¿POR QUÉ ES IMPORTANTE DAR LOS CRÉDITOS EN LA

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¿POR QUÉ ES IMPORTANTE DAR LOS CRÉDITOS EN LA
COMUNICACIÓN ACADÉMICA Y CIENTÍFICA?
Por: Juan María Ramírez Vélez.
Julio de 2013.
Cuando escribimos un texto y lo firmamos y lo damos a conocer, se entiende que lo
hacemos público a partir de nuestra autoría, lo que significa que su contenido es
diseñado y estructurado de una manera específica para organizar un conocimiento y
comunicarlo a la sociedad en general, en particular a la comunidad académica y
científica, eso nos hace directamente responsables de lo que está plasmado en dicho
documento, independientemente del canal empleado y del destinatario o de los
destinatarios a los que se dirige, poniéndonos ante la evaluación y juicio de los demás,
como los dueños de las ideas y argumentos que allí se proponen.
Bajo el anterior postulado, es de entender, a partir del sentido social de la producción de
conocimiento, que al estar inmersos en un ámbito académico y científico, no partimos
de cero, y tenemos que “beber” de diferentes fuentes de autores que nos anteceden o que
son contemporáneos y a los que reconocemos y se les reconoce como aportantes en la
trayectoria social e histórica del desarrollo de un saber, profesión o disciplina, en su
calidad e importancia como interlocutores del asunto que se problematiza y sobre el
cual adelantamos nuestra reflexión, al entregarnos, porque así lo razonamos, sentimos y
sustentamos, elementos valiosos y significativos para continuar de alguna manera ese
caminar en el trayecto del conocimiento, que nos permiten, a partir de la riqueza de las
posibilidades que el análisis y el abordaje epistemológico nos da, ampliar, contrastar,
argumentar, oponer, contradecir o desarrollar diferentes posturas que en definitiva se
plasman en una que le da ilación y articulación al documento que se elabora y emerge
de este proceso intelectivo, solicitándosenos dentro de los cánones estipulados para esta
labor, hacer el respectivo reconocimiento a aquellos autores-interlocutores con los que
dialogamos y que nos sirvieron como fundamento y referente en el razonamiento que
nos llevó a la construcción del texto que en un momento determinado entregamos
socialmente y que ponemos en consideración de la comunidad académica y científica
en cualquier nivel de relación que se presente.
Ese reconocimiento que ocurre al referenciar adecuadamente a los autoresinterlocutores que se hicieron presentes y nos posibilitaron la elaboración de nuestro
texto, además de representar una gratitud intelectual por el aporte para nuestra reflexión,
permite configurar nuestra presencia intelectual dentro de lo social del conocimiento,
dándonos a la vez la calidad de interlocutores frente a los demás, que asumirán la
calidad de lectores del documento que hemos producido.
Por lo tanto, en el contexto universitario que es propuesto socialmente como el espacio
institucional más cualificado para contribuir a la formación y proyección de lo
académico y científico en una comunidad, -que está constituida por diferentes campos
de conocimiento, organizados por programas en diversos niveles que apuntan al
desarrollo de lo profesional y disciplinar en el abordaje de un objeto de conocimiento,
concretándose a través de las funciones de docencia, investigación y extensión-, es
exigible, por su misma naturaleza, el cumplimiento de lo dicho sobre la producción
académica y científica, ya que ello permite dar cuenta de:
1. El proceso de formación que se adelanta al interior de un Programa Académico,
puesto que la incorporación a él, nos asume y vincula en un ámbito cognitivo
específico, al cual nos introducimos progresivamente con la orientación de los docentes,
por medio de lecturas, estructuraciones conceptuales y ejercicios de escritura,
promoviéndonos progresivamente hacia la posibilidad de pensar y expresarnos de
manera propia en ese ámbito de conocimiento, teniendo la posibilidad, a partir de una
pertinente interlocución bajo los criterios ya señalados, ganar cada día mayor seriedad y
rigurosidad frente a las propias producciones académicas que se perfilan en perspectiva
de una excelente presencia profesional y disciplinar.
2. La asimilación crítica del conocimiento y su empleo, que permite el posicionamiento
en el campo profesional y disciplinar de su autor, porque de lo que se trata no es de
repetir, sino de poder organizar activa y pertinentemente el conocimiento frente al
asunto que problematizamos, buscando darle una respuesta sustentada, con sentido y
adecuada, a partir de los elementos teóricos y prácticos consistentemente manejados,
recogidos y organizados con dominio, con coherencia y lógica, para hacer
oportunamente los aportes requeridos, teniendo claridad y haciendo una explicitación de
la procedencia de las diferentes fuentes empleadas.
3. La perspectiva de aporte a lo social con base en el conocimiento existente, ya que
tenemos la capacidad de reconocer y emplear dicho conocimiento frente a un asunto
tratado, poniéndolo en relación a la realidad, para aportar no solamente en el ámbito
profesional y disciplinar, sino socialmente, a partir de unos actos que cruzan y asocian
lo cognitivo y lo ético, en sintonía con el sentido de la praxeología y de la
transformación social.
4. La capacidad profesional y disciplinar en el diálogo realidad teoría, que deviene de
ese compromiso de potenciar al sujeto para que participe como sujeto de conocimiento
en un determinado contexto, pero sin olvidar allí su condición humana, social y política,
que lo hace críticamente honesto consigo mismo y con toda su producción.
5. La seriedad y rigurosidad con la cual es abordado el proceso, que le permite
desarrollar un diálogo con los autores-interlocutores que considere necesarios, haciendo
las respectivas referencias de ese hecho en los textos que produzca, ya que dentro de la
honestidad consigo mismo, reconoce la honestidad intelectual, que le permite asumirse,
aunque sea en un grado mínimo, en esa cadena histórico social del conocimiento.
6. La posibilidad de hacer una presencia personal dentro del desarrollo social del
conocimiento, a una escala amplia,siendo reconocido tanto por la sociedad, como por la
comunidad académica y científica y se entiende que puede ocurrir a partir de la
continuidad, de un serio, riguroso, crítico y honesto ejercicio profesional y disciplinar.
Al reconocer dentro de la actividad académica y científica los créditos que les
corresponden a los interlocutores con los cuales entablamos comunicación con sentido
en nuestro proceso cognitivo, y que poco a poco se plasma en diferentes textos de
diverso orden, estamos afirmándonos en nuestra propia identidad al interior de la
humanidad, avanzamos en el conocimiento, fruto de un discernimiento racional y
expresamos un agradecimiento intelectual a aquellos que por su contribución, nos han
permitido pensar de una mejor manera.
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