Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 8, N° 2,2002, pp. 73-86. ISSN: 1135-2523 EL TRABAJO A TIEMPO PARCIAL: LA INFLUENCIA DEL PAÍS Díez de Castro, J. Redondo López, C. Barreiro Fernández, B. Rivas Costa, J. Universidad de Santiago de Compostela RESUMEN Los debates sobre la flexibilidad del mercado de trabajo suelen omitir cómo las diferencias nacionales en las características del mercado de trabajo afectan la extensión y modalidades en que los empresarios y trabajadores hacen uso de aquélla. Existen numerosas variables que influencian el mercado de trabajo de un país. En este sentido, pretendemos analizar si es posible encontrar alguna relación entre países de la Unión Europea, que nos permitan detectar características comunes en agrupaciones por zonas geográficas. Nuestra hipótesis de trabajo será la de que la dispersión observada en el trabajo a tiempo parcial, no es fruto del azar, sino consecuencia directa de la presencia de unas características estructurales particulares en una zona geográfica. El examen realizado nos confirma que podemos dividir a la Unión Europea en zonas, estructural mente distintas, en relación con el trabajo a tiempo parcial. PALABRAS flexible. CLAVE: Trabajo a tiempo parcial, grupos geográficos, mercado de trabajo, trabajo ABSTRACT The discussions about labor market flexibility they usually omit how the national differences in the characteristics of labor market they affect the extension and modalities that the managers and workers make use of it. Numerous variables influence the national labor market. In this sense, we seek lo analyze if it is possible to find some relationship among countries of the European U nion that allow us to detect characteristic common in groupings for geographical areas. Our working hypothesis wilJ be that the dispersion observed on part-time work, it is not consequence gives the chance, bu! direct consequence of some characteristics structural in a geographical area. The realized exam confirms us that we can divide to the European Union in areas, structurally different, in connection with the part-time work. KEYWORDS: Part-time work, geographical groups, labor market, flexible work. INTRODUCCIÓN Los debates sobre la flexibilidad del mercado de trabajo suelen omitir cómo las diferencias nacionales en las características del mercado de trabajo afectan la extensión y modalidades en que los empresarios y trabajadores hacen uso de aquélla. Un repaso estadístico nos pone de manifiesto que la influencia del trabajo parcial ha oscilado fuertemente entre los distintos países de la Unión Europea. Existe una tendencia general de aumento, pero las variaciones entre países son de tal calibre que difícilmente podemos sostener la uniformidad del mismo. Existen numerosas variables que influencian el mercado de trabajo de un país. En este sentido, pretendemos analizar si es posible encontrar alguna relación entre países de la Unión Europea, que nos permitan detectar características comunes en agrupaciones por zonas geográ- Die: de Castro, l.; Redondo Lápez, C; Barreiro Femández, B.; Rivas Costa, l. ficas. De esta manera, se intentaría justificar la presencia de rasgos compartidos, estables y estructurales, que sesgan el mercado de trabajo en general, y el trabajo a tiempo parcial en particular, hacia determinadas posiciones cercanas o alejadas de la media comunitaria. Tabla 1. Trabajadores a tiempo completo y a tiempo parcial en la Unión Europea (UE), año 2000. % Trabajo a TP . 100% ;el - - 80% .1 - . 