Amor y libertad,en su propia eternidad

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EL LITORAL
miércoles, 23 de enero de 2013
Producción EL LITORAL ARGENTINO ® / Producción EL LITORAL DE SANTA FE ®
“Cloud Atlas: la red invisible”
Ignacio Andrés Amarillo
iamarillo@ellitoral.com
L
os hermanos Wachowski (Andy y Lana, antes
conocida como Larry) saltaron a la fama con la
trilogía de Matrix, donde además de exponer
toda una nueva apuesta visual, especialmente en las
peleas, iniciaron un camino de exaltación revolucionaria que continuó en la adaptación (de la que fueron
guionistas) de “V de Venganza”, la novela gráfica escrita por Alan Moore, con su vengador solitario de quien
los hackers de Anonymous han tomado la máscara.
Si para muchos “Matrix” los perdió o los hizo
pensar, “Cloud Atlas: la red invisible”, basada en una
novela de David Mitchell, levanta la apuesta, con seis
historias en tiempos y lugares diferentes: las islas del
Pacífico en 1849, Escocia en 1936, Los Ángeles en
1973, Londres en 2012, Nueva Seúl en 2144 y una isla
(que podría ser la del principio) en el “106 después de
la Caída” (sería 2321).
Todos los personajes están unidos por una marca de nacimiento y por una referencia a la historia
anterior, un diario de viaje, una carta, un personaje
repetido, una novelización, una película, un culto.
Y, en la dimensión cinematográfica, por los actores que se repiten, a veces protagónicos, a veces
secundarios o figurantes, pero siempre presentes:
tal vez para enfatizar que son viejas almas en busca de hacer las cosas mejor la próxima vez. “Si hay
un paraíso, lo imagino como una puerta”, dice Sonmi-451, uno de los personajes clave.
En cada época habrá una búsqueda de libertad y
oportunidades, colectiva o individual, una ruptura
con las convenciones o una salvación para la humanidad. Y si contado así parece fácil, valga la aclaración
de que los relatos van superpuestos (es decir, pasa un
fragmento de una y luego al de otra) y ni siquiera de
manera lineal dentro de cada uno.
Tejiendo el tapiz
Para afrontar tamaña tarea, los Wachowski sumaron esta vez al alemán Tom Tykwer (“Corre, Lola,
corre”, “El perfume”), con quienes compartieron la
escritura y repartieron las escenas, para terminar juntando todo eso en un trabajo de gran complejidad. Las
referencias cruzadas con las historias anteriores, las
reflexiones de los personajes que tienen un “mensaje”
para dar, son los conectores entre los diferentes pasajes, que se van organizando como un tapiz.
Si la dirección ejecuta un trabajo de gran precisión para unir todo esto en casi tres horas de no poder
moverse de la butaca, acá vuelven a darse el gusto de
sus escenas de violencia, desde un cuerpo cayendo al
suelo hasta el comandante Hae-Joo Chang, que pelea
en el futuro como el Neo de “Matrix”. La fotografía
de Frank Griebe y John Toll da unidad al entramado visual. Melodías, números y nombres (sacados de
libros y canciones, para el que quiera investigar) se cruzan todo el tiempo, en un detallismo poco habitual.
El elenco principal, cada
actor en uno de sus
personajes principales y
en cada época.
Foto: Gentileza Warner Bros.
Amor y libertad, en
su propia eternidad
Rostros en el tiempo
A pesar de que obviamente los relatos
son los protagonistas, el elenco se luce,
con la particularidad ya descrita: la gran
mayoría, tanto los grandes nombres como
los secundarios, cumple algún papel en por
lo menos tres de las épocas, aunque sea un
cameo. Y otro detalle: muchos interpretan
papeles del género opuesto o de una etnia
diferente, lo que implica una gran exigencia para el departamento de maquillaje y
prótesis.
Así, Tom Hanks será el protagónico
Zachry, pero también personajes importantes en cada época (como el doctor Henry Goose) y algunos roles menores, como el
del actor que hace de Timothy Cavendish
(el personaje de Jim Broadbent, cuyos
otros roles son bastante villanescos) en su
filme autobiográfico. Halle Berry se lucirá como la periodista Luisa Rey en 1973 y
como Meronym en la última historia, pero
también como la judía inglesa Jocasta Ayrs
en 1936, y como un doctor varón y coreano
en 2144 entre otros roles.
Jim Sturgess será el viajero estadounidense Adam Ewing y el rebelde coreano
futurista Hae-Joo Chang entre otros. Y la
coreana Doona Bae, quien interpreta a la
••••
MUY BUENA
“Cloud Atlas: La red invisible”
“Cloud Atlas” (Estados Unidos-Alemania, 2012). Dirección: Tom Tykwer, Andy
y Lana Wachowski. Guión: Tom Tykwer,
Andy Wachowski y Lana Wachowski,
basado en la novela de David Mitchell.
Fotografía: Frank Griebe y John Toll.
Música: Reinhold Heil, Johnny Klimek y
Tom Tykwer. Elenco: Tom Hanks, Doona
Bae, Susan Sarandon, Halle Berry, Hugh
Grant, Jim Sturgess, Hugo Weaving,
James D’Arcy, Ben Whishaw y Jim
Broadbent. Duración: 172 minutos. Se
exhibe en Cinemark.
central Sonmi-451, será la muy anglosajona esposa de Ewing y una mexicana en
los ‘70. Ben Whishaw tendrá como papel
principal el del compositor Robert Frobisher (aunque muchos se asombraron
del personaje femenino que interpreta en
2012: descúbralo usted, estimado lector).
James D’Arcy interpretará al gran amor
del compositor, Rufus Sixsmith, el único
personaje que participa en dos tiempos, el
1936 y el 1973.
Susan Sarandon tiene a su cargo cuatro
secundarios (especialmente la Abadesa).
Y para los villanos, Hugh Grant y especialmente Hugo Weaving (el actor fetiche de
los Wachowski) son los encargados (Weaving como la enfermera Noakes es imperdible).
Forjando el futuro
Descubrirá el lector que poco contamos de los argumentos, lo que sería ardua
tarea. Dejemos aquí un par de frases que
sintetizan el espíritu de la película: “Nuestras vidas no son nuestras. Del vientre a la
tumba, estamos sujetos a otros. El pasado y el presente. Y con cada delito y cada
amabilidad, damos nacimiento a nuestro
futuro” (Sonmi-451). “El miedo, la creencia, el amor son fenómenos que determinan el curso de nuestras vidas. Estas fuerzas empiezan mucho antes de nacemos
y continúan después de que perecemos”
(Isaac Sachs). “Todos tenemos que luchar
y, si es necesario, morir para enseñar a la
gente la verdad” (Sonmi-451). “¿Qué es
un océano, pero una multitud de gotas?”
(Adam Ewing).
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