Moisés Pinedo H ace algún tiempo atrás, tuve que hacer una transferencia de dinero. La compañía que iba a usar tenía una oficina en un supermercado cercano. Entré al supermercado y busqué la oficina, ¡que estaba junto a la sección de cigarros! Mientras estaba allí parado, esperando que se ingresara todos mis datos en la computadora, miré alrededor y quedé impresionado con la selección extensa de cigarros que esa tienda ofrecía. La mujer que me atendió también era la encargada de vender estos productos. Después de recibir mi factura y el acostumbrado “gracias”, pregunté a la mujer si podía hacerle un par de preguntas. Ella estuvo de acuerdo. “¿Por qué cree que la gente gasta su dinero en cigarros sabiendo que los cigarros matan a la gente?”. La mujer estuvo un poco sorprendida, y después de pedirme que repitiera la pregunta, contestó, “Bueno, ¡ellos están locos!”, y rápidamente se excusó: “Pero yo no fumo”. Sonreí y pregunté: “¿Y por qué cree que esta tienda vende tantos cigarros sabiendo que los cigarros matan a la gente?”. La mujer tomó aliento y dijo: “Porque la gente los compra”. Obviamente, ambos grupos—los que compran cigarros y los que los venden—saben que fumar hace daño a los consumidores. Por un lado, los productores y comerciantes saben este hecho, pero también saben demasiado bien que los cigarros generan ingresos lucrativos inmensos como para dejar de producirlos y venderlos. [Un paquete de Marlboro® cuesta $5 - $10, y el fumador promedio consume alrededor de un paquete al día (Brown, 2012; “Censo…”, 2014). Por ende, cada año el fumador promedio gasta $1,825 - $3,650 en cigarros]. Sin importar cuantos millones mueran cada año, estos comerciantes inescrupulosos seguirán aprovechando la “locura” de los consumidores (cf. Deuteronomio 27:17-18; Proverbios 10:9; 28:6,8,20; Mateo 6:24; 7:12; Hebreos 13:5). Por otra parte, como la mujer en el supermercado sugirió, los comerciantes venden cigarros ya que hay gente, que a pesar de conocer los peligros del cigarro, está lo suficientemente “loca” como para pagar el precio. Personalmente tengo mis reservas al usar la palabra “loco”, pero esta descripción es interesante a la luz de la perspectiva que esta mujer tenía como representante de este supermercado que comercializaba tantos cigarros. Desde luego, ni ella ni yo sabíamos con seguridad lo que cada establecimiento pensaba en cuanto a los consumidores de cigarros, pero la proposición tenía sentido: si había personas que sabían que cierto producto podía dañar sus cuerpos y causarles la muerte, y todavía gastaban su dinero en adquirir tal producto, entonces tales personas estaban actuando, al menos en parte, debido a algún tipo de “locura”. ¿REALMENTE EXISTE ALGO DE “LOCURA”? Pero ¿por qué algunos, incluyendo a los comerciantes de cigarros, considerarían a los consumidores como “locos”? Independientemente de que esta descripción sea totalmente adecuada, considere algunos hechos en cuanto al tabaco/ cigarro que guiarían a cualquier lector imparcial a la conclusión de que realmente existe algo de “locura”. El tabaco causa globalmente casi seis millones de muertes al año, matando a algo de la mitad de sus consumidores (“Tabaco”, 2013). A pesar de esto, miles de personas comienzan a fumar cada día (solamente en los Estados Unidos, alrededor de 4,000 jóvenes menores de 18 años fuman su primer cigarro cada día—“Información…”, s.d.). En el siglo XX, el tabaco causó 100 millones de muertes. Si la tendencia actual continúa, se estima que la cantidad de muertes puede llegar a 1,000,000,000 para el siglo XXI (“Tabaco”, 2013). ¡Esto es equivalente a exterminar la población completa de los Estados Unidos en solo 30 años! El humo del cigarro contiene 4,800 químicos diferentes, de los cuales se sabe que 69 causan cáncer. El humo también causa enfermedades cardiacas, ataques y enfermedades pulmonares (“Fumar”, s.d.). [De manera interesante, al menos tres de los rostros prominentes del “Hombre Marlboro” (Wayne McLaren, David McLean y Eric Lawson) han muerto de cáncer o enfermedades pulmonares debido al humo del cigarro (Rogers, 2014)]. En promedio, los fumadores mueren 10 años antes que los que no fuman (“Información…”, s.d.). Los cigarros tienen un precio alto, pero al menos en los Estados Unidos, el porcentaje de fumadores es mayor entre la clase de nivel económico bajo (el 29% en comparación al 17.9% entre la clase media y alta—“Consumo…”, s.d.). El porcentaje de fumadores también es mayor entre aquellos de nivel educativo bajo (el 45.3% en comparación al 5% entre aquellos con grados avanzados— “Consumo…”, s.d.). Se pudiera extender esta lista al revisar brevemente investigaciones de otras instituciones a favor de la vida y la salud, pero esta lista es suficiente para concluir que el consumo de tabaco/cigarros implica riesgos y consecuencias extremadamente terribles. Piense en esto: si yo le dijera que puede pagarme $5-10 dólares diarios por un