60% 40% lA W - ~, ~ ¡III NL .. r 20% 0% i UK ~ \Iz DK ID ratJ ~J~~ I !lI! S D TP Hombres A EU· 15 F EUR11 • TP Mujeres B ~ ~ IRL FIN u ¡¡I ¡¡I 1'1 P O Resto de Trabajo E ¡=¡ EL I Nuestra hipótesis de trabajo será que la dispersión observada en el trabajo a tiempo parcial, no es fruto del azar, sino consecuencia directa de la presencia de unas características es- tructurales particulares en una zona geográfica. ESTUDIOS NACIONALES PREVIOS Este tipo de análisis tiene bastantes precedentes. Rubery y Smith (Latta y O'Conghaile, 2000) desarrollan una tipología de estados según su nivel de bienestar. Con esta relación, construyen cinco grupos geográficos: Nórdico (Suecia, Dinamarca, Finlandia); Continental 1 (Bélgica, Francia); Continental 2 (Alemania, Austria, Luxemburgo); Liberal (Reino Unido); y Mediterráneo (Italia, Grecia, Portugal, España). Holanda e Irlanda, por sus dificultades de ubicación, se incorporaron a la vez a dos grupos diferentes. Según los autores, en estas zonas había una visión diferenciada sobre el papel de los cónyuges y la familia en relación al desarrollo de la carrera profesional y el cuidado de los hijos. Barnet y Cavanagh (1995) consideran que el trabajo mundial se divide con un complejo patrón entre siete grupos de naciones. Lo que la gente hace -de hecho, la verdadera naturaleza del trabajo- difiere en cada uno de ellos: Países ricos. Alrededor de dos docenas que concentran casi el 80% de la actividad económica mundial. Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Europa Occidental. Países que conforman la clase media económica mundial. Pobres en algunos aspectos, se han convertido en fabricantes a gran escala de una extensa gama de productos. Aquí están Brasil, México, Argentina, India, Corea del Sur, Taiwan, Singapur y Hong Kong. 74 ISSN: Il35-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 8, N° 2,2002, pp. 73-86 El trabajo a tiempo parcial: la influencia del país Un tercer grupo de países que han conseguido una cierta industrialización pero que conservan una dependencia primordial de la agricultura. Entre las dos docenas de aspirantes al mundo industrializado, China, Tailandia, Indonesia y Malasia, son los que parecen tener más posibilidades. Antiguos países de Europa del Este. Muy industrializados, libre mercado. no les es fácil competir en Los países exportadores de petróleo. Tienen dinero para industrializar, pero carecen de las personas y los conocimientos para desarrollar sus propias bases industriales. El sexto grupo lo forman unos cuarenta países pobres, situados casi todos en África y América Latina. Desempeñan el papel de las antiguas colonias. Tienen poca industrialización y alguna materia prima que exportan. Los más pobres de los pobres son cuarenta y siete países, casi todos ellos en África, y constituyen el séptimo grupo. Exportan pequeñas cantidades de artículos primarios, pero siguen encerrados en un ciclo de pobreza y dependencia. El premio Nobel Amartya Sen (1997) contrasta la visión norteamericana y europea respecta a los asuntos prioritarios en el mercado social y de trabajo. En Estados Unidos de Norteamérica más de treinta millones de personas se encuentran sin cobertura médica, lo que sería intolerable en la Unión Europea. Lo mismo ocurre con las ayudas a personas desfavorecidas. Por contra, una tasa de desempleo como la de la Unión (y no digamos España) sería intolerable para los gobernantes políticos norteamericanos. "El contraste puede deberse en cierta medida a que la capacidad de valerse por uno mismo se valora mucho más en los Estados Unidos que en Europa. Ese valor no se traduce en atención médica o seguridad social para todos los norteamericanos; su esfera de aplicación es diferente. La tendencia a soslayar la pobreza y la privación cuando se trazan los programas de acción pública es muy fuerte en la cultura norteamericana de la autosuficiencia. En cambio, la falta de oportunidades de trabajo afecta de raíz a la posibilidad de valerse por uno mismo, y en los Estados Unidos el consenso público a este respecto es mucho mayor. Por consiguiente, la cultura norteamericana de la autosuficiencia hace que se dé mucha más importancia a luchar contra el desempleo que a dotar a todos los ciudadanos de cobertura médica o prevenir que caigan en la indigencia." (Sen, 1997; 182) El clásico estudio de Hofstede (1984) diferenciaba los países en base a cuatro valores relacionados con el trabajo: distancia del poder, eliminación de