INTRODUCCIÓN El intercambio comercial entre países permite medir muchas variables, entre ellas la dinámica y la fluidez con los cuales se realizan, de ahí parten diversos aspectos, entre ellos la amplitud del comercio internacional y más aún cuando los países se encuentran unificados bajo bloques sub regionales debe cumplirse lo establecido en los tratados marcos. Las bases de estos acuerdos, son los pilares que le dan las directrices hacia donde serán dirigidos las políticas y objetivos en diversos aspectos económicos, sociales, educativos, culturales y más allá de estas consideraciones el gran peso de estos acuerdos es el intercambio comercial. Por ello los países se unen en diferentes modalidades de integración, fortaleciendo desplazándose regiones, en esa Europa, Asia, ineludible Norteamérica, necesidad de Latinoamérica integración. De van esa complementación surgió el Mercosur, bloque sub regional, conformado por Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela (Paraguay en proceso de reincorporación y ratificación de acuerdos), el cual es de gran importancia en la región y en general su contribución en una parte del mercado mundial es de consideración. El bloque económico representa la 5ta economía del mundo con un PIB de US$ 3.3 trillones, 276 millones de habitantes. El Mercosur es un importante productor de alimentos del mundo, posee la zona donde más se produce y exportan alimentos. De acuerdo a lo anterior parten las políticas del comercio internacional, la interacción de los mercados que desarrollan la fluidez necesaria en toda la cadena de actividades que lo conforman. Una de ellas es la actuación de los puertos, que es un reflejo y medidor importante del grado de interacción del comercio y su desarrollo dependerá de la visión de país, como a su vez la visión de los bloques y acuerdos comerciales existentes. El Mercosur se encuentra en espera de decisiones importantes, necesita elementos que activen su situación estacionaria y en esa dirección se desarrollará realmente su proyección en los próximos años. Los sistemas de integración tienen un sentido expreso en el comercio internacional, más allá del hecho en el contexto exterior, sino como un conjunto de elementos que desarrollan cambios importantes en el intercambio comercial de los países. A consecuencia de ese dinamismo, se van intercalando una serie de infraestructuras que se van adaptando al hecho comercial y del buen desarrollo del cumplimiento de objetivos. Esos objetivos nacen de un conjunto de negociaciones que vienen sobre la base de criterios estudiados y acordados entre partes que tienen intereses comunes. Si comenzamos por el hecho en sí de un país como nación, posee un sistema conformado por sus recursos, por sus riquezas, desarrollo, así como también características geográficas en contexto geopolíticos que hacen un país con visión y misión. Por tal razón se reúnen las fortalezas necesarias para la negociación, para el intercambio, y para insertar los acuerdos necesarios para su comercio exterior. Así surgen los distintos sistemas de integración que se requieren para unificar las potencialidades de cada país para así en conjunto obtener beneficios para su desarrollo y posicionarse en los escenarios mundiales. Latinoamérica es uno de los actores importantes dentro del contexto internacional, donde los distintos países han realizado distintas formas de integración desde la década de los 60 y 70 con los distintos proyectos integracionista hasta nuestros días, tales como: La Comunidad Andina de Naciones (CAN), el Grupo de los 3 (G3), la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), la Comunidad del Caribe con sus siglas en ingles CARICOM, La Alternativa Bolivariana para la América – Tratado Común de los Pueblos (ALBA–TCP), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Alianza del Pacífico, y por último el Mercado Común del Sur (MERCOSUR). MERCOSUR Los antecedentes más inmediatos que datan del Mercosur es en el año 1985 con la Declaración de Foz de Iguazú, por la que se crea una Comisión Mixta de Alto Nivel para la integración entre Argentina y Brasil. Posteriormente en 1990, Argentina y Brasil suscriben y registran en ALADI un Acuerdo de Complementación Económica, en el que sistematizaron y profundizaron los acuerdos comerciales bilaterales preexistentes. En ese mismo año, representantes de ambos países se reunieron con autoridades de Uruguay y Paraguay, ocasión en la cual estos últimos expresaron la firme disposición