INVESTIGACION CULTURAL Dairo Sánchez Buitrago* Conferencista invitado RESUMEN: Hay tres tipos generales de sistemas: 1) naturaleza teórica, tiene los siguientes limites: disciplinar y profesional, el epistemológico critico, el epistemológico cultural y el epistémico-metodológico. 2) interpenetración entre teoría y acción, en éste se analizan desde el punto de vista metodológico, lo relacionado con los objetos, los problemas y los modelos hipotéticos de investigación cultural y, 3) sistemas de acción propiamente dichos, allí se revisan los sistemas de acciones: bio-físico-químicas, de los organismos, las propias de las máquinas, las del sistema psíquico, la de los seres humanos y las acciones organizacionales y las de los sistemas sociales. Desde la teoría general de los sistemas, se busca presentar sistémicamente los sucesos culturales. Los sistemas culturales son sistemas de sentido; es decir, de significación espacial, temporal y de identidad. El diseño metodológico obra como un intercambio, logrando que acción formal y acción entrelacen haciendo de la investigación una selector del cotidiana se práctica social no metafísica, es decir, observable. * dasabu@umanizales.edu.co Sala del CREDI de la OEI 1 INTRODUCCION Los sistemas culturales son sistemas de sentido; significación espacial, temporal y de identidad. es decir, de Cada uno de los sistemas se configura, como sentido, ubicando en el entorno los demás sistemas y de esta forma, constituye sentido de realidad, construyendo estándares de normalidad cultural en contraste con las realidades de los otros sistemas. Cada uno de los límites de un sistema son al mismo tiempo sistemas, siendo lo externo al sistema en observación, otro sistema denominado entorno; siendo el entorno un sistema más complejo y el sistema autoobservante1, uno mas diferenciado. Los sistemas son cerrados estableciendo entre ellos, desde su mutua clausura, formas de comunicación a través de gradientes temporalizados de información; de esta forma, un sistema puede aumentar su nivel de diferenciación reduciéndose; es decir, observando la complejidad2 del entorno. 1 La posibilidad de autoobservación se da en la medida que el sistema haya realizado varios ciclos de diferenciación para poder, desde una perspectiva de segundo orden, ver en perspectiva la observación de primer grado. Existen sistemas autorreferenciales, esto tiene, por lo pronto, un significado muy general: hay sistemas que tienen la capacidad de entablar relaciones consigo mismos y de diferenciar sus relaciones frente a las de su entorno (Luhmann N. 1998:38). Consecuente con lo anterior, el sistema es capaz de convertirse así mismo como entorno, desde una mirada más diferenciada, en la medida, que se ve con distancia temporal el si mismo anterior, deja de serlo cuando es observado; el observador se toma como otro sistema e introduce la temporalidad en la observación histórica. Los sistemas culturales pueden observarse en perspectiva histórica, descentrando el punto de observación y pueden, con esta distancia temporal autoenjuiciar críticamente los procesos de su constitución. Si los sistemas culturales asumen que lo que hoy son, no han sido siempre, pueden de igual manera observar que lo que hoy son, no serán mañana y conjuntar pasado con futuro, mediante la investigación cultural. 2 El esclarecimiento tanto del concepto de complejidad como del concepto de sentido, han hecho aparecer una especie de obligación selectiva: siempre y cuando el numero de los elementos a relacionar supere una medida mínima, y lo complejo se Sala del CREDI de la OEI 2 Para poder comprender la complejidad contemporánea de los sistemas culturales se estudiarán en este texto, tres tipos generales de sistemas: los primeros de naturaleza teórica, los segundos, interpenetración entre teoría y acción y los terceros, sistemas de acción propiamente dichos. De esta forma, se construirá una lógica epistemológica y metodólogica que pueda leer la cultura en su dimensión teórica y operativa, siendo la pretensión de este texto, construir modelos lógicos de observación y, hacer desde ellos, una lectura de las diversas épocas históricas. En consecuencia, esta indagación no tiene el interés de describir una situación específica en la cultura, sino, elaborar un artefacto teórico, desde la teoría general de los sistemas, que permita presentar sistémicamente los sucesos culturales. Además es de interés hacer un dialogo textual con los postulados de Niklas Luhmann (teoría de los sistemas sociales: 1998); quien postula una moderna teoría general de los sistemas sociales, que por su carácter paradigmático, amerita ser estudiado en detalle y hacer desde experimente en forma de sentido se generan necesidades para la selección; una selectividad para la selección y una selección fáctica para todo lo que se realiza (Luhmann N. 1998:135). De esta manera, las observaciones entre los sistemas culturales se experimentan como complejidad que puede ser sistematizada al ser seleccionada entre las posibilidades de acción, visible ésta, como doble contingencia, posibilitando que en sus múltiples combinaciones se presente con apariencia de una complejidad renovada. Entre estas dobles contingencias, que son acciones y el sistema observante, que toma la decisión, se forma una zona de selección como sistema; de allí, que las dobles contingencias constituyen, en su heterogeneidad las zonas de selección, caracterizadas por un gradiente de complejidad y de diferenciación entre el sistema y el entorno. Los sistemas culturales establecen en sus procesos zonas de selección cada vez más complejas, que no son visibles desde las formas tradicionales de observación, pues desde éstas, observan estos procesos como desviaciones de lo que se considera aceptado, y a la variabilidad renovada en las contingencias se le considera como una destrucción del centro orientador del sistema; en cambio, desde una teoría de los sistemas descentrados, la complejidad cultural como zonas de selección, se observan como nuevas posibilidades, y su sistematización ofrece vías de libertad en las relaciones culturales. Sala del CREDI de la OEI 3 este diálogo critico con él las inferencias para el estudio cultural de los sistemas sociales. En el sistema teórico se presentarán los limites disciplinar y profesional, el limite epistemológico critico, el epistemológico cultural y el límite epistémico-metodológico. En el sistema intermedio, entre teoría y acción, se revisará de manera sucinta lo que tiene que ver -desde el punto de vista metodológico- con los objetos, los problemas y los modelos hipotéticos de investigación cultural. En el sistema de acciones se revisarán los sistemas de acciones: bio-físico-químicas, de los organismos, las propias de las máquinas, las del sistema psíquico, la de los seres humanos y por último, las acciones organizacionales y