incertidumbre, individualismo, y masculinidad. Los índices asociados con cada uno de estos valores y sus respectivas correlaciones, mostraban que los países podían agruparse nítidamente por la presencia o ausencia de un alto grado de los mismos. Esto llevaba a concluir que las naciones podían distinguirse en relación a sus herencias culturales que son predominantemente invisibles. Esta parte invisible estaba integrada por valores compartidos por la mayoría de sus habitantes. Convertidos en normas de convivencia, determinaban en gran medida las soluciones políticas y organizativas que eran viables en cada país (Hofstede, 1984; 253). Blossfeld y Hakim (1997) hablan de seis c1usters principales de sociedades, que con sus políticas diferentes de bienestar, empleo y familia, han condicionado la evolución peculiar de sus mercados de trabajo parcial: paises nórdicos, Reino Unido y Estados Unidos, Alemania y Holanda, Francia, países del sur de Europa, y países de Europa Central y del Este. Investigaciones Europeas, Vol. 8, N° 2, 2002, pp. 73-86 ISSN: 1135-2523 75 Díez de Castro, l.; Redondo Lápez, C; Barreiro Fernández; B.; Rivas Costa, l. Fouquet, Gauvin y Letablier (1999) detectan cuatro configuraciones, tomando en cuenta tres dimensiones: una dimensión política que se expresa a través de los sistemas públicos de protección social; una dimensión familiar, que considera las diferencias en los modelos de organización familiar; y una dimensión profesional, que integra las evoluciones de los ratios de actividad profesional y las desigualdades entre sexos. A partir de estos elementos, las tres autoras sitúan los países europeos en cuatro grupos, más o menos homogéneos: El modelo nórdico (Suecia, Dinamarca, Finlandia, parte oriental de Alemania), con los gastos de protección social por habitante más elevados y una fuerte igualdad entre los sexos. El modelo continental (resto de Alemania, Austria, Países Bajos), con una buena protección social basada en las cotizaciones sociales de empresas y trabajadores, y una diferenciación de sexos más acusada. El modelo insular (Irlanda, Reino Unido), con una actuación liberal absoluta, donde el estado sólo interviene en casos de extrema necesidad, y una fuerte separación entre sexos, conforme al modelo tradicional de cabeza de familia masculino. El modelo meridional (Italia, España, Grecia, Portugal). En esta ocasión la debilidad de las prestaciones sociales se producen por una falta de medios y la pervivencia de una solidaridad familiar o de clan. Un modelo híbrido (Francia), que no encaja exactamente con ninguno de los otros cuatro, siendo una combinación de varios de ellos. Los problemas de estas clasificaciones son similares: En primer lugar, todas ellas se basan en una o muy pocas variables. Si empleamos una sola, como el nivel de desarrollo, las conclusiones son muy pobres. Si incrementamos las dimensiones, incorporando aspectos intangibles como los valores culturales, las contradicciones surgen espontáneamente. En segundo lugar, independientemente de las dimensiones que se empleen, las configuraciones se realizan en base a la cercanía a un tipo ideal. Cuando hablamos de países, suponer que una nación determinada es el referente ideal con el que comparar a las demás, es una suposición bastante arriesgada. Inversamente, catalogar a los países por similitudes sin cuestionar la "bondad" de los tipos detectados, limita bastante sus consecuencias prácticas. Emplear los promedios de la unión o de la zona euro, tampoco nos ayuda mucho a la hora de proponer intervenciones por parte de los agentes públicos y privados. Los países no presentan una uniformidad entre sus diferentes zonas. En algunos países, entre los que se encuentra España, las disparidades internas son tan acusadas, que algunas regiones (Cataluña, Navarra) presentan niveles de desarrollo y valores cercanos a modelos continentales o nórdicos, mientras en otras (Andalucía) los ratios entran sin duda en los modelos clásicos de menor desarrollo, y con papeles laborales y familiares absolutamente diferenciados. 