247), pero en el presente caso se aplican las antiguas, porque la solicitud de clemencia data del año 2000. La Comisión consideró que, de acuerdo con las normas de 1996, Christie’s podía acogerse a la inmunidad total al haber facilitado pruebas decisivas antes de que la Comisión hubiera iniciado investigación alguna y al ser la primera en aportar tales pruebas. El cartel fue considerado una infracción grave del apartado 1 del artículo 81 del Tratado CE, que prohíbe los acuerdos o prácticas concertadas que consistan en fijar los precios, limitar la producción o repartirse los mercados. El cálculo de las multas aplicables a ambas empresas se rigió por el método de cálculo de las multas por prácticas colusorias y abuso de poder de mercado de 1998. El resultado de este cálculo, basado en la gravedad y duración de la infracción, era que se fijaban multas por un importe equivalente o superior al importe máximo que la Comisión puede imponer legalmente, que es del 10% del volumen de negocios mundial, tal y como establece el Reglamento 17/62, que fija las normas y procedimientos de aplicación de los artículos 81 y 82; este último cubre el supuesto de abuso de posición dominante. Tras aplicar la Comunicación de clemencia de 1996, la multa correspondiente a Sotheby’s fue fijada en 20.4 millones de euros, lo que representa el 6% de su volumen de negocios mundial. Este importe incluye un 40% de reducción por cooperación en la investigación. Christie’s quedó exenta de multa. $QWHFHGHQWHV Christie’s y Sotheby’s encabezan el mercado mundial de las subastas de arte. Christie’s fue creada en 1766 y tiene su sede en Londres, pero desde 1998 es filial de la empresa francesa Artémis SA. Sotheby’s también fue fundada en el siglo XVIII, pero en la actualidad es una empresa que cotiza en bolsa tanto en Nueva York como en Londres y tiene su sede en Nueva York. Su principal accionista es el empresario estadounidense A. Alfred Taubman, que fue también su presidente durante todo el periodo en el cual estuvo vigente el cartel. Las empresas multadas en procedimientos de competencia disponen de tres meses de plazo para pagar la multa y de dos para decidir si recurren al Tribunal de Primera Instancia, el cual goza de plena discrecionalidad en lo referente a la multa. Si recurren, pueden optar entre pagar la multa o presentar una garantía bancaria. Si optan por esta última posibilidad, se devengan los intereses correspondientes. 2