las de los sistemas sociales. En cada uno de los apartados de este documento, aunque se argumente en particular sobre cada uno de los tres sistemas generales o de los límites que constituyen cada uno de ellos, se hará alusión a las características de los restantes; es decir, una interrelación constante entre los sistemas teóricos, de acción y las transiciones entre ellos. LÓGICA EPISTÉMICA-METODOLÓGICA PARA LA INVESTIGACIÓN CULTURAL El sistema teórico3, esta constituido por códigos simbólicos generalizados de carácter conceptual con límites especializados. Desde 3 Con la observación de las acciones en los sistemas culturales, desde una perspectiva teórica, se sustituyen las casualidades por situaciones problemáticas dependientes de la estructura; las diversas circunstancias no son vistas como aleatorias sino en el marco estructural y funcional de relaciones entre sistemas y entornos. De esta manera, los sistemas pierden sensibilidad para lo arbitrario y ganan para lo determinado, pudiendo responder a la casualidad con anticipación estructural desde el nuevo y más sistemático punto de observación; diferente a las lecturas relativistas de Sala del CREDI de la OEI 4 su dinámica formal es posible la observación de los sistemas de acción que son su entorno y al observar estas acciones complejas, nuevamente, se transforma el sistema teórico por diferenciación; es decir, por ciclos renovados de conceptualización. En esta interpenetración entre sistema y entorno4, entre los códigos conceptuales y la descripción de las acciones, se destaca la coevolución de ambos sistemas; estos, siendo independientes no existen sin los otros, no hay sistema sin entorno y no hay entorno sin sistema. De esta manera se resuelve la dicotomía metafísica entre teoría y acción, pues al sistema teórico se le considera como un sistema de acción especializado y a los sistemas de acción, se les puede denominar como tales, en cuanto se pueden observar desde códigos formales y superar la tautológica autoobservación5 anecdótica de la acción desde la acción. los fenómenos, que hacen apología a la heterogeneidad y renuncian a discutir bajo criterios teóricos la finitud que se les presenta, desde su postura metodólogica, como inabarcable. 4 El punto de partida de cualquier análisis teórico-sistémico, debe consistir en la diferencia entre sistema y entorno. Los sistemas están estructuralmente orientados al entorno, y sin él, no podrían existir. Los sistemas se constituyen y se mantienen mediante la creación y conservación de la diferencia con el entorno, y utilizan sus límites para regular dicha diferencia. Sin diferencia respecto al entorno no habría autorreferencia, ya que la diferencia, es la premisa para el funcionamiento de todas las operaciones autorreferenciales; en este sentido, la conservación de los límites es la conservación del sistema. El entorno no depende del sistema o que el sistema pueda disponer a placer del entorno. Más bien, lo que se quiere afirmar es que la complejidad, tanto del sistema como del entorno, excluye cualquier forma totalizante de dependencia en uno u otro sentido (Luhmann N. 1998:40-41). Cada uno de los sistemas culturales es un sistema, y el otro respecto a este, es entorno; un sistema no puede manejar a voluntad el entorno, sino que puede participar en él con sus operaciones, en la medida que le sea posible observarlo en la relación sistema/entorno. En la teoría de los sistemas abiertos, a diferencia de los cerrados, se presentan los diversos sistemas, como relaciones entre las partes y un todo, sin lograr desde esta postura conceptual, comprender la emergencia de los nuevos sistemas y menos, sus dimensiones del sentido espacial, temporal e identitario. La teoría de los sistemas abiertos se queda corta para observar la actualidad de los procesos culturales de autorreferencia y autopoiesis caracterizados por la combinación paradójica entre localismo y altos grados de extensión geográfica. 5 El sistema psíquico tiene nexo de conciencia unitaria en su condición de autorreferencialidad; en consecuencia, el sistema en su versión fenomenológica, como horizonte pleno de sentido, se funda en la conciencia psíquica y se autorreferencia Sala del CREDI de la OEI 5 La teoría de los sistemas cerrados, hasta el momento esbozada, se distancia de las clásicas teorías de sistemas abiertos, en cuanto no considera que el sistema este constituido por la relación de las partes, como se propone desde estas ultimas teorías, sino, por la interpenetración cerrada del sistema y el entorno. El concepto de interpenetración se distancia del clásico concepto de interrelación entre la partes de las Con teorías de los sistemas abiertos6. interpenetración se hace mención a dos sistemas: uno que se observa -el sistema propiamente-, y otro que se describe -el entorno-, para constituir ambos, en sus procesos de diferenciación y complejidad un nuevo sistema. Cada relación de un sistema con su entorno hace que se genere uno nuevo por la interpenetración de la información que los constituye. El sistema teórico esta conformado por los siguientes cuatro limites en interpenetración: Disciplinar-profesional, epistémico-critico y epistémico-metodológico. epistémico-cultural, El límite disciplinar- profesional tiene en su interior una dinámica sistema/entorno; entre las disciplinas y las profesiones, dependiendo del punto de vista de observación, pueden ser en ocasiones las disciplinas o las profesiones, sistema o entorno, de manera alternada. Además, en el sistema como evidencia simple. Este psiquismo autoevidente, se soporta en valoraciones culturales que obran como reducciones por justificación, en contraste con la crítica formal que se instaura como una observación sistémica de segundo orden mediante la argumentación; implicando esta última, una mirada sistémica descentrada, con grados crecientes de diferenciación; es decir, la formalidad de la ciencia, la ética y la estética permiten ver, desde la observación abstracta argumentada, las justificaciones psíquicas que le dan validez culturalista a los sistemas. 