de sus países de incorporarse al proceso bilateral en curso. Se convino entonces, que era necesario suscribir un acuerdo creando un mercado común cuatripartito. En 26 de marzo de 1991 se firma el Tratado de Asunción entre los cuatro países, que no debe considerarse como un tratado final constitutivo del Mercosur, sino como el instrumento de carácter internacional destinado a hacer posible su concreción. Finalmente la República Bolivariana de Venezuela suscribió el 26 de diciembre de 2012, en el marco de Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), diferentes instrumentos internacionales que concretan su entrada en el Mercosur. En el bloque sub regional del Mercosur destacan distintos objetivos: Formar un área de libre comercio entre las Partes Contratantes Alcanzar el desarrollo armónico en la región Promover e impulsar las inversiones entre los agentes económicos de las Partes Signatarias. Promover la complementación y cooperación económica, energética, científica y tecnológica. Para el alcance de estos objetivos se debe establecer una visión conjunta, permanente para lo cual se puede establecer que el Mercosur se encuentra hoy en día inmerso entre diversos retos, como así también los países en Latinoamérica en general, el desarrollo económico, el fortalecimiento de su comercio exterior, la disminución de las barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros aspectos que todo ello aunado a un factor importante que es actor fundamental en el comercio internacional como lo es el desarrollo y modernización de los puertos. Entre esas exigencias que miden los niveles de inserción en los mercados mundiales de cada país se encuentra un importante y fundamental pilar que son los nodos de la red física que soporta el comercio internacional como son los puertos. Los puertos son eslabones importantes de una larga cadena multimodal, en la cual se desempeña una serie de actores tales como las empresas privadas, un heterogéneo conjunto de organismos públicos involucrados en la administración de los puertos, la regulación del transporte marítimo, la inspección y despacho de mercancías. En la actualidad la competitividad de los puertos es sobre la base de una serie de elementos, prestación de servicios eficiente a buques y mercancía, infraestructura marítima y terrestre, redes y sistema de información, equipos de manipulación de cargas, recurso humano, precios y legislación eficiente. Los puertos de América Latina en general se encuentran entre los puertos menos eficientes del mundo, aunque son claves en la prestación de servicios logísticos y del tránsito importante para el transporte marítimo. El actual panorama para la actividad portuaria a escala regional resulta francamente inquietante, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). De acuerdo con Octavio Doerr, experto de la División de Recursos Naturales e Infraestructura de la CEPAL, en líneas generales el subcontinente no está a la altura de los desafíos que se avecinan. “La región se caracteriza por una alarmante ausencia de diagnósticos, políticas y planes, y una inexistencia de instrumentos legales que promuevan la ampliación portuaria”, Según Octavio Doerr, la región ha experimentado, un crecimiento sostenido durante la década pasada y una rápida recuperación poscrisis de 2008 y 2009. “No obstante, en los últimos tiempos estamos viviendo una desaceleración”. Vale destacar las siguientes referencias: la tasa media de movilización de cargas totales en los puertos latinoamericanos se ha elevado un 10% en 2011, un 3% en 2012 y apenas un 1% el año pasado es decir en el 2013. En cuanto a la movilización de contenedores, según la CEPAL fue de un 14% en 2011, de un 6% en 2012 y de 1% en 2013. Cabe considerar las siguientes interrogantes, entonces ¿cómo avanzan los sistemas de integración en los aspectos portuarios para responder como bloque a la dinámica comercial? En el caso del Mercosur ¿es heterogéneo el desarrollo portuario y marítimo entre sus miembros? Argentina posee un extenso litoral marítimo, los cuales tienen características físicas y geoeconómicas diferentes. Al sur se encuentra la Patagonia, con puertos de emplazamientos aptos en abrigos y profundidad, por allí se movilizan la industria petrolera, del aluminio y pesquera. Hacia el norte no presentan abrigo de importancia y son puertos de escasa profundidad, y se encuentran conectados con el sistema fluvio marítimo que penetra las zonas más productivas del país. Argentina cuenta con