producto que le producirá pérdidas, le causará problemas de salud, y probablemente provocará su muerte temprana, ¿se daría prisa en sacar un billete de su bolsillo para comprar el producto, y luego haría lo mismo cada día hasta el momento de su muerte? La realidad es que hoy millones de personas hacen esto al adquirir paquetes de cigarros. Los consumidores tampoco toman en cuenta que al fumar, también causan daños severos a sus seres queridos. Se estima que más de 600,000 personas que no fuman mueren anualmente en el mundo debido al humo ajeno, y los niños constituyen un-tercio de esta cifra (“Estadísticas…”, s.d.). Además, por cada persona que muere de una enfermedad relacionada al consumo directo de cigarros, 20 personas más sufren de enfermedades serias debido al humo ajeno (“Información…”, s.d.). Lamentablemente, vivimos en un mundo moral confuso cuyo fin supremo es satisfacer sus propios deseos. Nuestra sociedad necesita desesperadamente la instrucción bíblica que fomenta el cuidado del cuerpo (1 Corintios 6:12-20), reprime la búsqueda de los placeres sensuales desordenados (1 Juan 2:16), exige la sobriedad de la mente (Tito 2:12) y persigue el bienestar personal y el de los demás (Juan 10:10; Mateo 22:39). La locura moral ha guiado a muchos a facilitar y promover el pecado para obtener ganancia deshonesta, y ha guiado a muchos otros a las profundidades oscuras del vicio y la esclavitud mental. CONCLUSIÓN Si nunca ha probado el sabor esclavizador del humo del cigarro, no cometa la locura de comenzar ahora. Incluso un solo cigarro “produce suficiente humo como para alterar los genes en los pulmones” (Kaplan, 2010). La única manera de garantizar que nunca se convertirá en un adicto es al no encender el primer cigarro. Las consecuencias son incalculablemente terribles—en esta vida y especialmente en la vida venidera. Si es parte del grupo que ha tomado el paso equivocado y ha sido atraído por la fuerza adictiva del cigarro, sepa que todavía hay esperanza. Aunque dejar de fumar es difícil, no es imposible con la ayuda de Dios (cf. Filipenses 4:13). Busque ayuda de personas cristianas y de su familia. Lea pasajes bíblicos que le ayuden a meditar en la pureza, el dominio propio, la santidad, el amor personal y el amor al prójimo. Solicite ayuda profesional. Identifique los patrones y circunstancias que provocan su deseo de fumar. Infórmese adicionalmente de los peligros y consecuencias del cigarro, como también de los consejos saludables de expertos para dejar la adicción. Limpie su casa/auto de los productos del tabaco. Beba suficiente agua; aliméntese saludablemente. Involúcrese en actividades que despejen su mente y le mantengan ocupado; haga ejercicios. Apártese de los “amigos” que fuman. Evite los lugares donde la gente fuma o donde se vende tabaco. Finalmente, no caiga en el engaño de que la disminución es aceptable; esfuércese por la abstinencia completa. Smokers Reveals Nearly One Billion People Use Tobacco Daily”] (2014), PBS, http://www.pbs.org/newshour/rundown/2014/01/ census-of-smokers-reveals-nearly-one-billion-people-usetobacco.html. “Consumo de Cigarros en los Estados Unidos” [“Cigarette Smoking in the United States”] (sine data), Centro de Control y Prevención de Enfermedades, http://www.cdc.gov/tobacco/ campaign/tips/resources/data/cigarette-smoking-in-unitedstates.html. “Estadísticas y Hechos del Tabaco” [“Tobacco Statistics & Facts”] (sine data), Acción sobre el Cigarro y la Salud, http://ash.org/ resources/tobacco-statistics-facts/. “Fumar” [“Smoking”] (sine data), Asociación Pulmonar Americana, http://www.lung.org/stop-smoking/about-smoking/healtheffects/smoking.html. “Información a la Mano” [“Fast Facts”] (sine data), Centro de Control y Prevención de Enfermedades, http://www.cdc.gov/ tobacco/data_statistics/fact_sheets/fast_facts/. Kaplan, Karen (2010), “¿Cuántos Cigarros Es Seguro Fumar?” [“How Many Cigarettes Is It Safe to Smoke?”], Los Angeles Times, http://articles.latimes.com/2010/aug/20/news/la-heb-smoking-20100820. Rogers, John (2014), “Ex Hombre Marlboro Muere de Enfermedad Relacionada al Cigarro” [“Ex-Marlboro man dies from smoking-related disease”], Yahoo News, http://news.yahoo.com/exmarlboro-man-dies-smoking-related-disease-034350253.html. “Tabaco” [“Tobacco”] (2013), Organización de Salud Mundial, http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs339/en/. “ Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré… [L]impiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios (2 Corintios 6:17-7:1). Referencias Brown, Alyssa (2012), “En los Estados Unidos, los Fumadores Fuman Menos que Antes” [“In U.S., Smokers Light Up Less Than Ever”], Gallup, http://www.gallup.com/poll/157466/smokerslight-less-ever.aspx. “Censo de Fumadores Revela que Aproximadamente Mil Millones de Personas Consumen Tabaco Diariamente” [“Census of Derechos Reservados © 2014 Para más información, visite www.enfoquebiblico.org