6 La diferencia sistema y entorno obliga, como paradigma de la teoría de sistemas, a sustituir la diferencia del todo y las partes por una teoría de la diferenciación de sistemas. La diferenciación de sistemas es, simplemente, la repetición de la formación de sistemas dentro de los sistemas (Luhmann N. 1998:42). Sala del CREDI de la OEI 6 disciplinar tomado de manera general, se presenta análogamente, la relación sistema/entorno entre las distintas disciplinas; una puede ser entorno de la otra, dependiendo del punto sistémico de observación, conformando de esta manera sistemas interpenetrados interdisciplinares con sus propios códigos formales conceptuales. De igual manera, entre las profesiones se establece la relación sistema/entorno dependiendo del grado de diferenciación y de complejidad entre ellas, pero este proceso de interpenetración no se da de manera simétrica y lineal, por el contrario, se puede presentar interpenetración entre dos o más disciplinas o varias profesiones y viceversa, dependiendo de los códigos formales, y de los sistemas de acción descritos. Esta dinamicidad sistémica, al ser descentrada, otorga libertad a las selecciones de los sistemas, pues al no tener un punto de partida como origen o uno de llegada como meta, puede ir hacia cualquier lado, aunque no de cualquier manera. Se necesitan en este proceso, gradientes de diferenciación y de complejidad, entre los límites de los sistemas, dado que la movilidad en la interpenetración no se da por una movilización antropocéntrica. La libertad7 de movilidad y de 7 La transparencia relativa tiene su precio: se paga con experiencia de contingencia. El que la ganancia de estructura no tenga fondo se compensa con la concesión general de que también podría ser de otro modo. Se genera incertidumbre ante cada doble contingencia, que al ser seleccionada, en cualquiera de las opciones, produce una nueva doble contingencia; pues con cada selección y la claridad consecuente, se instaura una nueva decisión. El conocimiento y el cálculo del interlocutor, puesto que es inaccesible, son sustraídos por la concesión de libertad, de manera que uno se puede limitar a los conocimientos que aporta el manejo de las contingencias (Luhmann. 1998). De esa manera, lo que es posible de elegir está en las contingencias, lo que descarga la decisión de los cálculos metafísicos que inactivarían las decisiones y se caería con ellos, en un pasmo ante la evidencia de incompletud que producen las fuerzas externas infinitas y sagradas. Esta reducción, de las posibilidades a elegir se anuda a la experimentación de la acción –la cual constituye una tesis central de gran fuerza dentro de la teoría- y se dirige, precisamente, por medio de la concesión de libertad. La unidad de sentido se concreta en las acciones y como síntesis de la reducción y de la apertura de las posibilidades de selección, genera nuevas diferencias y unidades de sentido. Por ello, lo que pasa entre los sistemas culturales, vistos estos como cajas negras, como se han estudiado tradicionalmente, Sala del CREDI de la OEI 7 conformación de los sistemas no esta determinada con antelación por valores culturales, aunque por la conflictualidad que se genera, estos participan en el proceso; la libertad de escoger está limitada por los códigos, hasta que estos, en la dinámica autorreferente del proceso, se transformen. Las disciplinas operan con códigos más formales de carácter conceptual y las profesiones con un código híbrido, entre, la formalidad conceptual, la técnica y la descripción de las acciones8. disciplinas Esta hibridación entre y profesiones, entre formalidad y descripción, en su diferencia, posibilita -por sus tensiones-, la autopoiésis de cada uno de estos sistemas. Cada uno de estos sistemas disciplinares y profesionales y sus interpenetraciones, son problemas con grados variables de formalidad; las disciplinas operan con problemas de naturaleza más conceptual, y las profesiones con problemas de acción. Los problemas de acción parecen como acción indescriptible, renunciando con este pretexto a su comprensión, aludiendo su inalcanzable observación. La teoría de los sistemas, que se presenta en este texto, omite ver los sistemas como cajas negras inabordables y procura su observación, mas sistemática, soportando metodológicamente la incertidumbre que genera la investigación cultural, proponiendo comprender la distancia entre los símbolos y las acciones, mediante la claridad provisional y cambiante de la reflexividad sistémica de la ciencia, la ética y la estética. 8 Las disciplinas son sistema y las profesiones entorno y viceversa, dependiendo del punto de observación. Si el sistema observante es un profesional o una profesión, se verá la disciplina como un entorno de alto grado de abstracción conceptual y si se esta en la disciplina, lo otro se verá como un entorno colmado de acciones más complejas y menos diferenciadas. Es este gradiente de complejidad entre disciplinas más conceptuales y entre profesiones más descriptivas, lo que posibilitará la dinámica de transformación en ambos sistemas. Una de las consecuencias mas importantes del paradigma sistema/entorno consiste en que es necesario distinguir entre entorno del sistema y los sistemas en el entorno de dicho sistema. Los sistemas en el entorno del sistema están a su vez orientados a sus propios entornos. Con todo, ningún sistema puede disponer sobre las relaciones sistema/entorno ajenas, a no ser mediante destrucción. De aquí que a cada sistema le es dado representarse el complejo de las relaciones con el entorno como un entramado desconcertante, pero también como una unidad constituida por él mismo, con tal de exigirse una observación selectiva (Luhmann N. 1998:41). Sala del CREDI de la OEI 8 presionan al sistema teórico para su diferenciación y los problemas conceptuales a los de acción para su movilización. Cada sistema de problemas posibilita la selección posterior, pues invita psico-socialmente a las elecciones entre contingencias para transformar el problema9 en otro nuevo, y usar las gradientes entre estos dos problemas para ganar estructura y poder de anticipación ante circunstancias de acción. Al ser los problemas elementos dinámicos que constituyen el sistema, estos no se convierten en objetos estáticos, sino, por el contrario, tienen en su interior, en su constitución funcional, la dinamicidad del cambio; es decir, cuando el problema existe, ya necesita por su autopoiésis decisional, ser de otra manera. Pero lo que será no es posible preverlo, pues, no hay origen, solo hay selecciones. Cada una de estas selecciones no la hace un sistema en una relación caprichosa y subjetiva con el mismo, sino en una tensión dinámica con otros sistemas. Ego y alter, como sistema y entorno, desean elegir entre las contingencias, pero solo pueden hacerlo a partir de sus propias 9 Cada vez que se tenga que seleccionar contingentemente entre dos problemas, para crear uno nuevo, se esta optando por alguno, y el otro –el no elegido- obra como entorno del siguiente sistema binario de problemas. Los sistemas de problemas tienen una apariencia de complejidad desorganizada, pero en la medida que se avanza en su sistematización, es posible por su observación, organizarlos como múltiples sistemas binarios, y esto, no porque de antemano existieran en dicha forma, y ahora se tornasen visibles, sino, porque la observación sistemática va seleccionando lo desorganizado en dobles contingencias de problemas y a continuación, selecciona una de estas contingencias, creando otras nuevas posibilidades de problemas en disposición binaria. En una mirada retrospectiva de este