alrededor de 70 puertos fluviales y marítimos dedicados a la actividad comercial. La mayoría de ellos son de uso privado y de propiedad de empresas dedicadas a exportaciones vinculadas con distintos sectores de la economía. Después de los años 90, que se estableció una serie de reformas en las políticas portuarias, los puertos argentinos son modelo de eficiencia, rapidez en la operación, seguridad y razonabilidad de costes. Sus alcances si van hacia el desarrollo y mejoras de infraestructuras terrestres, que amplíen su logística y conectividad, es decir hay un plan propio de desarrollo portuario y una política de logística, que incluye construcción de nuevos canales y redes. En el caso de Brasil, se encuentran puertos importantes de Latinoamérica, con un volumen extraordinario de movilización de carga. Su desarrollo es sobre las reformas a nivel legislativo que se han establecido, para traspasar una serie de puertos y actividades conexas a empresas privadas. Brasil, uno de los gigantes de Latinoamérica se enfrenta a retos importantes en sus terminales portuarias, en las cuales muchas están siendo traspasadas a empresas especializadas, o bajas convenios estadales. Cabe destacar el enorme potencial fluvial y redes que posee Brasil lo que lo compromete a desarrollar más la complementariedad marítima fluvial, factor el cual es importante en la movilización entre los estados partes del Mercosur como Uruguay y Argentina, en la cuales este tráfico es fundamental para su intercambio comercial. Brasil, sexta economía del mundo, cuenta con 8.500 km de vías navegables y 37 puertos públicos, por donde circulan la mayoría de sus exportaciones. Desde el 2012 surge un paquete de concesiones de puertos tras los millonarios planes que lanzó para carreteras y ferrovías para estimular la economía y mejorar la deficiente red de transporte del país. Se establece una legislación de puertos y se definen un conjunto de inversiones. Brasil tiene el desafío de contar con puertos eficientes para reducir los costos y mejorar las ganancias del sector agroindustrial, y aumentar la competitividad en general. Uruguay se ubica en una posición estratégica como puerta de entrada al Mercosur, con dos de sus principales puertos ubicados en la salida de la hidrovía Paraná‐Paraguay‐Uruguay. De acuerdo con el World Economic Forum (The Global Competitiveness Report 2013) Uruguay es el segundo país de América del Sur en cuanto a calidad de la infraestructura portuaria. En Uruguay existen 15 puertos, de los cuales 7 son puertos comerciales, ubicados en diversas zonas del país: Montevideo, Nueva Palmira, Colonia, Fray Bentos y Paysandú, que se rigen por un régimen de puerto libre, Juan Lacaze y Salto. El Puerto de Montevideo, ubicado sobre el Río de la Plata, se perfila geográficamente como una de las rutas principales de movilización de cargas del MERCOSUR. El régimen de Puerto Libre lo ha convertido en la primera y única terminal de la costa atlántica de América del Sur con un régimen logístico atractivo y competitivo para el tránsito de mercaderías. Es el principal puerto comercial del país, con una movilización anual aproximada de 10 millones de toneladas, 500.000 pasajeros y 120 cruceros. En el Puerto de Montevideo confluyen las principales rutas de acceso al resto del país y por lo tanto a la región. El comercio marítimo es muy importante para Uruguay: cerca del 70% de los bienes entran o salen de Uruguay a través de un puerto de mar. Según la Cámara de Comercio y empresarios del Mercosur Capitulo Anzoátegui, Capitanía de Puerto de Puerto La Cruz y las autoridades de Bolivariana de Puertos (Bolipuertos) en Guanta, sostienen que para Venezuela y el Mercosur el Puerto de Guanta por su ubicación estratégica, contribuye directamente en el fortalecimiento de los polos de desarrollo de la región oriental del país. Con el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), esta terminal guanteña cumple un papel protagónico en el intercambio comercial, por su cercanía con el noroeste de Brasil y los demás países integrantes. En el Puerto de Guanta se ha invertido 250 millones en trabajos de modernización y para este año se invertirán 330 millones de bolívares. Según la Cámara de Comercio y empresarios del Mercosur Capitulo Anzoátegui, destacan la gran potencialidad que tiene el Puerto de Guanta por ser un puerto de entrada y salida hacia el Mercosur, consideran que es importante que sus productos se ubiquen en los países que integran este mercado. Un aspecto