76 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 8, N° 2, 2002, pp. 73-86 El trabajo a tiempo parcial: la influencia del país EL TRABAJO A TIEMPO PARCIAL COMO ELEMENTO DE ANÁLISIS A priori, parecería obligado que la integración dentro de un espacio económico común, haría converger rápidamente todas las economías hacia la media de la Unión, al mismo tiempo que los mecanismos de solidaridad entre regiones igualaría a medio plazo el nivel de desarrollo de las distintas zonas. Ambas presunciones quedan desmentidas por la realidad. Según hemos recogido posteriormente en el análisis, las diferencias año a año, en los países de la Unión Europea, no son significativas. Parece confirmarse así la presencia de unos rasgos estructurales diferenciados que impiden la homogeneidad europea y que mantienen las peculiaridades de cada estado. De esta forma, cada zona deberá encontrar su forma particular para poner en acción las recomendaciones europeas en materia económica y laboral. El mercado de trabajo en general, y el trabajo a tiempo parcial en particular, son dos buenos indicadores de las diferencias entre países. El trabajo a tiempo parcial y la información disponible sobre el mismo nos permitirán un acercamiento al conocimiento de las principales configuraciones que se producen dentro de la Unión. "Es esta versatilidad del trabajo a tiempo parcial la razón que explica su ascenso al estrellato laboral. Y será esta misma versatilidad la causa que impida abordar esta forma de trabajo desde un solo lado de su poliédrica funcionalidad" (Valdés Dal-Ré, 2000; 1). El trabajo a tiempo parcial está influenciado por trabajadores, organizaciones y sociedad. Cada una de esas tres dimensiones afecta al trabajo a tiempo parcial y ninguna, por sí sola, permite analizar su variada y compleja problemática. Esta fórmula se relaciona con las fórmulas de reparto de empleo, afecta a las nuevas modalidades de ordenación del tiempo de trabajo; facilita una gestión flexible de las organizaciones de trabajo; y favorece la conciliación de la vida familiar y laboral. El trabajo a tiempo parcial integra la posibilidad de ser temporal o permanente. Tiene una tendencia de incremento en todos los países de la Unión, y los porcentajes que ha alcanzado son significativos en el mercado de trabajo. Afecta especialmente a las mujeres, reflejando los problemas de igualdad entre sexos. El grado de involuntariedad permite conocer cuándo se usa por necesidad y cuándo por ser una opción compatible con la vida familiar. La edad y la educación permiten observar las modificaciones en su uso según el momento de la vida laboral en que se esté, o bien cómo está influenciado por la formación del trabajador. Las características específicas de organización de un país en particular del trabajo a tiempo parcial son difícilmente captadas en las investigaciones existentes. Estas se centran en análisis cuantitativos y bastante simples. De esta manera, las variaciones entre naciones sobre el carácter del trabajo a tiempo parcial, las presunciones de sus trabajadores y directivos, permanecen ocultas o implícitas. Nuestro análisis conjunto nos dará una idea más ajustada de esas peculiaridades estructurales. Profundizaremos a continuación en el análisis de las principales variables que pueden influir en el uso del trabajo a tiempo parcial, culminando en un análisis conjunto de todas ellas. La fuente de información estadística empleada han sido los anuarios de la encuesta de población activa europea, entre los años 1996 a 2000. Investigaciones Europeas, Vol. 8, N° 2, 2002, pp. 73-86 ISSN: 1135-2523 77 Díez de Castro, l.; Redondo Lápez; C; Barreiro Femández; B.; Rivas Costa, 1. En el presente estudio, se utilizaron las siguientes técnicas de análisis multivariable: Escalamiento Multidimensional. Los objetos estudiados serán representados por puntos en un modelo espacial de modo que los rasgos de similitud entre los datos se