proceso de reducción de la complejidad, se ve lo amorfo del comienzo como múltiples opciones binarias, pero esto es valido si se es consciente que las oposiciones no existían con anterioridad a la observación, pues se crearon con la sistematización y ahora, parecen obvias. Hablamos de producción (y sus derivados: reproducción, autoproducción, autopoiésis) cuando algunas causas, pero no todas, se hacen necesarias para producir efectos determinados. Lo esencial del concepto no es la calculabilidad técnica, ni tampoco la viabilidad mecánica de su realización (esto puede ser un aspecto de selección en la formación del sistema), sino precisamente ese <algunas, pero no todas> (Luhmann N. 1998:43). Sala del CREDI de la OEI 9 contingencias y sólo, desde su clausura elaborar informaciones que pueden entrar en la interpenetración sistema/entorno con otros sistemas. Este proceso de diferenciación esta marcado por el riesgo y la incertidumbre, de tal forma que lo que será el sistema en la siguiente operación, es sólo posible de describirse desde la operación misma y hacerlo, es ya una manera de transformar la situación, lo que aumenta la contingencia del proceso. Esta ansiedad temporo-espacial e identitaria no la viven los sistemas formales <disciplinares o profesionales>, como sistemas sociales especializados que son, la viven las conciencias de los seres humanos que posibilitan con sus operaciones como organismo y sistema psíquico, la movilidad de estos sistemas. incertidumbre es una subjetivización que hace La sensación de la conciencia antropológica desde sus percepciones metafóricas, las cuales fabrica sobre los sistemas formales, que sin ser metafóricos, ni antropológicos, son, con esta subjetivación, antropológicamente mediados. Esta subjetivización de la formalidad de los sistemas en el momento que se hace visible, por la auto-observación psíquica de los procesos de producción disciplinar y profesional, posibilita la crítica sobre los criterios subjetivistas de la formalidad, dinamizando la autoobservación con nuevas formas de diferenciación sistémica. Pero esta critica al subjetivismo debe ser moderada, teniendo en cuenta que sin esta subjetivación de la formalidad, los sistemas perderían la pasión de los sistemas psíquicos para la transformación formal, pero también es claro que si sólo fuera esta movilidad subjetivista10, no se constituiría 10 Lo procesado tiene que adquirir la forma de sentido, pues sino, sólo es un impulso momentáneo, un estado de ánimo oscuro y caprichoso, no se conformarían los sistemas, más allá de las existencias biográficas de los actores concretos. En la Sala del CREDI de la OEI 10 estructura sistémica anticipatoria para la constitución de sistemas no subjetivistas, como lo son las disciplinas y las profesiones. Las disciplinas y las profesiones producen informaciones sobre los problemas teórico-técnicos propios y sobre la complejidad del entorno; es decir, las diversas disciplinas y profesiones siendo parte de la cultura, transforman la cultura, al poner a circular códigos formales en los sistemas sociales; al mismo tiempo, estos sistemas sociales se interpenetran interpenetran con los sistemas informaciones disciplinares-profesionales, conceptuales y técnica, con descripciones de las acciones propias de los entornos culturales. se las Se forma un sistema de problemas, unos teóricos y otros de acción, constituyendo así, el campo diverso de la cultura. La cultura no existe por fuera de los sistemas, sino, que se le considera desde su interior como un sistema complejo resultado de las interpenetraciones entre símbolos y acciones en los diversos sistemas. Si la cultura existiera por fuera de las dinámicas de los sistemas querría decir que es un trasfondo que se forma independiente de los procesos de diferenciación y complejidad, adquiriendo de esta manera una naturaleza metafísica que la haría inabordable desde las formas de observación sistémica, y en dicho caso, para referirse a ella habría que observación descriptiva de las disciplinas y de las profesiones estas se presentan como el conjunto organizado de personajes ilustres y de sus hazañas, pero en una visión más formal, los sistemas disciplinares y profesionales incluyen estos sucesos, pero consolidan códigos formales, que perduran más allá de la dimensión de tiempo fenomenológico anecdótico, creando autopoiéticamente un tiempo sistémico. De esta manera, la investigación cultural observa estructuralmente los sistemas y sus interpenetraciones, como sistemas autónomos, que incluyen los actores pero no se agotan en ellos; generando códigos simbólicos generales que se inmiscuyen y transforman las biografías, a través de los sistemas sociales, dado que los sistemas más generales establecen una relación sistema/entorno con los sistemas personales propios de los actores particulares. Sala del CREDI de la OEI 11 recurrir a las imágenes del misterio y la provisionalidad relativista, que la harían una caja inobservable11. La cultura es un sistema complejo que al ser observado desde la investigación cultural y condensado de forma provisional en modelos culturales se hace visible, pero de inmediato la elaboración de dicho modelo comprensivo transforma la cultura misma. hace Esta dinámica entre observador y objeto observado necesarias epistemologías dinámicas, lo que no equivale a ser relativista o el caso extremo, dada esta movilidad renunciar a su observación. El conjunto de problemas conceptuales y de acción que conforman la cultura necesitan ser observados desde un objeto de estudio; este, es un sistema de problemas que permite la autoobservación12 de las informaciones conceptuales y de las descripciones de las acciones. El objeto no es independiente de la cultura, pero toma distancia de ella, como sistema, para poder autoobservarse. Esto hace que cada vez que se constituya un nuevo objeto se transformen el entorno, la cultura, y la 11 De hecho las cajas negras generan blancura, o por lo menos suficiente transparencia para el trato mutuo, cuando se encuentran. Por medio de la simple suposición, generan certeza de realidad, puesto que esta suposición lleva a la suposición de la suposición en el alter ego (Luhmann N. 1998:118). Ver la caja como oscura es ya una mirada de segundo orden del sistema, pues en una observación cotidiana de primer grado se ve claro y con una identidad, un espacio y un tiempo evidente. Las cajas negras lo son, por una mirada externa, desde otro sistema más formal, o por la autoobservación en segunda instancia; lo que refuta la tesis de la imposibilidad de las cajas negras de ser sistematizadas, pues cuando estas se autopresentan como poseedoras de esta cualidad –la oscuridad-, ya se han observado y por ende, se han transformado. Los sistemas son complejos y no oscuros, como los presentan los observadores que se apoyan en los relativismos epistemológicos para justificar su renuncia a la comprensión, pues si lo hicieran, se verían en la necesidad de autocriticarse y ya no les seria posible refugiarse en la inconmensurabilidad, rehuyéndole a la confrontación política argumentada. 