importante mencionar es el retraso de las actividades portuarias en Venezuela, diferentes organismos, embajadas, asociaciones han hecho una crítica ante esta problemática que ha generado cuestionamientos de diversa índole, desde el aspecto aduanero, logístico, de mantenimiento, de almacenamiento, que cuestiona la competitividad, costos y productividad de los puertos venezolanos. Cabe preguntar, ¿Cuál es la proyección del Mercosur en los próximos años en su comercio internacional? De acuerdo a esta respuesta se dinamizará el crecimiento unificado de los países que lo conforman, la perspectiva de bloque para sostener las negociaciones con otros países en gran escala, de igual manera su actividad portuaria crecerá y se modernizará en función de los objetivos tales como la complementación industrial, la expansión del comercio, potenciar aún más sus ventajas comerciales y recursos, entre otras consideraciones, pero para ello ¿Cómo enfrenta el Mercosur estos grandes retos teniendo en cuenta bases sólida portuaria y marítima? Primeramente es importantes destacar que se encuentra en vigencia el Acuerdo Sobre Transportes Marítimos entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil, suscripto el 15 de agosto de 1985 y aprobado por Ley Nº 23.557. El mismo otorga reciprocidad en el transporte de cargas que involucra el intercambio comercial entre los Estados Parte, generando el desarrollo del armamento nacional y privilegia a los registros de ambos países para la transferencia de sus exportaciones e importaciones. Dentro del Sub-Grupo Nº 5 - "Transporte" - , se realizan las reuniones de Especialistas en transporte marítimo, con el propósito de lograr la integración regional y el desarrollo de las Marinas Mercante de los Estados Parte y la promoción de la industria naval que posibilite la incorporación de nuevas unidades al sistema. Para dicho objetivo se encuentra en análisis un proyecto de Acuerdo Multilateral de Transporte Marítimo. La resolución 1108 del 7 de noviembre de 2013 de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina dispuso que "dentro del ámbito geográfico de los países que integran el Mercosur las cargas de exportación originadas en puertos argentinos, únicamente podrán ser transbordadas en otros puertos de jurisdicción nacional o en puertos de los Estados Parte del Mercosur y sus Estados asociados que mantengan vigentes acuerdos de transporte marítimo de cargas con Argentina". Con ello, se prohibía los transbordos de mercadería argentina en Uruguay, ya que entre ambos países no existe un acuerdo bilateral de carga marítima. Sin embargo recientemente se han realizado negociaciones entre Uruguay y autoridades marítimas argentinas, para generar soluciones entre las partes. Venezuela, miembro del Mercosur posee una dinámica distinta, sus puertos en mano del estado, y la poca extensión de concesiones a empresas privadas, no pareciera ir a la par del modelo de gestión portuaria con los otros miembros del Mercosur. Así como también su intercambio comercial se encuentra centrado en una economía de puertos lo cual genera poco atractivos en la dinámica del comercio internacional y por ende la fluidez del tráfico marítimo y portuario. La actividad portuaria en Venezuela cayó 8,2% en 2013 respecto a 2012, según la última edición del ranking de movimiento portuario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En Puerto Cabello se apreciaron bajas de 9,4%, en La Guaira de 7,4%, en Maracaibo de 6% y en Guanta de 7,7%. Solo la actividad en el puerto de Guamache mostró cifras positivas, con un incremento de 3,4%. En contraposición los otros miembros del Mercosur tienen nivel mantenido o ligero crecimiento en las operaciones portuarias Argentina, con un alza de 9,8% respecto a 2012, Brasil (6,2%), Uruguay (9,7%). Los socios naturales del Mercosur como Argentina y Brasil, van de la mano en políticas similares portuarias, fluidez natural por su intercambio comercial constante, Uruguay a su vez se mantiene en esta dinámica, no dejando atrás su autonomía portuaria. Pero Venezuela hacia el Caribe, tiene un reto que es cambiar sus políticas en el comercio exterior, para dinamizar las exportaciones, la industrialización, las inversiones para que sea un actor activo y no sólo pasivo en el Mercosur y a su vez en el tránsito marítimo y en el intercambio portuario con sus socios. Particularmente el Mercosur es unos de los bloques sub regionales que se encuentran hoy en día en grandes desafíos, desde la verdadera