Introducción La presente publicación tiene un enfoque eminentemente práctico y pedagógico e incluye más de 300 fichas explicativas en las que se utiliza un lenguaje sencillo y directo, acompañado en todo momento de fotografías e imágenes. En ella se repasan de forma exhaustiva los riesgos del sector de la construcción, tanto los derivados de sus actividades como de su maquinaria, ya sean de obra civil o de edificación, y se definen las medidas preventivas para evitarlos o minimizarlos. Sin duda, esta información será muy útil tanto para la elaboración de estudios como de planes de seguridad y salud pero, sobre todo, para aportar formación e información a los trabajadores de la construcción, incluso a pie de obra. Conviene matizar, sin embargo, que esta identificación de riesgos y las medidas preventivas derivadas no se pueden considerar una evaluación de riesgos y una planificación de la prevención en sí mismas. Corresponde al lector ajustarlas adecuadamente a las circunstancias reales de cada uno de los puestos de trabajo que evalúe o en los que participe. La publicación consta, además, de un apartado de gestión donde se fijan criterios de actuación e integración para gestionar la prevención de riesgos laborales en las obras, siempre de acuerdo con los últimos cambios introducidos por la legislación vigente. Especial atención merece el apartado de primeros auxilios, donde, además de aportar criterios y recomendaciones de socorrismo básico, se ahonda y orienta en los aspectos organizativos y de planificación. En cuanto a la definición de las fichas, es necesario partir de una serie de bases operativas que conviene conocer. Así, por ejemplo, y con respecto a la legislación, en general se ha huido de hacer referencia a aspectos legales concretos, tras haber observado que se generaban documentos pesados y alejados de nuestro compromiso de crear documentos accesibles y directos. Del mismo modo, en el momento de asignar la utilización de los EPI necesarios a cada actividad, probablemente se ha pecado de exceso, si bien conscientemente, puesto que entendemos que los trabajadores tienen que disponer de unos EPI mínimos y, aunque no siempre sean necesarios, se recomienda su utilización continuada. Por último, conviene señalar también que, para facilitar el acceso a toda esta información por parte de las distintas partes implicadas, se ha incorporado un índice de riesgos ordenados por actividades.