12 La manera de proceder aquí esbozada implica autorreferencia, en el sentido de que la teoría de sistemas debe tener siempre la vista puesta sobre si misma como uno de sus objetos; y esto no sólo al tratar sus programas de trabajo como objeto especial de la teoría, sino continuamente, porque se ve obligada a referir todo su programa de investigación a la aplicación o no aplicación sobre si misma (Luhmann N. 1998:37). Sala del CREDI de la OEI 12 descripción de las acciones que conforman la cultura; en consecuencia, una tensión constante hacia la reelaboración del objeto13. Visto en perspectiva sincrónica se puede hablar del objeto en singular, pero desde la diacronía temporal es un objeto en transformación constante; la observación sincrónica del objeto evita el relativismo temporal y la diacrónica el absolutismo, resultado de la observación particular. El objeto de estudio en la investigación cultural, es un sistema diferenciado que sirve de forma provisional, como sistema transitorio que es, para la interpenetración de los problemas disciplinares14 y profesionales, con los mundos subjetivos de los investigadores y actores sociales. No sólo la relación con los problemas disciplinares y por ende, con los objetos de estudio, se hace desde una perspectiva profesional; los actores sociales no-profesionales, con sus simbologías y acciones, se 13 Al objeto de estudio se llega por el análisis funcional de los diversos problemas disciplinares provenientes de las interpenetraciones de los sistemas culturales, pero realizada esta observación, desde una visión teórica; y ya cuando se ha diferenciado en un nuevo sistema, como objeto de estudio, establece relaciones sistema/entorno con el sistema teórico que le dio origen y observa desde allí los acontecimientos cotidianos de los sistemas, como problemas, en su sentido fenomenológico. El nuevo sistema, el objeto de estudio, puede llegar a tener un grado de abstracción mayor que el sistema teórico especifico del cual se partió y en consecuencia, convertir la teoría anterior, ella misma vista ahora como pasado, en entorno, produciéndole, en el compartido, una tensión hacia la nueva diferenciación; de igual manera, ver de otra forma los sucesos cotidianos, lo que incita, al mismo tiempo a que cambie la teoría y el sistema de acciones, como sistema en el entorno, hacia la diferenciación, creándose una sinergia entre cambios en los sistemas teóricos, con las autodescripciones de los sistemas culturales, y las acciones que son visibles desde la teoría. 14 Las generalizaciones pueden ser triviales. Si se quiere controlar la fecundidad de las generalizaciones, habría entonces que construir los conceptos más generales como conceptos problema y no como conceptos característicos. La teoría general de los sistemas no fija las características esenciales que se encuentran, sin excepción, en todos los sistemas; mas bien formula un lenguaje que introduce problemas y soluciones, el cual, a su vez, hace comprender que pueden existir distintas respuestas funcionalmente equivalentes a problemas determinados. En la abstracción será incorporada, por lo tanto, una abstracción funcional que introduce una comparación entre los distintos tipos de sistema (Luhmann N. 1998:39). Sala del CREDI de la OEI 13 constituyen en sistemas sociales, que con grados variables de organización, participan de las dinámicas de elaboración de los códigos formales de las disciplinas. Las profesiones se han constituido dentro de los sistemas contemporáneos, en actores fundamentales para dinamizar la diferenciación cultural, pero no son los únicos y tampoco los determinantes. Se van construyendo organizaciones sociales con la circulación generalizada de códigos, que posibilitados por los medios de comunicación, logran constituir sistemas formales en competencia con los sistemas profesionales. Las profesiones tienen, -dadas las formas actuales de constituirse los códigos sociales en otras organizaciones noprofesionales-, competidores simbólicos para la coordinación de las normas y las acciones, en la conflictiva polisemia cultural. El límite epistémico-cultural del sistema teórico, esta constituido por conceptualizaciones acerca de las tres dimensiones del sentido: espacial, temporal e identitaria. Este interpenetración de los tres límite esta constituido por la sistemas conceptuales que observan críticamente la distancia entre símbolo y acción, en las tres dimensiones del sentido en estudio. En los sistemas de acción las dimensiones del sentido se encuentran amalgamadas y en la medida que para ver su funcionamiento, se se puedan separar analíticamente conforman como sistema de información; esta separación funcional hace que la ligazón autoevidente de las dimensiones del sentido, que se presentan en la cotidianidad de los sistemas de acciones, se desnaturalicen, se pongan en cuestión y se produzcan así, transformaciones de dichos sistemas, al ser observados. Desde este límite epistémico-cultural se problematizan las simbologías de espacio, tiempo e identidad, que existen en los diversos sistemas Sala del CREDI de la OEI 14 culturales. Estas dimensiones se estudian de manera separada, pero necesitan la elaboración de un modelo funcional que muestre las interpenetraciones de las dimensiones del sentido. De forma sincrónica se hace la observación de los sistemas de acción y se describen de forma empírica los acontecimientos vistos ahora desde el nuevo modelo comprensivo de las simbologías, que se ha elaborado en la investigación cultural. La observación de las acciones empíricas15 no se hace con propósitos de verificación, sino de observación de las acciones, como el entorno del sistema simbólico, generando nuevas contingencias y la consiguiente necesidad de elección ante las nuevas circunstancias autoproducidas en la interpenetración sistema/entorno16. Desde las posiciones teocéntrica o antropocéntrica, las dimensiones del sentido están articuladas alrededor de un valor cultural privilegiado, por el contrario, en una observación descentrada; es decir, en una separación funcional de las dimensiones del sentido, y la observación contrastada con el sistema de acciones, se produce una critica de lo metafísico, que le es característico al centramiento en valores sagrados, o en las simbologías antrópicas subjetivistas. Este descentramiento es 15 La unidad de la constitución mundana del sentido se articula como descripción, haciendo desaparecer la complejidad de las opciones contingentes seleccionadas, con el presentismo de la acción descrita. Hay una directriz en la descripción del mundo, como un horizonte de observación, obrando como unidad de diferencia entre los dualismos simbólicos que conllevan a la acción y en consecuencia, visible desde la descripción autoevidente; de esta manera, la realidad se presenta como lo momentáneamente indudable con la metaseguridad de lo aparentemente normal; dado esto, por la convicción profunda y aproblemática en el empirismo de lo observable, de forma inductiva y psicologista. El mundo de la vida se convierte en un horizonte del que no se puede escapar ante el peso de lo evidente, creando una cerradura momentánea. Es una autorreferencia plena de sentido por la autoobservación y la autodescripción bajo criterios culturalistas. 