integración, pasando por su manejo del comercio exterior con otro bloques comerciales hasta el desarrollo que cada país para responder a las exigencias del mundo de hoy. El Mercosur tiene temas pendientes que van desde las negociaciones con la UE, la esperada Unión Aduanera Perfecta, la real complementariedad económica, asentar el Arancel Externo Común, el acercamiento que quiere establecer Chile con la Alianza del Pacífico, es decir diversos factores. No puede escapar que cada país tiene sus intereses, la demora en las respuestas en bloque de integración hace que se vean otras proyecciones y negociaciones particulares de cada país. Esto sería un eje interesante para medir como cambiaría las políticas portuarias y a la vez el tráfico marítimo una vez que se genere intereses e intercambios con otras latitudes. Se establecería la adaptación a los tipos de buque, a las exigencias logísticas, a las navieras, es decir se generaría un número importante de cambios a considerar. De allí parte entonces el asentar de una vez la política del bloque en el escenario mundial, y la apertura a las negociaciones para ampliar su margen de acción y dar a los puertos la dinámica necesaria, trabajando unidos en la complementación en estrategias portuarias, logísticas, entre otros aspectos o mantener la bilateralidad de los socios naturales, para lo cual ya están adaptados parte de la actividad portuaria y fluvial. El Intercambio de inversiones y capitales, el comercio compensado en bloque para desarrollar fortalezas operativas de los puertos, sería la búsqueda de la eficiencia para hacer no sólo del Mercosur sino de Latinoamérica en sí, más que un eslabón en la cadena portuaria mundial. Si se da un vistazo al mundo por regiones, por ejemplo Europa, Asia, Norteamérica, tienen cierta homogeneidad en el progreso, mantenimiento y políticas portuarias, ¿lo es así Latinoamérica?, ¿lo es sus procesos de integración?, ¿lo es específicamente el Mercosur?. Cabe la reflexión, Latinoamérica ha sido por naturaleza difícil en sus procesos de integración, pués así se mueven los puertos, con la autonomía hacia dónde van los intereses particulares de cada país, falta el conjunto, el complemento, la unidad, pues hacia esa dirección pareciera que va el Mercosur, Brasil inquieta por negociar con la UE, Argentina no cede en las negociaciones, Uruguay muestra interés en la Alianza del Pacífico y Venezuela está en un período de adaptación y crisis de productividad. La actividad portuaria dependerá del movimiento comercial, del flujo de mercados, de las orientaciones comerciales y de los objetivos establecidos por país y en este caso del bloque comercial en el que se encuentre. En definitiva así impulsa el comercio internacional a los países, a sus procesos de integración, y por último el desarrollo portuario. CONCLUSIÓN El comercio internacional es una esfera de elementos que se mueven constantemente, el sólo hecho que los países tienen objetivos y características particulares es lo que lo que le da su fluidez y dirección. Hoy en día los países ya no andan solos, con el tiempo surge más la gran importancia de los sistemas de integración para disminuir barreras, para la complementación económica, facilitación de comercio, unir potencialidades que establezcan su desarrollo. Para Latinoamérica es necesario crecer, desarrollar nuevos escenarios a través de su integración, y de ahí parte los nuevos caminos y retos bien sea en nuevos sistemas de integración o en reforzar y replantear los existentes. Uno de ellos el Mercosur, que sigue teniendo desafíos, en convertirse en la unidad complementaria, para desarrollar más su potencial como productor de alimentos, como el interés de mercado por el número de sus habitantes, por su PIB dentro los países en crecimiento, por sus recursos extractivos y por su industrialización, todo dependerá de sus negociaciones y del seguimiento y cumplimiento de políticas sobre la base de los fundamentos de su tratado. Otro elementos a considerar es que debe enfilarse en el eficaz aprovechamiento de los recursos disponibles en el mejoramiento de las interconexiones físicas para la distribución de bienes entre sus miembros y con la visión conjunta para con los terceros países. la coordinación de las políticas macroeconómicas en inversiones para la unificación de la gestión portuaria y la complementación de los diferentes sectores de la economía en sus miembros para que puedan responder a las exigencias del comercio internacional de hoy.