reflejen en relaciones geométricas entre los puntos. Análisis de Correspondencias. Con objeto de situar las distintas categorías de datos analizadas en un plano cartesiano y estudiar cómo las tablas de datos se organizan alrededor de sus correspondientes centros de gravedad. Análisis de Conglomerados. En este análisis procedemos mediante la división sucesiva de la población total en grupos significativos (técnicas divisivas), o bien agrupando sucesivamente unos sujetos a otros según las semejanzas que presentan (técnicas aglomerativas) Análisis de Varianza. Comparando las varianzas de los datos obtenidos en la observación de diferentes grupos con el fin de determinar si existen o no diferencias significativas estadísticamente en los valores medios de los datos cada grupo. Sectores Actividad Estudiando los sectores de actividad (agricultura, industria y servicios) encontramos que se forman los siguientes grupos: Grupo 1: P, El. Grupo 2: 1, D, A, FIN, IRL, E, NL, conteniendo a Eur-ll Grupo 3: S, F, DK, UK, B, L. y Eu-lS. Existen diferencias significativas entre el grupo 1 y los otros dos si se considera el sector agricultura, mientras en el sector industria se producen diferencias significativas entre los grupos de países 2 y 3. Para el trabajo de la mujer se obtienen resultados muy similares al anterior. Figura 1. Trabajo a tiempo parcial en los países de la Unión Europea (DE), por sectores de actividad, año 2000. I . ;1\ ( EURl,l \ \ EU-15 .. ---'.: FI ."",l---· ./ , D 'IRL o~---/~,--R.~~NL~+I------~--_~~-E-L~~~--~ '" .8 .g; ·1 E o --!- .-L ~L:. ·2 Dimensión -1 o ._ .. 1 .. _:.:.é 2 3 1 Escalamiento Optimo 78 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 8, N° 2, 2002, pp. 73-86 El trabajo a tiempo parcial: la influencia del país Tabla 2. Porcentajes de trabajo a tiempo parcial en la UE por sectores de actividad, año 2000. % Trabajo a Tiempo Parcial por Sectores 80% 70% 60"10 50% 40% 30% 20% 10% 0% NL UK OK o A EU-15 F EUR- B IRL FIN EL 11 11]) Agricultura IIIIlndustria O Servicios I Motivos Estudiando los motivos (no quiere otro trabajo, no encuentra otro trabajo, formación, enfermedad, otros) encontramos los siguientes grupos: Grupo 1: P, El. Grupo 2: FIN, 1, B, E, A. Grupo 3: S, F, DK, UK, D, NL, L, que contiene a Eur-ll El grupo 2 difiere significativamente y Eu-15. del grupo 3 para los valores de "otros motivos". Entre el grupo 1 y el 3 hay diferencias significativas cuando se consideran los valores de "no encuentran otro trabajo". El grupo 1 difiere significativamente de los otros dos en el motivo "por enfermedad". El grupo 3 difiere significativamente otro trabajo". de los otros dos al considerar la razón "no quieren Investigaciones Europeas, Vol. 8, W 2,2002, pp. 73-86 ISSN: 1135-2523 79 Dte: de Castro, l.; Redondo Lápez; C; Barreiro Fernández; B.; Rivas Costa, 1. Figura 2. Motivos para trabajar a tiempo parcial en los países de la VE, año 2000. p -------.~, FIN /// ' ..•."" / I DI, --,-- . I \ \ F ,EU-15 \ . --\~ EUR-1~ \ __ \~ - UK ~--, I D E .~ \ OK ! . ~.1 \ .! s EL NL/ "- B L/ --------- -_.- - zs I~-,,="-Il~. -2 -1 ,-----;;2:- --3 O Dimensión 1 Escalamiento Optimo Tabla 3. Porcentajes de trabajadores a tiempo parcial, por tipo de motivo, en los países de la VE, año 2000. Motivos por los que se Trabaja a Tiempo Parcial I 100% - 80°1. ,& ." f+ 1'7 t r 1;,;.. 4 "" - :.., 60% , - 40% 20% 0% NL U UK DK S fc.- D A EU15 F EUA- ,,,,. - B IAL ; H ~ FIN P E EL 11 ------------- Edades Estudiando las relaciones entre trabajo a tiempo parcial y trabajo total por tramos de edades, encontramos: Grupo l: IRL, 1, EL, E, L. Grupo 2: A, F, D, B, P, FIN, que incluye a Eu-ll Grupo 3: NL, UK, DK, S. El grupo 3 difiere significativamente El grupo 3 difiere dell, y Eur-l5. de los otros para edades entre 15 y 24 años. en el tramo de edad 25-49 años. El grupo 3 difiere de los otros dos significativamente 80 ISSN: 1135-2523 Investigaciones en el intervalo 50-64 años. Europeas, Vol. 8, W 2, 2002, pp. 73-86 El trabajo a tiempo parcial: la influencia del país para edades de más de 6S años. Los tres grupos difieren significativamente Figura 3. Trabajo a tiempo parcial por edades, en los países de la VE, año 2000. 