16 Constitución mutualista: dos sistemas autorreferenciales que se observan mutuamente; con capacidad de procesamiento de información (Luhmann N. 1998:118). Sala del CREDI de la OEI 15 siempre provisional, pues de forma renovada vuelven a aparecer los centramientos metafísicos; es más, a mayor descentramiento, mayor incertidumbre y en consecuencia, mayores embates inconscientes, concientes o sociales se presentan para restaurar el centro. Los problemas que se presentan desde este limite epistémico-cultural se hibridan con los problemas provenientes del limite disciplinar- profesional, haciendo que el campo cultural se haga más complejo y que sea necesario para su observación, elaborar un sistema que puede leer, no por extensión aumentada, sino por renovada diferenciación, los problemas complejos17 que surgen de estos dos limites culturales. Los objetos de estudio, lo problemas de investigación y lo modelos hipotéticos, incorporan ahora, con su mayor gradiente de observación, la posibilidad de una observación diferenciada a estas formas de complejidad cultural, con la paradoja continua y problemática, desde el punto de vista metodológico, dado que, a mayor diferenciación se van generando, de forma autorreferente, otras nuevas complejidades. 17 Se trata de ampliar mediante la observación abstracta las <condiciones de posibilidad>, buscando a través de ella una base teórica más abarcante y a la vez más sistemática (y que incluya, por ejemplo, los conflictos como sistemas) (Luhmann N. 1998: 123-127). Los problemas variados no se sectorizan para tratarse cada sector por separado, sino, que la extensión anterior se reduce, ahora desde la visión de segundo grado, elaborando un modelo formal más observante. Es la radicalización del problema de la doble contingencia, pues ante la necesidad de selección que ésta implica, no se crean por división, por cada contingencia, sistemas de problemas, sino, que se genera una unidad sistémica de la doble contingencia. Es un sistema nuevo, que visibiliza las anteriores opciones, desde una nueva doble contingencia; de la duplicación de la improbabilidad surge la probabilidad. Se debe preguntar ahora: ¿por qué el problema de la doble contingencia <se resuelve a si mismo>?; dicho de manera menos aguda: ¿como es que el surgimiento del problema echa andar un proceso de solución del problema? El problema (las dobles contingencias que lo constituyen) es catalizador de los sistemas sociales. Transformar las casualidades en posibilidades de construcción de estructuras hace que los sistemas se autogeneren a si mismos, ante la necesidad de unidad que se requiere en las renovadas dobles posibilidades que hacen se ponga en duda la normalidad de la probabilidad. Sala del CREDI de la OEI 16 Los límites epistémico-crítico y epistémico-cultural, conforman un sistema funcional integrado, pero para su análisis se presentan de manera independiente. El limite crítico esta constituido por las formas de reflexividad científica, ética y estética sobre los fenómenos culturales de la intrumentalización, la moralización culturalista y la estetización light. El límite cultural, lo conforman el espacio, el tiempo y la identidad, como dimensiones del sentido. En los sistemas de acción se presenta instrumentalización, moralización culturalista y estetización light de las dimensiones del sentido: espacial, temporal e identitario; en consecuencia, en el limite epistémico-critico, del sistema teórico, la ciencia critica estudiará la instrumentalización de las anteriores dimensiones del sentido; de igual manera, se procederá desde la ética y estética, con la moralización y la estetización respectivamente. La instrumentalización, la moralización y la estetización son fenómenos simbólicos y de acción, que operan con códigos binarios, que siendo símbolos generalizados, tienen consecuencias en los sistemas de acción. Cada uno de estos símbolos ideologizados se presentan, no por la voluntad de una conciencia psíquica omnimanipuladora, aunque la conciencia participa en estas operaciones, sino, que se autogeneran en la comunicación no antropológica (pero antropológicamente mediada) al interior de los sistemas sociales; en la medida que dicha conciencia se interpenetra a través de los procesos de comunicación sistémica. De esta forma, la instrumentalización, la moralización y la estetización funcionan como enlaces simbólicos propios de los sistemas sociales más generales y por ende, de la conciencia psíquica. Sala del CREDI de la OEI 17 Se establece en este límite epistémico-critico una distancia entre las formas instrumentalistas de valoración de las operaciones en los diversos sistemas culturales y las formas de validación de la ciencia en forma argumentada. Entre instrumentalismo cultural y el sistema de la ciencia se establece una relación de sistema/entorno; razón por la cual, la ciencia se instrumentaliza al compartir limites y la instrumentalización recibe la influencia conceptual de la ciencia. Este fenómeno complejo es observado desde la ciencia y desde la instrumentalización, desde las operaciones de un sistema personal, ya sea este profesional o no. De esto se deduce, que la validez no proviene del esfuerzo de la conciencia profesional, ni de la pureza del sistema de la ciencia, sino de las consecutivas observaciones de las observaciones y esto es posible, en la medida que se pase de las descripciones de los sistemas de acción a la elaboración sistemática de códigos formales críticos que puedan autoobservar los fenómenos ideológicos en cuestión. Si la mirada sistémica desde la ciencia, la ética y la estética fueran de igual complejidad que los sistemas de acción que se desea observar, no se lograría un gradiente de complejidad suficiente en el limite sistémico; si se presentara complejidad de un lado con una similar del otro lado, desaparecería la necesidad de la toma de decisiones y de ahí, el cese de la critica. El sistema estaría en una autopercepción culturalista de complejidad de la complejidad, con una plenitud valorativa por extensión, donde la ciencia no seria distinta de la instrumentalización, la estética no diferiría del subjetivismo y lo mismo sucedería con la ética y las valoraciones culturalistas. Este relativo valorar, haría una tautología del sistema, pues desaparecería la necesidad de crítica ante el éxtasis de variedad. Pero es ésta, una falsa metáfora de pluralidad, pues al presentarse esta heterogeneidad ya existe un observador que la narra y toda narración otorga identidad, tiempo y espacio a quien la narra, y Sala del CREDI de la OEI 18 con ello la tensión por la validez de la narración y por la visibilidad del narrador. Al hacer una lectura de los fenómenos profesionales desde el límite epistémico-critico, se hace visible cómo los criterios de éxito profesional difieren de los de validez de la ciencia, de la ética y de la estética y al existir un limite compartido entre profesiones y estos sistemas de validez (ciencia, ética y estética), con una influencia compartida, es posible una sobreposición de los criterios de éxito profesional con los de la validez formal, ambos influidos por los fenómenos de la instrumentalización, la moralización culturalista y la estetización light. De allí la importancia de lograr diferenciar los códigos simbólicos instrumentales profesionistas, con los criterios de éxito técnico y los de carácter argumentativo de los sistemas de investigación formal18. En la actualidad los límites entre éxito profesional y científico son más difíciles de precisar, dado que las profesiones, para mantener su potencial social, conjugan de manera estratégica imagen anecdótica de éxito con argumentos transformado por la de orden técnica, a formal, través de todo los esto dirigido medios y masivos especializados de comunicación; éstos agregan a los anteriores códigos simbólicos, profesionales y científicos, haciéndolos circular de manera híbrida, con un consumo mas fácil y creíble culturalmente. De igual manera los sistemas culturales usan de forma compleja las formas de validación social, usando estratégicamente los códigos 18 Los profesionales mantienen los centramientos valorales, como guías axiológicas de las acciones y estos, los obtienen de las profesiones (como sistemas científicos e ideológicos a la vez); por el contrario la argumentación científica, ética y estética es un mundo acéntrico hacia todas las posibilidades, con grados variables de antropologización profesionista. Sala del CREDI de la OEI 19 simbólicos de la instrumentalización, la moralización y la estetización. Al mismo tiempo, se usan de forma acumulativa los saberes científicos, éticos y estéticos, amalgamados con los saberes culturales de los sistemas sociales no-científicos. Los medios de comunicación local y masiva participan en estos procesos de diseminación y transformación de los símbolos, conformándose una complejidad entre los sistemas formales, los sistemas sociales y los medios de comunicación contemporáneos. Toda esta heterogeneidad simbólica y de los sistemas de acción de los sistemas culturales hacen necesaria una lectura sistémica que logre mostrar de forma provisional los modelos funcionales19 de la cultura y poder de esta manera hacer una reducción de la complejidad, con propósitos de intervención anticipada20 en los sistemas de acción temporizados como presente-futuro. Este límite epistémico-critico esta conformado, no por simbologías instrumentales, moralistas o estetizadas, sino, por las informaciones conceptuales, organizadas como sistemas, que den cuenta del 19 Los modelos culturales transparentan, como en una fotografía instantánea, la complejidad de las simbologías y las acciones que se dan en el interior de cada uno y en las zonas de selecciones interpenetradas entre ellos. Con la formación del modelo cultural, se permite la autoobservación del sistema en cuestión y la observación de los otros, presentando lo complejo de forma sistémica. Cada uno de los sistemas se constituye en observaciones, que inician siendo subjetivas y luego, se objetivan en organizaciones con códigos mas formales; en la medida que se constituyen en sistemas de informaciones, pasan de ser sólo una observación trascendental externa a una autoobservación, que da sentido no-trascendente, aunque, en su interior se realicen operaciones con simbologías trascendentales. De esta manera, los modelos generan un distanciamiento de la mirada externa, pues organizan la autorreferencia de los sistemas y por ende, las acciones se ven no como una carga, pues son visibles de otra manera abriendo nuevas posibilidades, con lo cual los modelos en cuanto sistemas autoobservables, retienen y reproducen capacidad de enlace entre si. 20 Sólo cuando hay pronóstico se puede actuar de otra manera; el pronóstico estimula su propia refutación y de esta manera el sistema, en estado de espera, puede aprovechar cualquier casualidad para desarrollar estructura. Sala del CREDI de la OEI 20 funcionamiento empírico de estas ideologías en los sistemas de acción de la época de sentido en estudio; tanto desde una perspectiva sincrónica temporal como diacrónica. Las conceptualizaciones que conforman este límite epistémico-critico se presentan como problemas teóricos que se interrelacionan con los problemas teóricos provenientes de los limites epistémico-cultural y disciplinar-profesional. Es decir, no son un conjunto de problemas de acción, sino un sistema de problemas teóricos sobre los sistemas de acción cultural en los sistemas. Como se anotó anteriormente, ésta complejidad de problemas provenientes de las interrelaciones de los límites anteriores, son reducidos para su observación investigativa y por ende empírica, desde el objeto de estudio, el problema de investigación y el modelo hipotético. De la interpenetración21 de los límites anteriores: disciplinar-profesional, epistémico-crítico y epistémico-cultural, resulta un cuarto límite denominado epistémico-metodológico, clausurando con este último, el sistema teórico como en una especie de cuadrado. Este límite epistémico-metodológico servirá para la interpenetración entre acciones e informaciones; es decir, será el orientador de la versión más operativa del diseño metodológico de la investigación cultural. El diseño metodológico, propio del limite epistémico- metodológico, hace que ciertos sistemas de acción se hagan visibles, desde el modelo hipotético, y que otros no se observen, lo que no 21 La interpenetración entre los sistemas se realiza a través de la información, por esta razón, el proceso de comunicación por el cual se transforman las informaciones genera cambio, y dicho proceso es en si mismo, creación, pues, cuando no se tiene nada que decir, entre dos informaciones, el sistema se diferencia hacia cualquier otra información improbable, inventando sistémicamente nuevos caminos descentrados. Sala del CREDI de la OEI 21 equivale a decir que desaparezcan. En conclusión, el límite epistémicometodológico hace una reducción por abstracción de los variados caminos operativos que la investigación pudo seguir en ese