3 1 2 IAL ..- /A IIEL EUR-11 F E o E -15 O~--- B t N e -o -",e -1 E 1 p <D FIN O -2 O -1 Dimensión 2 3 1 Escalamiento Optimo Nivel educativo Considerando el nivel formativo alcanzado, los trabajadores a tiempo parcial pueden catalogarse en los siguientes grupos: Grupo 1: P, E. Grupo 2: 1, L, EL, DK, NL, FIN, F, B, Eur-ll. Grupo 3: A, D, UK, S, Eu-IS. Los tres grupos difieren significativamente para niveles bajos y medios de estudios. Figura 4. Trabajo a tiempo parcial en los países de la VE, por niveles educativos, año 2000. 3 / A 2 . (1:---------\ o \ 1 UK I I L i EU-1~j /1:U~~1EL " "',¡. 0- N e -O S -1 l"<D E (5 ·2 ---~I-- \ ~- .: ! // O --- E 2 --3 Dimensión 1 Escalamiento Optimo Investigaciones Europeas, Vol. 8, N° 2, 2002, pp. 73-86 ISSN: 1135-2523 81 Die: de Castro. l.; Redondo Lápez; C; Barreiro Fernández; B.; Rivas Costa. l. Tabla 4. Nivel de estudios de los trabajadores a tiempo parcial en la UE, año 2000. Niveles Educativos de los Trabajadores l a Tiempo Parcial 80% 70% 50% 40% 30% 20% 10% ~~,~~~~~~~~~~~~~~ NL UK OK A EU·15 F EUR11 IAl FIN El IOBajO .Medio OAlto OSin Respuesta I Todas las variables Estudiando las relaciones entre trabajo a tiempo parcial y todas las variables anteriores (sectores de actividad, motivos, edades, nivel educativo), encontramos en el análisis para hombres y mujeres que se forman tres grupos diferenciados: "F, D, DK, S, NL, UK, IRL, L, FIN", conteniendo a EU-15 y EUR -11. "EL,P,I". "B, E, A". No existen diferencias significativas entre los años estudiados 1996-2000. Sí existen diferencias hombres y mujeres: significativas entre los datos de trabajo a tiempo parcial para dentro de sectores: en la industria y en servicios. dentro de motivos: en "por formación" y en "no quieren otro trabajo". dentro de edades: en todos los tramos salvo +65. España se encuentra, en el análisis conjunto, en el mismo grupo que Bégica y Austria, fuera del grupo promedio europeo, y diferenciada del resto de países mediterráneos. El grupo más numeroso es bastante estable y contiene siempre la media de las dos agrupaciones de la Unión (total y zona euro) que se han empleado como referencia. Los países que integran los diferentes grupos no siempre coinciden, existiendo entradas y salidas. La mujer sólo presenta agrupaciones diferentes respecto a los hombres y al mercado laboral completo en algunas variables. En otras, el género no es un elemento estructural influyente. 82 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 8, N° 2, 2002, pp. 73-86 El trabajo a tiempo parcial: la influencia del país Las principales diferencias entre los tres grupos finales se dan para el número de trabajadores en los tramos de edad de 25 a 49 años, y de 50 a 64 años. También cuando se consideran dentro de los motivos para trabajar a tiempo parcial, los apartados "no quieren otro trabajo" y "otros motivos". Figura 5. Análisis conjunto del trabajo a tiempo parcial por países de la DE, año 2000. 3. P / 11 ¡ EL i I B / :' E .•........•.. ·2 s A -.. -.. -1 o 2 3 Dimensión 1 Escalamiento oonrro LIMITACIONES DEL ESTUDIO No existe una interpretación homogénea de lo que es trabajo a tiempo parcial. Cada país tiene sus propias reglamentaciones que lo definen de manera peculiar. O, a veces, ni siquiera se precisa su significado y contenido. Adicionalmente, estas visiones diferentes cambian a lo largo del tiempo. En España, por ejemplo, se considera trabajo a tiempo parcial cosas diferentes, antes y después de la reforma laboral de marzo de 2001. Dentro de un país, las estadísticas nos permiten medir el crecimiento, la edad o el sexo de las personas que están empleadas a tiempo parcial. Debido a que la definición del trabajo a tiempo parcial varía, las estadísticas no son estrictamente comparables a nivel internacional (Houseman, 1995). Este problema debe ser