momento, descartando temporalmente algunos, pero pudiéndolos actualizar en fases subsecuentes del diseño de la investigación. El diseño metodológico obra como un selector del intercambio, limitando el paso de las acciones que se conformen como informaciones y al mismo tiempo, permitiendo el paso de las informaciones22 para leer las acciones de los sistemas del entorno; así mismo, transforma las informaciones provenientes de las acciones cotidianas en acciones investigativas mas formales, logrando que acción formal y acción cotidiana se entrelacen haciendo de la investigación una practica social no metafísica, es decir, observable. Este límite metodológico no surge antes que los límites disciplinar-profesional, epistémico-cultural y epistémico-critico, sino, es el resultado de la interpenetración de estos límites; en consecuencia, el diseño se va configurando de manera sincrónica y diacrónica con la constitución de los tres límites. El límite metodológico es parte del sistema teórico y será, en las operaciones siguientes el orientador de los procesos de diferenciación entre el sistema teórico y el sistema de acción; se va a transformar con los cambios del sistema teórico y como es el límite compartido entre teoría y acción, también se modificará sistémicamente con las diferenciaciones 22 La información es un acontecimiento que selecciona estados del sistema (Luhmann N. 1998: 82-84); pues la información, como acción, actualiza el uso de estructuras, aunque, no es estructura y de esta manera, el sistema toma la información externa como ocasión para la autodeterminación. La información da a conocer una selección, excluyendo otras posibilidades y con ello, disminuye la complejidad disminuyendo la inseguridad, pero al mismo tiempo aumentándola, dado que, evolucionan las formas de sentido con mayor capacidad para adquirir información y procesarla. Sala del CREDI de la OEI 22 y descripciones en el sistema de las acciones23. Un cambio en el sistema metodológico impacta la teoría, la acción y viceversa. BIBLIOGRAFIA RELACIONADA ADORNO, Theodor. 1982. Teoría Pág. 480. estética. Editorial Taurus humanidades. Madrid. ALEXANDER, J. C. 2000. Sociología cultural. Editorial Anthopos. Barcelona. BARTHES, Roland. 1987. El susurro del lenguaje. Paidós comunicación. Barcelona. Pág. 356. BERIAIN, Josetxo. 2000. La lucha de dioses en la modernidad: del monoteísmo religioso al politeísmo cultural. Rubí, Barcelona: Anthropos; Caracas: Universidad Central de Venezuela; Pamplona: Universidad Pública de Navarra. GARCIA CANCLINI, Néstor. 1984. La producción simbólica: Teoría y método en sociología del arte. Editorial siglo veintiuno. México. Pág. 162. GARCIA CANCLINI, Néstor. 1990. Culturas híbridas: Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Editorial Grijalbo. México. Pág 389. HABERMAS, Jurgën. 1986. Conocimiento e interés. Editorial Taurus. Madrid. Pág. 348. HABERMAS, Jurgën. 1987. Teoría de la acción comunicativa. Madrid. HABERMAS, Jurgën. 1989. El discurso humanidades. Madrid. Pág. 461. filosófico de la Tomo I y II. modernidad. Taurus. Taurus HABERMAS, Jurgën. 1990. Teoría y praxis: Estudios de Filosofía social. Editorial Tecnos. Madrid. Pág. 439. HABERMAS, Jurgën. 1991. Escritos sobre Moralidad y eticidad. U.A.B. Barcelona. Pág. 172. Paidós: ICE de la 23 La teoría es realidad y por ende, un tipo especial de acción que pone en cuestión los criterios de realidad, y de forma indirecta las formas de validez de las acciones cotidianas. La teoría se presenta como un objeto real, entre muchos, en el mundo de los objetos reales (Luhmann N. 1998:37); en consecuencia, la teoría es una acción social diferenciada que se puede comparar con las acciones de carácter descriptivo, propias de los sistemas culturales. Al ser la teoría acción y la acción, descripciones, con la posibilidad de ser información, y estas, conceptos teóricos, se dinamizan los sistemas entre teoría-acción superando la metafísica de la separación tradicional entre teoría y acción. Sala del CREDI de la OEI 23 HABERMAS, Jurgën. 1996. Conciencia moral y acción comunicativa. Península. Barcelona. Pág. 219. Editorial HABERMAS, Jurgén. 1999. Fragmentos Filosófico Teológicos. Editorial Trotta. Madrid. HABERMAS, Jurgën. 2000. La lógica de las ciencias sociales. Editorial Tecnos. Madrid. Pág. 506 HORKHEIMER, Max. Sur. 1969. Critica de la razón instrumental. Buenos Aires. Editorial HORKHEIMER, Max. 1986. Ocaso. Barcelona. Editorial Anthropos. KUHN, Thomas S. 1977. La estructura de las revoluciones científicas. Editorial fondo de la cultura económica. México. Pág. 319. KUHN, Thomas S (Et. al). 1988. Cambio Social. Editorial Alianza. Madrid. Pág. 256. MAFFESOLI, Michel. 1993. El conocimiento ordinario. Compendio de sociología. Fondo de cultura económica. México. D.F. Pág. 216 MARDONES, J. M. 1998. El discurso religioso de la modernidad: Habermas y la religión. Editorial Anthropos. Barcelona. LUHMANN, Niklas. 1981. Teoría política en el estado de Bienestar. Editorial Alianza, D. L. Madrid. Pág. 170. LUHMANN, Niklas. 1985. El amor como pasión: la codificación de la intimidad. Barcelona. Editorial Península. LUHMANN, Niklas. 1990. Sociedad y sistema: La ambición de la teoría. Editorial Paidós: ICE de la Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona. Pág. 144. LUHMANN, Niklas. 1992. Sociología del riesgo. Editorial Universidad Iberoamericana. México. Pág 285. LUHMANN, Niklas. 1996. Confianza. Barcelona. Editorial Anthropos. LUHMANN, Niklas. 1996. La ciencia de la sociedad. Iberoamericana. México, D. F. Pág. 515. Editorial Universidad LUHMANN, Niklas. 1996. Teoría de la sociedad y pedagogía. Barcelona. Editorial Paidós. LUHMANN, Niklas. 1997. Observaciones de la modernidad: Racionalidad y contingencia en la sociedad moderna. Barcelona. Editorial Paidós. LUHMANN, Niklas. 1998. Complejidad y Modernidad: De la unidad a la diferencia. Madrid. Editorial Trotta. LUHMANN, Niklas. 1998. Sistemas sociales: Lineamientos para una teoría general. Editorial Anthopos. Barcelona. Pág. 445. Sala del CREDI de la OEI 24 LUHMANN, Niklas. 2000. La realidad de los medios de masas. Rubí, Barcelona: Anthropos; México: Universidad Iberoamericana. ORTIZ-OSES A. 1999. Cuestiones fronterizas. Editorial Anthropos. Barcelona. POPPER Karl. 1988. Los dos problemas fundamentales de la epistemología. Editorial Tecnos, D. L. Madrid. Pág. 577. SALABERT, Pere. 1995. Declives éticos, apogeo estético: y un ensayo mas. Editorial Facultad de Humanidades. Medellín. Pág. 194. SEBRELI, J. J. 1992. El asedio de la modernidad: critica al relativismo cultural. Editorial Ariel. Barcelona. SUBIRATS, Eduardo. 1991. Metamorfosis de la cultura moderna. Anthopos. Barcelona. Pág. 283. Sala del CREDI de la OEI 25 Centro de Recursos Documentales e Informáticos CREDI Sala del CREDI de la OEI Educación, Pensamiento Complejo y Desarrollo Institucional Integrado