tenido en cuenta cuando se analizan las cifras de fuentes secundarias a lo largo del trabajo. Hay que considerar que las estadísticas se refieren a los trabajadores y no a los trabajos. Si una persona trabaja en varios puestos a tiempo parcial, igualando o sobrepasando la duración estándar del trabajo, será considerado trabajador a tiempo completo, perdiéndose en el camino una información muy valiosa sobre compatibilizaciones de empleo. Un hecho clave en los análisis estadísticos es la voluntariedad de trabajar a tiempo parcial. Y la voluntariedad sólo se puede apreciar mediante la respuesta que da un trabajador de que está empleado menos horas de las que desearía. El problema es que cuánto quiere trabajar una persona puede cambiar por muchas circunstancias, provocando que la voluntariedad no nos proporcione información idónea sobre la calidad del empleo (Nardone, 1995). Investigaciones Europeas, Vol. 8, N° 2, 2002, pp. 73-86 ISSN: 1135·2523 83 Díez de Castro, J.; Redondo Lápez, C: Barreiro Fernández; B.; Rivas Costa, J. Las teorías del mercado de trabajo tratan de explicar la imperfección de éste para atender las demandas de ocupación insatisfechas, recurriendo a justificaciones basadas en características objetivas como la experiencia y la cualificación poseída. Este punto no pudo ser examinado convenientemente en el presente trabajo. Las normas laborales pueden distorsionar también las comparaciones, especialmente, si salimos fuera del marco, relativamente homogéneo, de la Unión Europea (lLO, 1999; 136). Las edades límites de entrada y salida del mercado de trabajo son una buena muestra. Si un país cuenta a las personas en edad de trabajar a partir de los 10 o los 14 años, mientras otro inicia el recuento a partir de los 16, los dos países tendrán diferentes tasas de empleo a tiempo parcial, sólo por este motivo. Análogamente, algunos países establecen jubilaciones obligatorias sobre los 65 años, mientras otros no acotan la edad para el retiro. De manera similar, algunos países no tienen un límite inferior para incluir a alguien como trabajador a tiempo parcial (bastaría trabajar una o muy pocas horas a la semana), mientras otros establecen mínimos algo más exigentes (sobre 15 horas por semana). En todos los trabajos y profesiones, las influencias de sexo, edad, formación, experiencia, o motivación provocan fuertes distorsiones de los mecanismos puros establecidos por la teoría abstracta. Es recomendable en esta línea profundizar en otros estudios sectoriales y de profesiones para corroborar las aserciones sugeridas en esta investigación, y que en el presente estudio no pudieron ser analizadas. Regresando al tema de la voluntariedad del trabajo a tiempo parcial, no hay en la respuesta típica de la encuesta de población activa una información suficiente. Las razones subyacentes pueden ser completamente diferentes (familia, salud, edad) y no sabemos la magnitud relativa de cada una de estas problemáticas. Sería necesario enriquecer el cuestionario oficial, así como efectuar estudios propios para conseguir una mejor fotografía de las razones por las que las personas trabajan a tiempo parcial. Dado que el trabajo a tiempo parcial no es un grupo homogéneo, incluso dentro de los mercados de trabajo europeos, las comparaciones nacionales no son pertinentes. El diferente tamaño e importancia de los grupos que integran el trabajo a tiempo parcial en función de las horas que se trabajan, provoca que cuando se comparan agregados con el trabajo a tiempo completo en cualquier país, nos conduzca a una diversidad sorprendente de patrones del trabajo a tiempo parcial y a débiles correlaciones con otros factores económicos y sociales (Hakirn, 1997; 30). En el análisis no se han establecido diferencias de ponderaciones en el análisis conjunto. Hemos considerado más útil mantener la igualdad de importancia relativa de las variables consideradas puesto que, si bien a nivel de algún estado de la Unión, alguna variable pudiera resultar más determinante o tener más capacidad explicativa, nunca se podría generalizar y uniformizar esa importancia a nivel de todos los países europeos. CONCLUSIONES Podemos observar que la importancia del empleo a tiempo parcial varía fuertemente entre los diferentes países de la Unión Europea. Entre Holanda y Grecia, encontramos unas diferencias muy notables, pasando de ser una figura básica del mercado de trabajo en el primer caso, a una meramente complementaria en el segundo. 84 ISSN: 1135-2523 Investigaciones Europeas, Vol. 8, N° 2,2002, pp. 73-86 El trabajo a tiempo parcial: la influencia del país Los factores detallados en el trabajo (edades, motivos, sectores actividad, nivel educativo), se presentan en la totalidad de los mercados de trabajo, pero es la intensidad particular de presentación, lo que los convierte en elementos impulsores por su influencia en la estructura de empleo de ese país. Los datos examinados nos permiten concluir que existe evidencia para considerar que no hay un movimiento de convergencia europea en el empleo del trabajo a tiempo parcial. Los países de la Unión Europea exhiben patrones de mercados de trabajo diferentes. El examen realizado nos confirma que podemos dividir a la Unión Europea en zonas, estructuralmente distintas en relación con el empleo del trabajo a tiempo parcial. Las políticas de empleo o las acciones de los directivos tendrán que considerar obligatoriamente estas diferencias nacionales o locales, puesto que algunas de ellas tendrán éxito o serán inocuas en función del lugar donde se apliquen. Las diferencias institucionales entre las distintas naciones y zonas son de tal magnitud que dan origen a diferencias en el uso del trabajo a tiempo parcial, así como también respecto a la función y organización de ese trabajo en cada sociedad. "Parece que el contexto nacional es un predictor más poderoso del uso de la flexibilidad por los empresarios que el tamaño de la organización o el sector, aunque dentro de las fronteras nacionales estas variables puedan ser también importantes". (Brewster, Mayne, Tregaskis, 1997; 97) España se encuentra, en el análisis conjunto, fuera del grupo promedio europeo. Este último, es bastante estable y contiene siempre la media de las dos agrupaciones de la Unión (total y zona euro) que se han empleado como referencia. Asimismo, los países que integran los diferentes grupos no siempre coinciden, existiendo entradas y salidas. Las peculiaridades que presentan las modalidades atípicas de empleo han sido extensamente estudiadas, pero existen notables carencias en su conocimiento, además de considerables discrepancias entre los distintos países. Las formas atípicas de trabajo involucran tantos aspectos y dimensiones, pueden ser contemplados desde tantos prismas que, cualquier análisis unidireccional peca, forzosamente, de simplista. Los elementos individuales y organizativos no bastan para explicar las diferencias notables entre países. Las tendencias genéricas de oferta y demanda de trabajo son corregidas al alza o a la baja por los contextos políticos e ideológicos de los países, produciendo ritmos diferentes y patrones heterogéneos del empleo a tiempo parcial y de la participación de la mujer a lo largo del tiempo (Blossfeld y Hakim, 1997; 12). BIBLIOGRAFÍA BARNET, RJ.; CAVANAGH, J. (1995). SUeltOSglobales. Multinacionales y el nuevo orden mundial. Flor del Viento Ediciones, Barcelona. BLOSSFELD, H.-P.; HAKIM, C. (1997). «Introduction: A comparative perspective on part-time work», en H.-P. BLOSSFELD y C. HAKIM, editores, Between equaliration. and marginaliration. Women working part-time in Europe and the United States of America. Oxford University Press, Oxford. Investigaciones Europeas, Vol. 8, N° 2, 2002, pp. 73-86 ISSN: 1135-2523 85 Diez de Castro. l.; Redondo Lápez, C; Barreiro Fernández; B.; Rivas Costa. l. BREWSTER. c.; MAYNE. L.; TREGASKIS, O. (1997). «Flexible working in Europe: A review of the evidence». 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